Skip to main content

Etiqueta: Estado Social de Derecho

1º de Mayo: Una doble conmemoración en Costa Rica y un corolario político

Jiddu Rojas Jiménez

A) ¡Se conmemora el Día Internacional del Trabajador/a! ¡Se conmemora la lucha por la Jornada Laboral de 8 horas diarias, ahora en peligro por la nueva ocurrencia Neoliberal de la Jornada 4×3! Mientras otros países «desarrollados» reducen las jornadas de trabajo, en Costa Rica se pretende imponer un esquema laboral de 4×3 para no pagar horas extras.

B) ¡También hoy en Costa Rica debemos conmemorar la rendición del líder invasor Norteamericano Filibustero y Esclavista, William Walker en 1857!

Este glorioso acontecimiento histórico, político y militar, definió nuestra construcción como Estado- Nación, y nos consolidó como República independiente. Se conmemora la inicial derrota militar del Expansionismo Norteamericano en Centroamérica, tras la Guerra que comenzó para Costa Rica en 1856 y para Nicaragua en 1855. Recordemos el caso de México que venía de una larga Guerra contra Estados Unidos, donde perdió gran parte de su territorio original.

El mismo Expansionismo, que se transformará décadas después en Imperialismo, hasta nuestros días. Se dice fácil ahora, pero esta gesta patriótica costó cerca de diez mil muertos, de una población estimada en un poco más de cien mil costarricenses. Obviamente, la gran mayoría fruto de la peste del Cólera, esparcida con los cadáveres contaminados (posiblemente adrede según algunos, pues el racista y despiadado Walker, además de abogado y teólogo, era médico), y que envenenaron los pozos de agua potable en teatro de guerra en nuestra hermana República de Nicaragua.

¿Se enseña en nuestra deteriorada Educación Pública, esta tragedia histórica?

C) Por supuesto hoy 1° de Mayo en Costa Rica hay más:

Hoy, como todos los años, se elige al Directorio Legislativo.

Para hoy deseamos, que el Gobierno Autoritario y Populista de Extrema Derecha que nos gobierna, sea derrotado en esta elección del Directorio Legislativo.

No será fácil hacer las complejas alianzas legislativas necesarias, pero es imperativo que las fichas del modelo autoritario de Pilar y Rodrigo Chaves sean derrotadas en la Asamblea Legislativa.

D) Reflexión política actual necesaria:

La defensa estratégica del Estado Social de Derecho pasa por la defensa del Estado de Derecho y de nuestra imperfecta (pero perfectible) democracia representativa. Por lo tanto, hay que negociar y construir nuevas alianzas sociales y políticas, en torno a la Asamblea Legislativa y en torno a las próximas Elecciones Nacionales. Habrá que conversar, reflexionar, dialogar y ceder.

Pero, atención, nuestras conquistas sociales y laborales, así como, el detener a la constante agresión y amenazas de privatización de nuestras instituciones (ICE, CCSS, RECOPE, BCR y en Banca Pública en general, INS, AYA, SINART, Parques Nacionales, Universidades Públicas y FEES, Sector Agro, Sector Cultura, la Educación Pública, y la Seguridad Ciudadana, etc.), no pueden ser en lo esencial, negociables.

La eficacia y eficiencia en la Administración Pública, no implica necesariamente privatización. Basta de pretextos tecnocráticos, sin sustento real y científico.

El ataque, la Desinformación irracional, y el debilitamiento a nuestras instituciones, deben cesar, y lejos de ningún dogmatismo, no deben ser negociables. Igual que nuestra Soberanía Nacional, y nuestras Libertades Públicas y Derechos Humanos. De lo contrario, no habríamos aprendido bien esta dramática lección política…

El gran sector empresarial nacional y sus operadores políticos deberán tener una visión más patriótica, y entender esto último también. Son los que más tienen que perder, más aún que los Sectores Populares. Las capas medias deberán ser más solidarias y también, salir de su torre de marfil. Y el sector público, sus organizaciones sociales, y en particular, las Universidades Públicas deberán promover, acompañar, y orientar los futuros diálogos políticos y sociales.

Los Sectores Populares necesitamos volver a creer en las posibilidades y esperanza ontológica (Bloch) de la inclusión social, con un modelo económico más inclusivo, y esto sólo logra políticamente en democracia: Libertad e Igualdad.

El viejo modelo económico Neoliberal impuesto, ya fracasó, y sus efectos sociales y económicos, nos tienen en esta crisis integral como país.

La Desigualdad social creciente, –fruto del modelo de exclusión económica–, es la base de la peligrosa crisis de Legitimidad Democrática de la Segunda República; es también, una natural invitación a la Corrupción sistemática, y es la causa directa de la normalización social del Narcotráfico.

Advertidos/as estamos.

Sin derechos no hay democracia

Comunicado

Este 1º de mayo, organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, de mujeres, campesinas, culturales, derechos humanos y territoriales salimos a las calles con una voz unida: sin derechos no hay democracia. En un país marcado por la violencia, la desigualdad, el debilitamiento del Estado social y la precarización del trabajo, esta fecha no es una celebración simbólica: es un acto de defensa colectiva.

Recordamos el origen del Día Internacional de las Personas Trabajadoras, forjado por las luchas obreras del siglo XIX, como la de los mártires de Chicago, por la jornada laboral de ocho horas. Esa consigna sigue vigente: hoy exigimos condiciones laborales dignas, empleo justo, libertad sindical y respeto al Código de Trabajo.

La situación nacional se encuentra en momentos críticos que requieren de unidad nacional y concertación democrática. Según datos del último informe del Estado de la Nación (2024) el Informe de percepción costarricense UNA (2025), y el último informe del CIEP (2025). Costa Rica cerró el año 2024 con 880 homicidios, la segunda cifra más alta de su historia, y un 70% de la población costarricense considera que la seguridad está mala o muy mala.

Actualmente, el ingreso real promedio de los hogares cayó casi un 20% respecto al 2014 y un millón de hogares está en pobreza o riesgo de caer en ella, mientras el sector agroalimentario nacional se encuentra en un momento de crisis continua y las poblaciones históricamente excluidas se encuentran cada vez más expuestas a la violencia, el crimen organizado y la desigualdad social, en ausencia de oportunidades.

Más de 215.000 personas adultas mayores viven sin pensión y 849 escuelas tienen órdenes sanitarias sin poder reabrir, mientras la inversión educativa cayó un 1,6%, y el aumento de femicidios se encuentra en más de un 100% entre 2022 y 2024. También, hasta enero 2025, las listas de espera en la C.C.S.S alcanzaron un total de 188.228 personas, según datos oficiales de la Gerencia Médica, consecuencia de la crisis de seguridad social que vivimos actualmente.

La seguridad social, alimentaria y educación pública, es de las más nobles expresiones del trabajo humano, inspiradas e inspirados en el pensamiento de Omar Dengo, recordamos que el problema social es, por excelencia, un problema de educación, la labor docente transforma vidas, rompe desigualdades y construye ciudadanía. Defender el trabajo es también defender la educación pública, su vocación humanista y su papel en una democracia sólida.

En esta defensa de los derechos y la democracia, organizaciones de la Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo, universidades públicas costarricenses y otros sectores, se suman al llamado nacional de lucha, con su compromiso histórico con la equidad, el pensamiento libre, la transformación social y el fortalecimiento del Estado social de derecho, en la promoción de una ciudadanía activa, informada y solidaria.

Este año, nuestra voluntad política compartida se expresa en cinco demandas esenciales:

  1. Trabajo digno con derechos, para todas las personas trabajadoras, en todos los sectores y condiciones.
  2. Educación pública fortalecida, accesible, crítica y bien financiada.
  3. Seguridad ciudadana y paz, con oportunidades reales frente al crimen organizado.
  4. Producción nacional y soberanía económica, para reactivar el agro, proteger pymes y reducir la dependencia externa.
  5. Igualdad de género y justicia social, con pleno acceso a empleo, salud, cuido y educación sin discriminación, a su vez la prevención de la violencia basada en género.

Será una jornada de expresión cultural, con música y arte, donde todas las voces tendrán lugar: del agro, sindicatos, universidades, sociedad civil, las juventudes, de las mujeres, de quienes han sido históricamente excluidas.

¡Sin derechos no hay democracia!

¡Democracia, paz, libertad y justicia social para Costa Rica!

Un hombre símbolo

Francisco Morera

En la gélida noche de la última Navidad, asistimos algunos amigos y compañeros de lucha – campesinos incluidos – a la vela mortuoria de José Picado Lagos Picadito”. Su muerte me afectó sensiblemente, era mi hermano ideológico y espiritual, y mi compañero de vida, tal vez en su etapa más importante.

En el retrovisor del tiempo, lo vi llegando a la CGT (Confederación General de Trabajadores), embarrialado y con ropa de tres días de puesta, producto de su trabajo en el campo como dirigente campesino, impulsando muchas tomas de tierras que se dieron en la Costa Rica de inicio de los setenta: La Vaca y La Vaquita en Quepos, el Jobo en Guanacaste y en las tierras bananeras, del Valle de la Estrella en Limón y de Sarapiquí) entre otras. Fue quien organizó la Federación Nacional Campesina (FENAC). De ahí salió su libro testimonial La Precaria.

Ya antes había sido un valiente dirigente estudiantil en la lucha contra la aprobación legislativa del contrato de ALCOA (la mejor foto de la época lo representa enfrentando a un policía -garrote en mano-).

Y luego en consecuencia a sus ideales fue protagonista distinguido en las mejores luchas sociales, que hoy enriquecen nuestro Estado Social de Derecho: organización sindical del sector público, convenciones colectivas de trabajo, lucha contra la aprobación del TLC con Estados Unidos y militancia política permanente, desde Vanguardia Popular hasta asumir responsabilidades en los partidos políticos Fuerza Democrática y Alianza Patriótica en las últimas dos décadas.

Desde joven era hombre de confianza de don Manuel Mora Valverde, y de él adquirió la convicción ideológica y el compromiso político en la formulación doctrinaria de “la vía costarricense al socialismo”.

Tres anécdotas personales con José me mueven los sentimientos, entre muchas otras de hermandad y compañerismo. La primera: nuestra lucha a inicio de los años setenta por la legalización de los partidos políticos que habían sido prohibidos por atentar presuntamente contra el orden constitucional (derogatoria del segundo párrafo del antiguo artículo 98 de nuestra carta magna). La segunda: la angustia solidaria y militante ante el golpe militar que derrocó al gobierno constitucionalmente electo de Salvador Allende, ahí nació el comité costarricense de solidaridad con Chile. La tercera: haber metido juntos mediante una acción clandestina, armas a Nicaragua en un camioncillo con doble forro de cajón de madera, en dos ocasiones distintas. Siendo que en la parte inferior del cajón trasportábamos muchos pertrechos de guerra y en la parte superior de este, productos agrarios como plátanos, bananos y yucas simulando gestión comercial a fin de su venta presunta en Rivas, Nicaragua. Esto último ocurrió en el periodo de la ofensiva final contra el gobierno de Anastasio Somoza.

La pregunta de fondo: ¿Cómo es que el hijo mayor del primer médico de Barva de Heredia (doctor Bernardo Picado Prendas) optó por renunciar a su zona de confort y a un proyecto personal profesional liberal en su vida, para abrazar a tiempo completo y durante toda su existencia, la lucha por los más humildes a través de las ideas revolucionarias? La respuesta sin duda es su profundo amor por la justicia social y su convicción absoluta en las ideas revolucionarias del socialismo.

Tal vez pudo concretar como pocos en su vida personal, aquel ideal emblemático del Che Guevara: “Sobre todo sean capaces de sentir como propia cualquier injusticia cometida contra cualquier hombre en cualquier parte del mundo”.

No por casualidad asumió como ruta de su compromiso de vida, su lucha internacionalista con responsabilidad militar, no solo en Nicaragua sino también en El Salvador y Guatemala. De ahí nacieron otros dos de sus libros, que reelaboran episodios importantes y recogen relatos de la columna costarricense en la lucha militar, en solidaridad con Nicaragua: Los amigos venían del sur.

El simbolismo “Picadito” traduce un ideal auténtico y real, más allá de poses y puestos de poder. Por eso no se contaminó nunca con la izquierda de cafetín o los buscadores de puestos de confort y de poder. Sin duda, atrás quedaron los traidores de los países vecinos y “los acomodadosdel entorno político interno.

Probablemente en el momento de su muerte, sintió como pocos en su último hálito de vida, un agradecimiento profundo consigo mismo. Murió con la paz que da el deber cumplido.

Su legado: amor profundo por su familia y amigos, honradez intelectual, militancia auténtica y compromiso ético político. Como también en la praxis política: tierra ganada en diversas partes del país para los campesinos sin tierra, organización sindical y gremial para los trabajadores de la ciudad y del campo, y ejemplo ideológico constante en procura de profundizar nuestra democracia política en su lucha por la justicia social en Costa Rica y el mundo.

Gracias por haber sido nuestro amigo y hermano. Descansa en paz Picadito, porque tu digna existencia compromete y simboliza los mejores ideales de vida, hoy y siempre.

Imagen: José Picado Lagos

¿Qué hacer? Una reflexión sobre la izquierda política hoy

Vladimir de la Cruz

Considerando a la izquierda política como aquellos movimientos sociales, o partidos políticos, que de una u otra manera se autoproclaman representantes de los sectores populares, frente a los sectores oligárquicos o políticamente dominantes, en el contexto de una sociedad política, y económicamente dividida en clases sociales, se puede afirmar que la izquierda costarricense surgió a finales del siglo XIX, al calor también de la influencia que empezó a tener la información sobre los movimientos anarquistas, socialistas y comunistas que estaban surgiendo internacionalmente, de lo que se tenía noticia, así como de las luchas sociales y populares del movimiento obrero y sindical organizado, que también empezó a repercutir en el país.

La clave de la definición de la izquierda fue la lucha por el poder popular, por el poder político en manos de la clase obrera, en su versión más clásica, y la instauración de un sistema político superior al capitalismo, llamado socialismo, como antesala al comunismo o la sociedad comunista. Para lograr este objetivo todo espacio político era aprovechable, especialmente la lucha organizada de la clase trabajadora y los espacios parlamentarios que se pudieran obtener.

La izquierda costarricense históricamente así la podemos representar, en distintas etapas o momentos históricos, y desde distintos ángulos de análisis.

Así, durante el período liberal, finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la izquierda se puede representar, en el plano político, en la figura de Félix Arcadio Montero, el último Rector de la Universidad de Santo Tomás, que hacia 1886, frente al movimiento liberal, que hacía que sus miembros se identificaran con el “partido liberal”, cuando aún no habían surgido los partidos políticos, impulsó un partido de obreros, trabajadores y artesanos, distinguiendo de esa manera los dos grandes grupos sociales, y políticos, de la sociedad costarricense, al tiempo en que ya se habían desarrollado, desde 1874, las Sociedades de Artesanos, Sociedades de Trabajadores y Sociedades de Obreros, que eran claramente clasistas en las cuales solo podían organizarse Artesanos, Trabajadores y Obreros, período en el que empezó a surgir con una intensa prensa social una clara “conciencia social de clase”.

A partir de 1890 cuando surgieron los partidos políticos, tal y como los conocemos hoy, y mediante los cuales solo por medio de ellos se podía aspirar a puestos de elección popular, Félix Arcadio Montero organizó el Partido Independiente Demócrata, con una definición más clasista, convocando a sus filas a los chaquetas, descamisados y descalzos, obligando a que los partidos oligárquicos de esos años crearan, bajo sus banderas, Clubes de Obreros, Clubes de Artesanos y Clubes de Trabajadores, con el propósito de atraer sus filas a los trabajadores, obreros y artesanos.

En ese final de siglo los trabajadores eligieron diputados que se identificaban con ellos en general. Así fueron electos Félix Arcadio Montero, Faustino Montes de Oca, ambos por el Partido Independiente Demócrata y Víctor Gólcher, por uno de los partidos liberales.

Su planteamiento político descansaba en que desde el Congreso se podían hacer leyes que beneficiaran a los trabajadores en general. No había una clara concepción de la toma del poder para la clase trabajadora. Su preocupación fue elegir diputados.

Esta tesis se conoce como la lucha política parlamentarista, donde se concentra toda la atención en el papel de los discursos parlamentarios promoviendo leyes o enfrentando posiciones, sin vincular esa acción legislativa a la lucha por el poder político para la clase o clases trabajadoras.

A principios del siglo XX surgieron las ligas de obreros y los sindicatos, tal y como los conocemos hoy. Huelgas se dieron en el siglo XIX y desde principios del siglo XX.

En la década de 1910 hubo diputados representantes de los trabajadores como Aristides Montero Segura, hijo de Félix Arcadio Montero. En 1905 se fundó la primera Federación de Trabajadores y, en 1913, la primera Confederación General de Trabajadores, impulsando niveles más altos de organización y de lucha. El Centro de Estudios Germinal, impulsado por Omar Dengo, Joaquín García Monge, Carmen Lyra, José María Zeledón Brenes fue clave en este fortalecimiento del movimiento obrero, que ese mismo año, 1913, empezó a celebrar el Día Internacional de los Trabajadores, el 1 de mayo, a la par de la celebración de la rendición de William Walker, que originaba el día feriado.

La sociedad costarricense se había transformado. Había un desarrollo urbano pujante y un desarrollo industrial que marcaba el inicio del capitalismo en el país, a la par de un capitalismo agrario en marcha con las inversiones extranjeras en banano especialmente. Era el inicio de la época del imperialismo y de la política del Gran Garrote de los Estados Unidos.

Para las elecciones de 1913 participaron tres partidos obreros, el partido Obrero en Limón, el partido Obrero en Grecia y el partido Obrero en San José. Estas tres ciudades concentraban importantes grupos de obreros y trabajadores, agrícolas e industriales.

Las ideas anarquistas, socialistas y comunistas habían llegado a Costa Rica desde finales del siglo XIX. Las socialcristianas también con la Encíclica Rerum Novarum. Hasta aquí no había un planteamiento local de la toma del poder para la clase trabajadora.

Fue el Dr. Aniceto Montero, quien había estudiado en Europa y se había ligado a la Asociación Internacional de Trabajadores, la II Internacional, y al movimiento político de los bolcheviques dirigido por Lenin, quien a partir de 1917 intenta fundar un partido Socialista leninista, impulsor de la lucha de clases sosteniendo que la clase obrera debía gobernar y dirigir el país, y propiciando como modelo de nueva democracia y más amplia la Dictadura del Proletariado. Aniceto fue el antecedente político más importante al Partido Comunista, que se funda en 1931.

En el período legislativo 1920-1924 uno de los fundadores del Centro Germinal, José María Zeledón fue diputado.

Durante esos años hasta la muerte de Lenin en 1924, impulsó las ideas comunistas y la idea de la Dictadura del Proletariado como un concepto de una democracia superior a la existente, en tanto representaba más ampliamente a la sociedad costarricense en todos sus trabajadores, mientras para él los gobiernos hasta entonces existentes era de grupos oligárquicos.

En esos días Farabundo Martí, que había pasado por Costa Rica, en 1919, funda el partido Comunista de Centro América, en 1920. La Revolución Rusa provocaba en Europa levantamientos populares en distintos países y regiones.

Frente al movimiento Socialista del Dr. Aniceto Montero surgió el Partido Reformista de Jorge Volio, que lo eligió diputado, junto a Julio Padilla, en la década de 1920 y con ellos se logró materializar la lucha de la Ley de Accidentes de Trabajo en 1925, que se venía luchando desde 1908. En 1922 Vicente Sáenz fundó un Partido llamado Progresista, y en 1935 el Partido Socialista Costarricense. Otras expresiones partidarias a finales de la década de 1920 fueron la sección costarricense del APRA, “Alianza Popular Revolucionarias Americana”, de Víctor Raúl Haya de la Torre. Igualmente importantes fueron la Confederación Obrera Centroamericana desde 1914, la Confederación Obrera Panamericana, en cuya fundación en 1919 estuvo Joaquín García Monge, representando al movimiento obrero costarricense. Se intentó fundar el Partido de Unión de Centro y Sur América y las Antillas, en 1927. En ese período había fuertes movimiento unionistas centroamericanos.

En el segundo lustro de la década de 1920, en los años de 1925 a 1930, se dieron diversos grupos y movimientos políticos de izquierda que no participaron en elecciones, hasta que en las elecciones de medio período, de 1930, se inscribió el Partido Alianza de Obreros, Campesinos e Intelectuales que impulsó sin éxito electoral la candidatura a diputado de Joaquín García Monge, la de Ricardo Moreno Cañas y la de Alejandro Montero Segura, hijo de Félix Arcadio, entre otras candidaturas.

En junio de 1931, en medio de la crisis de la gran depresión se fundó el Partido Comunista de Costa Rica que, a partir de ese año hasta 1948, pasó a representar a la clase trabajadora nacional y a hacerse abanderado de la lucha por el socialismo y comunismo en el país, con gran sentido de la realidad, entendiendo que eso no era posible hasta que en la mayoría de los países del mundo y en las sociedades avanzadas, como la de Estados Unidos, ese proceso no estuviera en marcha, lo que se ha llamado el “comunismo a la tica”, que impulsó el Partido Comunista de Costa Rica, con su principal líder Manuel Mora Valverde.

Su preocupación política fundamental, desde entonces fue, al igual que los partidos políticos que levantaron la representación popular, fue meramente parlamentarista, es decir llegar con diputados al Congreso o a la Asamblea Legislativa, para desde allí impulsar o contribuir a impulsar legislación social, y reformas sociales y políticas avanzadas para el Estado y a sociedad costarricense. Ir avanzando en un fuerte conciencia social y política. No hubo en términos reales una propuesta de toma del poder para la clase trabajadora, ni siquiera como lucha política, más allá de así declararlo en determinados documentos políticos.

El Partido Comunista se hizo heredero directo de las luchas obreras y sus organizaciones sociales, especialmente de la Unión General de Trabajadores, que le sirvió de base de crecimiento en el período de la Gran Depresión, 1931-1934 y hasta 1938.

A partir de 1934 hasta 1948 el Partido Comunista eligió sus diputados. En la elección de 1939 se constituyó en la segunda fuerza política electoral, con un 9% de votación a su favor. El éxito de su crecimiento, entre otros elementos estaba que alrededor de las luchas parlamentarias movilizaban sectores populares en su apoyo. Los años duros de la II Guerra Mundial facilitaron la alianza en el gobierno del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, del gobierno, la Iglesia Católica encabezada por Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez y el Partido Comunista, dirigido por Manuel Mora Valverde, alianza que condujo al cambio de nombre del Partido Comunista por Partido Vanguardia Popular y a la Coalición política Bloque de la Victoria, para las elecciones de 1944 entre estas fuerzas postulando a Teodoro Picado Michalski a la Presidencia de la República, sin que Vanguardia Popular tuviera un solo ministerio en su gabinete.

La izquierda socialista, así puesto, no ha tenido experiencia de ejercer gobierno. Ha tenido la experiencia de participar en procesos electorales, especialmente desde 1934 hasta 1948 y partir de 1970.

En el período de la Segunda República hasta 1975 el Partido Comunista, o Vanguardia Popular, estuvo formalmente ilegalizado, sin posibilidad de participar directamente en elecciones. En 1962 apoyó al Partido Acción Democrática Popular que eligió a Julio Suñol Leal. A partir de 1970 eligió a Manuel Mora Valverde y a Marcial Aguiluz Orellana, momento a partir del cual se crearon las condiciones para eliminar las restricciones constitucionales y legales que existían sobre su participación electoral. Para este momento, habían surgido en el país otras fuerzas políticas de izquierda, el Partido Revolucionario Auténtico, el Movimiento Revolucionario del Pueblo y el Partido Socialista Costarricense, que empezaron a participar en elecciones. En 1974 el Partido Socialista lanzó su consigna “¡El pueblo al poder! ¡Tiemblen ricos! Ese año bajo el liderazgo de Rodolfo Cerdas Cruz, un excomunista, se fundó el Frente Popular que lo llevó a la Asamblea Legislativa. Y en 1978 estas fuerzas se coaligaron con Vanguardia Popular en Pueblo Unido, llegando a elegir en 1982 a cuatro diputados. Pueblo Unido fue un esfuerzo muy importante de unidad política, que quiso ampliarse a sectores progresistas e independientes de la social democracia y el socialcristianismo.

Las elecciones, como mecanismo de participación popular, solo conducen a la toma del gobierno y a la representación parlamentaria y municipal. No estrictamente a la toma del poder político como palanca del poder estatal.

Ni siquiera en la alianza política de 1943 para impulsar y aprobar la Reforma Social de la Garantías Sociales y del Código de Trabajo, se logró que el Partido Comunista, ya llamado Vanguardia Popular, como resultado de esa alianza, obtuviera un Ministerio, en el final del gobierno de Calderón Guardia, 1943-1944, o en el de Teodoro Picado, 1944-1948, que resultó de la coalición Bloque de la Victoria, en 1944, ni siquiera para dirigir la Secretaría de Trabajo.

Cuando ha habido ministros de izquierda o de tradición comunista en el período posterior de 1948, como fue el Dr. Arnoldo Mora Rodríguez, quien había sido militante del Partido Socialista Costarricense, Ministro de Cultura del Gobierno de José María Figueres, 1994-1998, o de Patricia Mora Castellanos, militante de Vanguardia Popular, de Fuerza Democrática y del Frente Amplio, que fue Ministra de la Mujer, en el gobierno de Carlos Alvarado Quesada, 2018-2022, ninguno de ellos resultó de una alianza política de sus Partidos con los partidos gobernantes, Liberación Nacional o Acción Ciudadana. Fueron escogidos literalmente a dedo, por méritos personales o reconocimientos políticos pero no por pactos o alianzas estratégicas de los partidos políticos. Fueron circunstancias particulares que los llevaron a esas alturas del poder políticos expresado en el Gobierno. Arnoldo Mora fue ministro los cuatro años de gobierno. Patricia Mora ministra casi tres años de gobierno porque renunció al mismo con motivo de las reformas retrógradas que impulsaba el gobierno de Carlos Alvarado, con las cuales no estaba de acuerdo.

Los partidos de izquierda, el Socialista Costarricense había sufrido una crisis divisoria a finales de la década de 1970 que se agudizó a inicios de la década de 1980, provocando su desaparición. El Movimiento Revolucionario del Pueblo igualmente desapareció en esta década. El Partido Vanguardia Popular tuvo su dramática crisis divisoria a mediados de la década de 1980, divisiones que afectaron a todos los movimientos sociales y sindicales del país, provocando en mucho su debilitamiento actual.

Las grandes luchas populares de 1970, contra la ALCOA, contra el Combo del ICE en el año 2000 o contra el TLC, en el 2006 y 2007 tuvieron otros resortes, que contribuyeron a las grandes movilizaciones, que a su alrededor se realizaron. En las tres luchas había diputados activos que se convertían en los elementos aglutinadores de las movilizaciones populares que se hacían a favor de las luchas que ellos daban en la Asamblea Legislativa. Ese fue un factor determinante. Había movimientos estudiantiles activos, que se movilizaban políticamente desde la izquierda. Había sindicatos con importante influencia de la izquierda que también se movilizaron. Hoy, por ejemplo, los sindicatos del ICE, de la CCSS, del INS, del BPDC, del sector bancario y de las instituciones públicas casi no se sienten frente a las amenazas que existen contra esas instituciones y contra sus sectores laborales, por los despidos que se están realizando. Los sindicatos magisteriales han perdido mucho su capacidad de combate, ni siquiera en defensa de su sistema de pensiones. Los sindicatos no se sienten frente al congelamiento de salarios de casi cinco años que existe proyectado para los próximos cuatro años. Ninguna lucha social, después de TLC, se ha realizado apoyando gestión legislativa alguna.

Electoralmente ha habido un ciclo de subibajas parlamentarias, especialmente con la participación del Frente Amplio desde el 2006, sin que alrededor de sus diputados igualmente se haya hecho alguna movilización popular trascendente. El Partido Acción Ciudadana tampoco sirvió para fortalecer parlamentariamente luchas o movilizaciones. Su segundo gobierno fue un retroceso institucional en el país. Los diputados de estos partidos en estos años poca memoria afirmaron en el colectivo social. Los actuales diputados del Frente Amplio se distinguen como parlamentarios, pero sin arraigo fuera del recinto parlamentario. Con simpatías políticas sobre su ejercicio parlamentario, pero sin luchas alrededor de las cuales se les aglutinen sectores movilizados. Los grupos de orientación trotskista se mantienen activos, pero alejados de la organización y las luchas populares, con un visión de poder político sin ningún planteamiento real y posible de alianzas con otros grupos.

Frente a la elecciones próximas, las de febrero del próximo año, la militancia histórica de lo que fue la izquierda carece de una alternativa política real y posible. Hay discusiones de exmilitantes de aquellos partidos en que se plantean la posibilidad, que ya no existe, de formar un partido político. El escenario electoral ya está marcado. No hay posibilidad alguna de impulsar la inscripción de otro partido. Todavía no se ha señalado por el Tribunal Supremo de Elecciones cuáles son en definitiva los partidos inscritos. Parte de esta izquierda, sin militancia partidaria, discute si votar por el Frente Amplio o por el esfuerzo que está haciendo Acción Ciudadana de lanzar candidata presidencial. Con grandes dudas se realiza este debate y sin precisión de candidatos.

¿Frente a las elecciones próximas qué es lo que se está jugando? Esta es la pregunta principal. ¿La posibilidad de que el gobierno de Rodrigo Chaves Robles continúe con otro candidato y otro partido político? Este es el principal reto político nacional que existe. Esta es la realidad que no se está apreciando bien por esta izquierda política.

Frente a este peligro real el escenario que se está levantado es con los candidatos Álvaro Ramos de Liberación Nacional, de Claudio Alpízar de Esperanza Nacional, de Juan Carlos Hidalgo de la Unidad Social Cristiana, de Eli Feinzaig del Liberal Progresista, de Fabricio Alvarado de Nueva República. Por ahora no hay otros candidatos ni otras alternativas políticas, que permitan ir viendo hacia dónde van las procesiones de febrero.

Frente a las elecciones de febrero se juega la democracia política, la democracia institucional, el Estado de Derecho y la división de poderes, el Estado Social de Derecho, las Garantías Sociales a las que les quieren aplicar la guillotina, la jornada de trabajo 4-3, los sistemas de pensiones, el aumento de la edad de retiro para pensionarse, el traslado del pago del ROP hasta la edad de 115 años lo cual es un absurdo y un sin sentido, el debilitamiento mayor de la educación y salud pública, el aumento del desempleo, del trabajo informal, de los bajos salarios, el mayor incremento de la criminalidad, del narco estado y del narco gobierno de continuar el actual. Se juega la Soberanía Nacional, la Independencia Nacional y el régimen de libertades y derechos de los costarricenses. Esta es la realidad.

Frente a las elecciones de febrero próximo ya no hay posibilidad de realizar coaliciones políticas electorales. Todos los partidos van por la libre. Todos los ciudadanos “al garete”, a la deriva, sin control ni orientación política, lo que conduce a fortalecer el caos y desorden de la proyección posible del actual gobierno.

Recordemos que en Costa Rica no se puede reelegir un presidente. El presidente Chaves no se puede reelegir. Pero sí se puede reelegir un partido político. Se han reelecto los partidos Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana. En el ambiente político actual bien puede elegirse el candidato al que el presidente Rodrigo Chaves le dé el visto bueno y lo apoye para su elección. Esta es una realidad. No hay que engañarse, ni hacer la del avestruz.

Rodrigo Chaves, que había quedado de segundo en las elecciones de febrero del 2022, ganó porque electorado no votó por Liberación Nacional y especialmente por José María Figueres. Apostaron a una nueva cara y a un discurso que se ha afirmado más en la gestión de gobierno de Rodrigo Chaves, que es el discurso antisistema, anti todos los partidos políticos, anti todos los políticos, anti todos los que ha gobernado, anti todos los diputados actuales exceptuando a los que apoyan el presidente Chaves, el discurso de hacerse ver como el presidente de todos los costarricenses, de todos los trabajadores, de todos los excluidos y marginados socialmente, que todas esas fuerzas no lo dejan gobernar. Este discurso en Chaves sigue siendo válido. Lo recoge en cierta forma la simpatía y reconocimiento que tiene en las encuestas, que sus opositores, líderes y partidos no quieren ver bien ni analizar correctamente.

¿Y si como puede suceder Rodrigo Chaves se lanza a diputado en agosto? El escenario político va a cambiar. La lucha por las diputaciones va a ser lo más importante. Rodrigo Chaves candidato a diputado va a tener su propia fuerza. El partido que lo postule va a sacar sus diputados, no los 40 que Chaves dice que deben nombrarse nuevos, pero sí una importante mayoría. El partido que postule a Chaves tendrá igualmente mayor posibilidad de ir a finales en caso de una segunda ronda.

La izquierda debe recordar que en determinados escenarios hay que tomar decisiones importantes. Sin alternativa electoral, el partido Vanguardia Popular, en 1958 llamó a votar por Mario Echandi, bajo el concepto de “la oposición triunfará”, y en 1966 llamó a votar por Daniel Oduber de Liberación Nacional, que los había puesto fuera de la Ley y que en el gobierno de Francisco Orlich ilegalizó el Semanario Adelante.

El gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, apoyado por Liberación Nacional y José Figueres, nombraron a Manuel Mora Agente Comercial de Costa Rica para vender café y azúcar en los países socialistas, ante la crisis que tenía el país, lo que facilitó a pesar de la ilegalidad electoral al Bloque de Obreros en 1969, de la participación electoral del Partido Acción Socialista en 1970 que eligió a Manuel Mora y a Marcial Aguiluz, y la apertura de relaciones diplomáticas en el gobierno de Figueres, 1970-1974, con los países socialistas. Esta es la realidad política.

El partido Liberación Nacional especialmente tenía en su seno “sectores” de izquierda, progresistas y democráticos. También los había en otros partidos, así como había “independientes” de izquierda. Hoy estos “sectores” de izquierda no se tienen con claridad en esos partidos. ¿Pero los hay todavía democráticos? Esa es una lucha que no se da abiertamente en esos partidos. Pareciera que predominan los sectores conservadores y de la derecha política, alineados con la situación internacional dominante. La “izquierda” hoy es más variada y poco definida.

Para mí, la lucha electoral del 2026, de los próximos diez meses, estará centrada en la necesidad de preservar el desarrollo democrático nacional e institucional y los derechos sociales y laborales. Esta es la clave para definir el rumbo para ir a votar.

Votar estratégicamente por Álvaro Ramos Chaves: una apuesta por el diálogo social y el país que necesitamos

Compatriota:

Reciba nuestro fraternal saludo ciudadano desde el Encuentro Democrático. Somos un colectivo que desde hace años constituye un Espacio Ciudadano y Democrático de Debate no partidista, en defensa de nuestras conquistas sociales y de nuestro Estado Social de Derecho. Nuestros valores comunes republicanos son la búsqueda de una sociedad realmente Sustentable con más Igualdad, Libertad, y Justicia Social. Sin ningún otro interés que rescatar lo mejor para nuestra Patria, lo invitamos respetuosamente a participar en la transformación de esta grave crisis nacional en una oportunidad de participación ciudadana.

La crisis afecta de manera muy aguda las esferas con las que funciona un estado nacional: económica, laboral, política, ambiental, educativa, Salud Pública, de seguridad ciudadana, de infraestructura pública, de producción, del Sector Agro, del Sector Cultura, del Sector Empresarial nacional, del Mercado Interno, de las PYMES, de muchas Cooperativas, de los trabajadores del Sector Público y Privado, de los profesionales y trabajadores independientes, de las mujeres jefas de hogar, y hasta de Legitimidad Democrática y Soberanía Nacional. También, hay que sumar a lo anterior, el alto costo de la vida y el bajo poder adquisitivo de los salarios.

Más allá del normal escepticismo colectivo y de la desesperanza social instalada, urge volver a enamorarnos de nuestras instituciones democráticas. Qué, aunque imperfectas, son la ruta sabia, pacífica y humanista para una sociedad más justa, más inclusiva, más equitativa y realmente sustentable. ¡Volvamos a creer en Costa Rica y lo mejor de su Segunda República!

Así las cosas, sabemos que muchas personas, como nosotros, no se identifican necesariamente con el Partido Liberación Nacional. Lo hemos criticado duramente y con justa razón. Hemos luchado desde nuestros espacios por una Costa Rica más justa, más equitativa y más democrática, adversando abiertamente a ese Partido, pues éste ha sido —y no hay que olvidarlo— un agente fundamental en muchos de los problemas que hemos desarrollado como sociedad. Pero, también, sabemos que el momento que vivimos exige salir de nuestras trincheras acostumbradas y actuar con lucidez y responsabilidad histórica.

Tampoco debemos olvidar que, en otros momentos de nuestra historia, el PLN fue una fuerza decisiva en la construcción del Estado social de derecho que ha distinguido a Costa Rica en América Latina: una república con servicios públicos sólidos, acceso universal a la salud y la educación, y una institucionalidad civilista. Esa herencia, que hoy se ve amenazada, no pertenece a un solo partido: pertenece al país, y debe ser defendida por todas y todos.

Costa Rica atraviesa una crisis profunda: social, económica, política e institucional. El deterioro del Estado social de derecho, la fragmentación de lo público y el desgaste del diálogo democrático no pueden seguir siendo administrados con parches ni discursos vacíos. Es urgente reconstruir un horizonte común.

En este contexto, la figura de Álvaro Ramos Chaves, en el marco de la convención abierta del PLN, representa una posibilidad estratégica que vale la pena considerar. No se trata de una adhesión ideológica ni de un cheque en blanco. Se trata de reconocer que su eventual triunfo abriría una ventana para algo más grande: una alianza nacional amplia y progresista que convoque a un verdadero diálogo social con propuestas escritas, serias y urgentes.

Álvaro Ramos Chaves ha demostrado apertura, capacidad técnica y política, y voluntad para hablar con sectores diversos. Pero su fuerza dependerá, también, de que este apoyo no venga del aparato tradicional, sino de la ciudadanía crítica, de quienes aún creemos en lo público, en los derechos humanos, en el bien común, en la Soberanía nacional, en fin, en una sociedad sustentable, amigable con el ambiente e inclusiva.

Participar en esta etapa —votar por Ramos en la convención abierta— es, para muchas y muchos, un gesto táctico. Pero es también una apuesta ética por evitar salidas autoritarias, populistas o vacías, y por sembrar las condiciones de una transformación verdadera, con participación amplia y propuestas concretas sobre la mesa.

No hay caminos fáciles, pero no podemos ser ajenos, no podemos quedarnos al margen mientras se termina de destruir lo poco que queda del Estado Social de Derecho y de las Conquistas sociales que logramos como sociedad desde 1943. El país nos convoca a pensar en alianzas y consensos, que como ocurriera con el Pacto de Ochomogo (1948), se convierten en la única opción para salir de oscuros momentos de conflicto.

Mesa Coordinadora – Encuentro Democrático

Chaves, pequeño émulo de Trump

Luis Fernando Astorga Gatjens

En muchas más cosas, acciones y decisiones, Rodrigo Chaves quiere parecerse a Donald Trump, que a partir de asumir el poder en Estados Unidos el 20 de enero pasado, ha pretendido convertirse en el emperador del mundo.

Ambos han buscado concentrar un poder omnímodo por encima de leyes, de instancias legislativas y de los poderes judiciales de ambos estados. Les incomoda y molesta cualquier cuestionamiento a sus decisiones, por más justo y con sólidas bases legales que se esgrima.

Sueña Rodrigo Chaves en ganar con la fuerza política taxi o propia, que él lidere en las elecciones de 2026, una cantidad de unos 40 diputados jaguares, para gobernar como lo ha venido haciendo su referente regional, Nayib Bukele. Con ello buscaría dirigir el ejecutivo a través de alguien que le represente en sus designios, propósitos e intereses, desde Zapote. Buscaría asimismo dominar el Poder Judicial y todos los órganos de control, para ejercer ese soñado poder autoritario unipersonal. Su sueño incluye, desde luego, convertirse en presidente en un periodo próximo.

El éxito que ha alcanzado Chaves en mantener su popularidad, en algunas encuestas de opinión, ha exacerbado su aupamiento y sus deseos mesiánicos de conservar su poder autoritario, ya sea siendo diputado en el periodo legislativo 2026-2030 o mediante algún representante que reconozca y sea fiel a su liderazgo.

Empero esa popularidad, desafortunadamente para el país, no la ha alcanzado mediante avances sociales que reflejen un mejoramiento de la calidad de vida, particularmente, de las mayorías que han venido enfrentando condiciones de pobreza y exclusión social.

La base de la popularidad sostenida por Chaves tiene como causas profundas, el cansancio acumulado por amplios sectores de la población por las promesas incumplidas y por la corrupción manifiesta de los sucesivos gobiernos del PLN, el PUSC y el PAC. Los avances sociales alcanzados al desarrollar un Estado Social de Derecho (ESD) entre los años cuarenta y ochenta del siglo anterior, esos gobiernos no los sostuvieron y desarrollaron. Todo lo contrario. De distintas maneras, los empezaron a debilitar y a dilapidar. En este periodo entre los años ochenta anteriores y el año 2022, el ESD que el país construyó, se erosionó y lo que el pueblo palpó es que pequeños grupos políticos y económicos se enriquecieron. La riqueza se concentró en pocas manos mientras el país se convirtió en uno de los más desiguales del planeta, según los datos del Banco Mundial.

Así un pueblo hastiado, elevó a la presidencia a un demagogo con ínfulas autoritarias, como Rodrigo Chaves. Y ya desde Zapote y sus teatrales y efectistas conferencias de prensa de los miércoles, y con el apoyo de un escuadrón de troles, que utilizan sistemáticamente las redes sociales, ha logrado sostener tal popularidad.

Así como Trump arremete contra un juez federal que ordenó suspender la decisión de enviar a El Salvador a migrantes venezolanos, amparado en una ley de guerra del siglo XVIII, hoy Rodrigo Chaves arremete contra el fiscal general, Carlo Díaz, al hacer avanzar causas penales contra el mismo presidente y miembros de su gabinete.

A ambos les perturba e incomoda cualquier estado de derecho que afecte sus decisiones políticas. Esperemos para el bien de la democracia, real y verdadera, y de los pueblos de aquí y todo el mundo, que ambos fracasen en sus respectivos sueños mesiánicos.

Y todo indica que en el caso de Chaves eso ha empezado a aflorar, al fracasar la manifestación anti-fiscal general, pese a los autobuses ofrecidos a los manifestantes alquilados, en distintos puntos del país, más almuerzos y pagos por su participación, y al intensos trabajo de los troles chavistas y a los “bots” (usuarios automáticos), que apoyan a Chaves desde Vietnam, Colombia, México, Perú y otros países. Qué bueno que la realidad concreta todavía pesa más que los discursos de odio y la fantasía que emerge de las redes sociales, en una de sus caras más sombrías y nefastas.

Todo el sistemático esfuerzo político-electoral que realiza hace varias semanas, desde Zapote y en sus giras proselitistas; más la exhaustiva campaña por redes sociales; más los recursos económicos empleados, no llenó las expectativas de los organizadores. Por más que digan que una movilización medianita fue una gran movilización, los hechos muestran la realidad. Una cosa es movilizar personas por redes sociales y otra muy distinta, movilizarlas presencialmente, más aún cuando no hay una causa justa que las inspire.

(18 de marzo, 2025)

La sombra del bipartidismo

Vladimir de la Cruz

Estamos prácticamente en la entrada de la campaña electoral hacia las elecciones nacionales del primer domingo de febrero del 2026, para elegir presidente de la República y diputados nacionales.

Los partidos políticos que han presentado sus atestados ante el Tribunal Supremo de Elecciones están cumpliendo con los requisitos y trámites que se les ha impuesto para quedar debidamente inscritos y poder participar.

En posibilidad de participar hay una treintena de partidos políticos, gran número que ya es usual en las últimas campañas electorales. Solamente, en la anterior, la del 2022 en la que salió electo Rodrigo Chaves Robles, participaron 25 partidos a escala nacional, con candidatos presidenciales, y 27 a escala provincial pulseando elegir diputados.

De los 25 nacionales solo uno ganó la presidencial, el Partido Progreso Social Democrático que era, en ese momento, un partido nuevo en las elecciones. De los 27 partidos provinciales solo 6 eligieron diputados, en un número muy parecido todos ellos.

De los 25 partidos nacionales 18 llevaban candidatos presidenciales con doble postulación, es decir, eran candidatos a la Presidencia y también a diputado, lo que es permitido desde el 2002. De estos, solo dos partidos lograron elegir sus candidatos presidenciales como diputados, el de Nueva República, que eligió a Fabricio Alvarado y el Partido Liberal Progresista que eligió a Eli Feinzaig.

En el camino hacia las elecciones del próximo año, a diez meses de la votación, los diputados de Nueva República, Fabricio Alvarado y del Partido Liberal Progresista, Eli Feinzaig, serán sin ninguna duda nuevamente candidatos presidenciales, ya definidos, aunque no estén por sus partidos oficialmente así reconocidos. Son por ahora los únicos candidatos presidenciales conocidos.

En el caso de Eli Feinzaig ha tenido problemas internos. Uno de sus diputados se le salió de su fracción aduciendo el control que tiene Eli de su partido y de las pocas posibilidades que tenía de aspirar a esa candidatura nacional. También le habían cuestionado su papel de Jefe de Fracción parlamentaria, campo que tuvo que ceder en esta Legislatura. Para mí, sería natural que el primero de mayo próximo asumiera nuevamente la Jefatura de la Fracción, con más razón si vuelve a ser candidato presidencial. Recientemente, se le han salido dos diputadas más, debilitando la imagen de su partido a nivel parlamentario. Fabricio Alvarado aparentemente no tiene problemas en este sentido.

En el caso de Eli su partido prácticamente no existe. No ha tenido Asambleas importantes durante estos tres años, aparentemente no ha desarrollado organización partidaria regional. No tiene local abierto. La situación que ha tenido con sus diputados no la ha tratado a nivel de sus asambleas partidarias, ¿por temor o por debilidad organizativo-partidaria? De estas separaciones lo que pareciera es que actúa la mano no tan invisible del Jaguar de Zapote, ahora enemigo de Eli, que aprovecha lo que pueda para desnaturalizarlo y satanizarlo.

El Frente Amplio con una fracción parlamentaria que es bien reconocida por la calidad de sus diputados, no ha definido nada respecto a su posible candidato hacia las elecciones del próximo año. Quienes lo buscan en la Asamblea Legislativa han provocado que la diputada Sofía Guillén, que tiene buen protagonismo público, ya se desmarcó de esa candidatura presidencial. A Ariel Robles, Rocío Alfaro, Antonio José Ortega y a Jonathan Acuña los mencionan como posibles candidatos. Al interior del Frente Amplio mencionan a Patricia Mora y José María Villalta. En el caso de Villalta ya experimentaron una campaña electoral en que no asumió esa candidatura si no le permitían la doble postulación, terminando en esa campaña como candidato a diputado. Para mí, es muy buen candidato para la doble postulación.

A nivel del partido Unidad Social Cristiana ya limpiaron su cancha por la salida forzada del candidato, que, en ese partido, impulsaba el Jaguar de Zapote, lo que era muy evidente, que enturbió su imagen con actos de corrupción, lo que lo obligó a desistir de su aspiración presidencial. Hay presión parlamentaria para que deje su curul libre, que renuncie por la buena imagen de la Asamblea Legislativa. Está con el terreno limpio Juan Carlos Hidalgo, con un planteamiento sumamente conservador, lo que a mi modo de ver poco le ayudará para llegar a Zapote.

A nivel del partido Liberación Nacional ya están definidos sus precandidatos, en disputa con una convención nacional abierta, entre ellos, Álvaro Ramos, Carolina Delgado, Gilberth Jiménez, Marvin Taylor. Es una convención que presagia escándalos electorales internos que pueden llegar, en apelaciones, hasta el propio Tribunal Supremo de Elecciones, porque se moverán las garras del Jaguar de Zapote para enturbiar a ese partido y a su posible candidato presidencial.

Fuera de la Asamblea Legislativa, siguiendo las huellas del Jaguar, aunque Zapote la cuestione, Natalia Díaz del partido Unidos Podemos, realiza su trabajo silencioso, que le dio éxitos en las elecciones municipales pasadas.

Los “jaguares”, Luis Amador pareciera coquetear con el partido que llevó a Rodrigo Chaves a la Presidencia, con el partido Progreso Social Democrático.

La más distinguida de las jaguares, la exministra Laura Fernández, yace por ahora ante el público en un silencio y ocultamiento profundo. Los otros “jaguares” que dejaron el gobierno con Laura Fernández, por ahora son inexistentes para nada, ni para candidatos presidenciales ni a diputados, además de que ninguno de ellos, contando a Laura, tampoco tienen partido político conocido con el cual puedan aspirar a los puestos de elección popular.

En el campo abierto está el candidato presidencial, y también a diputado, del partido Esperanza Nacional, el politólogo y analista político, Claudio Alpízar, la candidatura más fresca que hay en este momento. El que por ahora tiene más claro el panorama y el objetivo de su llegada a la Casa Presidencial.

El presidente Rodrigo Chaves Robles, el Jaguar, el gran animal de Zapote, está en campaña electoral abierta y confrontativa. Su discurso, por ahora no es a favor de un partido en particular. NO puede hacerlo por tener prohibición constitucional. Pero, finamente, habla por todos los “jaguares” que “participarán” en las elecciones y habla en contra de todos los partidos políticos que están en la Asamblea Legislativa, habla contra todos los diputados de la Asamblea Legislativa, excepto los diputados independientes que lidera la Jaguara parlamentaria Pilar Cisneros, experta como ella se ha definido en enseñar a mentir. También ataca a cualquier político, dirigente político, comentarista o analista político que visualice como un peligro para él, para su gobierno o para sus “jaguares”. En realidad ataca todo el sistema político y democrático, falseándole sus instituciones y haciéndole perder su confianza ante la gente y el pueblo.

En todo este molote político sigue pesando la sombra del llamado bipartidismo nacional. Este concepto, equivocadamente se sigue usando como fuerza política, que ya no lo es.

El bipartidismo político respondió a la época en que dos partidos políticos, y solo ellos dos, se alternaban en el Poder Ejecutivo. Era la época en que Liberación Nacional y el principal partido opositor a Liberación Nacional, que para los efectos de este artículo llamaré Unidad Social Cristiana, se alternaban gobernando.

Desde 1953, cuando apareció Liberación Nacional en las elecciones, hasta hoy, ha habido 18 gobiernos. De estos, nueve han sido de Liberación Nacional, seis del PUSC, incluyendo aquí los gobiernos de Mario Echandi, José Joaquín Trejos Fernández y Rodrigo Carazo, dos del partido Acción Ciudadana, y el actual gobierno teóricamente del partido Progreso Social Democrático.

De esta forma, de los 18 gobiernos 15 han estado en manos de Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana. Esta es la época dorada del bipartidismo político gubernativo, de dominio de gobierno, del Poder Ejecutivo, por esos dos partidos.

Con el ascenso al Gobierno del partido Acción Ciudadana en el 2014, reelecto en el 2018, se inició un Tripartidismo político en la esfera del Poder Ejecutivo y con la llegada del partido Progreso Social Democrático, en el 2022, tenemos un Tetrapartidismo en el Poder Ejecutivo. Es decir, cuatro partidos han ejercido el Poder Ejecutivo nacional.

Si a ello sumamos que el Partido Unidad Social Cristiana desde el 2006, en las últimas cinco elecciones, ha estado fuera del gobierno y fuera de las finales electorales, esa imagen del “bipartidismo” que se le achaca es muy débil. Por su parte, Liberación Nacional tiene tres elecciones seguidas, desde el 2014, que ha estado fuera del Poder Ejecutivo, aunque haya arañado esa posibilidad en el 2014 y en el 2022.

El concepto de “bipartidismo” nacional también se desarrolló en atención al control bipartidista de esos dos partidos históricos, Liberación y la Unidad Social Cristiana, que dominaban mayoritariamente la Asamblea Legislativa, lo que les permitía tomar acuerdos e imponer políticas y legislación nacional.

Hay que señalar, sin embargo, que en la Asamblea Legislativa prácticamente siempre ha habido varios partidos representados, aunque esos dos hayan tenido la mayoría de los diputados. Por su integración la Asamblea Legislativa ha sido polipartidista, multipartidista. Por el dominio de la mayoría parlamentaria hasta 1998 fue bipartidista. Desde esta época hasta hoy se ha debilitado esa toma de decisiones parlamentarias a manos de dos partidos. Se ha impuesto la negociación política. El viejo “bipartidismo” parlamentario, de la imposición mayoritaria de dos partidos, ha desaparecido.

Por eso no es válido, ni oportuno, ni correcto usar el concepto de “Bipartidismo”, como se sigue empleando.

En el caso del presidente Chaves su uso corresponde al ataque que mantiene contra esos dos partidos y por la vieja imagen “degradada” y “desprestigiada” con la que se les ha asociado a esos dos partidos. Aun así, no deja de tener razón el jaguar de Zapote de atacar al “bipartidismo” porque siguen representando esos dos partidos las organizaciones políticas más importantes de tipo nacional y parlamentario, especialmente el partido Liberación Nacional, que se ha mantenido como la fracción más numerosa de diputados en los últimos cinco gobiernos, y como partido aparenta todavía ser la mejor y mayor organización partidaria, seguida por la Unidad Social Cristiana, a pesar de sus debilidades electorales después del 2006.

Más preocupante que la sombra de bipartidismo que esos partidos todavía tienen, es la sombra que proyecta el presidente Chaves, propiciando sus “jaguares”, impulsando las divisiones internas en todos los partidos donde se ven sus garras, motivando a no votar por ninguno de los partidos políticos que le son adversos, y llamando a desplazar a todos los diputados actuales, que van a ser sustituidos natural y legalmente por las elecciones de febrero próximo, de manera que sus “jaguares” logren por lo menos 40 diputados, como lo ha venido sosteniendo, para poder desarmar todo el Estado de Derecho y el Estado Social de Derecho existente.

La sombra más peligrosa y tenebrosa que hay en la inmediatez política es el “chavismo”, que hay que derrotar electoralmente, que aunque no tiene partido propio a su nombre, trabaja fuertemente aprovechando las debilidades y pugnas internas de los demás partidos.

NO importa para el chavismo que todavía no existan candidatos “jaguares” oficiales, porque el candidato es el Jaguar de Zapote, en su actuación cotidiana y en el desplazamiento por todo el país, y con las redes de comunicación que mantiene activas. Además, porque ese candidato, de pronto puede ser el candidato real a diputado, a partir de agosto próximo, convirtiéndose en el principal contrincante político nacional y haciendo de la elección nacional de diputados el escenario más importante que hay que atender con buenos candidatos de alto valor moral, y de altos kilates políticos, lo que no se está viendo todavía en los partidos políticos interesados en las próximas elecciones.

Compartido con SURCOS por el autor.

Defensoría: País requiere discutir estructura tributaria que garantice financiamiento de la inversión social

  • Reforma deberá ser progresiva y sostenible, sostiene la Defensoría

  • Todos los sectores deberán aportar elementos técnicos con visión país

La Costa Rica de hoy, en materia de políticas sociales, se ha visto robustecida por la posición visionaria de diferentes estadistas que han comprendido que el desarrollo del país se sustentaba en la inversión pública de servicios fundamentales como educación, salud, cultura, vivienda, seguridad, luz, agua, telefonía, internet, entre otros; regidos por principios tales como oportunidad, inclusividad, igualdad, solidaridad, accesibilidad, equidad y desarrollo social.

Este enfoque, sustentado en un Estado Social de Derecho, pone de manifiesto que la inversión social es la base de un alto desempeño de desarrollo humano y social sustentado en indicadores. Lo anterior ha derivado que Costa Rica históricamente sea una nación vanguardista en la realización de temas vinculados a derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. La Defensoría de los Habitantes, a lo largo de la última década, viene escuchando el reclamo de autoridades de gobierno en el sentido que, para cumplir con un mandato constitucional o una ley específica, se requiere de mayores ingresos para su acatamiento; no obstante, tampoco proponen alternativas alcanzables para su cumplimiento. Para la Defensoría no pueden existir funcionarios públicos obligados al cumplimiento de la ley y otros que no: éstos últimos aduciendo imposibilidades materiales, financieras o de cualquier otra índole.

La ecuación completa en materia fiscal se compone de dos grandes variables: ingresos + gastos. El país ha venido, durante los últimos cinco años tomando medidas para la reducción del gasto. La más recientes, la aprobación de la Ley del Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y la creación de la Regla Fiscal. Ambas leyes permitieron que, mientras en el 2019 el país debía endeudarse un 54% para financiar el déficit fiscal, datos preliminares para el 2025 muestran que el nivel de endeudamiento, para financiar el presupuesto de este año, disminuyó al 38%. Esto muestra que, desde el 2019, se viene financiando el presupuesto de la República con menos endeudamiento. El 50% de la ecuación en materia de gastos se ha venido realizando con altos y bajos.

Para la Defensoría de los Habitantes surge ahora entonces la gran pregunta: ¿qué ha sucedido con el otro 50%?; esto es, ¿qué medidas efectivas ha tomado el Ministerio de Hacienda para aumentar los ingresos?, ¿en cuánto se han incrementado los ingresos tributarios resultado de estrategias para luchar contra la evasión y elusión fiscal?, por ejemplo. Es importante señalar que el Fondo Monetario Internacional reconoció en el 2018 que la evasión en IVA rondaba en el 2,7% del PIB y un monto similar en renta; o sea, cerca del 5% del PIB solo en evasión. Y ni hablar de la resistencia a implementar mejoras en los sistemas digitales de tributación, que al mes de agosto del 2024 solo tenía un avance del 19%, y se anunció que comenzará a implementarse hasta el 2026.

Sostiene la Defensoría de los Habitantes que el país debe revisar si existen actividades productivas que mueven el PIB, y que al día de hoy aportan 0% en impuestos a la renta. En ese sentido, como Institución Nacional de Derechos Humanos, considera fundamental que el país se proponga la apertura de un diálogo intersectorial que permita tener como resultado una nueva estructura tributaria, que sea progresiva y sostenible. Todos los actores sociales, económicos, financieros, gubernamentales, la sociedad civil organizada, entre otros, deben aportar en la construcción de un escenario presupuestario que permita superar los obstáculos, las excusas, las imposibilidades, para volver a tener una Costa Rica visionaria que sustente sus bases en el Estado Social de Derecho.

Comunicación
Defensoría de los Habitantes

Carecemos de una adecuada gestión pública en seguridad social

Carlos Carranza

El caso de la CCSS es de honda preocupación por las situaciones que se han dado en cuanto a la falta de una adecuada gestión pública en seguridad social.

El estilo de la Presidencia Ejecutiva deja mucho que desear, ya que en materias claves como contratación administrativa no se siguen los principios básicos en esa área. De igual manera, la falta de citas rápidas y oportunas, la ausencia de programación eficiente y eficaz, la toma de decisiones casi en secreto, el no tener propuesta para plazas médicas, el sistema de citas en forma anacrónica, el no presentar un verdadero plan de desarrollo futuro, la carencia de obras como el hospital de Cartago y no pensar acciones para mejorar los servicios, dicen mucho sobre la situación.

La situación se ha agudizado en alto grado, que era algo existente, pero lo paradójico es que antes de enfrentar esas adecuadamente esas anomalías se hace lo contrario.

La ausencia de estructura idónea y de políticas sustantivas pone a la institución en mayor indefensión, en alto grado.

A esto hay que agregar que la Junta Directiva en muchos casos ha perdido el espacio que debería tener. Las personas pensantes fueron sustituidas por otras que solo obedecen a las directrices superiores sin revisar los fundamentos que debería tener esta institución.

Es necesario debatir no sobre medidas inadecuadas, sino que en los próximos años se dé un verdadero rescate.

Esto, en función del derecho a la salud para fortalecer la vida humana y el bienestar que debe ser fundamento de una sociedad democrática.

La otra lección es que la Ley de la CCSS en los próximos años debe ser modernizada con un manejo racional, con equidad, donde la cima estratégica sea dirigida para personas competentes con una adecuada ética pública propia de este sector.

Este planteamiento lo hago en miras de ser un país de real bienestar, viviendo en las condiciones adecuadas que hemos mantenido y como producto de un Estado Social de Derecho.

Los cambios en el gabinete presidencial y la visita del Procónsul Marco Rubio son la expresión del fracaso gubernativo

Vladimir de la Cruz

Hasta el viernes pasado, 31 de enero, había tiempo para que los ministros que quisieran integrarse a la política electoral activa, especialmente en el campo de aspirantes presidenciales, o en la papeleta presidencial, tenían tiempo de renunciar a sus puestos, quedando a la vez liberados de su inmunidad política, quedando como cualquier ciudadano expuesto a trámites de persecución judicial.

Finalmente, el jueves 30, el presidente en una ceremonia, a la cual convocó a todo su gabinete y todos los presidentes de instituciones por él nombrados, anunció la salida de cinco ministros y la sustitución de cuatro de ellos.

Son ministros, que hoy, no han anunciado ninguna adherencia a partido político existente. Todos los renunciantes no negaron ni afirmaron que participarán en la política electoral nacional del 2026. Ahora les toca buscar partido político para poder correr hacia la presidencia de la República en los próximos once meses.

De ellos se rumora que van a una plana integral de presidenta, vicepresidenta y vicepresidente, y de candidatos a diputados.

Lo más curioso de esta situación, que ha vivido Costa Rida desde el 8 de mayo del 2022, es que los miembros del gobierno, que acompañan a la fuerza, todos los miércoles, al presidente en su perorata pública semanal, prefabricada, no tienen partido político conocido. Sin embargo, el presidente ha levantado la idea, la imagen, de los partidos Jaguar, que tienen incluso una imagen publicitaria, que se tradujo en un pin para colocar en la solapa del saco o en la camisa o parte superior del vestido o la ropa. A quienes forman parte del gobierno los tienen con el pin del Jaguar. A los que entraron como nuevos ministros les pusieron los dos pines, el de ministro y el de Jaguar. En los dos meses la ministra saliente Laura Fernández hablaba de varios jaguares. Esa es la idea, varios partidos Jaguar con su respectiva insignia, igual para todos ellos en ese pin, con la intención de posibilitar la mayor oportunidad de elección de diputados que se identifiquen con el gobierno, con el presidente Chaves y con su imagen de Jaguar.

Este es un gobierno que no lo dirige un partido político, que no representa a un partido político, aunque el presidente haya sido resultado de una elección en que participó en una lista electoral de un partido político. Es un gobierno que ha andado al garete, que se percibe débil, sin rumbo, sin brújula, ni sextante, ni astrolabio, sin timón ni velas. Es un gobierno, que en ausencia de un partido político que lo identifique, tiende por sus hechos a identificarse con el presidente, con su figura lideresa y autoritaria.

Entre los partidos políticos que al 31 de enero quedaron en la posible lista de juego electoral, para las elecciones del 2026, se inscribieron dos que se asocian a la familia del presidente Bukele de El Salvador, por participar familiares de él de manera directa en esos partidos. ¿Participarán los ministros renunciantes y salientes en esos partidos? También se rumora que el esposo de la diputada Pilar Cisneros, el periodista Edgar Espinoza, irá encabezando un partido político a la presidencia de la República, en cuyas filas irá de candidato a diputado el propio presidente Rodrigo Chaves, a partir de agosto.

El gabinete que se formó para dirigir el país, en el 2022, con el presidente fue al azar. Se dijo que se contrató una empresa que presentaba perfiles de candidatos a los puestos del gabinete, de manera improvisada, lo que explica los malabares políticos que lo guían, que explica también la ausencia de una hoja de ruta nacional; que explica las improvisaciones que se hacen desde Zapote para las distintas carteras institucionales; que explica las pifias legales y constitucionales de sus proyectos de ley, con el escaso control de elaboración formal de sus escasos y poco importantes proyectos de ley, que explica los oscuros nexos existentes del trasiego de droga que se hace desde nuestro país hacia Europa y otras regiones, dándole fama al país de ser la bodega más importante de coca de la región, y de la calificación que ya se gana el país de ser un narco Estado, lo que supone un narco gobierno que lo dirige.

En esta dinámica el presidente, apodado así mismo, como el Jaguar, en su jungla, en su guarida, no se ha podido perfilar como el estadista, como el gran político, como el gran conductor político nacional, como el gran educador cívico que su investidura impone. Ha logrado convertirse en un gran distractor nacional de la atención política de los principales problemas económicas y sociales del país. Sus mesas de prensa de los miércoles así funcionan, como distractor de esos problemas.

Desde su guarida lo único en que se ha destacado es en tratar de hacer explotar toda la institucionalidad política, en debilitar el Estado de Derecho, en falsear la imagen, la confianza y la fe de los costarricenses en la Asamblea Legislativa, la Corte Suprema de Justicia, en los órganos constitucionales vigilantes de la administración y gestión pública, en los partidos políticos como instrumentos cívicos de la vida democrática. Lo que se destaca en su esfuerzo es su intención de debilitar y acabar, si le fuera posible, con todo el Estado Social de Derecho que se ha construido en el país al calor de la Reforma Social de 1943 y las reformas de la Junta de Gobierno de 1948-1949 y la institucionalidad que le siguió. Claramente ha asumido una identificación con las políticas conservadoras y neoconservadoras que propician ese debilitamiento institucional.

Sus exabruptos políticos se orientan, desde hace meses, a destruir la imagen pública de todos los partidos políticos, de todos sus dirigentes políticos, de todos sus representantes populares. Esa es su forma de hacer política activa y de meterse en la política electoral, de actuar beligerantemente en este campo, para abrirle espacio a sus posibles candidatos y eventuales partidos políticos, que le interesa impulsar y apoyar hacia las elecciones presidenciales y de diputados del 2026. Eso es lo que activamente estamos viendo.

El pasado miércoles, en su jolgorio comunicacional, arremetió contra las políticas de educación sexual y afectivas que se han venido impulsando en el país, que exitosamente han contribuido a la prevención de los embarazos en adolescentes y menores de edad, para tratar de impulsar un nuevo programa que llamó para la Paz y la Convivencia, con el que intentará sacar “la perversión” de las aulas, como si realizara un exorcismo educativo, de las fuerzas y espíritus malignos que hay que exterminar, para lo que se hizo acompañar de algunos activistas religiosos no católicos, que parecían más estampas pegadas en una cartelera que lideres religiosos nacionales reconocidos, lo que no les resta importancia, por el control social espiritual que tienen de algunas comunidades y personas. Fue un banderazo de salida electoral del presidente haciéndose acompañar de estos “líderes” espirituales, frente a los tradicionales que se representan en el Partido Nueva República de Fabricio Alvarado. Fue una advertencia a Fabricio y su grupo de que sus banderas se las está quitando el gobiernos y los partidos políticos conservadores Jaguar que desde el gobierno se impulsen.

La no participación de los representantes católicos, de los Obispos Católicos, provocó una protesta por parte de la Conferencia Episcopal, que generó una amenaza del presidente cuando dijo “que no se puede luchar a medias, o le entramos con sangre, sudor, lagrimas, pasión, esfuerzo y claridad, o no vamos a poder rescatar a Costa Rica”. Sangre, sudor, lágrimas, pasión, son las banderas enarboladas por el Jaguar, para rescatar a Costa Rica. ¿Rescatarla de quién? ¿Estamos advertidos del clima de violencia que fomentará el Jaguar?

Con ello quedó claro que la conferencia de prensa del miércoles fue la presentación política, de la afinidad del presidente, hacia los partidos políticos Jaguar y hacia las organizaciones cristianas no católicas, como inicio de su velada y clara participación electoral.

Es cada vez más nítido que esta es su orientación electoral hacia febrero del 2026. El Jaguar, y los partidos jaguar que impulse, junto con los partidos de orientación cristiana no católica que logren inscribirse, paralelos a Nueva República, serán sus caballos de combate, sus caballos de Troya para tratar de alcanzar la mayoría parlamentaria en la Asamblea Legislativa del 2026, como es su objetivo político claramente definido. Las renuncias de miembros de su Gabinete señalarán los partidos con los cuales se identifica el Jaguar.

Por la agenda publicitaria de ese miércoles la campaña electoral puede tomar los visos similares a la del 2018, cuando de trasfondo se pusieron los Derechos Humanos, con una población y una juventud hoy no tan combativa, como lo fue en esa campaña que llevó a Carlos Alvarado a la Presidencia de la República. Aun cuando se rumora que la esposa de Carlos Alvarado puede ser la candidata electoral del partido Acción Ciudadana, no significa que ella podría ser el valladar de esa arremetida conservadora que viene, sobre todo porque el partido Acción Ciudadana y el gobierno de Carlos Alvarado fueron los ejes más importantes del debilitamiento de las leyes sociales y laborales, resultado de las grandes reformas de 1943.

Que haya cambios en un gabinete, como se anunciaron y establecieron, es normal en un gobierno. Que haya cambios a pocos meses de que un gobierno sucumba al cambio constitucional, como es el de su Rodrigo Chaves, puede ser una grave manifestación de su errada política y de su fracaso gubernativo, que se tratará de ocultar, de forma distractora, con la discusión que está provocando alrededor de las políticas educativas y conservadoras que anunció el miércoles. Si esas son las grandes reformas que anunciaron como la Gran Ruta de la Educación que se harían este año, son un verdadero y lamentable fracaso político nacional.

¿Los cambios en el gabinete serán resultado de que el gobierno se está hundiendo, por más festiva que fuera la forma de presentación de esos cambios? Supondrían estas sustituciones que se debe hacer un informe nacional ante la Asamblea Legislativa de ellas y de las políticas logradas y por desarrollar para los próximos meses. ¿Se hará eso en los informes anuales que los ministros tienen que entregar a la Asamblea Legislativa en la primera quincena de mayo?

Todo esto conduce a colocar al presidente Rodrigo Chaves Robles también en las tesis conservadoras políticas nacionales e internacionales, que hoy tienen de gran motor al presidente de los Estados Unidos, con quien el Jaguar está totalmente identificado, perdiendo en esa identificación y adherencia emocional, todo su rubor personal, comprometiendo el aura del gobernante soberano que debe tener.

El presidente está totalmente alineado en la Internacional Conservadora, Populista y Autoritaria, que se levanta en el continente y en algunos países europeos. Él mismo se ha colocado en el furgón de cola del mandatario norteamericano en sus políticas continentales, lo que se materializará con la agenda abierta y oculta que trae Marco Rubio a imponerle al minino de Zapote y no al Jaguar nacional que dice ser, de aceptar y avalar las políticas agresivas de Trump contra Panamá, por el Canal, contra México y el continente por el cambio de nombre del Golfo de México, ya establecido para los Estados Unidos, como Golfo de América, en la plataforma de Google Maps, que ya aceptó la denominación hecha por Trump.

Descaradamente, las delegaciones norteamericanas que ya han llegado, preparando la del Procónsul Marco Rubio, ya le han señalado al gobierno que hay que debilitar la relación comercial con la República Popular China, junto con el fortalecimiento de las acciones que el gobierno ya ha tomado frente a esa presencia. La agenda de seguridad asociada a la expulsión de indocumentados y de migrantes “indeseables” para Trump también está en marcha abriendo la posibilidad de que Costa Rica se convierta en una gran base de expatriación de esos expulsados de los Estados Unidos, que es lo que se va a venir a tratar de imponer en Costa Rica, que es parte de la negociación que Rubio trae.