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Etiqueta: diversidad

Semillero Estudiantil para la Acción contra el Racismo UCR  invita a la obra de títeres infantil: «Amo mi melanina»

Los personajes Planti, Fauno, Pachaimilla y Ehécatl viajarán por cuatro mundos para obtener la sabiduría necesaria para recuperar el bosque destruido por la ignorancia. Caminarán juntos con el apoyo de Batsú y Dukur y aprenderán lo hermosos que son los colores de la diversidad.

Le invitamos el día miércoles 5 de junio a las 10:00 a.m en el Auditorio Emma Gamboa, ubicado en la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, San Pedro, Montes de Oca.

Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación de Costa Rica reafirma su compromiso con la ética y la profesionalidad

En un reciente comunicado a través de un video titulado «Colper Informa», la presidenta del Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación de Costa Rica (COLPER) Yanancy Noguera Calderón reafirmó el compromiso del gremio con la ética, la democracia, la paz, así como con el pluralismo, la equidad, la diversidad, y la tolerancia. Este mensaje surge en el contexto de la presentación del actualizado código de ética y deontología, una labor atribuida al tribunal de honor del COLPER, que busca ser el norte y propósito de los profesionales en su ejercicio diario.

La declaración se da en un momento crítico, mencionando un incidente ocurrido el pasado lunes 1 de abril, descrito como un capítulo nefasto en la historia reciente contra el ejercicio del poder. En particular, durante una comparecencia en la comisión especial investigadora de las contrataciones del SINART, el COLPER defendió la asignación de publicidad estatal basada en criterios técnicos y profesionales, destacando la importancia de orientarla a una pluralidad de medios con la audiencia y alcance necesarios.

Sin embargo, el discurso de la diputada Pilar Cisneros, quien, según la presidenta de la junta directiva de COLPER, parece desconocer los propósitos del colegio y dicho discurso criticado por utilizar discursos de odio y violencia política, fundamentados en la desinformación y la posverdad. Este hecho resultó particularmente resaltable dado que Cisneros es profesionalmente periodista.

El 3 de abril, el Ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, cuestionó la institucionalidad del COLPER y su liderazgo, uniéndose a las voces críticas que, según la presidenta, buscan deshonrar la organización. Frente a estos ataques, el COLPER se reafirma en su fundamento legal y propósitos claros, comprometiéndose a atender las demandas de la sociedad desde una comunicación ética y justa, posicionándose contra las «nefastas voces de la desinformación y la posverdad».

El mensaje cierra con un llamado al diálogo honesto, abierto a críticas constructivas, enfatizando el papel de la prensa independiente frente a estrategias populistas y descalificaciones que buscan socavar su credibilidad y misión.

Puede acceder al video completo en esta nota.

Compartido con SURCOS por COLPER.

«¡VASCO NÚÑEZ GENOCIDA!» – película

Este martes 2 de abril se proyectó la película «VASCO NÚÑEZ GENOCIDA», dirigida por SalvaELGrillo. Esta película aborda un tema relevante y poco conocido: el primer genocidio transfóbico cometido por Vasco Núñez de Balboa.

La actividad se realizó en la Biblioteca Simón Bolívar, Universidad de Panamá.

El evento se realizó con motivo del Día de la Visibilidad Trans.

El tráiler de la película se puede ver en el enlace siguiente:

ARTÍCULO 1

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Las narrativas sobre la nación por estas fechas suelen llevar a la exaltación y la hipérbole. Es fácil caer en la tentación de sentirse parte de una comunidad imaginada, al decir de Benedict Anderson y entregarse a la parafernalia de la convocatoria sobre los valores que configuraron nuestra particular sociedad: igualitaria, labriega-sencilla, horizontal.

Cada tanto como decir 15 de setiembre una idea de patria se recrea, pero suelen aparecer resquicios que nos recuerdan que, pese a los históricos intentos políticos por igualarnos, igualiticos nunca hemos sido, como decía el politólogo Manuel Rojas Bolaños en su prólogo a la obra póstuma de Carlos Sojo Obando: “Igualiticos: la construcción social de la desigualdad en Costa Rica” (PNUD, 2010).

Entonces la diferencia debe ser gestionada, valorada, aprehendida.

En el ritual de la celebración patria en la provincia de Heredia, un nutrido grupo de estudiantes, docentes, administrativos y padres y madres de familia del Centro de Enseñanza Especial de Heredia (CEEH) encabezó el desfile.

Ataviados con ropajes patrios, instrumentos, sillas de ruedas y dispositivos para la movilidad, las y los estudiantes desfilaron 900 metros acompañados y acompañadas de sus maestras y maestros, sus tutoras. Los mismos 900 metros que recorrió Andrea junto con su maestra y acompañante, los caminó el joven de la Banda del Liceo local. Este es el verdadero sentido de la inclusión: en acciones como estas, que no solo son afirmativas sino reforzadoras de esa noción, se ganan las distintas poblaciones centímetros en sus luchas por el reconocimiento, la autonomía y la igualdad en la diferencia real y efectiva.

A su paso por el centro de la ciudad la histórica sirena de un emblemático comercio herediano les daba la bienvenida. Y el público aplaudía quizá pensando hacia adentro, muy adentro, en lo que se ha hecho como sociedad para proporcionar a estas poblaciones equitativas condiciones materiales, pedagógicas e infraestructurales y no seguirlas marginando en las acciones cotidianas, las prácticas sociales y las políticas públicas.

Mientras la delegación desfilaba con orgullo y alegría, a los costados de las calles, en las aceras, allí donde el público se apostaba y aplaudía frenético a su paso, empezaba uno de los mayores obstáculos para la integración de estas poblaciones: las barreras de acceso.

¿Ha pensado usted en cuán dificultosas son nuestras aceras para poblaciones con dispositivos de transporte, tales como las sillas de ruedas? Este es tan sólo uno de los indicadores que debemos trabajar más y más rápido como sociedad para equiparar los derechos de todas y todos, sin importar las diferencias.

No está de más recordar que las instalaciones del Centro de Enseñanza Especial son parte de esa vergonzosa lista de infraestructura educativa que debe ser intervenida con urgencia por el Estado ante su precaria situación, que limita la posibilidad de cumplimiento de toda la normativa nacional e internacional que Costa Rica ha firmado en materia de inclusividad.

En 2015 entró en vigencia la modificación al artículo No.1 de la Constitución Política que reconoce la pluralidad y la diversidad en el país. Durante su presentación en las actividades de conmemoración de Heredia, las y los estudiantes del CEEH materializaron el espíritu de esta normativa, al tiempo que visibilizaron desde la motivación y la alegría con que participaron, los desafíos que tenemos en nuestra sociedad para procurar una gestión real y efectiva de las diferencias.

Las fotografías son de la página en Facebook del Centro de Enseñanza Especial de Heredia (CEEH).

UCR, Voz experta: La importancia de una formación humanista en un país multiétnico y pluricultural

Verónica Jerez Brenes

Por: Verónica Jerez Brenes

Cuando las personas visitan la página de la Escuela de Estudios Generales se encuentran con las siguientes frases: “Los Estudios Generales son el conjunto de cursos que fundamentan la formación universitaria, basados en perspectivas humanistas y en el desarrollo de pensamiento crítico. El Humanismo es la reflexión sobre el ser humano y su condición en el mundo. Su fin es buscar de manera permanente y libre, la verdad, la justicia, la belleza, el respeto a las diferencias, la solidaridad, la eficacia y la eficiencia.” Esto lo vivimos día a día en las aulas, las personas matriculadas en los cursos de Humanidades rompen su burbuja, muchos salen de sus comunidades para enfrentarse a nuevos retos, uno de ellos, es tomar conciencia de que Costa Rica es multiétnica y pluricultural. Tendrán compañeros y compañeras que vienen no solo de distintas localidades, sino que se han enfrentado también a situaciones producto de su condición de género y etnia.

La historia de un país es algo vivo y en constante cambio. Tradicionalmente, en Costa Rica, se implementó de manera exitosa esa visión de los liberales del siglo XIX en la que, se nos decía que los costarricenses provenimos de un grupo homogéneo desde el punto de vista étnico. Nada más alejado de la realidad pues basta con revisar las Genealogías de Cartago, de Monseñor Sanabria, o los libros de parroquia de las distintas iglesias en los cuales se registraba la presencia de población de distintas etnias, esto fruto del pasado colonial: mulatos, mestizos y muchos otros grupos nacidos del proceso de mestizaje, muy a pesar de la intención inicial de las autoridades españolas para que esto no ocurriera.

Como se ha mencionado, ese proyecto de los liberales del siglo XIX había mirado hacia dentro del Valle Central, con una interpretación del ser costarricense que negó la presencia de grupos indígenas y afro, a pesar de sus menciones en crónicas coloniales. Estos grupos han estado presentes a lo largo de la historia, han tenido participación y relevancia en el devenir histórico nacional. Se parte del principio de igualdad ante la ley garantizado por la legislación nacional y por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, disfrutamos y defendemos los derechos de primera generación, pero bajo esto muchas veces persisten practicas sociales excluyentes, se pasa por alto la importancia de preservar los elementos distintivos de cada pueblo: formas de vestir, peinarse o preparar platillos nos hablan nuestra propia historia o, mejor dicho, de muchas historias.

Contrario a esos mitos que nos hablan de la homogeneidad étnica nos encontramos con los pueblos originarios que aún reclaman su derecho a la tierra y la visibilización de sus luchas. Si bien estamos conscientes de que durante el periodo colonial se produjo una disminución de la población originaria debido a múltiples factores como la muerte por las enfermedades provenientes de Europa y el mismo proceso de mestizaje, sería erróneo decir que desaparecieron por completo; y algunos de los grupos que permanecieron se vieron obligados a trasladarse, especialmente con la fundación de los llamados pueblos de indios fuera del Valle Central.

Ya lo había mencionado Miguel Rojas Mix en su texto de 1991 cuando nos hablaba de los “cuatro abuelos” o para ser más claros podríamos decir abuelos y abuelas -esto como una forma de reconocer el aporte de las mujeres a lo largo de historia- tomando en cuenta que provenían de los pueblos originarios, de los peninsulares, las personas en condición de esclavitud traídas al continente y, ya desde mediados del siglo XIX y la primera mitad del XX: los inmigrantes. Estos llegaron con la construcción del ferrocarril y las plantaciones bananeras, fueron italianos, chinos, jamaiquinos y antillanos, solo por mencionar algunos. Esto nos pone en evidencia que, de alguna manera, los grupos indígenas y afrocoloniales fueron de alguna manera asimilados o invisibilizados posterior al proceso de Independencia buscando, como bien lo indica Diana Senior: “la homogenización sociocultural que dichos representantes políticos, desde sus propias perspectivas, habían entendido como necesarias para limar (aunque parcial y artificialmente), las discrepancias que pudiesen surgir durante los procesos de construcción de las respectivas Repúblicas en Centroamérica” (Senior, 2018, p 194).

Con las nuevas olas migratorias a inicios del XX y asociada con la ideología del progreso, resurge el tema de la población diversa étnicamente debido al tipo de trabajadores que llegan a Costa Rica, estas personas vienen en una condición distinta, es mano de obra libre y se ubica en la zona del Caribe. Son personas que traen otro idioma, religión y prácticas culturales distintas y que los consideran como extranjeros. Los estados ven en el pasado colonial “el atraso” nuevamente hacen eco de las diferencias étnicas como parte de sus discursos con miras al “blanqueamiento” de su población, unas veces de forma tácita como la negación de la diversidad y de su presencia como el caso de los grupos indígenas en Costa Rica, y otras en manifestaciones concretas al emitir directrices acerca de la negativa de recibir a determinados grupos de población migrante como mano de obra.

En este sentido, los procesos educativos escolares fueron exitosos al promover el mito de la blanquitud y el pacifismo, especialmente con una enseñanza de la historia nacional centrada en las efemérides y que reconocía esa “diversidad” si acaso unos cuantos días al año y que está pensada en una perspectiva vallecentralina. En el 2016 un estudio de Campos, Raventós y Barrantes, sobre la composición genética de los costarricenses nos revela como una sociedad multiétnica y que varía su composición étnica en las distintas regiones del país, mostrando desde otra disciplinar que somos una sociedad multiétnica.

Por eso la reflexión en las aulas debe estar acompañada por la capacidad que ofrece la investigación y la docencia, y por medio del intercambio de información para conocer sobre otras culturas ya sea dentro o fuera del país; los cursos de Humanidades se abren como espacios que nos posibilitan reconocer el valor de la diversidad en un sentido amplio. A través de una formación humanista tendiente al diálogo y al pensamiento crítico podremos sobrepasar esas fronteras invisibles que nos dicen que dependiendo de cómo nos vemos o nos ven pertenecemos a cierta parte del territorio nacional, casi como negando la posibilidad de trasladarnos libremente por el país y de practicar libremente las expresiones culturales propias, cayendo en un juego que nos dice que debemos abandonarlas para “encajar”, donde más bien, estamos en un momento en el que el rescate de lo que nos hace ser costarricenses debe estar basado en los aportes de las distintas culturas y etnias que conviven en el territorio nacional.

 

Prof. Verónica Jerez Brenes
Profesora Escuela de Estudios Generales. Universidad de Costa Rica, UCR

Un gesto cobarde

Por Memo Acuña (sociólogo y escritor costarricense)

La lucha contra la discriminación es continua y no se detiene. Plantea desafíos improrrogables y la tarea pareciera no concluir, dados los acontecimientos que lo confirman en lo cotidiano.

En Costa Rica esa disputa contra discursos y prácticas discriminatorias no cesa. Son cientos de ejemplos de cómo nacionalidad, género, color de piel, preferencia sexual y clase resultan categorías definitorias de un proceso irreversible, en franco deterioro en las interrelaciones sociales y la convivencia.

Hemos dicho en esta columna que toca refundarnos. Volver a redactar la letra menuda de un contrato social que debiera integrarnos a todos y todas. Esa actitud debe pasar justamente por un ajuste en el que debiéramos empezar por el principio.

Convendría entonces revisar nuestros vínculos. Asumirnos como comunidad de distintos en la diversidad. Eso es justamente lo que nos falta. La ausencia declarada de horizontalidad.

Un reciente juego de futbol de primera división desarrollado en el Pacífico costarricense tuvo que ser intervenido dos veces con el protocolo indicado por actos de homofobia y racismo. Dos veces.

La implicación social de este acontecimiento no es menor si se considera la asistencia de niños, niñas y jóvenes al evento. Irán naturalizando estas prácticas y del acto simbólico al físico sólo habrá un paso.

Un grito homofóbico y un insulto racista en un juego de fútbol sólo expresan la decadencia a la que asistimos. El contexto también es importante ya que la zona pacífica del país es objeto en la actualidad de una violencia generalizada propiciada por grupos criminales que pugnan por el control de sus territorios. Pobreza, desigualdad y fractura social son rasgos que caracterizan esa región.

Pero un grito homofóbico y un insulto racista también señala la cobardía de un gesto que escudado en el anonimato del colectivo encuentra su mejor forma para desarrollarse.

Es necesario no solo parar un partido de fútbol por estos actos. Es necesario detenerlos y cambiarlos por acciones formativas en materia sociocultural.

La tarea sigue siendo necesaria.

QUINCE UCR celebra el mes del orgullo y la diversidad

Somos Diversidad.

El sistema universitario de televisión se pinta de orgullo

A partir del lunes 20 de junio, bajo el contexto del mes conmemorativo de las luchas por los derechos LGBTIQ+, Quince UCR lanzará una campaña bajo el nombre #SomosDiversidad, con el fin de visibilizar, conmemorar y celebrar las diversas luchas y experiencias contenidas dentro de la población LGBTIQ+.  

El sistema universitario de televisión se pinta de orgullo y, mediante sus diversas plataformas, ofrece una serie de contenidos para los diversos matices de la diversidad sexual y la identidad de género desde una postura tanto educativa como reivindicativa.

Ciclo de Cine #SomosDiversidad

Desde el Lunes 20 hasta el Miércoles 29 de Junio, Quince UCR estará transmitiendo un ciclo de películas de ficción y documentales centradas en distintas representaciones de la diversidad. 

Iniciando el lunes 20 a las 5pm  con el documental Cálido Afuera, bajo la dirección de Sofía Corrales y David Ulloa, (con repetición el sábado 25 a la 1pm y 9pm) quienes retratan las primeras postulaciones a diputaciones en Costa Rica de personas que se consideran abiertamente parte de la comunidad LGTBIQ+, en medio de una campaña electoral marcada por las discusiones sobre los derechos de las personas sexualmente diversas. Seguido a las 5:30pm por el documental Deportistas trans: cuestión de identidad y respeto, documental  que relata cómo para la mayoría de atletas de élite el deporte es una pasión que les acompaña desde la infancia. Pero para los deportistas transgénero, es aún más que eso: es un escudo que les protege de la incomprensión, y también lo que les permite recabar ese respeto que echan en falta cuando de su identidad sexual se trata. Pero su participación en competiciones está abierta a debate, y no todos se pronuncian en su favor, por ejemplo: ¿tiene ventaja una mujer trans al participar en categorías femeninas?

El martes 21 a las 5pm se transmitirá el documental La comunidad LGTB+ en los Balcanes – En lucha por la igualdad de derechos, el cual relata como la política y la Iglesia suelen determinar todavía la forma de pensar y de actuar en los Balcanes. De ahí que la comunidad LGBT+ de esta región considere de enorme importancia a sus principales representantes. Este documental tendrá repetición el viernes 24 a las 5pm. 

El miércoles 22 a las 5pm podrán disfrutar de Nací de nuevo en Berlín – Hombre con recuerdos de mujer, la historia de Ali, quien es sirio y nace en un cuerpo femenino con el que no puede identificarse. Los demás lo consideran una mujer llamada Oula. Se casa con un hombre y vive según las estrictas tradiciones de su familia. Pero se siente varón. El jueves 30 se retransmitirá a las 9pm.

El jueves 23 se transmitirán dos documentales, Intersexualidad: naturaleza indecisa, a las 5pm, el cual retrata como en una de las zonas más deprimidas de República Dominicana se suman la pobreza y un peculiar problema: el de las personas intersexuales, a quienes se asignó un sexo biológico al nacer y que experimentan desconcertantes cambios corporales al llegar a la pubertad. Para algunos, la solución podría ser una cirugía reconstructiva que les asigne el sexo con el que se autoperciben pero es cara y ni siquiera llega a resolver el trauma social que sufren desde muy temprana edad. Seguido por Reflejos Comunes, a las 5:30pm, (con repetición el sábado 25 a las 2pm y a las 9:30pm) un documental nacional dirigido por Valeria Salas Montero, el cual narra la vida de mujeres trans que viven en la Costa del Pacífico, Puntarenas, Costa Rica, una de las provincias más abandonadas por el gobierno del país. El documental retrata la lucha de estas mujeres con su salud mental mientras intentan sobrevivir en un mundo que las violenta constantemente. El documental está narrado por ellas y para ellas.

El lunes 27 a las 9pm tendremos el estreno de El Ruiseñor y la Noche, largometraje seleccionado en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, documental que relata la relación de Chavela Vargas y Federico García Lorca, dos creadores anacrónicos, son los protagonistas. La poesía y la música son el lugar de sus encuentros. Chavela Vargas cuenta que cuando habitó en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en el mismo cuarto en el que Federico García Lorca vivió décadas atrás, solía recibir la visita de un pájaro amarillo que contenía el alma del poeta español. La cantante nonagenaria, emblema hispanoamericano, en su último año de vida cumple su último deseo: hacerle un homenaje al poeta alegórico de Granada y finalmente, reunirse con su amigo en las filas de la muerte. «El Ruiseñor y la Noche» es un documental que narra la transición de Chavela de la vida a la muerte, su unión con Federico, disolviendo la frontera entre estos dos mundos y entre la realidad y los sueños.

El martes 28 de junio a las 9pm se estrenará el documental costarricense Callos, ganador del premio especial del jurado en la séptima edición de CRFIC y parte de la selección del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, retrata los pensamientos y los cuerpos de tres muchachos, que queer son atravesados por la crisis de derechos igualitarios en la Costa Rica del 2018. 

Y el miércoles 29 de junio a las 9pm se estrenará el largometraje de ficción Temblores, del reconocido director guatemalteco Jayro Bustamante, película ganadora del Premio del Público en el Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse, y Mejor Largometraje Centroamericano en la octava edición del CRFIC. Temblores relata la historia de Pablo es un hombre de 40 años, casado y padre de dos maravillosos niños. Es un modelo a seguir y un cristiano evangélico practicante. Pero su perfecta vida tradicional comienza a quebrarse cuando se enamora de un hombre y sus sentimientos entran en conflicto con sus creencias. Su vida se convierte en un infierno de intolerancia represiva cuando su familia y su iglesia deciden hacer lo que sea preciso para «curarle», forzándole a reprimir sus impulsos mediante terapia.

Producción propia #SomosDiversidad

Durante este ciclo de cine se estarán transmitiendo cápsulas de entrevista con las personas directoras de Reflejos Comunes, Temblores, El Ruiseñor y la Noche, y Callos. Contaremos con Valeria Salas Montero, Jayro Bustamante, Rubén Rojo Aura y Nacho Rodríguez relatando un poco de la importancia personal que implicó dirigir estas películas. 

Acompañados de estos vendrán personas expertas y representantes de colectivos organizados por los derechos de las personas LGBTIQ+, para contextualizar los contenidos del largometraje y la importancia de visibilizar la diversidad en pantalla.  

Contaremos con figuras activistas como lo son: Dayanna Hernández, mujer transactivista fundadora de Transvida, Shi Alarcón, mujer feminista y directora de la organización Casa Rara, Ana Rita Argüello de ACCEDER, organización que vela por erradicar la discriminación basada en el género, orientación sexual e identidad de género, y Cristian Caamaño de Jóvenes Positivos LAC, organización que vela por el reconocimiento de la equidad de género y respeto a la diversidad. 

Además de estas voces activistas contaremos con figuras académicas e investigadores quiénes hablaran de la importancia de la representación. Entre estos se encuentran Amanda Alfaro Córdoba, investigadora y docente de estudios cinematográficos, Priscila Alfaro, investigadore de cine y filosofía, y Camilo Retana, profesor e investigador en artes y sociedad.

Vení Que Te Cuento

Tanto en nuestras redes sociales como en pantalla podrán ver las intervenciones de Vale Conejo, presentadora de Vení Que Te Cuento y estudiante de la UCR. Una sección de informativos cortos donde este mes estarán desarrollando temas explicativos alrededor de la población LGBTIQ+, guionizados por Ale Vílchez estudiante de Comunicación Colectiva de la UCR. 

Durante este mes de junio, Vení que te Cuento nos explicará el significado del acrónimo LGBTIQ+, explicará el concepto de Rainbow Washing, nos dará un histórico de los inicios de la lucha por los derechos LGBTIQ+ y hará una reflexión sobre la implicación del término Salir del Clóset. 

A partir del martes 21 podrán ver las cápsulas en nuestras redes sociales, y los informativos se estarán transmitiendo por televisión a lo largo del mes.

Nuevos títulos en QuinceUCR.TV

A partir del viernes 24 de junio, las películas del ciclo de cine “Somos Diversidad” estarán disponibles en la plataforma de contenidos de QuinceUCR en su versión web y en las aplicaciones para IOS y Android. Dichas producciones estarán por un periodo de un mes y se podrán ver de manera gratuita, solo ingresando a la plataforma con su usuario y contraseña.

¿Dónde veo Canal QUINCE? 

QuinceUCR en Internet: www.quince.ucr.ac.cr 

Canal 15.1 

Canal 15 Tigo Digital 

Canal 15 Coope Alfaro Ruiz 

Canal 15 Kölbi Hogar TV 

Canal 15 Cablesantos 

Canal 15 Telecable 

Canal 15 Cable Victoria 

Canal 16 Liberty Digital 

Canal 18 Coopelesca 

Canal 61 Liberty 

Más info en quince@ucr.ac.cr  

2511-1515 

La huida: una obra de teatro LGBTIQ que presenta el Colectivo Talium Escénico

La obra de teatro “La huida» se presentará en el Teatro de la Aduana del 12 al 22 de mayo, a las 7 p.m. (domingo a las 5 p.m.). 

El Colectivo Talium Escénico nace en marzo de 2018, por la iniciativa de 5 colegas de Teatro que, motivados por la división social que había causado el tema del matrimonio igualitario en Costa Rica, deciden unirse para crear desde la escena, compartiendo una visión: nuestra humanidad en la diversidad.

En la obra “La huida” se recuperan historias reales, cuya representación artística busca transmitir el dolor y el trauma, asociado a experiencias de migración, violencia y discriminación que experimentan personas LGBTIQ en Centroamérica. 

Los boletos se pueden adquirir aquí: boleteria.teatromelico.go.cr

Un ataque directo al corazón de los principios republicanos, contra la democracia y el Estado social de Derecho

Movimiento Diversidad Abelardo Araya

Uno de los derechos democráticos fundamentales, es aquel que tutela la libertad religiosa, es decir, el derecho de cada persona a profesar la fe que prefiera, y hacerlo sin ser de ninguna manera importunada, ni mucho menos perseguida. En las sociedades contemporáneas, complejas y heterogéneas, tal cual es la sociedad costarricense actual, la plena vigencia de este principio exige que exista cierta saludable distancia entre la política y, en general, el manejo de los asuntos públicos, respecto de la religión. Porque, en un contexto democrático y republicano, al Estado de derecho le toca velar por el respeto de todas las expresiones religiosas, con especial atención a las religiones minoritarias que, por ello mismo, podrían en mayor grado ser vulnerables. Lo cual materializa un principio republicano fundamental, que aspira a la plena igualdad ante la ley, y, por lo tanto, a la supresión de cualquier tipo de privilegio a favor de un sector u otro de la sociedad.

En Costa Rica, según un estudio del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP-UCR), publicado en julio de 2021, el 47,5% de la población se declaraba católica, y un 19,8% evangélica. De tal modo, cerca del 33% de la población costarricense -una de cada tres personas- se identifica con otras denominaciones religiosas (como el judaísmo o el islamismo), u otras formas de espiritualidad, o bien son personas que se consideran a sí mismas agnósticas o ateas.

Claramente tenemos ante nuestros ojos la realidad de una sociedad compleja y diversa. Frente a eso, los principios fundamentales del republicanismo, la democracia y los derechos humanos, establecen una obligación ineludible: en este multicolor conglomerado social y humano, ninguna persona merece menos respeto que cualquiera otra, indistintamente de si es católica, evangélica o de otra confesión religiosa, o si es no creyente. Por otra parte, esa es la base, absolutamente indispensable, en que descansa el principio de libertad religiosa.

Alarma que los candidatos presidenciales que disputan la segunda ronda electoral, señores Figueres Olsen y Chaves Robles, no hayan dado muestras de entender claramente lo que eso significa, y de las grandes implicaciones que de ahí se derivan. El que llegue a ser presidente, debe ser presidente de todos y todas, y para todas y todos, sin distingo de fe religiosa. No puede gobernar condicionado a ninguna fe religiosa particular, sea esta la que fuere, porque al hacerlo así, automáticamente dejará por fuera a quienes no profesen esa religión.

Ahí está el germen de la violencia contra los derechos humanos, las libertades ciudadanas, la república, la democracia y el Estado social de derecho. Más aún, ahí está el germen que puede destruir la paz social.

Es gravísimo que haya líderes religiosos dispuestos a subordinar la democracia a su fe religiosa, a sabiendas de que, al hacerlo así, estarán atropellado los principios republicanos de igualdad ante la ley y de universalidad de los derechos humanos, en que se asienta nuestro Estado social de derecho y la democracia ¿Acaso no captan que su propia libertad religiosa depende del respeto a la libertad de las otras personas para tener una fe distinta, no tener fe alguna o, en fin, vivir otras formas de espiritualidad?

Más que terrible, es sumamente peligroso que haya candidatos presidenciales que subordinan su eventual gobierno a las consignas e imposiciones de una religión en particular, y todavía peor, cuando se firman documentos de compromiso, en que se llega al extremo de entregar en manos de los representantes de una religión particular, nombramientos en ministerios importantísimos como Salud, Educación y Relación Exteriores.

Detrás de esto hay un ataque directo al corazón mismo de la república y la democracia, orquestado por líderes religiosos que no tiene escrúpulo en imponer sus intereses inmediatos y directos, incluso en prejuicio de la paz social. Pero muchísimo más grave es que tengamos dos candidatos presidenciales incapaces de asumir, como les corresponde y es su obligación, una posición de defensa de los principios republicanos, y de resguardo de la democracia, el Estado social de derecho y los derechos humanos. Es indignante verlos claudicar, con tal grado de ligereza e irresponsabilidad, ante imposiciones abiertamente antidemocráticas y contrarias a la igualdad y los derechos humanos.

Hacemos un llamado vehemente a ambos candidatos presidenciales para que enmienden de inmediato la peligrosa deriva antidemocrática y antirrepublicana en la que se han embarcado. Y ante la ciudadanía costarricense, advertimos acerca del grave peligro que esto comporta. La democracia y el Estado social de derecho están siendo puestos en gravísimo peligro.

Por el Movimiento Diversidad Abelardo Araya

Luis Paulino Vargas Solís

Cédula 2-0327-0373

Erika Susana León Rey

Cédula 1-0871-0011

Víctor Hugo Monge Aguilar

Cédula 1-0432-0270

Los otros juegos

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

La imagen dura unos segundos porque a la producción de la televisión internacional poco le importan las acciones afirmativas, las protestas simbólicas, los actos reivindicativos. Más aún en un escenario amplificado en el que las audiencias alcanzan miles de millones en todo el planeta.

En primer plano, durante una exhalación, lo que dura el ojo reteniendo la imagen, aparece la atleta estadounidense Raven Saunders en la ceremonia de premiación de la disciplina de lanzamiento de bala. Con una distancia de 19,79 metros, Saunders se hizo acreedora de la medalla de plata.

Allí, justamente al momento de colgarse la presea en su pecho, levanta las manos cruzadas y las suspende durante unos segundos en el aire, quizá los segundos que le tomó a la producción de la señal internacional decir: “vamos a otra cosa”. Y fueron a otra cosa. Y la acción simbólica no volvió a aparecer en pantalla. Al menos en la transmisión en vivo.

El gesto de la mujer reivindicaba la lucha contra la depresión y colocaba en primer plano la condición de las personas afroamericanas y de los colectivos LGTBI a nivel global. Una interseccionalidad que Raven representa y por la que ha experimentado discriminaciones durante muchos años, al punto de haber intentado acabar con su vida luego de los Juegos Olímpicos de 2016.

La imagen duró unos segundos, su lucha, acaso, le tome toda su vida.

Lo que no pudo editar ni evitar la televisión internacional fue el gesto con que la gimnasta costarricense Luciana Alvarado cerró su participación en su rutina.

Pie al piso, puño en alto y la cabeza inclinada en reverencia hacia atrás, hizo un homenaje al movimiento “Black Lives Matters” que tomó auge luego del asesinato de George Floyd en Estados Unidos en 2020.

“Todos somos iguales y todos somos hermosos e increíbles” diría Alvarado al preguntársele sobre la acción final de su ejercicio, un acto bien planificado, incorporado de modo que la organización, a menudo inmaculada para estas cosas, no levantara resquemores por su significado político.

Levantó su puño como miles de puños levantados en el mundo.

Lo que no deja de ser político es el permanente sentido de humanidad cuando la persona decide simplemente ser. La disruptividad de algunas, porque han sido mujeres las de las acciones, ha sido quizá la marca registrada de los recién terminados juegos y quedó patentada una vez más con un acto de representación de la diversidad.

Contra las protestas de sus propias competidoras y entrenadores adversarios, Japón mostró por primera vez la participación de una atleta transgénero.

La neozelandesa Laurel Hubbard formó parte de la Halterofilia, actividad en la que no pudo pasar más allá de la primera fase con tres resultados negativos. Las protestas de sus contrincantes se basaban en una supuesta ventaja que tendría por su configuración muscular. “La terapia de transición rebaja las diferencias físicas y coloca a todos en un nivel parecido” han comentado algunos especialistas en estos temas.

Luego de su participación, Hubbard ha considerado retirarse del deporte. Durante años tuvo que soportar las protestas y negativas para que su participación fuera efectiva. Pero también sus tratamientos contra los dolores musculares le han mermado su potencia física para los pesos que debe levantar.

Sin embargo, otros kilos más importantes fueron superados por ella. Su trabajo fue hecho: visibilizar el derecho de los y las atletas transgénero a participar en los juegos olímpicos.

De ahora y en adelante, todas, todos, tendrán participación.

Al momento de escribir esta nota, se conoce de la presencia de cerca de diez mil personas provenientes de países africanos, asiáticos, suramericanos y caribeños en la frontera entre Colombia y Panamá. Algunos grupos ya han ingresado a Costa Rica por su frontera sur. Buscan transitar la región para llegar a Estados Unidos como destino final. Con suerte, serán reconocidos y reconocidas en los países de tránsito y aún en el destino, si es que lo logran, como personas refugiadas.

Desde los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016, el Comité Olímpico Internacional consideró prestar atención a este tema y conformó un equipo especial con personas refugiadas, representando a esa población.

En una cifra que crece, a junio de 2021 alcanzó 84,2 millones a nivel global, según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidad para los refugiados (ACNUR).

Una evidencia de que el ritmo depredador de sistemas políticos, religiosos, heteronormativos y los impactos de la acción de modelos económicos sobre el medio ambiente que provoca desastres y desplazamientos poblacionales ha venido en aumento, lo marcan justamente los cambios cuantitativos de este equipo olímpico entre unos juegos y otros: de 10 atletas en Río, pasó a 29 en Tokio.

El rostro de la joven siria Yusra Mardini ha sido tal vez el más representativo de este particular conjunto. Nadadora olímpica en las dos últimas ediciones, se convirtió en deportista de alta competencia luego de salvarse, salvar a su hermana y a un grupo de personas que buscaban refugio en las costas mediterráneas y estuvieron a nada de morir ahogados.

Ese fue quizá su mejor representación en el agua: preservar la vida.

Las historias compartidas nos reflejan esas otras marcas, los otros tiempos, las otras luchas, otras biografías que quizá no inundarán de gloria los abordajes mediáticos globlales por sus triunfos deportivos. Tal vez sus objetivos personales fueron otros: visibilizar, sensibilizar, acercar.

En estos, los otros juegos, lo han conseguido.