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Rodrigo Arias Sánchez, su necesaria Presidencia Legislativa

Vladimir de la Cruz

Las elecciones del 2022 fueron altamente sorpresivas e inesperadas, para las cuales la sociedad costarricense no estaba preparada, no por la derrota del Partido Liberación Nacional, que había terminado su jornada electoral en febrero como primer finalista ante la segunda ronda, sino porque para ese momento se había producido una situación cualitativamente diferente en ese resultado.

En las elecciones del 2014 el candidato presidencial de Liberación Nacional, renunciaba cobardemente a su participación, en la segunda ronda, dejando al garete a su partido y a los votantes nacionales, que, aunque veían inminente su derrota en la segunda vuelta, no esperaban que su “líder” saliera corriendo a esconderse.

En las elecciones del 2018 el Partido Liberación Nacional no llegó a la segunda ronda, en su segunda derrota nacional. La disputa se dio entre el Partido Acción Ciudadana, que había emergido desde las elecciones del 2006, con su candidato Carlos Alvarado Quesada, y el líder espiritual y político del actual Partido Nueva República, de Fabricio Alvarado, que ya venía debutando en la política nacional y en la electoral. El tema central de la campaña electoral se concentró, en la segunda ronda electoral, en el área de los Derechos Humanos y Ciudadanos, sintiéndose amenazada la sociedad nacional de retroceder por razones “religiosas evangélicas”, provocando con ello una reacción del electorado que se volcó por la candidatura de Carlos Alvarado, que había terminado de segundo finalista en la elección de febrero de ese año.

La derrota de Liberación Nacional, por segunda vez consecutiva no era novedosa. Ya había sucedido en 1998 y el 2002, cuando la Unidad Social Cristiana gobernó dos veces consecutivamente, con Miguel Angel Rodríguez y Abel Pacheco.

Por su parte el partido Unidad Social Cristiana, como partido histórico, de larga tradición, desde el 2006 dejó de ser finalista electoral para primeras y segundas rondas, disminuyendo su presencia política nacional y de representación popular.

En el 2006 la candidatura de Oscar Arias Sánchez salvó al partido Liberación Nacional de caer en la postración, debilidad y cansancio político que ha caracterizado a su siamés político, la Unidad Social Cristiana, desde ese año hasta hoy, a pesar del aire fresco que le dio Rodolfo Piza en las campañas electorales del 2014 y 2018.

El gobierno de Oscar Arias Sánchez, guste o no, salvó a su partido y su gobierno. También, guste o no, catapultó a Laura Chinchilla Miranda a la presidencia de la República del 2010 al 2014, gobierno, a partir del cual Liberación Nacional se alejó del Poder Ejecutivo, tres veces seguidas, 2014, 2018 y 2022, enfrentando hacia las elecciones del 2026 la posibilidad de acompañar a la Unidad Social Cristiana en su descalabro electoral en sus aspiraciones de Ejecutivo Nacional, o de recuperarse al menos para estar de finalista en las elecciones del 2026.

Para las elecciones del 2022 José María Figueres era, a mi modo de ver, la mejor carta de presentación política que tenía Liberación Nacional para retornar al Poder Ejecutivo, quedando de primer finalista para la segunda ronda. En ese partido sabotearon su candidatura por quienes terminaron rodeándolo en su círculo electoral más cercano y con las políticas electorales conservadoras, y la mala campaña electoral, con la que lo impulsaron, alejada de la historia de ese Partido en el desarrollo nacional y por su alejamiento de las políticas sociales social demócratas que en otros tiempos fueron sus banderas de atracción política.

En todas estas elecciones, el juego estaba entre partidos “tradicionales” que venían de distintas campañas electorales y con candidatos presidenciales “conocidos” en sus partidos y en la vida parlamentaria y política nacional.

En la elección del 2022 irrumpió un nuevo partido político, Progreso Social Democrático, nada conocido, recién formado para esa, su primera participación electoral, por una importante exmilitante del partido Acción ciudadana. Sin líderes políticos conocidos y destacados en la arena electoral y política nacional, se les “coló”, con éxito, un personaje, Rodrigo Chaves Robles, que llegó al país después de un autoexilio dorado de trabajo en un organismo internacional, por más de tres décadas, a trabajar por un breve plazo al Ministerio de Hacienda del gobierno de Carlos Alvarado Quesada.

Rodrigo Chaves Robles supo interpretar el desánimo nacional, la frustración de la población, el desencanto político existente con partidos políticos y con líderes de los partidos políticos y de gobiernos anteriores. Apreció la corrupción institucional que histórica, real o de leyenda se sentía en el país y, sobre todo, el abandono de grandes regiones, con sus poblaciones, de las acciones y políticas públicas que provocaban extrema pobreza, pobreza, debilitamiento de las clases medias, mala infraestructura nacional, abandono institucional de regiones, exclusión, marginación, desempleo trabajo informal creciente y otros muchos e importantes problemas, como el de la inseguridad nacional, la inseguridad ciudadana, y el narcotráfico, que hizo sus banderas para hacerse representar de toda esta población y regiones como su “salvador”, enfrentando violentamente en su lenguaje político a todas las estructuras políticas e institucionales, señalando que él podía hacerlas funcionar para “resolver” esos problemas.

Frente a esto, en la segunda ronda electoral, el electorado “cansado” de Liberación Nacional, que era el primer finalista de la segunda ronda, y ampliamente “prejuiciado” con José María Figueres, que había ganado esa primera ronda, terminó ante las dos alternativas electorales, Figueres o Chaves, absteniéndose de ir a votar por Figueres y Liberación Nacional, lo que facilitó el acomodo de votos a favor de Rodrigo Chaves quien resultó Presidente de la República, quien se encuentra en su último año de gobierno.

Los tres años de gobierno que ha tenido los ha concentrado en su discurso antisistema, antidemocracia, anti poderes públicos, anti equilibrio de esos poderes públicos, contra todo lo que significa Política tradicional, sean partidos políticos existentes principalmente en la Asamblea Legislativa, contra todos los partidos políticos, todos los políticos, todos los disidentes políticos que no están de acuerdo con su gestión administrativa y política, con todos los que le critican, personas, analistas, periodistas y medios de comunicación en general.

La esencia de su discurso político, que le da réditos de simpatía política y personal, asociado a un líder carismático, de fuerza, autoritario que reclama, constantemente, que no gobierna “porque no lo dejan gobernar” la Asamblea Legislativa y sus diputados con sus partidos políticos, la Corte Suprema de Justicia, la Contraloría General de la República y la Fiscalía General de la República.

Esto se asocia hoy a su deseo de permanecer en el Gobierno, lo que no puede constitucionalmente porque no está permitida la reelección consecutiva de un presidente, por lo que tendrá que esperar ocho años, hasta el 2034, para poder aspirar a una nueva candidatura. En pocos meses, en mayo del 2026, fuera de gobierno, sin tener un partido político propio en el cual él sea el principal dirigente político, por los próximos ocho años, es muy difícil que él pueda desarrollarse como líder político nacional, aunque haya sido presidente. Solo podría mantenerse activo si en un próximo gobierno se le nombra ministro, o si renuncia en julio para lanzarse como candidato a diputado en las elecciones del 2026, lo que sí le daría músculo político para mantenerse activo en política y forjar su candidatura presidencial futura, con posibilidad de modificar la Constitución Política de manera que le permita ser candidato presidencial de nuevo en el 2030. Estas son las opciones constitucionales y legales de su posible partición electoral futura, salvo que intente, por algún motivo provocado por él mismo, de inestabilidad política nacional, que le conduzca a establecer un estado de emergencia nacional, el cual le permita suspender garantías constitucionales y ejercer un gobierno de excepción, de características autoritarias, despóticas y tiránicas, como constantemente señala que se debe gobernar para poder resolver problemas nacionales y desarrollar acciones políticas.

En estos tres años ha saboreado las mieles y los privilegios que da el ejercicio del Poder. Ambicioso políticamente, como se expresa, ha impulsado la creación de nuevos partidos políticos, para que participen en el proceso electoral del 2026, bajo el llamado movimiento de los jaguares, orientado a desplazar a todos los partidos que tradicionalmente han ejercido el dominio de la Asamblea Legislativa, con la intención de llegar a elegir 40 diputados como lo pregona.

En las elecciones de 2022 el partido que lo eligió solo sacó 10 diputados de 57 que tiene la Asamblea Legislativa, lo que no le dio músculo político legislativo para impulsar leyes, ni capacidad para negociar proyectos de ley, por sus ataques constantes a los diputados y a la Asamblea Legislativa como institución y Poder de control político de la República.

El gobierno del 2014, de Luis Guillermo Solís y el del 2018 de Carlos Alvarado, no pasaron de 12 diputados, que si tuvieron capacidad de negociación parlamentaria, y no tuvieron una “crisis política” de relación entre ambos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, como se ha dado en este descalabrado gobierno.

En la estructura organizacional del Estado costarricense tenemos los Poderes Públicos, el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y, por asimilación, al Tribunal Supremo de Elecciones, que en teoría política y constitucional se desempeñan como pesos y contrapesos entre sí, no solo por el ejercicio y potestades de cada poder cuyas funciones son indelegables, sino por los controles que se establecen sobre ellos.

Los dos primeros, el Ejecutivo y el Legislativo tienen el mayor peso político por el carácter representativo que los constituye. Son el resultado, en su integración, de la elección directa del pueblo electoral, de los ciudadanos, quienes tienen el poder y la facultad de la representación política, quienes son el Poder Soberano y en quienes descansa la Soberanía Nacional.

Por el carácter de la representación política el Poder Legislativo es el más importante, por tener allí una mayor y más amplia representación ciudadana expresada en los 57 diputados, de una variedad de partidos y sectores políticamente organizados.

Los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral tienen su máximo representante en quienes lo presiden. De estos Poderes el presidente de la Asamblea Legislativa está facultado para sustituir al presidente de la República en el caso extremo de que deje sus funciones temporal o permanentemente, y por ausencia extrema igual de sus vicepresidentes.

De allí que la elección del presidente de la Asamblea Legislativa, que debe hacerse cada primero de mayo, cobre una importancia política relevante. La importancia y relevancia política del Poder Legislativo descansa en hacer las leyes, interpretarlas auténticamente si es del caso, y ejercer control político sobre el Poder Ejecutivo y las autoridades ministeriales e institucionales, y tener en su seno una mayor representación política del Pueblo Soberano. Las leyes no las hace el presidente legislativo. Las hacen todos los diputados. El resultado de esas leyes se atribuye a los gobiernos, y a los presidentes de la República que lo ejercen, no a los diputados y a sus partidos, salvo cuando esos partidos y diputados destacan que son las leyes que ellos impulsaron y les fueron aprobadas.

El cargo de presidente legislativo por esta razón debe ser bien valorado y meditado políticamente por los diputados. No se trata de nombrar a cualquiera de los diputados, que todos tendrían igual posibilidad y oportunidad, sino de escoger entre todos ellos el que mejor acredite por su experiencia política y atestados personales, pero también por la madurez y sensatez que pueden dar la edad y la experiencia política.

En el momento que vivimos en el país, con las características autoritarias y poco democráticas del actual Presidente de la República, que ataca constantemente a la Asamblea Legislativa, a todos sus diputados, que desearía gobernar si un Poder Legislativo para dirigir el país con Decretos Leyes, como se hizo en la Junta de gobierno de 1948-1949, se requiere que el Presidente Legislativo sea un diputado de gran experiencia política, ecuanimidad personal, inteligencia emocional política, buena formación profesional y política, con señorío para el cargo que representa, con la personalidad suficiente y digna para ejercer la Presidencia de la República en el caso extremo si así fuere necesario.

El presidente legislativo tiene que salir como resultado de una negociación política que produzca 29 diputados a favor de nombrarlo. Es una cifra que tiene que negociarse. No se trata de improvisar candidatos ni diputados con la aspiración de dirigir el Poder Legislativo.

Tampoco se trata de que corresponde elegir una mujer por razón de género. Ya se han electo mujeres presidentas en el Poder Legislativo, Rosemary Karpinski Dodero, en 1986, Rina Contreras López, en el 2000, Carolina Hidalgo Herrera, en el 2018 y Silvia Vanessa Hernández Sánchez en el 2021, representándose en estas mujeres a los partidos Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana, de los partidos que han gobernado el país, bajo gobiernos en que esos partidos ejercían la Presidencia de la República.

La Presidencia Legislativa en el período de la Segunda República, desde 1949 hasta hoy, la han ejercido tres veces consecutivas Marcial Rodríguez Conejo, Gonzalo Facio Segreda, Alfonso Carro Zúñiga y Rodrigo Arias Sánchez, dos veces consecutivas Abelardo Bonilla Baldares, Otto Cortés Fernández, Álvaro Montero Padilla, Daniel Oduber Quirós, Luis Alberto Monge Álvarez, Gerardo González Esquivel. El único, hasta hoy, que la ejercido cuatro años consecutivos ha sido Francisco Antonio Pacheco.

El próximo primero de mayo está la posibilidad de que Rodrigo Arias Sánchez continúe al frente, en su cuarto año de presidencia legislativa, de ser electo para ese cargo.

El Presidente de la República de forma endemoniada, como un energúmeno sin control mental, poseído de sentimientos perversos y malos, metiéndose, invadiendo, alterando la independencia de poderes públicos, ha venido llamando, en un primer momento a los diputados a no votar por la reelección de Rodrigo Arias, en un segundo momento, diciendo que él insta a votar incluso por un diputado del Frente Amplio, que él llama “diputados comunistas” para que presida la Asamblea Legislativa, y en un tercer momento ha amenazado de la manera más estúpida, tonta y absurda a los diputados que si eligen a Rodrigo Arias él no nombrará Ministro de la Presidencia, como si eso fuera a afectar en algo a la Asamblea Legislativa. Si él no nombra este ministro, él es que le pierde contacto con la Asamblea Legislativa para gestionar y negociar sus proyectos de ley, los que el Poder Ejecutivo puede impulsar de manera exclusiva seis meses al año. El presidente Chaves ha hecho de esta elección un problema personal, un berrinche político, contra Rodrigo Arias Sánchez.

Los diputados independientes identificados con el presidente, y leales a él, electos en 2022, son ocho, con unos cuantos más que le son afectos de los partidos Liberal Progresista, Nueva República, algunos de la Unidad Social Cristiana y uno de Liberación Nacional.

El momento político que vivimos de mantener el orden democrático, de asegurar la independencia de poderes públicos, obliga a que los diputados y sus partidos, frente a los ataques que el presidente Chaves hace constantemente contra ellos y el Poder Legislativo, nombren un presidente que garantice esa independencia, que sepa responder al presidente con respeto y señorío, pero contundente y enérgicamente, como lo ha hecho Rodrigo Arias Sánchez. Los ataques del presidente a Rodrigo Arias son la mejor carta de presentación ante los diputados para que lo reelijan. No reelegirlo puede asimilarse a la situación de la votación de la segunda ronda del 2022, cuando por no votar un candidato y un partido se produjo el presidente Chaves que está destruyendo la democracia nacional.

La defensa de la democracia nacional, con todo lo que significa, es la tarea política del momento. El Frente Amplio, con sus seis diputados, tiene una gran obligación y responsabilidad política de asegurar esta elección, más allá de las diferencias políticas partidarias y personales que puedan tenerle a Rodrigo Arias y a su partido. No es Rodrigo Arias ni el partido Liberación Nacional el que está en juego. Aquí se juega parte del futuro del país. Abstenerse, votar por ellos mismos, o por otro candidato de otro partido, o impulsar como se quiere una tendencia “feminista” para presidir el Congreso de la República es hacerle el juego al gobierno, es fortalecer al presidente Chaves en su discurso anti asamblea legislativa y anti diputados que él tiene, es fortalecer en este período electoral el autoritarismo y alentar sus grupos “jaguares” en sus intenciones diputadiles. El no elegir a Rodrigo Arias es darle su primera victoria legislativa y política a Chaves hacia las elecciones nacionales del 2026.

Rodrigo Chaves es más audaz de lo que el común de la gente valora. No se está haciendo una lectura correcta de hacia a dónde va Chaves. Ya ha quitado incluso “banderas” a la izquierda. Hay un spot publicitario, bastante bien hecho, alrededor de la figura del presidente Chaves, con el himno de la izquierda “El pueblo unido jamás será vencido…”

Lo único que se está percibiendo es que Chaves va a cambiar el modelo institucional con la destrucción del modelo actual. Si Rodrigo Arias no es electo, por ceguera política, por disidencias en Liberación Nacional, por no tener claras las intenciones del chavismo y sus partidos, por la incapacidad y prejuicios políticos que el mismo presidente Chaves alimenta hacia Rodrigo Arias, los partidos que así actúen están jugando al ahorcado y van hacia su descalabro electoral.

La primera derrota que hay que darle al chavismo, frente a las elecciones próximas es nombrar presidente de la Asamblea Legislativa a Rodrigo Arias Sánchez.

En el 2022 sin fuerza parlamentaria y por los ataques verbales denigrantes que había hecho contra los diputados electos no le dieron el beneplácito ni el favor de nombrar un presidente legislativo de su partido.

En el 2023 frente a una derrota electoral en la elección de la presidencia de la Asamblea Legislativa el presidente Chaves le dio el apoyo público a Rodrigo Arias, para su segunda presidencia legislativa.

En el 2024 el presidente Chaves se apartó públicamente de dar apoyo o pedir votos en contra de Rodrigo Arias. Este año está con los tacos puestos contra Rodrigo Arias.

Rodrigo Arias Sánchez, aparte de su formación de abogado y notario, ha sido y es empresario activo, con un amplio conocimiento de las instituciones públicas, del sector privado y financiero. Su carrera política ha sido siempre en el Partido Liberación Nacional como presidente municipal del Cantón Central de Heredia, diputado y ministro de la Presidencia.

Lo que le conviene al país desde ese alto cargo político e institucional es una persona como Rodrigo Arias, un cuadro político bien formado, maduro, con esa capacidad que lo distingue de negociador y visionario del momento político que vivimos. Su gestión como presidente del Congreso, en estas tres Legislaturas que han pasado, ha sido muy buena, ampliamente satisfactoria y políticamente bien recibida por la ciudadanía y defensores del Estado de Derecho.

Rodrigo Arias ha sabido dirigir el Congreso con respeto hacia las fracciones parlamentarias, ha llevado bien la Agenda Parlamentaria, ha sabido distanciarse del Poder Ejecutivo con elegancia, con energía, señalando adecuadamente el rumbo que debe seguirse. Cuando ha tenido que enfrentar al gobierno lo ha hecho, le ha marcado los pasos no solo de la agenda legislativa y de la nacional, ha señalado las prioridades del país y las prioridades legislativas.

Lo que más le conviene a las fracciones parlamentarias, más allá de sus distancias históricas, o coyunturales, con Liberación Nacional, como partido, o con los reclamos que le hacen a su hermano, el presidente Oscar Arias, es la Presidencia Legislativa en manos de Rodrigo Arias, tanto para la dirección y representación del Poder Legislativo,

En imagen pública, en este momento político que vive el país, es conveniente que la Presidencia de Rodrigo Arias tenga la mayor cantidad de votos legislativos. Hasta ahora ya está asegurada aparentemente su Presidencia.

En mi opinión, de observador político, lo que más le conviene a la Asamblea Legislativa y al país, al margen y fuera de todo prejuicio político que se pueda tener, con él o su partido, es que el diputado, y actual presidente legislativo, Rodrigo Arias Sánchez, continúe en la Presidencia de este Poder de Estado.

En este momento político del país la Presidencia de la Asamblea Legislativa no se puede ni se debe improvisar.

El berrinche del presidente Chaves ante la candidatura a la presidencia legislativa de Rodrigo Arias Sánchez

Vladimir de la Cruz

El animal de Zapote, el Jaguar, ha perdido el horizonte político. Ha perdido el límite donde se juntan los poderes políticos del Estado costarricense, que justamente este año cumplen 200 años de existencia. La cueva donde se guarece en Zapote solo le ha permitido conocer ese escenario, como si fuera el único existente a su alrededor. Está, con tres años de morar en esa guarida, descontextuado, sin perspectivas de su entorno político, sin entender cómo deben ser las relaciones entre los poderes públicos, sin respetarlos, creyendo que solo el Poder Ejecutivo es el único válido, y creyendo además que el Poder Ejecutivo debe dirigir autoritariamente a los otros poderes del Estado.

Nunca en la Historia Política, en la Historia Institucional costarricense, había sucedido nada así. Hasta la llegada del actual y transitorio inquilino en Zapote siempre se habían respetado los poderes públicos, se había ejercido un respeto a la Independencia, a la Autonomía y a la Libertad de ejercicio funcional de dada uno.

Los tres Poderes estatales, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial se originaron en el siglo XIX, hace 200 años, con poderes independientes entre sí, con funciones propias, exclusivas e indelegables entre ellos. Eso significa que ninguno de los poderes puede “meterse” a decidir en los otros, que ninguno de los poderes debe indicar, señalar, o exigir quienes deben dirigirlos cuando de su interior institucional y constitucional, su propios miembros son los encargados de hacerlo, con absoluta INDEPENDENCIA, de los otros poderes.

Por su origen los Poderes Ejecutivo y Legislativo surgen del voto popular, del sufragio libremente de los ciudadanos, por las personas autorizadas para ejercer ese derecho de voto, expresado por medio de partidos políticos que postulan candidatos para integrar esos poderes.

Así, el Poder Ejecutivo se integra en su totalidad, por la elección del Presidente y sus dos Vicepresidentes, siendo el Presidente el único que puede nombrar sus Ministros de Estado o de Gobierno. El Presidente puede escogerlos de la forma que mejor le parezca. En el caso actual se dijo que una empresa le preparaba hojas de vida, currículos, de candidatos para que de esa forma los seleccionara. En ello influyó que el Jaguar no tenía vida política nacional, estaba desarraigado, había merodeado por distintos países y continentes, carecía de partido político con experiencia de gobierno, y con un partido político que lo postuló sin líderes políticos nacionales con historia política conocida.

Probablemente por su trabajo, en la selva internacional que habitaba, acostumbrado a imponer programas a gobernantes débiles, autoritarios, poco democráticos y corruptos, pensó que la ínsula que se le presentó para ejercer un gobierno, que la redujo a su guarida de Zapote, podía ser administrada de esa misma forma, autoritaria, despótica, dictatorial o tiránicamente, de manera poco democrática, alterando o rompiendo todos los límites constitucionales entre los poderes públicos existentes.

El Poder Legislativo, a contrario del Poder Ejecutivo se integra de manera más amplia por ciudadanos, llamados diputados, que son electos, como el Presidente de la República, por distintos partidos políticos que logran los votos suficientes para que sus candidatos propuestos sean electos. En la actualidad, la Asamblea Legislativa se integra por representantes de seis partidos.

Esta representación popular más amplia, que la que se expresa en la votación del Poder Ejecutivo o presidencial, hace que se reconozca al Poder Legislativo como el más importante, políticamente, de los tres poderes, porque constitucionalmente ellos se consideran absolutamente iguales entre sí. Es decir, porque en la Asamblea Legislativa hay una mayor representación popular, de más partidos políticos en el ejercicio parlamentario.

La Asamblea Legislativa tiene, además, como función importante ejercer lo que se llama “control político” sobre las autoridades del Estado y del gobierno. El control político se ejerce especialmente por los diputados, que pueden convocar a los funcionarios para que “rindan cuentas”, “den informes” o para ser interrogados por sus actuaciones, con posibilidad de que resultado de esas indagatorias puedan elevarse sus investigaciones a investigación judicial. Las autoridades políticas o de gobierno que se convoquen o llamen a Comisiones legislativas no pueden negarse, pudiendo si fuera del caso ser llevados por la policía. En el caso del Presidente por protocolo y trato especial se le puede interrogar en su Despacho presidencial sin obligarlo a ir a la Asamblea Legislativa.

Este control político pasa constantemente por la crítica pública que se le hace al Presidente, a su gestión y sus funcionarios, lo que no le gusta al Presidente. De allí sus constantes ataques a los diputados y al Poder Legislativo como institución. El control político lo realizan los diputados prácticamente todos los días por una hora en su sesión plenaria.

La Asamblea Legislativa también elige a las autoridades superiores de la Contraloría General de la República, que es un órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa, que en sus funciones tiene el control presupuestario de toda la Administración Pública, que puede parar acciones del Poder Ejecutivo en general, lo que tampoco le gusta al presidente Chaves, por lo que quiere eliminar esas potestades de control y de nombramiento de las autoridades de la Contraloría General de la República, para gobernar y administrar el Presupuesto Nacional sin controles institucionales…manejando la plata o el erario público por la libre, prácticamente.

En la elección nacional que se elige a los diputados no se elige a uno solo de ellos como Presidente del Poder Legislativo, como sí sucede con el Poder Ejecutivo, que el electo presidente lo es Presidente del Poder Ejecutivo.

Así, los miembros del Poder Legislativo, los diputados de los distintos partidos, por acuerdo entre ellos, tienen que decidir quién los representará oficialmente como su máximo jerarca, como Presidente del Poder Legislativo, que es un personaje de gran nivel político, porque en caso extremos, de ausencia de los miembros del Poder Ejecutivo, los puede sustituir, como sucedió con Francisco Antonio Pacheco, en la segunda administración de Oscar Arias, en varias oportunidades. Por ello, el Presidente Legislativo debe ser un diputado de altos kilates personales, políticos, morales, por lo que debe ser bien escogido.

Esta decisión se hace cada primero de mayo, cuando inician las labores anuales de la Asamblea Legislativa, que se conocen como Legislaturas.

Los miembros del Poder Judicial no son de elección popular. Los magistrados, sus autoridades superiores, los nombra la Asamblea Legislativa. Ellos constituyen la Suprema Corte de Justicia, que en su seno nombra su Presidente, su Vicepresidente y su Secretario, sin intervención directa de partidos políticos ni de ciudadanos.

La Suprema Corte de Justicia a su vez nombra los Magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones, que internamente también elige, sin interferencia directa de los otros poderes, ni de una elección popular a sus propio Presidente. El Tribunal Supremo de Elecciones tiene hoy rango y reconocimiento de Poder de la República, con la misma Independencia, Libertad, Autonomía, Soberanía, exclusividad e indelegabilidad de funciones, como los otros poderes públicos.

Las elecciones nacionales eligen presidentes, vicepresidentes y diputados por un período de cuatro años. Esta ha sido una característica dominante en la vida política del país desde el siglo XIX, lo cual es también un valor democrático nacional que distingue a Costa Rica, en su estabilidad institucional.

Estos cuatro años de gobierno se caracterizan por dividirse en cuatro Legislaturas. En el caso actual, la Primera, del 1 de mayo del 2022 al 30 de abril del 2023, la Segunda, del 1 de mayo del 2023 al 30 de abril del 2024; la Tercera, del 1 de mayo de 2024 al 30 de abril del 2025, que es la que está terminando, y la Cuarta, del próximo 1 de mayo, de este año 2025 hasta el 30 de abril del 2026, cuando termina oficialmente sus labores la Asamblea Legislativa, para dar paso a la nueva que se nombre en febrero del 2026 y asume su ejercicio el 1 de mayo del 2026.

La escogencia de quienes dirigen la Asamblea Legislativa, en cada Legislatura, es potestad decisoria de los diputados. Escogen su Presidente, su Vicepresidentes, sus Secretarios y Prosecretarios, que generalmente son diputados de distintos partidos, porque así lo acuerdan.

En el actual gobierno, para las tres primeras Legislaturas ha sido nombrado Presidente de la Asamblea Legislativa el diputado Rodrigo Arias Sánchez. Así se ha decidido por los diputados, como resultado de negociaciones propias de los partidos políticos, y sus diputados, que están representados en la Asamblea Legislativa.

Para nombrar al Presidente legislativo se necesitan 29 votos de los 57 que representan la totalidad de los diputados.

Rodrigo Arias Sánchez, de los diputados actuales, es quizá el que más experiencia política ha tenido. Empresario y abogado de profesión le ha permitido conocer muy bien el mundo político e institucional del país.

Regidor, que ha sido, diputado y Ministro de la Presidencia, le ha formado como un gran conocedor del mundo político, empresarial, financiero, económico, y social nacional.

Como Ministro de la Presidencia que fue en dos ocasiones, 1986-1990 y 2006-2010, le formaron mejor en entender las relaciones de los podres públicos, porque el Ministro de la Presidencia, de cada gobierno, es el que debe manejar, negociar y representar, ante los distintos poderes públicos y ante los distintos sectores de la sociedad costarricense, los intereses y políticas del Poder Ejecutivo.

Como Presidente de la Asamblea Legislativa le ha tocado vivir una relación de atropello, de intimidación, de agresión, de desvalorización, de desprestigio que se ha lanzado, con toda la fuerza, contra este Poder de la República y contra sus diputados en general, cuando no de manera directa contra bastantes diputados por parte del Presidente de la República, situación que nunca se había dado.

De todos los diputados, el que mejor ha defendido a la Asamblea Legislativa de los ataques que le profiere el presidente Chaves es Rodrigo Arias Sánchez, en su condición de Presidente Legislativo. La defensa de Rodrigo Arias es de la Asamblea como institución, como Poder de la República independientes y es la mejor defensa que ha tenido los diputados de su condición representantes populares. Por eso también es que el presiente Chaves está contra la posible y eventual elección de Rodrigo Chaves como Presidente legislativo, porque el presidente Chaves no acepta opositores políticos, no acepta en su condición de iguales a los otros presidentes de los poderes públicos.

De la misma manera, de la forma más soez, grosera, irrespetuosa, ofensiva, de manera denigrante, el presidente de la República se ha lanzado contra la persona de Rodrigo Arias Sánchez, en su condición de persona, de ser humano y de Presidente de la Asamblea Legislativa.

En su agresión a Rodrigo Arias Sánchez el Presidente ha violado la independencia, la soberanía, la autonomía que la Asamblea Legislativa tiene, al intervenir directa y públicamente pidiéndoles a los diputados que el próximo primero de mayo NO VOTEN por Rodrigo Arias Sánchez para la presidencia de la Asamblea Legislativa. Se ha inmiscuido, ha tomado parte sin tener autoridad para ello, en los asuntos internos de los diputados y sus partidos. Los ha amenazado directamente de que si proceden votando por Rodrigo Arias tomará represalias contra los diputados y contra la Asamblea Legislativa. Ha intervenido al interior de los partidos políticos y sus fracciones parlamentarias tratando de dividirlos para que le ofrezcan resistencia electoral y política a la postulación que pueda tener Rodrigo Arias Sánchez para la presidencia legislativa.

El presidente Chaves ha metido caballitos de Troya, en algunos de los partidos políticos y fracciones parlamentarias, con la intención de “tener” sus propias “candidaturas” en la lucha que quiere ocasionar para la escogencia del próximo Presidente de la Asamblea Legislativa.

En el Partido Unidad Social Cristiana, y en el propio Liberación Nacional, el Presidente de la República ha logrado permearlos, ha logrado que en esos partidos “aparezcan” candidatos. En un caso aduciendo la necesidad y la importancia que una mujer pueda ser la Presidenta Legislativa, como parte de las políticas nacionales de género, que de paso la Guarida de Zapote no respeta, utilizando a esa diputada en sus legítimas aspiraciones que podría tener pero moviéndola más por las bajas pasiones políticas que se agitan en las peroratas presidenciales. En esta ocasión no está en discusión un tema de igualdad de género para la presidencia legislativa. Quien así lo quiera ver le hace el juego a la división parlamentaria y se pone al servicio, casi de alfombra de la Casa Presidencial., de la guarida del Jaguar. O, con el discurso de “darle oportunidad” a otro diputado de que dirija o presida el Poder legislativo, como un acto de “democracia”. En el caso de Liberación Nacional, estimulando, de la misma manera bajas pasiones dentro de ese partido y dentro de esa fracción, tratando de dividirlos.

Estos dos partidos, Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana son los que con más saña el presidente Chaves ha atacado, porque ha sido los partidos más gobernantes del país, de los 19 gobiernos que ha habido desde 1953, estos dos partidos los han ejercido 16 veces. Los ha llamado dictadores y tiranos que han gobernado solo para sus amigos y grupos corruptos, y le ha echado la culpa de todos los males nacionales. ¿Qué confianza pueden tenerle los diputados de estos dos partidos al presidente Chaves si los mantiene en la mira de sus ataques? ¿Acaso no se han dado cuenta que el discurso político, de beligerancia política que tiene Chaves, para las próximas elecciones es llamando a la gente a no votar por estos dos partidos principalmente? ¿No tienen claro que cuando Chaves llama a que en la próxima Asamblea Legislativa haya 40 diputados nuevos, distintos, se refiere a que no haya diputados de estos dos partidos?

Los elementos que en Liberación Nacional y en la Unidad Social Cristiana no entiendan ese discurso, y promuevan candidatos propios contrarios a la postulación de Rodrigo Arias, le está provocando un gran daño a la institucionalidad y a la democracia nacional.

El Frente Amplio y el grupo de Eli Feinzaig harían muy mal si deciden no votar por Rodrigo Arias. El próximo primero de mayo NO se está decidiendo en la Asamblea Legislativa el futuro de Rodrigo Arias. Se está decidiendo el futuro de Costa Rica, de su institucionalidad, de su democracia, de la estabilidad política nacional. Esto es lo que está en juego con los desplantes autoritarios y despóticos de Rodrigo Chaves en Zapote contra los poderes públicos. El Frente Amplio y los diputados de Eli Feinzaig, y los llamados diputados independientes deben hacer frente común con la candidatura de Rodrigo Arias. Es también lo que más les conviene a ellos. Los ataques, las burlas y los bajonazos de piso del presidente Chaves a los diputados del Frente Amplio y a los de Eli Feinzaig son credenciales para enfrentar cómo debe ser, desde la Asamblea Legislativa, el desgobierno que impulsa el Presidente Chaves en estos últimos meses de su desastre de gobierno.

La amenaza más tonta e idiota del presidente Chaves contra los diputados es advertirlos que si nombran Presidente de la Asamblea Legislativa a Rodrigo Arias NO NOMBRARA MINISTRO DE LA PRESIDENCIA. ¿Para qué sirve y a quien le sirve el Ministro de la Presidencia?

La Asamblea Legislativa, en cada una de sus cuatro legislaturas trabaja en Sesiones Ordinarias y Extraordinarias, en un total de seis meses cada una. Es decir, de los doce meses de cada Legislatura la Asamblea TRABAJA SEIS MESES, de manera exclusiva, única, que no puede alterar, SOLAMENTE PARA ATENDER, en las Sesiones Extraordinarias, LOS PROYECTOS DE LEY QUE LE ENVIE EL PODER EJECUTIVO, es decir, EL PRESIDENTE para su trámite. Si el Presidente no envía Proyectos de Ley, los diputados en esas Sesiones Extraordinarias no pueden sesionar, no pueden reunirse a tramitar Proyectos de Ley, porque la Agenda de estas Sesiones Extraordinarias la hace el Presidente o el Poder Ejecutivo.

Para eso es que se necesita un buen Ministro de la Presidencia, para que negocie con los diputados, con los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, los Proyectos de Ley que envía el Poder Ejecutivo. Si no hay Ministro de la Presidencia, ¿quién los va a negociar? ¿El Presidente insultando a los diputados?

La amenaza del Presidente solo muestra su falta de entendimiento político, su falta de cerebro y de inteligencia emocional política, sino que a pocos meses de dejar el gobierno, a nueve meses de las próximas elecciones, no tiene nada en sus manos como grandes proyectos políticos, como acciones políticas legislativas, que le contribuyan a buscar votos para sus partidos jaguares o para él mismo si se tira al ruedo en julio próximo para buscar una diputación.

Si el Presidente está enojado y furioso con la Asamblea Legislativa, con los partidos y los diputados que la integran; si está enojado con Rodrigo Arias Sánchez, por sus apellidos, por su partido y por ser el mejor vocero parlamentario a sus diatribas y peroratas, y el mejor representante parlamentario en defensa de la institucionalidad y la democracia nacional, y por ser el Presidente Legislativo que lo recibiría, con respeto como él lo hace, lo que debe hacer el presidente Chaves es NO PRESENTARSE A LEER el Informe Anual, que constitucionalmente está obligado a hacer y entregar el primero de mayo.

Está obligado a enviarlo NO a leerlo. Tradicionalmente se ha hecho un acto público, político, de recepción de ese Informe, en el cual el presidente, acompañado de sus ministros, se presenta a leer ese Informe, en una ceremonia muy protocolaria.

Si NO se presenta personalmente, el Informe enviado de la gestión de gobierno, lo leería el Secretario de la Asamblea Legislativa en la fecha señalada para ello, el viernes dos de mayo. La Constitución Política estaría cumplida y el presidente Chaves feliz de no haberse presentado hipócritamente sonriente, y amigable, ante los diputados.

Los ministros están igualmente obligados a entregar un Informe anual de sus labores, en los primeros quince días de mayo. Esos Informes de ministros NUNCA se han leído como se hace con el del presidente. Tan solo se presentan. Los diputados tampoco los leen porque nunca se les da tiempo de análisis y discusión, entre los diputados, como se hace con el Informe presidencial, al que se le dedican tres sesiones parlamentarias para que se hable a favor o en contra de ese Informe. Si el presidente Chaves sigue sin nombrar Ministro de la Presidencia, seguirá sin que nadie le acepte el cargo, que puede ser el problema que tiene; sigue sin poder negociar sus proyectos de ley e iniciativas ejecutivas en la Asamblea Legislativa y, seguirá mostrando que no tiene nada en sus manos para dirigir el país; que seguimos sin brújula, sin sextante, sin astrolabio, sin velas y sin rumbo.

Entre dos Rodrigos

Oscar Madrigal

Óscar Madrigal

Ordenaba la tradición que, al cumplirse cada año de gobierno, La Nación hacía una entrevista al presidente del poder ejecutivo de turno. Este año, este periódico entrevista no al presidente Rodrigo Chaves, sino a su tocayo, Rodrigo Arias Sánchez. Me tiene sin cuidado eso de guardar la tradición o que se entreviste a Chaves o no. Pero si llama la atención lo que tiene entre manos Rodrigo Arias y su grupo oligárquico. ¿Qué traman, qué persiguen?

Su obsesión por ser presidente de la Asamblea Legislativa fue síntoma de algún propósito oculto: buscó desde el apoyo de Rodrigo Chaves, el enemigo de la institucionalidad según Arias, hasta el ofrecimiento de promesas de todo tipo, como facilitar la venta de FANAL al grupo de Eli y ayudar a Fabricio -según se comenta- con la deuda de ese grupo con Pedregal. ¿Tanto empeño solo para no ser un simple diputado de oposición?

Tal vez Arias quiera intentar ser el candidato a la presidencia de la República, de un conglomerado de fuerzas anti-chavistas. Ya lo intentó en el pasado reciente con muy poco éxito. Pero la ambición arista es infinita.

El mensaje chavista se facilita con Rodrigo Arias: Rodrigo Chaves es el cambio, Rodrigo Arias es la defensa del statu quo. Chaves quiere recuperar la institucionalidad que ha sido cooptada por los grupos oligárquicos corruptos que representa Arias. Chaves quiere sacar al pueblo del estupor, los otros como Arias quieren mantener al pueblo dormido, por eso propone un referéndum. La táctica política es clara. Y ante este panorama pintado por Chaves, solo cabe enfrentar enérgicamente a ese grupo político oligárquico.

Ese “enfrentamiento” oculta las pretensiones de Rodrigo Chaves de impulsar medidas privatizadoras de empresas públicas, aumento de la explotación laboral, irrespeto por el ambiente, destruyendo instituciones, promoviendo la minería y la explotación petrolera, aumentando la carga tributaria a las pequeñas y medianas empresas, eliminar lo poco del ICE y muchas más; se trata de promover un programa más neoliberal que el de algunos grupos conservadores nacionales. Es decirles: ustedes oligarcas tradicionales, son unos pendejos que no quieren aplicar el neoliberalismo de manera consecuente.

Esa es la contradicción planteada a nivel de nuestras clases dominantes.

Estamos en una importante encrucijada. Evidentemente Rodrigo Arias Sánchez, representante la rancia derecha neoliberal, no es la alternativa ante el embate de la derecha del grupo de Rodrigo Chaves.

Los que no estamos en ninguna de esas alternativas, ¿qué hacemos?

¿Le seguimos apostando a unos cuantos diputados?

La «MONEDA DE CAMBIO» de Feinzaig

Freddy Pacheco León
1° de mayo, 2024.

Freddy Pacheco León

La «moneda de cambio» de Eli Feinzaig, como pago por sus votos por Rodrigo Arias, es un llamado a que no obstaculicen «su lucha» por montar en nuestra Patria, una estructura fuertemente neoliberal, que recuerda la receta acogida, desde Milton Friedman y los Chicago Boys, por Pinochet y la Thatcher, con todo y sus salvajes consecuencias sociales.

Para mayor comprensión de las palabras de Juan Pablo II en 1991, recordemos que enfatizó sobre la situación de los países más pobres, sometidos a ideologías inhumanas. A pesar de esfuerzos positivos, recalcó que priva el problema todavía no resuelto, de la deuda exterior de los países más pobres que, aunque debían ser pagadas, no es lícito exigir o pretender su pago cuando llevará al hambre a poblaciones enteras. Algo muy actual, cuando somos testigos de que «el equilibrio financiero, la macroeconomía, el ser bien calificados por las frías corporaciones reunidas en las calificadoras de riesgo, el aumento de las reservas de dólares, el mayor aprovechamiento empresarial de las jornadas laborales, la ausencia de ajustes salariales», y las demás cuitas que tanto nos repiten, son parte de ese cuadro pintado por Juan Pablo II, en términos generales. Refiriéndose a los países más pobres del mundo, dijo que muchos hombres viven en ambientes donde la lucha por lo necesario es absolutamente prioritaria, donde están vigentes todavía las reglas del CAPITALISMO SALVAJE, primitivo, en medio de una despiadada situación que no tiene nada que envidiar, a la de los momentos más oscuros de la primera fase de industrialización.

A propósito de lo anterior, hay hechos estadísticos que, no son «moneda de cambio» para neoliberales como Feinzaig. Entre ellos, comprometerse prioritariamente, para que, a corto plazo, se haga el máximo esfuerzo por llevar comida y la atención de otras necesidades básicas, a cientos de miles de compatriotas. Eso no parece desvelar al político, indiferente ante el hecho de que nuestro Estadio Nacional en La Sabana, podría llenarse unas 13 veces, con los miserables que sufren de miseria extrema. De esa «moneda de cambio», mejor ni hablar, habrá pensado él y los otros que conocemos.

Por otro lado, el Pontífice, atacó los defectos del capitalismo, como son el consumismo, la droga, la pornografía, los desastres ecológicos y recordó, que para los países subdesarrollados, todavía siguen siendo válidas premisas de la Rerum Novarum, que entonces criticó el CAPITALISMO SALVAJE reinante en Europa.

Pero no, ¡qué va! Para Eli, lo primordial, lo fundamental, lo que es parte de sus sueños, es otra cosa. Para él la venta (compra, más bien) de instituciones estatales, la centralización de funciones ministeriales en «grandes» ministros, es lo que cabe, así como la sustitución de órganos técnicos por órganos políticos, como en el sector ambiental (ejemplo la Setena) y, entre otros, el «cierre» de Recope, que funciona sin fines de lucro, para que sean empresarios privados los vendedores ganadores, a partir de la creciente clientela cautiva, aprovechándose, eso sí, de la gran infraestructura desarrollada con dineros del Estado. «Monedas» que no tendrían consecuencia positiva alguna, para la vida de los más necesitados y la disminuida clase media en general.

El tema político del día sigue siendo la elección del Presidente Legislativo

Vladimir de la Cruz

Historiador

El tema político del día sigue siendo la elección del Directorio Legislativo, y del Presidente Legislativo. Hasta hoy, a ocho días de esa elección, la mejor opción sigue siendo la candidatura, a la Presidencia de la Asamblea Legislativa, de Rodrigo Arias Sánchez.

La posición valiente y gallarda de Rodrigo Arias, en su condición de Presidente de la Asamblea Legislativa, marcando el territorio de la independencia y el respeto de poderes, con la solidaridad nacional que produjo, y el rechazo que se le dio al Presidente, hizo caer el negocio político que se impulsaba con el Presidente Chaves, de sus candidatos a la Presidencia del Poder Legislativo y la integración de su Directorio.

La papeleta que se quiso cocinar en la Casa Presidencial no resultó. El mismo inquilino de Zapote, por sus desbocados exabruptos, por su desconexión entre su lengua y cerebro, por no poder, además, controlar su lengua, que es la encargada de producir los diferentes sonidos según su posicionamiento en la boca, hizo que su aliado cercano Eli Feinzaig se le saliera de ese canasto, y de ese sartén que estaba listo para hacer freir y saltear la papeleta de la pernada zapoteña, como se estaba presentando la pasarela presidencial. Su ruptura, su desamor del momento, fue fulminante, explosivo, de difícil reconciliación para intentar participar en una papeleta legislativa que recoja las directrices organizativas y de candidaturas avaladas por Zapote. Las acusaciones públicas que Eli hizo del Presidente, con las que tomó distancia de Zapote, son serias, fuertes, documentadas. Fueron datos que conocía desde antes de ir a Zapote, y a la casa de Monterán. Aunque, todo en política es posible, bien podría Eli regresar a ese tálamo nupcial. En su partido ya había encontrado obstáculos en esa decisión que había tomado.

De esta Asamblea Legislativa, Eli pudo haberse convertido en un Mario Echandi, de este momento, para los intereses de su partido y de sus seguidores, oportunidad que, me parece, ya perdió.

Su decisión provocó una reacción similar, de las autoridades políticas, del partido Unidad Social Cristiana, que obligó a un aparente retiro de la alianza con Zapote. De hecho, desnaturalizaron la candidatura de Horacio Alvarado, como parte de una papeleta en comunión con Zapote. Aunque intenten mantener esa candidatura ya es bastante débil. Para todos los efectos Horacio sigue representando ese maridaje. Pueden sumársele todavía los diputados de la experta en enseñar a mentir a las autoridades de gobierno, y tal vez, los diputados seguidores de Fabricio Alvarado.

La Divina Providencia, no influyó en Fabricio Alvarado para su posible participación en el gobierno legislativo que se impulsaba en Zapote, y para gobernar el universo del Poder Legislativo, para socorro de la hueste o la tropa parlamentaria, y del país, con la agenda política legislativa que se quería cocinar en colectivo.

A Fabricio pareciera que se le metió el pisuicas, el demonio, que le obnubila, que le ha hecho perder claridad política, cuando ha señalado que, en la elección del primero de mayo, votará en la segunda ronda, en caso de que la haya, por el que tenga más votos, lo que ha evidenciado su alto nivel oportunista porque, además, añadió que le interesaría estar en el Directorio.

¿Cómo puede aspirar a estar en un Directorio Legislativo si no lucha a favor de una papeleta, cualquiera que sea, sumándole los votos de su fracción desde la primera votación? Si se casa con una papeleta no puede esperar que en la otra lo tomen en cuenta. Eso es elemental. Porque, puede ser que se apoye a una papeleta sin aspirar a formar parte del Directorio. Eso es igualmente válido.

La mesnada legislativa de la Jefe parlamentaria del grupo de Rodrigo Chaves, se quedó, hasta hoy, literalmente sola en ese esfuerzo de controlar el Directorio Legislativo. Esa es una fracción usurpadora del partido que los llevó a la Asamblea Legislativa, que no creen en ese partido, que impulsan otros partidos electorales, como lo hicieron en las elecciones municipales, como ya están trabajando para las elecciones nacionales del 2026, descaradamente.

Ya pusieron sobre el tapete parte de la agenda que se iba a cocinar con el Presidente de la ínsula de Zapote: continuar con la venta del Banco de Costa Rica, impulsar la legislación esclavista de la jornada de trabajo de 12 horas diarias, y la apertura del mercado eléctrico del ICE. En la agenda paralela sigue el INS y Ay A, de manera similar al ICE, la tercerización de los servicios de la CCSS, acabar con SUTEL para ejercer un mayor control de las frecuencias de radio y televisión, traerse abajo a la Contraloría General de la República, debilitarla institucionalmente, acabar con ella si le es posible; mantener el congelamiento de salarios e ingresos económicos de las personas, seguir debilitando la institucionalidad pública; desmantelar toda la institucionalidad social.

Que haya más pobreza y más pobreza extrema poco les importa. Para ellos, y sus concepciones, la pobreza es también un buen negocio que se puede administrar, y que puede generar riqueza sin que la gente en pobreza y pobreza extrema salga de su condición. Los datos alarmantes es que han aumentado las personas de la calle, y en la calle, que son dos conceptos diferentes, ya no solo adultos, hombres y mujeres, sino familias con sus niños, a los que se suman, según se ha informado, migrantes de paso en el país.

Poco le importa al gobierno que se agrave el problema de la inseguridad ciudadana. Eso también es un buen negocio.

En el daño de los escáneres no es suficiente detener al chófer que lo causa para ficharlo. Es corresponsabilizar al dueño físico, y a la empresa, de esos furgones, con multas bien elevadas y con el pago o cubrimiento de los daños totales de los escáneres, cargándoles el daño y perjuicio de su no uso, y someter a los furgones de esa empresa a controles más rigurosos. En Europa siguen cayendo los envíos de droga de los que ya no se informa regularmente.

Si solo se pasa a los tribunales al chófer, el problema se va a continuar repitiendo… Pagar la multa, si de eso se trata, y hacer una “ficha” de un chofer, por el daño que causa pareciera no ser suficiente, y puede resultar “barato” para los traficantes de drogas.

¿Acaso no hay una figura invertida de lucro cesante? Si el lucro cesante, jurídicamente, es la pérdida de una ganancia legítima por un daño patrimonial, aquí hay una ganancia, para los que trasiegan drogas, por el daño causado al escáner, porque los furgones siguen transportando los container, con droga o sin droga, sin que pasen por el escáner. Se saca provecho del propio dolo. ¿O no es así como funciona el negocito?

En la elección de la presidencia legislativa, y su Directorio, se pone en juego el surgimiento de una nueva República, que está surgiendo de este gobierno, que la tienen en un parto muy doloroso y difícil, pero no imposible, desmantelando a la Segunda República, como se está haciendo aceleradamente. Con Rodrigo Chaves, en su estilo, se está chilenizando el país, de manera parecida, de lo que fue la dictadura de Pinochet y su equipo económico para Chile.

La fracción del Frente Amplio insiste en su tesis de no votar por la papeleta que encabece Rodrigo Arias. Ese es su derecho parlamentario, aunque pareciera más un tema personal, de apellidos, que político.

Si solo llega a existir esa papeleta eso es válido políticamente para ellos. Pero, si se presentan dos papeletas, una de las cuales es la que representa los intereses del inquilino de Zapote, con los intereses conservadores y más neoliberales del parlamento, esa tesis del Frente Amplio no es válida. En la práctica estarían votando a favor de la papeleta del gobierno, por el riesgo que existe de que, a última hora, se pueda imponer, frente a la que encabece Rodrigo Arias.

Mientras no haya votación no hay resultado. Esto es lo real en cualquier proceso electoral. En este caso no se puede acudir al albur, al azar político, porque como el voto de los diputados es público se sabe cómo va a resultar esa votación del primero de mayo, porque los diputados poco a poco se van alineando, en una u otra dirección.

Aquí no funciona la frase de Ricardo Jiménez, en la elección de 1913, me parece, cuando afirmó: de tal partido me gusta su candidato, pero no su partido; del otro partido me gusta su partido, pero no su candidato, y del tercer partido, no me gusta ni su candidato, ni su partido.

Si el gobierno se acerca, en votación, a la papeleta que encabece Rodrigo Arias, será a la fuerza, para no quedar solo, para no dar la imagen de desamparo político, para dar una imagen de “unidad” donde procure sacar alguna ganancia pública, pero no ya como resultado de una negociación de proyectos. Al final los proyectos legislativos a partir del primero de mayo los decide Zapote. Ya los han estado anunciando de manera provocadora sobre esta elección del Directorio Legislativo.

Aquí, el dilema es: la agenda legislativa de la venta del país y el debilitamiento del Estado Social de Derecho, hacia su liquidación, que impulsa Zapote, o una agenda más democráticamente negociada, donde se defiendan instituciones nacionales. Esto es lo que está a la vista para el primero de mayo, dentro de ocho días.

Enviado a SURCOS por el autor.

La tarea política inmediata es derrotar a Rodrigo Chaves en la Asamblea Legislativa

Vladimir de la Cruz

La luna de miel, resultante de la pernada presidencial realizada en Zapote, con representantes de los partidos políticos Liberal Progresista, de Eli Feinzaig, de Nueva República, de Fabricio Alvarado, de la Unidad Social Cristiana con Horacio Alvarado, al frente, y el grupo de diputados de Pilar Cisneros, que preveía una posible papeleta legislativa unitaria de los diputados, para imponerse como el Directorio del Gobierno en el Poder Legislativo, pareciera que se acabó.

Lo que iba a ser una candidatura segura de Horacio Alvarado se chispotió porque el zapoteño, de turno, no liga bien su cerebro con su lengua, y porque actuando, como frecuentemente lo hace, de manera autoritaria y confrontativa, de modo insultante e intimidante, ofensivo, irrespetuoso, contra todos los sectores políticos, contra los diputados como grupo general, contra la Contraloría General de la República, como institución, contra la Contralora, que quisiera tener agarrada de las relingas institucionales y políticas y ponerle encima plomos para inmovilizarla en sus redes, y enredos presidenciales, se le fraguó momentáneamente, por sus desplantes autoritarios, amenazantes, descalificadores contra diputadas, mujeres especialmente, en la gira y acto público en la provincia de Limón.

La Contraloría General de la República es un órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa, cosa que el Presidente no ha leído bien, o no ha entendido, en la Constitución Política. Con todo respeto, como se dice popularmente, su pernada política en Zapote, con los diputados que le llegaron, le resultó en un polvo de gallo… por ahora.

Para esa reunión, Fabricio Alvarado como Eli Feinzaig, se habían preparado renunciando a la posibilidad de ser Jefes de sus respectivas fracciones parlamentarias, para la tercera legislatura, del 1 de mayo próximo al 30 de abril, del 2025, no por legítimo interés de dar oportunidad a otros diputados, de sus partidos, de poder ser jefes parlamentarios, por un año, sino porque ambos aspiraban, en esta Legislatura, ser parte del Directorio Legislativo, que se iba a cocinar con el mandamás de Zapote, como parte de su currículo político, considerando que para ambos se les consideraba en la Secretaría del Directorio Legislativo, que es el puesto más relevante, después del Presidente Legislativo, por el poder interno que tiene dentro de la Asamblea Legislativa, y así, el próximo año, que es el año electoral, volver a la trinchera parlamentaria, como Jefes de sus fracciones otra vez, cosa que no podrían hacer, por elegancia política, y casi por impedimento institucional, para el debate legislativo cotidiano, si se mantienen en los puestos del Directorio Legislativo.

Lo digo con claridad. Si ambos van a volver a ser candidatos presidenciales más les debe interesar, y les conviene, estar en la línea de fuego, como diputados y como jefes parlamentarios. Como diputados porque pueden estar en el debate parlamentario constante. La jefatura de sus diputados les coloca en la vitrina pública, son la voz oficial de sus partidos en los asuntos legislativos ante los medios informativos. Les fortalece sus liderazgos políticos. Apartarse de esa jefatura política, si realmente son los principales líderes de sus partidos, y sus potenciales candidatos presidenciales, es una falsa modestia, que nadie se las cree. Si sus compañeros diputados así les reconocen y así también se identifican con sus partidos, deben asegurar que sus candidatos presidenciales, desde la Asamblea Legislativa, se destaquen más, se formen mejor, en todas las formas políticas que se puedan aprovechar, sin convertirse en felpudos o alfombras presidenciales, sin comportarse como cortesanas zapoteñas. Dignidad política, y personal también, es lo que se requiere para esos liderazgos.

Los desplantes, los vituperios lanzados por el inquilino de Zapote en Limón, provocó que el Presidente Legislativo, con la dignidad y señorío que representa, y tiene, le manifestara al presidente del Ejecutivo Nacional, que no asistiría a una reunión que se había pactado en tanto estuviera faltándole el respeto a diputados, especialmente a las mujereas diputadas, a la Contralora General de la República, y a los poderes públicos.

Hizo muy bien Rodrigo Arias Sánchez. En el escenario taurino de Zapote Rodrigo Arias ha actuado más como banderillero. No es el torero. Ha sido el encargado de torear en el segundo tercio del toreo; es el protagonista del toreo. Bien clavaditas puso las banderillas, en el redondel de Zapote, al toro que pareciera no tener buen trapío, pareciendo más un toro mocho, descornado.

En la faena taurina capitalista, de la plaza de toros de Zapote, los que llegaron a la pernada, pareciera que no han podido sacar a nadie en hombros, como se hace con los toreros, que eran los candidatos que en Zapote se iban a anunciar oficialmente, ni cobrar el acuerdo que se tenía pactado, como cobran en las plazas taurinas los que sacan en hombros a los toreros…

Después de esos alaridos del Presidente, en Limón, y sus desplantes movilizadores de la población contra la Asamblea Legislativa, y la Contraloría General de la República, era natural que gente educada, como Eli Feinzaig anunciara que se retiraba de la comparsa en la que se había metido para ir a Zapote. También por postura política porque había que marcarle al histriónico dirigente su frontera si se quiere aspirar a la Presidencia de la República con dignidad, con altura política; no charraleramente.

¿Qué va a pasar con los diputados desflorados en Zapote? Todavía no sabemos, al menos con los restantes que fueron, que, al momento de escribir esta nota, todavía permanecen, aparentemente, en el lecho nupcial zapoteño. Por lo que está ocurriendo, paradójicamente, pareciera que el desflorado va a ser el Presidente.

¿Se fortalece la candidatura de Rodrigo Arias a la Presidencia Legislativa? Probablemente que sí. Hay que entender también que en el conjunto legislativo hay ocho diputados, de los cuatro partidos que fueron a Zapote, que literalmente son disidentes de sus partidos, cuyos votos el primero de mayo pueden jugar un papel muy importante.

A Eli Feinzaig más le conviene, políticamente, con su partido, en este momento, integrarse al grupo que apoya a Rodrigo Arias, incluso sin esperar nada a cambio. De esos cuatro partidos Eli Feinzaig es la figura más destacada, el que tiene más talante político. Tiene mucha afinidad conceptual con las políticas de Gobierno, pero pone sus distancias. Los otros son arrimados políticos del gobierno, colocados y llevados, estos sí de la relinga, en el cabús del tren presidencial.

Insisto, con el Frente Amplio. Tienen una enorme responsabilidad política en esta elección del primero de mayo. Su planteamiento de apoyar un directorio de oposición, donde no esté Rodrigo Arias, los acerca más al triunfo de un Directorio hijo de Zapote, con una agenda política y parlamentaria claramente neoliberal, muy perjudicial para el país y el pueblo costarricense.

El viejo partido comunista, Vanguardia Popular, sabía distinguir, en su trabajo político y parlamentario, lo que era correcto o incorrecto para el momento político que se viviera. El Frente Amplio no es el partido comunista histórico que llegó hasta la división de ese partido a mediados de la década de 1980, ni es el partido Vanguardia Popular que hoy escasamente existe, aunque allí haya algunos miembros que tienen esos genes y ese ADN.

El Frente Amplio hereda, de esa tradición, el ropaje de la izquierda parlamentaria nacional. En este momento la tarea es detener parlamentariamente la mayor presencia política de los intereses legislativos del gobierno, representado por los grupos económicos, financieros y “políticos” que mueven los títeres zapoteños, y la agenda legislativa neoliberal, y anti costarricense, que quieren imponer este año.

Que el gobierno constantemente ataque al Frente Amplio no lo resalta políticamente más. Tan solo lo lleva, como grupo, a replegarse en este juego político parlamentario. Y ese retroceso, esa aparente “neutralidad”, entre lo que se presenta como “Liberación Nacional” y los “anti liberacionistas”, solo le hace el juego al Presidente Chaves.

La elección del primero de mayo, como objetivo político, debe entenderse como una elección en la que debe ser derrotada la papeleta presidencial neoliberal del gobierno, sin engañarnos de las posturas neoliberales, con sus distintos matices y ribetes, que tienen las otras fracciones parlamentarias.

Los votos del Frente Amplio en la elección del primero de mayo no deben botarse a favor de Zapote y su Directorio Legislativo. Deben votarse a favor de la institucionalidad, de la democracia y de la mejor protección de los intereses legislativos del pueblo.

El camino, de este momento político, es votar por Rodrigo Arias. Esta es la tarea política inmediata de la realidad nacional.

Compartido con SURCOS por el autor.

¿Será Rodrigo Arias reelecto como presidente del Congreso?

A lo largo de esta edición del programa “A la historia… ¡Por media calle!” el analista Vladimir de la Cruz expresa cómo el escenario político costarricense parece activarse, esto debido a que se acerca el 1 de mayo y con el inicio de una nueva legislatura en el Congreso de la República, es decir, la Asamblea Legislativa entrará en elecciones para determinar cuáles diputados o diputadas conformarán el próximo Directorio Legislativo hasta el próximo 30 de abril del 2025.

Vladimir resalta la importancia de esta elección principalmente porque el ejercicio de la presidencia de la Asamblea Legislativa implica una serie de enormes responsabilidades entre las cuales destacó la dirección respetuosa y enérgica de la Asamblea, un comportamiento cordial para con todas las fracciones, una comunicación estable pero cautelosa para con el Poder Ejecutivo además de que señala, en más de una oportunidad, que la persona electa para presidir al Poder Legislativo tiene la obligación constitucional de ocupar la presidencia de la república en el caso particular de que las dos vicepresidencias se encuentren vacantes y la persona en el cargo de presidente se encuentre fuera del territorio nacional.

Posteriormente, el señor de la Cruz realiza un amplio recorrido histórico sobre las distintas fases que ha experimentado Costa Rica en su búsqueda de configurarse como un estado de derecho. Empezando con la independencia en 1821, la incorporación a la República Federal Centroamericana en 182a y la separación de la misma en 1838, la fundación de la primera república en 1848, la fundación de la segunda república en 1948 y hasta la actualidad. En esta breve reseña el señor Vladimir se encarga de destacar a las figuras históricas encargadas de configurar las instituciones, pesos y contrapesos, poderes y obligaciones que permitieron formar lo que hoy se entiende como Costa Rica.

Después de la Cruz ahonda algunas de las funciones así como particularidades del Poder Legislativo costarricense por ejemplo las distinciones entre mayoría simple o calificada, el funcionamiento de la Asamblea en los periodos ordinario, en dónde se discuten las propuestas de ley realizadas por las personas diputadas de las diversas fracciones, y extraordinario, en dónde se discuten las iniciativas de ley propuestas por el Poder Ejecutivo. Otras temáticas que trató fueron la rendición de cuentas que debe realizar la presidencia a través de un informe anual leído cada 2 de mayo, así como la rendición de cuentas de los diversos ministerios, entre otros aspectos.

Finamente, el señor Vladimir dedica la parte final de la transmisión a advertir que, desde su perspectiva personal, en una gran mayoría de ocasiones las candidaturas a la presidencia del Congreso se dan por “ponerlo en el currículum” o como un alarde de la presencia que puede tener una persona en la Asamblea Legislativa. Por lo cual destacó que la persona que sea electa debe tener una serie de cualidades y experiencia suficiente pata dirigirse con propiedad, eficiencia y profesionalismo. En su opinión Vladimir de la Cruz señala al señor Rodrigo Arias Sánchez, actual presidente del Legislativo, como la mejor opción para continuar con su ejercicio al frente del Directorio por su trayectoria política y amplio conocimiento institucional, señala además que la administración Chávez Robles ya había depositado su apoyo al señor Rodrigo Arias en el anterior periodo legislativo y probablemente lo vuelva a hacer. El señor de la Cruz recalcó que en su opinión personal el señor Rodrigo Sánchez es la mejor opción para presidir la Asamblea y que su elección es la mejor tanto para el gobierno de Rodrigo Chávez como para el pueblo costarricense

Para más información consultar en el siguiente enlace: https://fb.watch/qDAmSz5a-Z/

El pacto de los Rodrigos: Presidencia Legislativa por la jornada 4×3

Albino Vargas, secretario general de la ANEP, revela que el apoyo del presidente Rodrigo Chaves a Rodrigo Arias de Liberación Nacional para que continúe en la presidencia del Parlamento, se trata de un acuerdo de favores, en el cual se negocia la presidencia de Arias por la jornada 4×3 que defiende Chaves para empresas de su interés. 

Albino menciona que esto es corrupción política y hace un llamado a marchar por la defensa de la jornada laboral el 1 de mayo.

 

Imagen ilustrativa.

Feroz huracán capitalista neoliberal sobre el pueblo que somos

Luis Ángel Salazar Oses.

Luis Ángel Salazar Oses

No se requiere ni adivinadora bola de cristal ni clarividencia de tipo alguno para predecir que nos espera como pueblo, durante estos próximos cuatro años, el peor calvario en cuanto a sistemática supresión de todos nuestros derechos económicos, políticos, sociales, culturales y ecológicos -humanos en general-, y de las Instituciones que bien o mal nos los han garantizado.

Lo ocurrido en la Asamblea Legislativa el pasado primero de mayo vino a confirmar plenamente el viraje total hacia la descarada dictadura del capital sobre el trabajo, esto es, de la argolla de los grandes ricos nacionales y transnacionales sobre el ya tradicionalmente explotado pueblo trabajador costarricense.

Se fundieron en la votación para garantizarse el dominio total sobre el directorio legislativo, el oficialismo con sus «opositores», entre comillas pues lo eran de fachada puramente y así, ya sin pudor alguno, las fracciones abiertamente capitalistas neoliberales como el Partido Liberación Nacional (PLN), la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Progreso Social Democrático (PPSD), el Liberal Progresista (PLP)) que se proclamaba simplemente liberal y el Nueva República (PNR), de orientación claramente neopentecostal auspiciada como es bien conocido desde USA, conjuntaron sus votos logrando de esta manera una apabullante mayoría de cincuenta votos que les permitió repartirse a su antojo todo el directorio. Indudablemente esta tremenda mayoría se mantendrá como tal para hacer de la Constitución, el país y sus instituciones lo que se les antoje a los verdaderos dueños de esas «fracciones». Prueba evidente de ello es que una de las primeras propuestas al plenario del flamante presidente de la Asamblea Legislativa, el oligarca Rodrigo Arias Sánchez, ha sido la de constituir de inmediato una Comisión para la  Reforma del Estado, con el fin aparente de hacerlo más eficiente pero el real de privatizar todo lo que se puede convertir en negocio -Caja Costarricense de Seguro Social, universidades y educación estatal en general, Instituto Nacional de Aprendizaje, Fábrica Nacional de Licores, Instituto Costarricense de Electricidad, Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, Refinadora Costarricense de Petróleo, Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Ferrocarriles, Cárceles, etc, etc  y, lo demás, ponerlo totalmente al servicio de los negocios  de su privilegiada argolla..

Por cierto vale destacar que nuevamente se hace evidente, para quienes en el electorado votaron de buena fe por uno de estos cuatro grupos -PUSC, PPSD, PLP y PNR-, esperanzados en impedir que Figueres y el PLN, por un lado y el PAC por otro, tomaran el poder o lo mantuvieran respectivamente, que el primero de mayo en el ámbito del Legislativo y, con el nombramiento de ministros, viceministros, presidencias ejecutivas y demás autoridades supeditadas al Poder Ejecutivo, se confirmó que su buena intención más bien fue aprovechada por la mafia politiquera para legalizar este truculento proceso electoral mediante el cual los cinco partidos y el PAC, mejor dicho aún sus dueños reales, son hoy quienes detentan plenamente el poder en nuestro país. Esperamos que esta vez se aprenda esta lección y que quede claro que en Costa Rica no hay democracia sino plutocracia -gobierno de los ricos- y cleptocracia, esto es gobierno de los ladrones-, siendo las elecciones simples tragicomedias montadas, reglamentadas y administradas totalmente por la argolla dominante a fin de que el pueblo con su voto acrítico les legitime, según su legislación electoral, siempre en el poder.

A partir de estas premisas se hace evidente que esta Plutocracia Cleptócrata con su gobierno títere que ya se ha desatado sobre nosotros como pueblo, con todo su poder apoyado por sus medios de comunicación -manipulación-, por la religión fanática, la educación domesticadora, algunos sectores sindicales, algunas y algunos dirigentes de las Cooperativas y Asociaciones de Desarrollo Comunal oportunistas y trepadores politiqueros  y, solidaristas abiertamente pero patronales, más un Poder Judicial nombrado en sus más altas esferas por el Poder Legislativo y, todos los aparatos represivos del Estado, se dedicará durante estos próximo cuatro años a convertir a Costa Rica en su feudo y a nosotros como pueblo en sus siervos menguados.

Nótese que no hemos mencionado al Frente Amplio pues creemos tiene todo el potencial necesario para convertirse en auténtica oposición, siempre y cuando convoque y aglutine al pueblo costarricense, al que se debe por completo, en una gran unidad y se convierta en su instrumento impulsando las tesis que el pueblo le plantee, sin jamás modificarlas para negociarlas con sus contendientes, pues la burguesía nunca cumple pactos salvo los que le conviene desde luego.

Obviamente todo el proceso que hoy sufrimos como Pueblo que somos es, como el Capitalismo Neoliberal que lo impulsa repetimos, homicida, ecocida, cleptocrático e insoportablemente patriarcal por lo que no lo podemos soportar ni permitir pues, sistemáticamente nos aniquila haciendo lo mismo con nuestra madre naturaleza.

¿Qué hacer entonces? La fórmula la repetimos como mantra todo el tiempo pues día a día la realidad la confirma como realmente efectiva y totalmente viable: como Pueblo debemos despertar, informarnos -estudiar la realidad para comprenderla y transformarla-, unirnos, organizarnos, empoderarnos comprendiendo que unidos somos más y más fuertes. tanto que hemos construido este mundo lo desarrollamos constantemente e incluso generamos toda la riqueza que hoy nos roba esa reducidísima minoría que hoy nos esclaviza y humilla; movilizarnos, convertirnos en Poder Popular y así investidos, como corresponde en auténtica Democracia, tomar las riendas de nuestro país. Así que empecemos por despertar pues, si no lo hacemos ahora ¡muertos estamos!

 

Nota: Publicado en Periódico Mi Tierra, compartido con SURCOS por el autor.

Fuente: periodicomitierra.com

Asomándonos a las políticas de desarrollo de Rodrigo Chaves

Gilberto Lopes, abril 2022

Desconocido del público en Costa Rica hasta su aparición en el equipo de Carlos Alvarado, su breve incursión en el ministerio de Hacienda le dio el impulso que lo llevó a la presidencia de la República. 

Como en el caso de Alvarado, una serie de circunstancias –más que el peso mismo del candidato o lo atractivo de sus propuestas– hicieron posible el resultado electoral. El presidente electo no tenía antecedentes políticos conocidos en el país y esto –en las circunstancias actuales– terminó favoreciéndolo.

Pero su historia política no era del todo desconocida. Durante seis años –entre 2013 y 2019– fue el director de la oficina del Banco Mundial en Indonesia. Si no me equivoco, la mayor oficina del banco fuera de Washington. Desde allí implementó políticas que podrían ser también impulsadas aquí. No solo eso: esas políticas son parte de una visión del mundo, de una concepción de desarrollo que no fue discutida en campaña.

En las páginas del Banco se puede encontrar estimaciones positivas de esas políticas. En otras páginas hay evaluaciones críticas, aportes a un debate que no deberíamos rehuir.

Traté de buscar antecedentes cuando Chaves apareció en el ministerio de Alvarado. Algo escribí cuando fue designado en Hacienda. Durante la campaña no quise escribir nada. No me sentía representado por ninguna de las candidaturas en la segunda vuelta y expuse mi posición sobre eso en un artículo “En defensa del abstencionismo”.

Pero no dejó de sorprenderme que la candidatura de José María Figueres no hiciera ninguna alusión a las políticas promovidas por su adversario al frente del Banco Mundial en Indonesia. Hay algunos aspectos devastadores, como veremos.

Pensé, al principio, que era resultado de la dirección de una campaña mediocre. Pero después me pareció que no se podía descartar una cercanía a políticas privatizadoras, de promoción de mejores “ambientes de negocios”, cosas así, en las que ambas candidaturas se diferenciaban poco y que me hacían imposible inclinarme por alguna.

Lo cierto es que los grandes temas de campaña fueron el acoso o la corrupción, naturalmente relevantes pero insuficientes para ilustrar un debate entre aspirantes a la presidencia del país.

Escenario electoral

El resultado final es conocido: poco más de 43% de ciudadanos prefirió no participar. Si se les suman los votos blancos y nulos tenemos alrededor de 46% de los electores.

Me parece imposible disociar el crecimiento de ese porcentaje de una cierta desilusión con la política a partir del desarrollo del modelo neoliberal que, desde principios de los años 80, fue demoliendo las bases de un estado social cuya piedra angular –desde mi punto de vista– fue el decreto de nacionalización de los depósitos bancarios de junio de 1948.

Considerando que “las grandes ganancias de los bancos, garantizadas por el Estado y por el ordenamiento social, no es justo que pertenezcan a los accionistas que representan una parte exigua del capital movilizado, sino que deben convertirse en ahorro nacional, cuya inversión debe estar dirigida por el Estado”, la Junta Fundadora de la Segunda República decretó la nacionalización de la banca. Una lógica impecable, de la que se derivó la resolución de que “Sólo el Estado podrá movilizar, a través de sus instituciones bancarias propias, los depósitos del público”.

No es casualidad que el primer paso en el camino de las políticas neoliberales haya sido el de la privatización del negocio bancario, con plata de la AID norteamericana. El proceso siguió luego, implacable: la educación, la salud, las telecomunicaciones, los seguros, las carreteras, los aeropuertos, los puertos, etc… Lo público al servicio de los privados. El país transformado en una enorme alcancía donde los costarricenses echan sus monedas para engordar el chanchito de otros. Esas políticas fueron desdibujando el llamado “bipartidismo”. Uno y otro venían y avanzaban en la misma dirección, con las consecuencias conocidas para la forma de desarrollo del país y para el nivel de vida de las mayorías.

Para los que les gusta poner fecha a las cosas, permítanme sugerir una para el fin del bipartidismo en Costa Rica: el día en que Guido Fernández pasó a integrar el gobierno de Oscar Arias. El triunfo total de ANFE no puede haber pasado desapercibido por Figueres, en su tumba.

No es posible entrar aquí en detalles de ese proceso. El pasado 3 de abril los electores tenían dos opciones: votar por un candidato que no solo había sido parte de ese proceso de descomposición política, sino que se había ido del país para evitar ser preso por acusaciones de cohecho; y otro, del que el gran público desconocía todo…

… Pero no todo era desconocido

Sin antecedentes políticos en el país, volvamos la mirada al mundo político de Rodrigo Chaves: el del Banco Mundial en Indonesia, la oficina a su cargo.

Para dar seguimiento a esto nos parece útil un trabajo bien documentado –Indonesia: the World Bank failed East Asia miracle–, realizado por una fundación norteamericana orientada especialmente a temas ambientales: The Oakland Institute (el texto original, en inglés, puede ser visto aquí: https://www.oaklandinstitute.org/indonesia-world-bank-failed-east-asian-miracle). 

No nos vamos a referir a las políticas promovidas por el Banco en Indonesia en los 31 años de la dictadura del general Suharto (1967-1998). Aunque sus consecuencias se extienden hasta hoy, trataremos de referirnos a lo más reciente, relacionado con el período en que Rodrigo Chaves estuvo al frente a la oficina, o a lo que, desde años anteriores, se proyectó sobre ese período.

Lo que sigue son referencias sacadas del texto del Oakland Institute. Ahí se menciona el “Doing Business 2018: Reforming to Create Jobs report” donde el Banco destaca el papel de Indonesia como uno de los diez casos más exitosos de reformas económicas orientadas a “mejorar el clima de negocios” y atraer inversiones privadas.

Es el punto de vista optimista del Banco, para quien la aplicación de las políticas neoliberales hicieron de Indonesia un ejemplo de milagro económico en el lejano oriente. Pero el estudio analiza luego las diversas consecuencias de esa política. En la carrera por las reformas y por atraer inversiones, millones de hectáreas de bosques hasta entonces manejados por la población local, han sido entregadas a empresas privadas extranjeras, provocando inevitables conflictos sociales, deforestación, desigualdad y pobreza para la vasta población afectada. 

Como Costa Rica, Indonesia adoptó las políticas de ajuste estructural en los años 90’s. En 1998 firmó un memorando con el FMI en el que, a cambio de apoyo financiero, debía promover una política de privatizaciones acelerada, de liberalización del comercio exterior y de las inversiones extranjeras y desregularización de las actividades locales. En 2003, los resultados de esas reformas, promovidas por el BM, desataron protestas en el país. Las imágenes que ilustran el texto son sobrecogedoras. 

Entre 2009 y 2017 el Banco prestó o respaldó préstamos por 20,6 mil millones de dólares a Indonesia, 22% de los cuales se destinaron a promover medidas de desregularización en las más diversas áreas, como reducción de impuestos, facilitación de procedimientos administrativos, reformas en la administración de tierras o proyectos de infraestructura comercial, entre otros.

Todo esto puede presentarse como grandes avances modernizadores del país. Algo parecido a lo que ha hecho el actual ministro de Hacienda de la administración Alvarado, que presume de haber puesto “orden” en las finanzas de Costa Rica, como si eso reflejara el resultado exitoso de una administración. 

Como consecuencia de estas reformas, Indonesia se adelantó rápidamente en el índice de negocios del Banco Mundial, pasando de la posición 106, en 2016, a la 72, en 2018, transformándose en la mayor economía del sudeste asiático. Supongo que el resultado fue considerado como un gran éxito de las políticas del Banco, precisamente en los años en que Chaves encabezaba la oficina. Un proceso del que es también gran entusiasta el presidente Joko Widodo, que gobierna Indonesia desde 2014. Widodo creó una Fuerza de Tarea coordinada por el ministro de Economía para promover las reformas. En Costa Rica un proyecto de reforma del Estado podrá estar en manos de una comisión legislativa que el diputado electo Rodrigo Arias ya anunció su interés en presidir, además de promover proyectos de cooperación público-privado mediante el cual avanzar en las privatizaciones.

Pero es evidente –dice el documento del Oakland Institute– que estos “logros” se alcanzaron a expensas de los trabajadores indonesios, de las comunidades indígenas y del ambiente. Un crecimiento destructivo mediante la atracción de inversión extranjera, que descuidó los derechos de los indígenas a la tierra.

En un documento sobre el marco de la cooperación con el país entre 2016 al 2020, el Banco reafirma su papel orientador en la política económica de Indonesia. La transferencia acelerada de tierras culturalmente ricas y productoras de alimentos a manos de empresas que buscan los beneficios corporativos “provocó el masivo desplazamiento de pequeños propietarios y de pueblos indígenas”. En muchos casos eso no se pudo hacer sin el uso de violencia extrema (nuevamente, las fotos que lo exhiben son estremecedoras). Solo en 2011 se registraron más de 600 conflictos por la tierra en Indonesia, con 22 muertos y centenares de heridos. Este proceso fue acelerado por el programa de reforma agraria aprobado en julio del 2018 y financiado por el Banco que, desconociendo el papel de las comunidades indígenas, sistemáticamente minó sus derechos en favor de las corporaciones.

Palma aceitera

Gracias a ese proceso, Indonesia se convirtió en el principal productor de palma aceitera del mundo. Las 6,9 millones de toneladas de aceite de palma que producía en 2000 se convirtieron en 32 millones en 2016. Más de 50% de los recursos dedicados por el Banco para la producción de palma se destinaron a Indonesia. “Solo entre 1995 y 2015 (Chaves asumió la dirección de la oficina en Indonesia en 2013), un promedio de 117 mil hectáreas anuales de bosques –un área mayor que Hong Kong– fue devastada todos los años para dar lugar a las plantaciones de palma aceitera. De acuerdo con los datos de la Oficina de Estadísticas de Indonesia, el total del área de las plantaciones de palma aceitera en el país eran de cerca de 14 millones de hectáreas, en 2017. Un área mayor que la de Grecia.

“Las inversiones privadas en palma aceitera son presentadas por las compañías y los funcionarios gubernamentales como una forma de crear empleo y construir carreteras, escuelas y casas. Pero la expansión de grandes plantaciones también amenaza la supervivencia de cerca de 40 a 65 millones de personas que dependen directamente de los recursos del bosque para su sustento”. Los responsables de las plantaciones destruyen pequeñas aldeas, campos de arroz, cementerios ubicados en los bordes de sus concesiones, mientras contratan a obreros en zonas lejanas, sin contacto con la población local, para el trabajo en las plantaciones.

Minas

Pero no se trata solo de la palma aceitera. El Banco desempeña también un papel clave en el apoyo de actividades mineras en Indonesia, principalmente mediante operaciones de su International Finance Corporation (IFC) y la Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA). Una actividad que, según el Banco, puede tener un impacto en la reducción de la pobreza.

Las enormes reservas de oro y de cobre son operadas por subsidiarias del gigante minero norteamericano Freeport McMoRan Inc, según el documento del Oakland Institute. Explotaciones que descargan diariamente 200 mil toneladas de productos contaminantes en los ríos. El resultado es que lejos de beneficiar a la población local, lo que fue alguna vez una fuente de alimentos para ellos se transformó en una tierra devastada por la minería. Como ocurre en todas partes y que también en Costa Rica ha provocado un intenso debate.

Turismo

En 2018, cuando preparaban su reunión anual en Bali, el Banco aprobó 300 millones de dólares para mejorar la infraestructura y el servicio y atraer inversión privada en el sector del turismo.

Pero construir nuevos aeropuertos y expandir el turismo de lujo para compartir la prosperidad con las comunidades locales es otra “falsa promesa”, dice el documento que hemos venido analizando.

Las políticas gubernamentales incluían una amnistía impositiva y eliminación de restricciones para nuevos proyectos de inversionistas extranjeros, incluyendo la expansión de la red nacional de carreteras, mil km de carreteras concesionadas; 3.258 km de nuevas líneas férreas; 15 nuevos aeropuertos (mejorías en otros 10) y 24 puertos marítimos (Indonesia es un archipiélago con más de diez mil islas, de las cuales 922 están habitadas).

La costa fue entregada a inversionistas extranjeros. El Banco apoyó los megaproyectos de desarrollo turístico, provocando nuevos problemas. La construcción de la autopista Batang-Semarang, en Java central, por ejemplo, provocó el apoderamiento de tierras de la población local y el desplazamiento de la comunidad de nueve ciudades, en abril del 2018. Vía Campesina, una organización local, denunció que el ambicioso proyecto de infraestructura del presidente Widodo “había traído miseria para miles de familias campesinas”.

El documento concluye afirmando que la asesoría del Banco para favorecer la inversión extranjera en infraestructura y turismo se basa en la explotación de los exuberantes bosques y playas de Indonesia. Pero “el fanatismo de la atracción de inversionistas para la nueva frontera de desarrollo pasa por alto los severos impactos en los medios de vida de los habitantes locales y del ambiente”.

El escenario político

Este es precisamente el debate, en vísperas de que Chaves asuma ahora, no la jefatura de una oficina del BM, sino la presidencia de Costa Rica.

Es razonable pensar que traerá las mismas recetas al país. Si es así (y conociendo los resultados de su aplicación en Indonesia y en el mundo, donde los años del neoliberalismo han llevado las tensiones y las desigualdades a niveles nunca vistos), también es razonable que sectores importantes de la sociedad se opongan a su aplicación.

Chaves no ganó las elecciones con este proyecto de gobierno. Como sabemos, los programas presentados en las elecciones no solo pecan de vaguedades, sino que son, en gran medida, una formalidad para cumplir con los requisitos electorales.

Pero el futuro gobierno cuenta con amplio apoyo en la asamblea para este tipo de políticas. Con Rodrigo Arias en la presidencia de la asamblea tendría una palanca importante para avanzar sobre la institucionalidad y las empresas públicas que todavía resisten los intentos privatizadores. Una persistente y abusiva campaña sobre abusos del sector público (que deben ser corregidos) ha sido orientada a minar todo apoyo a esa institucionalidad , sin que sectores importantes de la población alcancen a ver el objetivo de esa campaña. Y que los sectores que la adversamos no hemos sido capaces de explicarlo claramente.

Este será el escenario de los próximos cuatro años y la debida discusión de esas políticas es indispensable para que podamos enfrentar los esfuerzos privatizadores que la alianza Arias-Chaves (a la que se sumarán otras fracciones) impulsará en los próximos cuatro años.