La ciudadanía debe desterrar la corrupción

José Luis Pacheco Murillo

Cuando se nos confían dinero o bienes que no son nuestros, el comportamiento de quienes hemos sido llamados a ese compromiso debe ser de tal manera que respondamos a esa confianza.

Desgraciadamente, no todos han sabido responder a esa confianza y por el contrario en muchos casos han abusado y ese dinero o esos bienes han sido descuidados y en ocasiones apropiados. Esos son precisamente los actos de corrupción que han venido en aumento desde hace 40 años.

La confianza que depositamos en quienes van a administrar dinero y bienes se ha visto traicionada muchas veces, y a pesar de que las evidencias son muchas, han sido mínimas las acciones que se han tomado, primero para impedir que se repita y segundo para sancionar a los actores de esos actos de corrupción.

Desgraciadamente las acciones de apropiación de dinero y bienes han sido tan frecuentes que para muchos es normal y más bien se oyen manifestaciones como: “sería muy bruto si no se aprovecha”. Es decir, una vez más lo malo se ve bueno y la costumbre se hace regla y casi que se acepta sin cuestionamientos. Es triste y decepcionante y por eso es por lo que muchísimas personas deciden no involucrarse en política y lo peor es que ni siquiera hacen un esfuerzo por sacar a los corruptos y prefieren quedarse en casa que salir a votar y propiciar un “hasta aquí…no más corrupción”.

Sí es posible revertir este proceso y sí hay gente honesta dispuesta a asumir la responsabilidad de cambiar lo que tenemos y demostrar que es posible servir sin servirse, y que es posible hacer sin corromper y es también salir del callejón de la corrupción.

Dios quiera que arda en los corazones de todas esas personas el espíritu patriota, y en un arranque de ira decidan acabar de una vez por todas con este sistema corrupto y salgan a votar para cambiar. Merecemos algo mejor y estamos obligados a dejarle algo mejor… mucho mejor, a las nuevas generaciones.