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Etiqueta: Oscar Madrigal

¡Qué linda esa iglesia!

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Acaba de morir Gustavo Gutiérrez el sacerdote peruano, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, una concepción de Iglesia cotidiana, cercana a los problemas de la gente, al pueblo, de los pobres.

El Concilio Vaticano de Juan XXIII y la Teología de la Liberación sacaron a la Iglesia Católica de la modorra en que agonizaba, especialmente en América Latina.

La “nueva” Iglesia tuvo gran impacto en Costa Rica. Recordamos el enorme aporte de los jóvenes cristianos en las luchas universitarias, especialmente en la UCR con la JUC, liderada por Ana Ligia Rovira, Mayela Rodríguez, Pepe, Martén, Garrón, William y tantos otros que imprimían su compromiso cristiano contra Alcoa, por una sociedad más solidaria. ¡Qué bonita era la Iglesia en ese entonces! Joven, comprometida, lúcida, con fuertes valores cristianos y luchadora.

Era linda esa Iglesia de Javier Solís, Miguel Picado, Arnoldo Mora, la de las monjas del Saint Clare, de Yolanda Rojas, que luchaban por lo que alguna vez le oí a Arnoldo Mora decir en San Pedro de Poás: queremos una Iglesia donde la feligresía no llegue a pedirle a Dios ayuda para encontrar trabajo, para tener comida para sus hijos, dinero para pagar la renta, sino que acudan al templo con alegría, para agradecer a Dios por vivir con trabajo, con educación, con salud, en una sociedad que les satisfaga todas sus necesidades fundamentales.

La gran Iglesia latinoamericana de las Comunidades de Base de Brasil, Nicaragua, El Salvador, las de los Cardenal, Leonardo Boff, Casaldáliga, Helder Cámara, Sergio Méndez, de Puebla o Medellín. Esa Iglesia era bonita.

También la Iglesia de los evangélicos, de las llamadas iglesias históricas, prostituidas por el neopentecostalismo, de la Escuela Bíblica Latinoamericana que siempre abría sus puertas a las organizaciones populares.

Esa Iglesia abierta, libre, que olía a futuro y pobres fue cerrada por Juan Pablo II, Karol Wojtyla y por el que sería luego su sucesor, Joseph Ratzinger.

Quedan las luchas y los logros.

Tal vez podamos imaginar una Iglesia que se renueve incorporando a las mujeres al sacerdocio, a los párrocos como padres amorosos o casando personas del mismo sexo, a los gays oficiando misas y los templos convertidos en lugares de oración y lucha.

Sería una Iglesia aún más bella, sin duda.

¿Derrotarán los bombardeos al pueblo palestino?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Llama la atención que en Gaza a pesar de la destrucción causada por los bombardeos diarios del ocupante ejército israelí y el genocidio reinante, el pueblo gazatí se levanta diariamente a continuar con su vida, a poner a funcionar lo que quede de los hospitales, a continuar con la vida escolar de niños y niñas, a organizarse para hacer frente al hambre y a las enfermedades. El pueblo de Gaza no se rinde y continúa luchando por vivir.

Esto es así porque la esencia del ser humano es la solidaridad, la ayuda mutua, la colaboración colectiva.

En el libro “Dignos de ser humanos”, el autor Rutger Bregman, cuenta que en la víspera de la II Guerra Mundial, Churchil y los militares británicos esperaban el bombardeo de Londres por las fuerzas de Hitler, asumiendo que ello provocaría el caos, el pánico, que la ciudad sería un pandemonio, que millones de ciudadanos se derrumbarían mentalmente y que el Ejército no daría abasto para controlar a las masas. Todos los militares esperaban ese resultado de los bombardeos. El 7 de setiembre de 1940 Hitler bombardeo Londres con más de 80 mil bombas desapareciendo barrios enteros. ¿Cómo reaccionó la gente después? Los niños seguían jugando, los comercios abrieron, los ciclistas reaparecieron, pubs o cantinas siguieron funcionando. Por supuesto, lo que si había era mucho dolor y mucha rabia y dolor por los familiares y amigos perdidos, pero también mucha solidaridad entre todos, fueran ricos o pobres, de derecha o izquierda. La sociedad británica salió fortalecida en varios aspectos. Hitler y Churchil se equivocaron. La conclusión de un estudio fue: “no hay pruebas de que los bombardeos socaven la moral del pueblo”.

Por supuesto que los británicos devolvieron el golpe. En una sola noche bombardearon Dresde y causaron tantas muertes de hombres, mujeres y niños como en Londres a lo largo de toda la guerra. Más de la mitad de las ciudades de Alemania quedaron destruidas por completo. Churchil prefirió bombardear a la población que a objetivos militares considerando que ello diezmaría la moral de la población. Sin embargo, el comportamiento del pueblo alemán fue semejante al pueblo británico: no hubo histeria colectiva, la solidaridad entre vecinos era extraordinaria, la juventud asistía a los heridos y a los que habían perdido la casa.

Luego de la guerra se hizo un estudio para determinar si los bombardeos era una estrategia apropiada para ganar una guerra. La conclusión fue categórica: los bombardeos civiles habían sido un fiasco.

En Vietnam los Estados Unidos lanzó 3 veces más bombas de las que cayeron en Alemania y el fracaso fue aún más grande.

Hoy es claro que la capacidad de resistencia a los bombardeos civiles es una cualidad humana, que en Gaza y ahora en Líbano se está poniendo en evidencia.

El pueblo palestino está demostrando una resistencia al ocupante increíble, probando que no será derrotado ni borrado del mapa a pesar de la muerte de más de 200.000 hombres, mujeres y niños, que es la cifra aportada recientemente por la revista británica The Lancet.

El pueblo palestino vive bajo bombardeos diarios en una zona encerrada, donde no tienen agua, ni alimentos, ni medicinas, en la peor masacre humana de los últimos tiempos. Y a pesar de ello resiste.

Los bombardeos a civiles por la cúpula militar y política genocida de Israel no derrotarán al pueblo palestino, solo dejan en evidencia el carácter inhumano de una camarilla fanatizada y sedienta de sangre.

Un año de barbarie

Oscar Madrigal

Desde el inicio de nuestra lucha entendimos que el terrorismo no era una forma revolucionaria de acercar a las masas al socialismo.

Las acciones terroristas con ejecutadas, por lo general, por un pequeño grupo clandestino que ejecuta acciones pequeñas para asesinar a miembros del ejército o políticos, con el fin de provocar miedo en la población. Desde esta perspectiva, las luchas de masas, las luchas populares no son terrorismo, aunque en ese combate se puedan producir explosiones o ajusticiamiento de esbirros y saboteadores. Las acciones de violencia política no pueden catalogarse de terrorismo.

Sin embargo, su uso se generalizó desde el 11 de setiembre de 2001 y se aplica -según los intereses de los estados- a muchas acciones que son resistencia y lucha política de los pueblos oprimidos.

Por otra parte, el terrorismo más peligroso y letal es actualmente el Terrorismo de Estado. Tan condenable como el de pequeños grupos, el terrorismo de estado es más brutal porque se ejerce generalmente como defensa nacional o defensa del estado por lo que se legitiman la tortura, las desapariciones, el espionaje colectivo o la eliminación selectiva de todos aquellos que puedan ser considerados enemigos del Estado.

En los juicios contra la dictadura de los militares argentinos, éstos argumentaron que la brutal represión se hizo para defender al Estado de las acciones de los subversivos o guerrilleros; la justicia argentina condenó a la cúpula militar argumentando que el Estado no tiene el derecho de actuar ilegalmente, aunque sea para defender la legalidad. El Estado no puede violar los derechos humanos para defenderlos, el Estado de Derecho se defiende conforme a las leyes y la constitución.

Este día se cumple un año de barbarie, de un genocidio pocas veces visto en las últimas décadas de historia. Me llama la atención que los bombardeos y ataques que realizan los que la prensa llama grupos terroristas están dirigidos contra las bases militares e infraestructura militar de Israel, mientas que los bombardeos de Israel -que supuestamente no es terrorista- se dirigen contra hospitales, escuelas, barrios, fábricas, carreteras, de manera indiscriminada y sin importar lo que ellos llaman daños colaterales. El resultado hasta hoy es de 45.000 muertos, 10.000 desaparecidos, en su mayoría niños, niñas y mujeres en Gaza y varios miles de muertos ahora en Líbano.

La guerra de Israel está dirigida por Netanyahu, con orden de captura internacional por la Corte Internacional de Justicia, que es un corrupto condenado por la propia justicia israelí, junto a una camarilla de ultraderecha, ultra nacionalista y racista que ha perdido todo sentido de la razón y los límites. Una camarilla, que, por mantener su impunidad, está acabando con el mismo pueblo israelí, alejando sus fuentes productivas y sembrando traumas de guerra que dejarán solo mentes enfermas dentro de los jóvenes y del pueblo de Israel.

Netanyahu y su camarilla están desquiciados y totalmente fuera de control. Ese engendro se le escapó de las manos a EEUU y la OTAN.

A ningún país le sirve o interesa que esa zona del Cercano Oriente se convierta en un conflicto generalizado solo porque la camarilla de Israel esté interesada en llegar hasta su propia inmolación. Las consecuencias serían desastrosas, no solo por el petróleo sino por el comercio mundial en general.

Según parece el mundo se está hartando de Netanyahu y su camarilla racista. Ya empezó Macron negándose a entregarle más armas a Israel y el gobierno de Biden y Harris parece endurecer sus posiciones.

¿Está pensando EEUU y la OTAN en un recambio en la cúpula israelí?

Netanyahu y su grupo manifestaron que en 4 semanas acabarían con Hamás en Gaza, pero ya pasó un año y la guerra se ha extendido a otras regiones. El pueblo palestino no desaparecerá, al contrario, la solidaridad y el apoyo de todo el mundo lo ha respaldado.

Palestina será libre, y ello cada vez está más cerca.

El acto de corrupción más grande de la historia de la Caja

Óscar Madrigal

Óscar Madrigal

En una ocasión visité a Mario Devandas en las oficinas de la Caja cuando él era miembro de su Junta Directiva. Hablamos de muchas cosas; sin embargo, una me llamó la atención. Me decía que le sorprendía por qué participaban en esa Junta Directiva representantes del sector patronal y estatal que eran prominentes miembros de grandes bufetes de abogados o directamente de las empresas.

Mirá, me decía, las sesiones de Junta Directiva duran desde las 9 de la mañana hasta entrada la noche, hay que dedicar todo un día casi que a la semana a esta labor y muchas horas de estudio. Y las dietas que se pagan son de 40 mil colones por sesión. ¿Por qué dedican todo ese tiempo por tan poco dinero, personas que ganan muchísimo más plata diariamente en sus actividades empresariales?

Además, aquí aprobamos compras por millones de dólares en medicamentos o equipo médico, construcciones y muchas cosas más. Las responsabilidades son enormes, entonces ¿por qué se la juegan por tan poco?, me contaba.

A Mario le llamaba la atención esa situación.

Otra persona una vez contaba que la Caja era un pequeño ministerio de Hacienda, por ser una gran recaudadora de “impuestos” o cargas parafiscales ya que recaudaba miles de millones mensualmente, no solo para la Caja sino para luego dirigir determinados montos a otras instituciones.

Los recientes escándalos ocurridos con la Caja vuelven a poner de manifiesto que esa Institución es un ente apetecido para hacer grandes negociados corruptos. Ya ocurrió en el pasado con préstamos y ocurre ahora con sobreprecios exagerados a cooperativas de la salud.

La Caja mueve miles de millones de colones que son para la salud y las pensiones de los costarricenses. Por eso hablar de sobreprecios de 12.400 millones de colones por año o de 1.200 millones mensuales, por encima del precio que podría ser razonable, a pesar de ser una suma inimaginable para personas como nosotros, son cantidades propias del manejo de instituciones como la Caja o el ICE.

El escándalo de los sobreprecios a las cooperativas de salud es una transacción o compra de servicios absolutamente corrupta. Puertas giratorias, abogados de esas cooperativas y luego directivos, miembros de organizaciones cooperativas y luego personas que deciden millonarios contratos para esas cooperativas, visitas del gerente de logística de la Caja al bufete del directivo para conversaciones que no se aclaran, estudios de factibilidad o financieros del negocio, amañados o realizados por gente sin competencia para hacerlos, reuniones de Junta Directiva a la carrera y con cuórum arreglado para decidir la contratación. En fin, hacer a un lado a las estructuras normales y legales de la Caja para acomodar estudios técnicos a la medida de los corruptos. Y por supuesto, todo esto hecho bajo la dirección intelectual de la presidenta ejecutiva, Marta Esquivel, sin cuya participación todo lo anterior no habría sido posible.

El alegato del Gobierno es que el contrato no está en firme y que no se ha pagado ni un centavo. Es posible. Pero entonces estamos en presencia de un intento o tentativa de aprobación de una contratación evidentemente irregular, con un gigantesco sobreprecio y absolutamente corrupta. Un intento que no cristalizó por la rápida intervención de la Auditoría de la Caja y del Ministerio Público. De lo contrario Marta y su grupo se habrían salido con la suya.

Creo que estamos ante el acto de corrupción más grande de la historia de la Caja y, tal vez del país.

¿Y la UCAEEP qué dice?

Rodrigo Chaves despidió a Ramos de la presidencia Ejecutiva por aprobar un aumento de salarios a los trabajadores pero ahora mantiene y apoya a Marta Esquivel responsable del acto corrupto más grande de la historia de la Caja.

¿Hacia dónde vamos?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Me pregunto a dónde irá a parar todo el desbarajuste que vive el país en el campo político, social o cultural. La situación nacional es más caótica que de crisis, porque el desorden es monumental en todos los campos del país. Es caótica porque no hay un horizonte o una perspectiva más o menos clara en nuestro futuro.

El chavismo ha producido un desorden tal en el tablero del juego nacional, que no parece haber fuerzas para enmendarlo en poco tiempo, ni el sujeto político capaz de enfrentarlo.

Los partidos de la oposición navegan en un mar de incertidumbre, dando palos de ciego, sin poder articular una oposición seria, donde se vea una alternativa real para recuperar las instituciones y enrumbar el país por otros senderos.

El futuro no está en Liberación Nacional que no encaja ningún cambio al estado chavista y que cada vez se aleja más de poder ser opción de triunfo; aunque solo podrían jugar a que Chaves es más malo que cualquiera. Un gobierno de Liberación sería tan nefasto para el pueblo como uno de la Unidad.

Las políticas del gobierno de Chaves son, objetivamente, las de un incapaz, arropadas en un mensaje pachuco, que lo que pretenden es desmantelar el estado del bienestar y acabar con lo que queda del país de las reformas sociales.

El desmadre de la oposición es tal que lo único que puede impedir una repetición del chavismo reaccionario, sea su propia incapacidad para unirse.

Resulta que el caos, el desmadre, es lo que le beneficia a Chaves porque no tiene alternativas serias para enfrentar los problemas nacionales. Chaves vive del caos.

Por otro lado, el Frente Amplio por sí solo, no tiene la fuerza o el músculo, tanto política como ideológicamente, para presentarse como la alternativa de gobierno ante el chavismo reaccionario. Sin embargo, es la única fuerza organizada que puede coadyuvar a crear una opción política para las elecciones del 2026.

¿Qué esperan? Que convoquen los que pueden convocar, que promuevan el diálogo para un programa, que se unan todos aquellos que deseen derrotar al chavismo reaccionario sin volver al pasado nefasto del ayer.

El oso y el hombre

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

En un pueblo hicieron una encuesta entre las mujeres preguntándoles “¿a quién preferirían encontrarse en medio de una montaña, si a un oso o un hombre?”.

El resultado fue apabullante: a un oso.

Los hombres del lugar reaccionaron ofendidos. ¿Cómo es posible?

Las mujeres explicaron.

Ambos nos pueden matar, dijeron, pero el oso no me violaría, ni me enterraría, ni me desaparecería…

La historia la contó mi hija cuando comentábamos noticias como que a una maratonista de Uganda su excónyuge la había quemado viva, que una mujer en Francia había sido drogada por más de una década por su marido para ser violada por más de 50 hombres, o el ensañamiento cada vez más creciente de los femicidios en Costa Rica.

El juicio en Francia es público, a pedido de la mujer. “Ya basta que nosotras nos avergoncemos por estos actos; es hora de que se avergüencen los verdaderos responsables y se expongan ante la opinión pública”.

El tren y la palanca

Oscar Madrigal

El dilema ético del tren y la palanca se plantea cuando un tren desbocado va a atropellar a cinco personas y usted tiene a mano una palanca que puede desviarlo, pero al hacerlo mataría a un inocente o no hace nada y mata al grupo. ¿Usted que haría?

Este dilema últimamente se ha referido al campo del Bienestar: favorecer el bienestar individual o el bienestar del grupo de cinco.

Parece que nuestro sistema presupuestario está diseñado de una manera perversa, sea para beneficiar al individuo y no al grupo.

Nogui el ministro de Hacienda ha sido claro: no va a hacer nada.

El sistema de financiamiento público fue diseñado por el grupo de Carlos Alvarado para pagar la deuda pública, ese es su objetivo.

El trabajo de Nogui, ahora como ministro de Hacienda, es aplicar ese diseño, sea un gasto público cuyo primer componente sea pagar la deuda y luego, el remanente, distribuirlo para las necesidades de la sociedad hasta donde alcance. Como se ve para esto no se necesita ni gran esfuerzo, ni gran sapiencia. Simplemente acomodar números o sumas sin importar el daño social.

De esta manera le resta a la educación, a la salud, no le paga a la Caja o reduce el gasto en carreteras, congela salarios, en fin, recorta para acomodar los gastos y de así conservar la suma del pago de la deuda. Es decir, privilegiar el pago a unos pocos individuos en detrimento del grupo, de la sociedad.

Atrincherado en la regla fiscal y los límites que impuso la relación deuda/PIB, Nogui se atreve a decir que no pagará nada con lo que no esté de acuerdo o que los ingresos no le permitan. De todas formas, el Presupuesto es solo una autorización de gastos y no una orden de pago, dice. Esto es así porque el sistema se lo permite, el sistema diseñado en 2018 por el gobierno del PAC y el PUSC.

Es público que la Reforma Fiscal de Alvarado hace aguas por todo lado. Ya hablan de que las grandes bondades que nos auguraban no duraron ni cinco años y por ello no hay recursos suficientes para afrontar el costo del Estado de Bienestar y, mucho menos, reducir significativamente la deuda pública. Esa reforma tributaria que se pintó como la gran panacea que curaría todos nuestros males fiscales, ya agotó su potencial y ahora vendrán con otro plan, como la venta de activos del Estado y más impuestos sobre los trabajadores.

El problema fiscal será irresoluble mientras no se impongan tributos a la mitad de la producción nacional que se encuentra en las zonas francas.

Por otro lado, mientras las fuerzas que desean mantener el Estado de Bienestar se mantengan dentro del esquema de Alvarado, que es ahora el esquema de Chaves y Nogui, no habrá posibilidad de solucionar las carencias y las necesidades de educación, universidades, salud y tantas otras. Estamos en un callejón sin salida. Debemos salir de él.

Resultaría muy beneficioso empezar a plantear soluciones que nos permitan salir del encierro, soluciones un tanto radicales, como cambiar el fin del gasto público, para que se oriente no al pago de la deuda sino a apoyar el desarrollo social, a introducir nuevas fuentes de ingresos y a rebalancear la cancha en favor de los trabajadores y trabajadoras, por ejemplo.

Hay que seguir protestando y exigiendo el cumplimiento de los principios y normas constitucionales, pero hay que levantar simultáneamente una salida a la crisis que vivimos, porque no financiar adecuadamente la educación es una crisis.

El gobierno pregona a todo pulmón que el país está muy bien en crecimiento económico, inversión extranjera, exportaciones, etc., pero eso no se ve reflejado en mayores ingresos y mayor gasto social. Al contrario, parece que entre más crecemos más pobres nos hacemos, porque si somos menos educados, somos más pobres.

Habría que emparejar la cancha: que el gran crecimiento económico que dice el Gobierno de Chaves nos beneficie más. Hay que plantear cómo hacerlo.

Lo que es evidente es que el dilema que hemos esbozado al principio, el Gobierno y Nogui lo han resuelto claramente en contra del grupo, no han hecho nada para halar la palanca que beneficie a la mayoría.

Nuevamente condenan a Mamita Yunai

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Chiquita Brands, la heredera de la United Fruit Co., fue condenada en Florida por violación a los derechos humanos, por financiar a las Autodefensas Unidas de Colombia quienes masacraban a pueblos enteros solo por el hecho de considerarlos enemigos de la derecha.

Entre 1997 y 2004 Chiquita financió y puso a su disposición su infraestructura para ejecutar estas acciones. En los libros de contabilidad se registró que Chiquita pactó con las Autodefensas Unidas, un grupo terrorista, para pagarle $0,30 por cada caja de banano exportada de Colombia. Recordemos que la historia de esta empresa, de la United Fruit Co., está llena de explotación, represión, golpes de estado y crímenes por toda la región bananera del Caribe.

Chiquita fue condenada por cargos criminales, penalmente, como empresa ya que en EEUU las compañías o personas jurídicas pueden ser condenadas penalmente. Además, le impusieron una multa de $25 millones por esos hechos, sin contemplar aún el multimillonario pago que tendrá que hacer a los familiares de los miles de víctimas.

Chiquita ha sido condenada por apoyo a grupos terroristas; la sentencia manifiesta que prestaba sus puertos a las Autodefensas para que recibiera armas y exportara droga.

Lo que Chiquita ha cometido -según se afirma en medios internacionales- es un crimen contra la Humanidad.

Chiquita es la más grande multinacional de producción y exportación de banano del mundo. Es una multinacional que tiene una presencia fundamental en Costa Rica, al ser el primer exportador de banano del país, con extensas plantaciones y pagando salarios que hace que Limón sea la provincia más pobre el país.

Se han presentado más de 3 mil demandas por indemnización contra Chiquita en EEUU y recientemente, el pasado 10 de junio, se ha producido la primera resolución condenando a la empresa a indemnizar a 8 familias víctimas de la AUC con la suma de $38,7 millones de dólares. Esta es solo la primera resolución contra Chiquita por haber financiado al grupo terrorista AUC mediante pagos y prestarse para el comercio de armas y narcóticos.

Hay que tener presente este nuevo hecho, que Chiquita fue condenada criminalmente, porque ella es un agente importante en la vida cotidiana del costarricense.

La sociedad al revés

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Hace pocos días se informó del revuelo que produjo la protesta de los médicos especialistas en la Caja. La prensa monta un escándalo porque les aumentaron un 10,47% de salario.

Antier La Nación dice, citando el estudio actuarial de la Caja, que, con el aumento, un médico especialista con salario global que ganaba ¢1.420.694 pasará a ganar un salario de ¢1.833.006 y un médico general pasará de ¢1.267.887 a ¢1.404.182.

Parece increíble que un médico especialista con 8 años o más de estudios reciba un salario tan bajo. Y nos quejamos de que quieran emigrar a la empresa privada.

Mientras tanto, el gerente general de Coopeservidores ganaba según información de 2017 más de ¢12 millones y la alta gerencia de esa empresa era la más costosa del sistema cooperativo financiero.

Los gerentes de los bancos ganaban hasta hace muy poco tiempo salarios superiores a los ¢10 millones por mes.

Según informaba Delfino, en 2021 el salario promedio de los superintendentes era de ¢9.5 millones.

Vean la diferencia: mientras un médico especialista con salario global recibe ¢1.8 millones, un superintendente gana más de ¢7 millones. Mientras el primero salva vidas, el segundo no sirve para casi nada.

Llama la atención la frivolidad, superficialidad, ligereza y ausencia de solidaridad que ha mostrado la SUGEF en el proceso de intervención de Coopeservidores, sin comprensión alguna acerca de que miles de personas han perdido los ahorros de su vida y serán condenados a vivir con mayores necesidades.

La SUGEF no sirvió para lo que existe, sea para prevenir y salvaguardar los intereses de los ahorrantes e inversionistas, muchos de ellos asociaciones solidaristas cuyos ahorros son las prestaciones de miles de trabajadores y trabajadoras.

¿Qué responsabilidad le cabe a la llamada alta gerencia de SUGEF y el CONASIF? No les pagamos los contribuyentes multimillonarios salarios para que vayan a hacer la autopsia de una institución financiera, sino para salvaguardar los intereses de cada ahorrante del sistema. Evidentemente hay una responsabilidad por faltar a su deber de debida vigilancia e incumplimiento de deberes ya que esa cooperativa, como se ha demostrado, desde hace muchos años venía mostrando índices y conductas irregulares.

Igual ocurrió con Aldesa y la Sugeval.

Mientras el país mantiene una estructura bancaria y supervisora con salarios multimillonarios, los usuarios de la Caja deben sufrir con las largas filas de espera por -entre otras causas- la falta de especialistas.

Una sociedad orientada hacia el bien común reconocería salarialmente principalmente a las profesiones que brindan bienestar a sus habitantes, como los médicos, los maestros y profesores, los recolectores de basura o los agricultores y menos a la casta bancaria nacional, por ejemplo.

Los salarios de estos trabajadores son muy bajos y los de los que no le producen casi nada al país, muy altos. Paradojas de una sociedad capitalista.

La venta de medicinas por la Caja

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

He preguntado a algunas personas las razones por las cuales el sector laboral en la Junta Directiva de la CCSS se opone a que la Caja venda medicinas a un precio más barato, casi a la mitad. Me remiten a lo dicho por la representante del sector sindical que puede resumirse, principalmente en dos razones: que podría ser la avanzada de un modelo privatizador y que no existen los estudios técnicos que sustenten la medida. Algunas otras personas me han dicho que el peligro podría ser que por vender medicinas se desabasteciera la atención que se brinda, y segundo, que dadas las dudas que produce la camarilla que nos gobierna, se esté cocinando un gran negociado.

Todos esos riesgos son probables, pero minimizables, ante la realidad que nuestro pueblo paga precios de los más altos de América Latina por medicamentos: 4 grandes farmacéuticas se distribuyen el mercado e imponen precios de oligopolio.

Los datos son abrumadores: la gente destina, sea que salen de sus bolsillos, en promedio un 20% de sus ingresos a la compra de medicamentos y, además, de todo lo que el país gasta en medicinas, como ¢575.000 millones al año, el 60% sale del bolsillo de la gente y solo el 40% de la seguridad social. Este dato llama mucho la atención, porque generalmente se creía que la Caja, principalmente, era la mayor proveedora de las medicinas de la gente, cuando en realidad son las personas en su mayoría las que pagan los medicamentos de su bolsillo.

El informe de las autoridades de la Caja afirma que las medicinas podrán disminuir de precio hasta en un 87%.

Los precios de las medicinas aumentan todos los años; según el INEC el año pasado subieron entre un 2 y un 4%.

Parece difícil que si la Caja vende medicinas se estaría pasando, de por sí y solo por ello, a un modelo privado. Creo que más bien el modelo público abarcaría otras esferas, como la venta de medicinas, en detrimento del oligopolio farmacéutico que está causando insalubridad o falta de salud entre las personas.

Las aprensiones, el recelo o el escrúpulo del sector laboral podría ponerse a prueba mediante un plan piloto que se evalúe y demuestre si el sistema da los resultados esperados.

Pero lo peor sería oponerse de entrada, negándose a implementar una posibilidad para bajar los precios de las medicinas que ya se lleva una quinta parte de nuestro salario, pensión o ingreso.

Cuidado que por no asumir riesgos o por posiciones principistas nos aislemos de las congojas del pueblo y de ofrecer soluciones a sus graves problemas.