Siempre serán los rusos
José Luis Callaci
Para los que padecen de esa patología conocida como “rusofobia», todo lo malo que haya pasado, pase ahora o en el futuro será siempre culpa de los rusos.
Nada de que asombrarse y los reclamos de poco sirven mientras esa enfermedad adquirida y alimentada por los «Ulises» modernos, la de la mentira vestida de verdad, siga recorriendo el mundo de los incautos y los dominados. El absurdo llega a unos extremos tales debido al abandono, o no uso, del sentido común y la propia lógica. Los rusos que se vieron obligados a intervenir con una acción militar limitada, en cuenta para proteger a los millones de rusos del Donbas, ante el genocidio cometidos por los «ucranazis», que llegaron al poder mediante un golpe de estado, propiciado por los enemigos de Rusia, atacan a la población civil» o sea a su propia gente.
Los rusos que ocupan la central nuclear recuperada «la están bombardeando». O sea, se están autobombardeando.
Los rusos que trasladan a los niños rusos a lugares seguros están «secuestrando niños». Fueron los rusos los que destruyeron su propio oleoducto y ahora llegan al extremo de afirmar que también una represa que afecta a una población, también rusa. La lista es larga y nada de que sorprenderse porque la vileza de los que quieren seguir dominando el mundo a su antojo es muy grande.
Todo esto lo dicen y divulgan por baterías mediáticas y sin sonrojos, contando cuentos, o historias, pero al revés. El absurdo es de tal magnitud que ofende la inteligencia de las mentes y los corazones bien informados. ¿Quedó corta la descripción del mundo en la obra 1984? De nada sirven los irrefutables hechos y menos los reclamos ante aquellos que padecen de una de las peores fobias contra una determinada nacionalidad o pueblo. Ya se vivió en un relativo reciente pasado con una de las peores atrocidades y tragedias de la historia humana: el nazismo.