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Etiqueta: policías

¿Por qué no detienen a los capos gringos?

Oscar Madrigal

Este es un reclamo del gobierno mejicano. La prensa solo da cuenta de la detención, existencia y forma de vida de los capos mejicanos, colombianos y, general, latinoamericanos. Pero nunca se informa, por ejemplo, de la captura de un capo estadounidense.

En EEUU es sabido que la mafia o el crimen organizado, controla el juego, la prostitución, el contrabando y mil cosas más; sin embargo, parece que el negocio de las drogas se maneja de forma diferente. También es sabido -porque se lo he escuchado al Presidente Petro- que los carteles colombianos vienen siendo sustituidos por los carteles mejicanos que pretenden controlar todo el proceso de la droga, desde su producción hasta su comercialización.

El tema de los capos gringos puede ser interesante. En un libro llamado “Los narcos gringos”, el periodista Jesús Esquivel explica el modo de operar del narcotráfico en USA. Según él, en EEUU no existen carteles de la droga, sino que los carteles mejicanos que introducen la droga al país actúan a través de brokers, intermediarios o comisionistas que les compran la droga a los mejicanos y ellos las distribuyen a su vez a miles de vendedores al menudeo. De tal manera que en EEUU el mercado del narcotráfico está compuesto por centenares de miles de brokers encargados de la comercialización de la droga.

Creo que este sistema de operación gringo es muy parecido a lo que estamos viendo en Costa Rica, con una particularidad: existen dos mercados el interno y el de exportación.

Costa Rica, según se lee en informes publicados, es el principal exportador de droga del mundo o uno de los primeros. Este comercio de exportación es manejado por los carteles mejicanos y colombianos con cómplices costarricenses. Para este control se sugieren escáneres y otras medidas.

El comercio interno de drogas es el que más daño está causando al país no solo por la pérdida de las vidas de miles de jóvenes, sino por el control que de amplios territorios hacen las pandillas nacionales. Este comercio es el que genera más inseguridad a la población y mayor miedo e incertidumbre.

El comercio de drogas interno, para nadie es un secreto, se maneja por medio de pandillas jefeadas por un “broker” (como lo llaman en USA) o intermediario que le compra a los mejicanos y colombianos y la vende y distribuye en el territorio que controlan. Este funcionamiento hace muy difícil el trabajo policial y es una guerra -como ya se reconoce- prácticamente perdida. No hay forma de eliminar ese tráfico, ya que ni siquiera la policía de Estados Unidos ha podido controlarlo, ya sea por corrupción, interés o incapacidad.

Nuestros jóvenes se están matando, mientras se cree que el problema de la inseguridad se va a resolver con más policías, patrullas o cárcel. Nada de eso resuelve el problema; en EEUU las cárceles están llenas y el problema se agudiza, ahora con nuevas drogas como las sintéticas y el fentanilo.

Es espeluznante, por un lado, pero indignante por el otro, que el Gobierno de Chaves esté promoviendo un presupuesto extraordinario que le quita fondos a la educación para dárselos o trasladárselos a seguridad pública.

Esta postura se asemeja a aquello que planteaba un presidente latinoamericano: “compatriotas, estamos al borde al abismo, pero daremos un paso al frente”.

Pancha Carrasco, una mujer que supo interpretar el tiempo histórico que le tocó vivir…

Vladimir de la Cruz

Pancha Carrasco, una mujer que supo interpretar el tiempo histórico que le tocó vivir, que lo vivió intensamente, con compromiso, con entrega total a los ideales que esos días le inspiraron que debía cumplir y asumir, y así lo hizo.

(Intervención de Vladimir de la Cruz, en el curso del Programa Mentoría Pancha Carrasco, de Liderazgo para Mujeres Policías de Alto Rango Policial, impartido virtualmente, por Andrea Alvarado Álvarez, Coach Ontológico Relacional, en el Ministerio de Seguridad, el día 20 de agosto del 2020).

Conocemos como Pancha Carrasco a una mujer valerosa, que rompió esquemas en su época, audaz, atrevida, decidida, muy determinada, que tenía objetivos claros de vida, muy organizada con su vida, rebelde en su época, de fuerte personalidad, segura de sí misma, inquieta, con la cultura que le daba su época, que enfrentó estereotipos sociales y políticos, desprejuiciada del papel que la época le asignaba a las mujeres, que la llevó a asumir papeles militares con gran responsabilidad, y maestría cuando tuvo que hacerlo, destacándose en este sentido, quizá, como la Primer Mujer del Ejército Nacional, con alto rango militar, “General de División”, lo que en cierta manera se le reconoció en los actos de su funeral en 1890, porque así se celebraron sus exequias fúnebres. Era de porte elegante y cierta belleza, de fuerte y firme mirada.

Se llamó Francisca Carrasco Jiménez, pero fue conocida por “Pancha”.

Nació a principios del siglo XIX, al finalizar el período colonial en Costa Rica, un 8 de abril de 1816. Nació en la capital de la Colonia costarricense, en Cartago, en Taras, en la “Calle del Desmonte”, en su casa, como se acostumbraba en aquellos tiempos, y todavía hasta bien avanzado el siglo XX, en que muchos niños y niñas seguían naciendo en los hogares, con parteras, y mujeres con prácticas de nacimientos.

Sus padres fueron José Francisco Carrasco Méndez, un comerciante y María Trinidad Jiménez, ambos podrían considerarse de clase media de la época.

En su casa aprendió las primeras letras, a saber escribir y leer, teniendo una muy buena caligrafía, lo que fue una preocupación doméstica en su enseñanza, no muy corriente en aquellos tiempos. Su buena letra, se ha dicho, sirvió para que en ocasiones sirviera para copiar los Mensajes del Presidente Mora, que eran enviados desde el frente de batalla a las autoridades del Gobierno en San José.

La Casa de Enseñanza de Santo Tomás recién se había establecido en 1814, y es hasta los gobiernos del Primer Jefe de Estado, por lo demás educador, Juan Mora Fernández, que se impulsan escuelas, en municipios, abiertas a la enseñanza de niños y niñas, al finalizar la década de 1820.

A los 18 años se casó por primera vez, con Juan Manuel Solano. Luego tuvo un segundo matrimonio con Espíritu Santo Espinoza, y un tercer matrimonio, después de enviudar dos veces, con Gil Zúñiga quien la trasladó a vivir en San José, en el Barrio de la Puebla.

Esos días eran los de la construcción del Estado costarricense. Formábamos parte de la República Federal de Centroamérica, siguiendo desde la Independencia, los pasos de la unidad política regional centroamericana, que hasta esos días habíamos tenido, bajo la dominación española, pero ya en época independiente.

Eran días intensos de construcción del naciente Estado costarricense, de su fisonomía y de sus estructuras políticas, de su construcción y evolución constitucional, ya con el Partido de Nicoya incluido, con algunos conflictos internos, y con Nicaragua discutiendo, en los organismos regionales centroamericanos, a los que pertenecíamos, la Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, dándosenos constantemente la razón de esa Anexión a los nicoyanos y a los costarricenses.

La capital de San José se erguía poco a poco como el principal centro político del país, la economía cafetalera estaba en amplia expansión hacia el oeste del Valle Central, los Montes de los Aguacates, en Atenas, de Alajuela, hasta 1844 se explotaron en sus minas. Se había introducido la imprenta en Costa Rica y empezaron a aflorar periódicos con gran contenido y debate político.

En 1835 se estableció la división territorial en tres Departamentos, el Occidental, el Oriental y el de Guanacaste, que luego en 1848, con el surgimiento de la República, bajo el Gobierno del Dr. José María Castro Madriz, hicieron surgir las primeras cinco Provincias, San José, Alajuela, Cartago, Heredia y Guanacaste, y las Comarcas de Puntarenas y Limón.

Vivió Pancha Carrasco intensamente los días del gobierno de Braulio Carrillo, de sus importantes reformas políticas, institucionales y jurídicas. Le tocó vivir su destitución de la Jefatura de Estado, con motivo de la llegada de Francisco Morazán, quien se hizo del gobierno a la fuerza, durante el año de 1842, convirtiéndose Pancha Carrasco en una activa anti morazanista, al punto que se dice que el 29 de mayo de 1842, en un acto público, se bajó de su caballo, tomó algunas piedras del suelo, que se las empezó a tirar a Francisco Morazán y a quienes le acompañaban.

Cayó Morazán del Gobierno en setiembre de 1842, y luego el país se enrumbó con más fuerza a salir de la Federación Centroamericana, lo que ya había iniciado Braulio Carrillo.

La situación tensa con Nicaragua continuaba a propósito de la Anexión del Partido de Nicoya. El Gobierno se preparaba militarmente, poco a poco, para enfrentar, si fuera del caso, una agresión o una guerra con Nicaragua, en ese sentido.

En 1848 el Dr. José María Castro Madriz declaró la República de Costa Rica, motivo por el cual en los años siguientes Costa Rica se proyectó mejor en el plano internacional estableciendo relaciones diplomáticas con varios países. Ya, desde 1843 se habían empezado los contactos de exportación de café a Europa.

Asumió, en 1849, Juan Rafael Mora Porras la Presidencia de la República, a la cual fue reelecto hasta 1859, cuando le depusieron del gobierno y, un año más tarde, le asesinaron el 30 de setiembre de 1860, en Puntarenas, cuando le fusilaron, como un crimen de Estado, sin que se le haya hecho hasta hoy el Funeral de Estado que se merece el Héroe de las Batallas contra los filibusteros norteamericanos, el Benemérito de la Patria, el Héroe y Libertador Nacional.

Durante el gobierno de Juan Rafael Mora se produce la llegada de los filibusteros norteamericanos, dirigidos por William Walker, a Nicaragua, y a Centroamérica, aprovechando contradicciones y luchas políticas en Nicaragua, donde llegó a ejercer puestos importantes en el aparato militar y en el Gobierno, donde llegó a establecer, a finales de 1855, esclavitud en Nicaragua, y amenazó con extenderla a Costa Rica y a Centroamérica.

Esto provocó que el Presidente Juan Rafael Mora Porras, desde diciembre de 1855, advirtiera al pueblo costarricense del peligro que Walker significaba. La Iglesia católica costarricense, ya establecida en el país, con el Obispo Anselmo Llorente y La Fuente, al frente, se sumará a la causa del Presidente Mora, enviando sacerdotes a los frentes de combate, bajo la Jefatura del Capellán del Ejército del Presbítero Francisco Calvo.

Así el Presidente Mora se vio obligado en marzo a movilizar el Ejército Nacional y a los voluntarios, que a su llamado, se sumaron para ir a defender la Soberanía, la Independencia y la Libertad de Costa Rica y de los costarricenses, pero también la de Nicaragua y con ello la de Centroamérica.

La tropa costarricense que se movilizó hacia Nicaragua, a principios de marzo de 1856, en Liberia, conoció la noticia de que los filibusteros habían penetrado el territorio nacional y se hallaban en la Hacienda Santa Rosa. Allí en Liberia se organizó el ataque a los filibusteros en la Hacienda Santa Rosa, que culminó con un éxito rotundo en la Batalla del 20 de marzo de 1856, con una duración de trece minutos.

En la tropa costarricense se había alistado para ir a combatir Pancha Carrasco, junto con su esposo Gil Zúñiga, llena de patriotismo, al llamado de las Proclamas del Presidente Juan Rafael Mora, lo que no era usual en esos días, por su condición de mujer, de mujer casada, y por las costumbres y tradiciones de aquellos años. Hizo su marcha, al frente de combate, en la movilización que salió de San José el 4 de marzo de 1856 comandada por el General José Joaquín Mora Porras, hermano del Presidente.

Como Pancha Carrasco era conocida por sus actitudes públicas, valerosas e independientes, desde la época de Morazán, se le incorporó, para servir a la Patria, como vivandera del Estado Mayor, estando cerca de los principales conductores de la Guerra y del propio Presidente Juan Rafael Mora. Como vivandera atendía la cocina, la atención de la ropa de los miembros del Estado Mayor, y también de atención de heridos, cuando de ello se trataba. También se señala que sirvió en el Ejército “en calidad de cantinera”. Ella misma se llegó a titular “asistenta del General en Jefe del Ejército y de su Estado Mayor”, y ella misma se reconoció como la única mujer “soldado al lado de los más valerosos oficiales” … “y denodada patriota”.

Derrotados los filibusteros y expulsados del país, en la Batalla de Santa Rosa, la tropa costarricense avanzó sobre el territorio nicaragüense, hasta la ciudad de Rivas, donde el 11 de abril, se llevaría a cabo la más fiera Batalla, de muchas horas, contra los filibusteros, también exitosa para el Ejército costarricense, con una enorme cantidad de bajas.

Aquí, en la Batalla de Rivas, Pancha Carrasco se distinguió por su valor, su disposición a entregar su vida y empuñando fúsil combatió fieramente contra los filibusteros. Incluso se le reconoció su importante papel en la recuperación de un cañón durante los combates. Se reconocía su buena puntería en el uso del fusil. Más tarde, también en la lucha por recuperar los sitios militares de la Vía del Tránsito, Pancha Carrasco estuvo acompañando a la tropa hacia el Río San Juan y el Lago de Nicaragua.

En su regreso a San José, enfrentando la peste del Cólera, también se distinguió al lado del General José María Cañas, en la atención de heridos y enfermos, ayudando a enterrar a los fallecidos.

Permaneció Pancha Carrasco en el Ejército hasta su retorno a San José con motivo del repliegue que tuvo que hacerse por la peste del cólera que los azotó, y que afectó al país terriblemente.

Al regreso a Nicaragua, después de haber superado los estragos de la peste del cólera, Pancha Carrasco, de nuevo se une a la tropa, en lo que se ha denominado la Segunda Campaña contra los filibusteros, dispuesta a enfrentar los riesgos de los combates.

Terminada la Guerra contra los filibusteros, en 1857, cuando se hicieron reconocimientos a los combatientes, el Presidente Juan Rafael Mora Porras, le brindó un reconocimiento especial a Pancha Carrasco. La condecoró dándole una Medalla que en su inscripción decía: “Costa Rica agradecida premia el Valor. Santa Rosa, Rivas, San Juan, Presa de Valores, Castillo, Fuerte San Jorge”.

Unos años después se le otorgó una pensión de guerra, de quince colones mensuales, que el gobierno de Bernardo Soto le dio en reconocimiento a sus importantes servicios realizados durante la Campaña Nacional contra los filibusteros norteamericanos.

Después de la Guerra Nacional Pancha Carrasco acentuó su carácter de mujer independiente, que reclamaba y defendía sus derechos, superando en mucho la actitud que para esa época tenían las mujeres, marginadas de la vida social pública, de la defensa de derechos propios, de enfrentarse a la sumisión hogareña y a la autoridad machista, de entonces, de los esposos.

Un rasgo particular de ella, ya en su vida civil, después de la Guerra Nacional contra los filibusteros, es que se enfrentó, en el campo judicial, a su esposo por agresión y maltratos físicos, exigiendo su divorcio, sentando en este sentido un importante precedente de la lucha, de la liberación femenina, que es muy propia hoy de las mujeres contra este tipo de situaciones, lo que coloca a Pancha Carrasco, en esa lucha, como una mujer fuera de serie, que lo fue.

Su última lucha, probablemente fue acompañar al pueblo costarricense, en las calles, en las movilizaciones populares que se hicieron, con participación de mujeres, en noviembre de 1889, para defender el resultado de las elecciones, que se sentían amenazadas de ser burladas. El Presidente José Joaquín Rodríguez, en conocimiento del papel que jugaron las mujeres en esa lucha, y movilización, impulsó, sin éxito, el reconocimiento de voto de las mujeres. Allí debió estar Pancha Carrasco, un año antes de su muerte.

Cuando murió el 31 de diciembre de 1890, era una mujer pobre, que vivía de su pensión.

El Gobierno de la República decretó con motivo de su muerte Duelo Nacional y se le rindieron honores militares, al “Grado de General de División”, con presencia de las principales Autoridades políticas del país, del Clero nacional y del Cuerpo Diplomático, acreditado en Costa Rica, siendo enterrada en el Cementerio General de San José.

En 1994 la Asamblea Legislativa la Declaró “Defensora de las Libertades Patrias” y el 8 de marzo del 2012, de nuevo la Asamblea Legislativa la honró Declarándola “Heroína Nacional”.

En Guadalupe de Cartago hay un Colegio que lleva su nombre y la Oficina Filatélica de Costa Rica emitió también una estampilla con su Figura.

Pancha Carrasco en su figura y reconocimientos públicos evoca no solo a la mujer, que como ella, se integró al Ejercito a colaborar en distintos trabajos de atención a los soldados, sino que también destaca el importante papel que desempeñaron todas las mujeres de Costa Rica, desde la retaguardia de los combates, contribuyendo con el Estado, con el mantenimiento del Ejército y con la producción del país.

La inmensa movilización de voluntarios al Ejército para ir a combatir a los filibusteros norteamericanos, salió principalmente de los campos de producción. A ellos les sustituyeron las mujeres. Había que seguir produciendo para la economía nacional, para mantener los gastos de guerra, y había que producir alimentos para los casi 10.000 soldados movilizados. La mujer costarricense así se convirtió en un elemento de apoyo estratégico de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos.

En el Reconocimiento glorioso que se le ha hecho a Francisca Pancha Carrasco, está hecho también el reconocimiento a todas las mujeres de Costa Rica, que con sus trabajos, ayudaron a mantener la economía y la producción nacional, en esos años, que ayudaron a sostener el costo de la guerra, al Ejército y a sus soldados.

A veces refieren a Pancha Carrasco de profesión militar. En mi opinión ella no tenía esa profesión, que era reservada, en esa época solo para los hombres, pero sí se ganó un lugar en las filas del Ejército costarricense que nadie se lo puede negar.

Fue sobre todo una mujer que supo interpretar el tiempo histórico que le tocó vivir, que lo vivió intensamente, con compromiso, con entrega total a los ideales que esos días le inspiraron que debía cumplir y asumir, y así lo hizo.

Esa es nuestra Pancha Carrasco, Nuestra Heroína Nacional.

ANEP: Nuestros policías no son inmunes al COVID-19

Nuestros policías no son inmunes al COVID-19, también requieren de equipo de protección para evitar contagios.

Ellos y ellas también tienen familias con las cuales regresan después de sus labores.

Mensaje de Mainor Anchía y Jonathan Flores
Seccional ANEP-Fuerza Pública #Covid

Protocolo institucional permite a policías entrar a UCR sin restricciones en casos de flagrancia

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La institución avala el ingreso de autoridades policiales que estén en persecución de algún sospechoso que ingrese a sus terrenos, siempre que los efectivos se encuentren uniformados. Ilustración: SIEDIN.

 

Los hechos violentos ocurridos la semana pasada en la vía principal de San Pedro, en los que policías de la Fuerza Pública y estudiantes de universidades estatales tuvieron un enfrentamiento, hicieron que una parte de la opinión pública cuestionara la autonomía universitaria.

Sin embargo, pocas personas conocen que desde 2011, la institución dispone del “Protocolo para la coordinación de operativos con cuerpos policiales”, que regula la manera como actúa la Sección de Seguridad y Tránsito (SST) de la Oficina de Servicios Generales (OSG) de la Universidad de Costa Rica (UCR) cuando ingresan fuerzas policiales a la universidad, de manera que se respeten por igual, el orden jurídico nacional: como la Constitución Política y la Ley de Armas y Explosivos; y lo que indica el Estatuto Orgánico de la UCR en lo referente a la autonomía universitaria.

El documento, de solo 10 páginas y disponible en el enlace: https://goo.gl/Lq3DWh, señala que, en casos de flagrancia, es decir, cuando cualquier fuerza de seguridad pública persigue a un sospechoso de haber cometido un delito, y el posible delincuente ingresa al campus y si el policía está uniformado, los oficiales de seguridad universitarios se convierten en policías auxiliares para ayudar a detener a la persona bajo persecución.

Lo anterior aplica para la Fuerza Pública, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), policías municipales, Policía de Control Fiscal, escoltas de seguridad y otras autoridades de naturaleza similar que deban hacer ingreso a alguno de los campus de la institución.

Retomando los diferentes escenarios, si la persecución la realiza un policía vestido de civil, el oficial de seguridad deberá desarmar a ambas personas y comprobar que se trata de un efectivo encubierto, por medio de alguna identificación. Una vez verificado este estatus, el oficial de seguridad universitario se convierte, otra vez, en un policía auxiliar.

En todo caso, al terminar el hecho se realiza una evaluación y una retroalimentación de lo sucedido, y se redacta un informe para las autoridades competentes sobre los incidentes ocurridos.

Si la visita de fuerzas de seguridad públicas o privadas se conoce de manera anticipada, corresponde al jefe de la SST verificar el cumplimiento de sus armas con la Ley de Armas y Explosivos. Los visitantes deberán informar en qué lugar del campus se encontrarán presentes. También, el protocolo solicita a los efectivos portar sus armas escondidas o con discreción.

Para todas aquellas personas civiles (estudiantes, funcionarios y visitantes) la portación de armas queda totalmente prohibida a lo interno de la institución. Si algún oficial de seguridad descubre que alguien lleva un arma sin permisos de portación y sin documentos de matrícula, deberá aprehender a ese sujeto y ponerlo a las órdenes de la Fuerza Pública o del OIJ.

Tal como lo mencionó el rector de nuestra institución, Dr. Henning Jensen, tras la reunión del pasado jueves 13 de setiembre con el presidente, Carlos Alvarado, y rectores y estudiantes de las cinco universidades públicas, la UCR no tiene extraterritorialidad y tampoco es “un Estado dentro de otro Estado”, por lo que la universidad está siempre anuente a colaborar con las fuerzas del orden en caso de ser necesario.

“En la relación del Estado con las universidades públicas, que gozan de una autonomía superior al que tienen las instituciones autónomas, según lo dice la propia Carta Magna, tenemos que hacer cumplir los procedimientos legales y constitucionales. La autonomía universitaria ha sido respetada a lo largo de la historia porque hemos recurrido a mecanismos y procedimientos de coordinación”, comentó el rector.

El Dr. Jensen además recordó a la prensa que la UCR forma parte de una Comisión de Coordinación Interinstitucional, junto con la Fuerza Pública y la Municipalidad de Montes de Oca, para llevar a cabo acciones policiales conjuntas.

“Esos operativos se practican cotidianamente, porque somos un campus muy abierto, donde transitan muchas personas. Es gracias a esa coordinación que hemos podido tener una interacción pacífica, y solo excepcionalmente perturbada, con nuestro entorno urbano”, detalló el rector.

El protocolo se creó con el objetivo de dar una coordinación “eficiente y oportuna” entre los oficiales de la SST en las diferentes sedes, recintos y fincas de la institución; y los cuerpos policiales que necesiten ingresar a la UCR, así como para la toma de acciones concretas que colaboren con el cumplimiento de la ley.

 

19 de setiembre de 2018

Pablo Mora Vargas

Periodista, Rectoría, UCR

 

Información generada desde la Rectoría, UCR.

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UNT: sobre la fuga en el Hospital Calderón Guardia

El custodio no es el responsable. ¡La UNT lo defenderá!

 

La UNT, a solicitud de los policías penitenciarios, ha planteado de forma insistente a las autoridades, que por seguridad del privado de libertad, del custodio y de los usuarios de los servicio de salud, estos eventos especiales de custodias en los hospitales, deben ser atendidos como mínimo por dos policías.

La respuesta del Director de la Policía Penitenciaria, señor Pablo Bertozzi Calvo, ha sido que por falta de personal solo pueden enviar a un solo custodio a cumplir esta función y que ante una necesidad física o fisiológica del policía, este debe esposar al privado de libertad a su cama.

Ante esta respuesta, la UNT señaló que esa instrucción, de enviar un solo custodio y esposar a la persona privada de libertad en la cama mientras el policía atiende alguna necesidad, es una medida que dejaría en absoluto estado de vulnerabilidad al funcionario, al personal médico, pacientes y visitantes del centro médico, por el riesgo inminente que esta conlleva.

En segundo lugar, por asuntos médicos, la CCSS le prohíbe al custodio ingresar a las salas de operación y recuperación, por lo que esa disposición también vulnera la vigilancia y por ende la seguridad, sobre todo cuando el privado de libertad se encuentra en sala de recuperación, como es el caso que nos ocupa.

Conforme a lo anotado, es evidente y manifiesto que el custodio no tiene responsabilidad alguna sobre lo ocurrido este viernes en el Hospital Calderón Guardia. La UNT no permitirá que se sancione a un compañero, por debilidades estructurales y/o decisiones de las autoridades superiores de la Policía Penitenciaria y la Caja Costarricense de Seguro Social.

 

Más información al teléfono 8877-5471 o 8356-6251.

Susan Quirós Díaz

Secretaria General

 

Enviado a SURCOS por UNT.

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Absuelto Orlando Barrantes, dirigente campesino

Absuelto Orlando Barrantes
Grupo de dirigentes campesinos este viernes 26 de agosto en Guápiles celebraron la absolutoria del dirigente Orlando Barrantes.

El dirigente Orlando Barrantes fue sentenciado a doce años de prisión por el supuesto secuestro de unos policías, durante unas manifestaciones y enfrentamientos que se presentaron en Guápiles en el año 2000.

Puede leer antecedentes en el siguiente vínculo:

https://surcosdigital.com/orlando-barrantes-con-mi-acusacion-pretenden-amedrentarnos/

Absuelto Orlando Barrantes2

Información generada desde SURCOS Digital.

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Siguen asesinatos selectivos

Alerta

Después del violento desalojo a las 150 familias de Rio Lindo, Cortes, organizadas en el COPINH, ha asesinado el compañero Nelson García, de aproximadamente 30 años, en la comunidad de Peña Blanca, El Naranjo.

Nelson, uno de los lideres más activos de la lucha en Río Lindo, hoy a las 11:00 am, salió un momento del terreno donde se alojaban temporalmente, se dirigía a su casa a desayunar, cuando se estaba bajando de un vehículo frente a su casa le dispararon quitándole la vida.

Denunciamos los intentos de detención a nuestro compañero Sotero Chavarría, líder activo del COPINH, por supuestos reclamos a miembros de policías y militares que estaban en la comunidad.

¡Basta de muertes a quienes defienden la vida!

 

Tegucigalpa, 15 de marzo de 2016

Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras

*Imagen con fines ilustrativos.

 

Enviado a SURCOS Digital por Marlin Óscar Ávila.

Orlando Barrantes “Con mi acusación pretenden amedrentarnos”

Barrantes siempre sostuvo que el suyo es un caso de criminalización de la protesta social

Orlando Barrantes
«Mi caso es un montaje que busca asustar a la gente».

El día de hoy el dirigente sindicalista Orlando Barrantes fue sentenciado a doce años de prisión por el supuesto secuestro de unos policías, durante unas manifestaciones y enfrentamientos que se presentaron en Guápiles en el año 2000.

A continuación se reproduce una entrevista que Barrantes concedió a UNIVERSIDAD en mayo del 2006, en la que detalló los pormenores de su caso. Por entonces, Barrantes era Presidente del Consejo Nacional de Trabajadores (CONATRAB) y sostuvo que el detonante de toda la violencia fue la intervención de los policías antimotines.

¿Cómo se dieron los hechos del 2000, por los cuales ahora es enjuiciado?

– El 12 de diciembre del 2000 se manifestó la población en la provincia de Limón. Hubo movimientos de protesta en Guápiles, Siquirres, Limón y Talamanca, en los que diferentes sectores denunciaban la incapacidad de las instituciones gubernamentales por cumplir los acuerdos firmados.

En Siquirres, Guácimo y Pococí los grupos manifestantes fueron básicamente los pequeños agricultores y trabajadores bananeros expuestos al agroquímico nemagón.

En todos hubo enfrentamientos con la policía, pero en Guápiles, donde yo estaba, fue donde se produjeron los hechos más violentos. La versión que yo puedo dar de lo sucedido esa mañana, la reconstruyo a partir de videos que ya mostraron la fiscalía, informes de prensa y testimonios.

A las 8 a.m. se da una concentración de casi dos mil personas en el Parque de Guápiles, donde hasta las 8:45 intervenimos entre 15 y 20 dirigentes en el uso de la palabra. Allí, espontáneamente se tomó la decisión de hacer una marcha pacífica hacia Guácimo. La idea era que el gobierno, al ver una marcha de gran cantidad de gente, retomara las negociaciones. Una delegación de dirigentes fuimos a la casa de Jesús Calderón, quien estaba en contacto con el Ministro de Agricultura, a esperar que el gobierno se comunicara, mientras la gente empezó a caminar.

Nunca hubo bloqueo. Según el testimonio de los mismos policías antimotines, alrededor de 200 de ellos recibieron la orden de “ir a chocar” con los manifestantes, lo cual sucedió en medio de una cuadra muy larga, entre el Parque de Guápiles y la carretera a Limón.

A los policías se les acabaron los gases y entonces recibieron la orden de retirada, la cual ejecutaron de manera desordenada, se dispersaron y cuatro de ellos se tiraron debajo de unos furgones. Este grupo fue retenido por los manifestantes para exigir la liberación de cerca de 30 personas que habían sido detenidas sin ser pasadas al Ministerio Público. Yo no participé en esas negociaciones porque no podía, ni había control de nada. Nunca hubo bloqueo en la carretera a Limón y el enfrentamiento tampoco se dio en la vía.

Alrededor de las 5 o 6 de la tarde los manifestantes liberaron a los policías y el gobierno soltó a los manifestantes.

¿Mientras todo eso pasa usted se mantuvo en la casa de Calderón?

– Sí, claro. Allí también estuvo el periodista Marvin Barquero de La Nación.

¿Qué sucedió después, cuando fueron a Casa Presidencial?

– El gobierno nos convocó a negociar a las 8 a.m. del 13 de diciembre. Fuimos a Casa Presidencial y un periodista me preguntó si sabía que había orden de captura en mi contra y una acusación por secuestro extorsivo. Se le pidió al gobierno que aclarara la situación, anularon la orden de captura pero manifestaron que si había una demanda judicial, el Poder Ejecutivo no podía intervenir. El Ministerio de Seguridad Pública presentó una demanda que fue acogida por el fiscal, en la que sostiene que yo planeé, organicé y ejecuté un secuestro extorsivo y que todo lo que sucedió el día anterior había sido planeado por mí. Esa es la acusación. La causa acarrea una pena de 15 a 20 años por persona, y como fueron cuatro, la sentencia mínima sería de 60 años.

Esta acusación de secuestro extorsivo no solamente es absurda y ridícula, sino que con ella pretenden amedrentarnos.

¿Cómo han sustentado la acusación?

– La única prueba que presentan es un video donde salgo hablando en el parque. También incluyen el testimonio del entonces jefe de los antimotines, Orvil Ruiz, quien me ubica en el sitio del enfrentamiento desde las 10 a.m.

¿Cuál cree es el trasfondo de la acusación?

– Además de dirigente social, soy presidente del Movimiento de Trabajadores y Campesinos (MTC), un partido legalmente inscrito, nuevo y de izquierda, que nació el año pasado.

Cualquiera que lea la acusación del Ministerio Público se da cuenta que no demuestra ningún hecho participativo mío, sino que me llama “agitador”; dice que organizo a la gente para que se movilice contra los gobiernos, que encabezo movimientos de protesta. Es decir, es una acusación estrictamente política.

Cuando Orvil Ruiz declaró en el primer juicio anulado en julio, repitió exactamente lo mismo que está escrito en la acusación.

¿Cómo siguió el trámite de su juicio?

– Inició en julio del año pasado, pero fue anulado porque mi abogado se incapacitó por más de diez días. Mi primera defensa no estuvo bien, pues subestimamos la causa. Cambiamos de abogado y hemos planteado tres acciones de nulidad, que han sido rechazadas.

Hace un mes nos notificaron que el juicio fue convocado para el 20 y 21 de abril de este año, pero cuando llegamos el 20 se nos dijo que está suspendido, pues la fiscal a cargo quiere que vuelva a declarar el exdirector de la Fuerza Pública Walter Navarro, quien está en Estados Unidos.

¿Cómo explica que se trata de un juicio político?

– Aquí lo que están enjuiciando es la forma de pensar que uno tiene, no tienen ninguna prueba y eso es un juicio político.

La condena de Célimo Guido, más el caso mío, nos lleva a los sectores sociales a hacer un llamado a fortalecer instancias como la Comisión de Derechos Humanos.

Estos son intentos de sectores poderosos económicamente y ligados a las transnacionales, que buscan amedrentar a los dirigentes y sentar precedentes ejemplarizantes para que la gente no proteste.

Como dirigentes y ciudadanos costarricenses, nuestro papel es participar en todos los procesos y no se nos va a prohibir opinar sobre la realidad nacional. Sostendremos nuestra oposición tajante al TLC.

Mi caso es un montaje, que busca asustar a la gente. Yo no tengo ningún problema en ir a la cárcel, si tengo que ir por defender a los pobres, gustoso voy. La cárcel para un dirigente representa un ataque muy duro a las libertades democráticas de este país y al resto del movimiento popular.

 

Información e imagen tomada de http://semanariouniversidad.ucr.cr/pais/con-mi-acusacion-pretenden-amedrentarnos/

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