Por: Claudia Fonseca Sosa
Al informar a la prensa sobre cómo fue el transcurso de la ronda de conversaciones migratorias con Estados Unidos que sesionó este martes 15 de noviembre en La Habana, el viceministro cubano de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío dijo que la delegación cubana acogió con beneplácito el anuncio de la reanudación total de los servicios de visado de inmigrantes en la Embajada de los Estados Unidos en Cuba a partir del 4 de enero de 2023.
A la vez, reiteró la importancia de que se restablezcan completamente los servicios migratorios y consulares en la Embajada estadounidense en La Habana, en particular el procesamiento de visas de no inmigrantes.
Cuba recalcó también la importancia del cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales en su integralidad y no selectivamente, agregó Cossío.
Informó que las partes pasaron revista al cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales cuyo propósito es el compromiso mutuo de garantizar una migración regular, segura y ordenada, y que Cuba reafirmó su disposición a cumplir, como ha sido hasta ahora, con los compromisos establecidos.
Además, la parte cubana reiteró su preocupación por las medidas de estímulo a la migración ilegal que el Gobierno estadounidense mantiene vigentes.
Según refiere una nota de la Cancillería cubana publicada esta tarde, especial énfasis tiene en este estímulo el impacto negativo que el bloqueo económico de Estados Unidos y las medidas de reforzamiento extremo aplicadas desde 2019 ejercen sobre las condiciones socioeconómicas de la población cubana, factor que constituye un estímulo importante a la migración.
También constituyen estímulos el trato preferencial que reciben los cubanos que entran de manera ilegal en el territorio estadounidense y la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano.
La Cancillería informó que la delegación cubana recalcó que la migración irregular se asocia a las lamentables pérdidas de vidas, así como a otros fenómenos como el tráfico ilícito de migrantes, el fraude migratorio y la trata de personas.
Llamó la atención, asimismo, sobre el peligro que representa la actividad de organizaciones criminales que se dedican al tráfico de personas.
Durante su conferencia, el viceministro de Relaciones Exteriores señaló que esta es la segunda ocasión que delegaciones de ambos países se reúnen este 2022 para abordar temas migratorios y que el objetivo de estas conversaciones es evaluar e impulsar la implementación de los acuerdos bilaterales que existen con el propósito de impedir la migración ilegal, insegura y desordenada.
Ambas partes hemos constatado la vigencia e importancia de los acuerdos existentes, a la vez que hemos ratificado el compromiso con ellos. “También reconocimos los pasos dados en los últimos meses para asegurar la implementación efectiva de los acuerdos”.
Cuba reiteró la preocupación por las medidas de estímulo a la migración ilegal, entre las que destacan el trato privilegiado a los cubanos que llegan a la frontera de los EE.UU. y la vigencia y aplicación de la Ley de Ajuste Cubano, dijo Cossío.
Agregó que la parte cubana puso énfasis en el impacto del bloqueo económico y de las medidas de reforzamiento de este en los últimos años. “No hay duda de que una política dirigida a deprimir el nivel de vida de la población cubana constituye un estímulo directo a la emigración”.
También la delegación cubana señaló la necesidad de combatir prácticas criminales que ponen en riesgo la vida de las personas. “Insistimos en los peligros de la emigración irregular por vía marítima y sus graves riesgos en operaciones que, a veces, involucran a niños y personas de avanzada edad”.
Cossío reiteró que “es importante haber retomado el ejercicio de discutir, analizar de conjunto y evaluar la marcha de los acuerdos migratorios”, los cuales “son compromisos asumidos por ambas partes”.
Acotó que “en esta ocasión, se pudo realizar una evaluación más profunda de los pasos que se han dado desde abril hasta la fecha, como la reanudación de los servicios migratorios en La Habana, que se cumplió por parte de EE.UU. el compromiso del otorgamiento de las 20 000 visas anuales -ambas cosas incumplidas en el mes de abril-, que se anunció que a partir del 4 de enero próximo se van a restablecer totalmente los servicios migratorios en La Habana y se van a cerrar las operaciones en Guyana, así como evaluar el proceso de repatriación de los migrantes que se consideran inadmisibles”.
Recordó que “Cuba informó tiempo atrás al Gobierno de EE.UU. su disposición a recibir vuelos de deportados, y que resta ponernos de acuerdos en los términos y las condiciones para efectuar estos vuelos que ambas parten aspiran que tengan una regularidad”.
El vicecanciller dijo que “si bien el bloqueo y medidas de reforzamiento como la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo no formas parte de la agenda oficial de estas conversaciones migratorias, ambos son temas que constituyen un estímulo para la migración y no se puede ignorar esta realidad”.
La migración es un fenómeno universal y los motivos son diversos, desde guerras, fenómenos naturales, crisis económicas, disgusto con la realidad del país donde se reside, y hasta factores como la sobrepoblación…son temas comunes para todas las regiones, incluyendo América Latina y el Caribe, comentó Cossío, y agregó que “lo que es peculiar de Cuba es el factor exógeno, que es bloqueo de EE.UU., cuyo fin declarado es deprimir el nivel de vida de la población cubana”.
El fin del bloqueo es hacer la vida de cada cubano lo más angustiosa posible, por lo tanto se convierte en factor que uno no puede obviar cuando se consideran las motivaciones que provocan la emigración de Cuba hacia los EE.UU., dijo.
La lista de países patrocinadores del terrorismo es uno de las medidas que agrava el impacto del bloqueo, y no se trata solo de una calumnia contra Cuba, una designación totalmente injustificada de Cuba, sino que la presencia del país en esa lista -conforme la concibe el Gobierno de EE.UU.- conlleva acciones punitivas, argumentó.
“Es un alto costo que el país paga por la designación del Departamento de Estado, arbitraria y unilateral”, dijo, y por tanto, puede considerarse uno de los factores que influyen en los flujos migratorios de cubanos hacia EE.UU.
Sobre los contactos que han tenido lugar en los últimos meses entre entidades de diferentes ámbitos de los dos paíes, el viceministro de Relaciones Exteriores afirmó que “entre Cuba y EE.UU. existen relaciones diplomáticas y canales formales de comunicación, así como la capacidad de hablar sobre temas diversos”.
Mencionó que la semana pasada se realizaron topes entre las fuerzas Guardafronteras, el Departamento de Estado y la Cancillería cubana, el Departameno de Seguridad Interna y el Minrex, y “por tanto no se descartan otros encuentros en el futuro, no necesariamente asociados a las relaciones migratorias, que no dependan de las relaciones migratorias, sino del interés común y de la necesidad evidente de que dos países geográficamente cercanos, y con muchos temas en común, tengamos cooperación y diálogo”.
Representantes de Cuba y los Estados Unidos sostuvieron este martes en la capital cubana conversaciones migratorias bilaterales.
El viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío Domínguez presidió la delegación de la nación caribeña, y la subsecretaria adjunta de Estado del Buró de Asuntos del hemisferio occidental, Emily Mendrala presidió la delegación estadounidense.