Manifiesto a la opinión pública sobre el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa

Nos dirigimos a la opinión pública en nuestra condición de profesionales en Arquitectura y otros ciudadanos, con fundamento en las normas 28 y 29 de la Constitución Política, para pedir apoyo y advertir al país y a las fuerzas políticas, sobre las graves consecuencias que se vislumbran en torno a la inminente construcción de un nuevo edificio para la Asamblea Legislativa.

Nuevo edificio de la Asamblea Legislativa

Primer diseño, elegido en el Concurso de Anteproyectos en enero del 2013, desechado por ilegal y por carísimo según las declaraciones del Directorio presidido por Henry Mora.

Sabido fue el fracaso del primer diseño que fue escogido en un Concurso de Anteproyectos para el edificio más importante del país, pero preocupa que este segundo diseño del mismo arquitecto, se haya mantenido en secreto desde octubre 2015, pues hasta hace muy poco nos enseñaron imágenes y conceptos.

Adversamos categóricamente el resultado arquitectónico y urbanístico porque:

  1. El edificio es una torre de 17 pisos totalmente ciego hacia el exterior (carece de ventanas) lo que le ha valido el mote popular de “bunker” o tumba.
  2. El Plenario y los espacios conexos están bajo el nivel del atrio de ingreso, o sea subterráneos.
  3. La única fuente de iluminación natural provendría de un patio de luz central de 17 pisos de altura.
  4. El Plenario tendrá una capacidad para 114 diputados, que podrían quedar vacías la mitad toda la vida, a falta de una reforma constitucional que nadie ha propuesto.
  5. De aumentarse a 114 diputados habría que expropiar más terrenos vecinos y construir otra torre al lado para las oficinas de los 57 nuevos diputados más.
  6. El edificio carece de ventilación natural suficiente, por lo que todos los espacios deberán estar ventilados con aire acondicionado, lo cual significará un consumo energético descomunal, contrario a las condiciones ecológicas que deben prevalecer acorde con las medidas contra el calentamiento global.
  7. Las condiciones de encerramiento sin posibilidad de acceso visual al exterior de las personas que laboren dentro de ese edificio, incidirán sin duda negativamente en su desempeño y equilibrio emocional.
  8. Es sabido el poder de la arquitectura, entendida como construcción de un espacio de significación simbólica, capaz de provocar en las personas sentimientos e ideas y de incidir en la cultura y la idiosincrasia de los pueblos. La imagen de bunker o fortaleza para el primer poder de la República será nociva ante el pueblo costarricense y producirá un rechazo.
  9. El gasto de 52 mil millones de colones (o más, porque no se ha hecho un presupuesto) en un proyecto con tales características, se sumará a la cadena de desaciertos de los últimos gobiernos.

No se comprende cómo los que tuvieron esa responsabilidad aprobaron ese segundo diseño. Se alegará que cumple con todas las regulaciones, pero eso no es suficiente. Un edificio público sin ventanas y ventilado artificialmente, cumple con las regulaciones, pero es absolutamente inconveniente por razones de salud, ecológicas y por los costos de operación. Un Plenario subterráneo no es ilegal, pero es simbólica y físicamente absurdo e inconveniente.

Nuevo edificio de la Asamblea Legislativa2

Segundo diseño, supuesta modificación, ajuste o readecuación del Primer diseño, en realidad como se puede ver es OTRO proyecto totalmente diferente, octubre del 2015, Directorio presidido por Rafael Ortiz, mantenido en estricto secreto hasta hace pocas semanas.

Instamos respetuosamente al Directorio Legislativo a abstenerse de colocar la primera piedra que conllevará el inicio de obras de pre-construcción que serán irreversibles; emplazamos a pronunciarse sobre este proyecto al Colegio de Arquitectos sobre el diseño; al Centro de Patrimonio y al ICOMOS sobre el entorno patrimonial; a la Municipalidad de San José sobre el entorno urbano; y a las escuelas de arquitectura.

Los señores diputados no están exentos de responsabilidad, aunque no formen parte del Directorio. Si los responsables persistieran en el error, las consecuencias los llamarán a cuentas. Nosotros nos limitamos a cumplir con nuestro deber, como profesionales y como ciudadanos conscientes, al advertir las consecuencias.

 

Enviado a SURCOS Digital por Marité Valenzuela.

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