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Etiqueta: UNA

Fuerza indígena en la UNA

En la actualidad la Universidad Nacional (UNA) cuenta con 70 estudiantes indígenas registrados en el primer ciclo del 2024, distribuidos en sus sedes. Destaca la presencia de 24 en el Campus Sarapiquí, seguido por el Campus Omar Dengo con 17 y la Sede Regional Chorotega, Campus Nicoya con 15.

El Movimiento Estudiantil Indígena (MEIUNA) de la Universidad Nacional está conformado por una diversidad de culturas originarias, tales como boruca, bribri, cabécar, chorotega, maleku, ngäbe y térraba- brörán. Este movimiento se erige como el décimo órgano de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (FEUNA). Su función primordial radica en integrar y representar a la comunidad estudiantil indígena en la UNA.

Este multiétnico grupo de estudiantes indígenas abarca un espectro amplio de 10 carreras universitarias, lo cual evidencia su diversidad académica e intereses profesionales. Administración es la carrera qué más estudia esta población con un total de 17 alumnos, seguido de Administración de oficinas y Educación con énfasis en educación rural I y II Ciclos , ambos con 14 universitarios.

El MEIUNA responde directamente al Plan para Pueblos Indígenas del 2013, bajo el marco del Proyecto Mejoramiento de la Educación Superior (PMES), financiado por el gobierno de la República y el Banco Mundial. Este plan garantiza el acceso y la permanencia de estudiantes indígenas en la educación superior, y promueve acciones culturalmente pertinentes. A través del PMES, se logra la formación de pequeñas agrupaciones indígenas dentro de cada universidad, con el propósito de ejecutar proyectos y actividades que integren al estudiantado indígena.

Las actividades del movimiento abarcan una amplia gama de temas relevantes para sus culturas, e incluyen encuentros, demostraciones de artes, festivales culturales, convivios, giras, y acompañamiento a estudiantes de nuevo ingreso.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

¡Cahuita está preparada!

El pasado 11 de junio la comunidad de Cahuita celebró la obtención del reconocimiento Tsunami Ready de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Unesco, convirtiéndose en la primera comunidad del Caribe en alcanzarlo, la onceava en todo el país.

“Este reconocimiento se le da a cualquier comunidad costera del mundo que haya cumplido 13 requisitos en evaluación, preparativos y respuesta ante tsunamis, incluyendo la elaboración de un mapa de evacuación, señalización de las vías simulacros y actividades educativas en torno a los tsunamis, entre otros.  Estamos muy orgullosos del trabajo que ha venido haciendo Cahuita para llegar a este punto, esperamos que lo mantengan y lo renueven, y que otras comunidades de Talamanca y el Caribe Sur se motiven para obtenerlo”, dijo Silvia Chacón, coordinadora del Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (Sinamot-UNA).

En la ceremonia oficial participaron Christa von Hillebrandt-Andrade, directora de la Oficina del Caribe del Centro Internacional de Información de Tsunamis (ITIC-CAR) en Puerto Rico, y Annie Vargas, oficial de enlace de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), así como Martín Parada, vicerrector de Extensión de la Universidad Nacional.

Tsunami Ready, es un Programa Piloto administrado por la IOC de la UNESCO, el cual busca que las comunidades, incluyendo todos sus actores, como el sector turismo, cumplan una serie de requisitos que les preparan mejor para enfrentar un tsunami. A la fecha, existen 11 comunidades reconocidas como Tsunami Ready, las cuales recibieron un aporte fundamental por parte de las municipalidades para su capacitación.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Taller literario impulsa derechos humanos en personas mayores

Con el objetivo de fortalecer el aprendizaje literario en personas adultas mayores mediante técnicas y estrategias para la lectura, análisis y escritura de obras literarias, el Programa de Atención Integral de la Persona Adulta Mayor (PAIPAM), del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional, desarrolla desde el 2024 el Taller literario UNA en derechos humanos.

Esta iniciativa ofrece espacios de análisis de textos representativos de la literatura universal, latinoamericana, centroamericana y costarricense. Con obras importantes, se muestran estilos y tendencias literarias basadas en fundamentos teóricos. Además, incluye presentaciones de escritores, estrategias discursivas y sesiones comunicativas, fundamentadas en experiencias literarias y de vida de los participantes.

Las actividades abarcan presentaciones de cuentacuentos, recitales de poesía, cine foros y presentaciones de libros. El objetivo es crear una imagen positiva de las habilidades de la población adulta mayor y promover oportunidades de participación social mediante conversatorios y encuentros intergeneracionales entre jóvenes universitarios y adultos mayores.

“A través del PAIPAM, la UNA reconoce el derecho a la vida cultural de los adultos mayores, que contempla eventos para la vivencia del proceso creativo mediante la construcción de obras literarias basadas en la cultura universal y las tradiciones costarricenses”, comenta María Sancho Ugalde, académica del Centro de Estudios Generales.

De acuerdo con Sancho, el taller y los encuentros intergeneracionales fortalecen competencias como creatividad, imaginación, expresión oral, concentración y memoria, lo que permite a los participantes interactuar con personas que comparten intereses literarios.

El proyecto Taller literario UNA en derechos humanos, contribuye según la académica, a la construcción de una nueva cultura del envejecimiento y la vejez, apoya el desarrollo integral, bienestar y calidad de vida de esta población. Además, sensibiliza a estudiantes universitarios y elimina mitos y estereotipos que afectan las relaciones generacionales.

Según Sancho, se espera contar con 30 clases del taller literario y cuatro encuentros intergeneracionales por año, y publicar obras literarias de personas adultas mayores en medios digitales y revistas especializadas.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Múltiples causas dificultan anhelada educación para el trabajo

Desde antes de la pandemia, las luces de alerta por la baja de la calidad en la educación costarricense están encendidas. Investigadores de las universidades públicas analizan la situación desde diferentes programas y constatan que los resultados no mejoran; todo lo contrario: las brechas se profundizan, lo que impide lograr el objetivo de formación por competencias para el mundo laboral de hoy.

Ante esta situación, investigadores y docentes en ejercicio, se refirieron a la puesta en práctica de la Política Educativa vigente y los resultados de la Ruta de la Educación impulsada por el Ministerio de Educación (MEP) en la administración Chaves Robles.

La actual política educativa se denomina La persona: centro del proceso educativo y sujeto transformador de la sociedad. Este documento está vigente desde 2017 y lo lideró Sonia Marta Mora, en calidad de presidenta del Consejo Superior de Educación y Ministra de Educación del gobierno de Solís Rivera.

Los especialistas coinciden en que la política educativa tiene como fin preparar a los jóvenes para el mundo laboral. “Se inscribe en la lógica de lo global, del neoliberalismo, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y de la educación por competencias”, aportó Yeiner Ramos, académico de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, pero asegura que son múltiples las causas que impiden concretar los objetivos planteados en el papel.

Fenómeno multicausal

Rolando Barrantes Pereira, académico del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de  Niñez y la Adolescencia (Ineina–UNA) e investigador del Programa Perfiles del Centros de Investigación y Docencias en Educación (Cide-UNA), describió la seriedad de la crisis del sector y enumeró problemas estructurales. La falta de infraestructura, la deficiente conectividad en los centros educativos y la carencia de una estrategia efectiva de capacitación docente aleja a los maestros y profesores de las herramientas para implementar la política  y la ruta propuesta.

Desde su experiencia en la administración de un centro de educación secundaria, Warner Alfaro Román, director del Colegio Experimental Bilingüe de Belén, indicó que “después de la pandemia, no se encuentra un camino bien marcado ni claro hacia dónde se debe transitar; a nivel curricular, de evaluación y de gestión interna del Ministerio, porque se enfatizó en encontrar los puntos negros de la administración anterior y no las fortalezas”.

La falta de programas de formación continua y seguimiento por parte del MEP es otra gran limitante para implementar la política educativa vigente. “Los procesos de capacitación que brinda el MEP, a cargo de asesores regionales o nacionales, no tiene claridad ni estrategia para transmitir el conocimiento a los docentes” criticó Jorge Marchena López, director del Colegio Nocturno Hermann López. Sostiene que es insuficiente que el MEP publique documentos, artículos o folletos cuando “lo que se necesita es llegar a una región, reunirse, informar, organizar un taller, dar seguimiento y acompañamiento”.

Ramos reclama “una inversión sostenida en educación, un incremento en las condiciones de trabajo de los docentes y eliminar la sobrecarga administrativa que sufren las personas educadoras”. El académico considera que estas son otras dificultades que impiden llevar el discurso de la política a la práctica.

Los panelistas, que abordaron estos temas en el programa de televisión UNA Mirada, de la Universidad Nacional, critican la falta de claridad de la Ruta de la Educación y la describen como un presentación de PowerPoint que señala los problemas y una serie de metas generales; sin embargo, “carece de una hoja de ruta con los pasos a seguir para alcanzar las aspiraciones que se promueven en este documento” señaló Giannina Seravalli Monge, académica de la División de Educación para el Trabajo e investigador del Programa Perfiles de Cide-UNA.

Apuntan que hay una incoherencia entre los planeamientos de ambos documentos y la evaluación, pues se enseña por competencias y habilidades, pero se aplica la evaluación tradicional: por contenidos. Además, aseguran que después de la pandemia hay una baja de los estándares de exigencia para evitar el rezago escolar y permitir que los alumnos avancen en su proceso formativo, por lo que arrastran debilidades en comprensión lectora, lógica matemática, redacción y ortografía, entre otros.

Irrespeto al docente

Alfaro confirmó que el facilismo llegó a las aulas y es difícil expulsarlo, pues muchos profesores y maestros prefieren evitarse problemas con los alumnos o los padres de familia. Se expuso que muchos educadores reciben amenazas por parte de familiares de alumnos cuando se les llama la atención o cuando reciben malas calificaciones. “Sí, lo que hemos encontrado en varias ocasiones es que la persona docente se siente como un instrumento. Se le ha restringido su autonomía, su capacidad de ser docente plenamente en un aula,” agregó  Barrantes.

También se criticó la imposición de “plantillas” para que los y las educadoras desarrollen sus contenidos. “Aquí está su planeamiento, de ahí no se salga” anotó Seravalli.  Considera que esta exigencia irrespeta la posición del docente como pedagogo. A este reclamo se une el de María Marta Camacho Álvarez, académica de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica: “El rol del docente está subvalorado, como si él no fuera ya un profesional formado en el área educativa”.

Alfaro Román sostiene que es vital empoderar al docente. “La educación es un proceso humano donde tenemos la obligación de hacer llamados de atención y formar lo mejor posible a ese joven, para que se convierta en un ciudadano de bien y aporte en una sociedad, que hoy en día tiene muchísimos retos”.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

La UNA condecora al gran pianista y profesor Alexandr Sklioutovski

Alberto Salom Echeverría

¿Quién es Alexandr Sklioutovski?

Alexandr Sklioutovski, es un inmigrante nacido en Kirguistán, hoy país independiente del Asia Central, pero otrora fue una República que perteneció a la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Este dato es importante en nuestro relato, porque el “Maestro” como con frecuencia le decimos en la UNA, absorbió en su formación, no solo la rica cultura de su país nativo Kirguistán, sino también la extraordinaria y diversa cultura del pueblo ruso. Es, en suma, en primera instancia un ciudadano soviético. Al tiempo de haber llegado a Costa Rica y haberse identificado con nuestra identidad, asumiendo formidables retos que ustedes leerán, decidió adoptar la nacionalidad costarricense. De ahí que, hoy en su alma perviven al menos dos culturas a las que ama y con las que se identifica.

Estudió en los más famosos centros de enseñanza del piano de la Unión Soviética, en Moscú, Sverdlovsk y Taskent. En el año de 1984 obtuvo el título de Doctor (PhD.), en piano y pedagogía. Como pianista ha ofrecido enorme cantidad de recitales y conciertos, con orquestas sinfónicas, que deleitaron a públicos cultos y exigentes, tanto en su país de origen, como en diferentes naciones europeas y de otros continentes. Ha hecho, además, gala de su talento literario prodigándose en el campo de la música, con más de 30 publicaciones -dice la información biográfica consultada- relacionadas con “problemas de la interpretación de la música.”

Con ese palmarés, tuvimos la suerte de que viniera a Costa Rica, junto a su esposa también destacada en el campo de la música, nuestra muy querida la Dra. Tamara Meltser Yarovaya y parte de su familia. Ambos a partir de 1995, para dicha nuestra, ingresaron a laborar como profesores de la Benemérita Universidad Nacional.

Alexander “el Maestro”, fundó el Instituto Superior de Artes, desde donde ha trabajado en consonancia con la formidable labor que ha realizado en la UNA. En nuestra Alma Mater, en el curso de los años se ganó la condición de profesor catedrático y ha fungido como coordinador del área de piano. Alexandr Slioutovski, detectó inmediatamente el vacío que existía en nuestra universidad en la enseñanza del piano y, con denuedo, junto a otras selectas personas del mundo musical de la academia se abocó a crear esa cátedra, que ha alcanzado una gran excelencia. Desde entonces, en conjunto con otros profesores y profesoras, pasaron por sus aulas decenas de esforzados estudiantes, los cuales fueron preparados como concertistas que, comenzaron a aparecer en las más importantes salas de Costa Rica, pero también de Lituania, Rusia, Ucrania, Serbia, Francia, Inglaterra, los Estados Unidos, México, Guatemala, República Dominicana y El Salvador, entre otros. La excelsitud con la que “el Maestro” Alexandr y sus colegas prepararon con esmero a estudiantes y a los graduados, posibilitando que, algunos de ellos hubiesen logrado presentarse en renombradas salas de varios de los países nombrados; en Rusia y Lituania, por ejemplo; en los Estados Unidos, la crónica da cuenta de cómo noveles, aunque excelsos pianistas estudiantes, se llegaron a presentar en el Carnegie Hall y el Kennedy Center, entre otras Salas musicales afamadas del mundo.

Los premios obtenidos por Alexandr Sklioutovski y los logrados por estudiantes gracias a la orientación de Alexandr y sus colegas.

La investigación sobre “el Maestro”, registra más de 90 alumnos de Alexandr Slkioutovski, que han sido laureados y han ganado importantes premios en concursos nacionales e internacionales. La lista que extraigo de la información, consigna jóvenes pianistas de la UNA, premiados en los siguientes concursos, en Costa Rica: el certamen de “Jóvenes Solistas” y “Jóvenes Pianistas de Costa Rica”; en Centro América, sobresale el “Concurso Centroamericano María Clara Cullel Teixidó”; en los Estados Unidos, resaltan premios otorgados a jóvenes pianistas preparados con alta exigencia, tanto en la UNA, como en el Instituto Superior de Artes, en el “Interlochen Concerto Competition”, en “The Pinault International Piano Competition” y la “Bartók -Kabalevski- Prokofiev International Competition”. Nuestros andariegos y jóvenes pianistas, con el sello de Alexandr y sus colegas, ganaron premios en el renombrado “Concurso Internazionale Valentino Bucchi”, de Italia. Más recientemente, ocurrió otro tanto en prestigiosas salas en Lituania y Moscú entre otras.

¡Qué labor titánica!, ha llevado hasta los escenarios más grandes y prestigiosos del mundo a los jóvenes y niños preparados en la metodología y bajo la inspiración del “Maestro Sklioutovski” y sus colegas, salidos tanto de las aulas de la UNA, como del “Instituto Superior de Artes”. Como dijera recientemente el joven pianista, ya doctorado en la “Academia Estatal Rusa de Música Gnesin”, David Serrano, de cuya vida escribí hace unos meses en este mismo espacio, “Voy a tratar de describir a un ser humano inconmensurable…Hablar de Alexandr -expresó David- es hablar en primer lugar de amor, amor a la cultura, al arte, a la música, a la humanidad. Es una persona que se entrega a cada uno de sus estudiantes con total esmero y cree en cada uno de nosotros, en su familia, ayudándonos a creer en nosotros mismos más de lo que nosotros lograríamos sin él. El fue un fiel mentor durante todo el transcurso de nuestro crecimiento profesional, aún más allá de las fronteras de nuestro país. Con gran visión y dedicación Alexandr supo ver en nuestro pequeño pedacito de tierra, más que un paraíso tropical, vio más bien una sede para el pianismo mundial en Centroamérica; abriéndole puertas a jóvenes desde las provincias más remotas, como la provincia de Limón en mi caso, hasta las ciudades de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y hasta México y Colombia. Eso por supuesto gracias al gran equipo de trabajo que ha formado parte del Programa de Formación Pianística durante todos estos años y, a nuestra Alma Mater: la Universidad Nacional. A cada uno de ellos, gracias totales. Puedo decir con total confianza que este reconocimiento no pudo haber caído en “mejores manos”. Así que, por último, (David habla directamente al Maestro en su idioma natal, el rus; obviamente busqué ayuda para la traducción) “…Alexandr Danilovich, gracias por estar aquí con nosotros y seguir acompañándonos, lo amamos muchísimo.” (Entrevista de la UNA al pianista Dr. David Serrano González, para el acto en el que se entregó a Alexander Sklioutovski la distinción académica “Medalla Universidad Nacional”, el 20 de junio del 2024).

La investigación biográfica a la que he tenido acceso nos refiere también, uno de los premios más preciados logrados por nuestro homenajeado, entre otros: el 8 de octubre del 2004 recibió el “Premio a la Innovación Académica”, otorgado por la Universidad Autónoma de México y la Universidad Nacional de Costa Rica. De la prensa, la crónica reconoce 236 artículos de investigación que pertenecen a Alexandr Sklioutovski, citados o aparecidos en los diferentes medios de prensa de Costa Rica: La Nación, La Prensa Libre, La Extra, La República, y Tiempos del mundo, entre otros. También se hizo referencia a entrevistas que se le realizaron en medios radiales y televisivos de nuestro país.

Por todas estas y muchas razones, el “Maestro” Alexandr Sklioutovski fue rebautizado en la Universidad Nacional con los sobrenombres de “El Cazador de Talentos” y el “Forjador de Sueños”. En realidad, “el Maestro” forjó sueños para sí mismo, para sus colegas y para muchos estudiantes. Sklioutovski le ha transformado la vida a más de un niño o niña, así como a otros adolescentes y jóvenes estudiantes, algunos de los cuales jamás habían pensado que, en su interior se anidaba un impulso creador de habilidades para interpretar música por medio del piano, otros tomaron el camino de idear composiciones musicales sublimes, para transmitirlas, y hasta para enseñar como les había ocurrido a ellos mismos.

El Reconocimiento que le hizo la Universidad Nacional.

En reconocimiento a la excelsitud conforme a la cual se ha desempeñado el “Maestro Sklioutovski”, la Universidad Nacional le otorga “La Medalla Universidad Nacional”, la cual es una distinción, como dice literalmente el artículo de creación de la misma, que se otorga en casos excepcionales a personas o instituciones nacionales o extranjeras, cuya trayectoria de excelencia o sus aporte en el campo social, humanístico, científico, artístico y cultural constituye un destacado ejemplo en la construcción de una sociedad más humana, más plena, inspirada en los más altos valores, de una cultura de paz, justicia y bienestar social.”

La Universidad Nacional tras poco más de cincuenta años de existencia, ha llegado a convertirse en una institución señera de la educación superior costarricense y latinoamericana. Por ello la Asamblea Legislativa de Costa Rica le otorgó el título de “Institución Benemérita de la Educación, la Tecnología, la Ciencia y la Cultura Costarricense”, distinción oficialmente otorgada el 10 de abril del 2014.

La Universidad Nacional desde su creación se ha distinguido por abrirle espacio a estudiantes graduados de secundaria, que no lograban ingresar a los estudios superiores. También ella ha hecho posible que cientos de jóvenes, hombres y mujeres, hayan podido estudiar merced a la beca otorgada en la UNA. La UNA se ha especializado en ello, pues hoy cuenta con la Sede Omar Dengo y el Campus Benjamín Núñez en la provincia de Heredia, donde han accedido estudiantes sin distingos de condición socio económica, gracias a las condiciones que les ofrece la UNA, proporcionándoles recursos económicos a los que lo requieren para que puedan subsistir en el día a día, a algunos se les ofrecen residencias estudiantiles en ambos campus. La UNA ha logrado, además, abrir centros de estudios, campus o sedes en Coto, Pérez Zeledón, Nicoya, Liberia, Sarapiquí, en Alajuela la sede Interuniversitaria, que comparte junto a las demás universidades públicas.

Entre el 2015 y 2020, se abrieron modalidades de “Carreras Itinerantes”, como lo venía haciendo el Centro de Investigación y Docencia en Educación, por medio de la División Rural. Las carreras itinerantes permiten que académicos de la UNA, migren a zonas específicas del país para ofrecer “in situ” ciertas carreras conforme las demandas de las comunidades, brindándole oportunidades a jóvenes de escasos recursos económicos. Asimismo, se avanzó en la ruta de la multi e interdisciplinariedad, tanto en la investigación como en la docencia para enriquecer la extensión y las carreras que en ella se imparten.

A esta Benemérita Universidad Nacional sumó sus esfuerzos nuestro Alexandr Sklioutovski, quien logró junto a sus colegas desarrollar más profundamente la Escuela de Música de la Universidad Nacional.

La Universidad Nacional tiene un contingente numeroso de académicos muy destacados en las diferentes disciplinas, poseedores de vastos conocimientos y capacidades. Alexandr Sklioutovski es uno de ellos, de los más renombrados en el elenco profesoral. Hoy a propuesta del Consejo Académico del Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística, concretamente mediante la iniciativa de la Dra. Deborah Singer González, el Honorable Consejo Universitario de la Universidad, tuvo a bien otorgarle al “Maestro” Alexandr Sklioutovski, la distinción “Medalla de la Universidad Nacional”. Termino expresándole a mi querida UNA: “Honrar, honra”, una frase muy conocida, pero sobre todo certera, atribuida al poeta y prócer de la Independencia de Cuba, José Martí.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Guía educa y sensibiliza sobre la menstruación

Documento se centra en el abordaje del autoconocimiento, el tabú menstrual y el ciclo menstrual ovulatorio

UNA Comunica. 28 de junio de 2024. En sus 56 páginas, una guía pretende ser un camino de libertad, emancipación y acceso a un derecho pleno por parte de las personas menstruantes. Se trata del resultado de un proyecto didáctico que elaboró la estudiante Rebeca Varela, en el marco del proyecto Comunidades educativas que construyen paz, del Instituto de Estudios Latinoamericanos (Idela).

El documento lleva por nombre Estrategia de educación menstrual, dirigida a facilitar procesos pedagógicos con adolescentes y jóvenes de comunidades urbanas desde un enfoque de derechos humanos y feminista.

La educación menstrual se considera, a su vez, como un derecho sexual y reproductivo, reconocido así por la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación sobre la Mujer (CEDAW), la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes.

De acuerdo con la autora, el texto se centra en tres temas fundamentales: el autoconocimiento, el tabú menstrual, y el ciclo menstrual ovulatorio.

La guía cuenta con definiciones apoyadas por criterios de personas expertas según los temas, como es el caso de la menarquía (primera menstruación). También incluye dinámicas interactivas y evaluaciones para medir los aprendizajes.

Esta iniciativa vio la luz durante los cursos de investigación que Varela llevó en la Maestría de Derechos Humanos y Educación, y se presentó como trabajo final de graduación en la categoría de producción didáctica.

Justo en ese momento, el proyecto de extensión de Comunidades educativas que construyen paz buscaba incorporar estudiantes de la maestría y fue ahí donde se integró la propuesta de Varela.

“La estudiante quiso elaborar esta propuesta didáctica y dada su calidad y aporte, se publicó, pues se enfoca en población de secundaria. Entonces, es una forma de unir la extensión con la academia”, explicó Evelyn Cerdas, coordinadora del proyecto.

El proceso

El primer reto para Varela fue averiguar cuáles eran los vacíos de comunicación en torno a la temática y fue allí cuando se percató de que esa carencia de información abarcaba tanto a la educación formal, en escuelas y colegios, como también dentro de espacios de educación no formal.

Entonces, decidió escoger a un grupo de cinco madres adolescentes del programa beca educativa adolescente madre, del Patronato Nacional de la Infancia (Pani), para desarrollar, a lo largo de cuatro talleres, la recolección de información vital para la guía. Desde el inicio del proyecto hasta su finalización, se requirió de un año y tres meses para alcanzar el objetivo propuesto.

“El tema del embarazo adolescente es una problemática bastante amplia en el país, entonces, quisimos trabajar con un grupo de mujeres que tuviese alguna condición de vulnerabilidad. En este caso, tanto el derecho a menstruar dignamente como el sexual y reproductivo”.

De acuerdo con el Fondo de Población de Naciones Unidas, en su oficina en Costa Rica, aproximadamente, al año, unas 14 mil adolescentes quedan embarazadas, de las cuales, unas 500 son menores de 15 años.

En el tema de los tabúes y estereotipos, la autora manifestó que quiso poner énfasis en este aspecto, por su permanencia en el imaginario colectivo. “Tiene mucho que ver con nuestra percepción en este tema desde el ámbito social y cultural, donde se viven procesos de silencio, de soledad y de vergüenza, que llevan al ailsamiento y a la baja autoestima en muchas ocasiones”, confesó Varela.

Esos vacíos y prejuicios conllevan a situaciones de violencia que son desatendidas. “Un ejemplo relacionado con esos tabúes es el de la sangre menstrual, que se ha reflejado en el rechazo de la misma persona y de la sociedad y eso lleva a situaciones de aceptación propia por una condición de género”, amplió la autora, quien enfatizó en la importancia de la guía como un mecanismo para prevenir este tipo de manifestaciones.

Ante ello, Varela reconoce que una de sus principales motivaciones es que cuando una persona lea y consulte la guía, tenga una perspectiva integral, que no solo abarque la parte biologicista y reproductiva, sino que también tome en consideración la educación, el enfoque cultura, histórico, espiritual y emocional.

Para Evelyn Cerdas, como parte de la extensión del proyecto, se propuso que la autora impartiera un taller con profesionales en el campo del trabajo social del Ministerio de Educación Pública, como una manera no solo de presentar la guía, sino también de expandir los aspectos relacionados con la educación y la sensibilización.

Una de ellas fue Xinia Vargas, participante del taller, para quien la experiencia fue de mucha utilidad porque se trabajó desde los conceptos y desde las emociones, para un abordaje integral que cierre la brecha de los prejuicios que aún predominan. “La guía está muy completa y lo que me gusta es que es de fácil aplicación con grupos, lo que facilita que el conocimiento se pueda transmitir de manera muy natural”, agregó esta trabajadora social, que labora en la Escuela Santiago, en San Rafael de Heredia.

La necesidad de crear un entorno más igualitario sobre el tema ha calado incluso en el entorno político, lo que llevó a que la actual Asamblea Legislativa aprobara la ley 10.244 Menstruación y Justicia, que, entre otros aspectos, reduce de un 13% a un 1% el Impuesto al Valor Agredo (IVA) sobre los productos de higiene menstrual.

La guía está disponible en la biblioteca Joaquín García Monge de la Universidad Nacional. Varela indicó que también se hacen las gestiones para que pueda encontrarse en las bibliotecas de otras universidades públicas. Su versión digital también se puede ubicar en el repositorio didáctico de la UNA: https://repositorio.una.ac.cr/handle/11056/27404.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

UNA tituló a 18 personas en técnico de Género y Políticas Locales

El pasado 26 de junio, la Rectoría y el Instituto de Estudios de la Mujer de la Escuela de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional (IEM-UNA), realizó la graduación de la primera generación del curso técnico en Género y Políticas Locales. En esta oportunidad 18 personas, la mayoría mujeres, obtuvieron su título técnico.

Dichos estudios permiten a las personas comprender y abordar las diferentes formas de influencia del género en sus vidas y las sociedades. Además, mediante la investigación son capaces de identificar las desigualdades y desafiar las discriminaciones basadas en género, para garantizar una sociedad más justa e inclusiva.

Al acto asistieron autoridades universitarias, docentes del Instituto, así como los acompañantes de los graduandos. Cabe destacar que este programa técnico fue impartido de forma gratuita y de manera virtual durante ocho meses, equivalente a 526 horas certificadas.

Fanella Giusti, directora del IEM, resaltó que el técnico en Género y Políticas Locales, ha sido un esfuerzo colectivo que refleja la dedicación del Instituto con la formación de profesionales capaces de deliberar el cambio, promover la igualdad y equidad de género en sus comunidades. “Este conocimiento no solo beneficia a su desarrollo profesional, sino que impacta en positivo a la sociedad en su conjunto. Al entender y aplicar conceptos de igualdad de género, los graduados son capaces de enfrentar los retos sociales contemporáneos y contribuir al desarrollo de políticas públicas más inclusivas y equitativas.

Francisco González, rector de la UNA, indicó que esta ceremonia marca un importante avance en el compromiso de la UNA con la educación inclusiva y el desarrollo social, la equidad y justicia social. “Al incorporar una perspectiva de género obtenemos una comprensión más clara y, por lo tanto, un abordaje más efectivo de los desafíos comunitarios y así promover una verdadera inclusión sustentada en el ejercicio real de los derechos humanos», subrayó González.

Igualitaria e inclusiva

María Moreira, una de las estudiantes del curso, expresó que emprender este proyecto académico significó adentrarse en un nuevo camino de aprendizajes, el cual transformó por completo su vida y la de sus seres queridos. “Cada nuevo conocimiento nos inspira a creer en la posibilidad de construir un mundo más colaborativo, menos violento, más igualitario e inclusivo. Con orgullo puedo decir, que quienes completamos este técnico somos agentes de cambio, conscientes del poder transformador que poseemos”, agregó Moreira.

Shiley Molina, otras de las graduadas, comentó que el curso realizado ha sido un aliado en su trabajo al contar con mayores herramientas, desde una perspectiva de género y derechos humanos, que con visión más inclusiva.

Stephanie Vargas, también estudiante graduada, manifestó que el técnico contribuyó a reforzar sus conocimientos superiores en trabajo social, con un enfoque más dirigido a una población específica, por eso es que busqué este técnico en género. “Lo novedoso para mí fue el tema de políticas locales, cómo se trabaja y manejan las políticas públicas desde un gobierno local, este fue como el punto que mayor pudo enriquecer mi aprendizaje”, dijo Vargas.

Este es un programa colectivo que refleja el compromiso del IEM con la formación de profesionales capaces de liderar el cambio y promover la equidad de género en sus comunidades.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Costa Rica reúne a 170 especialistas en sismología de la región 

Costa Rica posee la red sismográfica más grande de América Latina, con la mejor tecnología y la mayor cobertura. Esta semana, 170 especialistas en sismología y estudiantes se reúnen en la V Asamblea de la Comisión Sismológica Latinoamericana y del Caribe.

La inauguración de esta actividad se llevó a cabo el pasado 25 de junio en el Hotel Radisson Costa Rica, con la intervención de Francisco González, rector de la UNA; Jorge Herrera, vicerrector de Investigación; Lilliam Quirós, decana de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar y Esteban Chaves, sismólogo del Ovsicori-UNA y coordinador del evento. 

Esta es una oportunidad, dijo Chaves, para hacer crecer nuestra región. “Tenemos que entender que la ciencia y el nuevo conocimiento que desarrollamos a través de nuestro trabajo no debe quedarse en el escritorio  ni en artículos científicos, sino que también debe trasladarse a la gente que más lo necesita, aquellos que son más vulnerables a la ocurrencia de terremotos, tsunamis, deslizamientos y erupciones volcánicas. Debemos tener presente que esta es y siempre debe ser nuestra labor dentro del área de la sismología”.

Para González, los investigadores no solo aportan conocimiento, sino pasión por el descubrimiento que inspira a nuestros estudiantes e impulsa esfuerzos de investigación innovadores. “Cada descubrimiento innovador que hacemos se traduce en publicaciones impactantes, y esto lo logramos gracias a la colaboración de las personas, investigadores con otras universidades e investigadores de otras latitudes. Nuestros científicos y científicas publican sus hallazgos en revistas de primer nivel dentro de sus respectivos campos, lo que claramente eleva nuestra reputación académica, pero sobre todo, contribuye significativamente a la construcción de una narrativa científica global en torno a las ciencias oceánicas y de manera particular, a las de la tierra sólida”

Como parte de la agenda se cubrirán diversos temas que incluyen: sismología, vulcanología, geofísica, geología, oceanografía, peligros geológicos, educación en geociencias, análisis de datos, nuevas tecnologías y mucho más. Además, antes de la asamblea se realizarán tres talleres sobre los siguientes temas: Tensor de momento regional, sensor acústico distribuido y métodos de aprendizaje automático y aprendizaje profundo aplicados a datos geofísicos.

“Tenemos que reconocer que el conocimiento adquiere valor cuando lo compartimos, cuando lo socializamos, cuando los datos que generamos pueden ser utilizados en otras latitudes o en trabajos conjuntos para generar nuevo conocimiento, cuando estamos claros que el conocimiento tiene un valor fundamental y que estamos llamados a contribuir al desarrollo de la diplomacia científica, entendiendo que el conocimiento tiene que ser la base para poder hacer una correcta toma de decisiones a nivel político; pero sobre todo, creo que tenemos que reconocer que la gran visión que tenemos las personas que hacemos ciencia y tecnología es poder ayudar a que el conocimiento que todos los días producimos genere una cultura científica, de forma tal que todas las personas puedan conocer y ser más sensibles y conscientes de los fenómenos físicos, naturales y químicos que estamos estudiando, y que ese conocimiento sirva para poder desarrollar capacidades en la construcción de una sociedad cada vez más resiliente”, subrayó Jorge Herrera, vicerrector de Investigación. 

Lilliam Quirós, destacó que el Ovsicori a través de su historia ha invertido gran cantidad de recursos en formar profesionales en universidades de gran prestigio de Europa, Estados Unidos y Asia. Además, “atrajo a jóvenes científicos de otras latitudes que hoy nos acompañan en la Universidad Nacional, y este aporte se traduce en proyectos, programas y actividades de investigación y extensión de gran calidad, acordes con su misión, con un enfoque interdisciplinario que permite mejorar y profundizar en su campo de conocimiento y que además genera y dibuja información oportuna y precisa, así como productos académicos de gran valor. Hoy día el Ovsicori cuenta con la base de datos más grande que tiene el país para realizar estudios de amenaza sísmica y amenaza volcánica, para el ordenamiento del territorio, y ejecuta novedosas investigaciones con el fin de mitigar el impacto futuro de los sismos y los volcanes en Costa Rica”.

Este encuentro, es organizado por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (Ovsicori-UNA), la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica (RSN-UCR) y la Comisión Sismológica Latinoamericana y del Caribe (Lacsc).

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Medio siglo de arte y cultura en la UNA

Con el objetivo primordial de profesionalizar a los artistas, el Cidea celebra 50 años de su fundación, una trayectoria que lo posiciona como referente de alto nivel en la región

En 1973 nace la Universidad Nacional, tan solo un año después, y bajo la idea del Padre Benjamín Núñez y el maestro Arnoldo Herrera, se celebraba la creación de la Escuela de Bellas Artes, adscrita a la Facultad de Filosofía y Letras, y conformada por con las secciones de Artes Plásticas, Danza, Música y Teatro.

Juan Carreras Jiménez fue quien asumió la primera dirección, le acompañaron Margarita Fuscaldo en Artes Plásticas, Elena Gutiérrez en Danza, Roger Wesby en Música, y Jean Moulaert en Teatro.

Con su trabajo y aporte, en 1979 las secciones se independizaron de la Facultad y en 1985 se consolidaron como el Centro de Investigación y Docencia en Extensión Artística (Cidea), que se conoce en la actualidad.

Según cuenta José Pablo Solís, decano del Cidea, las labores se inician en el Matadero de Santo Domingo, donde se empezó a generar una oferta diferenciadora, que incluye áreas como diseño, artesanías, danza, música, y en sus inicios literatura y poesía entre otros, sin embargo, cita Solís “hay una intervención sistemática dentro de la relación del concepto de cultura, arte y pedagogía artística”.

Conozca más de la fundación y el trabajo que se realiza en el Cidea, este jueves a las 2 p.m. en el auditorio Marco Tulio Salazar del Cide, donde darán inicio las actividades de celebración, en el marco del desarrollo del Festival Las Julias, organizado por la Escuela de Arte Escénico.

Durante los próximos meses se desarrollarán actividades desde las distintas actividades académicas que se anunciarán de manera oportuna, el acto de clausura se hará el 21 de noviembre con una gala que reunirá manifestaciones artísticas de todas las escuelas del Cidea, en el auditorio institucional Cora Ferro de la UNA.

Para más información sobre las actividades y eventos, visite el sitio web:  https://www.cidea.una.ac.cr/index.php

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Museo de Cultura Popular: primer inmueble universitario en recibir Escudo Azul de Unesco

  • Rector de la UNA destacó que desde la creación de esta Universidad se le encomendó la gestión de la cultura, lo cual se reafirma con este estandarte

UNA Comunica. 21 de junio de 2024. Quienes visiten la casona del Museo de Cultura Popular de la Universidad Nacional (UNA), en Barva de Heredia, podrán encontrar una placa sobre una base de madera, que contiene un estandarte reconocido por el derecho internacional humanitario y que se conoce como Escudo Azul.

Significa que, desde ese momento, el Museo estará protegido ante las amenazas suscitadas por conflictos bélicos o desastres naturales. El escudo lo entregó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La necesidad de ofrecer una protección especial sobre bienes materiales e inmateriales tuvo su antecedente en 1954, cuando, en la Convención de la Haya, se aprobó un tratado relativo a la protección del patrimonio cultural. Costa Rica, ratificó en 1988, dicho tratado internacional.

De esta manera, la casona del Museo se convierte en la vigésimo primera institución en el país que cuenta con este estandarte. Para el rector de la UNA, Francisco González, desde la promulgación de la ley 5.182, que dio vida a esta universidad, la voluntad del legislador fue encomendar la gestión de la cultura a esta casa de enseñanza, precepto que se convierte en realidad por medio de la labor del museo.

“El Museo de Cultura Popular surgió como resultado de proyectos de investigación y extensión que desarrollamos en la Universidad a inicio de la década de los noventa. Aquí fue fundamental el aporte de valiosos académicos como Georgina DiCarli, Mayela Solano, Carlos Naranjo, Antonio Castillo, Margarita Silva y muchas otras personas que forjaron la idea de crear un vínculo entre la universidad y la comunidad, por medio de este museo”, detalló González.

Desde entonces, manifestó el rector, el Museo ha sido hábitat de un diálogo continuo, un punto de encuentro y de manifestaciones culturales donde se da cabida a la historia y a la idiosincrasia del campesino costarricense. Aludió, incluso, a la inserción de un concepto llamado “nueva museología”, que refiere a esa conexión directa con la vida cotidiana.

Fue por medio de las gestiones que se llevaron a cabo desde la dirección del Museo y de la Escuela de Historia de la UNA, ante la dirección de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultural, que se recibió la noticia, el pasado 8 de mayo, de que la casona recibiría el Escudo Azul.

De acuerdo con Luis Pablo Orozco, director del Museo, se trata de la primera universidad en Costa Rica que recibe esta placa en una de sus instalaciones y el primero en el cantón de Barva. “Estamos convencidos del aporte y la responsabilidad social a partir de la labor de este museo, a sabiendas de que la reactivación del patrimonio cultural es un deber de prospectiva con las actuales y futuras generaciones para contribuir al fortalecimiento del tejido social”, resaltó Orozco, durante el acto de develación de la placa.

La viceministra de Cultura, Vera Beatriz Vargas, manifestó que “la historia ha dado un veredicto. Por todo lo que representa este museo, es un espacio significativo en donde se puede proteger el legado patrimonial del país. Desde el Ministerio de Cultura hacemos un recorrido por toda Costa Rica para determinar estos sitios que tienen este valor simbólico”, manifestó la jerarca.

El museo es universidad

Para la decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Marta Sánchez, el acto de develación del Escudo Azul revalida la sensibilidad hacia las problemáticas rurales que han guiado la labor de la UNA desde su fundación, hace 51 años.

Detalló que los primeros proyectos de investigación se enfocaron en el análisis de las problemáticas relacionadas con los conflictos agrarios, la distribución equitativa de la tierra y el desarrollo agropecuario. Luego, el enfoque de estudio se amplió hacia el abordaje de la cultura popular y el rescate de la memoria y fue allí donde surgió el proyecto que en principio se denominó Museo UNA, pero luego cambió a Museo de Cultura Popular. La casona abrió sus puertas al público en 1994.

La relevancia del tema generó que incluso en el Plan de Mediano Plazo Institucional de la UNA se incluyera un área estratégica relacionada con la cultura y el patrimonio, que integra a las escuelas de Sociología e Historia dentro de esa labor. “Sin duda alguna, el Museo es Universidad y nosotros somos garantes de ello”, amplió Sánchez.

Uno de los actores relevantes del proceso que concluyó con el otorgamiento del Escudo Azul es la Cruz Roja. Su presidenta, Dayanne Marenco, resaltó que esta institución, benemérita de la Patria y cercana a cumplir 140 años, surgió justamente en el contexto del desarrollo de conflictos armados. “Es ahí, en el marco del derecho internacional humanitario, que se enmarca la protección de bienes culturales”.

Durante la actividad estuvieron presentes, además, los alcaldes de los cantones de Barva y Heredia, Jorge Acuña y Ángela Aguilar, respectivamente, además de la embajadora Carmen Claramunt, presidenta honoraria de la Comisión Costarricense de Derecho Humanitario.

En presencia de las autoridades de la UNA, los gobiernos locales, el Gobierno de la República, estudiantes, niños y niñas, se develó la placa justo al pie de las gradas de entrada a la casona, que fuera del expresidente Alfredo González Flores y que hoy es fuente indispensable del conocimiento histórico, arquitectónico y cultural del país. 

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica