La Izquierda Despersonalizada

Las sociedades occidentales se debaten aunque algunos detractores o defensores de los sistemas de explotación lo nieguen, en una permanente lucha de clases y esto es así puesto que para algunos es la manera de dominar el poder para su propio beneficio de acumulación de riquezas, para otro, es el asalto del poder para beneficio y bienestar de la mayorías, donde el desarrollo y el crecimiento económico brille para todos. La clase social explotada, es el sustento de los ricos o sea de la burguesía y oligarquía de allí su consecuente rebeldía, ante quienes nos esclavizan y explotan, latifundistas y capitalistas, esto es innegable, y no se puede ocultar.

Pero para algunos que se llaman ser revolucionarios sucumben ante la tentaciones y el sabor de la miel del poder y del dinero, que le atrae en obtener bienes materiales y del vivir bien, sin importarle cuanta miseria padece el pueblo, cuántos niños mueren de desnutrición, de enfermedades fáciles de combatir, cuantos jóvenes sin oportunidades, ancianos abandonados y cuantas personas sin trabajo que no pueden llevar el sustento a sus hogares.

Eso es lo que ofrece el sistema capitalista de allí la lucha de clases, este proceso es ineludible porque es la quinta esencia de la realidad en una sociedad dividida en clases. Hablar de esto no es pecado, es como si habláramos de la religión que forma parte de la sociedad.

Los ideólogos de la burguesía como clase dominante lo ha satanizado aprovechándose del bajo nivel cultural de la población, allí obedece el por qué aun en este siglo todavía existen bolsones de analfabetas o de niños y jóvenes excluidos del sistema escolar, más aún con contenidos que no nos adentran en el conocimiento científico del mundo, si no que están más interesado en que las escuelas sean máquinas de producción de manos de obra sin importar lo que tengan en la cabeza.

La izquierda como tal está llamada a luchar contra el status quo, así surgió y debe ser así en cualquier sociedad, la izquierda está llamada a desenmascarar a la derecha en los tres tipos de lucha, a saber, en lo económico, político e ideológico y esto tenemos que hacerlo con altura, preparación y respecto a nuestros enemigos de clase, nuestra arma poderosa son nuestras ideas revolucionarias, la clase obrera tiene que apropiarse de ella.

El hecho de que la izquierda deje de hacerlo no significa que cese la contradicción de clase, mucho menos se detiene el proceso social hacia estadios superiores, otros llenaran es vacío y tomaran la reivindicación del progreso social mundial.

Hoy en día la mal llamada izquierda ha asumido la reivindicación socio-económica del capitalismo, han llevado a los pueblos a la miseria, han impuesto su modelo neoliberal, han apoyado intervenciones militares, se olvidaron y abandonaron sus raíces y se han entregado al imperialismo. Ya lo denunciaba Lenin cuando la división de la ll Internacional (1889-1916), su traición y oportunismo de clase, con la que expresaban posiciones reformistas, revisionistas y colaboracionistas, con apego a los medios electorales.

Sin embargo, lo fundamental no es que te llame de Izquierda, lo importante y que cobra sentido es que puedas desenmascarar a la derecha, asumir el compromiso de profundizar la lucha de clase, advertir a tu pueblo que otra sociedad distinta a la capitalista es posible y real y el que asuma este rol de izquierda tendrá que ser consecuente con su origen, lo cual, es romper el status quo, romper con el orden social y económico existente, obrar lo contrario es síntoma de traición y oportunismo.

Cualquier proceso de alianza debe estar enfocado en esa dirección y no debe desdibujarse la condición social por la cual esta llamada la izquierda. Convivimos dentro del sistema y eso nos da la preeminencia de estudiarlo a profundidad con objetividad para ofrecer los cambios y desenmascarar sus propósitos y con ello hacérselo saber al pueblo para que comprendan que este sistema ya caducó que se abre el paso hacia uno nuevo y todo aquello que hay entenderlo como un proceso inexorable.

En nuestro país, los grandes luchadores sociales a inicio del siglo pasado jamás ocultaron sus raíces de Izquierda y desenmascaraban a la oligarquía de entreguistas, bregaban por mejores condiciones de vida para el pueblo y difundieron las ideas revolucionarias marxista-leninista a lo largo y ancho del país, pero, el imperialismo norteamericano y sus lacayos internos jamás podían permitir el avance y atractivo de la ideas revolucionarias, para ello, le ofreció despojo, represión, asesinatos a los revolucionarios, obligándolo a recurrir a la más profunda y oscura clandestinidad.

Hoy en día triunfante las ideas revolucionarias de izquierda en nuestro país, con todo el sacrificio que esto significó, al menos aparece en nuestra carta magna lo cual es respeto a las ideas y a la libertad de conciencia, con este aval no existe excusa de poder levantar y elevar nuestras ideas revolucionarias en el debate público, esto es lo fundamental que podamos entrar al debate con nuestras propias ideas revolucionarias de izquierda, ¿Quién nos las impide?, ¡nosotros mismos!

Se pierde, se despersonifica la izquierda y las ideas revolucionarias, los que supuestamente son nuestros voceros de la izquierda se disipan en el debate coyuntural. No existe planteamiento alguno ni profundidad del porque de las cosas, de los sucesos, andamos empantanados con nuestras propias ideas, la hacemos perder en la vorágine de los acontecimientos sociales.

Autor: Alfredo Graell.

Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP).

 

Enviado a SURCOS por el dirigente sindical panameño Fernando Rangel Cruz, secretario de Relaciones Intersindicales e Internacional de la Central Nacional de Trabajadores de Panama (CNTP).