La CCSS: columna básica para la vigencia del Estado Social de Derecho
Grupo Reflexiones Social Cristianas
La crisis que genera el Coronavirus nos ha hecho valorar la inmensa riqueza de la medicina desarrollada bajo los principios cardinales de la seguridad social, aun cuando como obra humana es perfectible, sin duda los esfuerzos realizados en casi 80 años de medicina social nos permiten enfrentar con confianza la grave crisis que nos afecta.
Una vez más el cuerpo médico, el personal técnico y de enfermería, el personal administrativo, los misceláneos y todos los que trabajan en el ámbito de la salud han salido y se mantienen como héroes en la dura batalla que libran contra el flagelo que nos afecta. Justamente se han ganado el respeto y la gratitud de los costarricenses.
El liderazgo del señor Ministro de Salud, orientando a toda la comunidad nacional y los plausibles esfuerzos del Gobierno, así como la respuesta ciudadana hasta en el último rincón de todo el territorio nacional, nos hacen sentirnos orgullosos por los valores humanistas más nobles y solidarios del ser costarricense.
Una situación como la que vivimos también despierta en algunos una visión de oportunidad mercantilista para pretender que se reduzca el rol del Estado en la seguridad social y prevalezca una visión de negocio en el tema de la salud pública. Los resultados de algunas medidas que reducen los ingresos de las contribuciones se suman a la pérdida de ingresos por la morosidad acumulada del sector gubernamental y del sector patronal, mermando significativamente el flujo de recursos financieros requeridos para que los trabajadores y los centros de salud que están en primera línea afrontando la crisis, respondan con la celeridad necesaria ante las circunstancias críticas que vivimos. La temporalidad de estas medidas debe acompañarse de un compromiso explícito de todas las fuerzas políticas para minimizar los efectos negativos de la crisis.
Esperamos que el Gobierno y la Asamblea Legislativa no sucumban ante las presiones oportunistas y le garanticen al pueblo de Costa Rica que nuestro sistema de seguridad social siga brillando y perfeccionándose, con logros indiscutibles de alcance mundial reconocidos por múltiples organismos internacionales.
Es oportuno pensar que debemos encontrar los equilibrios para que las instituciones no se conviertan en viñas de enriquecimiento, no solo por los negocios que surjan alrededor de la medicina sino también por el costo desmesurado que generan los privilegios y las consideraciones de aumentos en cascada.
Hoy se convierte en un deber ineludible de las instituciones sociales y hacendarias y del mismo Gobierno de la República, como un imperativo vital para la prosperidad y la solidaridad humana, la determinación de una estrategia técnica-financiera que invoque la cooperación humanitaria internacional y de países amigos para obtener recursos no rembolsables o de largo plazo, que eviten el debilitamiento económico de la Caja Costarricense de Seguro Social, no solo respecto a la medicina sino también en cuanto a la sostenibilidad del régimen de pensiones de los trabajadores.
El Grupo Reflexiones Social Cristianas espera que en el entorno de esta compleja crisis la Fracción Parlamentaria del Partido Unidad Social Cristiana, contribuya a la construcción de propuestas de interés nacional fundamentados en los principios del Humanismo Cristiano y, al mismo tiempo, garantice al pueblo de Costa Rica que no serán lesionados el financiamiento ni la institucionalidad de nuestras entidades de seguridad social en cumplimiento de nuestra razón de ser en política: la salvaguarda de la Caja Costarricense de Seguro Social como columna básica para la vigencia del Estado Social de Derecho. Eso es lo esencial.
Asimismo, instamos al Comité Ejecutivo Nacional del PUSC para que recupere la capacidad propositiva que siempre ha distinguido a los socialcristianos —contribuyendo y marcando los derroteros de nuestro país hacia el bien común y la prosperidad—, convocando de inmediato a los órganos partidarios especializados integrándolos con profesionales y expertos socialcristianos del más alto nivel, para que produzcan soluciones eficaces y concretas a los serios y complejos problemas que enfrentan nuestros empresarios y los trabajadores públicos y privados.
Concluimos, con la cita del parágrafo 89 de la Carta Social Cristiana a Costa Rica, que preveía con claridad y visión de futuro, la necesidad de fortalecer la CCSS colocando al ser humano en primer lugar, para enfrentar crisis como la que nos embarga hoy con la pandemia del COVID-19: “89. La Caja es un medio para lograr el más alto nivel de salud de la población y el pleno goce del derecho a la salud para toda persona que habite en el territorio nacional; de ahí que su eficiente funcionamiento es esencial para el logro de este objetivo.
“La Caja Costarricense del Seguro Social debe estar sometida a un proceso de mejora continua y de actualización científica y tecnológica, humanización, modernización, adecuadas infraestructuras, eficiencia y crecimiento, para seguir cumpliendo con sus objetivos, respondiendo a los cambios demográficos, epidemiológicos, socioeconómicos y ambientales, en el marco de un mundo globalizado, económicamente interdependiente y en constante cambio, en el que tanto la enfermedad y como las crisis económicas se trasmiten de forma rápida impactando los sistemas nacionales. La cooperación internacional es esencial.”
Danilo Chaverri Soto
Lineth Saborío Chaverri
María del Rocío Sáenz Madrigal
Jorge Polinaris Vargas
Rosalía Gil Fernández
Fernando Gutiérrez Ortiz
Bernardo Benavides Benavides
Anabelle Lang Ortiz
25 de marzo de 2020. San José, Costa Rica
COVID-19, Estado Social de Derecho, mercantilismo, seguridad social, solidaridad