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Etiqueta: Simón Bolívar

194 aniversario del tránsito a la inmortalidad del Libertador de América

Trino Barrantes Araya
Correo-e: camilosantamaria775@gmail.com
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San José, martes 17 de diciembre de 2024

Saludos a todas y todos los presentes

Conmemoramos hoy, el 194 aniversario del LIBERTADOR DE AMÉRICA: Simón Bolívar Palacios. Es, precisamente en el año de 1813 que, el gobernador de Caracas, Cristóbal Mendoza, en nombre del pueblo venezolano, nombra a Simón Bolívar Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y le confiere el título de El Libertador.

Creo que, a las nuevas generaciones le corresponderá reivindicar a Bolívar desde: “la historia insurgente” y darle al “concepto de héroe” una nueva dimensión historiográfica.

Hoy, ante el fascismo que amenaza al mundo entero, es necesario agudizar la resistencia contra cualquier forma que asuma el imperialismo, el neoliberalismo, el colonialismo, a fin de establecer y buscar las formas de desarrollo inclusivo, autogestionario democrático y revolucionario

La biografía de un personaje histórico de la dimensión de Bolívar, no es el resultado fortuito del azar, por el contrario, es la suma de una serie de circunstancias causales que anticipan la razón del personaje, su condición de hombre, de época o de héroe.

Breve biografía

El Libertador, Simón Bolívar (24 de julio 1783- 17 de diciembre de 1830), ha sido una referencia fundamental en la historia de los países del norte y sur de América Latina. En esta región del continente, Bolívar es objeto de un culto desde antes de su muerte, culto que ha llevado a grupos a pelear por su recuerdo y su propiedad.

Sin embargo, esa representación de Bolívar no ha sido exclusiva de los llamados “países bolivarianos”; no, la persona de Bolívar también es parte de un culto al recuerdo del Libertador en Costa Rica, Centroamérica y México desde el siglo XIX.

Al estudiar el discurso festivo nacionalista de la fiesta de la independencia costarricense, encontramos cómo la figura Bolívar aparecía mencionada constantemente.

Bolívar en el ideario costarricense

En nuestro país se logra referenciar al LIBERTADOR, desde muy distintos ángulos. Su papel como emancipador del imperio español, es sin duda una de las características más hermosas de este acercamiento.

Por ejemplo, Vicente Herrera, secretario de Relaciones Exteriores de Costa Rica, en 1874, el señor Pedro Matarrita en 1892 en Nicoya; Marcelino Argüello en 1903, en Puriscal, guardan un culto e idealización muy sugerente hacia Simón Bolívar.

Lo anterior nos explica la razón porque muchos espacios geográficos, instituciones educativas e incluso hasta un zoológico, refieren a Simón Bolívar como parte de nuestra memoria cotidiana.

A finales de la segunda década del siglo pasado, en 1918, se buscó establecer una FIESTA dedicada permanentemente para rendir homenaje al Libertador. Aunque esta medida generó contradicciones en la intelectualidad costarricense, lo cierto es que el 24 de julio de 1920, el Congreso declaró el 24 de julio como día festivo en las escuelas en honor a Bolívar.

Algunos historiadores señalan al respecto que: “En el decreto se expresaba que Bolívar era una de las figuras “más descollantes de la Historia Americana” y que /…/ el día en que este hombre admirable vino al mundo nació la aurora de la libertad indo-española /…/ Ya el 24 de julio de 1921, el Diario de Costa Rica dedicó su primera plana a Bolívar e indicó: Le ha llegado a Costa Rica la hora de honrar la memoria del más ínclito de los sudamericanos: de perpetuar en una plaza la memoria de este genio que se llamó Simón Bolívar, honra y prez de América, orgullo de los pueblos iberoamericanos, admiración de la vieja Europa y exponente de la fusión de dos razas /…/ El 24 de julio de 1924, La Tribuna llamaba a Bolívar “la más grandiosa figura de la epopeya magna que fue la independencia de la América indohispana”.

Estatua de Simón Bolívar en el parque Morazán, en San José-Costa Rica. (Rafael PACHECO GRANADOS)

BREVE BIOGRAFÍA DEL LIBERTADOR

“…Ninguna biografía de Simón Bolívar podría ser completa sin revisar a profundidad y con sentido crítico “Las diferentes batallas”, de esta forma, tempranamente, el 15 de febrero de 1819, en el Congreso Constituyente de la Angostura, definía la unidad entre Colombia y Venezuela; sus alcances y ausencias como mantuano y revolucionario, el Bolívar amante, sin las memorias de imprescindible de Manuel Sáenz”. Una revisión crítica del Parte de guerra de la Batalla de Carabobo,24 de junio de 1821: “…ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República colombiana”; sus proclamas, la Carta de Jamaica, los escritos de Cartagena, le copiosa correspondencia y sus vivencias en Curazao, Haití; Jamaica y Europa. Desconocer la influencia de J.J. Rousseau, Humboldt, Simón Carreño, Simón Rodríguez. Su relación de amistad con O´Leary; de amor con María Teresa Rodríguez y Araiza del Toro y su estrecha relación con Manuela Sáenz (Rodríguez,1954). Las insólitas páginas de esta “suerte criolla de amor y pasión, política y tragedia, que son la vida y muerte” (Dieterich,1993: VII) de esos dos personajes.

Puerto Cabello y el 6 de agosto de 1813, la Campaña Admirable en Cúcuta, el Congreso de la Angostura, el grado de Capitán General de los Ejércitos de Venezuela que le ofreció Cristóbal Mendoza en 1813. Bárbula, San Mateo, la derrota de Boves, la Cabrera, Valencia, Aragua de Barcelona, Magueyes, Urica, el Pantano de Vargas (25 de julio 1819) y cientos de nombres, relatan la agenda de esas nuevas repúblicas que acaban de renacer…Pareciera que la marcha por la trocha del Páramo de Pisba, no se detuvo en el itinerario de la ruta antimperialista; los libertadores llegaron a Sacha, cubiertos sólo con sus armas, los “descamisados”, conjuntamente con el Libertador y su generales dejaban pronto la estafeta para que Hugo Rafael Chávez F., continuará el camino vivo de la libertad y la autodeterminación de su tierra querida. (Cfr. Calzadilla y otros,2021).

En su larga lucha por liberar 6 naciones y ser jefe de Estado de cinco de ellas, Bolívar cabalgó, según la historia 6500 km y libró más de 400 batallas. Por eso a su vida cotidiana las fechas del 7 de agosto de 1819, están estrechamente ligadas con Colombia y la batalla de Boyacá, el 24 de junio de 1821, la batalla de Carabobo nos remite inmediatamente a Venezuela, el 6 de agosto de 1825 a Bolivia, el 22 de junio al 15 de julio al Congreso Anfictiónico, pero también su vida está indisolublemente ligada a las cuatro repúblicas de Venezuela, correspondiendo la etapa de 1819-1830 al proyecto político de la Gran Colombia. (Rodríguez,1954:105)

El autor citado, Rodríguez Isaza, después de puntualizar una serie de hechos de un gran contenido épico, también sitúa como parte fundamental del proceso de la independencia de América del Sur del poder del imperio español, el papel jugado por José Antonio de Sucre, en el Ecuador, José de San Martín en el Perú y el carácter decisivo que imprimieron las batallas de Pichincha, Junín y Ayacucho, al desarrollo y triunfo de la revolución de independencia de las colonias españolas.

Simón Bolívar: Carta de Jamaica y Manifiesto de Cartagena

“…Yo soy, granadinos, hijo de la infeliz Caracas, escapado prodigiosamente de un medio de sus ruinas físicas y políticas /…/he venido a seguir aquí los estándares de la independencia” (1954:143

“… porque una parte de la estadística y revolución de América es conocida, me atrevo a asegurar que la mayor está cubierta de tinieblas y, por consecuencia, sólo se pueden ofrecer conjeturas más o menos aproximadas, sobre todo en lo relativo a la suerte futura y a los verdaderos proyectos de los americanos; pues cuantas combinaciones suministra la historia de las naciones… (-1815-,1973:9)

“…Barbaridades que la presente edad ha rechazado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos si constantes y repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades…” (Bolívar, -“1815”-1973:10)

“…el suceso coronará nuestros esfuerzos porque el destino de la América se ha fijado irrevocablemente; el lazo que la unía a la España está cortado…”(ídem)

“…porque los que antes pusieron un término a sus conquistas, los indómitos y libres araucanos, son sus vecinos y compatriotas; y su ejemplo sublime es suficiente para probarles que el pueblo que ama su independencia por fin la logra” (Bolívar,1973:11)

“En Nueva España había en 1808, según nos refiere el barón de Humboldt, 7 800 000 almas con la inclusión de Guatemala /…/ 16 millones de americanos defienden sus derechos o están oprimidos por la nación española…” (1973:13)

“…la felonía con que Bonaparte -dice Vd- prendió a Carlos IV y a Fernando VII, reyes de esta nación, que tres siglos aprisionó con traición a dos monarcas de la América Meridional, es un acto muy manifiesto de la retribución divina, y al mismo tiempo una prueba de que Dios sostiene la justa causa de los americanos y les concederá su independencia…” (1973:15).

Derechos del Hombre

Bolívar es un gran pensador. Su aporte en materia de derechos humanos es fundamental. Veamos algunas citas, pero iniciemos con este bello epígrafe:

“…¡Hombres que habéis abusado de los derechos más sagrados del pueblo por un sórdido y mezquino interés! Con vosotros hablo enemigos de la independencia y de la libertad…”

“… todos los nuevos gobiernos marcaron sus primeros pasos con el establecimiento de juntas populares. Estas formaron en seguida reglamentos para la convocación de congresos que produjeran alteraciones importantes. Venezuela erigió un gobierno democrático y federal, declarado previamente los derechos del hombre, manteniendo el equilibrio de los poderes y estatuyendo leyes generales en favor de la libertad civil, de imprenta y otras; finalmente se constituyó un gobierno independiente…” (Bolívar,1973:21)

“…que los derechos de gentes y de guerra, inviolables para los mismos infieles y bárbaros, debían serlo más para los cristianos, sujetos a un soberano y a unas mismas leyes; que los prisioneros no fuesen tratados como reos de lesa majestad ni se degollasen los que rendían las armas, sino que se mantuviesen en rehenes para canjearlos; que no se entrase a sangre y fuego en las poblaciones pacíficas…”

(Bolívar,1973:22)

“En el momento de salir para Chile las tropas de San Martín contaban con alrededor de cinco mil doscientos efectivos. A cada hombre lo tocaban dos mulas que cargaban vituallas y municiones. Con Antelación se había preparada gran cantidad de charqui, carne seca adobada con pimienta y tocino, mucha cebolla y ajo (su consumo previene contra el mal de la montaña), quesos, vinos y otros productos. El forraje fue calculado para quince días” (Lavretsky,1982:114-115). (Las negrillas no son del original).

BIBLIOGRAFÍA

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PÁGINAS WEB

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Lynch, J. (2006). Simón Bolívar. Recuperado de

https://es.book4you.org/book/5838202/0642dc

Cierre de los zoológicos estatales Simón Bolívar y Área de Conservación Santa Ana

El Director de Incidencia Política ABAAnimal, Juan Carlos Peralta Víquez invita a celebrar el cierre de los zoológicos estatales Simón Bolívar y Área de Conservación Santa Ana.

Celebramos el cierre de los zoológicos estatales Simón Bolívar y Área de Conservación Santa Ana. El 9 de marzo se dio el cierre definitivo de estos dos centros y a partir del 10 de marzo volvieron a la administración del Estado, iniciando el proceso de traslado de todos los animales a un Centro de Rescate de Vida Silvestre, para luego transportarlos a otros sitios de manejo de vida silvestre.

Un logro de estos refleja más de 30 años de lucha de diferentes sectores antiespecistas, ambientalistas, conservacionistas y animalistas. La lucha continuará para que se mejoren las condiciones de los zoológicos privados, como lo establece la Ley de Vida Silvestre.

Costa Rica celebra y da un paso más en la protección a la vida silvestre, pronto seremos uno de los pocos países sin zoológicos estatales. POR EL RESPETO A TODA FORMA DE VIDA, POR EL DERECHO A UN AMBIENTE SANO, UNA SOLA SALUD y UN VÍNCULO HUMANO ANIMAL SIN UTILITARISMO y EXPLOTACIÓN. 

Para más información sobre este tema puede dirigirse a la nota publicada por SURCOS el 24 de abril de 2024, con título “Preocupación por atención incierta de animales en zoológico y refugios” (https://surcosdigital.com/preocupacion-por-atencion-incierta-de-animales-en-zoologico-y-refugios/) o al Facebook de ABAA Asociación para el Bienestar y Amparo de los Animales (https://www.facebook.com/AsociacionABAA). 

 

Imagen ilustrativa.

Discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador en el 238 Aniversario del Natalicio de Simón Bolívar, desde el Castillo de Chapultepec

Respetables cancilleres y representantes de países hermanos de nuestra América:

Agradezco la presencia de Isabel Allende, gran escritora chilena que nos acompaña en este acto para homenajear al Libertador Simón Bolívar, recrear su proyecto de unidad entre los pueblos de América Latina y el Caribe, y apoyarnos en la historia para enfrentar mejor el presente y el porvenir.

Amigas y amigos todos,

Nacido en 1783, exactamente 30 años después que Miguel Hidalgo, Simón Bolívar decidió desde muy joven luchar por causas grandes, nobles y justas. Como el propio Hidalgo y como José María Morelos y Pavón, los padres de nuestra patria, el libertador Bolívar reunía virtudes excepcionales.

Simón Bolívar es un vivo ejemplo de cómo una buena formación humanista puede sobreponerse a la indiferencia o a la comodidad de quienes provienen de cuna fina. Bolívar pertenecía a una familia acomodada, de hacendados, pero desde niño fue educado por Simón Rodríguez, un pedagogo y reformador social que lo acompañó en su formación hasta que alcanzó un elevado grado de madurez intelectual y de conciencia.

En 1805, con apenas 22 años, en el Monte Sacro de Roma “jura en presencia de su maestro y tocayo no dar descanso a su brazo ni reposo a su alma hasta que haya logrado libertar al mundo hispanoamericano de la tutela española”.

Al igual que su padre, tenía vocación militar, pero al mismo tiempo era un hombre ilustrado y como solía decirse, de mundo, pues viajó mucho por Europa; vivió o visitó España, Francia, Italia, Inglaterra; hablaba francés, sabía de matemáticas, de historia, de literatura, pero no sólo era un hombre de pensamiento era también un hombre de acción.

Conocía el arte de la guerra y era al mismo tiempo un político con vocación y voluntad transformadora: sabía de la importancia del discurso, de la fuerza de las ideas, de la eficacia de las proclamas y era consciente de la gran utilidad del periodismo y la imprenta como instrumentos de lucha. Conocía el efecto que causaba la promulgación de leyes en beneficio del pueblo y, sobre todo, valoraba la importancia de no rendirse, de la perseverancia y de no perder nunca la fe en el triunfo de la causa por la que se lucha en bien de los demás.

En 1811, Bolívar se incorpora al ejército anticolonialista, bajo las órdenes de Francisco de Miranda, precursor del Movimiento Independentista. Poco después, ante titubeos de este militar, Bolívar toma el mando de las tropas y en 1813 inicia la liberación de Venezuela; poco antes, como escribe Manuel Pérez Vila, uno de sus biógrafos, los pueblos lo empezaron a llamar Libertador, “título que le confieren solemnemente, en octubre de 1813, la municipalidad y el pueblo de Caracas, y con el cual habría de pasar a la historia”.

En su lucha incansable por los caminos y los mares de América se entrelazan triunfos y derrotas; su campaña militar lo lleva a refugiarse en Jamaica y en Haití; de este pueblo, de Haití, y de su gobierno recibe en dos ocasiones apoyo para sus campañas, algo verdaderamente excepcional y un ejemplo de solidaridad y hermandad latinoamericana.

En 1819 entra triunfante a Bogotá y poco después se expide la Ley Fundamental de la República de Colombia. Este gran estado, la gran Colombia, creación del Libertador, comprendía las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá.

No todo fue fácil en su lucha: perdió batallas, enfrentó traiciones y, como en todo movimiento transformador o revolucionario, aparecieron las divisiones internas que pueden llegar a hacer hasta más que las contiendas contra los verdaderos adversarios.

En la lucha para liberar a los pueblos de nuestra América, Bolívar contó con el gran apoyo del general Antonio José de Sucre y en 1822 se encontró, en Guayaquil, Ecuador con el general José de San Martín, otro ilustre titán de la independencia sudamericana.

En ese entonces se constituyó la “República Bolívar” hoy Bolivia, y se consuma la independencia de Perú. Por cierto, en la costa de este país, a principios de 1824, Bolívar se enferma y a pesar de las malas noticias, por traiciones y derrotas, se cuenta que desde el butaque, la silla donde estaba sentado surgió la famosa exclamación: “¡Triunfar!”. Esta anécdota la hizo poesía el maestro Carlos Pellicer, quien lo admiraba con intensidad y vocación; dice el verso:

Señor don Joaquín Mosquera
de cierta villa, llegaba.
Apeóse de su mula
y al Libertador buscara.
Vieja silla de baqueta
en la pared reclinada
de una miserable casa;
sobre de ella el cuerpo triste
de Bolívar descansaba.
Abrazóle don Joaquín
con muy corteses palabras.
El héroe del Mundo Nuevo
apenas si contestaba.
Luego que el señor Mosquera
las penas enumerara,
le preguntó a don Simón:
“Y ahora, ¿qué va usté a hacer?”
“¡Triunfar!” El Libertador
respondió con loca fe.
Y fue sólido silencio
de admiración y de espanto…

Luego de este aciago momento, el Libertador vivió muchos otros de igual desdicha; el último tramo de su existencia está marcado por las constantes divisiones en las filas liberales, que llevaran incluso a que, en vísperas de su muerte, Venezuela se proclamara estado independiente de la Gran Colombia. El 17 de diciembre de 1830, el gran libertador Simón Bolívar cerró los ojos y ya no despertó.

Pero como los grandes hombres, cierran los ojos y se quedan velando, no se mueren del todo.

La lucha por la integridad de los pueblos de nuestra América sigue siendo un bello ideal. No ha sido fácil volver realidad ese hermoso propósito. Sus obstáculos principales han sido el movimiento conservador de las naciones de América, las rupturas en las filas del movimiento liberal y el predominio de Estados Unidos en el continente. No olvidemos que casi al mismo tiempo que nuestros países se fueron independizando de España y de otras naciones europeas, fue emergiendo en este continente la nueva metrópoli de dominación hegemónica.

Durante el difícil periodo de las guerras de independencia, inaugurado por lo general alrededor de 1810, los gobernantes estadounidenses, con óptica enteramente pragmática, siguieron los acontecimientos con sigiloso interés. Estados Unidos maniobró en diferentes tiempos conforme a un juego unilateral: cautela extrema al principio, para no irritar a España, Gran Bretaña, la Santa Alianza, sin obstaculizar la descolonización, que por momentos se veía dudosa; sin embargo, hacia 1822, Washington inició el reconocimiento rápido de las independencias logradas a fin de cerrar el paso al intervencionismo extracontinental, y en 1823, al fin, una política definida.

En octubre, Jefferson, progenitor de la Declaración de Independencia y convertido para entonces en una especie de oráculo, dio respuesta por carta a una consulta que sobre la materia le hiciera el presidente  Monroe. En un párrafo significativo, Jefferson dice: “Nuestra primera y fundamental máxima debería ser la de jamás mezclarnos en los embrollos de Europa. La segunda, nunca permitir que Europa se inmiscuya en los asuntos de este lado del Atlántico”. En diciembre, Monroe pronunció el famoso discurso en el que quedó delineada la doctrina que lleva su nombre.

La consigna de “América para los americanos” terminó de desintegrar a los pueblos de nuestro continente y destruir lo edificado, lo material, por Bolívar. A lo largo de casi todo el siglo XIX se padeció de constantes ocupaciones, desembarcos, anexiones y a nosotros nos costó la pérdida de la mitad de nuestro territorio, con el gran zarpazo de 1848.

Esta expansión territorial y bélica de Estados Unidos se consagra cuando cae Cuba, el último bastión de España en América, en 1898, con el sospechoso hundimiento del acorazado Maine en La Habana, que da lugar a la enmienda Platt y a la ocupación de Guantánamo; es decir, para entonces Estados Unidos había terminado de definir su espacio físico-vital en toda América.

Desde aquel tiempo, Washington nunca ha dejado de realizar operaciones abiertas o encubiertas contra los países independientes situados al sur del Río Bravo. La influencia de la política exterior de Estados Unidos es predominante en América. Solo existe un caso especial, el de Cuba, el país que durante más de medio siglo ha hecho valer su independencia enfrentando políticamente a los Estados Unidos. Podemos estar de acuerdo o no con la Revolución Cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento, es toda una hazaña. Puede que mis palabras provoquen enojo en algunos o en muchos, pero como dice la canción de René Pérez Joglar de Calle 13: “yo siempre digo lo que pienso”.

En consecuencia, creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba, merece el premio de la dignidad y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia, y pienso que por esa misma razón debiera ser declarada patrimonio de la humanidad.

Pero también sostengo que ya es momento de una nueva convivencia entre todos los países de América, porque el modelo impuesto hace más de dos siglos está agotado, no tiene futuro ni salida,  ya no beneficia a nadie. Hay que hacer a un lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de oponernos en forma defensiva.

Es tiempo de expresar y de explorar otra opción: la de dialogar con los gobernantes estadounidenses y convencerlos y persuadirlos de que una nueva relación entre los países de América es posible.

Considero que en la actualidad hay condiciones inmejorables para alcanzar este propósito de respetarnos y caminar juntos sin que nadie se quede atrás.

En este afán puede que ayude nuestra experiencia de integración económica con respeto a nuestra soberanía, que hemos puesto en práctica en la concepción y aplicación del Tratado económico y comercial con Estados Unidos y Canadá.

Obviamente, no es poca cosa tener de vecino a una nación como Estados Unidos. Nuestra cercanía nos obliga a buscar acuerdos y sería un grave error ponernos con Sansón a las patadas, pero al mismo tiempo tenemos poderosas razones para hacer valer nuestra soberanía y demostrar con argumentos, sin balandronadas, que no somos un protectorado, una colonia o su patio trasero. Además, con el paso del tiempo, poco a poco se ha ido aceptando una circunstancia favorable a nuestro país: el crecimiento desmesurado de China ha fortalecido en Estados Unidos la opinión de que debemos ser vistos como aliados y no como vecinos distantes.

El proceso de integración se ha venido dando desde 1994, cuando se firmó el primer Tratado, que aun incompleto, porque no abordó la cuestión laboral, como el de ahora, permitió que se fueran instalando plantas de autopartes del sector automotriz y de otras ramas y se han creado cadenas productivas que nos hacen indispensables mutuamente. Puede decirse que hasta la industria militar de Estados Unidos depende de autopartes que se fabrican en México. Esto no lo digo con orgullo sino para subrayar la interdependencia existente. Pero hablando de este asunto, como se lo comenté al presidente Biden, nosotros preferimos una integración económica con dimensión soberana con Estados Unidos y Canadá, a fin de recuperar lo perdido con respecto a la producción y el comercio con China, que seguirnos debilitando como región y tener en el Pacífico un escenario plagado de tensiones bélicas; para decirlo en otras palabras, nos conviene que Estados Unidos sea fuerte en lo económico y no sólo en lo militar. Lograr este equilibrio y no la hegemonía de ningún país, es lo más responsable y lo más conveniente para mantener la paz en bien de las generaciones futuras y de la humanidad.

Antes que nada debemos ser realistas y aceptar, como lo planteé en el discurso que pronuncié en la Casa Blanca en julio del año pasado, que mientras China domina 12.2 por ciento del mercado de exportación y servicios a nivel mundial, Estados Unidos solo lo hace en 9.5 por ciento; y este desnivel viene de hace apenas 30 años, pues en 1990, la participación de China era de 1.3 por ciento y la de Estados Unidos de 12.4 por ciento. Imaginemos si esta tendencia de las últimas tres décadas se mantuviera, y no hay nada que legal o legítimamente pueda impedirlo, en otros 30 años, para el 2051, China tendría el dominio del 64.8 por ciento del mercado mundial y Estados Unidos entre el 4 y 10 por ciento; lo cual, insisto, además de una desproporción inaceptable en el terreno económico, mantendría viva la tentación de apostar a resolver esta disparidad con el uso de la fuerza, lo que nos pondría en peligro a todos.

Podría suponerse de manera simplista que corresponde a cada nación asumir su responsabilidad, pero tratándose de un asunto tan delicado y entrañable, con respeto al derecho ajeno y a la independencia de cada país, pensamos que lo mejor sería fortalecernos económica y comercialmente en América del Norte y en todo el continente. Además, no veo otra salida; no podemos cerrar nuestras economías ni apostar a la aplicación de aranceles a países exportadores del mundo y mucho menos debemos declarar la guerra comercial a nadie. Pienso que lo mejor es ser eficientes, creativos, fortalecer nuestro mercado regional y competir con cualquier país o con cualquier región del mundo.

Desde luego esto pasa por planear conjuntamente nuestro desarrollo; nada del dejar hacer o dejar pasar. Deben definirse de manera conjunta objetivos muy precisos; por ejemplo, dejar de rechazar a los migrantes, jóvenes en su mayoría, cuando para crecer se necesita de fuerza de trabajo que, en realidad, no se tiene con suficiencia ni en Estados Unidos ni en Canadá. ¿Por qué no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio? Y en el marco de este nuevo plan de desarrollo conjunto deben considerarse la política de inversión, lo laboral, la protección al medio ambiente y otros temas de mutuo interés para nuestras naciones.

Es obvio que esto debe implicar cooperación para el desarrollo y bienestar en todos los pueblos de América Latina y el Caribe. Es ya inaceptable la política de los últimos dos siglos, caracterizada por invasiones para poner o quitar gobernantes al antojo de la superpotencia; digamos adiós a las imposiciones, las injerencias, las sanciones, las exclusiones y los bloqueos.

Apliquemos, en cambio, los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias. Iniciemos en nuestro continente una relación bajo la premisa de George Washington, según la cual, “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”.

Estoy consciente que se trata de un asunto complejo que requiere de una nueva visión política y económica: la propuesta es, ni más ni menos, que construir algo semejante a la Unión Europea, pero apegado a nuestra historia, a nuestra realidad y a nuestras identidades. En ese espíritu, no debe descartarse la sustitución de la OEA por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador a petición y aceptación de las partes en conflicto, en asuntos de derechos humanos y de democracia. Es una gran tarea para buenos diplomáticos y políticos como los que, afortunadamente, existen en todos los países de nuestro continente.

Lo aquí planteado puede parecer una utopía; sin embargo, debe considerarse que sin el horizonte de los ideales no se llega a ningún lado y que, en consecuencia, vale la pena intentarlo.

Mantengamos vivo el sueño de Bolívar.

Muchas gracias.

Castillo Chapultepec, Ciudad de México, 24 de julio de 2021

 

Fuente: https://lopezobrador.org.mx/2021/07/24/discurso-del-presidente-andres-manuel-lopez-obrador-en-el-238-aniversario-del-natalicio-de-simon-bolivar-desde-el-castillo-de-chapultepec/

Homenaje A Carlos Lanz: Ideario Bolivariano

Lic. José A. Amesty R.

En homenaje y reconocimiento al camarada y profesor Carlos Lanz Rodríguez, artífice de la Formación Sociopolítica, conjuntamente con un equipo interdisciplinario, quienes nos dimos a la tarea de Facilitar los Talleres de Formación Sociopolítica, por todo el territorio venezolano, compuesta por varios Ejes Temáticos, y continuamos este recorrido por ellos con el de Ideario Bolivariano.

Presentación del Eje Temático

Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica, se inscribe en todos los temas desarrollados por el programa de Formación Sociopolítica y este pretende llegar a cada compatriota haciendo una puesta en común de lo que ha significado la heroica resistencia de nuestros pueblos indígenas y afrodescendientes, así mismo los planteamientos recogidos en el Bolivarianismo Revolucionario, el Cristianismo Liberador y la lucha armada revolucionaria de los años 60 y 70, más las luchas del movimiento popular venezolano de los últimos años. Igualmente este cuaderno, rescata la vigencia del árbol de las tres raíces, en las ideas de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, como fundamento filosófico de la Revolución Bolivariana. Por último se caracteriza la democracia representativa como el modelo político de dominación, ante esta se dan a conocer las respuestas construidas por el movimiento popular venezolano, que alcanzan su máxima expresión con el triunfo electoral del Presidente Chávez.

Contenido

El Eje Temático Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica desarrolla un conjunto de elementos los cuales se recogen en:

  • Herencia Histórica Libertaria:
    1. Resistencia Indígena.
    2. Resistencia Afroamericana.
    3. Bolivarianismo Revolucionario.
    4. Cristianismo Liberador.
    5. Resistencia Armada Revolucionaria de los 60 y 70.
    6. La lucha del Movimiento Popular.
  • Árbol de las tres Raíces:
  1. Simón Rodríguez (Samuel Robinson).
  2. Simón Bolívar.
  3. Ezequiel Zamora.
  • Desmoronamiento de la Democracia Representativa.
  • Reacción Anti-Bolivariana y Contraofensiva Popular.
  • La Lucha Bolivariana Continúa.

Ideario Bolivariano, Proceso Popular y Coyuntura Histórica

La historia político social de los pueblos latinoamericanos, recoge un conjunto de hechos, vivencias y experiencias de rebeldía en contra de las imposiciones externas. Formamos parte de un Sub Continente que fue sistemáticamente violentado por los europeos a partir de la invasión (nunca descubrimiento) que inicio el almirante Colón a partir de 1492, a estas tierras que luego llamaron América. En correspondencia con las ideas de uno de los grandes pensadores de nuestra América, como lo es el maestro Simón Rodríguez, creemos en la necesidad de desarrollar ideas y organizaciones originales, contextualizadas con nuestra realidad. En este orden asumimos, lo que el movimiento popular ha venido construyendo, sobre el conjunto de ideas y postulados, que le han dado vida a los procesos populares revolucionarios a lo largo y ancho de Latinoamérica y el Caribe, considerando los principales personajes históricos de la resistencia. Es un esfuerzo conciente por cohesionar un proceso político que integre la diversidad de las corrientes revolucionarias. Esta Herencia Histórica Libertaria se alimenta de 6 fuentes las cuales son:

La Resistencia Indígena

Desde el mismo momento que los invasores Europeos llegaron a Abya-yala (Tierra En Plena Madurez) como llamaban los indígenas Kuna de Panamá al Continente Americano, los pueblos aborígenes emprendieron una brava resistencia contra la dominación extranjera en sus territorios, expresada en diferentes formas. Estas rebeliones fueron las primeras expresiones de lo que hoy se conoce como Guerra Asimétrica. Los europeos contaban con una superioridad militar que fue enfrentada valientemente durante cientos de años a través de las distintas maneras de resistencia por parte de los aborígenes. La resistencia indígena tiene ya 513 años en el Continente manifestándose de diversas maneras, siendo las más relevantes actualmente el levantamiento armado de Chiapas en México, las luchas de los indígenas en Ecuador y Bolivia, sin olvidar las heroicas gestas de resistencia, como las de Tupac Amarú en Perú, Montezuma en México y en el caso Venezolano, destacamos el coraje de nuestros caciques Guaicaipuro, Tamanaco, Chacao, Baruta, Aramaipuro, Aricabuto, Tiuna, Guaicamacuto, Arichuna, Guaratari, Queipa, Catia, Cayaurima, Chicuramay, Cuaicurian, Conopaima, Sorocaima, Mamacurri, Guarauguta, Manaure, mara, Maracay, Meregote, Murachi, Naiguata, Paisana, Paramacay, Paramaconi, Pariata, Maiquetia, Terepaima, Yaracuy, Yare, Yavire, Paramaiboa, Pariaguan, Yoraco, Prepocunate, entre otros muchos que todavía hoy nos siguen inspirando con su ejemplo de entrega y valentía.

La Resistencia Afroamericana

Luego de ser secuestrados en diversos lugares del África Sub-Sahariana y obligados a trabajar como esclavos en América, los africanos y sus descendientes desarrollaron múltiples formas de resistencia frente a la salvaje explotación que les fue impuesta por españoles, ingleses, franceses y portugueses. Estas formas de resistencia son denominadas “Cimarronaje” y se definen como el conjunto de acciones que abierta o encubiertamente realizaban los esclavizados para rebelarse frente a la explotación de los esclavistas. El Cimarronaje logró desarrollar espacios libertarios en distintos puntos geográficos del Continente, que con diferentes denominaciones: Cumbes, Palenque, Quilombos, eran áreas donde se consolidaron relaciones de ayuda mutua y cooperación al margen de la sociedad esclavista.

Entre los Cumbes (organizaciones de resistencia afro) que se conocen en Venezuela, podemos nombrar: el Cumbe de Ocoyta liderizado por el negro Miguel (Barlovento), el de Cata (Aragua), el de Yaracuy liderizado por el Negro Andresote, así mismo es preciso destacar la extraordinaria lucha liderizada por José Leonardo Chirino, quién logró estructurar un movimiento libertario y desde las serranías de Coro proclamó la necesidad de construir una República de iguales en el año 1795. Este extraordinario aporte ha sido históricamente ignorado, pero hoy, luego de múltiples acciones de los Afrodescendientes venezolanos, el Gobierno Bolivariano ha decretado el 10 de Mayo (fecha del levantamiento de José Leonardo) como Día de la Afro Venezolanidad, igualmente es notorio la existencia en Brasil del Quilombo de Palmares, el cual tuvo una duración de casi cien (100) años y contó con todo un sistema integral que incluía ejércitos de defensa, escuelas, producción Agrícola y Pecuaria.

El Bolivarianismo Revolucionario

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios fue un gran visionario, con sus planes patriotas atrajo a los afrodescendientes, a los mestizos y a los valerosos llaneros a luchar hasta alcanzar la libertad y la igualdad. Las batallas emancipadoras se convirtieron en una GRAN REVOLUCIÓN que incluso amenazaron con subvertir el orden en todo el Continente. El proyecto encabezado por Bolívar fue original y tuvo su concreción en la República de Colombia, así como en sus intentos por unificar los países hispanoamericanos cuando celebró el Congreso Anfictiónico de Panamá. Retomamos de Nuestro Libertador que la patria es la América toda, la conformación de una gran nación gloriosa, mas por su libertad que por sus riquezas.

El Cristianismo Liberador

La invasión española llegó a nuestras tierras espada en mano, con la bendición de la Iglesia Católica Romana de la época, imponiéndole a los pueblos indígenas, a sangre y fuego, la religión católica. Algo similar ocurrió en Norteamérica, donde los invasores ingleses, impusieron a la fuerza, el protestantismo. A pesar del éxito de ese proyecto de dominación religiosa, hoy tenemos que afirmar, que la fuerza liberadora del Evangelio de Jesús de Nazaret, levantó en muchos lugares de América (la Patria Grande), hombres y mujeres que desde las Iglesias, Parroquias, Comunidades de Base y Grupos clandestinos, dieron sus vidas, a favor de las luchas de los pueblos.

En la Iglesia Católica, en los Concilios de Puebla-México y Medellín-Colombia, y en la Iglesia Evangélica con el nacimiento del Consejo Latinoamericano de Iglesias en Asamblea Continental, en Oaxtepec-México, se hizo presente esa herencia histórica libertaria. Esto obligó a las respectivas jerarquías religiosas, a trabajar el tema de la OPCION POR LOS POBRES y asumir posturas a favor de la libertad de los pueblos. Toda esta lucha de cristianos y cristianas en este Continente, dio pie al nacimiento de la Teología de la Liberación, teología que desde la Biblia y con el auxilio de las ciencias sociales, promovió la concientización, la relectura bíblica, la renovación litúrgica, en procura de la libertad de los pueblos oprimidos.

En Venezuela, la Teología de la Liberación, tuvo su eco en la labor de cristianos y cristianas, comprometidos y comprometidas quienes gastaron sus vidas, apoyando las diferentes manifestaciones de rebeldía de sectores del pueblo. Líderes de la talla de Juan Torcate, Dionisio Méndez, Exeario Sosa Luján, Oscar Fréitez, Juan Vives Suriá, Migda Mazuera, Ramón Castillo, dejaron huellas en esta historia. Además de sectores de la Iglesia Católica, rescatamos el aporte de gente de la Iglesia Presbiteriana y de Iglesias como la Unión Evangélica Pentecostal Venezolana, en cuya sede, Escuela Bender, en La Piedad, Lara, nació el Grupo CALEB, de trayectoria revolucionaria y desde donde sistematiza el Prof. Carlos Lanz R. el Método INVEDECOR.

La Resistencia Armada Revolucionaria de los años 60 y 70

Constituye un nuevo momento de la resistencia popular en Venezuela y una respuesta directa a los gobiernos reformistas, practicantes de la democracia representativa de la burguesía (clase social dueña del poder económico y político). Los modelos capitalistas sobreviven gracias a la aplicación de la violencia en lo económico, cultural y social para garantizar la dominación, bien sea a través de tiranías militares o de la democracia representativa. La lucha armada surge como una respuesta en legítima defensa, utilizada por algunos sectores del pueblo venezolano para desarrollar la contra-violencia, la cual se resume en el enfrentamiento de grupos políticos alzados en armas contra las fuerzas militares que defendían el orden social injusto, que imponía el aparato burgués. La lucha de los años 60 alimenta la conciencia entre los trabajadores urbanos, campesinos y los estudiantes y conduce a plantear una alternativa frente a la democracia representativa, este es el principal aporte político que la resistencia armada hace al movimiento popular.

El conjunto de los elementos esbozados ha posibilitado el surgimiento de una conciencia clasista y revolucionaria, no solo en Venezuela sino también en el resto del Continente Americano por medio de los distintos colectivos que asumieron la lucha armada (Guerra de Guerrillas). Los grupos de poder en Venezuela produjeron cientos de torturados, un gran número de desaparecidos y asesinados, entre los cuales podemos citar a Jorge Rodríguez (Liga Socialista), el catire Rincón y los 72 combatientes del frente Américo Silva masacrados en Cantaura, Noel Rodríguez, Fabricio Ojeda (PRV-FALN), Alberto Lovera (PCV), y los masacrados de Yumare (1986), igual situación se presentó en países como Brasil, Uruguay, Colombia, Perú, Nicaragua, El Salvador, Argentina, Chile y otros pueblos del continente. Es bueno señalar que estas luchas contaron con la poesía revolucionaria de los cantores populares, en nuestro caso hay que resaltar el extraordinario aporte del “panita” cantor del pueblo Alí Primera, cuyas canciones fueron y siguen siendo alimento espiritual para los sectores populares que impulsan constantemente la creación de una sociedad más justa y más solidaria.

El Árbol de las Tres Raíces

“si perdemos de vista nuestro árbol, nos quedaremos un día sin la flor en la mano”

 Alí Primera

El proyecto de la Revolución Bolivariana tiene su sustentación filosófica en el llamado árbol de las tres raíces, desarrollado por un grupo de militares venezolanos que en los años ochenta (80) crearon clandestinamente un movimiento de carácter revolucionario y bolivariano, fundamentado en las ideas de tres grandes venezolanos: Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora. Citaremos brevemente los aspectos centrales considerados para la construcción de este árbol:

Simón Bolívar: es sin duda la raíz principal de este árbol, fue el hombre que impulsó el desarrollo de la guerra justa, es decir, la guerra que no tenía otra pretensión que lograr la libertad, la igualdad y la justicia. Esta iba contra la dominación extranjera del territorio, fue Bolívar el hombre que pudo desprenderse del beneficio propio para lograr el beneficio de las mayorías. El pensamiento bolivariano define el carácter Latinoamericanista del proyecto a desarrollar, pone de relieve la necesidad una vez más de lograr la independencia política no solo de Venezuela, también de los países latinoamericanos y caribeños. Esto explica por qué desde su llegada al poder, el Presidente Chávez, no ha dejado de impulsar el desarrollo de una conciencia revolucionaria más allá de nuestras fronteras. El legado de Bolívar hace comprender la entrega total, el desprendimiento y nuestro papel en este momento histórico cuando en Venezuela se conduce un proceso de cambios y grandes transformaciones. Dicho proceso es llamado Bolivariano, justamente por encontrarnos con los sueños grandiosos de nuestros héroes, que son los mismos sueños que hoy procuran los pueblos deseosos de igualdad, de unión y libertad.

Simón Rodríguez: conocido también con el seudónimo de Samuel Robinson, además de haber sido el maestro del Libertador, tiene muchos méritos, entre ellos el de consagrar la educación para todos los hombres y mujeres de Venezuela, independientemente de su posición económica u origen étnico, quedando testimoniado en una frase suya que dice “Escuela para todos, porque todos son Ciudadanos”. Es el maestro Simón Rodríguez quien plantea la necesidad imperiosa de crear un modelo político propio de nuestra sociedad, que no copie viejos modelos venidos de otras tierras y que más bien conozca de lo existente en otras latitudes no para copiarlo sino para tenerlo en cuenta a la hora de enriquecer lo nuestro.

“La América española es original. Originales han de ser sus Instituciones y sus gobiernos y originales los medios de fundar unos y otros. O inventamos o erramos” Simón Rodríguez.

Esta idea robinsoniana fundamenta, sin duda, el carácter originario de la Revolución Bolivariana. Muchas veces los enemigos del proceso han señalado que “Venezuela marcha hacia el Castro-Comunismo”, y otras falsedades para descalificar las iniciativas del gobierno, pero la realidad demuestra que estamos desarrollando un modelo político de participación popular que no es la copia de ninguna otra experiencia y que por el contrario cuenta con formas de hacer política convertidas en referencia para el resto de los países del mundo. Ejemplo de ello es haber elaborado una constitución que fue aprobada por el pueblo en Referéndum Nacional y que además contiene la posibilidad de revocar el mandato a cualquier funcionario o funcionaria que haya sido electa o electo popularmente y que no cumpla satisfactoriamente su trabajo.

Ezequiel Zamora: Conocido como el general del pueblo soberano, Zamora y su pensamiento son la tercera raíz de este árbol. Zamora retoma la bandera de Bolívar y lideriza la Guerra Federal, treinta años después de la muerte del Libertador, en claro enfrentamiento con la oligarquía que quiso truncar el sueño bolivariano. La lucha de Zamora fue la lucha por una redistribución de la tierra, “Tierras y Hombres Libres” fue su consigna principal que encontró un masivo apoyo en los habitantes del campo que para ese entonces era la mayoría del pueblo Venezolano. Por su parte el sector minoritario que ejercía el dominio fue claramente identificado por Zamora como el enemigo a vencer, “Horror a la Oligarquía” repetía continuamente. Nuestro proceso se nutre del pensamiento Zamorano para establecer que los cambios se harán con los sectores populares, es decir para el beneficio de ese 80% de venezolanos y venezolanas que han estado históricamente excluidos y excluidas del acceso a la riqueza nacional, por esta razón el gobierno Bolivariano desarrolla una política social incluyente, que se expresa en las Misiones Robinson, Ribas, Sucre, Vuelvan Caras, Barrio Adentro, Mercal, Guaicaipuro, Piar, Miranda, Identidad, Cultura y otros programas sociales. La ley de tierras y desarrollo agrario ha sido el instrumento legal empleado para enfrentar el latifundio y favorecer a los campesinos y campesinas, este hecho ha producido un enfrentamiento frontal con los descendientes de la oligarquía, que en su tiempo enfrentó Zamora.

El Desmoronamiento de la Democracia Representativa

Una vez terminado el gobierno de Pérez Jiménez, el pueblo depositó sus esperanzas en un sector político representado por AD, COPEI y URD quienes rápidamente traicionaron la confianza popular, firmando el “Pacto de Punto Fijo” que se convierte en el instrumento que garantiza la alternabilidad del poder entre estos partidos. El pueblo venezolano se dio cuenta pronto que los gobiernos surgidos a partir de 1958 no significaron cambios importantes en la vida de las grandes mayorías, por el contrario los periodos de AD y COPEI favorecieron el crecimiento de la pobreza. Además impulsaron el enriquecimiento ilegal del sector político dominante y de ciertos grupos económicos que se hicieron muy poderosos utilizando el dinero del Estado como principal fuente de financiamiento, entre esos grupos económicos podemos citar: El grupo Cisneros, Mendoza y sus empresas Polar, 1BC de Granier, Lares y Phels, La Cadena Capriles, el Bloque De Armas, entre otros. Debemos señalar que los distintos gobiernos de E.U.A. mantuvieron sin cuestionamientos excelentes relaciones con todos los gobiernos adecos y copeyanos, ya que estos no representaban peligro alguno para sus intereses económicos y políticos, por el contrario brindaron condiciones favorables para el desarrollo de estrategias vinculadas a la política exterior estadounidense. De esta manera se articuló un trío (partidos políticos, grupos económicos, y gobiernos de EUA) que se apoyaron mutuamente durante 40 años trayendo consecuencias terribles para la sociedad venezolana, entre las que podemos citar:

  1. Empobrecimiento del 80% de la población.
  2. Abandono del campo y la actividad agrícola.
  3. Concentración de la población en el eje norte costero del país.
  4. Corrupción generalizada de la clase política y económica.
  5. Pérdida de credibilidad de la población en la clase política.
  6. Exclusión de la población en los asuntos públicos.
  7. Concentración de la riqueza en muy pocas manos.

Ahora bien, durante todos esos años de gobiernos puntofijistas el pueblo venezolano, guiado por el espíritu de nuestra herencia histórica libertaria, desarrolló diversas formas de resistencia, que se expresaron no sólo por la vía armada entre los años 60 y 70, cuyo aporte hay que reivindicar, sino a través de múltiples experiencias organizativas concretas en el medio rural y urbano, algunas de las cuales nos permitimos citar:

  1. El estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989, como consecuencia del paquete de medidas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que pretendió aplicar el segundo gobierno de CAP (Carlos Andrés Pérez). Esto dio origen a la rebelión de amplios sectores populares tomando por asalto los comercios que tenían acaparados numerosos productos de primera necesidad. Ante esto el gobierno activó la más terrible represión militar realizada en Venezuela causando la muerte de miles de compatriotas amparada en el silencio cómplice de los medios de comunicación e instancias internacionales, tales como la O.E.A. (Organización de Estados Americanos), Human Right Watch, entre otras.
  2. El Resurgimiento del Movimiento Estudiantil, que más allá del reclamo de sus reivindicaciones habituales tomó el escenario junto a otros sectores populares ejerciendo la “Democracia de la Calle”, promoviendo de manera efectiva la subversión social y política ante gobiernos que negaban constantemente los derechos humanos a las grandes mayorías.
  3. El Resurgimiento del Movimiento Obrero: Expresado en un sindicalismo de nuevo tipo que se hizo presente en el sector textil del Estado Aragua y en los llamados Matanceros de las Empresas Básicas de Guayana, quienes con el denominado nuevo sindicalismo logran dirigir el sindicato más grande del país (SUTISS) acumulando una importante fuerza social.
  4. Las Rebeliones Militares del 4-Febrero y del 27-Noviembre de 1992: Mientras en las calles el movimiento popular se organizaba de diversas maneras, en nuestros cuarteles un grupo de jóvenes oficiales formaron un movimiento clandestino (MBR-200 Movimiento Bolivariano Revolucionario, en conmemoración al Bicentenario del Natalicio del Libertador), que adelantó una rebelión contra el gobierno de CAP, quien a pesar del estallido social del 27 y 28 de febrero de 1989, insistió en la aplicación del paquete neoliberal. Esta rebelión no logró sus objetivos inmediatos, pero alcanzó un éxito político sin precedentes, ya que el Comandante Chávez asumió plenamente la responsabilidad de lo ocurrido y logró en una breve intervención televisiva (en vivo) el respeto y la admiración de la mayor parte del pueblo venezolano. Este hecho significó la conexión inmediata entre el discurso político del Comandante Chávez y el pueblo venezolano, a partir de entonces distintos actores políticos como el ex presidente Rafael Caldera y el entonces diputado Aristóbulo Istúriz, hacen una interpretación pública de las razones que originaron el levantamiento militar, lo cual los impulsa a ambos al logro de importantes posiciones en la vida política venezolana; en el caso de Caldera logra incluso volver a la Presidencia de la República, canalizando el descontento popular con los partidos tradicionales, a pesar de su origen social cristiano y su responsabilidad directa en el desarrollo de la democracia representativa.

Hay que señalar que Rafael Caldera utilizó oportunistamente el descontento popular, logrando reunir a su alrededor a buena parte de los grupos minoritarios de la izquierda y algunas expresiones “renovadas” de los viejos partidos, alianza esta que se conoce con el nombre de “chiripero”, que finalmente no fue más que otra decepción para los sectores populares ya que se siguió aplicando políticas neoliberales que tanto se le cuestionaron al gobierno C.A.P. Por su parte Aristóbulo Istúriz y su partido Causa R, lograron avivar la esperanza de los sectores populares caraqueños al obtener el triunfo en la principal Alcaldía del país, en este caso el Prof. Istúriz, canalizó el descontento de las mayorías por su vinculación directa y real con las luchas gremiales y sociales del pueblo caraqueño.

Luego de la salida del Comandante Hugo Chávez de la prisión en 1994, este inicia un recorrido a lo largo y ancho de la geografía venezolana, estableciendo contactos directos con los campesinos y campesinas, los obreros y obreras, estudiantes e intelectuales, que le permiten articular una serie de postulados y planteamientos ideológicos que son la resultante de la “Herencia Histórica Libertaria” expresada en la resistencia indígena, el cimarronaje, el bolivarianismo revolucionario, el cristianismo liberador, la lucha armada de los años 60 y 70 y La lucha del Movimiento Popular que se ve favorecida con la llegada al poder del Presidente Chávez, a pesar del conjunto de trabas, manipulaciones, dificultades, sabotaje, alianzas, que los sectores políticos y económicos tradicionales colocaron para evitar su triunfo electoral.

Es bueno hacer notar que Hugo Chávez, no ocultó en ningún momento su claro propósito de impulsar cambios profundos en la estructura política, económica y social de nuestra sociedad, por eso su planteamiento de Asamblea Nacional Constituyente, como instrumento político para transformar el sistema, fue su principal promesa electoral. Consecuente con dicha posición tan pronto asume la primera Magistratura, firma el decreto de convocatoria a la Asamblea Constituyente, lo cual logra entusiasmar a la inmensa mayoría de los hombres y mujeres habitantes de la tierra de Bolívar. Es preciso recordar que el pueblo venezolano escogió democráticamente a los integrantes de la Constituyente, otorgándole una inmensa mayoría a los candidatos y candidatas propuestos por el Presidente de la República. El resultado de este proceso fue una nueva Carta Magna que con orgullo llamamos “Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

La nueva Constitución crea el marco legal necesario para impulsar las transformaciones políticas, económicas y sociales, por las cuales ha luchado históricamente el pueblo venezolano. Para darle viabilidad a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, se hizo necesario crear un conjunto de nuevas leyes, fue así como en el año 2001, la Asamblea Nacional otorga al Presidente de la Republica, la facultad para dictar cuarenta y nueve (49) Leyes Habilitantes, las cuales recogían aspectos esenciales para la Refundación jurídica de la República. En este marco se crean leyes como: Ley de Pesca y Acuicultura, Ley de Asociaciones Cooperativas, Ley de Simplificaciones de Trámites Administrativos, Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, Ley de Hidrocarburos, Ley de Microfinanzas, entre otras.

De la Reacción Antibolivariana a la Contra-Ofensiva Popular

El movimiento revolucionario bolivariano fue acoplándose y fortaleciéndose casi sin sufrir choques de la burguesía hasta el 2001, cuando se aprueban 49 leyes habilitantes (ley de tierras, de hidrocarburos, de pesca entre otras) para darle herramientas legales a la implementación de los postulados constitucionales, es en ese momento histórico que el aparato de la reacción (dueños del poder económico, y militantes de partidos de derecha apoyados por el gobierno de los Estados Unidos de Norte-América) ejecuta la más aberrante y desmedida campaña comunicacional, económica y política para desestabilizar el orden establecido. Las prácticas desestabilizadoras condujeron a un golpe militar y mediático el 11 de abril del 2002, lo cual produjo el secuestro del Presidente y la instauración de un gobierno de facto que abolió todos los poderes y pretendía volver a los postulados de la democracia representativa y con ello a la exclusión del pueblo. Venezuela y el pensamiento Bolivariano entra nuevamente en las páginas gloriosas de la historia al desmontar el “golpe de estado perfecto”, cuando el pueblo unido y las Fuerzas Armadas Bolivarianas, rescatan el hilo constitucional entre los días 13 y 14 de abril del 2002, regresando al Presidente y con él todo el marco jurídico de la V República.

Menos de 48 horas bastaron para que la sangre libertaria de nuestros antepasados ardiera y pusiera en práctica la más admirable operación de rescate popular conocida en el mundo. La derecha venezolana (AD, COPEY, sus derivados, la jerarquía eclesiástica, los medios de comunicación) apoyada por el imperialismo norteamericano al ver frustrado sus planes militares y comunicacionales incursiona en un nuevo plan de desestabilización direccionado al desequilibro económico nacional, propiciando un paro en diciembre del 2002 que obstaculizó la producción del país, y conllevó al desequilibro financiero afectando principalmente al pueblo. El desequilibrio producido afectó al sector salud, (propiciando muertes y desasistencia médica), a la educación, a la agricultura y al principal órgano económico del estado Petróleos de Venezuela. Sin embargo el pueblo Bolivariano una vez más dio muestra de resistencia, soportando la arremetida e incorporándose, en su derecho legítimo de participar en la articulación Estado-Pueblo para desmembrar la aplicación del ahogo económico impuesto por unos pocos, conllevando a recuperar la empresa petrolera del estado (PDVSA) para ponerla al servicio del pueblo, así como también fortalecer la lucha cultural y política necesaria para afianzar el proceso Revolucionario.

La Lucha Bolivariana Continúa

Después de las arremetidas de Abril y Diciembre del 2002 y de medirnos en el primer proceso de referendo del mundo (agosto del 2004) para decidir a través del voto universal y soberano del pueblo, la continuación del mandato del Presidente de la República, la Revolución Bolivariana se ha fortalecido y hoy más que nunca está librando una lucha por la igualdad y la inclusión, donde todos y todas, unidos y unidas, planteamos el gran reto de transformar las realidades existentes para lograr un gobierno que garantice “la mayor suma de bienestar y felicidad posible”, como dijo Bolívar. Esta lucha comenzó desde la resistencia aborigen, el cimarronaje, la gesta libertadora y es continuada por el actual proceso político liderizado por Chávez y el pueblo. Avanzamos hacia un proceso que permita alcanzar los postulados señalados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela articulado con los 10 objetivos estratégicos:

  1. Avanzar en la conformación de la nueva estructura social.
  2. Articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional.
  3. Avanzar aceleradamente en la construcción del nuevo modelo democrático de participación popular.
  4. Acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado.
  5. Activar una nueva estrategia integral y eficaz contra la corrupción.
  6. Desarrollar la nueva estrategia electoral.
  7. Acelerar la construcción de un nuevo modelo productivo, rumbo a la creación del nuevo sistema económico.
  8. Continuar instalando la nueva estructura territorial.
  9. Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional.
  10. Seguir impulsando el nuevo sistema multipolar internacional.

Estos objetivos son referidos por el Jefe del Estado y producto de ello es necesario articular las acciones que conducen a “Darle Poder al Pueblo”, con los postulados heredados de las corrientes liberadoras manifestadas en nuestro país. De este modo ponerlas en práctica en los instrumentos de acción directa que tenemos, como son las Misiones Revolucionarias: Robinson, Ribas, Sucre, Guaicaipuro, Vuelvan Caras, Barrio Adentro, Mercal, entre otras. La puesta en marcha del plan de alfabetización (Robinsón I y II), la incorporación de la población a la educación diversificada y superior (Ribas y Sucre) el diseño de otro modelo de producción sustentable, sostenible y desde adentro (“Vuelvan Caras” y NUDE) entre otras acciones, forman parte del conjunto de estrategias para liberarnos del capitalismo salvaje. De esta manera, los nuevos republicanos Bolivarianos y nuevas republicanas Bolivarianas, avanzamos con capacidad de valorarnos en sí mismos y en sí mismas, para construir el nuevo socialismo del siglo XXI, sistema democrático de participación y protagonismo social. Nuestra mirada en el horizonte, se encuentra en armonía con el ambiente y en el marco del Ideario Bolivariano, para trabajar en pro de un nuevo modelo de desarrollo que permita la convivencia en cooperación, solidaridad, justicia y paz.

 

Imagen: https://www.alainet.org/

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Una carta postrera de Simón Bolívar

El entomólogo e investigador Luko Hilje, narra la historia de la carta postrera del libertador Simón Bolívar. Hilje cuenta cómo se aprendió la carta durante su juventud, aunque tras leer la novela “El general en su laberinto” le surgió la duda de si realmente el libertador era el autor de la carta, dirigida a su prima segunda Fanny.

Hilje realiza un recuento de la historia tras la carta y cierra mencionando “esta es la historia —ahora un poco enrevesada— de aquella carta que aprendí de memoria en mi juventud y que, escrita o no por Bolívar, representa una vibrante evocación, muy hábil y bellamente lograda, de la conjunción de las luchas libertarias de este prócer latinoamericano con la inextinguible pasión por Fanny, su prima segunda y amante”

Puede consultar el texto completo a continuación: Una carta postrera de Simón Bolívar.