La pandemia solo puede detenerse con solidaridad cívica

Miguel Sobrado

El Coranovirus está tomando velocidad. Los infectados se duplicaron cada 3 días hasta el 16 de marzo y aunque disminuyó en los últimos días por las acciones del Ministerio y la Caja, sin embargo, si no interviene cada comunidad conjuntamente con las autoridades de salud, tendremos 6000 afectados al 15 de abril. Como el 10% debe ser hospitalizado, esto es más de 600 pacientes, se puede saturar la capacidad hospitalaria y los médicos podrían verse obligados escoger a quien salvar y a quien dejar morir, como está sucediendo en Italia y España.

Costa Rica está sometida a una prueba de ciudadanía y solidaridad. Una parte importante de la población está reaccionando positivamente, siguiendo las indicaciones del Ministerio de Salud y la Caja estableciendo medidas preventivas y aislando a los ancianos, otra parte aunque quiere aislarse tiene que salir a las calles para conseguir el alimento vital. Un tercer grupo, bastante numeroso por cierto, se burla de las disposiciones sanitarias y organiza fiestas y reuniones donde se difunde exponencialmente el virus.

La Costa Rica respetuosa y responsable está dando ejemplo de civismo, sus huestes deben reforzarse con ayuda alimentaria a los miembros del sector informal que deben salir a la calle a ganarse la vida para que se puedan aislar. Esto exige un esfuerzo muy grande del Estado y de los gobiernos locales, de raspar la olla, de tal manera que todos colaboremos proporcionalmente.

Por otra parte hay que continuar con la información y educación de quienes niegan la gravedad de la situación, para que revisen su comportamiento. Los que no acaten las disposiciones deberán ser llamados a cuentas por atentar contra la salud y el interés público.