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Etiqueta: pandemia

Carrera: ¡CORRAMOS POR LA SALUD!

SURCOS comparte la siguiente información:

El Sindicato Nacional de Enfermería lo invita a inscribirse a la Carrera SINAE AFINES 2022, “Por una Salud de Alto Desempeño” y rinde homenaje a los trabajadores de la CCSS, que han combatido por más de 2 años y tres meses la pandemia por COVID-19. La carrera será de 5 y 10 km y es apto para cualquier persona que quiera practicar deporte y se tomarán todas las medidas de seguridad, la carrera contará con múltiples estaciones de hidratación en todo su recorrido

Con tu asistencia también brindas ayuda a las personas en situación de calle mediante la obra social que lleva a cabo el Hogar San José.

¿CÓMO ME INSCRIBO?

¡Muy sencillo! Debes ingresar a la página de Sport Wens (adjuntamos link) y seguir los pasos…

https://www.wens.pro/evento/?id=458&nombreCarrera=SINAE%20AFINES%202022

INVERSIÓN:

  • General: ¢16.000
  • Afiliados SINAE AFINES: ¢8.000

Fecha: 23 de octubre, 6:00 a.m. frente al Ministerio de Salud, San José

«Brujo que no cree en su brujería es mal brujo»

Freddy Pacheco León

En la Asamblea Legislativa, los que no creen en los beneficios de las vacunas anti-Covid, pero por alguna razón se han vacunado (por ejemplo para subir a un avión) «juegan» de no ser antivacunas pero repitieron información tendenciosa propia del grupito antivacunas nacional, como lo hizo Fabricio Alvarado.

Pilar no se atrevió pero no olvidamos aquél «son experimentales». Lo hicieron así ante la ministra de Salud, quien al sentirse acuerpada por los diputados evangélicos y oficialistas, se olvidó de su investidura y del lugar donde estaba, para acusar al señor diputado Óscar Izquierdo de ser machista y contrario a ella por ser joven y estar haciendo las cosas bien.

Lo cierto es que esperábamos ver y oir a la jerarca del sector Salud, resaltando información científica necesaria y, más importante, mostrando una clara disposición a proteger por todos los medios a los niños, a esos seres vulnerables que tenemos el deber de defender frente a ese fatal virus. Pero no fue así; la señora ministra Chacón Madrigal obvió hablar con la vehemencia necesaria a favor de las urgentes campañas de vacunación que extrañamos, y que no dependen de unos colones más o menos, sino de aprovechar los formidables medios de propaganda que tiene la Casa Presidencial, para algo tan fundamental como lo es la guerra contra el Sars-Cov-2.

Su actitud hizo recordar aquel adagio de que «el brujo que no cree en su brujería es mal brujo».

Y es que si antes estábamos preocupados por ver cómo se había bajado la guardia frente a la pandemia, que se puede medir en las 140 personas que lamentablemente fallecen mensualmente, ahora nos dejó profundamente frustrados, pues se percibe que los criterios políticos han desbancado a los criterios científicos.

Colombia, una nueva oportunidad

Lic. José A. Amesty Rivera

Agosto 2022

El 7 de agosto pasado, fue investido como Presidente de la República de Colombia, Gustavo Francisco Petro Urrego, (nacido en Ciénaga de Oro, Córdoba, el 19 de abril de 1960), es un político, economista, exsenador colombiano y exguerrillero del Movimiento 19 de abril (M-19). Es fundador del partido político, Colombia Humana y líder de la coalición política Pacto Histórico.

Su vicepresidenta, Francia Elena Márquez Mina, (nacida en Suárez, Cauca, el 1 de diciembre de 1981), es una lideresa social negra, activista medioambiental, defensora de derechos humanos, feminista, abogada, y política colombiana. Ambos, prometieron que “es la hora del cambio, empieza la Colombia de lo posible”.

De inmediato, anotamos unos tips, tomado de varios escritos de rebelion.org, preparados para el programa de radio y redes, del Colectivo Reflexión-Acción “Alternativas” de Costa Rica, en el cual participamos como organizadores y que deseamos compartir con todos/ ustedes.

  1. Petro, con visión estratégica (global) de largo plazo, el día 7 de agosto, durante su posesión de mandato, en su discurso mostró “una visión estratégica alejada de los clásicos discursos generalistas que se suelen escuchar cuando se asume la presidencia de un país y tiene ejes que lo distinguen”.

– Agregó conceptos poco desarrollados por la mayoría de gobiernos progresistas en América Latina, a saber: “la problemática de la seguridad alimentaria, los efectos del cambio climático, la importancia de la Amazonía, fue muy crítico con la falta de una respuesta unida por parte de América Latina frente a la pandemia”.

– Cuando hablamos de gobiernos progresistas, nos referimos a sus propuestas que “van desde una identificación con el socialismo y la izquierda, pasando por el nacionalismo, el populismo y la social democracia, hasta llegar al peronismo (en el caso argentino), aunque para simplificar se hable de progresismo”.

  1. Durante la posesión de Petro, hubo tres elementos simbólicos históricos, por ejemplo, “la fecha del 7 de agosto (día en el que se conmemora la batalla de Boyacá, dada en 1819, hace 203 años, cuando el abnegado y leal ejército patriota conducido por el libertador Simón Bolívar, en una sorprendente y heroica hazaña militar y humana, desde las tórridas llanuras del Orinoco, trasmonta el helado páramo de Pisba y sorprende en su propia retaguardia al ejército realista en el altiplano cundiboyacense, para derrotarlo definitivamente y poner en fuga al rey español).

– El otro elemento fue al presentar la “espada de Bolívar” con la que (simbólicamente) Bolívar derrotó al rey de España. Con razón, el rey Felipe VI de España, no se levantó al pasar la espada de Bolívar.

– El tercer elemento simbólico, recuerda “lo sucedido en la noche del 17 de enero de 1974, cuando el movimiento revolucionario M19 robó la espada de Bolívar”.

  1. Entre las primeras definiciones como nuevo presidente, Gustavo Petro, subrayó “su voluntad de cumplir el Acuerdo de Paz de La Habana y abrir en diálogo con los grupos armados para terminar con seis décadas de conflicto violento, que dejó al menos 450 mil muertos, la mayoría civiles, solamente entre 1985 y 2018”.
  2. Decálogo de Petro y Francia. “Corresponde ahora a las experiencias de reconciliación, no repetición y fortalecimiento de las políticas de la vida, la iniciativa de fortalecer los lazos de la nación olvidada, los «nadies», excluidos, marginados, trabajadores, estudiantes, jóvenes, mujeres, viejos, para recorrer la ruta planteada del decálogo del presidente Petro y Francia.

Tomarse como propio, el Decálogo anima a construir paulatinamente, con paciencia, sin exaltaciones, revanchas, ni desilusiones, las bases de un poder popular real, efectivo y eficaz. Una política de la vida, del amor, del vivir sabroso es producto de la entrega, la convicción ética y el cuidado propio y del otro humano”.

  1. Desafíos de Petro y su nuevo gobierno. El mayor desafío que tiene el próximo gobierno colombiano “es el de promover la paz, silenciar los fusiles, pero también, atacar las causas de la violencia armada como el hambre, la enorme desigualdad social y la garantía de derechos, que mucho tienen que ver con el abandono del Estado, el racismo, la plutocracia, la corrupción, el narcotráfico y el paramilitarismo que garantizan la producción y el envío de coca a Estados Unidos”.
  2. El modelo político de Petro. Se trata de ir “desandando el modelo neoliberal arraigado desde hace décadas en Colombia y para ello el nuevo gobierno propone como primeras medidas para enfrentar la pobreza, que afecta a más del 45 por ciento de la población de unos 50 millones de habitantes, una ley contra el hambre y una renta básica, que figuran en el programa del Pacto Histórico. Cuatro de cada diez colombianos pasa hambre, señalan las encuestas”. Un desafío para algunos, inalcanzables.
  3. Al otro lado de la frontera, Venezuela. “Si bien el presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro Moros, no fue invitado a la ceremonia de asunción como último acto de hostigamiento del gobierno saliente, pocos días antes se reunieron en San Cristóbal, localidad venezolana próxima a la frontera, Carlos Faria, Ministro del Poder Popular para las relaciones exteriores de Venezuela y Álvaro Leyva, designado canciller del nuevo gobierno colombiano. En el cónclave, acordaron fortalecer una agenda de trabajo para la normalización gradual de relaciones binacionales y comenzar la recomposición de las interrumpidas relaciones bilaterales con el nombramiento de embajadores y funcionarios diplomáticos y consulares”.
  4. Pueblo, mucho pueblo. “Lleno de simbolismo fue el espacio que Petro dio a seis invitados de honor, personas del común en representación de los excluidos de Colombia, con quienes Petro había estado ya en el marco de su campaña. Entre ellos Arnulfo Muñoz, pescador artesanal del Tolima, Katherine Gil, líder juvenil del Chocó, Genoveva Palacios, vendedora ambulante de Quibdó y Kelly Garcés, la barrendera de una empresa de aseo, cuya resistencia al hostigamiento que sufrió por tener un volante del Pacto Histórico entre sus utensilios de labor. Rigoberto López, campesino de Caldas, y Jorge Iván Londoño, silletero de Medellín, completaron el cuadro”.
  5. Finalmente, a escasos días de su posesión, el presidente Gustavo Petro “ha cogido “el toro por los cuernos” y le metió el diente a la “cuestión militar” con mano de cirujano de alta precisión”. (ha hecho una barrida).

– “Las determinaciones tomadas con su Ministro de la Defensa, Iván Velásquez, están implicando un amplio remezón de la cúpula militar y policial, al tiempo que se formaliza la política de seguridad humana y la paz recupera su ruta perdida con el anuncio de la instalación de la Mesa de diálogos y acuerdos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional en la Habana, Cuba”.

– “Sobre los cambios militares, el criterio del presidente Petro ha sido acoger las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, para depurar las cúpulas militares de oficiales. Nombrando nuevos comandantes militares y policiales sin antecedentes en atropellos y desfalcos de los recursos públicos en las compras militares de armamento, alimentos y dotaciones, algo bien difícil dada la degradación de los aparatos armados del Estado encuadrados en las doctrinas anticomunistas de la seguridad nacional, del enemigo interno y del mercado neoliberal como regulador del gasto de la defensa”.

– “El presidente excluyo 55 generales para conformar el nuevo cuadro directivo, militar y policial. Es la reestructuración más grande del generalato en la historia reciente del país. Lo que se quiere es una oficialidad que no esté manchada por la sangre de los humildes masacrados a mansalva y que no sean una gavilla de rateros. La cirugía petrista en la alta dirección militar, se dio con rapidez”.

Como es costumbre, esperemos los primeros cien días de gestión del presidente Gustavo Petro, y veremos cómo le va hasta entonces. Y ojalá, no nos decepcionemos, sino más bien que nos alegremos por sus logros y por el pueblo colombiano, que tiene tantas expectativas.

¿Vacunar o no vacunar? ¿Política o ciencia?

«Triste del país que no tome a las ciencias por guía en sus empresas y trabajos.

Se quedará postergado, vendrá a ser tributario de los demás y su ruina será infalible, porque en la situación actual de las sociedades modernas, la que emplea más sagacidad y saber, debe obtener ventajas seguras sobre las otras».

Esas sabias y visionarias palabras fueron pronunciadas por el Dr. José María Castro Madriz (último Jefe de Estado y primer Presidente de la República de Costa Rica en 1843, cuando siendo Ministro de Gobierno inauguró la Universidad de Santo Tomás. Este pensamiento sigue siendo válido 179 años después. Los premios Nobel de las áreas de las ciencias (medicina incluida) provienen de los países en los que más empuje se le ha dado a las ciencias, casualmente los más desarrollados del planeta.

Costa Rica ha sido líder mundial en programas de vacunación desde mediados del siglo pasado, permitiendo la eliminación de enfermedades que provocaron mucho dolor en las familias costarricenses como: poliomielitis, difteria, viruela, sarampión, etc. Otras enfermedades han disminuido su prevalencia en Costa Rica y van en camino de desaparecer gracias al Programa de Vacunación de nuestro país, uno de los más completos del mundo (no solo por la cantidad de vacunas aplicadas, sino por la calidad de las mismas y el porcentaje de cobertura a nivel nacional), tal como lo han reconocido organismos internacionales como La Organización Mundial de la Salud.

La Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) es un ente científico creado por Ley de la República, adscrita al Ministerio de Salud y se creó en el marco de la Ley Nacional de Vacunación 8111 y está integrada de acuerdo a esa ley por profesionales científicos expertos en el área de vacunación y Epidemiología cuya finalidad, entre otras es coordinar los programas nacionales de vacunación. Es un ente eminentemente técnico/científico, no político, que vela por la seguridad de todos los habitantes de nuestro país anteponiendo intereses de orden político, personales, gremiales o comerciales. Es un grupo de trabajo que discute, analiza y toma decisiones al amparo de la evidencia derivada de publicaciones científicas de calidad. Los acuerdos tomados por la CNVE han sido parte de estrategias fundamentales de Salud Pública, que han llevado a bienestar, salud e igualdad en la población costarricense. Existe una fortaleza legal en su creación y varias leyes delimitan y protegen sus funciones (Ley General de Salud, Código de la Niñez y la Adolescencia, etc.). La CNVE es un bien que se debe fortalecer y su independencia se debe defender ya que sus acuerdos han sido fundamentales en el control de las enfermedades prevenibles por vacunación, en la reducción de la mortalidad infantil, y han sido un factor de nivelación social. En relación con la Pandemia de COVID-19, su trabajo garantizó la selección de las vacunas de la mejor calidad con los mejores estándares de seguridad y con los mejores estudios clínicos de eficacia y efectividad. Esto se ha visto reflejado en el impacto positivo que han producido estas vacunas en el control de la pandemia.

La politización de la CNVE lleva al riesgo de politizar los acuerdos, lo cual produce, entre otros, una apertura para los grupos antivacunas que tanto daño hacen con sus falsas afirmaciones. La CNVE no debe utilizarse como un instrumento político para que los gobernantes de turno puedan fijar el rumbo con base en intereses personales o partidistas.

La Academia Nacional de Medicina de Costa Rica lanza un ferviente llamado para que todas las fuerzas científicas del país apoyen y defiendan la autonomía de la CNVE, y que más bien se generen acciones que la fortalezcan.

Dr. Aristides Baltodano A.

Presidente

 

Compartido con Surcos por Karen Esquivel Bolaños.

Pandemia, logros y desagravio

Freddy Pacheco León

Se reconoce internacionalmente a Costa Rica como parte del grupo selecto de naciones con más del 85% de su población total, vacunada contra el virus del Covid-19 con al menos una dosis, permitiéndonos tener uno de los menores índices de muertes por millón de habitantes. Pese a las duras consecuencias económicas y sociales inherentes a la pandemia, el sector público respondió eficientemente y el país entero se unió en esa batalla, por lo que renombrados países ricos ¡y Costa Rica!, comparten similares logros. Como pocas veces antes, se puso a prueba el talento humano, la fortaleza de la seguridad social y una población que se mostró, primero ansiosa y luego solidaria, para que las medidas sanitarias funcionaran como un bien cultural adquirido, especialmente ANTES de que se crearan las primeras vacunas, con las cuales los jerarcas del Ministerio de Salud y la CCSS, lograron colocarnos a la vanguardia de muchas naciones en el proceso de vacunación.

Durante los dos primeros años en que la pandemia del Covid-19 tuvo un inmenso impacto en Costa Rica y el mundo, fueron grandes los sacrificios pero igualmente grande fue la confianza depositada en los doctores Daniel Salas y Román Macaya, que indudablemente contribuyó en evitar el que lamentáramos miles de muertes gracias a la intensa vacunación que se dio en todo el territorio nacional, con la “complicidad” de la actitud solidaria y comprensible que mostró la inmensa mayoría de los habitantes, hacia los ruegos de las autoridades porque nos protegiéramos.

Fue el 6 de marzo del 2020 cuando se confirmó el primer caso positivo, y desde ese momento las sirenas y luces rojas virtuales se extendieron por las siete provincias. Se pusieron en acción los mecanismos que ya eran parte de una oportuna planificación, tomándose las decisiones sustentadas en el mejor conocimiento científico, técnico, económico y sanitario. ¡Nunca se hizo un trato “político” pues en todo momento se evitó esa contaminación de matiz populista, como la que, por ejemplo, padeció los EUA con Donald Trump! Populismo que, dolorosamente, costó muchas vidas en la gran potencia del norte.

En Costa Rica, al haberse colocado la ciencia por encima de la política, el virus del Covid-19 tuvo y tiene ante sí, a un pueblo excepcional, informado, que pese a grupitos de antivacunas, se unió, resistió y se mostró cual singular ejército en una batalla por la salud de todos. El uso de la mascarilla, el lavado de manos, el distanciamiento físico, la restricción vehicular sanitaria, los protocolos en actividades y locales comerciales, los aforos reducidos…, fueron sacrificios acogidos con voluntad y comprensión, conscientes de que la salud, y hasta la vida de nuestros semejantes, y muy especialmente de nuestras familias, dependía (y depende… pues la pandemia continúa) del cumplimiento de la vacunación y las medidas sanitarias, que nuestras muy calificadas autoridades de salud nos pedían cumplir. Un virus pandémico, desconocido hasta entonces, con una fuerza solo vivida cien años antes, avanzaba por todos los continentes. Países ricos y pobres, desarrollados, camino al desarrollo y subdesarrollados, acudieron a los científicos para determinar qué hacer y esperar de ellos la formulación de vacunas que fueren los instrumentos para su combate. En los Estados Unidos, Alemania, Cuba, Inglaterra, China y Rusia, principalmente, de los laboratorios especializados fueron saliendo las respuestas a esas casi desesperadas peticiones, a partir de innovadores procedimientos como fue el uso exitoso del ARN mensajero, vislumbrado por la bioquímica húngara Kati Kariko años antes, y por otros medios convencionales. En Costa Rica, imposibilitados todavía de poder participar en la formulación de vacunas, nuestras autoridades sanitarias, como el bioquímico Dr. Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social, y el médico especialista en epidemiología Dr. Daniel Salas, ministro de Salud, se dedicaron con especial atención a estudiar y compartir información con especialistas de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, premiado organismo de la ONU que cuenta con más de 7.000 funcionarios dedicados a su trabajo en pro de la salud mundial en 195 naciones, donde se coordina y se actúa a partir del flujo de información que se genera en el planeta. Fue, sin duda alguna, una muy feliz coincidencia, que ambos jerarcas de las instituciones más importantes en velar por la salud pública tuvieran las especialidades anotadas y, la inmensa disposición a trabajar sin descanso en pro de los habitantes del país.

Papel trascendental, muy ampliamente reconocido, juega también la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología y la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), como ejecutores de las orientaciones del Poder Ejecutivo, quienes, además, siempre contaron con la comprensión y disposición de los otros Poderes de la República, el Judicial y el Legislativo. Así, en conjunto, se logró en diciembre del 2020, ser el séptimo país del mundo en recibir las vacunas recientemente autorizadas internacionalmente, ante la gran expectativa y esperanza, de un pueblo temeroso que para entonces ya sufría por el ataque del Sars-Cov-2, y que veía indefenso, cómo se enfermaban gravemente hasta morir, las personas contagiadas por ese minúsculo asesino. Eran diarias las noticias del fallecimiento de queridísimos compatriotas, y muy grande el dolor que, imposible ocultar, siguen experimentando hoy casi diariamente, principalmente porque una minoría cercana al 14% de los costarricenses, algunos por prejuicios, no han querido vacunarse, pese a la disposición de los funcionarios de clínicas y hospitales por atenderlos.

En fin, gracias a esa actitud sólida, patriótica, plena de bondad y solidaridad, mostrada por los trabajadores de la salud, se ha evitado la muerte de varios miles de compatriotas que sí respondieron masiva y responsablemente, al llamado de las autoridades sanitarias. Y lo hicieron y hacen, no solo porque la vacunación en Costa Rica es obligatoria desde 1887, sino porque comprenden que es esencial no solo para su protección personal, sino también para proteger a sus más cercanos seres queridos y al resto de los habitantes, expuestos a contagiarse por una persona que interactúa con ellos sin haberse vacunado y sin protegerse, porque alega que está ejerciendo una “libertad” mal entendida por ser poco solidaria.

Nos propusimos hacer este comentario motivados por la ingrata noticia de que un señor XXX, ha prestado su oculto nombre, para presentar una, claramente injustificada e indigna demanda penal con tinte politiquero, contra los doctores Salas y Macaya por el “delito” insólito de habernos protegido contra la acción del virus Sars-Cov-2; contra ese criminal que muta constantemente y que, como antes, requiere ser enfrentado con similar dedicación a la mostrada por esos dos ejemplares costarricenses. Sabemos que una multitud de costarricenses de bien, se unen a este desagravio público, y por eso lo escribimos.

Hechos y dichos que podrían considerarse alarmantes dado su carácter prepotente y autoritario

Dr. Jorge A. Camacho*

Escribo este comentario, movido por la preocupación que muchos costarricenses tenemos por el curso y discurso que, en estos pocos meses, ha tomado el gobierno actual, principalmente en la figura del presidente. No me mueve ningún interés partidario y, menos, personal. Desde el inicio, se ha venido dando un encadenamiento de hechos y dichos, que podrían considerarse alarmantes, dado su carácter prepotente y autoritario, ajeno a la auténtica práctica de la democracia, en particular la nuestra, que se ha considerado ejemplar por décadas. Ese comportamiento y su grave perjuicio lo hemos visto, y lo vemos, en diversos países del continente, incluyendo, recientemente, a USA. En el gobernante actual, se ven una serie de elementos que, por la frecuencia y caracterización, no deben considerarse casos aislados; más bien, por el contrario, como indicadores de toda una programática tendencia que podría agudizarse con el tiempo. Y este comportamiento, como es común, viene casi siempre acompañado de un irresponsable populismo.

He aquí el ordenamiento de unos cuantos eslabones de la cadena:

  1. Desde el primer día, en un acto inconsulto y anticientífico, por decreto, quita la exigencia del uso de la mascarilla. Este acto, en apariencia intrascendente podría no serlo, si se le mira en el contexto en que otros gobernantes conocidos han minimizado o desoído los consejos de la ciencia. ¿A qué viene esta decisión irrelevante precisamente en el día de la toma de posesión? ¿Sería solo por advertir que estará por echar abajo todos los logros de la administración anterior, incluyendo el magnífico desempeño en el campo de la salud?
  2. En un acto inaudito, frente al presidente de la Corte Suprema de Justicia, uno de los tres pilares de la constitución democrática, arremete contra este poder, rompiendo los límites que su cargo le exige guardar.
  3. La emprende contra la prensa que, como sabemos, debe considerase el cuarto poder en la estructura de toda democracia. Cualquier crítica u objeción que se le haga, aunque bien documentada, será para él “una canallada”, lo cual el populacho aplaude. Guardando todavía cierta distancia, como en el país vecino, está buscando debilitar la prensa de diversas formas, cuando no sea obsecuente con sus actuaciones y discursos.
  4. Junto a ello, se ha creado, desde el principio, una estructura de apoyo popular en las redes, los llamados “troles”, en que se percibe, entre otros tonos, el tufillo seudoreligioso que tanto daño hizo en el gobierno anterior, en que el odio, la mentira y la vulgaridad campean; pero ahora, además, ensalzando la figura del gobernante a ridículos extremos mesiánicos y, óigase bien, a escasos meses de iniciado, y sin dar muestras de su carácter ejecutivo, como se ha visto con la relación con la Asamblea Legislativa, algunos claman, muy peligrosamente, desde ahora, para que pueda reelegirse dentro de cuatro años. El gobernante, desde luego, tiene que conocer estos “apoyos” en los que “la gradería de sol” de B. Cañas, ahora ha invadido y embarrialado la cancha con las expresiones más burdas, vulgares y llenas de odio para cualquier discrepancia en su contra. Sé, para confirmar esto, que, como una jauría, se vendrán contra este escrito.
  5. Siguiendo con el irrespeto a los límites que su investidura le obliga, arremete contra otro Poder, que debe ser el primero: la Asamblea Legislativa y sus integrantes que, según él, lo que hacen es “jugar chapitas”. Y peor, la vocera más importante del novel “partido”, siendo ella jefa de su fracción, desvalida la esencia de su función argumentado que es mejor gobernar vía decreto, al mejor estilo del gobernante salvadoreño y otros. Todos, pasos reconocidos del autoritarismo que tanto daño han hecho a muchos otros países.
  6. En sus discursos, como el reciente en Guanacaste, de manera altisonante e histriónica, del más refinado estilo populista, con un tono de campaña política, dice cosas que halagan al pueblo necesitado de oírlas, a veces mintiendo, al arrogarse acuerdos o resoluciones ya resueltos desde el gobierno anterior, como el del Agua para Guanacaste o las sensibleras referencias a la pobreza de su infancia, ya desmentidas con datos concretos en las redes.
  7. Hace una convocatoria a los “reservistas”, para crear una fuerza “parapoliciaca”. Esto ¿no podría derivar, como en otros regímenes, en una especie de guardia “pretoriana” al servicio del gobernante? ¿No era mejor reforzar, para la seguridad ciudadana, el presupuesto para la policía constitucionalmente autorizada?
  8. En la campaña, ofreció premiar económicamente, a quienes denunciaran, por ejemplo, dentro de una misma institución, a personas y hechos por corrupción. ¿No podría prestarse esto a una especie de interesado esbirraje con fines más allá de ese, en todo caso, poco elegante proceder, y convertirse en un espionaje también de tipo político, como sucede en las dictaduras?

Como dije al principio, más allá de partidos políticos, los ciudadanos conscientes que respetamos y valoramos la tradición democrática de la que hemos gozado por mucho tiempo, debemos, desde ya, estar alertas antes de que sea demasiado tarde, como la Historia lo ha demostrado muchas veces: “Pasarle la raya al autoritarismo”, según el artículo recientemente publicado por la académica Flores Estrada”.

 

* Publicado por el CEDI en Facebook, compartido con SURCOS por Deyanira Sequeira.

Foto: SINART

Mantengamos la esperanza de lograr lo que esperábamos de este siglo

José Luis Pacheco Murillo

Se suponía que el siglo 21 sería un siglo que depararía un desarrollo social y económico como nunca antes se había tenido. Se suponía que todos los adelantos tecnológicos harían que nuestra vida fuera de una mayor calidad y que esos avances nos depararían condiciones para que no hubiera tantas enfermedades y que más bien ya se iban a controlar muchas más, por ejemplo, el cáncer. Se suponía que a estas alturas los hidrocarburos se utilizarían casi nada y que las fuentes renovables serían las que ocuparían el primer lugar.

Se suponía que la civilización avanzaría a pasos agigantados a una mayor y mejor organización sobre temas como la alimentación, el trabajo, la seguridad pública, las migraciones y en general un disfrute mayor de nuestra vida.

Ya estamos llegando casi al cuarto de este siglo 21 y las cosas no andan nada bien. En lo económico el tema inflacionario tiene al mundo de cabeza, las enfermedades han venido a afectarnos más que los últimos cien años, con una pandemia que no acaba el COVID-19 y otra en ciernes, la viruela del mono. La seguridad es cada vez más débil y son innumerables las acciones violentas que se suceden cada día. El petróleo sigue reinando y más bien se ha sentido en el mundo esa dependencia ante las decisiones que se han tomado por la situación de guerra entre Rusia y Ucrania. Otra cosa que se suponía obtendríamos: jamás guerras.

Es definitivo, la humanidad no avanza por los caminos que habíamos imaginado. Los liderazgos, políticos y sociales, a nivel mundial, han sido débiles y poco preparados para enfrentar y desarrollar lo que el siglo 21 nos deparaba con sueños y esperanzas.

Y es definitivo que la decisión de la inmensa mayoría de sacar a Dios de nuestras vidas y actividades tiene mucho que ver con esta calamidad de desarrollo del siglo 21. Ese sacar a Dios para en su lugar promover abortos, eutanasias, educación de pésima calidad que desarrolla y genera pobreza, una riqueza para muy pocos y una pobreza para la gran mayoría, un mundo cada vez menos equitativo y en donde en muchísimos países la decisión de sus habitantes es abandonar su tierra para emigrar, sin saber ni su destino y sin tener planificado el futuro. Mejor sacar a DIOS para que no interfiera en los actos de corrupción que han generado como práctica común esos líderes y gobernantes que se dedicaron a servirse ellos en lugar de servir a los demás. A esos, Dios es una molestia y una traba para sus intereses.

Aún queda muchos años de este siglo 21, tan prometedor, pero tan poco real ante lo que esperábamos.

Precisamente Dios quiera que quienes nos gobiernan y nos gobernarán, cambien sus actitudes y cambien sus decisiones para que con la ayuda de Dios se humanicen más y se encaminen por ese rumbo que todos esperábamos tener. Sigo manteniendo la esperanza de que se podrá lograr.

Efectos de la pandemia en Costa Rica: Retos y oportunidades para el desarrollo económico y social

Desde la Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung (FES), Vinicio Sandí Meza y Sharon Recinos Carvajal realizan el análisis “Efectos de la pandemia en Costa Rica: Retos y oportunidades para el desarrollo económico y social”.

El análisis se encuentra dividido en 10 capítulos, que abarcan aspectos de la política monetaria y fiscal de Costa Rica, eficiencia del estado, política social inclusiva, competitividad en los sectores productivos y la generación de empleos por medio de las energías renovables y la descarbonización de la economía.

Los autores realizan su reflexión desde dos premisas: en primer lugar, afirman que las crisis se traducen en una excusa o una oportunidad para quien las sufre y, en segundo lugar, concluyen que la reactivación económica se debe enfocar en una visión dirigida a crear las condiciones para estar una situación mejor que la situación previa a la pandemia.

Esta investigación es un gran aporte a las estrategias de recuperación nacional y regional post pandemia, ya que plantea que será fundamental que las personas encargadas de diseñar política pública, encuentren un balance tridimensional hacia el desarrollo económico y social. Sugieren un equilibrio entre:

  1. El modelo de desarrollo económico (fortalecer y dinamizar la matriz productiva)
  2. Las políticas fiscales (saneamiento de finanzas públicas y reducción de la deuda) y
  3. Las políticas de inversión social (mantener el Estado Social de Derecho y la paz social), bajo los principios de igualdad, equidad de género y sostenibilidad.

Sobre las personas autoras y la Fundación

Vinicio Sandí Meza es: PhD en Economía para el Desarrollo, de la Escuela de Ambiente, Desarrollo y Sociedad de la Universidad Nacional de Malasia y tiene 18 años de experiencia como Académico e Investigador de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica. 

Sharon Recinos Carvajal: es investigadora, analista y docente universitaria. Es egresada del Posgrado en Relaciones Internacionales y Diplomacia de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), con anteproyecto de tesis aprobado. Bachiller en Economía de la misma universidad.

Fundación Friedrich-Ebert-Stiftung: Ha desarrollado sus actividades como plataforma de diálogo, análisis político y de asesoría política. La participación de múltiples actores y el fortalecimiento de la democracia social son bases de la cooperación realizada con instituciones sociales y políticas costarricenses. El Proyecto Transformación Social Ecológica y el Proyecto Juventudes Progresistas, son los dos proyectos de trabajo regional de la FES en América Central.

Para más información usted puede ingresar a https://americacentral.fes.de/

Además, puede leer el análisis completo en el archivo adjunto.

Maquillaje Verde: Dimensiones para reflexionar

Observatorio de Bienes Comunes

A partir de la pandemia global  de la Covid-19, muchas de nuestras actividades se vieron disminuidas o suspendidas, otras continuaron como si no pasará nada.  Esta situación se vio marcada por las profundas brechas socioeconómicas y ambientales que configuran nuestras sociedades, afectando principalmente a los sectores más vulnerables, en cambio otros sectores más privilegiados vieron sus actividades ser protegidas y hasta promovidas.

Sin embargo, desde diversos espacios políticos y empresariales nos invitan a una reactivación económica que no necesariamente es la que necesitamos, ya que siguen ignorando esas brechas socioeconómicas y ambientales, en cambio nos proponen  “normalizar” sus privilegios y reformar aquellos aspectos que limitan sus actividades, por ejemplo en las dimensiones tributarias o legislación ambiental.

Por esta razón, les invitamos a pensar sobre un fenómeno que cada vez más domina los discursos empresariales y políticos el “maquillaje verde”, se caracteriza precisamente por la aplicación de medidas “cosméticas” por ejemplo etiquetas en productos, campañas publicitarias, financiamiento de eventos, entre otros que no tienen ninguna implicación real en los procesos de extracción, producción, distribución y consumo, es decir mantienen sus mismas condiciones, y abre el escenario para su expansión e intensificación.

Con el discurso de la “reactivación económica” veremos cada vez más este tipo de técnicas publicitarias, para justificar la modificación de reglamentos, leyes, permisos y otros instrumentos con el fin de flexibilizar las condiciones y permitir a diversos sectores productivos y económicos de nuestro país concentrar la riqueza y mantener el despojo de nuestros bienes naturales.

El mundo se cae a pedazos, pero la OTAN decide doblar la apuesta

Gilberto Lopes

San José, 6 julio 2022

La historia se repite, recuerda Ravi Agrawal, editor jefe de la publicación norteamericana Foreign Policy: la guerra entre Estados está de regreso, el mundo vuelve la mirada a las armas nucleares, la pandemia mata a millones de personas e interrumpe las cadenas de comercio habituales; la inflación alcanza niveles no vistos desde 1970, gran parte del mundo empieza a quedarse sin comida; hay una crisis energética. Como en la Guerra Fría, Estados Unidos alinea sus socios contra Rusia, en un conflicto que tuvo dos grandes momentos. El primero fue impedir la terminación y funcionamiento del Nord Stream 2, un gaseoducto que uniría Rusia con Alemania y Europa Central. Un “proyecto geopolítico con el que Rusia pretendía dividir Europa”, en opinión del secretario de Estado Antony Blinken, pero que, para la excanciller alemana, Angela Merkel, debía ser visto como un proyecto económico, más que político.

Y el segundo fue el golpe del 2004 en Ucrania, que la transformó luego en pieza clave en la confrontación con Rusia.

Se impuso así una política de aislar a Rusia, dividiendo a Europa, que enfrenta hoy las graves consecuencias de su decisión. El 5 de julio, el euro se cotizaba a su menor valor en 20 años y crecían las perspectivas de una recesión económica.

La lista de Agrawal puede no ser exhaustiva, pero es, sin duda, de una dimensión extraordinaria. En opinión del Papa Francisco, de esa crisis “no se sale solo. Se sale arriesgando y tomando al otro de la mano».

Del 26 al 28 de junio las economías más desarrolladas, agrupadas en el G-7, se reunieron en el castillo de Elmau, en Baviera. A los siete se sumaron, Senegal, Argentina, Indonesia, India y África del Sur, invitados por el canciller alemán, Olaf Scholz.

Patrick Wintour, enviado del Guardian británico a Elmau, resumió la agenda destacando la fijación de un precio tope para el petróleo ruso (en un intento por limitar los ingresos rusos, pero también por reducir la presión inflacionaria), la posposición de las medidas para hacer frente al cambio climático, la potencial hambruna en África y el incremento del suministro de armas a Ucrania.

Un nuevo concepto estratégico

En otras circunstancias, lo decidido en la reunión del G-7 tendría particular relevancia para enfrentar las crisis. No ocurrió así. El encuentro de Elmau fue solo el aperitivo para otro que –ese sí– vendría a ocupar el escenario en el que Occidente definiría sus prioridades: la cumbre de la OTAN, celebrada en Madrid el 29 y 30 de junio, con la participación de jefes de Estado y de gobierno de los 30 países miembros, más “invitados clave” de Europa y Asia. Por la primera vez –destacó un comunicado de la Casa Blanca– la cita incluirá aliados de Asia-Pacífico, representados al más alto nivel.

Se trataba de aprobar el “Nuevo Concepto Estratégico” que orientará las políticas de la OTAN en la próxima década. Un documento relativamente breve, sencillo, con pocas ideas. Lo suficiente para entusiasmar a su secretario general, el exprimer ministro laborista noruego, Jens Stoltenberg, encargado de resumir para la prensa, al final, lo acordado.

En apretadas diez páginas, la OTAN redefine sus enemigos. Califica a la Federación Rusa como “la amenaza más significante y directa a la seguridad de nuestros aliados”. Y apunta a China, “cuyas ambiciones y políticas coercitivas desafían nuestros intereses, seguridad y valores”.

La profunda alianza estratégica entre ambos y sus intentos por socavar el “orden internacional basado en reglas atentan contra nuestros valores e intereses”, afirman.

Reglas que –como lo señalan Ivo H. Daalder, exembajador ante la OTAN entre 2009 y 2013 y presidente del Chicago Council on Global Affairs, y James Linsay, vicepresidente del Council on Foreign Relations en artículo en la edición de julio/agosto de Foreign Affairs– “Washington normalmente desconoce, cuando no son de su agrado”. Citan las guerras de Kosovo, de Irak y la tortura aplicada a enemigos capturados. “Los Estados Unidos se negaron a negociar nuevos acuerdos sobre pruebas nucleares, control de armas, enjuiciamiento de criminales de guerra y la regularización del comercio en Asia-Pacífico”, agregan.

Pero la reivindicación de un “orden internacional basado en reglas” se repite en el documento de la OTAN.

Entre esas reglas (nunca bien definidas) se señala la “libertad de navegación”, en una referencia apenas velada a la tensa situación en el mar del Sur de China.

El documento de la OTAN asegura que “la seguridad marítima es clave para nuestra paz y prosperidad”, y se compromete a fortalecer su posición regional para “defender contra toda amenaza en el dominio marítimo, garantizar la libertad de navegación, la seguridad de las rutas comerciales marítimas y proteger nuestras principales líneas de comunicación”.

La región Indo-Pacífico

Lo que está en juego en la región Indo-Pacífico es la cuestión central del mar del Sur de China; la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) tiene 168 países miembros, pero los Estados Unidos se arroga el derecho de interpretarla unilateralmente, afirma la Dra. Anuradha Chenoy, exdecana de la Escuela de Estudios Internacional de la Jawaharlal Nehru University, en Nueva Delhi, y directora del Centro de Estudios para Rusia y Asia Central. Chenoy señala también que las negociaciones entre los países de la ASEAN y China sobre un código de conducta en la región tampoco han progresado.

En un artículo sobre la renovada mirada de la OTAN hacia la región Indo-Pacifico, Chenoy nos recuerda que los gastos de defensa de los Estados Unidos triplican los de China. Combinados con los de la OTAN, se multiplican y la creciente militarización de la región hace que todos los presupuestos militares aumenten.

Los pasos dados en la región Indo-Pacífico por los Estados Unidos incluyen la creación del Diálogo Cuadrilateral de Seguridad (QUAD) –con Singapur, Japón e India– y una alianza informal –pero de carácter abiertamente militar–, con Australia y Reino Unido (AUUKUS), señaló.

A la mayor parte de los países de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN), hoy integrada por diez países, les preocupa la estrategia de la OTAN y las presiones norteamericanas. “La hiperactividad de la OTAN en la región, la política contención a China y la expansión de las alianzas estratégicas y militares aumentarán las tensiones y no beneficiarán a nadie”, asegura Chinoy.

El gran paraguas de la OTAN

La OTAN es hoy el paraguas bajo el cual Washington cobija más cómodamente a los países europeos. En otros escenarios, como los económicos, energéticos o ambientales, ese paraguas, mucho más pequeño, no alcanza para acomodar a todos. Invertir en la OTAN –dice el documento aprobado en Madrid– “es la mejor manera de garantizar lazos duraderos entre aliados europeos y norteamericanos”.

Es evidente que la invasión rusa de Ucrania facilitó que todos los aliados europeos se acomodaran bajo el paraguas grande de la OTAN, cuya estrategia es ahora la mejor expresión de la política internacional de un Occidente que se dice dispuesto a defender a sus mil millones de habitantes (menos de 15% de la población mundial), su territorio y, sobre todo, su visión del mundo: su libertad y su democracia. La principal expresión de esa política es ahora la militar.

Para sus miembros la ampliación de la OTAN “es una historia de éxitos”, que ha contribuido a consolidar la paz en la zona euro-atlántica, que aspira a extender por el resto del mundo.

La solicitud de incorporación a la alianza de Suecia y Finlandia entusiasmaron a los países miembros. Su secretario general, el patético Stoltemberg, transformado en principal vocero de la política de Occidente, no podía ocultar su euforia. Dos países vecinos que –como recuerda Günter Grass en su “Tambor de Hojalata”– “nunca se han querido mucho”. La escena es a la salida de una iglesia, en la Navidad del año 30. “De pronto –dice Grass– se arma: los cuchillos son largos y la noche breve”.

Una OTAN debilitada

Sobre la incorporación de Finlandia habló Heikki Talvitie, embajador de su país en Moscú entre 1988 y 1992, los años finales de la Unión Soviética, en entrevista publicada por el periódico La Vanguardia, de Barcelona.

¿Cree que la decisión de Finlandia de ingresar en la OTAN se ha tomado con buen criterio?, le preguntó el periodista Andy Robinson.

“El informe de 50 páginas, que se redactó antes de la votación de los diputados, carece de toda perspectiva histórica. Parte de la idea de que la historia del mundo empezó el pasado 24 de febrero. Lo increíble es que, en Finlandia, a lo largo de los últimos 70 u 80 años, hemos dedicado enormes esfuerzos a la elaboración de nuestra política de seguridad. Pero el informe solo cubre el período desde febrero del 2022”, contestó Talvitie.

¿Cree que la OTAN aumentará la seguridad de Finlandia?

– No. No hay amenaza rusa. No hay tropas en la frontera. Es un error, un disparate, comparar la situación geopolítica en Ucrania con la finlandesa. No tienen nada que ver. Rusia considera que la OTAN es una amenaza. Entonces, Rusia ya es una amenaza para nosotros. Antes no era. Ahora sí.

– Lo más importante para el Gobierno ha sido su reelección. Y la opinión pública ha sido arrastrada por los medios y las redes sociales. Este gobierno entiende muy poco de Rusia, agregó Talvitie.

La OTAN de la Guerra Fría era la OTAN del anticomunismo. La OTAN de ahora es la OTAN que divide Europa, que la coloca contra Rusia, un país europeo sin cuya integración la región difícilmente podrá consolidar su independencia en el escenario internacional. La necesidad de materias primas, incluyendo gas y petróleo, cuyo proveedor natural es Rusia, muestra bien la debilidad de una Europa que la define, sin embargo, como su enemigo principal. Eso solo es posible cobijándose bajo el paraguas norteamericano, bajo el cual, en su momento, ni Angela Merkel, ni Emmanuel Macron, quisieron cobijarse. Al contrario, a la mayor parte de los países de Europa del este, principalmente Polonia, y los países bálticos, les entusiasmaba la idea.

Esa OTAN no podrá contribuir a la paz, ni a la consolidación de

Europa en el mundo. Sometida a los intereses norteamericanos, organizada en torno a una opción militar, el destino de esa OTAN es un callejón sin salida. Militarizada la política internacional, nunca fue más inútil para enfrentar los problemas del mundo.

Hay voces sensatas en Europa. Abundan, aunque ahora están ahogadas por las bravuconadas de la OTAN, que no oculta su aspiración de extenderse por el mundo. Trabajaremos con nuestros socios para enfrentar los desafíos en regiones estratégicas para el interés de la alianza: Bosnia y Herzegovina, Georgia y Ucrania, los Balcanes y el mar Negro, el Oriente Medio y el norte de África, el Sahel y la región Indo-Pacífico. Según el documento, todo afecta ahora la seguridad Euro-Atlántica.

¿Guerra nuclear?

Solo América Latina no es mencionada en el documento, lo que plantea un explícito desafío para definir nosotros mismos nuestro lugar en ese mundo y proponer iniciativas para lograrlo, a lo que nos referiremos más adelante. Uno de esos papeles –y no el menos importante– es buscar las voces sensatas de Europa y conformar con ellas una alianza novedosa y potente, capaz de hacerse oir en el mundo. Porque una guerra entre la OTAN y Rusia, o China, no es un problema solo euro-atlántico.

El documento de la OTAN está lleno de promesas. El objetivo de la militarización de la política mundial –nos aseguran– es “preservar la paz”. La herramienta última para ese logro es la capacidad nuclear de la OTAN, que recae –como lo recuerda el texto– particularmente en la de Estados Unidos.

El frecuente encontrar hoy voces de todo tipo especulando sobre la posibilidad de una guerra nuclear. Entre los muchos artículos sobre el tema nos sirve de buen ejemplo el de Mark Cancian, un coronel de los marines, hoy retirado, asesor del Programa de Seguridad Internacional del Center for Strategic and International Studies (CSIS).

Cancian especula en su artículo –titulado “How to Break Russia’s Black Sea Blockade”, publicado en Foreign Affairs el pasado 1 de julio–, sobre las opciones diplomáticas y militares para romper ese bloqueo, como convoyes de la OTAN para proteger barcos salidos de puertos ucranianos en el Mar Negro, o la protección aérea con aviones de la OTAN, desplegados en bases de Rumania y Bulgaria.

La retirada de las fuerzas rusas de Snake Island, cerca del delta del Danubio, en el mar Negro, que habían ocupado al inicio de la guerra, es señalada como un hito esperanzador en esa estrategia militar. Ubicada a 35 km de la costa ucraniana, con solo 0,205 km2, no es posible mantener una fuerza permanente en la isla, bombardeada desde la costa, y los rusos terminaron por retirarse. Pero la isla tampoco ha vuelto a ser ocupada por fuerzas ucranianas, que no podrían defenderla.

Como Putin ha advertido reiteradamente a la OTAN de que no intervenga en este conflicto, dice Cancian, “es poco probable que permita que un convoy de la OTAN rompa el bloqueo sin que responda de alguna manera”. Una opción “menos confrontativa”, en su opinión, sería integrar una escolta con barcos de países no pertenecientes a la OTAN. ¿Cuáles? Difícil imaginar.

Cancian sugiere también que Estados Unidos registre bajo su bandera los barcos mercantes a cargo de esa operación, obligando a Rusia a atacar barcos estadounidenses si quisiera evitar la ruptura del bloqueo. ¿Adónde nos conduciría una opción así? Es fácil imaginar.

Por ahora, afirma, hay suficiente suministro de alimentos en el mundo. Pero si la guerra se prolonga, el hambre puede golpear a todos, provocando disturbios que pongan en peligro la estabilidad social. Según Cancian, “es responsabilidad de la OTAN y de Occidente tener un plan listo antes de que la falta de alimentos haga crisis”.

Otros especulan con escenarios distintos. Esperan que, superado el invierno europeo, con su ejército mejor armado y entrenado, Ucrania pueda enfrentar con éxito una guerra prolongada. Algo de eso sugiere Jack Detsch en su artículo “West Worries About Fraying Consensus Over Ukraine”, publicado en Foreign Policy, donde es periodista encargado de la política exterior del Pentágono y de temas de seguridad nacional.

En la misma línea argumenta en Senador demócrata Chris Coons, miembro de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado norteamericano. “Putin is counting on us losing interest’ in Ukkraine war”, afirma, en entrevista concedida a la misma Foreign Policy.

El presidente ucraniano, Vladimir Zelensky, agradece nuestra ayuda, de unos seis mil millones de dólares en equipo militar y miles de millones de apoyo económico directo, dice Coons, preocupado con garantizar el suministro de productos agrícolas, granos de los cuales Ucrania es un uno de los principales productores mundiales. Para eso, los puertos del Mar Negro son esenciales, sobre todo ahora que se acerca la cosecha de otoño.

La opción de América Latina

No somos parte de la estrategia de la OTAN para la próxima década. Cobijados bajo el enorme paraguas norteamericano, bajo el que se acomodaron prácticamente todas las dictaduras que periódicamente organizaron y promovieron la región, en América Latina, en todo caso, nunca ha dejado de haber fuerzas políticas que tratan de hacer política fuera de ese paraguas. La respuesta, cuando se ha logrado avanzar por este camino, tiene su mejor (y más dramático ejemplo) en el golpe militar de 1973, contra el gobierno de Salvador Allende, en Chile.

Esa política no ha cesado, como ocurrió recientemente en Bolivia, y como ocurre con las sanciones impuestas a países como Cuba o Venezuela.

Difícil compatibilizar esa situación con el documento de la OTAN, que reivindica una “clara su visión” del orden mundial: “queremos vivir en un mundo donde la soberanía, la integridad territorial, los derechos humanos y la ley internacional sean respetadas y donde cada país pueda elegir su propio camino, libre de agresión, coerción o subversión”. Naturalmente, América Latina no está incluida en esas consideraciones.

Hay que exigir el fin de esas políticas aplicadas por Washington en América Latina, pero, sobre todo, organizarnos para participar en un escenario en el que la humanidad se juega su destino.

Las recientes palabras del Papa a la agencia argentina Telam sugieren algunas ideas. “En este momento hace falta valentía y creatividad. Sin esas dos cosas, no vamos a tener instituciones internacionales que puedan ayudarnos a superar estos conflictos tan graves, estas situaciones de muerte”, afirmó.

– Esto de Ucrania lo vivimos de cerca y por eso nos alarmamos, pero pensemos en Ruanda hace 25 años, Siria desde hace diez; Líbano, con sus luchas internas; o Myanmar, hoy mismo. Esto que vemos está sucediendo desde hace tiempo. Llama la atención la cuidadosa omisión de Irak de que lista.

Francisco recordó recientes declaraciones suyas a una revista jesuita, que provocaron revuelo, cuando dijo que «aquí no hay buenos ni malos». “Se tomó esa frase sola y dijeron: –¡El Papa no condena a Putin! La realidad es que el estado de guerra es algo mucho más universal, más serio, y aquí no hay buenos ni malos. Todos estamos involucrados”, afirmó Francisco.

“Latinoamérica todavía está en ese camino lento, de lucha, del sueño de San Martín y Bolívar por la unidad de la región. Siempre fue víctima, y será víctima hasta que no se termine de liberar, de imperialismos explotadores”, agregó el Papa.

El escenario político de la región, con los cambios de gobierno en México, Argentina, Chile, Bolivia, Colombia y probablemente en Brasil, en las elecciones de octubre, al que se suman organizaciones políticas de diversos países que no están en el gobierno, son una base poderosa para buscar –con la valentía y creatividad que pide el Papa–, alternativas para encarar la guerra y la crisis mundial.

Parece indispensable construir puentes entre América Latina y políticos europeos contrarios al desarrollo de alternativas militares para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania. Para amarrar las manos a la OTAN. Para explorar la creación un gran movimiento internacional orientado en esa dirección, con políticos europeos de la talla de Merkel, Gerard Schröder, Mélenchon, de políticos portugueses, ingleses, finlandeses (como el exdiplomático Talvitie) y seguramente de muchos de los países de Europa del este, en desacuerdo con la militarización de la política europea. Una de cuyas expresiones más dramáticas de esa militarización es la decisión alemana de revertir las principales orientaciones de su política exterior, evitando el rearme y la participación en conflicto militares en otros países. No deja de asombrar la corta mirada de una Europa que olvida como 1933 se transformó en 1939.

América Latina tiene mucho que decir ante el mediocre escenario euro-atlántico. Vale la pena intentarlo.

FIN.

 

Fuente de imagen: https://wsimag.com/