Vicerrector habló sobre alcances y desafíos de la extensión universitaria
María del Mar Izaguirre Cedeño,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
“Hablar de acción social y de su impacto en la sociedad costarricense es casi una redundancia, esto debido a su naturaleza: vínculo universidad-sociedad”, manifestó el vicerrector de Acción Social M.Sc. Roberto Salom Echeverría durante su participación en el I Foro Institucional 2015.
La acción social es una actividad académica mediante la cual se establece el vínculo universidad sociedad de una manera dialógica y transitiva por ello la acción social procura solidariamente contribuir al desarrollo de capacidades en las comunidades con la que se relaciona, en virtud de su pertenencia, de su calidad de su carácter didáctico e innovador, procurando a la vez generar un efecto demostrativo, de la misma manera a través de este vínculo se realimenta tanto la acción social como la docencia y la investigación, expresó el M.Sc. Salom.
Agregó que la acción social solo puede tener sentido mediante la estrecha articulación entre la docencia y la investigación, actividades a partir de las cuales las unidades académicas han de formular su programa académico.
“Tenemos que ir hacia una institución que reconozca debidamente la carga académica a esta actividad en la proporción en que así lo determinen” aseveró Salom y añadió que son las unidades académicas las que deben asignar carga académica de su propio presupuesto para la realización tanto de la docencia como la investigación y la acción social, esta última es una actividad sustantiva producto de un compromiso moral de la Universidad con la comunidad.
Al respecto el Vicerrector explicó que desde 1973, la acción social es una actividad académica sustantiva que realizamos, tras el III Congreso Universitario, con la creación de la vicerrectoría, la cual surge para coordinar esta actividad y se “ha venido construyendo un andamiaje que nos ha permitido escalar a niveles más altos y de manera sólida, sin embargo hay muchos cabos sueltos y prácticas sobre las cuales debemos reflexionar” afirmó Salom Echeverría.
“La acción social o la extensión como mejor se le conoce, es el producto del manifiesto de Córdoba de 1918 y en el cual los estudiantes desarrollaron un papel protagónico y una de las exigencias fundamentales en un contexto en el que prevalecía las dictaduras en Suramérica fue el vínculo de la universidad con su sociedad a través de lo que se conoció y conoce todavía como extensión. De manera que esta así concebida como un diálogo transitivo universidad sociedad y no solo como transferencia de conocimientos es una impronta latinoamericana”, destacó el Vicerrector.
También fue enfático al explicar que acción social no son actividades repetitivas, no implica un servicio permanente, pues nos vinculamos y seguimos con el abordaje de otros problemas en las comunidades. Acción social no es caridad y añadió que no sustituye al Estado, sino que es tener incidencia que aporte en la política pública y el desarrollo social del país.
La acción social se financia a través de los fondos ordinarios, los recursos del Fondo Especial para la Educación Superior FEES y por medio del vínculo remunerado.
Como uno de los principales logros el Vicerrector resaltó que la acción social pueden ser iniciativas individuales pero fundamentalmente debería ser un grupo un programa o la reunión de varios de ellos de manera inter, multi o transdisciplinaria.
Extensión a la comunidad
En cuanto a la acción social que realizamos en la Universidad de Costa Rica, Salom Echeverría mencionó algunos aspectos como la Extensión docente, la Extensión cultural y el Trabajo Comunal Universitario (TCU).
En la actualidad, Extensión docente cuenta con 440 proyectos, 272 de educación permanente, 82 servicios y 86 TCU según datos del año 2014.
Además mencionó que extensión cultural se realiza en las comunidades en el sentido antropológico de la palabra mediante el desarrollo de 99 proyectos.
Durante su alocución el Vicerrector dijo que el TCU, el cual data de 1975, surgió basado en las experiencias fructíferas de trabajos de campo, el cual concreta en una actividad que por excelencia integra los tres pilares académicos de manera horizontal por docentes estudiantes y comunidades.
En el 2014 hubo 146 proyectos en todas las sedes de la universidad, en las siete provincias y la acción de 4200 estudiantes que realizan esta actividad al año como parte de su requisito de graduación y con 983 850 horas.
Salom resaltó la labor que desde hace cinco años realizan las iniciativas estudiantiles una nueva modalidad, voluntaria con la formulaciones de fondos concursables se convoca a estudiantes a formular proyectos a cambio de ganar experiencia y surge de los trabajos comunales universitarios, y que tienen gran impacto en los estudiantes y en las comunidades.
Las iniciativas estudiantiles son un proceso pedagógico que promueve y apoya proyectos que surgen de la comunidad estudiantil y que contribuye al mejoramiento de la calidad de vida de algunas poblaciones mediante el desarrollo de sus capacidades. Solo en el año 2014 se desarrollaron 16 proyectos.
Por otra parte, Salom Echeverría explicó que también forman parte de la acción social los medios de comunicación de la UCR; destacó que pocas universidades en América Latina están dotadas de tres radioemisoras, un canal de televisión y un semanario. Estos medios que son fundamentales en la proyección de la labor de la UCR hacia las comunidades universitaria y nacional, tendrán en un futuro cercano que redoblar esfuerzos en su programación, debido a los avances técnicos y en especial a los procesos de digitalización.
Finalmente mencionó el quehacer de la Oficina de Divulgación e Información (ODI), la cual se encarga de proyectar la información oficial de la institución hacia diversos públicos internos y externos.
Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/
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