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Las verdaderas causas de la alerta de racionamiento del ICE

Ing. Salvador López Alfaro
Exdirector del Centro Nacional de Energía, del ICE
Consultor en Mercados Eléctricos
Mayo 2024

Para empezar, diremos que dar una alerta de racionamiento en un país, es publicar la vulnerabilidad de un sistema eléctrico, a la variabilidad climática. Es una decisión muy delicada que compromete la económica del país y conmueve la confianza de los inversionistas en la solidez del Sistema Eléctrico Nacional.

Para entender las causas de porque llegamos a este punto, tenemos que entender que el ICE, como Institución técnica encargada de atender la demanda y la Operación del Sistema y Mercado Eléctrico, ha ido perdiendo gradualmente la autonomía, que fue la esencia de su éxito en décadas anteriores. Esto se ha dado por la intervención paulatina de los gobiernos, desde la creación de las presidencias ejecutivas en las instituciones autónomas en el año 1973. Esta legislación dio a los gobiernos de turno acceso a intervenir en la administración de las instituciones autónomas, cuya autonomía está establecida en la Constitución de la Republica.

Este proceso ha sido gradual y sostenido, pero que se ha agravado con la entrada de la Administración Chaves Robles, que además de destituir a todos los miembros de la Junta Directiva del ICE, para tener un control total, ha realizado un proceso de acelerado de intervención en las funciones técnicas nacionales, que como planificador y como operador del Sistema Eléctrico Nacional tenía que cumplir bajo los principios de independencia, neutralidad y transparencia.

Una de las acciones que lo demuestran fue la orden al ICE por el Gobierno, de rebajar las tarifas eléctricas, para cumplir promesas de campaña y desconociendo las necesidades y los procesos de la Institución.

Alineado con esta orden del Gobierno, la Administración Superior del ICE propone retirar plantas térmicas del Sistema, según declaraciones del presidente ejecutivo del ICE, en la Comisión de Energía de la Asamblea Legislativa, donde indicó que, con el fin de reducir tarifas eléctricas, se iban a retirar 226 MW de plantas térmicas, con el argumento que tenían tres años de no usarse. No se había comprendido que los tres años de usarlas muy poco, se debían a dos años de pandemia, traslapados con tres años del “fenómeno de la niña” o años con superávit de lluvia.

Otra medida aplicada, fue la solicitud a la ARESEP de no aplicar los aumentos de tarifas por los gastos de combustibles e importación de energía de la región, durante el año 2023. Esta es la tarifa que se denomina Costo Variable de Generación (CVG) y cuya aplicación se hace trimestralmente con aumentos anticipados por estimaciones hechas por el ICE y revisadas por la ARESEP. El ICE solicitó que se aplicara anualmente, hasta el año vencido, por lo cual la próxima correspondería hasta el año 2025, donde se aplicarán los gastos de CVG de los años 2023 y 2024, que hoy en día suman más 100.000 millones de colones.

Esta modificación de la normativa provoca que los gastos por combustibles e importación se recuperen dos años después de que se gastó y no cuando se está ejecutando el gasto, lo cual no da señales de precio real de la energía oportunamente.

Esto está teniendo un impacto muy fuerte en un año de El Niño, en el cual no tenemos señales de precios a la demanda para que se reduzca el consumo, lo cual contribuye a afrontar los periodos de mayor escasez de recursos de generación y estimular el consumo, cuando las tarifas son más bajas por la abundancia de recursos renovables en el invierno.

En estos momentos que enfrentamos una alerta de racionamiento, las tarifas deben ser mecanismos para desincentivar el consumo y no para estimularlo.

Todas estas señales que se dieron por parte del Ejecutivo y los Jerarcas de la Institución, que demostraban un desconocimiento de las competencias técnicas que tiene encargada la Institución, con el fin de atender la demanda y operar de manera segura el Sistema Eléctrico Nacional.

Estas decisiones mostraron finalmente, una subestimación del impacto del año de El Niño, del rol de la generación térmica de respaldo del SEN y de la importancia de las señales de precio a la demanda, para enfrentar un periodo del “fenómeno del niño” severo, pronosticado por el Instituto Meteorológico Nacional.

Esta subestimación de factores claves de la operación del Mercado Eléctrico Nacional, nos sirven para entender por qué se dio un tratamiento ordinario a las señales de déficit de desabastecimiento que advirtió el Planeamiento Operativo 2023 y 2024, también reflejaron la subestimación y desconocimiento de los efectos del “Fenómeno del Niño” y de la necesidad del respaldo de potencia térmica en el Sistema Eléctrico Nacional.

El Planeamiento Operativo identificó déficits de generación muy importantes para el año 2024, derivado de un incremento mucho más acelerado de lo esperado de la demanda, desde año 2023. Esto sumado al bajo nivel del embalse Arenal al final del año 2023, obligaba a medidas extraordinarias para cubrir los déficits encontrados para el año 2024 y evitar racionamientos.

Una de estas medidas extraordinarias, fue la recomendación de alquilar plantas térmicas para incrementar la potencia de respaldo para el año 2024.

Estas contrataciones se iniciaron en septiembre de 2023, pero se asumieron como una medida interna del ICE y no como una emergencia nacional, que permitiera garantizar la contratación oportuna de las plantas térmicas, para evitar un racionamiento. Esta requería de mecanismos agiles y seguros para contar con el respaldo para evitar el racionamiento, por las graves consecuencias que tiene para el país, no solo por el costo directo, sino por los costos en reputación y credibilidad en el Sistema Eléctrico Nacional, fundamentales en la atracción de inversiones.

El proceso ordinario empleado para el alquiler de plantas térmicas, del cual dependía evitar un racionamiento, creó condiciones para incumplimientos que se pueden considerar frecuentes en contrataciones ordinarias, como atrasos en tiempos de entrega, consecuencias que no se podían permitir en este caso.

Los retardos en la entrada de estas plantas de alquiler fueron los responsables del abatimiento anticipado de los embalses de seguridad de Cachi, Reventazón y Pirrís. Esto nos llevó muy cerca de perder la potencia de estas plantas para atender la demanda, al momento que se dio la alerta.

Finalmente, no son aceptables las justificaciones que da la Administración del ICE en el sentido de que el fenómeno del niño es responsable de estos racionamientos o el cambio climático. El ICE contaba con la información de un crecimiento mayor de la demanda y las informaciones de un niño severo para los años 2023 y 2024, por parte de los grupos de pronostico del ICE y las propias del instituto Meteorológico Nacional. El niño es un fenómeno recurrente, que se ha tenido en cuenta en operación del Sistema durante todos los años que lleva funcionando el Sistema Eléctrico Nacional y aun los escenarios más severos se consideran en el planeamiento operativo.

Esta es una actividad ordinaria del Operador del Sistema, la cual se cumplió correctamente, detectando los riesgos de déficit para el año 2024 y solicitando incrementar la capacidad térmica de respaldo. El no llegar a tiempo con estos recursos, fue el resultado de la mala gestión que hizo la Administración Superior del ICE de los procesos de alquiler de las plantas térmicas requeridas, al no darle el carácter de emergencia nacional a este riesgo de déficit de generación.

Todo lo señalado nos lleva a concluir que las causas de llegar a esta alerta de racionamiento se encuentran en el acelerado debilitamiento la autonomía de una institución de carácter técnico como es el ICE, en la presente Administración, que ha nombrado una Administración Superior inexperta, que ha impulsado acciones operativas erráticas y equivocadas, como: subestimar los efectos del “fenómeno del niño”, la falta de comprensión del rol de la generación térmica como respaldo del Sistema Eléctrico Nacional y finalmente esto ha llevado a no responder adecuadamente la señal clara de déficit de energía para el año 2024 del Planeamiento Operativo, que requería una declaratoria de emergencia nacional para el alquiler acelerado de plantas térmicas, para incrementar el respaldo necesario para la operación del Sistema Eléctrico Nacional.

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