Comunicado:
El presidente de la República Carlos Alvarado ha puesto en su justa dimensión el fallo de la OMC sobre la restricción a la importación de aguacate mexicano a Costa Rica. El fallo no dice que Costa Rica debe quitar la medida, sino que, si la mantiene, debe manejarse dentro de estándares internacionales, atendiendo el peligro que representa para la producción nacional el ingreso de la enfermedad mancha de sol o sunblotch del aguacate.
Según los estudios realizados, esta enfermedad no se ha encontrado en Costa Rica, mientras que en México sí. El presidente Alvarado también indicó la importancia de que Costa Rica defienda la producción nacional del ingreso de plagas y enfermedades que amenazan la agricultura, como se ha hecho también en el caso del banano. Misma reiteración que el presidente de Francia Emmanuel Macron ha hecho recientemente de que la seguridad alimentaria de los países no puede estar sometida a las leyes del mercado.
Es necesario aclarar que el fallo no se refiere a la barrera impuesta en el 2015, como equivocadamente se ha informado, sino a las medidas sustitutivas dictadas en el 2018, que dejaron sin efecto la prohibición del 2015, y que permiten la importación de aguacate de cualquier procedencia -México incluido- siempre y cuando se cumpla con al menos una de las siguientes tres condiciones: 1. Que la fruta venga con un certificado oficial de que está libre de sunblotch. 2. Que la fruta provenga de una plantación declarada oficialmente libre de sunblotch, o 3. Que se establezca un protocolo bilateral para definir las medidas a tomar. También se indica en las nuevas medidas que los envíos serán sometidos a pruebas de laboratorio a su arribo al país. Es decir, no se prohíbe, pero se establece una normativa que ha incomodado los intereses de un sector particular: los importadores.
El fallo de la OMC argumenta que la prueba científica presentada por el Servicio Fitosanitario (SFE) del Estado es insuficiente para demostrar, a ciencia cierta la ausencia de la enfermedad en el país. La razón es que el censo realizado por el SFE y analizado por la UCR en todas las plantaciones comerciales, no significa demostración de ausencia, según la OMC y que, para tener certeza, debieron muestrearse, además de las plantaciones comerciales, árboles de patios de casas (lo cual no está contemplado en las normativas internacionales de medidas fitosanitarias (NIMF) pertinentes, NIMF 6 y NIMF 8).
Los demás alegatos derivan de esta supuesta y cuestionable omisión, y con base en ello concluyen que, al no demostrarse la ausencia de enfermedad, entonces hubo un trato discriminatorio hacia los productores mexicanos. Como país respetuoso del ordenamiento jurídico internacional, deberemos actuar en consecuencia, como lo indica el presidente Alvarado, pero la defensa de la producción nacional del aguacate, sus múltiples variedades de gran calidad adaptadas a diferentes climas es una demanda justa y soberana.
El aguacate es una fruta de consumo tradicional desde tiempos precolombinos, de vital importancia en la gastronomía costarricense. Por tal razón, el Partido Acción Ciudadana insistirá por todos los medios legales y culturales en la defensa de la producción nacional del aguacate y sus variedades criollas, como lo hacen los países desarrollados, los cuales han entendido el valor estratégico de la producción agropecuaria para la seguridad alimentaria y para el fortalecimiento de las comunidades rurales.
¡Apoyemos el consumo y la producción nacional del aguacate nacional!