Nuestro océano

UNA: Día Mundial de los Océanos

Por Gabriel Campos Rojas

El gran océano azul del planeta Tierra alberga gran cantidad de seres vivos. Su temperatura, sus componentes químicos y sus formas de vida también hacen que el plantea sea habitable. Fenómenos climáticos, múltiples alimentos e incluso la mayor parte de la producción de oxígeno mundial, provienen y son regulados por este (Organización de las Naciones Unidas [ONU], s.f.). Los océanos producen incontables servicios ecosistémicos que son esenciales para la humanidad, pero el cambio climático, la escasa o inefectiva regulación de actividades que se llevan a cabo en el medio marino, la contaminación; entre otros aspectos, están causando la pérdida de los ecosistemas marinos (Rodríguez y Reul,2011).

Mirador de Manzanillo, Talamanca, Limón, Costa Rica. Fuente: Campos (2016).

Algunos datos importantes de los océanos son los siguientes: cubren tres cuartas partes de la superficie de la Tierra, albergan a 200 mil especies de animales (aunque se estima pueden ser millones), absorben el 30% del dióxido de carbono producido a nivel mundial, más de un tercio de la población mundial vive en áreas costeras y proporcionan la mayor fuente de proteína del planeta. Además, se calcula que más de tres mil millones de personas dependen de sus recursos como sustento y la pesca marina genera más de 200 millones de empleos (ONU, s.f.).

Los datos anteriores reflejan por sí solos la relevancia de los ecosistemas marinos para el ser humano. Proporcionan alimento, agua, regulación climática y son fuente económica y de subsistencia para miles de personas. Asimismo, los océanos generan cultura, turismo e identidad. En América Latina, los recursos que proporciona el mar han sido fundamentales en el desarrollo del turismo y la gastronomía, lo que se ha convertido en elementos básicos de la cultura y la identidad de la población (Agardy, Vignati, y Gómez-García, 2017).

Golfo de Golfito, Golfito Puntarenas, Costa Rica. Fuente: Chavarría (2017).

A pesar de lo mencionado, existen múltiples problemas que están afectando los ecosistemas marinos, lo cual provoca repercusiones negativas para todos los seres vivos. Entre los problemas señalados se encuentran: la pesca insostenible e ilegal, el tráfico marítimo, la ineficiente gestión de los litorales, la escaza protección de los océanos, los efectos del cambio climático y la contaminación por residuos y acústica (Pozo y Fernández, 2018).

También es importante destacar que más de cinco millones de toneladas de aceite terminan en los océanos, con frecuencia se encuentran animales marinos con partículas de plástico en su contenido estomacal, el ruido daña la salud de los animales acuáticos puesto que dificulta su alimentación, migración y reproducción, y la contaminación de los ríos ocasiona problemas graves en los ecosistemas marinos. Estos datos son preocupantes, debido a que los animales que habitan los océanos se están extinguiendo cinco veces más rápidos que los terrestres, lo que afecta negativamente la producción de servicios ecosistémicos brindados por los océanos (Pozo y Fernández, 2018).

Ante la problemática señalada, se deben efectuar acciones para evitar un colapso en los ecosistemas marinos. El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 se dirige a Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos; esto requiere de una gestión prudente para la protección y administración de las áreas marinas de forma responsable y equitativa. Para ello se necesita trabajar de forma articulada desde el Estado, la academia, la industria pesquera, los Organismos de Cooperación Internacional y Organizaciones No Gubernamentales; también deben involucrarse los pequeños y medianos pescadores, así como la sociedad civil en general, para proteger y hacer uso sostenible de los ecosistemas marinos. Esto es particularmente importante en Costa Rica, que su mar territorial abarca el 92% de la extensión total del país.

Por Gabriel Campos Rojas, 08 de junio del 2019

gabriel.campos.rojas@est.una.ac.cr

Programa CAMBIOS, Escuela de Planificación y Promoción Social, Universidad Nacional (UNA), Heredia, Costa Rica.

Bibliografía

Agardy, T., Vignati, F., & Gómez-García, R. (2017). Beneficios de los Océanos: Biocomercio azul y los servicios ecosistémicos Latinoamericanos. Recuperado de http://scioteca.caf.com/handle/123456789/1011

Campos, G. (Fotógrafo). (2016, 03 de abril). Mirador de Manzanillo [Fotografía]. Manzanillo, Talamanca, Limón, Costa Rica.

Chavarría, K. (Fotógrafa). (2017, 22 de julio). Golfo de Golfito [Fotografía]. Golfito, Puntarenas, Costa Rica.

Organización de las Naciones Unidas [ONU], (s.f.). Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. Recuperado de https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/oceans/

Pozo, M. y Fernández, A. (2018). La pesca insostenible e ilegal, la pésima gestión del litoral o el tráfico marítimo, los grandes males. Recuperado de https://didacticacienciasugr.es/docs/ciencia-abierta/2018/granadahoy-ciencia-abierta-20180717.pdf

Rodríguez, J., & Reul, A. (2011). Biodiversidad y servicios de los ecosistemas marinos. Uciencia, (8), pp. 34-37. Recuperado de https://riuma.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/4521/34_revistauciencia05.pdf?sequence=1

 

Enviado por M.Sc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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