SURCOS comparte el documento que nos remitió el doctor Juan Jaramillo Antillón, exministro de Salud y constante estudioso de temas sociales, sanitarios y filosóficos.
En el prólogo, el autor expresa:
“Los atrasos en los tiempos de espera para recibir atención médica general o especializada en los sistemas de Salud Púbica Mundial o en los Seguros Médicos Universales, constituyen un desafío muy serio y difícil de cumplir. De hecho, en muchos países en desarrollo o ricos ya existe este problema, Inglaterra y España entre otros son ejemplo de estas fallas.
Deseo eso sí aclarar que las personas y las sociedades logran superarse y cumplir metas muy deseables cuando tienen buena salud y reciben educación. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) es una institución DEL ESTADO indispensable para la vida de los costarricenses.
Y valga de ejemplo para ver su valor, la reciente epidemia viral por la Covid 19, que afectó gravemente al mundo provocando millones de muertes, incapacidades y causando serios problemas a los servicios de salud hospitalarios del país.
“No fue la empresa privada” la que se hizo cargo de esta grave y costosa situación; fue el sistema de servicios médicos universales del Seguro Social de Costa Rica. Sus clínicas y hospitales sirvieron a todos, con consultas e internamientos sin costo alguno durante esta crisis”.
Le invitamos a descargar aquí el documento completo para su estudio.
Edvard Munch; Retrato de Friedrich Nietzsche, 1906, Thiel Gallery, Suecia (detalle)
Juan Jaramillo Antillón
Es un pensador brillante, pero sumamente complejo y difícil. Uno se encuentra a través de su vida, con contradicciones en sus ideas y pensamientos. Nació en octubre de 1844 en Röcken, una provincia de Sajonia, Alemania. Falleció en la ciudad de Weimar en agosto de 1900.
Su padre y sus dos abuelos era pastores luteranos, por lo que creció en un ambiente muy religioso. Sin embargo, su padre falleció de un problema cerebral cuando él, tenía apenas 4 años, pero recuerda muy bien los sufrimientos que tuvo este debido a cefaleas severas y ceguera. Además, por esos tiempos perdió también a un hermano pequeño. Ambos sucesos afectaron su carácter.
Estudió en el colegio Domgymnasium en Naumburgo en la región y luego en la academia Schulpforta, muy prestigiada, de 1858 a 1864; destacando en música, lenguaje y poesía y, además, estudió a los clásicos griegos y romanos. Después continuó sus estudios de teología y filología clásica en la Universidad de Bonn bajo Friedrich Ritschl quien le ayudó para recibir una oferta extraordinaria de la Universidad de Basilea para ejercer como profesor de filología clásica antes de licenciarse, siendo el profesor más joven de la universidad. Viviendo en Basilea renunció a su ciudadanía alemana. Al parecer no le agradaba la reciente creación del Imperio alemán, siendo entonces un apátrida, aunque algunos dicen que se hizo suizo.
Siempre fue muy enfermizo sufría de crisis de debilidad con trastornos visuales y dolores de cabeza, así como molestias digestivas, por esa razón al principio viajaba constantemente a diferentes ciudades: St. Moritz, Génova, Turín, Niza, etc., buscando un lugar o país donde mejoraran sus molestias. Pero vivía usualmente en una pensión como profesor retirado de la Universidad de Basilea. Visitaba a su familia en Naumburgo y peleaba y se reconciliaba con su hermana, una de las pocas relaciones que tenía. En 1881 conoció a Andreas-Salome una bella mujer que fue su amiga por un tiempo, llegando a enamorarse de ella sin ser correspondido, lo cual lo afectó mucho.
Habiendo aparecido muchas molestias por su enfermedad, le fue diagnosticada una sífilis en 1867, recibiendo tratamiento para ella, pero sin clara mejoría, más bien poco a poco su mente se fue afectando hasta tener una crisis grave en 1989 donde ya no reconocía. Él vivió teniendo durante años pensamientos suicidas, en parte debido a la soledad en que vivía. A pesar de saber que sus libros se vendían muy poco, escribió varios y muy buenos como: Así habló Zaratustra, Más allá del bien y del mal, El nacimiento de la tragedia, Genealogía de la moral, La voluntad del poder. En este último libro sostenía que todo acto o proyecto humano está motivado por la «voluntad de poder», que no solo es tan solo el poder sobre otros, sino el poder sobre sí mismo, algo que en necesario para la creatividad y que se observa en el superhombre. Al final de su vida, publicó otros más, como Ecce Homo y El Anticristo, pero ya estaba muy enfermo. En su vida escribió según parece notables poemas y su prosa era de extraordinaria calidad.
Consideraba que la vida tiene sentido si se entiende que es un tiempo en que el ser humano tiene efectiva libertad y la vive con optimismo.
Estuvo muy influido por: Platón, Epicuro, Montaigne, Dostoievski, Kant, Darwin, Wagner, entre otros, pero especialmente por Schopenhauer. A su vez él influyó en Camus, Heidegger, Jung, Ortega y Gasset, Sartre y hasta en Mussolini, Hitler y otros más.
Extraña que, procediendo de una familia luterana muy religiosa asumió pronto una posición antagónica a la religión. Él lo justifica diciendo que sus estudios lo llevaron, al igual que a su maestro Schopenhauer a negar la existencia de Dios y la inmortalidad del alma. A la pregunta ¿en que creía usted?, respondió: «La moral y los valores del hombre occidental derivan de la cultura griega y de la tradición religiosa judío-cristiana, pero se han debilitado mucho, la gente es poco religiosa, por ello hay que buscar nuevos valores, para mí el mundo es la única realidad existente y el hombre debe vivir al máximo y aprovechar en la medida de lo posible todo lo que le ofrezca la vida».
De acuerdo con lo anterior, su obra parece girar en torno a cómo sacar el máximo rendimiento a un mundo que no solo carece de Dios, sino de sentido alguno. Él señalaba que vivimos en un mundo (año 1870) donde es constante el desplazamiento del débil por parte del poderoso, del incompetente por el competente, del estúpido por el inteligente y es gracias a ello es por lo que, el ser humano ha logrado sobrevivir.
Nietzsche ataca la moral y los valores de su época. Él reconoce que la moral no es objetiva y que los valores morales se configuran según los intereses y utilidades que tienen en la vida las personas, y daba el ejemplo de la moral nada buena de los señores feudales y de los príncipes, que forjaban y representaban los valores de la sociedad de esos tiempos.
Aunque admiraba a Jesús, no acepta la moral cristiana, probada en muchos aspectos, aunque en otros no. Señalaba que Jesús había creado su propio sistema de valores; sin embargo, no era un superhombre pues se negó a defenderse. Los primeros cristianos convirtieron a Jesús en un mártir y distorsionaron su vida convirtiendo sus ejemplos en una moral de esclavos. El Dios cristiano convoca al resentimiento, la humildad, la castidad, el perdón, pero todo ello disminuye la potencia del ser humano.
Para él, en su mundo prácticamente no existe Dios, y por eso no tiene sentido hablar del origen trascendental de la moral, sino que esta debe ser una creación humana. Nietzsche hacía ver que los reyes imperantes no tienen procedencia divina, sino que han sido impuestos por otros hombres sin valores y únicamente para someter al populacho a su propio interés. Por esa razón considera que es el propio ser humano el único creador de sus propios principios morales, así es más fácil elegir que intereses son los más beneficiosos, y que son aquellos que permitieron al hombre abandonar su condición animal y crear una civilización. Lo anterior significa la eliminación del ser inferior por parte del superior en todos los aspectos de la realidad humana.
Esa tesis en la que el fuerte debe destruir al débil la llamaba «voluntad de poder», algo que se aplica no solo en el campo político o militar, sino incluso en el artístico. Según él Richard Wagner, el músico es ejemplo de eso. Para él, el ser humano es solo naturaleza o cuerpo viviente y pensante y que actúa. Cualquier otra cosa que le añadamos como decir que tiene un alma o un espíritu, es una idea inventada por nosotros sin ser una realidad. Insistentemente recomienda que aquel que desarrolle al máximo su potencial, se convierte en una especie de ser superior, en un superhombre, y ponía de ejemplos a Napoleón Bonaparte, Da Vinci o Goethe, quienes imponen sus propios principios con total valentía y perseverancia y por eso triunfan. Era muy amigo del músico alemán Wagner y de su esposa Cósima. Al final termino peleándose con Wagner y hasta con su maestro Schopenhauer.
Nietzsche resumiría su filosofía en su libro, Atrévete a ser lo que eres, donde recomendaba que el hombre debe vivir lo más acorde posible con sus instintos naturales. Cuando se le señalaba que eso conduce a una confrontación del hombre con el hombre. A ese respecto decía: «El audaz y el aventurero aman las dificultades, se realizan superándolas y en este conflicto perpetuo el más débil acabará sucumbiendo». Confirmando así que para él la vida es un reto con tristeza finalizaba diciendo que, incluso la vida más exitosa y brillante está condenada a la muerte, tras la cual todo lo hecho pasará al olvido. A esto se le señalaba que era nihilismo por no importar más si se ha actuado de un modo u otro (nihilismo se considera una forma de vida que carece de propósitos o valores). Finalmente decía: «Lo bueno y lo malo no es posible definirlo bien y por eso es mejor que cada quién elija que es lo bueno o lo malo para sí mismo, siempre y cuando no afecte a los demás».
Los nazis usaron con frecuencia las teorías o conceptos de Nietzsche como fundamento ideológico de sus doctrinas. Algunos opinan que eso se debió a que su filosofía fue generadora de una doctrina que dio lugar a la aparición en Alemania, de una dictadura totalitaria, racista y antirreligiosa y que Hitler que lo admiraba al final fue un superhombre que fracasó.
El llamaba «heroísmo estoico» a la idea de que se debe hacer frente a los más difíciles problemas sobre nuestra propia condición humana, asumirlas y ser consciente de ellas, para así sacar el máximo partido de nuestra existencia.
Nunca se casó, ya explicamos que tuvo un fracaso y por esa época se puso muy violento y se enemistó con mucha gente sumiéndose en gran soledad. No tuvo éxito literario ya que sus libros se vendían muy poco, por lo que él distribuía parte de pequeñas ediciones entre sus amigos.
Tuvo problemas psiquiátricos estando por tal motivo internado en una clínica psiquiátrica en Basilea, donde según los médicos mostraba signos de demencia, megalomanía y locura, al parecer debidos a una sífilis o lesión cerebral de otro tipo. En sus publicaciones se reflejaron sus problemas psicológicos. Ahí describía el nihilismo de diferentes formas y tuvo varios cambios en su visión religiosa y sobre la evolución y cayó en el escepticismo filosófico.
Su frase «Dios ha muerto» formaba parte de ese nihilismo inevitable consecuencia de ver él en su época la muerte de Dios en la sociedad occidental, ese Dios judío, Jehová, vengativo y cruel y el Dios cristiano de los oprimidos, cobardes, temerosos y compasivos. La consecuencia de esa muerte es que él veía como los valores vigentes en la sociedad occidental se venían abajo, con la intención de poner nuevos valores morales. Para él, la idea de Dios ya no es capaz de actuar como una fuente o código moral. En resumen, decía, «destruimos los valores de los hombres para poner en su lugar los valores del superhombre que crea sus propias normas y ocupará el lugar de Dios en la sociedad».
Notas
Allison, David. B. (2001). Reading the New Nietzsche. Nueva York, EE.UU.: Rowman & Littlefield. Babich, Babette, E. (1994). Nietzsche´s Philosophy of Science. Nueva York, EE.UU.: State University on New York Press. Hyman, R. (1980). Nietzsche: A critical life. Oxford, England: Oxford University Press. Magee, B. (1900). Historia de la Filosofía. Barcelona: Ediciones Blume. Nietzsche, F. W. (2006). Así hablaba Zaratustra. México D.F. México: Editorial Porrúa. Nietzsche, F. W. (2009). Obras selectas. Vol. I y II. Madrid, España: Editorial Gredos.
Retrato de Arthur Schopenhauer de 1815 alrededor de sus veintiocho años por Ludwig Sigismund Ruhl.
Juan Jaramillo Antillón
Resumir adecuadamente el pensamiento de un filósofo es tremendamente difícil de lograr. Depende de lo que uno ha encontrado y considerado importante de sus biógrafos. Por esa razón pueden existir omisiones o fallas, sobre todo, cuando se trata de uno tan complicado como Schopenhauer. Sin embargo, aunque la concepción que tiene del hombre y del mundo es muy pesimista, vale la pena leerlo, pues no deja en muchos aspectos de ser real.
Schopenhauer nació en 1788, en Dánzig —en ese entonces de Polonia, luego de Prusia (Alemania)—, en una rica familia de comerciantes. Su padre lo metió en negocios y lo hizo viajar por tal razón por Francia y Austria; lo sorprendió la suciedad, el desorden, el desempleo y la pobreza del pueblo, el abandono de los cultivos de los campos por sus moradores, producto del paso y destrucción de los ejércitos napoleónicos, al principio triunfadores, luego vencidos, así como de la coalición de ejércitos europeos que los derrotaron y consumieron todas las reservas alimenticias de los pueblos, nuevamente destruyendo todo a su paso. Ese ejemplo lo entristeció, por esa razón prefirió dedicarse al estudio de la naturaleza del ser humano. Primero estudió medicina, luego filología e historia y, finalmente, filosofía. Falleció en 1860.
Su madre era una escritora de éxito con la que no se llevaba bien. Ella tenía reuniones literarias con personas prestigiadas y lo invitaba, pero él no aceptaba pues era un misántropo que no se llevaba bien con la gente. Su padre temeroso que Dánzig pudiera ser anexado a Prusia y perdiera su capital, al parecer se suicidó. Hay, además, el dato que su abuela materna se había suicidado. Todo lo señalado anteriormente pudo influir mucho en el pesimismo que mostraba este filósofo durante su vida, agregado a que su madre al morir su esposo se dedicó al amor libre, por lo que él decidió no continuar viviendo con ella y se fue a vivir a una pensión con una habitación y dos cuartos por sus últimos 30 años, gracias a un dinero heredado.
No tenía familia, ni hijos ni amigos y vivía muy solo, todo ello lo condicionó a su pesimismo permanente, se hizo sombrío y suspicaz; eso sí, escribía con gran honestidad, yendo al grano en sus textos. Una vez que estudió al filósofo Emanuel Kant y sus postulados, se convenció de que la filosofía por fin había hecho avances importantes, ya que él dividía la realidad entre aquello que es susceptible de experimentarse y lo que pertenece inaccesible al conocimiento humano. Pero difería de Kant en varias cosas, por ejemplo, para Kant la base de la ética es la razón, para Schopenhauer la compasión, ya que él consideraba que, es la única y verdadera esencia de la ética y del amor entre los seres humanos. Además, para él solamente hay tres formas a priori, el espacio, el tiempo y la causalidad.
Sus estudios lo convirtieron en un crítico de la sociedad, para él, «la vida es un constante proceso de agonía», lo cual lo convertía en el máximo representante del pesimismo filosófico. Señalaba, además, que «la característica principal de todas las cosas, incluidos los seres humanos es la voluntad, la cual es ciega, irracional, absurda y una fuente de inmensos sufrimientos en el mundo».
Aunque fue alumno de Fichte en Berlín, terminó siendo enemigo de él y, sobre todo, de Hegel. Al parecer se debió a que, para él, la filosofía debe partir no de principios abstractos como pretendían ellos, sino de la experiencia en todo el amplio sentido del término. Por eso fundó un sistema filosófico sobre estudios científicos e históricos, con el fin de tener un conocimiento preciso del tema que trataba. La ciencia es la puerta de entrada a todo conocimiento, aun teniendo en cuenta que tan solo puede abordar los objetos del mudo empírico.
Su obra más importante es el libro El mundo como voluntad y como representación. Ahí trato de enseñar que el mundo es, por un lado, representación, ya que se trata de un mundo aparente o fenoménico constituido por representaciones intuitivas concretas y, por otro lado, en cambio, es voluntad, por cuanto se trata de un mundo real. Concebía la vida como una navegación entre el dolor y el tedio, entre el deseo y su cumplimiento efímero. La vida es una ilusión que acaba en desilusión, un engaño que acaba en desengaño, una admiración que acaba en decepción. La filosofía de él parte del pensamiento de que, «el ser es voluntad y quiere ser siempre voluntad». El aceptaba el señalamiento de Aristóteles, al que admiraba, respecto a que la voluntad es una determinación de vivir, una resolución de obtener lo máximo de la vida. Insistía en cuanto a la voluntad de reproducirse. Señaló que la reproducción es el propósito último de cada organismo, su instinto más fuerte, pues solo así puede la muerte ser conquistada. Y para asegurar eta conquista de la muerte, la voluntad de reproducirse se halla colocada casi por entero más allá del control del conocimiento o de la reflexión.
Cabe señalar que Schopenhauer se contradice en este punto, pues nunca se casó o tuvo hijos. Decía que el amor es un engaño practicado por la naturaleza, el matrimonio es el quebranto del amor y ha de ser decepcionante. Solo un filósofo podría ser feliz en el matrimonio, pero los filósofos no se casan.
Para Schopenhauer el conocimiento más elevado era «la moral»; consiste en un saber más elevado que el que proporciona el intelecto y la razón, y su principio está en la piedad, es decir, en el reconocimiento intuitivo de la unidad de todos los seres, donde la piedad debe poseer el poder de eliminar del ánimo del hombre la maldad, que es lo que hace enemigos a los hombres entre sí. Señalaba que cuando algo es verdad se deberá aceptar, pues esta tarde o temprano sale a la luz.
Para ser feliz hay que ser tan ignorante como la juventud. La alegría y la vivacidad de la juventud en parte se deben al hecho de que cuando subimos la colina de la vida, no es visible la muerte; está en la falda, al otro lado hacia el final de la vida. A la postre nos encontramos con la muerte. Apenas la experiencia empieza a coordinarse formando sabiduría, desmerecen el cerebro y el cuerpo. «Todo dura solo un momento, y se precipita y si la muerte tarda es porque está jugando con nosotros, como un gato juega con un ratón indefenso».
Sobre el dinero decía:
Se reprocha a la gente por desear el dinero sobre todas las cosas y por amarlo más que cualquier otra; pero es natural e incluso inevitable que la gente ame aquello que, como un Proteo incansable, está siempre dispuesto a convertirse en cualquier objeto que los caprichosos deseos o los múltiples anhelos le fijen.
No obstante, una vida dedicada a la adquisición de la riqueza es inútil, a menos que sepamos como convertirla en alegría, y esto es un arte que requiere cultura y sabiduría.
Si quieres que todo se te someta, sujétate tú a la razón. La mayor de todas las maravillas no es el conquistador del mundo, sino el dominador de sí mismo”.
Fue un filósofo que se declaró ateo debido a que, para él, la idea de un Dios con forma de persona no es más que una manifestación de antropomorfismo, debido a que toda nuestra concepción acerca de la naturaleza se establece a partir de un modelo humano.
Afirmaba que, si uno se fija en el reino animal y el de los seres humanos, en ambos se manifiesta la violencia como una necesidad desde la aparición de la vida en la Tierra. La mayoría de las criaturas en todo nivel sobreviven cazando y devorando a otros animales… Si nos vamos al mundo del hombre, la violencia y la injusticia forman parte del pan de cada día, al extremo de que la vida de toda persona se convierte en una tragedia sin sentido, cuyo final inevitable es la muerte.
Él estaba muy influenciado por la filosofía y las religiones orientales, especialmente el taoísmo y el budismo ya que en estos la realidad, la vida de la mayoría de los seres humanos transcurre esclavizada por los deseos de todo tipo como: dinero, comida, bebida, sexo, el saber, el poder, etc., tan pronto se satisface de uno, otro toma su protagonismo. Su filosofía sirvió como un puente entre la filosofía europea con la filosofía oriental. Los filósofos hindúes eran más profundos que los pensadores de Europa, porque su interpretación del mundo era interna e intuitiva; no externa e intelectual; el intelecto lo divide todo, la intuición lo une todo. Los hindúes vieron que el «yo» es una ilusión, que el individuo es meramente fenoménico y que la única realidad es el «uno infinito» que nos hace ver que todos somos miembros de un organismo, que todos somos pequeñas corrientes de un océano de voluntad.
De acuerdo con eso, el ser humano vive en un estado de insatisfacción permanente que, como decía Buda, el vivir se convierte en una inagotable fuente de sufrimientos. Cuando se le señalaba que eso no era así para todas las personas, el afirmaba que por lo menos sí lo era para una gran mayoría, pues la vida solo les depara injusticias, tristezas o temor; aún los ricos que tienen más ansían más y sufren por eso.
Sin embargo, esa manera de ver el mundo es muy pesimista y a la pregunta si hay alguna manera de escapar a esto, respondía. Sí, yo creo que, aquellos que hacen arte, así como quienes componen música, poseías, dramas, pintan y hacen esculturas escapan, gracias al esfuerzo de su creación, a la miseria de la vida. Como eso también valdría para los buenos religiosos, los místicos, los profetas, los filósofos, los científicos, los médicos y otros más que crean o hacen el bien. La respuesta de Schopenhauer señala que es cierto, el ser humano, en esos casos, se encuentra en una dimensión más allá del mundo empírico, donde no existen las nociones de espacio, tiempo, ni tan siquiera de nosotros mismos ni de nuestras limitaciones físicas.
Causa profunda tristeza lo misógino que era, decía que la veneración por las mujeres es producto del cristianismo y del sentimentalismo germánico, los asiáticos reconocen sin más la inferioridad de la mujer.
Cuando las leyes dieron a las mujeres iguales derechos que a los hombres, las deberían haber dotado por un igual de intelectos masculinos.
Cuanto menos tengamos que ver con las mujeres tanto mejor. No son ni siquiera un mal necesario.
Es posible que esta sea una respuesta amarga a que nunca tuvo una relación sentimental con una mujer y tampoco un hogar. Hay que acordarse de que nunca quiso asistir a las sesiones culturas de mujeres que organizaba su madre. Nunca tuvo un trabajo estable. En el fondo de la infelicidad de este filósofo estaba su rechazo a una vida normal, a las mujeres, el matrimonio y los niños.
Una de las cosas que llaman la atención es la enorme influencia que ejerció en el siglo en diferentes figuras de la historia como es el caso del musico Richard Wagner, que hizo la ópera Tristán e Isolda basado en sus escritos. Sigmund Freud reconoció que el análisis de la represión, uno de los pilares del psicoanálisis, también lo tomó de sus libros. Una serie de novelistas señalan que él ejerció gran influencia en ellos, tal es el caso de los rusos: Tolstoi, Turgenev; los franceses: Zola, Proust y Maupassant; el alemán Thomas Mann e incluso el argentino Borges, quienes se inspiraron en algunos de sus postulados. Nietzsche reconoció que se hizo filósofo tras leer sus obras, también el matemático y filósofo Wittgenstein. Posiblemente sus estudios que hacían una profunda introspección en la naturaleza del ser humano y su bella y exquisita prosa influyeron en ello.
Notas
Brethier, E. (1988). Schopenhauer. Historia de la filosofía. Vol. II. Madrid, España: Editorial Tecno, S. A. XI; 400-406. Durant, W. (1986). Schopenhauer. Historia de la Filosofía. México, D. F. México: Editorial Diana. 7; 343-394. Geymonat, L. (1985). Schopenhauer. Historia de la filosofía y de la ciencia. Tomo III. Barcelona, España: Editorial Crítica. 5; 94-100. Magee, B. (1999). Schopenhauer. El encuentro de la filosofía occidental con la oriental. Historia de la Filosofía. Barcelona, España: Ed. Arte. Blume, S. L. 138-145.
Sebastiano del Piombo; Retrato de hombre, 1519, con una leyenda de dudosa autenticidad que lo identifica como el ligur Colombo, «el primero en entrar en barco en el mundo de las Antípodas», Nueva York, Metropolitan Museum (detalle)
Juan Jaramillo Antillón
Hay dudas sobre su fecha y lugar de nacimiento. Los expertos se inclinan a creer que nació en la Gran República de Génova, Italia, en octubre de 1451. Los españoles dicen que tal vez nació en un lugar de la Corona de Aragón y que era hijo bastardo del príncipe de Viana. Las fechas de nacimiento también varían entre 1436 y 1440, en Génova. Su padre fue Doménico Colombo quien era un tejedor y/o tabernero genovés; su madre era Susana Fontanarrosa. Tuvo cuatro hermanos. Se dice que jamás se expresó bien en italiano y que usaba un español como un idioma aprendido salpicado de extranjerismos. Eso se debió a que salió muy niño de Italia y viajó en buques portugueses y españoles.
Su juventud y estudios no son claros, no se explica cómo un hijo de una familia pobre adquirió los conocimientos náuticos (aritmética, geometría y cartografía) que él poseía y el nivel cultural que mostraba de adulto, de tipo científico, humanístico y de idiomas, incluyendo el latín. Al parecer, estudió como cualquier niño y a partir de los 10 años aprendió dibujo y latín; desde entonces le encantaba la navegación y la brújula, la cual pudo manejar de joven. En realidad, fue un autodidacta.
Se dice que pudo predecir un eclipse lunar en su cuarto viaje. Y, además, Humboldt confirma que Colón descubrió la variación magnética, o más bien el cambio de la variación en el océano Atlántico.
Su primer viaje fue antes de los 15 años y, desde entonces, no dejó de navegar por el Mediterráneo, las islas de Madeira, las Canarias, Cabo Verde, Guinea, etc. Viajó durante 23 años, adquirió así experiencia antes de ir a Portugal a proponerle al rey que le financiara un viaje a las Indias por occidente, el mar Atlántico. Una idea revolucionaria, rechazada por no concordar los ayudantes del rey con la idea de Colón. Los marinos portugueses con experiencia lo creían vanidoso, pero otros en cambio opinaban, no sin razón, que era un visionario y un estudioso del mar, que ya sabía que la Tierra era redonda; al parecer tenía cierta información que le apoyaba, entre ella del sabio Toscanelli, algo que también tenían los portugueses. Colón sostenía que podría alcanzarse el lejano oriente (conocido en esos tiempos como «las Indias», navegando hacia el oeste por el océano Atlántico.
Cuando cumplió 40 años y como no logró ayuda en Portugal, se fue entonces a pedir ayuda a los reyes de España, tardando 6 meses en convencerlos. Él realizó cuatro viajes empleando más de 30 barcos.
En el primero representaba a los reyes católicos de Castilla y Aragón, este fue el del descubrimiento y solamente llevo tres naves. Contó, aparte de la ayuda proporcionada por los reyes, con el apoyo económico y de marinería de Francisco Alonso Pinzón y sus hermanos que fletaron y viajaron en las carabelas la Niña y la Pinta mientras que Colón lo hizo en el tercer navío La Santa María.
Salió el 3 de agosto 1492 y, el 12 de octubre, después de cruzar el Océano Atlántico, llegó a tierra de una isla llamada Guanahani que bautizaron como San Salvador en las Bahamas. Descubrió luego a Cuba y a Santo Domingo (Haití). Desde el principio e incluso aún después estuvo en el error de creer que estaba cerca de las Indias de Asia.
Este descubrimiento constituyó un encuentro entre dos mundos y dos culturas; la europea y la india de América con sus costumbres ancestrales, choque con profundas repercusiones en especial para los indios, pues los europeos impusieron un dominio absoluto, religioso, político, militar, cultural sobre los locales.
Se ha dicho que los vikingos ya anteriormente en el siglo X, después de colonizar Groenlandia, habían descubierto Terranova al norte de América, pero no está bien documentado.
Al regresar a España después de este primer viaje llevaban: oro, frutas y especies, así como 10 indios de las islas. Fue recibido en la corte y tratado por los reyes como un par de ellos, así como por toda la población que lo admiraba y ahora sí todos creían en él.
Para el segundo viaje en 1493 —este era ya de colonización— llevó 17 buques y 1500 personas, llegaron a unas islas que denominaron Dominica, Guadalupe, San Juan (Puerto Rico) y luego volvió a Haití, donde fundó la primera ciudad española, La Isabela.
En el tercer viaje, llevó 6 buques y llegó finalmente a tierra continental (sin saberlo) frente a la isla Trinidad en la desembocadura del Orinoco. Como administrador de La Española, fue acusado por los propios españoles de haber diezmado al pueblo indio al repartirlo entre los colonos y venderlos como esclavos. Algunos historiadores niegan esto. El asunto es que llegó a Santo Domingo, donde tuvo muchos problemas y alzamientos achacados a su mal trato a los indios y a los propios españoles, pues lo tildaban de mal administrador, por eso los reyes enviaron a Francisco de Bobadilla a poner orden, sin embargo, este no lo escuchó, sino que lo destituyó y lo envió encadenado a España.
Los reyes al llegar a España ordenaron de inmediato liberarlo y reponerle sus derechos de almirante, virrey y gobernador de las Indias Occidentales al servicio de la corona de Castilla. Y, además, le ayudaron para un cuarto viaje con cuatro barcos y, el 14 de agosto de 1502, llegó a las costas de la actual Honduras y en los meses siguientes, a las de Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Regresó a Jamaica y, habiendo perdido sus naves por mal tiempo, fue posteriormente recogido por otro buque y llevado nuevamente a España. Después de este viaje finalmente fue maltratado por los reyes y nobles. Según Colón porque creyeron todas las mentiras que se decían de él y nunca le reconocieron como virrey de América, con derecho a sus tierras en ese lugar, únicamente le dejaron el título de almirante.
Se le critica su obsesión por encontrar oro, por lo que sacrificó a muchos nativos y españoles y maltrató a todos; de hecho, él inició un mercado de esclavos de indios para España. Se convirtió así en el primer esclavista de América.
Según él mismo relata, inicialmente tuvo cuidado paternal con los indios, pero luego surgieron enfrentamientos con ellos e incluso con españoles, lo que le cambió el carácter y su modo de ser y se volvió agresivo. El oro al parecer se lo pedían los reyes para cubrir sus gastos por eso les envió 500 indios para ser vendidos como esclavos.
Debemos recordar que la esclavitud surgió hace más de 4000 mil años, ya el Código de Hammurabi redactado por uno de los primeros reyes del imperio sumerio, la citaba y hasta daban ciertos derechos a los esclavos. Se vio en los imperios babilónicos, en Egipto, Grecia y Roma y siguientes civilizaciones, incluyendo el Imperio Británico, Holanda, Portugal, etc. De hecho, la esclavitud surgió según relata Aristóteles porque los pueblos en la antigüedad y en constantes guerras entre ellos, se dieron cuenta de que era mejor aprovechar a los enemigos vencidos como mano de obra en lugar de ejecutarlos En Europa, ya en el año 1501, los mercaderes de Portugal llevaron esclavos negros de África a Brasil y España igual a Uruguay, estos eran esclavos del África subsahariana. Aun en el siglo XXI, al parecer hay trata de esclavos en Sudan, la República Centroafricana, Eritrea y otros países.
Colón, murió abandonado en Castilla a los 70 años e inicialmente fue enterrado en un convento de franciscanos en Valladolid, de ahí, luego sus restos fueron pasados a Sevilla y, posteriormente, la viuda de su hijo Diego solicitó llevar los restos de su esposo y los de Colón a Santo Domingo en 1536. Posteriormente, hay confusión sobre que su cadáver fue primero llevado a la catedral de La Habana y de ahí regresado a Sevilla. Sin embargo, posteriormente en la Catedral de Santo Domingo apareció una caja donde se señalaba que ahí estaban sus restos. Desde entonces, los españoles dicen que está enterrado en la catedral de Sevilla y los dominicanos en su país, ya que los restos que se habían llevado antes eran de otra persona. No existe un retrato fidedigno de su figura. En el Museo Metropolitano de Nueva York, hay un retrato al óleo del pintor Sebastiano del Piombo con una leyenda que dice «ligur Colombo”.
Notas
Aristóteles. (1968). Obras Filosóficas. Clásicos Jackson. México: W. M. Jackson Inc. Vol. III. Ballesteros, Fernández. A. (2007). «Los enigmas de Colón». Revista Medicina Balear. Abril. Vol. 22: 1; 9-21. Colón, H. (2006). Historia del Almirante. Barcelona, España: Editorial Planeta. Enseñat de Villalonga, A. (2006). El Cristóbal Colón histórico. Valladolid, España: Ed. Ayuntamiento de Valladolid. Eslava, J. (1995). El Enigma de Colón y los descubrimientos de América. Barcelona, España: Editorial Planeta. Humboldt, A. (1946). Cristóbal Colón y el descubrimiento de América. Buenos Aires, Argentina: Ed. Centro Difusor del Libro. Madariaga, S. (2005). Vida del muy magnífico señor don Cristóbal Colón. Madrid, España: Editorial Espasa-Calpe.
Karl Popper, filósofo, politólogo y profesor austriaco, nacionalizado británico.
Juan Jaramillo Antillón
Nació en Viena en julio de 1902. Falleció en septiembre de 1994 en Londres, Inglaterra. Fue maestro de escuela, profesor universitario, filósofo, politólogo, y filosofo de la ciencia. Siendo considerado en este último campo uno de los más eminentes filósofos del siglo XX. Sus padres eran acomodados y descendientes de judíos, aunque sus padres religiosamente eran luteranos, él se consideraba agnóstico. Su familia se había integrado a la sociedad en que vivía, él consideraba peligroso que los judíos se consideraran «el pueblo elegido», ya que los nazis y los marxistas podrían considerarse igual. El ascenso del nacionalsocialismo en Alemania y Austria lo obligó a emigrar a Nueva Zelanda y posteriormente al Reino Unido donde, después de la Segunda Guerra Mundial, ingresó como profesor de filosofía a la London School of Economics and Political Science.
Su carrera profesional se inició en ciencias como matemático, luego psicólogo y posteriormente cambió a la filosofía de la ciencia. Sin embargo, no estaba satisfecho con las limitaciones que le veía a este campo de la filosofía; por esa razón, en su tiempo, hizo una crítica de esta, debido a que creía que podría abarcar más campo y, sobre todo, porque estaba convencido de que ninguna actividad filosófica que se separe de la ciencia puede conducir a resultados válidos.
Durante su juventud en Viena en 1920, fue un marxista activo, pero posteriormente se convirtió en un socialdemócrata. Él había demostrado su fe en el socialismo de izquierda viviendo y trabajando como maestro en un barrio pobre ayudando a niños con deficiencias. Sin embargo, cuenta que la violencia empleada por los regímenes comunistas para imponer sus ideas, y la falta de derecho a disentir en ellas lo hizo apartarse de esta ideología.
Es considerado uno de los grandes filósofos científicos y sus conceptos de refutación de una teoría son aceptados por muchos. Según él, la crítica es el principal instrumento para avanzar en el conocimiento. Un enunciado que no puede ser refutado mediante la observación no puede ser puesto a prueba, por lo que en ningún caso podrá considerarse científico. Un ejemplo de esto sería la afirmación «Dios existe» que puede ser perfectamente cierta, pero a nadie se le ocurriría considerarla como una proposición científica. Él expone esta teoría en La lógica de la investigación científica; después de aplicarla a diversos campos científicos, la llevó a las ciencias sociales en La sociedad abierta y sus enemigos, publicada en 1945.
Popper aplicó aquí la validez de sus principios a la política y la sociología. Llegó a la conclusión de que nunca está justificada la imposición de un único punto de vista. En la sociedad moderna la manifestación más indeseable e insostenible es aquella regida por un poder centralizado y en la que toda disensión es rechazada y perseguida, poniendo como ejemplo a lo sucedido con el nazismo en Alemania y el comunismo en la Unión Soviética. Para él, las nefastas consecuencias a que ambas dieron lugar lograron el rechazo mundial en el caso de la Alemania nazi y, al final, del propio pueblo en la Unión Soviética. Él señaló, que en una sociedad que permita la crítica interna y la oposición (una sociedad abierta) será mucho más fácil resolver los problemas prácticos de toda índole que se presentan, ya que la libertad de pensar y actuar conlleva creatividad, de tal forma que en la sociedad abierta el progreso será mejor y mucho más rápido.
Popper consideraba que tanto en la política, como en la ciencia, se sustituyen sin cesar teorías ya establecidas por otras que en principio han de dar mejor resultado debido a que la sociedad se encuentra en perpetuo cambio, y a un ritmo vertiginoso. Por ello mismo, es inconcebible pretender crear y perpetuar una sociedad ideal. Sumido en un proceso de continuas transformaciones, el ser humano debe dedicarse a resolver los incesantes problemas que plantea esta situación. En primer lugar, la pobreza, la violencia, las amenazas a la paz mundial y además mejorar la educación y la medicina para toda la población. Reconocía, eso sí, que la perfección y la seguridad absoluta están fuera del alcance del ser humano. Aunque insistía que, si no está a nuestro alcance hacer feliz a la gente, al menos sí se puede intentar aliviar sus pesares y más insoportables limitaciones.
Se le considera uno de los promotores del realismo científico. Él explicaba esto así:
Yo existo. La realidad existe. Y (la realidad) es (para mí) inteligible y objetiva. La ciencia es una representación mental, objetiva e inteligible de la realidad. Se podría simplificar con el siguiente ejemplo: en el bosque, los árboles existen, crecen, envejecen y caen, aunque no haya testigos, y con independencia de un eventual observador. La ciencia es una construcción de universal. El conocimiento científico es un campo repleto de conjeturas, constantemente abierto a la revisión de sus postulados a la luz de la experiencia. La ciencia es tal vez la única actividad humana en la que los errores son criticados sistemáticamente y con el tiempo corregidos, por eso es posible el progreso.
La polémica que se dio en su tiempo entre empirismo y racionalismo, Popper la superó sosteniendo que las teorías anteceden a los hechos, pero que las teorías necesitan de la experiencia (refutaciones) para distinguir qué teorías son aptas y cuáles no. Sobre su falsacionismo que proponía en La lógica de la investigación científica, señalaba que el conocimiento científico no avanza confirmando nuevas leyes, sino descartando leyes que contradicen la anterior. Sobre su criterio de demarcación, él lo definía como la capacidad de una proposición de ser refutada o falseada. Solo se admitirán como proposiciones científicas aquellas para las que sea conceptualmente posible un experimento o una observación que la contradiga. Dentro de las admitidas como ciencia están la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica y no se aceptan como tales el psicoanálisis o el marxismo. Sin embargo, Popper posteriormente abandonó el simple falsacionismo como una lógica de la ciencia, puesto que se dio cuenta de que cualquier teoría lo suficientemente rica puede eludir su falsada.
Proponía una ciencia caracterizada por un método hipotético-deductivo y distinguible de la metafísica, gracias a su propia falsabilidad. Las teorías científicas no nacen por generalizaciones de observaciones repetidas, sino que son fruto de intuiciones repentinas, genialidades y arrebatos creadores; pueden ser concebidas incluso sin que intervenga para nada la experiencia. Para que nuestra hipótesis pueda considerarse científica, no metafísica, es preciso que nuestras deducciones nos lleven, en un momento dado, a proposiciones confrontables con la experiencia, es decir, susceptibles de ser refutadas.
Popper entiende por ciencia, el conjunto de proposiciones que han sido sometidas a severos controles y los han superado, es decir, que no han sido refutadas, aunque nadie nos asegura que no sean en el futuro falsables.
Entiende por una teoría metafísica, las que no tienen contenido empírico y por ello no pueden ser refutadas. Ejemplos de estas últimas son el marxismo y el psicoanálisis de Freud, doctrinas capaces de explicar todos los acontecimientos y de ser verificadas por cualquier experiencia, situándose así por encima de todo posible desmentido.
Popper no consideró por un tiempo la teoría de la evolución de Darwin por selección natural como una teoría científica. Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que sí lo era, eso sí, completada con la herencia de Mendel.
Llegó a revisar una parte de su falsación en su Lógica de la investigación científica, cuando señaló que la refutación de una teoría científica ahora se realizaba a través de una confrontación tripolar, entre dos teorías rivales y la experiencia. Una teoría nunca es abandonada porque la experiencia la falsee, sino únicamente cuando se presenta otra teoría capaz de responder mejor al control experimental. La peculiaridad de una teoría científica no reside en su forma lógica particular, sino en su capacidad de haber sabido superar a todas las teorías rivales históricamente presentes.
Para Popper, la realidad existe de forma independiente a la mente humana, de ahí que nunca se llegue a conocer del todo. Se crean teorías que tratan de explicarla, teorías que duran mientras sirven. Sin embargo, de vez en cuando se demuestra que alguna de esas teorías es inadecuada y se sustituye por otra mejor.
Lo paradójico de eso que señala Popper, es que, aunque es cierto lo anterior, con muchas teorías desechadas se han llevado a cabo descubrimientos y avances en la ciencia. Para Newton el tiempo y el espacio eran dos cosas diferentes, para Einstein y su teoría de la relatividad, el tiempo y el espacio están íntimamente unidos. La gravedad de Newton fue sustituida por la atracción que Einstein mostró en la relatividad, y sin embargo con los conceptos de Newton pusimos una plataforma espacial y fuimos a la Luna. La realidad es que el conocimiento humano es una suma, y las teorías nuevas vienen muchas veces no a sustituir la vieja, sino a complementarla.
Notas
Geymonat, L. (1985). «Karl Popper». Historia de la Filosofía y de la Ciencia. Barcelona, España: Editorial Crítica. Cap. 14; 377-382. Magee, B. (1999). «Popper, de la ciencia a la política». Historia de la Filosofía. Barcelona, España: Ediciones Blume. 220-224. Popper, R. K. (1959). The Logic of Scientific Discovery. Nueva York. EE.UU.: Ed. Hutchinson & Co. Basic Book Inc. Popper, R. K. (1958). «On the Status of Science an Methapysics». En: The Philosophy of Karl Popper. Oxford, Reino Unido: The Library of Living Philosophers Inc. 95-115. Popper, R. K. (1962). The Open Society and its Enemies. Londres, Reino Unido: Ed. Roulledge and Kegan Paul. Popper, R. K. (1963). Conjetures and Refutations. The Growth of Scientific Knowledge. Nueva York, EE.UU.: Basic Book. Popper, R. K. (1992). In search of a better world. London, Reino Unido: Ed. Routledge, Champan and Hall, Inc. Wikipedia. La enciclopedia libre. (2023). Karl Popper.
Fernando Daza Osorio; Homenaje de la ciudad de Santiago a Gabriela Mistral (detalle del mural)
Primera mujer iberoamericana en recibir un Premio Nobel
Juan Jaramillo Antillón
Su nombre es Lucila Godoy Alcayaga, el de Gabriela Mistral es un seudónimo. Ella señala qué lo usó por su gran admiración por Gabriel D’Annunzio y Frédéric Mistral.
Nació en Vicuña, un área rural pobre de Chile, en 1889 y falleció en Nueva York en 1957 a los 67 años a consecuencia de un cáncer del páncreas.
Fue una extraordinaria escritora, poetisa, pedagoga y diplomática chilena, y la primera mujer a quien se le otorgó el Premio Nobel en América Latina. Se le entregó por su excelente obra poética y por ser un símbolo de las aspiraciones idealistas del mundo. Entre lo más valioso de su obra está la ternura infinita que ponía a sus poesías y el conmovedor amor por los niños y los desvalidos, el importante papel de la mujer en la sociedad, en la diversidad sexual y en la equidad de la enseñanza para niños y niñas. Aparte del amor entre el hombre y la mujer, y entre todos los seres humanos que describió en sus libros.
Su infancia fue muy dura pues su padre, un maestro rural, abandonó el hogar cuando Gabriela apenas tenía tres años, teniendo su madre muchas dificultades para criarla. Ella señala que encontró años después una caja con poesías de su padre, lo que le encanto y la inclinó hacia la poesía.
Publicó su primer verso a la edad de 15 años en la prensa de su pueblo. Se hizo maestra de escuela, debido a su experiencia, pues le encantaba enseñar a los niños, pero nunca estudió formalmente para maestra por falta de recursos. Sin embargo, en 1910 convalidó sus conocimientos en una Escuela Normal de Santiago de Chile. Desde los 21 años prestó servicios de profesora en Liceos de pueblos chilenos. Durante 11 años recorrió trabajando como profesora en pueblos de todo su país. Finalmente concursó para una plaza de directora en el Liceo núm. 6 de Santiago de Chile, ganando el concurso, pero los profesores la rechazaban por su fala de estudios profesionales, pese a eso se sostuvo en el puesto un tiempo.
De joven, en 1906, tuvo un problema sentimental que la afectó de por vida, incluso para escribir. Se trató de un noviazgo trágico con un joven de nombre Romelio Ureta. En un pueblo al norte del país donde era maestra y él empleado del ferrocarril, romance que duró tres años y finalizó, porque él se suicidó por un problema en su trabajo. Ella lo consideró su único amor.
Su fama comenzó cuando envió a concursar a Santiago en 1914 en unos juegos florales, unos poemas, su trilogía de los Sonetos de la muerte, (en recuerdo a su trágico amor), con el seudónimo de Gabriela Mistral. Obra que fue premiada y publicada en diarios y revistas no solo en Chile, sino en el exterior. Eso le proporcionó gran fama e incluso un trabajo como directora de un liceo. Lo que gustó de sus poemas posiblemente fue la dramática intensidad y la fuerza lírica con evocación del dolor íntimo y la forma como invocaba a la muerte. Siendo una persona muy modesta, no asistió a recibir ese premio, ella estaba oculta entre el público en el teatro donde se premiaron las obras.
Su amplia producción, tocaba en especial temas para los niños, posiblemente influida por las canciones infantiles que de niña escuchó, sobre la maternidad, los desvalidos, sobre la naturaleza vista con cierto realismo mágico y como un canto a ella, a los enamorados, al dolor y a la muerte, a los derechos y sobre la emancipación de la mujer latinoamericana, al campesino con sus desgracias y pobreza.
Se señala que su lenguaje era sencillo y directo, despojado de todo amaneramiento, especialmente, en sus libros Tala, La Espera Inútil y Lagar. Para ella sus mejores obras son su libro Desolación, con los Sonetos de la muerte ya señalados, Oración de la Maestra, Ternura, Rondas de niños y el Poema de Chile, su último libro de versos, inconcluso, publicado después de su muerte.
Viajó mucho según se señala, ya que fue nombrada en diferentes puestos de Relaciones Exteriores de Chile: en los consulados en España, Portugal, México, Brasil, Italia y Estados Unidos. Además, visitó algunas naciones latinoamericanas, promoviendo la educación, los derechos de la mujer y leyendo sus obras.
Fue contratada por el gobierno de México en 1922 para colaborar en la reforma a la educación pública que el ministro de educación, José Vasconcelos de esa nación, realizó en su gestión pues eran muy buenos amigos y le pidió ayuda para reorganizarla. En especial se dedicó a preparar un programa de enseñanza rural y para ello publicó un libro titulado Lectura para mujeres, incluyendo a las indígenas. En 1923 hizo una gira por los Estados Unidos y Europa.
Su filosofía pedagógica se basaba en que creía en la importancia de una comunidad de enseñanza entre el alumnado, las madres y los obreros de la comunidad. La obligatoriedad de la enseñanza primaria, el derecho del niño a la salud y educación y si era posible darles educación secundaria ayudados por el Estado.
Aparte de maestra tuvo otros puestos de profesora en liceos y hasta en la Universidad de Santiago y en algunas instituciones educativas de Estados Unidos. En 1926 fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación de La Sociedad de Naciones en Ginebra.
Es indudable que en su obra poética fue influenciada por algunos poetas como Amado Nervo, Frédéric Mistral e incluso por Rubén Darío, donde tomó la ausencia de retórica y el lenguaje coloquial. Aunque hacia referencias concretas sobre el cristianismo en sus escritos, no se consideraba religiosa.
En el año de 1943 había adoptado un hijo de nombre Juan Miguel Godoy de un hermano fallecido. Lo había adoptado con la ayuda de su secretaria Palma Guillen. Estando ella en Brasil, al parecer por acoso en el colegio donde estudiaba, él se suicidó a la edad de 18 años, dejando muy afectada a la Mistral por años.
A ella no le gustaba vivir en Chile, por eso el Gobierno la nombro cónsul en Nueva York y delegada ante las Naciones Unidas. En Nueva York vivía en la casa de una amiga, Doris Dana una escritora que la admiraba mucho y era su representante, en una controvertida relación. Ahí había publicado su libro Desolación. El motivo por el cual no quiso ir a vivir a Chile se debió, según ella porque ahí sin fundamento se decía que ella tenía inclinación a la homosexualidad. No creo que tuvieran ningún documento o prueba de ello. Tanto ella como su amiga Dana negaban enfáticamente ser lesbianas, decían que su relación era de amigas o de maestra a alumna, Doris Dana era 31 años menor. Al morir le dejó su herencia a su amiga Dana, aunque la mitad de las ganancias de sus libros se las dejó a los niños de un pueblo chileno.
Las Naciones Unidas la reconocieron como una gran mujer y una personalidad partidaria de la paz y de los derechos humanos. Ella admiraba en especial a: José Martí, Neruda, Mariátegui y otros.
Estuvo en Costa Rica en septiembre de 1931, llegó a Limón en barco, dio conferencias y visitó escuelas y colegios. Apreciaba y era amiga de Roberto Brenes Mesén, de García Monge, Omar Dengo y Carmen Lyra, con quienes mantenía correspondencia. Antes de partir les dio un consejo a los intelectuales del país: cultivar lo nuestro y no imitar lo extraño, ya que las virtudes ajenas nunca serán nuestras. Recomendó a las mujeres luchar para alcanzar sus derechos políticos, pero sin dejar de ser mujeres.
En el mismo año de su muerte en 1957, sus restos fueron trasladados a su pueblo en Chile.
Gabriela Mistral en la ceremonia de entrega del Premio NobelGabriela Mistral, poeta, diplomática, profesora y pedagoga chilenaGabriela Mistral tras haber recibido el Premio NobelGabriela Mistral, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1945Gabriela Mistral recibe el Premio NobelGabriela Mistral, importante pensadora respecto al rol de la educación pública
Notas
Alarcón, Justo. S. (2009). Biografía de Gabriela Mistral. Archivos de la Universidad Jaime I. Chile. The Nobel Prize. Gabriela Mistral. Oliva, M. (2010). Gabriela Mistral en Costa Rica. San José, La Nación, Ancora. 29 de marzo. Teitelboim, V. (1991). Gabriela Mistral. Pública y secreta. Santiago. Ediciones BAT. Wikipedia. Gabriela Mistral. Zamora, C. (2007). Gabriela Mistral (1889-1857). En: AFUP-Tribuna, San José. 6-8.
Samuel Hirszenberg; Spinoza excomulgado, 1907 (detalle)
Juan Jaramillo Antillón
La actividad más importante que un ser humano puede alcanzar es aprender a entender, porque entender es ser libre.
(Baruch Spinoza)
Nació en 1632 en Ámsterdam, Países Bajos, y falleció en 1677 a la edad de 43 años, debido a tuberculosis, cuando estaba traduciendo al holandés el Antiguo Testamento.
De origen judío-hispánico, sus raíces familiares se encuentran en Espinosa de los Monteros. La familia fue expulsada por judía, por los Reyes Católicos de España, por lo que se trasladaron Portugal y luego, por otra persecución, se fueron a Ámsterdam. Sus amigos lo admiraban por su inteligencia y bondad.
Desde joven prefería pasar el tiempo en la sinagoga aprendiendo sobre religión, estudiando la Biblia y la historia del pueblo judío. Sus primeras dudas sobre la verdad absoluta de la Biblia surgieron al estudiar el pensamiento de filósofos judíos como Ibn Gebirol y la forma como este identificaba a Dios con el universo. Luego con Hasdai Crescas, quien creía que el universo material era el cuerpo de Dios.
Estudió latín para ampliar sus conocimientos y poder leer sobre la religión cristiana y porque había traducción al latín de los pensadores griegos, Platón, Aristóteles, Demócrito, Epicuro, Lucrecio. Se interesó por la vida y hechos de Giordano Bruno condenado por la «santa» Inquisición y quemado vivo. Las ideas de él, de que toda la realidad no es más que una sustancia, una causa, un origen; de que Dios y esta realidad son una misma cosa; de que espíritu y materia son una cosa y, además, de que toda partícula de la realidad se compone inseparablemente de lo físico y lo psíquico, lo impregnaron para toda su vida. También influyó en él Descartes, cuya noción central era la primacía de la consciencia, «pienso, luego existo» (Cogito ergo sum), y su explicación del mundo por leyes mecánicas y matemáticas. Así mismo, sobre que todo aquello que existe o sucede se puede deducir mediante la ayuda de una serie de premisas lógicas e indudables, desde una base puramente científica, algo que creen muchos en los tiempos modernos.
Con el tiempo, estuvo en desacuerdo con Descartes ya que Spinoza entró en una concepción religiosa del mundo al plantear su duda de la siguiente manera: «Si todo lo que tiene lugar en el universo se puede explicar a partir de una serie de leyes científicas y ecuaciones matemáticas, ya no es preciso atribuir a Dios ningún papel en este proceso», en cambio, Spinoza creía que: «Dios es la causa de todas las cosas, las cuales forman parte de él». Se aprecia que esta es una concepción panteísta.
Es considerado aparte de teólogo y político uno de los tres más importantes filósofos racionalistas al igual que Descartes y Leibniz. Hegel, Schelling y otros filósofos lo consideraban el padre del pensamiento moderno. Albert Einstein lo admiraba mucho y decía que el Dios bondadoso y que respetaba a los seres humanos de Spinoza era el suyo, aunque Einstein no creía en el panteísmo. El famoso matemático, filósofo y Premio Nobel de la Paz, Bertrand Russell, lo consideraba, el más noble entre todos los filósofos.
Escribió un Tratado teológico político donde criticaba a la religión judía y la cristiana.
Señalaba que el lenguaje de la Biblia es metafórico y alegórico, con descripciones exageradas, su objetivo no era convencer por medio de la razón, sino mediante la imaginación. Por ello la gran cantidad de milagros hechos por Dios para el pueblo judío, el elegido de Dios.
Él creía en un Dios omnipresente, omnipotente e infinito, concluyendo que no hay nada que no forme parte de Dios. Por cierto, Newton respecto a esto señalaba que Dios creó el conjunto del universo para, a continuación, dejar que este se desarrollase por sí solo de acuerdo con unas leyes que habría dispuesto, leyes que él como científico descubrió y que llamó de la gravitación universal y otras. Spinoza estaba también en desacuerdo con eso, ya que, no podía concebir que Dios exista por un lado y el universo por otro, como dos realidades inconexas, ya que, para él, si Dios es infinito como afirman las religiones y si se separa a Dios del mundo, estaría poniéndole límites al carácter infinito de Dios.
Su Dios nada tiene que ver con el primer motor de Aristóteles ni con el Dios personal de cristianismo. Él estaba contra todas las concepciones antropomórficas de Dios. Dios actúa por entero en los fenómenos con absoluta necesidad. Dios como única substancia y causa inmanente de toda realidad es perfectamente racional y no emana de la naturaleza, sino que se identifica con ella. Con eso él aceptaba que Dios se encuentra presente en la totalidad de lo creado en la naturaleza. Dios no está fuera del mundo, ni está en el mundo, sino que él mismo es el mundo. Eso significa que el universo físico es el cuerpo de Dios. Dios y la naturaleza son una y la misma cosa. El ser humano a pesar de ser una criatura finita posee esa misma naturaleza y a nadie se le ocurriría pensar que el cuerpo y el alma trata de dos personas diferentes. La tradición judía enseña que el cuerpo viene a ser la forma exterior del alma. Esta es una concepción muy especial del hombre y el universo.
Él pudo escribir sus obras muy contradictorias por residir en Holanda (Países bajos), el país más tolerante del mundo de su tiempo. En cualquiera otro lo habrían encarcelado o asesinado.
Por su manera de pensar, fue rechazado y perseguido por la comunidad judía de su tiempo, ya que se escandalizaron por su visión panteísta del mundo, siendo expulsado de la comunidad judía de Ámsterdam. Rechazaron el que él afirmara que Dios tiene como cuerpo el mundo material, que el alma podía ser meramente vida, que no existen los ángeles ni la inmortalidad del ser humano. Fue excomulgado, se les prohibió a todas las personas de la comunidad judía tener contacto con él, sus amigos se alejaron y hasta su padre, un rico comerciante lo abandonó. Se le prohibió la entrada las sinagogas. Solo y aislado, sin profesión. Un comerciante en lentes le enseñó a pulirlos y de eso vivió.
Era considerado en su tiempo «un libre pensador», uno de los precursores de «la libre expresión de las ideas». Creía que la libre expresión de estas es imprescindible para mantener el orden social, pues, en un mundo gobernado por la razón, «cada persona debe poder pensar lo que quiera y decir lo que piensa y los que atentan contra la libertad son aquellos que, en una sociedad libre, pretenden coartar la libertad de pensamiento de los que se resisten a aceptar una tiranía».
Es posible que haya sido el primer filósofo en postular, un siglo antes del inglés Locke, la libertad de expresión como base de la convivencia pacífica, como la posibilidad de progreso y el verdadero objetivo de un gobierno.
Para él era necesario proteger y asegurar las prerrogativas de los ciudadanos, englobándolos en los fines para los cuales surgió la sociedad, al concederle la soberanía popular (el poder) al gobierno, estos deben recibir seguridad y protección. El Estado no puede esclavizar el pensamiento individual ni la libertad, ya que eso sería sojuzgar a la razón. El ciudadano debe ser capaz de imponerse él mismo el dominio de la razón y nunca será esclavo. El problema es que pueden existir formas imperfectas de Estado y que les impiden realizar sus verdaderos fines. La religión no persigue o tiene por fin conocer la naturaleza de las cosas, sino solo aleccionar al hombre sobre su vida moral. Por eso, ni la religión ni el Estado deben atentar contra la libertad de pensamiento.
Respecto a cuál era la mejor forma de gobierno, él contestaba: existen el monárquico, que es tiránico y mantiene engañados a los hombres, y los controla; el aristocrático gobierno de unos cuantos; y el democrático, para él, este últime, es el más natural, y a la vez el que garantiza la libertad de sus súbditos.
Él no creía en el libre albedrío y en el azar, pues creía que todo sucede por necesidad, nada sucede casual o accidentalmente, la suposición de que el hombre tenga voluntad libre es una ilusión. Toda decisión que toma y acto que realiza están determinados.
Puede también ser considerado uno de los defensores de la naturaleza. Él señalaba que «no se puede ir en contra de la naturaleza pues esta se asienta sobre un orden fijo e inmutable» e ir contra ella es ir contra nosotros mismos. Además, la existencia de la naturaleza no depende de nada, excepto de su propia esencia. El problema es que, como ya se señaló, él consideraba que hay una sola sustancia a la que se puede llamar Dios o naturaleza, que engloba todas las cosas.
Notas
Durant, W. (1978). Spinoza. Historia de la Filosofía. México: Editorial Diana. Geymonat, L. (1985). «Hobbes y Spinoza». En: Historia de la Filosofía y de la Ciencia. Madrid, España: Editorial Crítica. pp. 167-183. Hampshire, S. (1973). Spinoza. Madrid, España: Ediciones Doncel. Hartnack, J. (1987). «Naturalismo de Spinoza». En: Breve Historia de la Filosofía. Madrid, España: Ediciones Cátedra, S. A., pp. 107-120. Magge, B. (1999). «Spinoza». En: Historia de la Filosofía. Barcelona, España: Art. Blume, S. L., pp. 90-95. Spinoza, B. (2002). Tratado teológico-político. Barcelona, España: Ed. Folio.
Trastornos de salud mental, comportamientos adictivos y autolesivos
Juan Jaramillo Antillón
Soy un cirujano y un escritor, no domino este campo de la comunicación, la psicología y la psiquiatría, sin embargo, me han inducido a escribir estas notas, los artículos publicados en el mundo y en mi país, por psiquiatras de renombre señalando el aumento de problemas mentales por el uso de celulares.
Está claro que los problemas de salud mental, que de por sí ya eran un serio dilema en muchos países del mundo, se agravaron con las consecuencias negativas emocionales causadas por la pandemia viral de la COVID-19 a millones de seres humanos.
Me impactó que se señale que, en Costa Rica, país con 5.5 millones de habitantes, investigadores universitarios, consideran que, al menos, 1.3 millones de costarricenses quedaron afectados por trastornos como ansiedad y depresión como resultado de la pandemia viral. Por otro lado, existe un claro déficit de psiquiatras a nivel mundial, lo que causa tremendos atrasos en la atención de los enfermos agudos y crónicos que solicitan consulta y con los servicios de emergencia de esa especialidad colapsados en los hospitales que dan este servicio.
Estoy de acuerdo totalmente en que Internet y sus redes sociales han traído muchos avances y beneficios de diferentes tipos al mundo, sin embargo, a la vez están causando serios problemas por la desinformación (fake news) que también traen.
El problema que planteo aquí es la repercusión que tienen las redes sociales o plataformas de Internet como Instagram, Facebook, TikTok, YouTube, etc. y, algunos de sus programas, dada la forma como los presentan, ya que afectan, sobre todo la salud mental de los niños y adolescentes. Se ha señalado que estas inducen a los niños y jóvenes entre 10 y 20 años o más, a volverse adictos a los mismos y a la propaganda que se da ahí de todo tipo.
El problema es tan grave que, en los Estados Unidos, han demandado a los dueños de Facebook, Instagram, TikTok y YouTube, porque sus programas fomentan la adicción de su uso entre las personas menores, ya que los algoritmos son diseñados para atraer a los jóvenes y conducirlos hacia contenidos extremos. Como resultado de eso los estudios se ven afectados por ausentismos y trastornos del aprendizaje y depresiones, ya que contienen mensajes que afectan su autoestima. Esos algoritmos de los programas conducen a los jóvenes trastornos de su salud mental.
La prensa internacional y artículos publicados de especialistas costarricenses señalan que, aparte de volverse adictos, esos programas les generan ansiedad y depresión y pensamientos autolesivos, llegando en algunos casos al suicidio.
Los especialistas saben que los adolescentes son muy vulnerables a la propaganda y a los ejemplos de las plataformas sociales, pues sus cerebros no están totalmente desarrollados y tampoco poseen la educación suficiente para distinguir lo bueno de lo malo, lo correcto de lo incorrecto y lo falso de lo verdadero de lo que ahí se dice. Se ha señalado por ejemplo que un programa de TikTok invitaba a vandalizar la propiedad escolar y a otros problemas. Y es que, en los Estados Unidos, las escuelas y colegios reportan que sus estudiantes sufren ataques de pánico, depresión y otros síntomas que trastornan su asistencia causando gran ausentismo y además, pobre asimilación de los conocimientos que ahí se imparten, con perdida incluso de cursos o años escolares.
En ese país se ha reportado una epidemia de suicidios entre jóvenes de 10 a 24 años, que se agudizó con la pandemia viral de los últimos años y se observó, además, que había relación con las redes sociales. Por otra parte, el 20% de un grupo de jóvenes estudiado, admitía haber tenido pensamientos suicidas, al extremo que la Academia de Pediatría de USA, a finales del año 2021, señaló la existencia de una «epidemia nacional de suicidios», existiendo un componente adictivo que trastorna el comportamiento de los adolescentes. Por esa razón en ese país el gobierno está iniciando los pasos para normatizar la forma de esos programas y su propaganda en las redes sociales en lo que respecta a los niños y adolescentes.
El periódico La Nación de Costa Rica señalaba en abril del 2022, que dos pequeños niños de tan solo seis años se intentaron suicidar intoxicándose con medicamentos que existían en sus casas, la causa desencadenante que los enojó a ambos para tomar esa decisión fue que sus padres les quitaron sus celulares. Se han reportados casos del daño que provoca el abuso de estar viendo las redes sociales, que hay sobre todo niños y adolescentes cuya adicción es tan severa que ameritan tratamiento médico.
El Dr. Alberto Morales, jefe de clínica del adolescente del Hospital Infantil de Costa Rica, señala:
Darle a un niño escolar un celular, y, sobre todo, un teléfono inteligente, es una actitud totalmente irresponsable. Estos y en especial los adolescentes dedican muchas horas del día a su uso y eso debilita la interacción social y el contacto directo entre ellos como personas, pues lo hacen en forma insistente, obsesiva y hasta adictiva, y se pierde la oportunidad desarrollar habilidades de interrelación corrientes y directas con otros jóvenes.
No solo es importante dejar el abuso de los celulares por la interrelación humana, sino también porque es fundamental estar en contacto con la naturaleza, animales y plantas y hacer deportes, todo ello favorece el buen crecimiento y desarrollo físico y psicológico. Por lo señalado el uso de celulares en niños y en adolescentes debe ser limitado a unas pocas horas del día. El problema es que la propaganda y la presión social es tal, que los padres ceden y permiten a los niños el uso de esta tecnología, pues hay quien sostiene que eso ayuda a su educación temprana. Los padres en la actualidad deben educar a los niños y adolescentes en cuanto a que, si les proporcionan celulares, ellos deben tener conciencia de que solo deben usarlo por cierto tiempo y suspender para descansar la mente y cumplir con las responsabilidades que les correspondan, y, nunca usarlos en el desayuno, almuerzo y cena.
Humberto Eco señala:
Las redes sociales dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que, principalmente, hablaban solo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos, rápidamente era silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un Premio Nobel, por eso creía que las redes sociales habían provocado una invasión de imbéciles opinando sobre lo que no saben.
Es pues, indudable que las redes sociales están alterando y modificando la percepción que teníamos del mundo, y de hacer amistades y buenas relaciones sociales, que, ahora son virtuales y no personales. Albert Einstein decía, «temo por el día en que la tecnología sobrepase a la interacción humana. El mundo solo tendría una generación de idiotas». Cuando vemos a niños y jóvenes e incluso adultos, que en todo momento y lugar están con sus celulares y no conversan, eso parece indicar que ese día ya llegó.
Tenzin Gyatso, decimocuarto Dalái Lama, líder espiritual del Tíbet.
Juan Jaramillo Antillón
Nació en 1935, en Taktser, al norte del Tíbet; actualmente tiene 87 años. Los tibetanos creen que es una reencarnación de los anteriores 13 Lamas, el 14. En realidad, desde el punto de vista religioso no se le considera un dios, sino un maestro espiritual y temporal.
Comenzó su educación en un monasterio a los 6 años, teniendo a dos monjes superiores como tutores. A la edad de 15 años fue escogido como la cabeza de la nación del Tíbet. En el budismo tibetano hay devoción para un Brahma, pero este no es considerado eterno.
Pero, hubo una invasión del Tíbet por China que consideraba que esa región era parte de su territorio. El Dalái Lama fue personalmente con una delegación a conversar con Mao Zedong, en septiembre de 1954 para una pacífica liberación del Tíbet, pero no llegaron a un acuerdo.
En 1959 viviendo en su país ocupado, lo pusieron en alerta de que lo asesinarían y huyó hacia la India; se instaló en una región agrícola denominada Dharamsala al norte de ese país en las estribaciones del Himalaya, donde fundó un pueblo y vive con sus monjes y miles de compatriotas exilados, gracias a que, el primer ministro y líder de la India, Nehru, en ese tiempo le permitió lo anterior; formó luego un gobierno en el exilio donde a los niños y jóvenes se les enseñan las tradiciones de ellos.
China le propuso un acuerdo en 1988 que el Dalái rechazó pues no les convenía, él señalaba que la democracia que se ofrecía (y que no practicaba China), no tenía ninguna seguridad de lograrse estando invadidos por el ejército de China; además, los obligaban a abandonar la religión y costumbres de su pueblo.
Los chinos por su lado lo criticaban por no aceptar el acuerdo, que se establecía en común con ellos, pues daría lugar un Tíbet democrático, y el Dalái insistía en que fuera teocrático, como lo era antes de la invasión. Los chinos decían que antes de la llegada de ellos, ese pueblo trabajaba y vivía únicamente para los monjes y la religión, en medio de gran pobreza, lo que no dejaba de ser cierto. Los chinos señalaban que en poco tiempo habían logrado que esta pobreza se superara, gracias a la dirección de los comunistas, y, que, el Dalái no aceptó el acuerdo por presión de los Estados Unidos, que le proporcionaba ayuda económica. Al presente sigue exilado y su pueblo ocupado.
Él se ha dedicado a difundir la cultura y tradiciones tibetanas, y a tratar de conseguir el regreso a su antigua tierra en el Tíbet. A través de sus viajes ha dado muchas conferencias y charlas de prensa, voy a condensar algunas preguntas y respuestas que se le han hecho y nos conciernen a todos.
A raíz de la invasión y huida se le preguntó: una persona tan santa como usted, ¿ha tenido miedo alguna vez? Él respondió: por supuesto, hay dos miedos. Uno debido a un problema real, el cual hay que afrontarlo con una decisión, en estos casos reflexiono y luego lo resuelvo; el otro falso, ante un problema inexistente, lo dejo de lado. Es claro que vale la pena sentir miedo ante un verdadero peligro, pues es gracias a eso que tomamos precauciones.
Ante la pregunta: ¿si desgraciadamente no hay solución ante un problema, que haría? La respuesta fue: de nada sirve desconsolarnos, ya que si eso persiste genera una angustia que puede enfermarnos.
El Dalái es de los cree que la esperanza es lo último que se pierde y, la considera la base del futuro de su pueblo y de hecho cree que tendrá éxito y que, algún día regresará al Tíbet. Para él, mantener eso, es adoptar una actitud optimista de que podrán superar los problemas de su pueblo, y les ayuda a calmar la ansiedad sobre lo desconocido. Para no sufrir esto, dejamos el pasado simplemente donde está, y vivimos el presente.
Los periodistas, le preguntaron que, dado que viaja tanto por todo el mundo, qué le parecía la violencia existente en los países occidentales, con su elevado aumento en los homicidios y los abusos sexuales: ¿cuáles cree usted son las causas de ello? Él contestó: se me ha informado que en Estados Unidos influye en esto la venta libre de armas y su tenencia en los hogares. Además, mundialmente, la televisión y el cine están llenos de sexo y violencia que estimula a los niños y jóvenes a imitarla. Por otro lado, la pérdida de la familia tradicional por embarazos no deseados, los divorcios, la violencia en ella, la falta de educación, la pobreza, el abuso del alcohol y drogas por los padres, hace que el niño se sienta desamparado por la pérdida de su hogar, se rebela ante ello y se vuelve violento buscando resolver con eso sus problemas sin lograrlo. El Estado y la comunidad deben tratar de dar apoyo a estas familias y a esos niños.
Ante la pregunta: todos desearíamos obtener la felicidad en nuestras vidas ¿cómo cree que se puede lograr?, su respuesta fue: yo creo que la felicidad es un objetivo primordial en la vida, pero para ello se requiere ser una persona capaz de tener compasión por sus semejantes en desgracia, sentir amor y ser altruista. Desterrar los malos pensamientos, ser compasivos y tolerantes, tratar de ayudar en lo posible no sólo a la familia, sino a otros que lo necesiten, esa es la base para lograr felicidad.
Se le pregunta: ¿cómo mantener una actitud tolerante ante hechos que nos afectan seriamente? Su respuesta es: aprender a tener tolerancia y paciencia es fundamental para tener buenas relaciones humanas, pero esas dos virtudes no deben ser interpretadas como signos de debilidad, sino de fuerza, no obstante, si la situación nos afecta seriamente y mantenemos una actitud humilde, pueden abusar de nosotros. En este caso tenemos derecho a defendernos.
Se le señala que todo el mundo opina que vivimos en una época de crisis en que impera la agresividad o la violencia para resolver conflictos. A ello responde diciendo: absolutamente de acuerdo, eso se debe a que no hemos reconocido que somos animales sociales y que por ello debemos aprender a vivir juntos. Debemos aceptar que pueblos y países están interrelacionados y deben cooperar en lugar de enfrentarse para resolver los problemas. Pero si usted quiere cambiar al mundo, debe comenzar por mejorar interiormente, luego ayudar a que su familia cambie y a partir de ahí, ayudar en la comunidad, si todos hacemos esa toma de consciencia y de educación, el mundo comenzará a mejorar.
Él cree que la ciencia puede ayudar al mundo y no debe haber enfrentamientos con la religión. Para ello, incluso en el 2001, se reunió con un grupo de neurocirujanos para realizar una investigación consistente en ver los efectos beneficiosos de la meditación en el cerebro humano y ayudar con ello a una mejor salud física y mental.
Él ha recorrido el mundo pidiendo ayuda y reuniéndose con los dirigentes de todos los países, ha propuesto un diálogo y acuerdo entre las religiones; incluso le han dado premios y reconocimientos múltiples, entre ellos el más importante, el Premio Nobel de la Paz, en 1989. Se lo dieron por su insistencia en el desarme nuclear y en afirmar que cada uno de nosotros formamos parte de la familia humana, sea cual sea nuestra categoría social, para eso hace falta voluntad, esta es fundamental y debería todo el mundo pedir la paz para progresar en otros campos. Con guerra no hay oportunidad de mejorar, se debe buscar en cada problema de un país o entre países, una solución pacífica sin emplear la violencia.
Él pone de ejemplo a Costa Rica como una nación democrática y viviendo en paz. Ha estado en ese país en dos ocasiones en 1989 y en 2004, dando conferencias y charlas sobre ética y paz. Es amigo personal de don Oscar Arias, también Premio Nobel de la Paz.
Notas
Dalái Lama. (1994). Más allá de los dogmas. Buenos Aires, Argentina: Ed. Sirio. Goldestein, M. (1989). A History of Modern Tibet, 1913-1951. California EE. UU.: University of California Press. Laird, T. (2006). The Story of Tibet. Conversations with the Dalai Lama. Nueva York, EE. UU.: Grove Press. Norbu, T. J. y Turnbull, C. M. (1968). Tibet: An account of history, the religion and the people of Tibet. Nueva York, EE. UU.: Ed. Touchstone Books. Tsering, S. (1999). The Dragon in the Land of Snows: A History of Modern Tibet Since 1947. Nueva York, EE. UU.: Columbia University Press.
Jerry Barrett; La misión de la misericordia: Florence Nightingale recibiendo a los heridos en Scutari, c. 1905, National Portrait Gallery (detalle)
Juan Jaramillo Antillón
Considerada la primera gran educadora y formadora de enfermeras profesionales, además de experta en estadísticas y escritora. Nació en mayo de 1820 en Florencia, Italia, de una familia británica muy rica que por esa época vivió ahí. Falleció en 1910 a la edad de 90 años en Londres. Ella pertenecía a una familia adinerada y, en su juventud, adoraba asistir a bailes con lindos trajes. Pronto se cansó de eso; ella relata que a los 16 años escuchó la voz de Dios que le pedía le sirviera, y por ello estuvo varios años indecisa tratando de ver en qué ocupaba su tiempo.
Con el tiempo ya la vida mundana no le satisfacía, cuando salía a la calle se daba cuenta que existía una gran miseria provocada en la población por la industrialización inglesa. También supo sobre la gran cantidad de enfermos existentes de todo tipo que inundaban los hospitales sin recibir atención lo que le creó un dilema moral por ser ella, como dijimos, una persona acomodada. El hecho de que una joven de la alta sociedad escogiera la profesión de enfermería era muy raro y disgustó a su familia que se oponía a ello.
Por fin logró que le permitieran recibir enseñanza en enfermería médica en Salisbury, terminando sus estudios en Alemania. Después de finalizar su formación, regresó a Londres e inició su trabajo con los enfermos y menesterosos de la ciudad. Finalmente, en el año de 1853 se convirtió en la primera enfermera mujer en dirigir un hospital privado en Gran Bretaña, para lo que tuvo que superar muchos obstáculos de diversos tipos, en especial por el machismo imperante en la época y la oposición del cuerpo médico.
Se le considera pionera en la práctica y educación de la enfermería moderna, en un tiempo en que esta profesión era mal considerada y no respetada por los médicos. Sus experiencias en enfermería las puso en un libro llamado Notas de enfermería de 136 páginas, que tuvo una gran acogida y por años fue empleado en Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y otros países para enseñar esta profesión. Además, estableció un sistema estadístico sobre cuidados de enfermería y resultados en el tratamiento de los pacientes en los hospitales del ejército y públicos.
Ella relata que, para combatir los prejuicios existentes contra la mujer, tuvo que rebelarse contra su familia para poder estudiar enfermería y, además, luchar tenazmente por las causas del feminismo con toda su alma. Su éxito sentó un precedente en la Inglaterra victoriana a favor de la mujer, algo que requirió un gran esfuerzo y mucho carácter de su parte. En su país se le llegó a llamar «el ángel de la caridad», pero sus cuidados a los enfermos y moribundos, también «la dama de la lámpara» ya que atendía pacientes de noche llevando un candelabro con luz para que la iluminara.
El mayor éxito lo obtuvo en la guerra de Crimea. Esta fue una guerra que Inglaterra y Francia iniciaron contra la Rusia zarista en la península de Crimea. En sus escritos relata que, en el campo de batalla, era posible observar una matanza tremenda entre ambos bandos, los muertos yacían junto a los heridos y no existían condiciones mínimas e instalaciones sanitarias y clínicas para tratar a los enfermos de parte de los médicos que, de por sí, eran pocos y estaban llenos de trabajo del ejército inglés.
No se ponían ahí en práctica principios de higiene y los soldados morían por infecciones y sin tratamiento. La disentería, el cólera y el escorbuto afectaban al ejército. Así es que no es posible entender cómo se animó a ir a esos lugares y, sobre todo, cómo logró que la nombraran para trabajar ahí. Al parecer privó en los altos mandos médicos de Londres lo que estaba aconteciendo con los heridos y, ante el fracaso médico, el ministro británico de la guerra la envió con un grupo de 38 enfermeras que ella reclutó para ir a ayudar al hospital militar de Scutari en Estambul situado frente a Constantinopla en el año de 1854.
Cuando llegó, según relata, se encontró un auténtico caos; había un tremendo desorden, faltaba de todo, higiene, medicinas y médicos, no había agua pura, alimentos ni vendas, ni ventilación adecuada. Los médicos amputaban miembros sin anestesia, los enfermos estaban hacinados en camas sucias y hasta en el suelo, y el lugar estaba lleno de basura. Señaló que, en la puerta de dicho hospital, se podría colocar el célebre verso de Dante: «Abandonad toda esperanza los que entréis aquí», debido a que casi nadie sobrevivía.
Para superar esto comenzó por efectuar una limpieza a fondo de las salas del hospital; separar los heridos no infectados de los infectados, obtener camas y sabanas limpias para todos, ropa nueva y comidas regulares, agua potable para tomar y para lavar a los enfermos. Se limpió todo el hospital; se exigió a los médicos y al personal de enfermería estarse enjabonando y lavando las manos. Se pusieron biombos y se separó la cirugía del área de los pacientes encamados; se dotó de equipos quirúrgicos a los cirujanos y se realizó una constante eliminación de la basura.
La realidad es que ella logró lo que no habían hecho antes los médicos. Además, tuvo la inteligencia de dar a conocer a la prensa en Londres el estado caótico del hospital y sus carencias, y que en realidad era un infierno, para así obtener ayuda. Ella venció la oposición de los médicos, ya que al principio la criticaban como «una charlatana audaz y estúpida» que no tenía los conocimientos para enseñar el oficio a los expertos ahí trabajando. Por supuesto como sucede en la vida, además de su valía como persona, tuvo el apoyo de Sidney Herbert, un brillante político, amigo personal y que era a sí mismo, secretario de Guerra.
El valor de su trabajo y de las medidas tomadas por ella y sus compañeras enfermeras se demostró al ver como defunciones bajaron de 42% a 12%. Ella triunfó al mostrar que una mujer puede hacer las cosas bien o mejor en este campo que los hombres. El precio que pagó fue enfermarse, ya que contrajo brucelosis de la cual nunca se recuperó bien. A su regreso a Gran Bretaña en 1860 fundó una Escuela de Enfermería y Obstetricia que lleva su nombre. La creo con fondos propios y de su familia y se denominó Escuela de entrenamiento de Enfermería Nightingale, y hoy es un museo.
Durante su vida tuvo varios pretendientes y propuestas de matrimonio que no aceptó. Un amigo íntimo, Benjamin Jowett, puso dinero para crear una unidad de estadísticas en la Universidad de Oxford, donde ella trabajó en ese campo, antes de crear su Escuela de Enfermería. Además, entrenó enfermeras para un sistema de enfermería a domicilio en Inglaterra y Irlanda. Escribió numerosos libros y folletos e, incluso, produjo un registro médico de las causas de enfermedad y muerte de los soldados durante una guerra, y de la forma de abastecer a los hospitales militares.
Por su gran labor fue la primera mujer a la que se le concedió la Orden del Mérito en Inglaterra y también fue nombrada Miembro Honoraria de la Libertad de la ciudad de Londres.
Notas
Baly, M. y Matthew, H. C. G. (2004). Nightingale, Florence. Londres: Oxford University Press. Bostridge, Marck. (2008). Florence Nightingale: The Woman and her Legend. Londres: Viking Press. Gill, G. (2005). The extraordinary upbringing and curious life of Miss Florence Nightingale. Nueva York, EE. UU.: Random House. Woodham Smith, C. (1955). Florence Nightingale. Nueva York. EE. UU.: Penguin Books.
Alexis Benoît Soyer; Cocinas del cuartel-hospital en Scutari
Florence Nightingale (en el centro del grupo) en 1886 con sus alumnas de enfermería del hospital de Saint Thomas
William Simpson; Una litografía de 1856 del cuartel de Selimiye en Scutari, convertido en hospital durante la Guerra de Crimea, donde trabajó Florence Nightingale
Florence Nightingale, enfermera, escritora y estadística británica, considerada precursora de la enfermería profesional contemporánea y creadora del primer modelo conceptual de enfermería
Guerra de Crimea, Turquía: interior del hospital de Scutari. Grabado en madera
Florence Nightingale, cuyo trabajo fue la fuente de inspiración de Henri Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la convención de Ginebra