¿Pueblo Peruano 2.0 o Plagio Del 15N?

Macv Chávez

Hace un tiempo le decía a un gran amigo e historiador que “la historia parece una mentira hasta que tienes un amigo historiador, mentira, hasta que mientes”, haciendo mención a las pajas mentales que se tiran los historiadores para hablar de miles de años que no se pueden comprender ni saber a ciencia cierta, y él más o menos me daba la razón cuando le decía que esa gente a mí me parecen literatos de la historia, solo que con unas pajas mentales más científicas que fantasiosas. Hoy me toca decir que solo un buen historiador dará la razón al pueblo peruano, pero no al pueblo resentido ni al manipulado, menos al opresor ni al cojudigno, peor al iluso, sino al pueblo consciente, al pueblo libre, al que decide frenar la violencia, la corrupción y la opresión con su actuar diario para mejorar la sociedad desde su ser y hacer, a esos que el resto de miserables y manipulados deciden insultar de inconscientes y tantas otras vulgaridades que la masa mediocre dispara a quemarropa, las mismas que he recibido de ese resto que son la desgracia de la humanidad o la vergüenza del país, puesto que es un pueblo que anda sumergido en una guerra política entre miserables elitistas y pobres resentidos, ambos bandos inconscientes y ambiciosos, explotadores del pueblo en general; y es a ese pueblo que quiero hablar aquí, desde la percepción que he podido obtener a lo largo de mis cortos viajes por diversas partes del país, porque hoy quiero ponerme nacionalista, aunque me gusta más ser humanista, ciudadano del mundo, que de un pueblo o nación determinada, y peor aún de un pueblo que se mata sin lograr ningún cambio trascendental, ya que este pueblo produce lástima y vergüenza al mismo tiempo, al mismo tiempo que regala orgullo para decir que se tomó una excelente decisión al declararse ciudadano del mundo durante la adolescencia, mucho antes de meterme al mundo dizque intelectual, porque considero que el nacionalismo nos esclaviza y no nos deja ver más allá de la caverna para seguir creciendo y mejorando como personas; y seguro más de uno dirá por qué carajos vas a hablar entonces de los peruanos si no te consideras ciudadano de una nación, y es porque solo un ciego, sordo, mudo, cojudo, muerto y miserable podría no manifestarse ante la realidad que le rodea, más cuando se contempla tanta injusticia.

La realidad nacional hoy nos dice a gritos que en el Perú existe injusticia social hasta para exportar; y eso es porque, en los últimos años de la historia que he vivido, el peruano se ha sumergido en la más grande corrupción o deformación humana, esa que deplora y destruye a un país y la dignidad humana, y que ha logrado alimentar infinitamente el dolor y la impotencia con tantos hechos injustos que hoy se convierten en una bomba de tiempo que está a punto de estallar en más injusticias sociales que representaría una guerra civil, una que dice que quiere acabar con la miseria de la propia miseria humana y que tomo como un mal chiste para descerebrados, porque creen que de esa forma van a lograr acabar con la corrupción, porque lo que finalmente van a destruir es a la economía y la seguridad nacional, cosa que ya podemos ver que está pasando en el país, solo un ciego u obsesivo del poder no podría verlo; puesto que como ya dije desde hace varios presidentes atrás: ¿Cómo puedes pretender acabar con la corrupción desde cimientos corruptos? Yo al menos no lo concibo y cada día compruebo que no se puede, y quizás sea ese no casarme ni conmigo mismo el que me permite no andar de ciego apoyando al nefasto dictador de hecho luego de ser vacado, tal y cual pasó con la generación hormonal el 14N del 2020, que también salió a defender a un dictador, a uno que no se ve como tal porque ya el sujeto fue endiosado como un ser preocupado por el pueblo mediocre, porque ya les dio de comer una falsa idea de su ser; y por eso, por más que sus ídolos sean grandes genocidas, son incapaces para pensar y por lo tanto no se dan cuenta que están en una causa perdida, en un sacrificio inútil, porque tal y cual lo demostró la revolución hormonal del 14N, volveremos a más de lo mismo y seguiremos teniendo más muertos ilusos que caen en el sueño de la revolución donde no revolucionan nada.

Hoy los peruanos se encuentran más dividido que nunca, puesto que finalmente cada uno marcha bajo un concepto paupérrimo de la revolución, bajo sus propios y ciegos intereses, y, aunque quieran hacerlos ver como sociales, no son  más que seres individuales que se suman como borregos a una revolución hormonal, puesto que lo hacen desde esa percepción de la vida y la realidad errada, sin un ideal en concreto, repitiendo lo que les ha enseñado el capataz o amo de turno, demostrando que solo son borregos que escuchan a sus amos, y ese es el fracaso de la revolución y el inicio de más de lo mismo, porque muchos se mueven por la lástima, la rabia, la impotencia, la indignación, entre otros sentimientos que nos impulsan a acabar con el enemigo de inmediato, sin pensar en más allá de lo que vemos y creemos, buscando dizque luchar por la dignidad de los otros, de los más olvidados y discriminados, cosa que es bueno, porque demuestra que hay una conciencia social, solo que toda revolución improvisada, mal planteada, fracasa por más que se logre los cambios superficiales que se quiere, ya que la lucha se convierte en un talk show del pueblo, donde pasa el desgraciado al poder para burlarse de las muertes que lo invitaron a él, tal y cual como lo han hecho todos los presidentes de mi vida.

Las dos más grandes divisiones que contemplamos hoy del peruano está entre la derecha miserable y opresora y la izquierda reprimida y resentida, mientras que los de la derecha gozan del saquear el Perú dizque legalmente, porque tienen el control del poder y se crean leyes al favor de su bolsillo y no del pueblo, y a pesar de ser una masa insignificante es la más peligrosa porque no es una masa manipulada, sino manipuladora y sanguinaria, una masa que siempre busca cometer su genocida actuar a través de las normas y leyes que se deben mejorar o cambiar para que estos descabellados seres no sigan aprovechándose del poder que les da la gente al no poder ser más inteligentes que ellos para destruirlos de formas que les hagan comprender que “el pueblo unido jamás será vencido”, misma arenga que suelen proclamar durante sus protestas dizque pacíficas y que terminan en golpes a causa de las provocaciones de ambos bandos presentes en el campo de concentración, es decir, de la policía esclavizada por el gobierno que le quita la capacidad de pensar y por ende la conciencia social porque es un animal adiestrado para cumplir las órdenes del amo de la ley que lo vuelve máquina de represión, y del pueblo que como generador de la economía para el bolsillo de los policías, políticos y demás trabajadores del estado que se creen superiores al pueblo que les da de comer a través del sueldo que sale de los impuestos del pueblo. Entonces, aquí ya podemos ver lo que el pueblo sonso no es capaz de ver: el pueblo sigue peleando contra el pueblo para intentar destruir a los ricos, mientras que los ricos siguen usando de carne de cañón al pueblo que sigue siendo oprimido, así de sencillo funciona esto, igual que las guerras: los jefes de un país declaran la guerra a otro porque finalmente no son ellos los que se van a morir en ella, ya que están desde sus casas mirando el televisor con un poquito de canchita y disfrutando todas las comodidades del mundo, mientras que el pueblo sonso y esclavo está ahí, incapacitado para pensar o razonar luchando por la incapacidad de conciencia de algunos cuántos pendejos que solo se pelean de palabra para pintar las calles con los cuerpos de la gente que podría ser un peligro si es que usara sus neuronas para pensar y no para obedecer; y por eso es hasta cómico ver las protestas y peleas del pueblo con el pueblo, porque finalmente uno aprende a ser un hacendado ermitaño al contemplar tanta incapacidad para pensar, solo mira, analiza y disfruta de su vida cuidando de no verse afectado por algún delincuente o sonso revolucionario, porque penosamente son dos bandos que también se observa en este tipo de manifestaciones, que a los analíticos siempre nos recuerda a alguna otra, como esta revolución castillista me recuerda la revolución vizcarrista del 14N, “la misma chola con diferente pollera”, diría un dicho popular que muchos solo tomarán como racista, porque para rasgarse las vestidura son buenazos, pero para reflexionar y buscar formas inteligentes del trascender son buenos animales domésticos, animales bien adiestrados.

Antes de ayer leía una mención de algunos personajes de la historia peruana cuya firma era de Hildebrandt, con quien tengo mis discrepancias normalmente cuando leo algo suyo, porque algunas de sus intervenciones intelectuales suelen ser pajas mentales que me recuerdan a Mario Vargas Llosa, puesto que a veces sale con tonterías que dan vergüenza intelectual ya que tiene un rasgo cerrado acorde a su ideología de pensamiento, puesto que hay que conservar ese estilo de vida adquirido con los auspicios ideológicos, y por eso no veo nada más allá de alguien que ha aprendido a ser una mente brillante por la cantidad de información almacenada en su cerebro, pero que es tan poco procesada porque debe mantener la cuadrícula de determinada ideología. En fin, puedo decir que concuerdo con este mensaje que da en el video que encontré después: “Las turbas que intentan imponerse sometiéndonos a la extorsión y el temor no pueden prevalecer. Si ellas deciden nuestro destino es que nos habremos extinguido como sociedad que aspira a la civilización. Las turbas no son el pueblo, el pueblo es el que se queda durante horas y días secuestrado en un camino bloqueado, el que lucha contra el abuso del poder (…). Es cierto que la derecha hegemónica ha hecho muy poco por establecer puentes con ese Perú profundo y olvidado, pero ese Perú profundo y olvidado que viene de Túpac Amaru, Javier Heraud, Vallejo y Mariátegui no es el que estremece hoy al país. Ni Túpac Amaru, ni Heraud, ni Vallejo, ni Mariátegui hubieran alzado la voz por un pícaro que se burló de todos para saquear la hacienda pública y permitir que sus amigotes se repartieran obras y gollerías. El socialismo choro no es una doctrina, es un prontuario”. Este mensaje debería invitar a todos esos peruanos dizques intelectuales que andan ahora mismo buscando la destrucción ciega de la derecha, sin caer en cuenta que destruyen como castillistas al país, porque solo demostrarían que gozan de la incapacidad permanente de pensar al ser reproductores de las órdenes que les brinda su amo al que defienden con su propia vida, solo porque les habló bonito un ratito o los engatusó con un rico banquete de esperanzas que se quedaron ciegos y esclavos por su incapacidad de pensar o razonar. Y sé que más de uno intentará decirme ciego, loco, ignorante, mediocre o idiota desde sus palabas o desde el silencio que también sabe hablar, como aquella conocida que publicó en sus estados del WhatsApp: “¿Cuántas muertes más vas a esperar para indignarte y salir a las calles?”, a lo que respondí: “Hace 7 presidentes, pero no por eso voy a salir como un perro rabioso y a lo bestia a arrasar con todo a mi alrededor, porque ya he contemplado un sinfín de marchas “revolucionarias” a las que no me canso de catalogar como revolución hormonal, porque finalmente la misma historia se vuelve a repetir presidente a presidente y cada vez con mayor deformación y estupidez humana, logrando tener padres de la patria que se aferran al poder mientras el pueblo sonso sigue matándose como un niño esperando un dulce de azúcar, porque finalmente todo termina como la famosa “revolución” del bicentenario, la más grande revolución hormonal que haya contemplado hasta la semana pasada, donde vacan a un dictador que les robó descaradamente en pandemia, piden la renuncia del presidente que catalogan de dictador, y los revolucionarios se calman y olvidan de todo acto de revolución cuando entra otro pendejo que convoca a elecciones para después clavarnos una deuda externa por cien años con un préstamo innecesario, pero se convoca a elecciones y terminamos cayendo en el mismo juego del poder: votando por la misma basura política solo que con nuevos rostros, rostros dispuestos a saquear al país y con mayor incompetencia intelectual para gobernar, mismo presidente electo, dando como resultado el gobierno más representativo de la realidad nacional que debería preocuparnos a los intelectuales horrorosamente, porque es penoso el nivel intelectual que tenemos en el país, como para que un incapaz para pensar sea su presidente, así como una sarta de saqueadores y bestias humanas sean sus congresistas, muestra clara de que el intelectual peruano se ha convertido en un sujeto sin conciencia social y otro actor más culpable de la penosa realidad nacional que tenemos, porque un verdadero intelectual no puede permitir ni ser cómplice de la miseria humana, por contrario, debe luchar para cambiar esa realidad desde la formación hasta la acción, hasta ese cómo lo hicieron Túpac Amaru o Javier Heraud.

Pienso que si quisiéramos acabar con toda esta farsa de revolución solo hay que comparar esta revolución hormonal con la del 14N, donde terminaron muriendo absurdamente dos jóvenes a los que el beneficiado de la revolución hormonal elevó a héroes solo para justificar su denigrante revolución, esa misma que inició con la protesta de dos oportunistas políticos, a los que la historia debe juzgar como tal, si no lo ha hecho la justicia hasta ahora. Y eso es lo mismo que pasa con esta dizque revolución del pueblo, donde por un sentido de revolucionario hormonal siguen muriendo más personas inútilmente, gracias a que se suman como borregos al deseo del poder de unos insensibles miserables que quieren el poder a toda costa, unos tiranos que quieren el poder sin importarles la vida de los otros, puesto que solo quieren el poder así sea por el caos, aprovechándose descaradamente del deseo revolucionario. Cualquier persona con dignidad y razón no puede sumarse a estos actos donde mueren gente inútilmente, y digo inútilmente porque finalmente no se logra ningún cambio real, solo de personaje para seguir repitiendo la historia, y todo porque los cambios que necesitamos no son los de escándalo y guerras sino de pensamiento y leyes, algo que no existe en estas revoluciones hormonales, porque son cosas que se deben mejorar y supervisar en el tiempo, y para eso debemos enseñar a que el pueblo debe aprender a votar y a tener más conciencia de la realidad, asumiendo su propia vida para cambiar la historia con cultura y conciencia, es decir, no dando un voto a cualquiera solo porque hay que votar por alguien para que no salga lo peor, tal y como lo venimos haciendo en todas las elecciones que me ha correspondido como ciudadano para los políticos. Debemos aprender que finalmente en esta última elección el más votado en primera vuelta no fue Castillo ni Keiko la segunda, porque esa oración es una vil mentira para seguir atrapándonos en el mismo círculo vicioso de siempre, todo porque no se lee, no se piensa, no se analiza, no se cuestiona, simplemente se obedece a los amos y capataces que nos dicen lo que les conviene y no lo que realmente le conviene al pueblo, a ese pueblo que se votó a sí mismo con aproximadamente 23.7% de no quiero más políticos miserables a través del voto en blanco o nulo, ese voto que pudo habernos dado una mejor realidad política, porque nos hubiera colocado como un pueblo más consciente y más digno de buenos representantes, pero no, eso no pasó y dudo que pase, porque estas protestas no hacen otra cosa más que mostrar que la escuela de la población son programas de televisión nacional como Esto es Guerra, Al fondo hay sitio, entre otras porquerías televisiva que son como los libros de autoayuda: te repiten lo mismo una y otra vez hasta que te aprendes el libreto para que puedas ir por la vida en piloto automático, esperando la orden de tu amo para salir a defender sus intereses, tal y cómo está pasando ahora mismo con ese pueblo que jode al verdadero pueblo consciente, a ese pueblo que trabaja, que busca dejar el nombre del país en alto a través de su acción diaria y consciente, esa que sabe que mientras otros destruyen al país, a nosotros nos toca reconstruirlo en el acto para no vivir en el escombro de la mediocridad y miseria nacional. Y por eso creo, pienso, siento y deseo, que quien quiera realmente armar una verdadera revolución debería contribuir con su vida diaria para que el pueblo comprenda mejor la vida, para que tenga mejores herramientas para defenderse de estos miserables manipuladores sociales, de esos amos que solo usan de carne de cañón al pueblo indocto, porque no los ven como personas, sino como ganado que se sacrifica en favor del amo, solo porque no tiene vida ni sueños propios, y por eso estos grupos de poder y los políticos de izquierda o derecha se parecen en algo, ambos aman tanto a los pobres que los multiplican, y todo para qué, para seguir sacrificándolos como carne de cañón en sus luchas de poder que nunca benefician al pueblo, sino que los desaparece por el hambre o las balas, al punto de que no dejan de enfrentar al pueblo contra el pueblo, catalogando a algunos de insensibles si es que no quieren salir a las calles a protestar como lo hace la masa manipulada, al que no se une el pueblo consciente porque reconoce que dicho acto es un suicidio colectivo, al que solo es capaz de apoyar un revolucionario hormonal y no uno de verdad, por más que los revolucionarios hormonales indiquen de que el pueblo consciente no se sensibiliza ante las muertes que parten el corazón, porque por más inútiles que sean duelen infinitamente, pero no por el profundo dolor que nos causen esas muertes nosotros vamos a honrar su muerte con más muertes y menos dejando el poder en manos de unos sanguinarios políticos de derecha o de izquierda, saqueadores de la nación, esos que son los verdaderos insensibles y que festejan que el pueblo anda luchando por ellos o contra ellos para seguir demostrando su poder, su poder de opresión y manipulación, tal y como ahora está sucediendo, donde todo puede estar planificado para alcanzar el objetivo final, aquel que los miembros del lápiz nos lo hicieron saber desde que entraron en campaña con la intención de ser elegidos como presidentes y congresistas por esa apariencia de radicales que quieren terminar con la corrupción en el país, al punto de enamorar a un pueblo mediocre con esa idea, lo suficiente como para que ese pueblo mediocre hoy no se dé cuenta de que estos políticos desde el primer momento han tenido la fiel intención de cerrar el congreso, cambiar la constitución, la asamblea constituyente, al punto de que más de una vez mencionaron que si vacaban a Castillos ellos iban a salir a las calles para liberarlo, cosa que está pasando, y así también indicaron que ellos alcanzarían la asamblea constituyente si es posible a través de una guerra civil, adónde nos estamos dirigiendo silenciosamente, sin darnos cuenta porque tenemos la razón dormida, y todo gracias a la miserable, estúpida y ciega derecha que no deja de caer en los palitos del plan de la izquierda, ese que me atrevo a analizar aquí y ahora todo porque veo que la maldita derecha -que también debe desaparecer políticamente con todos sus partidos actuales- anda cayendo en el juego de la izquierda como meros descerebrados y grandes desesperados por conservar el poder, como siempre lo hicieron, solo que con un pueblo menos indignado y sin líderes que los identifiquen, que los domen y sometan a ideas retorcidas como esa publicidad de campaña: “No más pobres en un país de ricos”, donde solo se enriquecieron unos cuántos, tal y cual suele pasar con los políticos de derecha en el país, porque todo está orquestado dentro de un plan determinado, ese que hoy es continuado por Dina Boluarte al mando de la nación, a quien la derecha cree tenerla como la persona que traicionó a Castillo, cosa que dudo en sí mismo, porque pienso y creo fielmente que esa es la forma de obtener la confianza de la derecha y el desprecio del pueblo para poder continuar con el plan trazado por la izquierda oportunista y maquiavélica, ese plan que en este momento se encuentra en un estado de continua represión y asesinato del pueblo para que ese pueblo revolucionario siga llenándose de odio, rabia e indignación para que al fin estalle la guerra civil, esa que pondría en libertad a Castillo y que nos conduciría a la Asamblea Constituyente que tanto anhelan para alcanzar ese cambio de Constitución que los dejará en la cima del poder, logando perpetuarse en él bajo una dictadura legal, mismo Fujimori en 1992, solo que con un pueblo más dividido, un pueblo más resentido y sobre todo más mediocre, porque penosamente en estos tiempos ya no se puede hablar de ignorancia, porque la ignorancia se soluciona con formación y razón, en cambio, la mediocridad ni con las balas; y es por eso que los dizque intelectuales y el pueblo libre y consciente debe replantearse la vida y la existencia, así como esa indignación que tiene, no para salir a las armas sino para mostrar su indignación ante tantas injusticias sociales a través de acciones que nos ayuden a mejorar la sociedad con conciencia y razones que nos lleven a tener una urna más digna, una urna que represente la riqueza real del país y no de la mediocridad de la población.

Chiclayo, 15 de diciembre de 2022 a las 11:53 horas