Historias de liderazgo: documental sobre participación política de juventudes en Costa Rica

Compartimos el siguiente video producido por el Proyecto Juventudes Progresistas de la Fundación Friedrich Ebert titulado Historias de Liderazgo en Costa Rica y cuyo guion y dirección estuvo a cargo de Patricia Howell.

“En todos los conflictos sociales las juventudes han sabido estar en primera línea para defender la soberanía y los derechos humanos…

… hablamos de la lucha contra ALCOA el Combo del ICE y el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Hoy las juventudes costarricenses son parte de una evolución ideológica que se posiciona como progresismo político… y particularmente de rostro femenino, caracterizan las nuevas luchas sociales…

Este documental busca promover la conciencia de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde queremos ir…”

En el video Iris Navarrete Murillo, lidereza ALCOA, 1968 – 1970, habla sobre este contrato, el cual se pretendía hacer entre el gobierno de Costa Rica y dicha empresa, la cual estaba radicada en Pensilvania, Estados Unidos y se dedica a la explotación y producción de aluminio: “… a ellos les interesaba las tierras de Pérez Zeledón, por ser tierras muy ricas en bauxita. A mí me interesó la situación a raíz de que un amigo mío que estudiaba agronomía… me comentó el problema ambiental que iba a producir esta empresa. El Valle del El General iba a perder toda su belleza y su fertilidad a cambio de nada… No era conveniente que volviéramos a caer en la situación que se dio con las compañías bananeras y con el ferrocarril al Atlántico que se rigieron por contratos de ley… Y por otra parte la violación a la legislación costarricense era flagrante”. Es así como en el onceavo congreso universitario de la federación de estudiantes, Iris Navarrete presenta el documento explicando los alcances que tendría ese contrato y se empezó a tomar conciencia de manera colectiva del problema ante una figura jurídica que era inamovible. El 24 de abril de 1970 el Congreso aprobó ese contrato de ley, por lo que la gente se molestó bastante; la policía intervino de manera violenta y hubo muchos detenidos y gente golpeada. Finalmente, en la siguiente legislatura presentaron un proyecto para eliminar los contratos ley y así fue hecho.

Por otra parte, Eva Carazo Vargas, expresidenta de la FEUCR, activista contra el Combo del ICE, 1999 – 2000 nos habla sobre esta lucha “… desde allí (FEUCR) participamos junto con muchos otros sectores en la defensa del Instituto Costarricense de Electricidad frente a un proyecto de ley que buscaba poner los servicios de telecomunicaciones y de electricidad a funcionar bajo la lógica de mercado y no como derechos que había que garantizar a toda la población…” El Combo surgió de un proceso llamado Concertación Nacional, del que salieron tres proyectos de ley, uno de ellos modificaba la estructura institucional del ICE, otro abría las telecomunicaciones y un último la electricidad. Una vez que llegaron a la Asamblea Legislativa, ésta los unió en uno solo y así surgió el “Combo”, bajo el cual se promovía que el aparato público como tal, no funciona. El ICE, además de ser eficiente, “…representaba ese modelo universal y solidario en que los servicios se entendían como derechos y no como mercancías”. Es así como los integrantes de la FEUCR, quienes venían dándole seguimiento a este tema y se sentían responsables con la sociedad como miembros estudiantes de una universidad pública. La Asamblea Legislativa aprobó en comisión el “Combo” y es ahí cuando esa lucha se trasladó a las calles y creció la conciencia de los que implicaba este proyecto. En la lucha se involucró mucha gente, entre ellos comunidades rurales, territorios costeros y la estrategia utilizada en la lucha fue el bloqueo de carreteras en distintos y numerosos puntos del país; movilización callejera y marchas multitudinarias. En esta lucha la gente joven tuvo una participación protagónica gestada por movilizaciones masivas desde las federaciones estudiantiles de todas las universidades públicas y privadas. Finalmente, se llegó a un consenso para suspender las manifestaciones al mismo tiempo que el gobierno se comprometía a retirar de la corriente legislativa el proyecto de ley del “Combo”. “… la principal ganancia en ese momento fue detener el proceso de privatización y debilitamiento de la institución… nos habla de la posibilidad que tenemos para transformar la realidad cuando nos movilizamos intencionalmente para hacerlo”.

Por último, Andrea Alvarado Vargas, periodista, productora audiovisual, activista en la lucha contra el TLC, 2006 – 2007 nos habla al respecto: “El TLC era un Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos y tuvo tanta oposición nacional que se llevó a un referéndum, el primer referéndum en la historia de Costa Rica. Empezó a surgir un movimiento de manera muy orgánica, de personas que estudiaron ese Tratado de Libre Comercio y que empezaron a evidenciar que había tremendas desventajas en esa negociación, particularmente para Costa Rica frente a los Estados Unidos”. Una economía pequeña como la de nuestro país, negociando con una potencia mundial que posee prácticas desleales en cuanto al comercio. En ese momento muchas personas jóvenes se unieron a esta lucha social y se articularon con otros movimientos y lograron crecer en sus estrategias políticas, de divulgación, en comunicación y otros ámbitos. Los sectores que estaban a favor del TLC se encargaron de tejer una narrativa acompañada de una publicidad multimillonaria en torno al miedo al hacer creer que, si no se aprobaba el tratado, esto aumentaría el desempleo. “…Estoy convencida de que la lucha contra el TLC logró una articulación de movimientos sociales nunca vista en este país. Había un liderazgo propio en los movimientos estudiantiles con actividades propias, con agenda propia y con una visibilidad en ese momento de lucha social. …El movimiento de mujeres organizado y el movimiento feminista se vinculó desde un principio con la lucha contra el TLC. …nos dimos cuenta que a las mujeres también nos afectaba…”

 

Compartido con SURCOS por Marco Aguilar Badilla.