Las formas tienen que ver muchísimo en la consecución de los objetivos

José Luis Pacheco Murillo

Difícilmente se podrá lograr un propósito con manifestaciones en contra de los que deben aprobar ese propósito. Cuando la forma es de enfrentamiento y de señalamientos, las respuestas serán, muy posiblemente de la misma manera y quizá con mayor ímpetu, provocando distanciamiento y dejando el camino que se debe transitar en el futuro lleno de escombros y de rupturas que deberán de corregirse y limpiarse pero que costará mucho lograrlo. La violencia engendra violencia.

Lo que ha venido sucediendo entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo evidencia una relación poco amistosa y mucho más distante que lo que debería de ser.

Dos resellos en una semana, para establecer como ley de la República dos proyectos que el Poder Ejecutivo consideraba que tenían que aprobarse de manera diferente y modificaciones significativas al proyecto de presupuesto presentado por el ejecutivo y palabras fuertes de unos y de otro, demuestran que las cosas no van por buen camino entre ambos poderes.

Lo que llama la atención es la poca eficiencia en el diálogo por parte de la responsable de que esa relación sea lo más fructífera y sana posible. Me refiero a la ministra de la Presidencia. Ante la presentación del presupuesto el diálogo debe ser de mucha cercanía y apertura para que se comprendan los porqués se presenta de esa forma y se convenza con razones sobre su aprobación y valorar si a través de ese diálogo se vislumbra que las cosas no serán las que se pretenden y tratar de modificar aquello que se pueda para así mantener la puerta abierta para futuras negociaciones.

Hoy, las cosas se han puesto muy difíciles y aún quedan muchos proyectos en el debate legislativo que deben ser discutidos y para ello el poder ejecutivo debe volver a un diálogo abierto y apegado al respeto institucional si desea su aprobación en los términos en que han sido propuestos.

Dios quiera que, por el bien del pueblo y el futuro del país, las aguas vuelvan a su cauce y se den los acercamientos necesarios entre ambos poderes para que se logre la mayor producción de leyes y estas sean de la calidad necesaria para satisfacer las necesidades que hoy tenemos.