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Etiqueta: institucionalidad pública

Si Chaves no puede garantizar la democracia, nos toca a la ciudadanía hacerlo

Marco “Kiko” Palma/Juan Carlos Cruz

A propósito de la “advertencia” del presidente Chaves en el sentido de que él no puede garantizar la vigencia de la democracia en el país en caso de que se acentúe la crisis nacional, nos toca a la ciudadanía garantizarla. No es de recibo que las adversidades socioeconómicas sirvan de cama de germinación para el autoritarismo, la intolerancia y las restricciones democráticas.

Si bien la institucionalidad y las garantías democráticas, son en muchos casos formales, su defensa abre la posibilidad de pasar a la ofensiva ciudadana para su vigencia plena y su profundización.

La defensa de la institucionalidad, los derechos y garantías democráticas, puede constituirse en un eje aglutinador para la reorganización de los sectores sociales que hoy se encuentran desmovilizados e indiferentes frente a las diversas amenazas que se ciernen, no solo sobre el país, sino sobre le región y el mundo en general.

Hay muchos antecedentes en la historia de las luchas sociales, de cómo las crisis de cualquier tipo, se convirtieron en oportunidades de organización social, comunitaria, gremial, cultural, socio-productiva, entre otras, para avanzar en conquistas sociales. Estamos ante el reto de convertir la advertencia presidencial en un movimiento ciudadano por las garantías democráticas. Es tiempo de actuar.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Nunca hemos sido un “bazar” universitario

Osvaldo Durán Castro, Sociólogo ITCR, ecologista FECON

El rechazo por parte de la Sala IV del recurso de “inconstitucionalidad por omisión” que las universidades públicas presentaron en 2019 contra los artículos 5, 6, 11, 14, 17, 19 y 26 del Título IV de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, no sólo socava la autonomía universitaria si no que debilita a toda la institucionalidad nacional.

El rechazo del Recurso se da en un contexto de concreción de las amenazas.  Dos ejemplos son la intromisión del Ejecutivo en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), la destitución de su presidente ejecutivo y la descalificación de su autonomía, a raíz de la disputa por la posible ejecución del aumento de salario de 7.500 a la base, debidamente aprobado pero pospuesto por la pandemia.  El otro ejemplo es el “leñazo” dado con la imposición del presupuesto a las universidades en la inexistente negociación del Fondo especial para la educación superior (FEES) del 2022, a lo que se suma el proyecto de ley para fijarles parámetros y condiciones para ejecutar su presupuesto.

Este debilitamiento de la institucionalidad ya estaba claramente expuesto en expediente legislativo 22.266, que desde el 2020 intenta modificar el artículo 176 de la Constitución Política. Según ese texto, en adelante “El principio de equilibrio financiero prevalecerá sobre los principios de las autonomías constitucionalmente garantizadas”. De aprobarse tal propuesta, las universidades, la CCSS, las municipalidades y la totalidad de las entidades descentralizadas, tendrán que subordinar sus presupuestos a los parámetros dictados por el Ministerio de Hacienda y según las restricciones impuestas por la regla fiscal o cualquier otro mecanismo definido de manera centralizada y de aplicación obligatoria. La reforma propuesta indica que “en ningún caso el monto de los gastos presupuestos podrá exceder el de los ingresos probables”.

Para un país que se precia de tener un sistema educativo robusto y que aspira a mejorar la calidad de vida por medio de la educación, es gravísimo que el Presidente considere “exitosa” la última negociación/imposición del FEES, porque “Logramos reducir el monto del FEES en términos reales”.  Una reducción acumulada de cerca de 110.000 millones de colones en el FEES, equivale a casi el presupuesto anual conjunto del ITCR y la Universidad Técnica, o a casi el presupuesto total de la Universidad Nacional.  Las dimensiones del impacto negativo de la pérdida de financiamiento las resentirá la sociedad desde ya, pero más en el futuro cuando las universidades públicas pierdan las condiciones para brindarle al país especialistas calificados en todos los campos.

La ofensiva del Gobierno incluye además eventuales sanciones a las universidades “en caso de incumplimiento en la adecuada distribución del FEES” entre ellas. El expediente 23.380, presentado por el Ejecutivo a la Asamblea Legislativa el 6 de octubre 2022, constituye una intromisión sin precedentes, pues por décadas las universidades públicas han realizado esa distribución de acuerdo con sus necesidades, y no siguiendo criterios externos y menos impuestos unilateralmente por el Gobierno.  Las universidades públicas debemos rechazar contundentemente  el supuesto del Presidente de que “Hoy no hay cuentas ni criterios objetivos para repartirlo (el FEES) entre las cinco universidades (…) para que no sea una negociación en un bazar todos los años, sino que haya parámetros”.  Las universidades no sólo planifican internamente y entre ellas por medio del Consejo Nacional de Rectores, si no también con el Gobierno, como quedó demostrado durante la pandemia de la Covid19.

El Consejo Nacional de Rectores, en el comunicado del 10 de junio del 2020 “Posición de CONARE ante informe de Comisión Legislativa sobre el FEES”, señaló que “la última Agenda de Cooperación incluyó 18 proyectos priorizados por el gobierno y 111 proyectos innovadores adicionales propuestos por las universidades distribuidos en todo el país, en áreas tan diversas como: recurso hídrico, agricultura, ambiente, salud y recursos marinos”. “La nueva Agenda de Cooperación, en etapa de negociación, se enfocará a atender los 14 Desafíos de la Educación Pública Costarricense planteados en el documento propuesto por CONARE al Gobierno de la República”.  Esa tarea no se podría realizar desde un “bazar” universitario. La frase del Señor Presidente contra las universidades públicas no requiere comentarios.

La planificación interuniversitaria de corto, mediano y al menos para cada 5 años, se concreta en el Plan Nacional de Desarrollo de la Educación Superior (PLANES), que siempre ha considerado las necesidades del país y por tanto no es un ejercicio universitario aislado. Más bien, los responsables de que esta planificación y ligamen con las necesidades naciones se debilite, han sido los gobiernos al imponer una negociación anual y no quinquenal del FEES.

Las universidades públicas son instituciones que por mandato constitucional tienen el grado máximo y especial de autonomía con que se cuenta en el país,  y eso les otorga, entre otras facultades, la de definir con plena y absoluta independencia, cómo se usan los recursos del FEES. Ningún gobierno o ministerio, ni siquiera el de Educación pública, tiene las condiciones técnicas, la visión y el conocimiento necesarios para definir en qué campos de las ciencias y las humanidades, y en qué regiones del país, se deben invertir los recursos del FEES. Dialogar y consensuar siempre son necesidades oportunas, y eso se ha hecho; pero imponerse, suplantar y desconocer las atribuciones de las universidades, nunca será la vía para mejorar la educación pública.  Y eso es lo que precisamente pretende el Gobierno con el proyecto de ley 23.380, que incluye “parámetros” para medir el desempeño de las universidades y una posible “fiscalización” de la Contraloría General de República, lo cual equivaldría a desmoronar su autonomía, lo mismo que la de las demás instituciones autónomas del país como las municipalidades y la CCSS.

Lejos de fortalecer la institucionalidad pública, este Gobierno ha sumado a su poco original agenda, la recuperación (prácticamente en todos los campos) de las peores propuestas y proyectos de ley de administraciones anteriores contra lo que nos queda del Estado social.

SINAE Afines: Rechazo total a la forma en que cesaron de sus funciones a Álvaro Ramos

Lenin Hernández Navas rechaza, en nombre de SINAE Afines, «el acto dictatorial» del señor presidente Rodrigo Chaves al separar de sus funciones a Don Álvaro Ramos expresidente de la C.C.S.S. por desacuerdos por el aumento salarial aprobado por la junta directiva de la institución.

«Este ajuste salarial es digno, legal y justo para sus funcionarios, este acto debe ser considerado como un ataque directo del señor presidente de la República a la soberanía de la C.C.S.S», señaló el dirigente.

Se le solicita respetuosamente a Don Rodrigo Chaves, dar una explicación al pueblo de Costa Rica sobre el irrespeto a la institucionalidad, al aumento que, si aprobó a sus ministros y viceministros, y «la negativa de proteger a los empleados de esta institución que merecen respeto y apelan por sus derechos».

NECESITAMOS UN RESPIRO

Más que una crisis económica diría que estamos atravesando una crisis de modelo de vida. Juan Manuel Serrat.

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo.

No se trata simplemente de quitarse la mascarilla para el respiro que necesitamos, en estos tiempos asfixiantes y tóxicos, producto de una crisis más que económica de “modelo de vida”, como ha dicho recientemente el poeta y cantor Juan Manuel Serrat.

Hay quienes piensan, de manera simplista, encarar esta crisis reduciendo la estrategia a “reactivar la economía”, como si ésta hubiese estado activa, pujante y solvente en algún momento prepandémico y, ahora, de lo que se trata, es de volver a ese idílico y paradisíaco estado de “normalidad”.  Y es por ello, que la clase política vuelve a las viejas recetas del endeudamiento con los organismos financieros internacionales, la contracción de la institucionalidad social del Estado y el ensanchamiento de las zonas francas. Nada nuevo debajo del sol.

Si prestamos atención a lo que los poetas y cantores, como Serrat, están percibiendo de nuestro mundo, y quienes por lo general tienen una sensibilidad especial para ponderar los causes por donde transitar hacia mejores puertos, deberíamos plantearnos seriamente cómo trascender el actual “modelo de vida”, que está propiciando tanto conflicto social y bélico, así como desastre eco-ambiental, pobreza e inequidad.

Se trata de un estilo de vida que, en buena medida, obedece a la perversión de dos valores fundamentales de la ilustración: la liberad y la razón. Como bien señala Artadi (1990), la libertad se convirtió en libertad individualista y la razón en razón instrumental -y agregaríamos, conquistadora, colonialista e imperialista-. La libertad individualista conduce al egoísmo y la avaricia que concentra la riqueza en muy pocas manos y la razón instrumental-conquistadora a la explotación irracional de la tierra, del ser humano y a los conflictos bélicos.  Y, en los últimos cuarenta años, el neoliberalismo ha elevado esta perversión a la enésima potencia, convirtiéndose en la “pandemia” más letal para el planeta y la humanidad.

No acatamos a pensar en otro estilo de vida más saludable y amigable con la naturaleza y con los seres humanos, cuando a estas alturas hay quienes pretenden reactivar la economía, apostando, por un lado, a la explotación de hidrocarburos y la minería a cielo abierto y, por otro, sobreexplotando a los trabajadores con jornadas de 12 horas, siendo las mujeres las más afectadas por sus labores adicionales de cuido.

Asimismo, resulta en un despropósito pretender reactivar la economía al precio de afectar la salud física y emocional de los trabajadores y trabajadoras, así como los vínculos afectivos familiares, ya de por sí fuertemente golpeados por la pandemia. Esto, a su vez, implica mayores costos para el Estado, por la demanda creciente de atención médica.

Definitivamente, un productivismo mal orientado está dando al traste con lo que nos queda de vida en el planeta y busca robotizar al ser humano, bajo nuevas formas de trabajo esclavizante. Un contrasentido en un tiempo de avances científico tecnológicos que deberían más bien contribuir la dignificación y humanización del trabajo.

Un país que ha sido reconocido mundialmente por sus logros en materia de derechos laborales y conservación y protección de la naturaleza, podría enviar hoy un mejor mensaje elevando a precepto constitucional la jornada laboral máxima de 40 horas, 5 días semanales, y la prohibición de la explotación de los recursos minerales y energéticos del subsuelo.

Por estos senderos, podemos ofrecer el respiro que tanto necesitan la tierra y los seres humanos e ir superando la “crisis de modelo de vida” actual.

LA ESPADA APARECE CUANDO LA JUSTICIA LLEGA TARDE

Carlos Campos Rojas
30 de mayo de 2022

Así lo leí hace varios días, la frase es contundente por sí misma y por lo que representa en nuestro país en estos momentos.

Lo vengo diciendo y documentando hace ya tiempo: la institucionalidad ha venido cayendo en un profundo descrédito, no importándoles a quienes están al frente de ella, en llevarse en banda institutos fundamentales de la República, como por ejemplo el sufragio, la justicia, la transparencia, la paz, la educación, el trabajo, la honradez, la legitimidad.

La corrupción y la impunidad toman fuerza en nuestro país a raíz del autoritarismo -propio del sistema de representatividad a que nos han sometido los sectores dominantes-: la cultura del sometimiento, de pedir, de la subordinación y la sumisión, ha fortalecido el comportamiento de masa, abandonando aquel pueblo viril del que habla y nos enaltece nuestro Himno Nacional, a mantenerse en la ignorancia. De eso se han encargado quienes manipularon nuestro sistema educativo para llevar nuestras últimas generaciones a crecer sin raíces históricas para ser presa fácil del clientelismo político y el asistencialismo. La línea que ahora nos divide del totalitarismo es muy tenue. Esa corrupción se ha apoyado en el miedo y la ignorancia, que han naturalizado en la población, contando diariamente con la prensa mediática y la academia. Esto les ha permitido legitimar la inmoralidad como forma de administrar el país, sin importarles las consecuencias, solo sus intereses y los de sus amistades, sin que se debatan en problemas de género.

He sido claro que los tres poderes que se mencionan en la Constitución Política no son poderes, son simplemente Órganos Superiores de Administración; y se deben a la persona ciudadana, porque están a su servicio. El único dueño del poder y que debe ejercerlo diariamente, es la persona ciudadana, El Soberano, establecido así constitucionalmente.

“Eso dice la Constitución, pero la ley dice otra cosa”, nos señalan a menudo, especialmente desde la institucionalidad, como si la ley naciera por sí sola, sin considerar siquiera nuestra Carta Magna, así de irresponsable se ha vuelto el sistema.

Entendamos esto: la ley se promueve en la Asamblea Legislativa, pero se legitima en la Corte Suprema de Justicia y lo que se deriva de ella. Son los Magistrados de la República, los que validan las leyes, a través de ficciones jurídicas que varían según el día y los humores que los mueven. Los procedimientos para definir la integración de la Corte, son uno de los eventos más llenos de interés estratégico de los partidos políticos, y eso facilita una connivencia incesante.

Para ejemplos: las pensiones de lujo, los procesos de elección de magistrados y su reelección continua, la ley del referéndum, la imposibilidad de discutir y poner en marcha el referéndum revocatorio para quitar presidentes/diputados/representantes de gobiernos locales cuando no cumplen con su responsabilidad; el voto de la Sala Constitucional para permitirle a Arias su reelección; los procedimientos irregulares para escoger y definir los magistrados suplentes de la Sala Constitucional; Magistrados que hace rato debieron irse, languidecen cuidando feudos; los desvaríos recientes de la vicepresidente de la Corte; la forma de designar a quien ocupa la Fiscalía General… y podemos seguir.

Al final, la ley se legitima, pero es inmoral, porque se imponen formas oscuras para establecer su justicia, dejando de ser hace tiempo, pronta y cumplida.

Así, la Corte Suprema de Justicia, ha venido perdiendo su decoro, debido a eso en julio del 2018 fui partícipe directo en organizar con la ciudadanía y el apoyo de gremios judiciales, una marcha para expulsar al entonces Presidente de la Corte y algunos magistrados por sus niveles de corrupción. El Soberano demostrando su responsabilidad y poder constitucional. La experiencia no les sirvió para poner sus barbas en remojo, sino que lo aprovecharon para mejorar las formas de mantener sus oscuros feudos. Se equivocaron, no somos flor de un día.

Hoy el Ministerio Público (la Fiscalía General de la República), ausente y desentendido de ser garante de su labor persecutoria, busca justificar su inacción en todo el país con argumentos falaces. De este modo y amparados en el autoritarismo, rehúyen su responsabilidad constitucional de rendir cuentas a la ciudadanía, alegando como si fuese cierto, que su jefe es la Corte Suprema: es la Fiscalía General quien debe perseguir a los corruptos, no importa el rango jerárquico que tenga quien sea, pero la reelección está a las puertas y es mejor no hacer olas.

El remate en este chiste de mal gusto, es que de todo esto, el gran ganador es el narcotráfico. He sostenido que para que exista, se requieren tres actores: un político que le abra las puertas de par en par, un juez que no lo meta a la cárcel y un banquero que le guarde el dinero. Para vencer el narcotráfico solo se necesita actuar sobre alguno de ellos, hasta el momento el instrumento de que dispone la República, es la Fiscalía, la cual justifica sus desaciertos de manera lamentable.

Nuestra Patria todavía puede salvarse, no podemos repetir la situación de otros países, donde el narcotráfico tiene que hacerse presente a imponer orden y justicia, porque el Estado no fue capaz de cumplir su cometido.

Cuando vemos estos desaciertos en el establecimiento de los procesos de cumplimiento de la justicia, sabiendo que a lo interno hay funcionarios decentes y honorables, pareciera que hay una mano que mece la cuna, que pretende hacernos creer que está imbuida de poder, que maneja los hilos, pero lo más seguro es que solo sea un muñeco como “Chuky” aquel personaje de la saga icónica de terror.

Debemos ser conscientes que los impuestos de cada persona, especialmente los de las mujeres y jóvenes vulnerables, que dejan de lado sus necesidades básicas, son para pagar los salarios de quienes tienen en sus manos fortalecer la credibilidad en la institución de la justicia, por eso tienen una responsabilidad que cumplir.

Debemos convocarlos a que nos rindan cuentas, haciendo prevalecer la transparencia, el respeto a la ciudadanía, retomando la paz, demostrando que su espada no tiene espacio en esta República Participativa que nuestra Constitución Política nos manda a construir responsablemente.

La dignidad nacional, la fortaleza de la ciudadanía debe dar el paso al frente, sin miedo, con la responsabilidad constitucional de El Soberano. Nos acompañarán las personas funcionarias públicas decentes, las mujeres y jóvenes que no se someten, pues seremos suficientes para extirpar a quienes usurparon el poder que no les pertenece.

Debemos tomar en cuenta que no se rendirán fácilmente, pero les demostraremos que, si no hay justicia, no será su espada la que prevalecerá.

 

Imagen tomada de la publicación del autor en Facebook.

Memoria Histórica: ANEP #13. El pacto Figueres – Calderón

18 de mayo 2022

En el mes de junio de 1995, dos partidos políticos, el Partido Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana, dos caras de un mismo proyecto político neoliberal, consolidan el “Pacto de la Vergüenza”.

Ambos partidos durante años han conducido nuestro país, a un mayor empobrecimiento y a una mayor desigualdad social.

Para la ANEP, las encuestas de opinión acerca del gobierno y del presidente “…dejan un claro descontento nacional con las políticas neoliberales y las acciones antipopulares de elevar impuestos, despido de empleados públicos y de entrega vergonzosa a los dictados de los organismos financieros internacionales…”

Caricatura alusiva al tema del Pacto Figueres-Calderón (En Marcha, junio 1995).

El pacto significó la eliminación definitiva de la banca nacionalizada -hoy totalmente cumplido-, además, la entrega de aquellas empresas rentables del Estado, como es la FANAL, hoy en proceso de desmantelamiento; pero además la reducción forzada del déficit fiscal, que conlleva el despido de miles de empleados públicos y el deterioro y cierre de muchas instituciones y servicios públicos; también agenda permanente de la política costarricense.

La ANEP denuncia “…la maniobra del Partido Unidad, al engañar a los costarricenses presentándose como opuestos al Paquete Tributario, pero comprometiéndose a no obstaculizar su trámite en la votación legislativa…”

Asimismo, el sindicalismo, considera y denuncia el doble juego del Gobierno, al aparentar negociaciones con diferentes sectores sociales y presentarse como dispuesto al diálogo, cuando en realidad hace yunta con la supuesta oposición para seguir promoviendo mayor pobreza a la gran mayoría de costarricenses.

Manifestación en 1995.

En el editorial de la “Prensa Libre”, del 15 de junio de 1995, se expresa: “…llamando a las  cosas por su nombre, el acuerdo Figueres-Calderón es simplemente la crónica de la toma del poder perpetrada por el liberalismo radical, el que considera que la ley de la oferta y la demanda está moralmente por encima de los diez mandamientos, y que los pobres por su mala cabeza… tienen la culpa, de su propia condición… y que si alguna gente se muere de hambre eso forma parte de la selección natural que elimina a los más débiles…”

Liberación Nacional y la Unidad se comprometen con el acuerdo, a no obstaculizar según su turno la aprobación de cualquier impuesto futuro, en situaciones similares a la presente, la conclusión es desoladora.

El editorial del vespertino lleva el nombre sugestivo “La flor del cactus”, porque es posible que la macro economía costarricense crezca pronto brillante, colorida y espinosa, como la flor del cactus, pero la paz social está en tremendo peligro.

Flor de cactus.

Adalberto Fonseca Esquivel
Historiador

(Fuente: “En Marcha”, junio de 1995)

DE VERDAD, EL SUEÑO DE LA RAZÓN SIGUE PRODUCIENDO MONSTRUOS

COLUMNA LIBERTARIOS Y LIBERTICIDAS (27)
Tercera época
Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Observando la puesta en escena del cambio de mando legislativo del día domingo 1 de mayo de 2022, en el horripilante edificio de la sede de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, la que puede ser caracterizada como un despliegue de las fuerzas más conservadoras y reaccionarias dispuestas a acabar con lo poco que queda de nuestra democracia y la institucionalidad de la Segunda República, no pude evitar la tentación de que viniera a mi mente aquel grabado de don Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828), tan caro a mi querido colega y compañero en la UNA, además de poeta y artista consumado Maynor Antonio Mora, a propósito de que EL SUEÑO DE LA RAZÓN PRODUCE MONSTRUOS, donde el color negro y el tono sombrío de las imágenes y los personajes operó en mi memoria, de manera inmediata: 51 diputados reaccionarios a más no poder se agruparon para aislar, denostar y ningunear a los seis jóvenes diputados del Frente Amplio allí presentes, quienes por un prodigio de la naturaleza, me parecieron como una bocanada de aire fresco, en medio de aquel despliegue de lo más sombrío que se ha venido acumulando a lo largo de nuestra historia republicana, por un momento reparé en ellos y me puse a averiguar ¿quiénes son estos jóvenes diputados, que hoy representan de alguna manera al más desperdigado conjunto de fuerzas progresivas que aún quedan y a una izquierda o izquierdas cada vez más desorientadas que no son ni han sido de mi agrado? Las que en su errático andar han venido siendo demolidas, desde adentro y desde afuera, a lo largo de los últimos años de gobiernos del PAC, en los que la centroizquierda que nunca fue se mostró como la ultraderecha más feroz y taimada, con su disfraz presuntamente progre.

El fascismo neoliberal/neoconservador de Costa Rica se mostró así, por primera vez, en toda su miseria y desnudez, hasta con sus rasgos de hipócrita y taimada santurronería, siempre bien calculada para engañar a un gran sector de la población, biblia en mano, algunos dicen ser oposición o gobierno aunque todos ellos, en el fondo, demuestran ser la misma cosa: los sepultureros de los restos de la Segunda República y de nuestro estado social de derecho, estamos avisados.

La vieja dinámica del juego político parece haber consistido en una especie de artificio, según el cual se trata de que todo cambie para que todo siga siendo igual, al menos en la superficie de las cosas. Eso es al menos lo que se planteaba en aquella célebre novela acerca del gatopardismo de Giuseppe Tomassi di Lampedusa(1896-1957), a propósito de la transición italiana del feudalismo siciliano o calabrés al capitalismo piamontés que tuvo lugar durante el ressorgimento, a partir de 1860, con la unificación de Italia como un estado nación y su entrada, un tanto tardía a la modernidad. La creatura de Garibaldi, Massini y otros patriotas dio lugar a la monarquía liberal con la que Italia entró al siglo XX, aunque el juego político se entrabó dando lugar al totalitarismo fascista, con la famosa Marcha de los Camisas Negras sobre Roma, en 1922 y el ascenso de Mussolini al poder.

Los monstruos continuaron asediando a la razón ilustrada y las expectativas de Kant y de Hegel de que la humanidad había llegado a su madurez se diluyeron en medio de la barbarie, la que no ha dejado de asecharnos, a pesar de la derrota del nazifascismo en aquella fecha lejana de 1945.

Mientras, en lo local, la mediocre y mentirosa prensa costarricense, siempre al servicio de unas élites angurrientas y desalmadas, se dedicó al satanizar al candidato presidencial que no era de su agrado, ahora ante lo inevitable se prepara para tenderle un cerco ideológico al tecnócrata del FMI, hoy convertido en presidente de la república. Lo atacan para obligarlo a actuar de acuerdo con sus intereses, engañando y confundiendo al grueso de la población a propósito de unos decretos y unas mascarillas, cuando en realidad el juego no pasa de ser una mascarada de muy mal gusto: deberá seguirles facilitando la evasión y la elusión tributarias, también el juego con las tasas de interés de la deuda interna que estos especuladores han comprado, la realización de sus negocios fraudulentos con la obra pública y las grandes compras del estado, continuarán con sus monopolios y oligopolios privados mientras se preparan para asaltar al ICE, la CCSS y el CNP, se asegurarán de que continúe el saqueo de los dos regímenes de la CCSS, el de enfermedad y maternidad y el de Invalidez, Vejez y muerte que vienen siendo saqueados desde hace medio siglo, las pensiones de la Caja así saqueadas seguirán bajando sus perfiles de beneficios como los montos y la edad para retirarse y la medicina será incosteable para la gran mayoría de la población. Por otro lado, se están preparando para la eliminación de las prestaciones de los trabajadores que se jubilan (Pedro Muñoz y Yorleni León, esa que no le teme al pueblo), los salarios nominales continuarán congelados, la inflación alcanzará varios dígitos y así sucesivamente, mientras que el PLN y el PUSC, junto con algunas sectas neoliberales, seguirán cogobernando en contra y de espaldas a las mayorías, al igual que durante estos ochos años de gobiernos progre, avalados por una cierta izquierda boba y dada a recibir instrucciones del diario La Nación y de cierta embajada que antes sólo daba directrices a una derecha, mucho más ilustrada que la de este cambio de siglo. La chusma reaccionaria e ignorante se refocila en su juego liberticida, seguimos en la Torre de Babel y los monstruos están desatados en su desenfreno totalitario, los cortesanos abundan y nos insultan un día sí y otro no.

Marcha 8M: “Marchamos para defender todos nuestros derechos”

Comunicado de prensa

En defensa de nuestros derechos, organizaciones de mujeres feministas y activistas independientes, convocamos a una marcha pacífica el 8 de mayo a las 9:30 AM, a partir del costado sur del Parque de la Merced, Avenida 4, por el Boulevard Peatonal.

En ocasión del traspaso de poderes a la nueva administración gubernamental, haremos uso de nuestro derecho a la libertad de asociación, la libertad de expresarnos y de manifestarnos, defendiendo para Costa Rica, el Estado Social de Derecho, comprometido con el bienestar de la población y la sostenibilidad de la vida. Para ello exigimos:

  • Un modelo económico solidario e inclusivo basado en una economía de ciudadanos que fortalezca la institucionalidad pública y procure políticas protectoras e impulsoras de los sectores productivos con mayor vulnerabilidad social.
  • Una política fiscal progresiva, justa y equitativa: sin afectar los programas sociales, aumentando los impuestos a quienes poseen más riqueza e ingresos y derogación del paquete de leyes que el acuerdo con el FMI exige y de la Regla Fiscal (que pone en crisis el funcionamiento de instituciones públicas fundamentales).
  • Una democracia participativa y estado laico: condición democrática básica para garantizar los vínculos sociales y la reconstrucción del tejido social inclusivo, protegiendo los derechos humanos de todas las personas, la libertad, la justicia social, la igualdad, el pluralismo, la participación y la convivencia social basada en el respeto a las diversidades.
  • Una garantía del ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos pues la igualdad y el cuidado de la vida pasa por el cuidado de nuestros cuerpos y por el reconocimiento de nuestra autonomía sexual y reproductiva.
  • Una garantía del derecho a una vida libre de violencia para las mujeres y el fortalecimiento de la institucionalidad creada con ese fin, garantizando los recursos requeridos.
  • Una garantía de que Costa Rica cumplirá con los compromisos internacionales asumidos para lograr la igualdad entre mujeres y los hombres, en todos los ámbitos públicos y privados.
  • Una estrategia para enfrentar el problema de desempleo y del empleo precario que afecta actualmente a la población costarricense: haciendo énfasis en políticas, programas y medidas concretas y realizables para que las mujeres tengan acceso a trabajos de calidad y bien remunerados.
  • Una estrategia para asegurar la calidad de los servicios de salud integral, incluyendo la salud mental; la calidad de la educación pública sin exclusión; y la seguridad alimentaria para toda la población.

Instamos al desafío de mantenernos como una ciudadanía unida y vigilante.

Con el mismo entusiasmo, invitamos a las organizaciones y colectivos de mujeres y mixtos de otros lugares del país, a marchar o a manifestarse por diferentes medios y así sumar actividades vinculadas a esta convocatoria.

Para cualquier contacto: mujeresenaccion.costarica@gmail.com

ORGANIZACIONES FIRMANTES:

SIFUPCR: Cápsula informativa 5 sobre el conflicto ruso-ucraniano

Juan Carlos Durán Castro 

En esta quinta cápsula, Juan Carlos Durán Castro, del SIFUPCR (Sindicato de Funcionarios Públicos y Privados de Costa Rica), discute sobre el populismo de derecha y el neofascismo como contexto del conflicto armado actual entre Rusia y Ucrania, también conocido como la Guerra del Dombás.

En particular, discute sobre las elecciones costarricenses y el espectro político de los dos partidos de la segunda ronda, el Partido Liberación Nacional y el Partido Progreso Social Demócrata. Además, hace énfasis sobre el riesgo que el resultado de las elecciones podría tener sobre la institucionalidad costarricense.

A continuación, compartimos el video:

La complejidad de las palabras y la simplicidad del discurso del poder

Juan Huaylupo

Las palabras son la manifestación del pensamiento, cultura, ideología, historia e identidad de las personas. En este sentido, las palabras son ricas y poseen complejas significaciones presentes en toda comunicación, las cuales trascienden la interrelación entre individuos para ser también expresiones de grupos y sociedades en tiempos-espacios particulares.

Esto es, la comunicación requiere de algunas condiciones para establecer la interacción, sin embargo, en determinados contextos la situación, condición y pensamiento distinto entre los interlocutores la inhibe porque las palabras y su articulación, no son comprendidas por no poseer significaciones ni intereses comunes. La incomunicación en el presente, es el resultado de la fragmentación y separación social, no necesariamente física, en una sociedad paradójicamente articulada e interdependiente, plagada de medios técnicos para la comunicación.

La pluralidad social en el presente globalizado requiere de la comunicación porque es un requisito necesario para la convivencia, para la vida en comunidad y para nuestra socialización como seres humanos en un mundo integrado e interdependiente. Sin embargo, a pesar de su necesidad social e histórica, la incomunicación está presente y nutre muchas de nuestras relaciones sociales y políticas con el poder prevaleciente.

Se podría afirmar que, la incomunicación es una condición patológica de la sociedad contemporánea, que impide el conocimiento entre unos y otros, a pesar de una extensa e intensa relación en la diversidad de nuestra cotidianidad.

La incomunicación no solo es una separación con quienes tenemos que convivir, es una ruptura con los otros, a los cuales les niegan absurdamente tener comunidad de intereses y anhelos compartidos. La incomunicación es antagónica a todo proceso democrático, no representa el interés de todos ni el respeto al pensamiento, actuación e ideologías distintas a la propia. Es parte consustancial de un proceso político totalitario que crea enemigos, que separa lo que está unido, que desprecia y pretende desaparecer a los otros, y que en pulsión suicida asesina a quienes sustentan su existencia.

La actuación y pensamiento idéntico entre las personas, no existe, todos somos distintos, nunca máquinas estandarizadas, como tampoco contendientes ni enemigos. Creer que las diferencias son separaciones absolutas, es asumir absurdas posiciones totalitarias que auguran confrontaciones y guerras infinitas de destrucción contra la humanidad.

Gran parte de los medios de comunicación en Costa Rica, son ejemplos de la incomunicación, porque con la mercantilización de las noticias pueden decir cuanta falsedad quieren sus contratantes, privados o gubernamentales, además de mentir, calumniar y difamar, crean miedos y desconfianza informando sobre asesinatos, asaltos, fraudes y accidentes. Así, promueven ilusiones, frustraciones y disputas entre los seguidores del futbol, mientras se enriquecen los negociantes que usurpan y corrompen el deporte popular.

Esos medios no son públicos, son privados, se imponen con palabras parciales y parcializadas que ofenden la inteligencia e impiden el pensamiento complejo, así como simplifican la complejidad de los acontecimientos y realidades. La veracidad y la pluralidad del pensamiento, así como el debate serio, plural, comprometido, sobre los derechos ciudadanos, la democracia, la planificación o el desarrollo nacional, están ausentes en dichos medios, no obstante, están protegidos y mantenidos por el poder. Los propietarios de los medios encubren su funesta actuación con la honestidad, honradez y sacrificio de muchos otros periodistas, que en honor a su compromiso social denuncian a gobernantes ilegítimos, a los corruptos, así como defienden la institucionalidad pública y los derechos ciudadanos.

Las palabras del discurso del poder en Costa Rica están dirigidas a las mayorías trabajadoras para ocultarles que son ellas quienes sustentan los ingresos fiscales y que son los generadores de las ganancias y riquezas privadas. También para imponerles decisiones y acciones, como verdades absolutas, de las cuales supuestamente depende el bienestar y la existencia de los trabajadores, a pesar de que los perjudica y empobrecen. Asimismo, el discurso del poder se dirige a las mayorías para buscar apoyo y legitimar su poder con mentiras y demagogia. Esas intencionalidades del discurso del poder dictatorial, hacia los trabajadores, es para mantenerlos pasivos, obedientes, engañados, confundidos, enfrentados, enfermos e incomunicados para posesionarse en el poder dictatorial.

Las tiranías requieren de esas palabras y discursos, no para dialogar ni concertar, sino para imponer las decisiones y acciones contra quienes les han negado la palabra y no son escuchados. El discurso del poder no solo son palabras del mandatario, también hablan y actúan las leyes, los medios, la educación formal, la administración pública, la religión o “las fuerzas del orden”, que contribuyen con la difusión de sus palabras y miedos a la consecución de los propósitos del poder.

La incomunicación social es una condición privativa del poder, pero ninguna tiranía es eterna, como tampoco lo es la incomunicación. El fracaso del discurso del poder, es la imposibilidad de seguir dominando y explotando, es la absurda pretensión de eternizar un poder irracional, sin horizonte histórico. El pensamiento y conciencia crítica y disidente, son la esperanza para reconstruir una sociedad plural y un mundo mejor.

¿Cómo explicar que los empresarios se les exima pagar las deudas al seguro social, cómo se permite la elusión y evasión tributaria y el no pago de intereses moratorios, a pesar que fueron cobrados en las mercancías y servicios que venden?, ¿cómo es posible que un mandatario afirme que fue electo para emitir criterio?, ¿qué podemos esperar de un Estado que pregona democracia y libertad, cuando impone acciones contra el pueblo que dice representar?, ¿cómo confiar en alguien que defraudó y traicionó la decisión electoral del pueblo?

Al parecer las palabras y acciones de los autócratas, de los intelectuales del sistema, de los propietarios de los medios y del capital, revelan transparentemente el cinismo de su poder. Es lamentable que aún no podamos democráticamente destituir al mandatario, dado que no tiene la solvencia moral de renunciar ni reconocer su traición al pueblo costarricense. Nuestra población será callada y disciplinada, pero no es ignorante ni tonta, son tales, quienes creen engañar y defraudar eternamente al pueblo.

Imagen: https://steemkr.com/spanish/@luzmar/el-poder-del-discurso