Skip to main content

Etiqueta: desinformación

Sobre las verdades en la interpretación histórica, social y política

Vladimir de la Cruz

Los hechos y eventos históricos suelen ser interpretados, analizados, reflexionados, discutidos, pensados, desde distintas perspectivas. Eso es válido.

En materia de análisis socio histórico me atrevo a decir que no hay verdades absolutas, aunque hay historiadores, analistas, pensadores que parten de que sus enfoques son la Verdad Absoluta, casi a modo de un dogma religioso.

Estos enfoques, igualmente, descansan en la metodología científica o teórica que se emplea para estas perspectivas analíticas, así como en el acervo doctrinal en que cada historiador, analista o pensador fue formado, o a partir de la cual se fue formando o estudiando.

Muchas veces les proponía a mis estudiantes, cuando interrogaban sobre este aspecto, que partieran por un momento, de un objeto que se podía colocar entre ellos y yo, donde todos estábamos al frente de ese objeto, ellos desde distintos lados que el mío, y que pasáramos a describirlo en el punto en que cada uno podía verlo. Efectivamente, se producía la diferente percepción y descripción del objeto. Y, era el mismo objeto que todos estábamos observando. Así, les decía que son los eventos históricos o sociales, por lo que en las Ciencias Sociales, incluida la Historia, había posibilidades de ver analíticamente distintas cosas del mismo objeto o evento de análisis.

Puestas así las cosas, les terminaba diciendo a los estudiantes que el conjunto de “verdades” que cada uno tenía de la observación del objeto “sumaba” para tener una aproximación a lo que podríamos llamar la “verdad absoluta”, la Verdad. De manera que, en las Ciencias Sociales no había verdades absolutas, lo que había eran verdades relativas.

Traigo esto a colación de la discusión que se produjo a finales del siglo pasado, cuando se acercaba el proceso de la celebración del V Centenario de la llegada de los españoles y europeos al continente, sobre la premisa de que los españoles y europeos, e incluso americanos, de todo el continente, hasta ese momento celebraban el llamado “descubrimiento” de América”. Así se impuso su celebración desde el IV Centenario de esa llegada, en 1892.

En esta discusión se estableció el cambio de denominación de esta llegada, para desde entonces hablar del “Encuentro de Culturas”, término más apropiado, habida cuenta que no se podía descubrir lo que estaba densamente poblado. Distintos enfoques señalan que en América pudo haber a la llegada de los europeos, en 1492, hasta 100 millones de habitantes; en Centroamérica, el historiador Mario Flores Macal, llegó a afirmar que pudo haber hasta 7 millones y para Costa Rica, la antropóloga Eugenia Ibarra sostiene, la tesis más aceptada para los estudios costarricenses de ese período, al menos de medio millón de habitantes. Por otros análisis, de arquitectos especialmente, los he escuchado, analizando los basamentos de los poblados de las comunidades aborígenes, calculan que en Costa Rica pudo haber habido una población cercana al millón de habitantes.

De la discusión sobre el número de habitantes en el continente americano, dos grandes tesis se desprenden. La primera, que había poca población; la segunda que había mucha población. De ambos enfoques, igualmente se magnifica o minimiza el impacto de esa llegada en los procesos de conquista y colonización. Para el caso costarricense, si partimos de la tesis de Ibarra o de los arquitectos, había mucha población, y a finales del siglo XVIII la población apenas pasaba los 30.000 habitantes.

Para el momento que hubo que elegir el Diputado a las Cortes de Cádiz hubo que reunir la provincia de Costa Rica y el Partido de Nicoya para alcanzar el número de habitantes necesarios para poder elegir diputado. Así salió Nicolás Carrillo y Aguirre, que al renunciar fue sustituido por el Presbítero Florencio del Castillo, que fue uno de los más distinguidos diputados, lo que se le reconoce en una Placa en el Convento de San Felipe de Neri, donde se realizaron las sesiones de las Cortes de Cádiz.

Y, para el momento de la ruptura con el orden colonial, al momento de la Independencia, había una población que giraba alrededor de los 50.000 habitantes. Cuando llegaron los filibusteros norteamericanos a Centroamérica, en 1855-1857, en Costa Rica había 100.000 habitantes.

¿Qué se hizo esa población originaria? En el proceso histórico lo que vemos hasta hoy es un crecimiento constante de la población local, regional, nacional y mundial. Aquí entra, entonces, la discusión sobre el impacto devastador de la conquista y la colonia europea, de despoblamiento, de conformidad a todas las causas que lo quieran explicar. Los que sostienen la tesis de la menor población del continente, con ello minimizan ese impacto negativo que la presencia europea tuvo.

Como profesor siempre me ubiqué en las tesis maximalistas, de la mayor población en el continente, para desde esta perspectiva explicar con más fuerza ese impacto catastrófico sobre las culturas aborígenes y originarias del continente y de Costa Rica. Pero entendía, y también les señalaba a los estudiantes las otras posturas interpretativas.

Estas discusiones alrededor del análisis histórico y contemporáneo, de nuestras realidades histórico-políticas, siguen sucediendo, con igual pasión, y en algunos casos como extremo delirio, confusión y falta de conciencia. Es natural que así sea. Y son hoy políticamente impulsadas, especialmente desde el poder, las tesis que produzcan esas reacciones contra quienes enfoquen críticamente el ejercicio del poder político.

Troles y fakes news

El subjetivismo en el análisis del evento social, histórico o político conduce inevitablemente a establecer “verdades absolutas”, o “falsas verdades”, especialmente de estos extremistas, las que muchas veces se hacen descansar en aspectos morales, ¡síquicos!, de desinformación o información manipulada, lo que se ve, con mayor evidencia, en los troles que se usan, en esas personas pagadas ex profeso, para estar denigrando a quienes en estos análisis sostienen tesis críticas de un actor político, de su gestión o de los eventos políticos que gestiona o administra. Parte de las llamadas fake news y de la llamada post verdad, a eso responden.

En el caso costarricense muchos de estos troles ni siquiera tienen capacidad de leer los artículos que los ponen a criticar negativamente, o a insultar a quienes los escriben. En muchos casos se quedan en el ataque al título del artículo o en el ataque al mensajero y no en el análisis contrario del mensaje.

En materia del análisis histórico aún no hemos llegado allí, pero hay aproximaciones, sobre todo cuando se responde un artículo, concentrando la crítica al autor más que aportando otra perspectiva del análisis de lo que se plantea. Así sucede, a veces, en torno a eventos como la celebración de la Fecha Patria, relacionada con la Independencia de Costa Rica, que tiene que ver con la de Centroamérica y la de Guatemala, a lo que me referiré en el próximo artículo.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Proceso Reflexión: Educación Popular en tiempos de desinformación y redes sociales

Observatorio de Bienes Comunes, UCR

El nombre de la Educación Popular despierta afinidades y antipatías. Su propuesta en muchas ocasiones es presentada como la mera aplicación de técnicas o herramientas didácticas para hacer algo más “interesante”. Si nos atenemos a su lugar y tiempo, se concibe como alguna dimensión de la educación de adultos, es decir procesos formales que se desarrollan fuera del aula y con horarios flexibles. En el mejor de los casos, se observa como una modalidad educativa, como la educación a distancia, entre otras.

Sin embargo, si nos atenemos a su trayectoria histórica, encontramos que la Educación Popular constituye una corriente de pensamiento y acción dentro del campo de las ciencias sociales, principalmente desde las pedagogías críticas. Entonces este enfoque representa una propuesta teórico-práctica siempre en debate y construcción.

Nos encontramos en un contexto complejo, hay una tendencia a la individualización no sólo de los espacios que antes compartíamos de forma colectiva, sino también, los mismos canales de comunicación que usualmente utilizamos, nos fragmentan y re-construyen burbujas en torno a las personas que utilizamos esos medios.

¿Qué tipo de implicaciones tiene esto en nuestra forma de participar y debatir sobre nuestras realidades? ¿Influye esto en la percepción que tenemos de las demás personas? ¿Estamos viviendo al mismo tiempo contextos de sentidos distintos contrapuestos-complementarios entre las personas que habitamos nuestros territorios?

Son parte de las inquietudes que mueven la discusión de este proceso de reflexión, para debatir y problematizar los desafíos que tiene la construcción de propuestas socioeducativas desde la educación popular en estos contextos que nos interpelan hoy.

Para abordar este proceso proponemos trabajar durante las siguientes sesiones

1. ¿Qué es la educación Popular Latinoamericana y Caribeña? 30 de setiembre –  9 am a 12 md
2.Trayectos históricos de la Educación Popular Latinoamericana y Caribeña. 7 de octubre –  9 am a 12 md
3.¿Qué son los saberes y las prácticas? ¿Qué contextos les acompaña? 17 de octubre –  9 am a 12 md
4. ¿Hacemos técnicas o apoyamos procesos? 21 de octubre-  9 am a 12 md
5.¿Hay algo distinto en todo esto? 28 de octubre – 9 am a  12 md

Lugar: Oficina Kioscos Socioambientales

Defender el FEES y salir a dialogar con la gente

Osvaldo Durán-Castro, profesor TEC, ecologista FECON

En una marcha de defensa del presupuesto de las U públicas de 2019 una estudiante llevó una pancarta que decía: “Abuela analfabeta. Madre primaria. Hija ingeniera”. Ésa es una excelente síntesis de resultados de la inversión en todos los campos y de la educación en particular y de haber tenido un Estado social robusto para mejorar la calidad de vida. En muchísimas familias costarricenses de clase media y pobres tenemos algo similar.

Foto: Osvaldo Durán-Castro – 2019.

En medio de la crisis de la educación un reto adicional de las U públicas es dialogar con la gente que no es parte de las comunidades universitarias. El Fondo Especial para la Educación Superior de Costa Rica, FEES, resulta desconocido y si las universidades no salimos a conversar, explicar y compartir con la población la misma crisis que nos ataca, estaremos cada día más aisladas y repudiadas. Si la gente no conoce lo que hacemos las U públicas, más allá de formar profesionales, seguirá persistiendo la mentira de que somos un reducto de gente vaga y privilegiada con salarios descomunales (ciertamente hay un reducido grupo de salarios elevados, pero la mayoría no disfruta de ningún privilegio). Es indispensable explicar cómo invertimos el presupuesto que recibimos porque si la gente desconoce lo que hacemos por medio de la ciencia, el arte, la educación en todas las materias y las culturas, a las cuales contribuimos, nos verán como el Gobierno desea que nos vean: innecesarias, cuando no como parásitos.

También hay que explicarle a la población las implicaciones del desfinanciamiento para la inversión social en salud, educación, electricidad, infraestructura, becas, programas de asistencia a la gente más pobre, etc. En otras palabras, la desaparición forzada de nuestro Estado social. Pero esa tarea puede resultar difícil porque, si somos autocrítico.as, debemos reconocer que hay gente dentro de las U públicas que sigue encapsulada, distante y desconocedora del otro mundo real que existe y subsiste afuera de las aulas.

El odio contra lo público hace que mucha gente crea que los 291.743 empleados públicos son los responsables de las crisis del país. Según el Banco Central en junio de 2024 la fuerza laboral de Costa Rica estaba integrada por 2.157.476 personas, incluidas 201.124 desempleadas. Este Gobierno y muchos anteriores han logrado crear una confrontación real, basada en desinformación, entre los empleados públicos y gran parte de la población costarricense que repite que esas menos de 300.000 personas son culpables de las crisis que vivimos; es tan absurdo como culpar a los ambientalistas por los desastres de Crucitas y de Gandoca Manzanillo.

La historia necia de que la plata de las universidades se va en salarios de lujo, se responde fácilmente si entendemos que el Ministerio de Educación Pública y las universidades tienen como tarea fundamental la enseñanza en las aulas. En el caso de las universidades, a la docencia en las aulas se suman la investigación científica especializada en muchísimos campos y la extensión y acción social que permiten atender y buscar respuestas a múltiples necesidades de comunidades, empresas privadas, grupos y organizaciones sociales. Esas tareas son las que aseguran que el país tenga una educación superior pública de calidad y cada vez con mejor impacto positivo. Las U públicas no son empresas privadas de educación; responden a necesidades colectivas y no a los negocios y el lucro financiero. Quienes realizan esa tarea de la educación son docentes y por tanto son quienes deben ser pagados. En el ministerio de obras públicas el rubro principal deben ser los contratos de construcción de carreteras, puentes y mantenimiento de la infraestructura en general, y ahí se gasta el dinero. En los hospitales es lógico que haya gastos elevados para el pago del personal que asegura todos los oficios de salud que se ofrecen. Todo eso es inversión social pública.

El diálogo Universidad-país debe darse en todos los espacios. Por ejemplo, en uno de nuestros grupos de Seminario de estudios costarricenses del TEC, dedicamos tiempo para crear explicaciones de la crisis de la educación, pensando en que hay que llevar esa información a la gente afuera de las U. En sesiones de trabajo de proyectos de extensión social como “Pueblos Originarios y Universidades Públicas” (POUP) y Declaratoria del Consejo nacional de rectores, CONARE, “2024: UNIVERSIDADES PÚBLICAS CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS”, también hemos dedicado tiempo para que ese grupo de trabajo y estudio de Pueblos originarios Cabécar/China Kichá, Bribri/Salitre, Brorän Térraba y Yäbamï dí Kátà/Cabagra, entre otros, conozca lo que está ocurriendo con el FEES y con la educación en general.

La población debe saber que las U públicas negocian su presupuesto en condiciones de desventaja impuestas por el Gobierno. La quinta y última sesión de intento de negociación del FEES 2025 fue en Casa presidencial aunque no era una sede consensuada. La reunión tardó apenas 1 minuto por insólito que parezca, pues el Ejecutivo sólo repitió que no habría ninguna negociación y que el monto del FEES 2025 se definirá en la Asamblea legislativa. Es la primera vez que esto ocurre en más de ochenta años de educación superior pública en Costa Rica. Luego de cerca de hora y media de espera en la calle y dentro del edificio, tras ese minuto, las 5 rectorías y la representación estudiantil, fueron poco menos que expulsadas de la Casa presidencial sin siquiera haber dialogado.

Esa imposición y falta absoluta de respeto desconocen que existe una amplia agenda de cooperación CONARE-Gobierno que incluye más de 40 proyectos, entre los cuales hay 14 en educación, 12 en el sector productivo y desarrollo nacional, 4 en salud, entre otros. Esto demuestra que las universidades, a pesar de que su autonomía especial les permite definir cómo ejecutar su presupuesto, mantienen diálogo y buscan consenso para trabajar con el Poder ejecutivo. Con el mismo Gobierno desde hace años se definieron 11 criterios, 25 indicadores, parámetros de medición de resultados y otras pautas de medición y rendición de cuentas, que permiten saber con claridad cómo se ejecuta el presupuesto y el impacto que tienen las U públicas en la sociedad. Todo esto ha sido desconocido por el Ejecutivo.

El pasado 23 de agosto la rectora del TEC, María Estrada Sánchez, expuso en un foro que en la sesión del 11 de junio el ministro de Hacienda propuso “un 1% de crecimiento para el FEES 2025, que corresponde a ₡5.761 millones (presentación basada en datos inconsistentes, que el ministro debió revisar)”. CONARE rechazó esa propuesta y reafirmó la “solicitud de un aumento del 4,06% (¢23.389 millones) sobre el FEES 2024 para determinar el monto del FEES 2025, así como la devolución de recursos postergados de 2020 y 2021, por un total de ¢62.590 millones”. Todos los datos expuestos en la fallida negociación demuestran que ya en este año las universidades requieren ¢23.389.132 millones adicionales para tener un presupuesto que se iguale al de 2020. Otro hecho relevante que permite constatar la falta de seriedad del Gobierno es que el 16 de agosto 2024, en la quinta fallida sesión de la Comisión de enlace (Gobierno y Universidades), “CONARE solicitó al Ministro de Hacienda que explicara técnicamente de dónde surgió la propuesta del 1% y su justificación. El ministro indicó que en el transcurso de la tarde del mismo día entregaría la respuesta por escrito, compromiso que no cumplió”.

Esos faltantes de ¢23.389 millones para el 2025 y de ¢62.590 millones de años anteriores, significan, en concreto y en términos sencillos, que igual que una familia sin ingresos suficientes, las U públicas (y la educación en su totalidad) se van a seguir empobreciendo. Desde 2018 se ha hecho más que crudo el incumplimiento del artículo 78 de la Constitución política que obliga a que Educación reciba el 8% del Producto interno bruto, PIB, incluido el 1.5% para las U públicas. En 2018 el presupuesto fue del 7,40% y de ahí en adelante sigue en caída libre hasta el 5,4% en el 2023 y 5,2% este año. Es probable que en el 2025 no se alcance ni el 5% del PIB.

Este escenario de crisis total que vive el sistema de educación en Costa Rica es absolutamente contradictorio con las exigencias del Gobierno a las universidades para que sumen proyectos y mejoren su impacto en la sociedad costarricense, pues a la vez les extirpa el presupuesto indispensable para todas esas responsabilidades. Un posible recorte al MEP de hasta ₡65.000 millones en el 2025 lo que asegura es el deterioro mayor de la calidad de la educación, más escuelas hechas tugurios y que servicios como comedores y transporte que ayudan a las familias más pobres, serán aún más debilitados. No está de más recordar que para muchísimas familias los comedores escolares son un apoyo indispensable pues literalmente son la principal fuente de alimentos de sus hijo/as.

Foto: Francisco Mojica Mendieta.

En las U públicas el recorte de presupuesto significa menos cupos para ingreso de nuevos estudiantes a todas las universidades, menos plazas docentes, salarios en deterioro para la mayoría de funcionario.as, sobre todo para cientos que están en condición de interinos; menos laboratorios, menos investigación científica, menos posibilidades de inversión en las regiones fuera del valle central, debilitamiento e imposibilidad de desarrollar programas de investigación, acción y extensión social con comunidades y organizaciones sociales en todo el país, menos trabajo conjunto con empresas y con el propio Gobierno. Por supuesto que habrá menos plata para becas, residencias y otros subsidios para estudiantes de las familias más pobres que sólo gracias a esas ayudas llegan a ser profesionales.

Ante el Gobierno las U públicas no ganaremos en las aulas. Salir a la calle a defender el derecho a la educación es urgente. También es indispensable salir a dialogar con la población, explicar cómo le servimos a la sociedad y sumarnos a todos los colectivos que queremos recuperar el país. Esos son algunos de los grandes desafíos inmediatos.

La desinformación puede matar

Por Marlin Oscar Ávila
1 de agosto de 2024

Seguimos creyendo que la ciudadanía trabajadora no termina de enterarse que hemos entrado a una guerra no convencional pero igual tiene bajas, heridos y muertos a millares. Los enemigos son muy poderosos y fuertes, en momentos, silenciosos y, en más cortos instantes levantan la vos, al grado de reventarle los tímpanos al vecino.

Financian los medios más conocidos, las campañas de desprestigio a líderes sociales, colocan candidatos sin pasar por ningún filtro social ni político, llegan del exterior después de años de servicio a multilaterales, para ser candidatos políticos, con su agenda neoliberal, seguros de obtener todo el apoyo de las élites empresariales (caso Costa Rica). Más pronto que tarde, al obtener su cuota de poder, reducen el presupuesto público, «demuestran» que el Estado no puede seguir financiando las instituciones que alivian el sufrimiento de los sectores más vulnerables (caso argentino), se convierten en másteres de la economía y reparten recetarios para «medicamentos» que alivian los dolores causados como efecto de la privatización.

Cuando existe una excepción en un gobierno que prioriza la gestión democrática (consulta a los interesados), las élites empresariales y dueñas de los principales medios, inician con su estrategia de intrigas y desinformación, le aseguran al público que el gobernante es socialista, comunista (ñangara), además de engrandecer sus pocos defectos, para luego montar alternativas políticas que restituya ese poder (caso Honduras).

No deja de existir traicioneros que el poder político y económico puede embrutecerles, hasta el grado de perseguir y reprimir a quienes les acompañaron en sus luchas, creyendo en cantos de sirena (caso Nicaragua). En esta «selva política» hay líderes que no terminan de definirse, pero sí encuentran fama internacional (caso El Salvador).

El presidente Arévalo de Guatemala, tiene muy buen acercamiento con su vecino del Norte, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), México. Sin embargo, no pareciera fluir esa «sangre» hacia el sur de su frontera. Tal pareciera que el liderazgo regional de la presidenta hondureña, Xiomara Castro, le diera sombra.

Conocer lo que acontece en nuestro entorno es crucial para la toma de decisiones apropiadas. Diversificar las fuentes de información es importante, como lo es la formación de criterios apropiados que vayan en beneficio del sector social al que se pertenece. No es raro escuchar decir, más en mujeres, «no me interesa la política». Sin comprender que es una ciencia, dentro de cuyo ejercicio se define el destino del país, la región y toda institución pequeña o grande, bilateral y multilateral.

Es por la política con una ideología determinada que funciona casi todo, sino todo proyecto, donde los humanos somos los actores principales.

En la actualidad se debate la transparencia de las elecciones en Venezuela. Si fuese las elecciones en Belice, Paraguay o en Jamaica, el interés mundial perdería más de la mitad de la cobertura periodística que tiene Venezuela. Sabemos que eso se debe al petróleo que posee y no por su nivel democrático o la amplia distribución de sus ingresos.

Poco se sabe sobre el grado de genocidio aplicado por la Israel sionista en Palestina, donde lleva décadas de asesinar a toda esa nación. Gaza está convertida en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo. Los asesinatos superan la cifra de 35 mil personas.

Es por esta razón que, la información es clave en nuestras vidas. Por esto, debemos saber lo que ocurre en nuestro contexto y en quienes tienen el poder político al momento de contabilizar los muertos y heridos.

Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación de Costa Rica reafirma su compromiso con la ética y la profesionalidad

En un reciente comunicado a través de un video titulado «Colper Informa», la presidenta del Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación de Costa Rica (COLPER) Yanancy Noguera Calderón reafirmó el compromiso del gremio con la ética, la democracia, la paz, así como con el pluralismo, la equidad, la diversidad, y la tolerancia. Este mensaje surge en el contexto de la presentación del actualizado código de ética y deontología, una labor atribuida al tribunal de honor del COLPER, que busca ser el norte y propósito de los profesionales en su ejercicio diario.

La declaración se da en un momento crítico, mencionando un incidente ocurrido el pasado lunes 1 de abril, descrito como un capítulo nefasto en la historia reciente contra el ejercicio del poder. En particular, durante una comparecencia en la comisión especial investigadora de las contrataciones del SINART, el COLPER defendió la asignación de publicidad estatal basada en criterios técnicos y profesionales, destacando la importancia de orientarla a una pluralidad de medios con la audiencia y alcance necesarios.

Sin embargo, el discurso de la diputada Pilar Cisneros, quien, según la presidenta de la junta directiva de COLPER, parece desconocer los propósitos del colegio y dicho discurso criticado por utilizar discursos de odio y violencia política, fundamentados en la desinformación y la posverdad. Este hecho resultó particularmente resaltable dado que Cisneros es profesionalmente periodista.

El 3 de abril, el Ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, cuestionó la institucionalidad del COLPER y su liderazgo, uniéndose a las voces críticas que, según la presidenta, buscan deshonrar la organización. Frente a estos ataques, el COLPER se reafirma en su fundamento legal y propósitos claros, comprometiéndose a atender las demandas de la sociedad desde una comunicación ética y justa, posicionándose contra las «nefastas voces de la desinformación y la posverdad».

El mensaje cierra con un llamado al diálogo honesto, abierto a críticas constructivas, enfatizando el papel de la prensa independiente frente a estrategias populistas y descalificaciones que buscan socavar su credibilidad y misión.

Puede acceder al video completo en esta nota.

Compartido con SURCOS por COLPER.

Recordatorio: Conferencia «Historia y Desinformación Perspectivas Críticas sobre el Conflicto Gaza-Israel». En memoria del Dr. Roberto Marín Guzmán

La Universidad de Costa Rica desea recordar a la comunidad académica y al público en general la convocatoria a la conferencia titulada «Historia y Desinformación Perspectivas Críticas sobre el Conflicto Gaza-Israel». Este evento, que tiene como objetivo honrar la memoria del Dr. Roberto Marín Guzmán, se llevará a cabo el próximo 13 de marzo a las 5 p.m. en la sala de la biblioteca de la Facultad de Ciencias Sociales.

La conferencia será transmitida en vivo a través de las páginas de Facebook y YouTube de la Maestría Centroamericana en Sociología, el Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica, la Asociación Centroamericana de Sociología (ACAS), el Posgrado en Sociología de la Universidad Nacional de Honduras, y la plataforma de web tv de la Facultad de Ciencias Sociales.

Respuesta estudiantil ante la ministra de Educación

El día jueves 27 de julio de 2023, el Movimiento Estudiantil de Secundaria (MEDSE) además de otras representaciones estudiantiles, brindaron una conferencia de prensa a raíz de la manifestación realizada por estudiantes de secundaria en contra de la Prueba Nacional Estandarizada.

En esta conferencia, los y las estudiantes alegan la desinformación que les rodea tanto a estudiantes como docentes, deviene directamente del Ministerio de Educación Pública, al no hablar con claridad sobre estas pruebas y demás procesos que conlleva. Además, denuncian cómo los centros educativos se encuentran en situaciones precarias a nivel de infraestructura, atentando contra la salud pública del estudiantado. Mencionan cómo se les exige un rendimiento académico elevado, mientras el Ministerio de Educación Pública no cumple con los lineamientos básicos de salubridad.

Señalan de igual manera, la contradicción que existe al excluir a los y las docentes de la toma de decisiones relacionadas con aspectos sobre la educación que imparten, mientras que esos puestos lo ocupan personas que no se encuentran inmersas en los colegios y escuelas públicas.

Muestran su descontento y oposición a las Pruebas Estandarizadas, debido a la poca información con la que cuentan, además de que ésta pretende ser un filtro que les excluye de la Educación Superior, al incidir directamente en la nota para entrar a las Universidades Públicas. Es por esto que exigen la anulación de estas pruebas, que se replanteen los métodos de evaluación, de manera que estas respondan a los contextos propios de la población estudiantil y que permita así una educación accesible, de calidad y digna. Además de que se respete el presupuesto del 8% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a la educación pública, que corresponde a una obligación constitucional del Ministerio de Educación Pública.

UCR, Voz experta: Aportes del estudio de la cognición social para la comprensión de los problemas de la desinformación en Costa Rica

Rolando Pérez Sánchez, profesor Catedrático de la Escuela de Psicología e investigador en el Instituto de Investigaciones Psicológicas.

Por: Rolando Pérez Sánchez (Instituto de Investigaciones Psicológicas, Posgrado en Ciencias Cognoscitivas)

La desinformación es un fenómeno que está afectando el devenir de las democracias a nivel global. A nivel nacional, la situación es cada vez más preocupante, y sobre la cual se requiere ofrecer respuestas y soluciones desde una perspectiva multidisciplinaria y multiperspectivista. En este sentido, es de mi interés presentar algunos aportes de la investigación socio-cognitiva al estudio de la desinformación y al desarrollo de herramientas que ayuden a combatirlo.

El proceso de formación de la opinión pública en el contexto de Internet y las redes sociales se ha modificado rápidamente, adquiriendo nuevas características y tendencias. En su versión más tradicional, se trataba de una estructura centrada en la comunicación asociada a los medios masivos tradicionales, el flujo de comunicaciones verticales y jerarquizados marcadas por disputas entre élites, grupos de poder y determinado por la agenda e intereses a los cuales se adscribían los medios de comunicación. En contraste nos encontramos ahora ante una pluralización de canales, plataformas digitales, formas de comunicación y perspectivas que coexisten y convergen con los medios tradicionales, definidas sin embargo por criterios algorítmicos que delimitan las interacciones y el acceso a la información, así como por la formación de cámaras de eco, que homogenizan y estandarizan la discusión y la información circulante.

En este contexto, la desinformación como elemento conformador de la opinión pública adquiere igualmente nuevas características, a sabiendas de que el fenómeno no es novedoso, como sí lo es la forma en que esa opinión se expresa en la actualidad y sus repercusiones a futuro.

Desde el inicio del actual gobierno, somos testigos de una serie de tendencias preocupantes que pueden tener consecuencias duraderas en el devenir de nuestra democracia. Enumeremos algunas de ellas que actúan de forma conjunta:

  1. Una comunicación del gobierno que recurre más bien a estrategias propias de la propaganda
  2. Un estilo de liderazgo autoritario, que centra la comunicación y la toma de decisiones solo en el presidente.
  3. Un estilo de retórica para la comunicación política centrado en la descalificación y el no reconocimiento de las personas o grupos que divergen o lo adversan.
  4. El uso de la desinformación como herramienta de presentación de propuestas, resultados y afrontamiento de críticas.

En este marco hemos sido testigos, por ejemplo, de afirmaciones del Presidente de la República que, de forma infundada, indicaban que las universidades públicas no rendían cuentas y carecían de controles en la administración de los fondos asignados, todo ello para justificar un proyecto de ley que pretende la intervención del ejecutivo en la toma de decisiones y en el uso de fondos de las universidades públicas. Precisamente el uso de desinformación como herramienta política y de ejercicio del poder es una forma claramente documentada en la literatura científico social como medio de legitimación, control y de injerencia en la opinión pública. Es allí donde la investigación socio-cognitiva está realizando aportes relevantes para su estudio y comprensión.

La cognición social de la desinformación se refiere a la forma cómo las personas atienden, procesan, comprenden, evalúan y aceptan o rechazan la información que reciben cotidianamente ya sea que sea verdadera, falsa o en general de carácter desinformativa. Desde el punto vista de la ciudadanía nos preocupa el manejo que se hace de los contenidos desinformativos, atendiendo tanto a las posibilidades de crítica y evaluación como de la aceptación y difusión irreflexiva de estos contenidos. La investigación socio-cognitiva ha identificado una serie de mecanismos que tienden a favorecer la aceptación de los contenidos desinformativos, pero también ha logrado empezar a distinguir herramientas que logran identificar dichos contenidos.

Algunos de los mecanismos que se han logrado identificar y que presentan la característica de actuar de forma automática, no reflexiva o consciente incluyen:

  • La tendencia a buscar información que confirme o apoye las opiniones y creencias previas, descuidando o no atendiendo a si el contenido es verdadero o falso.
  • La tendencia opuesta que rechaza información que contradice las opiniones propias y creencias previas. Esto puede hacer que las personas sean más propensas a aceptar y compartir mensajes falsos que apoyen sus opiniones previas, ya que la información falsa puede proporcionar una justificación para rechazar información contraria.
  • Ante informaciones u opiniones que puedan contradecir las propias creencias o convicciones, las personas tienden a buscar informaciones que ayuden a contra-argumentar y mantener las convicciones propias, aunque esto signifique recurrir a contenidos falsos.
  • En los últimos años se ha visto incluso que la sola exposición repetida y prolongada a informaciones desinformativas hace que las personas terminen por considerar sus contenidos como verdaderos.
  • De igual relevancia es la confianza depositada en ciertas fuentes de información, de modo que todo lo que estas difundan van a tender a considerarse válido
  • Asociado a esto último, se ha encontrado que las personas tienden a confiar en la información difundida por su grupo de referencia o personas más cercanas.

Estos dos últimos resultan además problemáticos cuando el tipo de intercambios que se generan en las redes sociales se suceden en el contexto de cámaras de eco, aumentadas por los criterios algorítmicos de las mismas redes, que tienden tanto a descartar las opiniones y flujos de información contrapuestos o disímiles y a favorecer la homogenización de criterios, puntos de vista, fuentes y perspectivas.

Junto con estos mecanismos se ha encontrado que el sistema de valores e ideologías de las personas hace que tiendan a aceptar informaciones que sean consonantes con esas ideologías o valores. Esto aún más en contextos de polarización, actualmente característicos de los entornos digitales y presenciales en el país.

Ante estos mecanismos, y conociendo que en su mayoría actúan de forma automática o no consciente, se han buscado algunas alternativas para contrarrestarlos, las cuales buscan promover

  • mecanismos cognitivos que favorezcan la reflexión y la activación de estrategias de procesamiento consciente de la información,
  • mediante la generación de estrategias que permitan la evaluación del contenido, de modo que las personas logren atender a recursos básicos para verificar la la falsedad o la veracidad del contenido,
  • así como estrategias que posibiliten la valoración de las propias capacidades para dicha evaluación, de modo que las personas analicen si las herramientas con las que cuentan son suficientes,
  • junto a ello se persigue promover la flexibilidad cognitiva que contribuya a considerar información alejada de las propias creencias, como insumo válidos para la toma de posición o las decisiones respecto a determinado tema.

En el Instituto de Investigaciones Psicológicas estamos trabajando precisamente en la identificación de estos mecanismos cognitivos de la desinformación en el país para la elaboración de herramientas concretas que reduzcan su aceptación y la tendencia a compartir estos contenidos desinformativos.

 

Rolando Pérez Sánchez
Instituto de Investigaciones Psicológicas, Posgrado en Ciencias Cognoscitivas, UCR

Las decisiones que resultan incomprensibles

José Luis Pacheco Murillo

A veces cuesta entender las decisiones y actuaciones de las personas en general y se hace mucho más difícil cuando son casos particulares que uno consideraba que jamás se darían, especialmente por los antecedentes a esos hechos que nos sorprenden.

Hay uno que a muchos nos ha dejado con el asombro al máximo y si no fuera porque hemos vivido episodios que de igual manera sorprendieron pero que luego entendimos el porqué y el para qué, diríamos que lo que ha hecho el presidente de la República al otorgarle el premio a la Democracia y a La Paz a la señora Olga Cozza de Picado, ligada plenamente a Televisora de Costa Rica, que no es ni más ni menos que Canal 7, es algo inexplicable, dados precisamente los antecedentes.

Quienes se dieron por aludidos cuando el presidente de la República emitió el concepto de “prensa canalla” fueron precisamente los representes de canal 7 y uno de sus máximos exponentes como lo es Ignacio Santos, quien reclamó por lo que él llamó una falta de respeto y pidió al presidente que se retractara, pero el señor Chaves Robles nunca lo hizo y más bien siguió insistiendo en ese término que al final se ha convertido en un símbolo para señalar varios medios de comunicación.

Nos resulta complicado el poder explicar esa decisión y mucho más el ligamen del reconocimiento al tema de la democracia, cuando para muchos, lo que escuchamos en su momento fue sobre el daño que esa “prensa canalla” le ha causado a la democracia por medio de la desinformación de la tergiversación y manejo según sus intereses de esa información. Y ahora resulta que es el paladín de la democracia, porque el asunto es que ha otorgado esa medalla a la señora Cozza de Picado indicando que lo hace el personalmente: “porque crearon el primer pilar de democracia, que fue el primer medio televisivo. Un país cuya libertad de prensa, la libertad de alabar y criticar es parte de nuestro ADN.”

Confusión al máximo, pero como decían nuestros abuelos “para verdades… el tiempo” y estoy seguro de que ese tiempo nos dirá el porqué de esta decisión, que como bien dijo el presidente la tomó él y nadie más.

Felicidades a la señora Cozza de Picado porque al fin y al cabo es un reconocimiento de gran significado para quien lo reciba.

No fue Rusia

José Luis Callaci.

Por José Luis Callaci

Entre las personas que se esmeran por estar bien informadas son cada vez más las que se sienten molestas por tanta desinformación llena de falsedades de tal magnitud que ofenden la inteligencia.

Pero aun así logran confundir a incautos y a los que han olvidado para qué sirve el propio raciocinio o el uso de la lógica y el sentido común para sacar conclusiones con cabeza propia y acercarse más a la verdad.

Para ilustrar tal afirmación valga señalar lo que difunden los medios hegemónicos sobre el nuevo y grave conflicto que mantiene en vilo a la humanidad debido a los riesgos a que este se extienda a algo de mayores proporciones, ya que sus principales protagonistas no son solo Rusia y Ucrania sino Estados Unidos y esa Alianza Militar conocida como la OTAN que, violentando todos los acuerdos de no extender sus dominios, viene rodeando con bases militares y armas ofensivas las fronteras del gigante euro asiático.

Se vulnera con ello la seguridad de un Estado que al igual que cualquier otro le asiste todo el derecho de proteger y hacer respetar su seguridad. La causa de este conflicto armado se originó en Ucrania a partir del Golpe de Estado del 2014, alentado desde el exterior por los más enconados enemigos de Rusia.

Ahí comenzó la guerra y no con la llamada operación militar limitada del país euro asiático, como se empeñan en hacer creer los que, sin sonrojos, insisten en mostrar historias de ficción a sabiendas de que hay gente propensa a creerlas o siguen siendo víctimas de la inducida patología social conocida como ruso fobia; que se vende y aún se compra en las películas de Hollywood de héroes y villanos. Las de “siempre malos” y las de “siempre buenos”.

Han sido ocho largos años de ingentes esfuerzos en procurar, mediante el diálogo y las negociaciones, llegar a acuerdos duraderos que evitaran la escalada del conflicto. Sin embargo, estos intentos resultaron infructuosos debido a claras interferencias por parte de una de las partes que, desde los inicios, tenía una agenda diferente.

Al Golpe de Estado le siguieron los ataques sistemáticos indiscriminados y genocidas contra la población ruso parlante que venía costando la vida de decenas de miles de civiles, en una población de más de siete millones que habita una porción importante del actual territorio de Ucrania, conocido como Dombas.

El tiempo dilucidará si esta tragedia que enfrenta a dos pueblos hermanos ha sido otro intento deliberado de vencer la resistencia de Rusia a ser debilitada para que no tenga otra opción que aceptar sometimientos.

Lo que hasta ahora queda claro es que esa persistente intención de generar conflictos y guerras fratricidas en todo el mundo, para justificar intervenciones y asegurar la existencia de un mundo “unipolar” de predominante signo anglosajón, y de paso saquear riquezas, no les está funcionando con Rusia.

Sin entrar en otras consideraciones sobre esta guerra, que no es otra en esencia que la de los Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, utilizando como mampara a Ucrania, es bueno y hasta Imprescindible conocerla completa y no solo una parte de ella. Al igual que si se tratara de una obra literaria, una teatral o hasta una película. Siempre que se quiera, claro está, acercarse más a la verdad y no caer en apresurados y lapidarios juicios basados en realidades imaginadas o inventadas, o hasta en simples chismorreos.

Las reiteradas advertencias no sólo de la parte rusa sino de connotadas figuras políticas de occidente, como las del propio ex secretario de Estado Henry Kissinger, no fueron escuchadas y se cruzó esa línea roja en claro acto de provocación a Rusia.

Esta guerra no fue Rusia quien la inició sino quienes intentan impedir la creación de un mundo multipolar en donde las relaciones entre Estados y Naciones se construyan en acuerdos de conveniencia y convivencia, sin imposiciones de ninguna de las partes. Lo que sube, baja, y lo que baja, vuelve a subir, y las verdades a veces se demoran, pero cuando afloran, suelen ser demoledoras. No fue Rusia.