Las falacias del presidente Chaves sobre la Caja

Opinión

El presidente Chaves por fin se quitó la máscara. Señor Chaves: ¡La Caja no está quebrada! Como trascendió en un comunicado reciente, este exfuncionario del Banco Mundial aprendió bien el oficio de privatizador de la seguridad social.

Él sabe muy bien que para destruir la Caja y privatizarla, el camino más directo es desprestigiarla y crear desconfianza entre la población. Con sus palabras irresponsables, el presidente le está causando un daño irreparable a la institución más querida de todos los costarricenses, y atenta contra un sistema de salud ejemplar a nivel mundial. ¡No se lo vamos a permitir!

Los argumentos que utiliza el presidente para afirmar que las pensiones están quebradas, son falaces. Veamos las falacias del presidente.

  1. Por definición, los sistemas de seguridad social no pueden quebrar, porque el Estado los respalda; a nivel mundial no se conoce ni un solo caso de un sistema de seguridad social que haya quebrado. Como ha documentado la OIT, de los casos de privatización de la seguridad social promovidas por el Banco Mundial, alegando quiebra, las reformas privatizadoras fracasaron y en su mayoría tuvieron que ser revertidas para volver a los sistemas públicos y solidarios. Después se vio que no había tal quiebra, solo intención de privatizar para beneficiar a ciertos grupos económicos.
  2. Prácticamente la mayoría de los regímenes de pensiones en el mundo operan bajo la modalidad de “solidaridad entre generaciones”; ese es el sistema usado en prácticamente todos los sistemas de seguridad social alrededor del mundo. Por ejemplo, la mayoría de los regímenes de pensiones en Europa funcionan bajo el concepto de reparto o solidaridad intergeneracional, es decir, exactamente cómo se financia el régimen IVM de la Caja. Quienes cotizan sostienen las pensiones de los pensionados actuales.  Por tanto, decir que la Caja está quebrada, sería tan ridículo como decir que todos los sistemas de pensiones de Europa están quebrados.
  1. A los privatizadores de las pensiones les gusta hacer comparaciones ridículas entre las finanzas de las pensiones públicas y las de las pensiones privadas. Las pensiones del seguro social se financian de manera muy distinta a las del seguro privado. La Caja no es una aseguradora privada (como lo desearía el presidente), sino que se rige por un sistema actuarial y financiero contable válido para instituciones de seguridad social donde prima el concepto de solidaridad. A diferencia de una empresa privada, los flujos de ingresos y gastos de un sistema de seguridad social no necesitan estar balanceados en el largo plazo, porque por definición las instituciones de seguridad social no son empresas que se cierran por quiebra, y no son empresas que se venden a terceros (como sí desearía el presidente), de manera que no necesitan un balance financiero equilibrado para ser vendidas. Por lo anterior, a ninguna persona en su sano juicio se le ocurriría comparar las finanzas de la Caja con las finanzas de una aseguradora privada. ¡Esa comparación es totalmente falaz y ridícula!
  2. En el caso del Seguro de Salud, en un comunicado anterior informamos que el Seguro de Enfermedad y Maternidad de la Caja viene operando con superávit desde hace años y que tiene un sólido plan de inversiones para los próximos 10 años. 
  3. Decir que las listas de espera son un síntoma de que la Caja está quebrada, es ir contra la experiencia mundial. Todos los sistemas de salud en el mundo, sin excepción, aún en los países desarrollados como España, Suiza, Francia, etc., tienen listas de espera, y eso no significa que sus sistemas de salud estén quebrados. ¡Qué argumento tan falaz y ridículo presidente Chaves!

Los argumentos presentados anteriormente, demuestran que el presidente tiene malas intenciones, y que se quiere aprovechar de la ignorancia de la población presentando argumentos tan ridículos que ni el mismo se los cree.

¡No a la privatización de la Caja!

¡La Caja no está en quiebra!

¡La Caja no está en venta!

Juan Carlos Durán Castro
02 de octubre, 2022