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Etiqueta: injusticia social

Caída en los tributos: estamos mejor, pero todo empeora

Welmer Ramos González
Economista

Mientras que la riqueza que genera el país aumenta, la sociedad costarricense se empobrece aceleradamente; tremenda incongruencia que ha creado la ideología imperante.

Mientras las autoridades políticas señalan con bombos y platillos que la producción del país crece fuertemente, que la inversión extranjera rompe récords, que las exportaciones siguen dinámicas; el ministro de Hacienda anuncia que la recaudación fiscal disminuye y que recortará aún más el dinero para arreglar las vías públicas, para la salud de la población, para educación, para los Cen-CINAI, para la Red de Cuido, etc. Descomunal contradicción salta fuera del sombrero de los magos de la política económica.

La riqueza crece, pero el Estado se empobrece, la riqueza crece, pero las personas con ocupación disminuyen, la riqueza crece, pero la pobreza no cede, la riqueza crece y Costa Rica vive un serio problema ético de injusticia social que ya no se puede disimular. Y los líderes políticos de turno optan por no discutirlo siquiera, lo toman como si fuera una consecuencia inevitable del destino.

En Costa Rica los impuestos son altos para las Pymes, para los empleados, para los que trabajan por cuenta propia. El ciudadano paga impuestos cuando compra, por el salario que percibe, por las viviendas y los bienes inmuebles, por el combustible que utiliza, entre otros pagos. Sin embargo, no es igual para cierta élite que disfruta de exoneraciones plenas, creadas por leyes.

Cuando revisamos las estadísticas tributarias todos los rubros de cobro de impuestos suben (ver cuadro adjunto), el que disminuye bruscamente es el “Impuesto a los ingresos y utilidades”, que presenta una caída de ¢79.579 millones, al compararse el acumulado de mayo del 2024, con el mismo periodo del año anterior. Pero en ese renglón se recogen los impuestos al salario, a las ganancias de las personas que trabajan por cuenta propia (emprendimientos), ganancias de las Pymes y las ganancias de las grandes empresas. Por lo que es necesario desglosar ese rubro con el fin de darnos cuenta quiénes son los que están haciendo caer la recaudación.

Como podemos apreciar en el cuadro adjunto, los impuestos a los ingresos y utilidades de las personas físicas crecen, esto es, los impuestos a los salarios, la parte de quienes trabajan en sus propias actividades, en lo referente a las remesas también ha aumentado la recaudación.

Son los impuestos a las ganancias de las personas jurídicas donde la recaudación disminuye en ¢105.031 millones en solo 5 meses del 2024. Y más aún, si entráramos con más detalle, son las grandes empresas las que están pagando menos, no son las Pymes, a pesar de que crecen sus utilidades.

Ese resultado, es consecuencia de que ha habido un fortalecimiento legal de los mecanismos para eludir impuestos, un deterioro significativo en la gestión tributaria y aduanera, una mayor laxitud para que las empresas grandes que están en el régimen definitivo se trasladen al régimen exonerado.

Ha habido una serie de leyes aprobadas por la Asamblea Legislativa “a propósito”, que abren portillos a la elusión y a la exoneración tributaria para las grandes empresas. Como ejemplo señalaré tres casos recientes:

– Ley 10.381, con la excusa de sacar a Costa Rica de la lista de Paraísos Fiscales, amplió el concepto de territorialidad para exonerar a decenas de empresas que pagaban impuestos en Costa Rica y ahora no tendrán que hacerlo más. Aunque operan en el país y carguen los costos de producir como gastos tributarios en Costa Rica, los ingresos no deben reportarlos porque esa nueva ley los exoneró.

– Ley N°10.234 que estableció nuevas categorías en el régimen de zona franca, beneficios adicionales, cambios en los criterios de la inversión requerida, así como otros beneficios fiscales respecto a las cargas sociales sobre las planillas. Dicha ley fue impulsada por la Asamblea Legislativa y ha erosionado groseramente la base tributaria.

– Ley que rebajó el cobro del marchamo se aplicó indistintamente a los autos de lujo y a los autos populares.

Estas leyes y otras recientes violentan, incluso, la Constitución Política de Costa Rica que en su Artículo 179 señala: “La Asamblea no podrá aumentar los gastos presupuestados por el Poder Ejecutivo, si no es señalando los nuevos ingresos que hubieren de cubrirlos, previo informe de la Contraloría General de la República sobre la efectividad fiscal de los mismos”, pues la interpretación inversa de este texto es igualmente válida: no puede la Asamblea Legislativa reducir los ingresos de la hacienda pública sin señalar las fuentes que los compensen.

Socialmente no es aceptable que los grupos económicamente más pudientes del país tengan una posición de privilegio en lo tributario, pues son quienes más se benefician de la infraestructura pública, de la educación y de los servicios públicos en general; sin embargo, han ido tomando paulatinamente una posición cada vez más parasitaria en cuanto a la vida del Estado.

La caída de los impuestos de ¢105.031 millones es el equivalente a 12 veces el presupuesto del Ministerio de Economía, o el equivalente a 3.501 bonos de vivienda de ¢30 millones cada uno. No obstante, debido a que es una disminución recaudatoria, eso significará esa cantidad de bonos menos, más infantes padeciendo hambre, más ancianos sin techo; mientras tanto, seguirán apareciendo en las portadas de los diarios las listas de “Grandes Contribuyentes” con pérdidas y cero ganancias a perpetuidad, los escándalos con Panama Papers, ¿hasta cuándo? Y el PIB creciendo y la inversión extrajera rompiendo récords, y las exportaciones en ascenso, y al gobierno y al pueblo yéndole cada vez peor.

Los tres poderes de la República deben encarar con urgencia esta situación de crisis en las finanzas públicas y formar una comisión para resolver está aberración. Hay que encontrarle una salida al absurdo creado a través de las políticas públicas desafortunadas desde hace bastante tiempo para acá. Es necesaria la presencia de los tres poderes porque la Asamblea aprueba la legislación, el Ejecutivo tiene mucho que mejorar en gestión tributaria y aduanera, y el Poder Judicial debe entender la importancia de la correcta interpretación de las leyes en esa materia.

Morena en México es mucho más que el color de la piel

Así se siente México, así se siente México

Así como unos labios por la piel

Así te envuelve México, así te sabe México

Así se lleva México en la piel.

Alberto Salom Echeverría

El color moreno de la piel…

Es un reflejo de siglos de imposición y explotación de una cultura machista, patriarcal, de superposición de una minoría blanca que desde la colonia estableció la supremacía de las instituciones coloniales, y que, ni la independencia, del dominio español, gloriosa como fue, ni la propia revolución mexicana de contenido agrarista, la primera del siglo XX, que estalló en 1910, aunque produjeron cambios muy significativos y trascendentales, lograron acabar con la injusticia social, la corrupción en la política y la explotación en lo económico junto con la enorme concentración de la riqueza que se fue acrecentando a lo largo de la centuria pasada, así como su contraparte la pobreza y desigualdad social; tampoco se logró poner freno a un estilo de desarrollo, de corte capitalista, que vendría después, cimentado en la grave degradación del medio ambiente.

En América Latina, el color moreno de la piel resalta en la inmensa mayoría de la población trabajadora y tantas veces ultrajada; uno de esos países, de los más connotados es México. Ese tono de la piel no solamente es característico de los pueblos originarios, en distintas gradaciones es propio también de los criollos, que fueron producto del mestizaje, como el que se produjo entre la población originaria al mezclarse con la caucásica europea; igual que entre poblaciones negras y blancas, por ejemplo. Asimismo, ese matiz moreno oscuro distingue a los afrodescendientes que fueron traídos a América para ser sometidos como esclavos de la colonización española. Los pueblos originarios y muchos criollos experimentaron los trabajos forzados, viéndose reducidos durante la colonia por medio de instituciones como las mitas y encomiendas. Todos son, en diversos matices morenos.

¿Qué es MORENA?

En México, en el 2011 se funda como producto de una escisión del Partido de la Revolución Mexicana (PRD), el Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido como MORENA, cuyo principal fundador e inspirador ha sido el actual presidente de la nación mexicana, Andrés Manuel López Obrador (AMLO); empero, ahí estaba desde el inicio, la nueva presidenta de México, la primera en doscientos años, Claudia Sheinbaum, como un claro indicio de la presencia de la mujer persiguiendo condiciones de igualdad con el hombre en el desenvolvimiento de la vida social y política, económica y cultural.

Desde la misma introducción de los estatutos de MORENA, cuando se constituyó en partido político se estipuló claramente que “MORENA es un partido político de hombres y mujeres libres de México que luchan por la transformación pacífica y democrática de nuestro país. Nuestro objetivo es lograr un cambio verdadero, es decir, que se garantice a todas las y los habitantes del país una vida digna, con derechos plenos; que se realice la justicia, se viva sin temor y no haya exclusiones ni privilegios. Un cambio de régimen como el que proponemos significa acabar con la corrupción, la impunidad, el abuso del poder, el enriquecimiento ilimitado de unos cuantos a costa del empobrecimiento de la mayoría de la población. Un cambio verdadero supone el auténtico ejercicio de la democracia, el derecho a decidir de manera libre, sin presiones ni coacción, y que la representación ciudadana se transforme en una actividad de servicio a la colectividad, vigilada, acompañada y supervisada por el conjunto de la sociedad. Un cambio verdadero es hacer realidad el amor entre las familias, al prójimo, a la naturaleza y a la patria.” (Cfr. www.dof.gob.mx/2019/INE/estatuto_morena.pdf).

Por esos principios establecidos es que, MORENA es mucho más que el color de la piel.

El cambio cultural que se pretende.

La cultura mexicana es una fuerte, abigarrada y poderosa manifestación de la vida social, política y económica, en la que la indiscutible hegemonía del colonialismo español primero, y de los círculos dominantes posteriormente en la vida republicana, hubo de vérselas desde su origen con la sólida expresión de la voz de los pobres y de los humillados.

La presencia de los desvalidos como una fuerza de resistencia en la historia de México fue de tal envergadura, a lo largo de cinco siglos y lo que llevamos del presente, que se convirtió en un sólido bastión cultural para estimular los cambios sociales que, aunque no lograron modificar la estructura de la dominación expoliadora hasta ahora, dejaron una impronta, una marca indeleble que ha servido de soporte a las denodadas luchas de los grupos subalternos de la sociedad.

Así ocurrió desde los tiempos en que apareció la poeta Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre de pila fue Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana; nacida en 1648 o en 1651en San Miguel Nepantla, México. Desde niña se evidenció su talento prodigioso y su inclinación por las letras. Fue una época en la que la sociedad mexicana como herencia de la Europa renacentista estaba dominada por el patriarcado, por lo que el rol femenino queda confinado a las labores domésticas y no era bien visto que una mujer se dedicara a las letras. Tanto en prosa como en verso, Sor Juana Inés desafió a la sociedad de su tiempo incursionando en la literatura y también en el conocimiento científico, pues adquirió una portentosa erudición.

Un gran testimonio de su postura filosófica y literaria quedó plasmado en el poema “Hombres necios”. Allí señala sin ambages: “Hombres necios que acusáis/ a la mujer sin razón/ sin ver que sois la ocasión/ de lo mismo que culpáis (…)” Y luego profundiza escribiendo: “Con el fervor y el desdén/tenéis condición igual, /quejándoos, si os tratan mal, /burlándoos, si os quieren bien (…).

En otro orden de cosas, en la segunda mitad del siglo XX en el año de 1962 se publica una de las más célebres novelas, del afamado escritor ya fallecido, Carlos Fuentes: “La Muerte de Artemio Cruz”. Una novela que trata de la historia de México en la contemporaneidad, referida particularmente a la revolución mexicana. En ella queda constancia de la forma en que el personaje principal, Artemio Cruz quien había participado en la revolución, recorre mentalmente en su lecho de muerte su participación en la revolución; pero, ya convertido en un acaudalado industrial, se aleja de los ideales que lo habían llevado a combatir, tras haberse convertido en un hombre corrupto y trepador. En la pluma de Carlos Fuentes, Artemio Cruz es el arquetipo de aquellos numerosos sectores de las clases medias arribistas y oportunistas.

Por otra parte, no puedo omitir en este breve relato la mención de la extraordinaria novelista Elena Poniatowska, poseedora de una profusa producción literaria. Uno de las más vibrantes de sus escritos es “La noche de Tlatelolco: Testimonios de una historia oral.” En ella la escritora hace una crónica de la matanza que sufrieron estudiantes a manos de la represión policial, con implicación del propio secretario de gobernación de entonces, Luis Echeverría, durante la administración de Díaz Ordaz. La orden de reprimir fue dada por el propio presidente de la República. El hecho ocurrió la noche del 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas, donde los estudiantes habían organizado una manifestación, la cual al ser reprimida por la policía ocasionó la muerte de cerca de 300 estudiantes. El motivo de la manifestación era exigir precisamente que se detuviera el autoritarismo y la represión ejercidos por el gobierno de Díaz Ordaz. El gobierno pretendía mediante la represión impedir que las manifestaciones estudiantiles se propagaran hasta el inicio de la Olimpiadas que pronto tendrían lugar en México.

Conclusión

Como puede verse, muchas de las plumas más brillantes de México, de los artistas e intelectuales en general se han unido a los movimientos sociales y populares que reclaman un nuevo orden social. MORENA aspira a convertirse en un partido político afín a los movimientos sociales que bregan por un cambio social verdadero y democrático, con acento en la justicia social, la equidad, la igualdad real entre el hombre y la mujer, la redistribución de los recursos en favor de las clases sociales menesterosas del campo y la ciudad, así como la eliminación de la corrupción en el ejercicio del gobierno nacional y local.

No es tarea fácil, no obstante que el gobierno entrante de Claudia Sheinbaum ganó las elecciones presidenciales por amplio margen a su más inmediata seguidora, Xóchilt Gálvez, a la cabeza de una coalición conservadora integrada por los antiguos partidos políticos del PAN, PRI y PRD. Además, MORENA ganó, tanto en el senado como en el congreso de los diputados, alcanzando una mayoría muy sólida que le permitiría modificar la Constitución. Sin embargo, la tarea no es fácil en un México asediado por las bandas del narcotráfico, que mantienen al país en un grave estado de inseguridad y el crimen ha crecido enormemente. Asimismo, Sheinbaum debe enfrentar todavía un importante déficit fiscal, y un no muy halagüeño crecimiento del PIB que alcanzó en el último trimestre del 2024, tan solo un 2%. Por la formación de la presidenta electa, se ha comprometido además a acelerar el cambio hacia una economía carbono neutral al 2050, transitando hacia una economía limpia; lo que significa un cambio de posición importante con respecto al actual gobierno de AMLO.

La presidenta entra al gobierno con una buena credibilidad y legitimidad, pero tiene ante sí retos enormes que debe acometer para no desgastarse y perder el prestigio que hoy ostenta.

Rama Costarricense de la Asociación Americana de Juristas pide justicia en caso del asesinato de Jerhy Rivera

Pronunciamiento en relación con el juicio por homicidio del Indígena Brörán de Térraba: Jerhy Rivera 26 de enero del 2023

La Rama Costarricense de la Asociación Americana de Juristas, organismo no gubernamental con status consultivo ante las Naciones Unidas, ha visto con honda preocupación el incremento de la cantidad de homicidios en Costa Rica, producto -muchos de ellos-de la actividad del crimen organizado, o fundamentados en la injusticia social y la inequidad económica.

Sin embargo, aún más grave y de mayor trascendencia, son los crímenes que atentan contra la vida -uno de los derechos humanos fundamentales-, por razones de discriminación racial, o por objeción a la libertad de conciencia de otras personas, o relacionados con intereses económicos o de depredación del ambiente.

Hemos escuchado en las noticias que en esta semana se está llevando a cabo el Debate Penal, juicio contra la persona a quien se le atribuye la terminación de la vida del líder indígena Jerhy Rivera.

Instamos a las partes, a las autoridades de policía y judiciales, para que interpongan sus buenos oficios, a fin de resolver este caso bajo la óptica de los principios fundamentales de la Justicia, de la protección a las etnias primigenias de nuestro país, alejados de prejuicios racistas que lamentablemente aún imperan contra los indígenas, para quienes todavía no existe equidad, a fin de que se siente un precedente que impulse la igualdad de oportunidades, el respeto a sus territorios, a sus tradiciones y costumbres.

Un país como el nuestro, baluarte en la defensa de los derechos humanos, no puede permitir que crímenes como este queden impunes, ni tampoco que la vida humana quede sin tutela.

Señores Jueces: esperamos lo mejor de ustedes, rigurosidad en el uso de la sana crítica, y una resolución que haga honor al máximo valor que buscamos todos los Juristas = Justicia, protección a la vida y a los derechos fundamentales de la población indígena.

Por la Rama Costarricense de la Asociación Americana de Juristas, cédula jurídica 3-002-117.038 Firma responsable: Arturo Fournier Facio, vicepresidente, cédula número 103980270

¿Pueblo Peruano 2.0 o Plagio Del 15N?

Macv Chávez

Hace un tiempo le decía a un gran amigo e historiador que “la historia parece una mentira hasta que tienes un amigo historiador, mentira, hasta que mientes”, haciendo mención a las pajas mentales que se tiran los historiadores para hablar de miles de años que no se pueden comprender ni saber a ciencia cierta, y él más o menos me daba la razón cuando le decía que esa gente a mí me parecen literatos de la historia, solo que con unas pajas mentales más científicas que fantasiosas. Hoy me toca decir que solo un buen historiador dará la razón al pueblo peruano, pero no al pueblo resentido ni al manipulado, menos al opresor ni al cojudigno, peor al iluso, sino al pueblo consciente, al pueblo libre, al que decide frenar la violencia, la corrupción y la opresión con su actuar diario para mejorar la sociedad desde su ser y hacer, a esos que el resto de miserables y manipulados deciden insultar de inconscientes y tantas otras vulgaridades que la masa mediocre dispara a quemarropa, las mismas que he recibido de ese resto que son la desgracia de la humanidad o la vergüenza del país, puesto que es un pueblo que anda sumergido en una guerra política entre miserables elitistas y pobres resentidos, ambos bandos inconscientes y ambiciosos, explotadores del pueblo en general; y es a ese pueblo que quiero hablar aquí, desde la percepción que he podido obtener a lo largo de mis cortos viajes por diversas partes del país, porque hoy quiero ponerme nacionalista, aunque me gusta más ser humanista, ciudadano del mundo, que de un pueblo o nación determinada, y peor aún de un pueblo que se mata sin lograr ningún cambio trascendental, ya que este pueblo produce lástima y vergüenza al mismo tiempo, al mismo tiempo que regala orgullo para decir que se tomó una excelente decisión al declararse ciudadano del mundo durante la adolescencia, mucho antes de meterme al mundo dizque intelectual, porque considero que el nacionalismo nos esclaviza y no nos deja ver más allá de la caverna para seguir creciendo y mejorando como personas; y seguro más de uno dirá por qué carajos vas a hablar entonces de los peruanos si no te consideras ciudadano de una nación, y es porque solo un ciego, sordo, mudo, cojudo, muerto y miserable podría no manifestarse ante la realidad que le rodea, más cuando se contempla tanta injusticia.

La realidad nacional hoy nos dice a gritos que en el Perú existe injusticia social hasta para exportar; y eso es porque, en los últimos años de la historia que he vivido, el peruano se ha sumergido en la más grande corrupción o deformación humana, esa que deplora y destruye a un país y la dignidad humana, y que ha logrado alimentar infinitamente el dolor y la impotencia con tantos hechos injustos que hoy se convierten en una bomba de tiempo que está a punto de estallar en más injusticias sociales que representaría una guerra civil, una que dice que quiere acabar con la miseria de la propia miseria humana y que tomo como un mal chiste para descerebrados, porque creen que de esa forma van a lograr acabar con la corrupción, porque lo que finalmente van a destruir es a la economía y la seguridad nacional, cosa que ya podemos ver que está pasando en el país, solo un ciego u obsesivo del poder no podría verlo; puesto que como ya dije desde hace varios presidentes atrás: ¿Cómo puedes pretender acabar con la corrupción desde cimientos corruptos? Yo al menos no lo concibo y cada día compruebo que no se puede, y quizás sea ese no casarme ni conmigo mismo el que me permite no andar de ciego apoyando al nefasto dictador de hecho luego de ser vacado, tal y cual pasó con la generación hormonal el 14N del 2020, que también salió a defender a un dictador, a uno que no se ve como tal porque ya el sujeto fue endiosado como un ser preocupado por el pueblo mediocre, porque ya les dio de comer una falsa idea de su ser; y por eso, por más que sus ídolos sean grandes genocidas, son incapaces para pensar y por lo tanto no se dan cuenta que están en una causa perdida, en un sacrificio inútil, porque tal y cual lo demostró la revolución hormonal del 14N, volveremos a más de lo mismo y seguiremos teniendo más muertos ilusos que caen en el sueño de la revolución donde no revolucionan nada.

Hoy los peruanos se encuentran más dividido que nunca, puesto que finalmente cada uno marcha bajo un concepto paupérrimo de la revolución, bajo sus propios y ciegos intereses, y, aunque quieran hacerlos ver como sociales, no son  más que seres individuales que se suman como borregos a una revolución hormonal, puesto que lo hacen desde esa percepción de la vida y la realidad errada, sin un ideal en concreto, repitiendo lo que les ha enseñado el capataz o amo de turno, demostrando que solo son borregos que escuchan a sus amos, y ese es el fracaso de la revolución y el inicio de más de lo mismo, porque muchos se mueven por la lástima, la rabia, la impotencia, la indignación, entre otros sentimientos que nos impulsan a acabar con el enemigo de inmediato, sin pensar en más allá de lo que vemos y creemos, buscando dizque luchar por la dignidad de los otros, de los más olvidados y discriminados, cosa que es bueno, porque demuestra que hay una conciencia social, solo que toda revolución improvisada, mal planteada, fracasa por más que se logre los cambios superficiales que se quiere, ya que la lucha se convierte en un talk show del pueblo, donde pasa el desgraciado al poder para burlarse de las muertes que lo invitaron a él, tal y cual como lo han hecho todos los presidentes de mi vida.

Las dos más grandes divisiones que contemplamos hoy del peruano está entre la derecha miserable y opresora y la izquierda reprimida y resentida, mientras que los de la derecha gozan del saquear el Perú dizque legalmente, porque tienen el control del poder y se crean leyes al favor de su bolsillo y no del pueblo, y a pesar de ser una masa insignificante es la más peligrosa porque no es una masa manipulada, sino manipuladora y sanguinaria, una masa que siempre busca cometer su genocida actuar a través de las normas y leyes que se deben mejorar o cambiar para que estos descabellados seres no sigan aprovechándose del poder que les da la gente al no poder ser más inteligentes que ellos para destruirlos de formas que les hagan comprender que “el pueblo unido jamás será vencido”, misma arenga que suelen proclamar durante sus protestas dizque pacíficas y que terminan en golpes a causa de las provocaciones de ambos bandos presentes en el campo de concentración, es decir, de la policía esclavizada por el gobierno que le quita la capacidad de pensar y por ende la conciencia social porque es un animal adiestrado para cumplir las órdenes del amo de la ley que lo vuelve máquina de represión, y del pueblo que como generador de la economía para el bolsillo de los policías, políticos y demás trabajadores del estado que se creen superiores al pueblo que les da de comer a través del sueldo que sale de los impuestos del pueblo. Entonces, aquí ya podemos ver lo que el pueblo sonso no es capaz de ver: el pueblo sigue peleando contra el pueblo para intentar destruir a los ricos, mientras que los ricos siguen usando de carne de cañón al pueblo que sigue siendo oprimido, así de sencillo funciona esto, igual que las guerras: los jefes de un país declaran la guerra a otro porque finalmente no son ellos los que se van a morir en ella, ya que están desde sus casas mirando el televisor con un poquito de canchita y disfrutando todas las comodidades del mundo, mientras que el pueblo sonso y esclavo está ahí, incapacitado para pensar o razonar luchando por la incapacidad de conciencia de algunos cuántos pendejos que solo se pelean de palabra para pintar las calles con los cuerpos de la gente que podría ser un peligro si es que usara sus neuronas para pensar y no para obedecer; y por eso es hasta cómico ver las protestas y peleas del pueblo con el pueblo, porque finalmente uno aprende a ser un hacendado ermitaño al contemplar tanta incapacidad para pensar, solo mira, analiza y disfruta de su vida cuidando de no verse afectado por algún delincuente o sonso revolucionario, porque penosamente son dos bandos que también se observa en este tipo de manifestaciones, que a los analíticos siempre nos recuerda a alguna otra, como esta revolución castillista me recuerda la revolución vizcarrista del 14N, “la misma chola con diferente pollera”, diría un dicho popular que muchos solo tomarán como racista, porque para rasgarse las vestidura son buenazos, pero para reflexionar y buscar formas inteligentes del trascender son buenos animales domésticos, animales bien adiestrados.

Antes de ayer leía una mención de algunos personajes de la historia peruana cuya firma era de Hildebrandt, con quien tengo mis discrepancias normalmente cuando leo algo suyo, porque algunas de sus intervenciones intelectuales suelen ser pajas mentales que me recuerdan a Mario Vargas Llosa, puesto que a veces sale con tonterías que dan vergüenza intelectual ya que tiene un rasgo cerrado acorde a su ideología de pensamiento, puesto que hay que conservar ese estilo de vida adquirido con los auspicios ideológicos, y por eso no veo nada más allá de alguien que ha aprendido a ser una mente brillante por la cantidad de información almacenada en su cerebro, pero que es tan poco procesada porque debe mantener la cuadrícula de determinada ideología. En fin, puedo decir que concuerdo con este mensaje que da en el video que encontré después: “Las turbas que intentan imponerse sometiéndonos a la extorsión y el temor no pueden prevalecer. Si ellas deciden nuestro destino es que nos habremos extinguido como sociedad que aspira a la civilización. Las turbas no son el pueblo, el pueblo es el que se queda durante horas y días secuestrado en un camino bloqueado, el que lucha contra el abuso del poder (…). Es cierto que la derecha hegemónica ha hecho muy poco por establecer puentes con ese Perú profundo y olvidado, pero ese Perú profundo y olvidado que viene de Túpac Amaru, Javier Heraud, Vallejo y Mariátegui no es el que estremece hoy al país. Ni Túpac Amaru, ni Heraud, ni Vallejo, ni Mariátegui hubieran alzado la voz por un pícaro que se burló de todos para saquear la hacienda pública y permitir que sus amigotes se repartieran obras y gollerías. El socialismo choro no es una doctrina, es un prontuario”. Este mensaje debería invitar a todos esos peruanos dizques intelectuales que andan ahora mismo buscando la destrucción ciega de la derecha, sin caer en cuenta que destruyen como castillistas al país, porque solo demostrarían que gozan de la incapacidad permanente de pensar al ser reproductores de las órdenes que les brinda su amo al que defienden con su propia vida, solo porque les habló bonito un ratito o los engatusó con un rico banquete de esperanzas que se quedaron ciegos y esclavos por su incapacidad de pensar o razonar. Y sé que más de uno intentará decirme ciego, loco, ignorante, mediocre o idiota desde sus palabas o desde el silencio que también sabe hablar, como aquella conocida que publicó en sus estados del WhatsApp: “¿Cuántas muertes más vas a esperar para indignarte y salir a las calles?”, a lo que respondí: “Hace 7 presidentes, pero no por eso voy a salir como un perro rabioso y a lo bestia a arrasar con todo a mi alrededor, porque ya he contemplado un sinfín de marchas “revolucionarias” a las que no me canso de catalogar como revolución hormonal, porque finalmente la misma historia se vuelve a repetir presidente a presidente y cada vez con mayor deformación y estupidez humana, logrando tener padres de la patria que se aferran al poder mientras el pueblo sonso sigue matándose como un niño esperando un dulce de azúcar, porque finalmente todo termina como la famosa “revolución” del bicentenario, la más grande revolución hormonal que haya contemplado hasta la semana pasada, donde vacan a un dictador que les robó descaradamente en pandemia, piden la renuncia del presidente que catalogan de dictador, y los revolucionarios se calman y olvidan de todo acto de revolución cuando entra otro pendejo que convoca a elecciones para después clavarnos una deuda externa por cien años con un préstamo innecesario, pero se convoca a elecciones y terminamos cayendo en el mismo juego del poder: votando por la misma basura política solo que con nuevos rostros, rostros dispuestos a saquear al país y con mayor incompetencia intelectual para gobernar, mismo presidente electo, dando como resultado el gobierno más representativo de la realidad nacional que debería preocuparnos a los intelectuales horrorosamente, porque es penoso el nivel intelectual que tenemos en el país, como para que un incapaz para pensar sea su presidente, así como una sarta de saqueadores y bestias humanas sean sus congresistas, muestra clara de que el intelectual peruano se ha convertido en un sujeto sin conciencia social y otro actor más culpable de la penosa realidad nacional que tenemos, porque un verdadero intelectual no puede permitir ni ser cómplice de la miseria humana, por contrario, debe luchar para cambiar esa realidad desde la formación hasta la acción, hasta ese cómo lo hicieron Túpac Amaru o Javier Heraud.

Pienso que si quisiéramos acabar con toda esta farsa de revolución solo hay que comparar esta revolución hormonal con la del 14N, donde terminaron muriendo absurdamente dos jóvenes a los que el beneficiado de la revolución hormonal elevó a héroes solo para justificar su denigrante revolución, esa misma que inició con la protesta de dos oportunistas políticos, a los que la historia debe juzgar como tal, si no lo ha hecho la justicia hasta ahora. Y eso es lo mismo que pasa con esta dizque revolución del pueblo, donde por un sentido de revolucionario hormonal siguen muriendo más personas inútilmente, gracias a que se suman como borregos al deseo del poder de unos insensibles miserables que quieren el poder a toda costa, unos tiranos que quieren el poder sin importarles la vida de los otros, puesto que solo quieren el poder así sea por el caos, aprovechándose descaradamente del deseo revolucionario. Cualquier persona con dignidad y razón no puede sumarse a estos actos donde mueren gente inútilmente, y digo inútilmente porque finalmente no se logra ningún cambio real, solo de personaje para seguir repitiendo la historia, y todo porque los cambios que necesitamos no son los de escándalo y guerras sino de pensamiento y leyes, algo que no existe en estas revoluciones hormonales, porque son cosas que se deben mejorar y supervisar en el tiempo, y para eso debemos enseñar a que el pueblo debe aprender a votar y a tener más conciencia de la realidad, asumiendo su propia vida para cambiar la historia con cultura y conciencia, es decir, no dando un voto a cualquiera solo porque hay que votar por alguien para que no salga lo peor, tal y como lo venimos haciendo en todas las elecciones que me ha correspondido como ciudadano para los políticos. Debemos aprender que finalmente en esta última elección el más votado en primera vuelta no fue Castillo ni Keiko la segunda, porque esa oración es una vil mentira para seguir atrapándonos en el mismo círculo vicioso de siempre, todo porque no se lee, no se piensa, no se analiza, no se cuestiona, simplemente se obedece a los amos y capataces que nos dicen lo que les conviene y no lo que realmente le conviene al pueblo, a ese pueblo que se votó a sí mismo con aproximadamente 23.7% de no quiero más políticos miserables a través del voto en blanco o nulo, ese voto que pudo habernos dado una mejor realidad política, porque nos hubiera colocado como un pueblo más consciente y más digno de buenos representantes, pero no, eso no pasó y dudo que pase, porque estas protestas no hacen otra cosa más que mostrar que la escuela de la población son programas de televisión nacional como Esto es Guerra, Al fondo hay sitio, entre otras porquerías televisiva que son como los libros de autoayuda: te repiten lo mismo una y otra vez hasta que te aprendes el libreto para que puedas ir por la vida en piloto automático, esperando la orden de tu amo para salir a defender sus intereses, tal y cómo está pasando ahora mismo con ese pueblo que jode al verdadero pueblo consciente, a ese pueblo que trabaja, que busca dejar el nombre del país en alto a través de su acción diaria y consciente, esa que sabe que mientras otros destruyen al país, a nosotros nos toca reconstruirlo en el acto para no vivir en el escombro de la mediocridad y miseria nacional. Y por eso creo, pienso, siento y deseo, que quien quiera realmente armar una verdadera revolución debería contribuir con su vida diaria para que el pueblo comprenda mejor la vida, para que tenga mejores herramientas para defenderse de estos miserables manipuladores sociales, de esos amos que solo usan de carne de cañón al pueblo indocto, porque no los ven como personas, sino como ganado que se sacrifica en favor del amo, solo porque no tiene vida ni sueños propios, y por eso estos grupos de poder y los políticos de izquierda o derecha se parecen en algo, ambos aman tanto a los pobres que los multiplican, y todo para qué, para seguir sacrificándolos como carne de cañón en sus luchas de poder que nunca benefician al pueblo, sino que los desaparece por el hambre o las balas, al punto de que no dejan de enfrentar al pueblo contra el pueblo, catalogando a algunos de insensibles si es que no quieren salir a las calles a protestar como lo hace la masa manipulada, al que no se une el pueblo consciente porque reconoce que dicho acto es un suicidio colectivo, al que solo es capaz de apoyar un revolucionario hormonal y no uno de verdad, por más que los revolucionarios hormonales indiquen de que el pueblo consciente no se sensibiliza ante las muertes que parten el corazón, porque por más inútiles que sean duelen infinitamente, pero no por el profundo dolor que nos causen esas muertes nosotros vamos a honrar su muerte con más muertes y menos dejando el poder en manos de unos sanguinarios políticos de derecha o de izquierda, saqueadores de la nación, esos que son los verdaderos insensibles y que festejan que el pueblo anda luchando por ellos o contra ellos para seguir demostrando su poder, su poder de opresión y manipulación, tal y como ahora está sucediendo, donde todo puede estar planificado para alcanzar el objetivo final, aquel que los miembros del lápiz nos lo hicieron saber desde que entraron en campaña con la intención de ser elegidos como presidentes y congresistas por esa apariencia de radicales que quieren terminar con la corrupción en el país, al punto de enamorar a un pueblo mediocre con esa idea, lo suficiente como para que ese pueblo mediocre hoy no se dé cuenta de que estos políticos desde el primer momento han tenido la fiel intención de cerrar el congreso, cambiar la constitución, la asamblea constituyente, al punto de que más de una vez mencionaron que si vacaban a Castillos ellos iban a salir a las calles para liberarlo, cosa que está pasando, y así también indicaron que ellos alcanzarían la asamblea constituyente si es posible a través de una guerra civil, adónde nos estamos dirigiendo silenciosamente, sin darnos cuenta porque tenemos la razón dormida, y todo gracias a la miserable, estúpida y ciega derecha que no deja de caer en los palitos del plan de la izquierda, ese que me atrevo a analizar aquí y ahora todo porque veo que la maldita derecha -que también debe desaparecer políticamente con todos sus partidos actuales- anda cayendo en el juego de la izquierda como meros descerebrados y grandes desesperados por conservar el poder, como siempre lo hicieron, solo que con un pueblo menos indignado y sin líderes que los identifiquen, que los domen y sometan a ideas retorcidas como esa publicidad de campaña: “No más pobres en un país de ricos”, donde solo se enriquecieron unos cuántos, tal y cual suele pasar con los políticos de derecha en el país, porque todo está orquestado dentro de un plan determinado, ese que hoy es continuado por Dina Boluarte al mando de la nación, a quien la derecha cree tenerla como la persona que traicionó a Castillo, cosa que dudo en sí mismo, porque pienso y creo fielmente que esa es la forma de obtener la confianza de la derecha y el desprecio del pueblo para poder continuar con el plan trazado por la izquierda oportunista y maquiavélica, ese plan que en este momento se encuentra en un estado de continua represión y asesinato del pueblo para que ese pueblo revolucionario siga llenándose de odio, rabia e indignación para que al fin estalle la guerra civil, esa que pondría en libertad a Castillo y que nos conduciría a la Asamblea Constituyente que tanto anhelan para alcanzar ese cambio de Constitución que los dejará en la cima del poder, logando perpetuarse en él bajo una dictadura legal, mismo Fujimori en 1992, solo que con un pueblo más dividido, un pueblo más resentido y sobre todo más mediocre, porque penosamente en estos tiempos ya no se puede hablar de ignorancia, porque la ignorancia se soluciona con formación y razón, en cambio, la mediocridad ni con las balas; y es por eso que los dizque intelectuales y el pueblo libre y consciente debe replantearse la vida y la existencia, así como esa indignación que tiene, no para salir a las armas sino para mostrar su indignación ante tantas injusticias sociales a través de acciones que nos ayuden a mejorar la sociedad con conciencia y razones que nos lleven a tener una urna más digna, una urna que represente la riqueza real del país y no de la mediocridad de la población.

Chiclayo, 15 de diciembre de 2022 a las 11:53 horas

PILAR CISNEROS: LA DIPUTADA DE LAS 3 P

Marielos Aguilar

El periodista de investigación y escritor MOISÉS NAÍM, preocupado por las nuevas corrientes autoritarias que están amenazando la trayectoria del sistema de pesos y contrapesos en los países democráticos, ha publicado un interesante libro denominado LA REVANCHA DE LOS PODEROSOS: CÓMO LOS AUTÓCRATAS ESTÁN REINVENTANDO LA POLÍTICA EN EL SIGLO XXI. Es una obra que se propone defender el modelo de las democracias liberales occidentales del siglo XX.

Al abrir este texto, es inevitable no pensar en la periodista y diputada PILAR CISNEROS, hoy día representante del partido oficialista que llevó a la silla presidencial al economista RODRIGO CHAVES, ambos ejemplos muy claros del modelo que Naím propone para reconocer a los dirigentes políticos antiliberales de nuevo cuño.

A estos nuevos políticos Naím los denomina con el nombre de LOS AUTÓCRATAS DE LAS 3 P, para resumir la fórmula antidemocrática de la que echan mano. Esos tres elementos son el POPULISMO, la POLARIZACIÓN y la POSVERDAD, una conjunción que les permite ir desmantelando los contrapesos que en una democracia garantizan la independencia de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Esos autócratas recurren a estrategias cada vez más notorias: el uso de un lenguaje catastrofista y pesimista para dirigirse al pueblo en general, la caracterización del entorno que nos rodea como caótico y fallido y, en no pocas ocasiones, a manifestaciones de un gran desprecio por el conocimiento y el papel de los profesionales e intelectuales en la sociedad. Instituciones como las universidades y los medios de comunicación son con frecuencia satanizadas. Se trata de fomentar la polarización social agudizando el escepticismo y la apatía respecto al ejercicio de lo que ellos denominan la política tradicional, sea de izquierda o de derecha.

Al recurrir a la POSVERDAD, estos políticos de vocación autócrata van más allá de la simple mentira, niegan verdades y realidades constatables para socavar los contrapesos que ponen límites a sus excesos de poder.

Para ellos los aspectos objetivos tienen menos importancia que las opiniones y las emociones que produce su discurso populista, polarizante y demagógico, todo ello con el deseo de fomentar las condiciones necesarias en la opinión pública para justificar sus abusos de poder.

Cuando vemos cómo la diputada Cisneros insiste en transmitirle a la población costarricense su escepticismo sobre la labor que se realiza en el ámbito parlamentario, o cuando el presidente Chaves va al Poder Judicial a señalarle sus debilidades, que las tiene, sin reconocer la importancia de la separación de los ámbitos ejecutivo, legislativo y judicial, una cosa queda clara: su objetivo es socavar nuestro modelo de Estado y darle rienda suelta a sus sueños autócratas. Se vislumbra en un futuro cercano una Costa Rica convertida en una autocracia de derecha, con una población cuyas esperanzas se desvanecen a punta de mensajes catastrofistas y donde las grandes ausentes sean las propuestas para profundizar la democracia costarricense, con políticas redistributivas eficientes para combatir la pobreza y la injusticia social.

Frente a esta amenaza, los movimientos sociales tienen la palabra: ambientalistas, sindicalistas, feministas, frentes estudiantiles y juventudes organizadas, movimientos indígenas y de otras comunidades.

Nuestra herencia progresista, democrática y pluralista está por encima de todo.

¡Para mañana es tarde!

 

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

172 ex pacientes del CENARE suscriben carta a la Junta Directiva de la Caja por el incumplimiento a la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (Ley 7600)

Como saben el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) fue transformado por la CCSS, en el CEACO, un centro especializado para pacientes con Covid-19. Este cambio se dio desde marzo del 2020. La Caja planteó que habría soluciones alternas para las y los pacientes que requerían los servicios de rehabilitación. Sin embargo, eso no se ha dado y con ello, hay una severa afectación a miles de personas con discapacidad.

Es por ello que la semana pasada, 172 ex-pacientes del CENARE suscribimos una carta dirigida a la Junta Directiva de la Caja. Reclamamos que hemos sido comprensivos ante la grave situación de emergencia sanitaria, generada por la pandemia, pero que la institución ha dejado en el abandono a personas que siguen requiriendo esos servicios, y con ello se viola el derecho a la salud y la rehabilitación. Es decir, otra situación de discriminación e injusticia social.

Esta situación refleja la grave situación que enfrentan las personas con discapacidad. Este es un problema puntual en el derecho a la salud y la rehabilitación. Pero el aislamiento por la imposibilidad de acceder a las TIC, el problema de la educación, del empleo, forman un conjunto de situaciones graves y de derechos que se violan.

Por último, en la carta se hace un llamado a la reflexión por los perjudiciales impactos a la salud que puede llevar a cabo la desatención de personas con diversas deficiencias, además señala la posición del país y el sistema de salud, con respecto al incumplimiento de la normativa legal e internacional que establece la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (Ley 7600).

Adjuntamos el documento oficial:

 

Compartido con SURCOS por Luis Fernando Astorga.

Bicentenario en Costa Rica: encrucijadas para las políticas públicas y la democracia

Luis Muñoz Varela[1]

La celebración del bicentenario de la independencia acontece en Costa Rica en el marco de una situación crítica de carácter multidimensional. La pandemia del Covid-19, que despuntó en el país en marzo de 2020, aún estará presente para el año 2021. Las repercusiones de la situación provocada por la crisis sanitaria y el tiempo que tardará en ser superada son todavía inciertas. La única certeza posible que de momento se puede tener es la de que la sociedad costarricense habrá sido afectada por una coyuntura de crisis cuyos alcances no se reducen a la cantidad de muertes provocada por el virus ni a los costos económicos que la batalla por el control de la pandemia haya representado para el sistema de salud y para el país en general.

Las afectaciones de la pandemia Covid-19 son múltiples en diversos sentidos: económicos, sociales, políticos, culturales y, desde luego, educativos. En lo económico, tras medio año de crisis sanitaria que se cumple al mes de septiembre de 2020, la tasa de desempleo en el país prácticamente se duplicó con respecto a la que se tenía a inicios de año: de 12,5% que registraba al primer trimestre de 2020, dicha tasa pasó a 24,4% para el segundo trimestre. Este incremento del desempleo afecta en mayor medida a las mujeres, las cuales, en el período de referencia, registran una tasa de 30,4%, lo que significa una diferencia negativa de 10,4% con respecto al desempleo de los hombres, que es de 20%. (INEC, 2020).

El subempleo, por su parte, alcanzó un incremento de 10,3% entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo trimestre de 2020. Las proporciones de distribución entre mujeres y hombres son de 20,5% para ellas y de 20,6% para ellos. La pandemia ha significado pérdida del empleo sin posibilidad de reintegro, reducciones de la jornada laboral y de los ingresos para un sector de quienes aún conservan el empleo, así como cancelación parcial o total de operaciones para sectores que se dedican al trabajo independiente o por cuenta propia y para pequeños negocios de servicios. Estos últimos registran con una afectación del 68,5%. (INEC, 2020).

Si se tiene en cuenta que, para el año 2019, se tenía en Costa Rica una tasa de pobreza del orden del 25,70%, los datos anteriores colocan al país en una deriva hacia la pobreza y la pobreza extrema que abarcará a muchos otros hogares más, los cuales quedarán sin perspectivas de poder salir de dicha condición ni siquiera en el mediano plazo. La situación se agrava aún más, al tener en consideración que, entre los hogares en condición de pobreza, el 48,4% de ellos tiene una jefatura femenina y son familias con más integrantes de lo que son los hogares no pobres. (INEC, 2019). Esta es una situación que erosiona las bases de la democracia y que coloca a la sociedad costarricense a las puertas de una desintegración social de alcances muy peligrosos para la estabilidad del bienestar común y para la convivencia social.

En lo que a la educación corresponde, el impacto de la pandemia también deriva en la configuración de una situación compleja y crítica para un amplio sector de la población estudiantil del país. Una vez iniciada la crisis sanitaria, las autoridades del sistema educativo dispusieron establecer la modalidad de educación virtual, en un contexto de realidad nacional en el que las desigualdades sociales y los niveles de pobreza confabulan en perjuicio de una proporción significativa de la población estudiantil. A finales de mayo de este año, por ejemplo, el Ministerio de Educación Pública (MEP) informaba acerca de la existencia de una cuarta parte del estudiantado nacional que no contaba con acceso al servicio de internet para atender la educación virtual. (Ruiz, 2020).

En este aspecto, es bien probable que, al finalizar el curso lectivo de 2020, la proporción de estudiantes que, tanto por la afectación económica que ha habido en sus hogares y a título personal, la pérdida de capacidad adquisitiva para pagar servicios telefónicos y de internet, lo mismo que por la inexistencia de cobertura de la conectividad, hayan debido abandonar los estudios y, con ello, quedar en una complicada situación de rezago. Pérdida de oportunidades para estas personas y pérdida de capacidades para el país y para la sociedad en su conjunto.

Sin embargo, más allá de la coyuntura de crisis que ha traído la pandemia, todas estas situaciones de inequidad, exclusión, desigualdad social, pobreza y pobreza extrema, son resultado del modelo socioeconómico establecido en el país desde hace cuatro décadas. La crisis de la pandemia solo ha venido a ponerlas a plena luz del día y a ampliarlas y profundizarlas. Se trata de una situación, no ya de crisis coyuntural, sino estructural y sistémica. Crisis que colocan al país y a la sociedad en una encrucijada de toma de decisiones urgentes e impostergables, a nivel de las políticas públicas y en las dimensiones económica, social, política, institucional, cultural, educativa.

¿Qué tipo de país tendrá que seguir siendo Costa Rica de aquí en adelante? ¿Se podrá dejar atrás cuatro décadas de un modelo socioeconómico que ha profundizado la inequidad, la exclusión, la desigualdad y la injusticia social? ¿Podrá servir la celebración del bicentenario de la independencia para hacer un esfuerzo nacional por regresar a los principios y a la salvaguarda de la institucionalidad de la democracia, tal como quedó establecido en la Constitución Política de 1949?

En vísperas de la celebración del bicentenario de la independencia, bajo el agobio que representa la crisis múltiple de la pandemia (crisis económica, social, institucional, cultural), la sociedad costarricense hoy se enfrenta al imperativo y a la necesidad de proceder a realizar una refundación del país. Una refundación en la que se tenga como eje central generar condiciones de vida digna y de bienestar social para todas las personas y para los distintos sectores sociales que conforman la sociedad.

Referencias bibliográficas

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2019). Encuesta nacional de hogares julio 2019: resultados generales. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.go.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reenaho2019.pdf

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2020). Encuesta continua de empleo al segundo trimestre de 2020. Resultados generales. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reeceiit2020.pdf

Ruiz, Paula. (2020). MEP detecta 250 mil estudiantes sin acceso a internet para recibir educación virtual. El Observador, 27 de mayo de 2020. Recuperado de: https://observador.cr/noticia/mep-detecta-250-mil-estudiantes-sin-acceso-internet-

[1] Instituto de Investigación en Educación (INIE), Universidad de Costa Rica, 14 de septiembre de 2020.

Las medidas económicas frente a la pandemia, sus prioridades y posibles efectos

German Masís

En tanto la pandemia del covid-19 continúa registrando nuevos casos y confirmando su expansión por todo el país, los Gobiernos anuncian y aprueban las medidas económicas que aplicaran como resultado de la reducción de las actividades económicas y de la decisión de las empresas de suspender su funcionamiento por el tiempo que dure la emergencia.

Con las planes y medidas que los Gobiernos van adoptando para enfrentar los efectos económicos de la pandemia, van definiendo la orientación y prioridades de la recuperación económica en cada país y definiendo los sectores considerados más golpeados, entre ellos las empresas, las pymes, los trabajadores, los consumidores y los pobres, a los que se dirigirán las eventuales medidas  gubernamentales.

De esta manera, es posible comenzar a valorar las prioridades de las políticas estatales en esta coyuntura, pero también proyectar el eventual impacto que podrían tener las medidas sobre los sectores y sobre la economía de los países en su conjunto.

En México ante la adversa coyuntura económica, el Presidente López Obrador manifestó que para paliar los efectos se priorizará en los sectores pobres que son los más necesitados y afirmó que “nada de rescates al estilo neoliberal que les daban a los bancos y a las grandes empresas. Que no estén pensando que van a ver condonaciones de impuestos u otros mecanismos. Si tenemos que rescatar, ¿a quién hay que rescatar?, a los pobres. (La Jornadadigital,23-3-2020)

Por su parte en nuestro país la Administración Alvarado ha mostrado su mayor preocupación por la situación de las empresas frente a la crisis sanitaria, lo que le llevó a definir como principales medidas: la moratoria de 3 meses del pago de impuestos, la reducción de las cargas sociales y la suspensión del pago de créditos a las empresas más golpeadas.

No obstante, las reacciones ante estas medidas y su impacto no se han hecho esperar. El Expresidente del Banco Central Francisco de Paula Gutiérrez, calificó como una “barbaridad” la moratoria de impuestos impulsada por el Gobierno y la Asamblea legislativa, manifestó que la medida difícilmente llegará a beneficiar a quienes más lo necesitan- pequeños empresarios y trabajadores informales-, y se plantea como si la situación fiscal del país no fuera crítica.  Dijo, esta medida además podría poner en aprietos a la Hacienda pública, que tendría que buscar en otro lugar los recursos que dejarán de ingresar en los meses de abril a junio.

Agregó que el crecimiento del país va a ser mucho menor al esperado, si es que hay crecimiento este año, vamos a tener un problema mucho más grave de desempleo y de producción, cuando todavía no hemos resuelto el problema fiscal. (LNdigital,23-3-2020). En esa misma perspectiva se manifestó la calificadora Moodys la que afirmó que el plan de estímulo económico de Costa Rica contra el coronavirus tendrá efectos fiscales, por un menor crecimiento de los ingresos tributarios este año.

Junto a la aprobación de la ley para posponer por 3 meses el pago de 4 impuestos cuyo objetivo es beneficiar a las empresas, los diputados aprobaron también la ley de autorización de la reducción de jornadas de trabajo ante la declaratoria de emergencia, el cual busca garantizar a las personas trabajadoras del régimen de empleo privado, mantener su puesto de trabajo mediante la reducción de la jornada laboral, cuando los ingresos de las empresas se vean afectados entre un 20 o un 60% (CRHoy,21-3-2020).

Esta ley que permite reducir las jornadas labores y consecuentemente el salario de los trabajadores hasta en un 75%, desprotege incuestionablemente los derechos laborales de éstos, ya que precisamente la legislación laboral establece que los elementos inviolables son el salario y la jornada, mientras prioriza claramente en el auxilio y apoyo de las empresas.

Como si la aprobación de esta ley no fuera suficientemente perjudicial para los trabajadores, la Unión de Cámaras de la Empresa Privada(UCCAEP), propuso poner un impuesto solidario a los trabajadores públicos, que según su Presidente, se trata de un impuesto solidario durante la crisis, para que ayude a pagar el subsidio de la gente que se quedó sin trabajo, los que ganen más de un millón pagarían un 10%, si el salario es mayor a 2 millones de colones pagarían un 15% y si el monto sube a 3 millones pagarían un 20%” (CRHoy,23-3-2020).

La opción del Gobierno y de las Cámaras empresariales es contundente, salvar y apoyar a las empresas y que los trabajadores sean los que paguen el costo de la emergencia, con la reducción de sus jornadas, de sus salarios e incluso con aportes a los trabajadores desempleados. Mientras se conoce por los medios que un número importante de empresas y hoteles ya han roto los contratos salariales dejando desempleados a más de 6.500 trabajadores.

Negros nubarrones se ciernen sobre la condición de los trabajadores en los próximos meses, a pesar de algunas noticias algo alentadoras sobre la decisión de los bancos de brindar una amnistía de 3 meses a las pymes y trabajadores en el pago de sus créditos y a la determinación del INDER de aplicar el no pago de los créditos en ese mismo período a más de 900 productores.

La reducción de los ingresos y la capacidad adquisitiva y el aumento del desempleo y la pobreza de la población trabajadora parecen inminentes ante los efectos económicos de la pandemia, igualmente para la economía nacional se visualiza el crecimiento del déficit fiscal y de la deuda pública, en un momento en que varias instituciones se han manifestado dispuestas a ceder sus superávits ya sea para amortizar la deuda o para atender la emergencia. Tendremos que estar atentos al acontecer de la pandemia y sobretodo para determinar sobre cuáles sectores recaerán en definitiva sus costos económicos, así como para identificar los eventuales ganadores y perdedores de la misma.

Ilustración: http://cr.globedia.com/politica-economica-desigualdad

Ser joven en los barrios marginales: creatividad en resistencia

La percepción de injusticia, la débil legitimidad de la democracia, la escasa presencia del Estado en las comunidades y la expectativa de emigrar, conforman la realidad de los jóvenes de barrios marginales en Centroamérica.

Por Carlos Sandoval García (*)

En 1987, se firmaron los Acuerdos de Esquipulas II, que prometieron la “paz duradera” en Centroamérica. Los presidentes de entonces dedicaron los acuerdos a las personas jóvenes, cuyos anhelos habían sido frustrados a lo largo de los años.

Tres décadas más tarde, cabe preguntarse qué expectativas y demandas se plantean los jóvenes, especialmente aquellos que tienen menos oportunidades. El proyecto Centroamérica Desgarrada se plantea documentar esas voces que, como ayer, demandan oportunidades.

Para ello se propuso un estudio exploratorio-cuantitativo con jóvenes residentes en comunidades o colonias populares urbanas de las capitales de Centroamérica. El Limón en Ciudad Guatemala, Nueva Capital en Tegucigalpa, Popotlán en San Salvador, Jorge Dimitrov en Managua y La Carpio en Costa Rica.

La investigación incluyó cuatro temas principales: la representación del entorno local y nacional, las demandas y deseos en torno al futuro, los medios que imaginan para alcanzar o no dichas demandas y factores sociodemográficos. Entre junio y noviembre 2017, se realizaron 300 encuestas por comunidad (1500 en total) a partir de un diseño muestral por cuotas (sexo, educación/empleo, edad) a partir de los datos sociodemográficos de las comunidades.

La percepción de la injusticia, el debilitamiento de la legitimidad de la democracia, la muy débil presencia del Estado y el sector privado en las comunidades y la expectativa de emigrar, se cuentan entre los hallazgos principales.

Para jóvenes residentes en colonias empobrecidas, no es fácil conseguir empleo. A veces porque no tienen el dinero suficiente para ir a dejar solicitudes de trabajo. Otras veces porque no tienen contactos que les presenten. Y muchas veces porque vivir en zonas marginales es motivo para descartar una solicitud. Son jóvenes “abusivos”, como se suele decir en Guatemala.

Creatividad para resistir

Durante el trabajo de encuesta en la colonia El Limón, conocí a Rogelio, un joven garífuna, originario de Livinsgton. A diferencia de sus compañeros del equipo encuestador, siempre llegaba a trabajar con una mochila grande y evidentemente incómoda.

Trabajar de encuestador implica caminar todo el día. No le tenía la confianza suficiente para indagar por qué cargaba con ese peso. Además, uno de los muchachos que también formaba parte del equipo encuestador, a menudo le hacía chistes racistas.

Rogelio respondía con un enorme ingenio e ironía. Me sorprendía lo bien que se expresaba; me dejaba la sensación de que era un activista en contra del racismo, pero también un poeta de la calle.

Poco tiempo después, Rogelio me compartió que rapeaba y que se gana la vida cantando en los camiones y autobuses urbanos en Ciudad de Guatemala. En la mochila cargaba una pequeña grabadora y un parlante que ocupaba para hacerse escuchar en medio del ruido de la ciudad.

Escucharlo nos recuerda que resistencias sin creatividad no se conectan con la vida cotidiana. Rogelio politiza la cultura y culturaliza la política con más ingenio y talento que muchos discursos enmohecidos y acartonados que no logran sintonizar con las demandas de las nuevas generaciones.

Una de sus creaciones responde el estigma que lo nombra “abusivo”:

“(…) Abusiva es esa gente que mete balas en el pecho…

Abusivas esas personas que desearon destrozar mis sueños…

Abusivo fue ese agente que a mí que quiso botar los otros dientes…

Abusivo el Presidente de Guatemala que escucha que frecuentemente gente se está muriendo

por balas y se pregunta “¿Ahora qué hago? mjm…¿será que este sillón se verá bien en mi sala?”

Abusivo aquel cabrón que se llamaba Ríos Montt que hasta el día de hoy se sigue negando su genocidio…”

 

(*)Doctor en Estudios Culturales por la Universidad de Birmingham en Inglaterra y profesor de la Universidad de Costa Rica. Trabaja en un proyecto de investigación sobre las expectativas y demandas de personas jóvenes de barriadas empobrecidas en las capitales de Centroamérica.

 

FOTO de portada: PANORAMA DIGITAL

Enviado por el autor. Fuente original:

https://nomada.gt/blogs/ser-joven-en-los-barrios-marginales-creatividad-en-resistencia/

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Del paro nacional y la insurgencia

Carlos Meneses Reyes

Del paro nacional y la insurgencia
Puesto de policía rural en Colombia.

Por la víspera se ve el día. El movimiento de masas en Colombia copa los espacios que por años le han sido vedados. La exclusión política que impuso el llamado frente nacional liberal-conservador, que perdura hasta nuestros días, anestesió el impulso del movimiento popular en sus contenidos de organización, liderazgo, propuestas, no ya de reivindicaciones por justos reclamos de cotidianidad de diferentes sectores de la población; como de superación de programas mínimos y máximos de expresión, para lograr alcances de verdaderas proclamas de conquistas económicas y sociales, atinentes a esculcar el fondo de las causales de una brecha social abismal entre poseedores y desposeídos, entre los que tienen y quienes nada tienen; entre los usufructuarios perennes del andamiaje estatal al servicio de sus intereses de clase y económicos y los que invocan la atención a tantas necesidades insatisfechas.

Indiscutiblemente estamos transitando por el desenvolvimiento dialectico entre lo que significa la influyente etapa de conversaciones en La Habana, entre una parte de la Insurgencia colombiana y el Estado representativo de la tradicional casta politiquera empotrada en el poder y manejo estatal. El paro Agrario Nacional, sumado el paro de ciento cincuenta mil camioneros, se explican por el desborde de tanta injusticia social plasmada. Es tan solo una muestra del potencial a expresarse y manifestarse ante las múltiples esclusas de expresión y manifestación popular que avizora la terminación del conflicto armado interno en Colombia.

La insurgencia y el paro nacional

Sin mayor escitación, en el convulsionado escenario de expresiones de lucha de clases por el que transita la nación colombiana; resalta, no la atipicidad en lo comparativo con el escenario de las luchas populares en Latinoamérica, por no reseñar en el mundo; cómo quiera que en Colombia haya convivido la expresión de la lucha popular armada (ejércitos del pueblo), junto con la lucha popular reivindicativa aupada de inspiración ideológica y políticamente revolucionaria. Esto en el escenario de la protesta popular, en un país en Estado de Sitio permanente (hasta la Constitución de 1991), corolario de la negación de un estado de derecho y violatorio de los derechos humanos. Más ese marco de convivencia política que hubiera de aplicar la excluyente Constitución de 1991 (no solo en su conformación, sino también en su inspiración antipopular), no cumplió la misma expectativa funcional, al permitir, en sus múltiples “adecuaciones” la aplicación de un método de contrainsurgencia armada expresada en la atroz convivencia del experimento paramilitar; la aplicación de un Plan doblemente contrainsurgente como lo ha sido el Plan Colombia; la reformitis de la imposición de la reelección presidencial; la imposición de los TLC´s; la denigrante instalación de siete base militares del Imperio en la tierra de los padres comuneros!. Todo ello avalado por una cortesana judicial, que permite el mentís de la presentación- ante nacionales y el mundo- de una Constitución Política impolume, y “soberana”, que tras veinticinco años de vigencia la presentan como una virgen santísima “sin romperse ni mancharse”.

Por eso ante el furor mediático y esquizofrénico de ver en toda forma de manifestación y de protesta de masas la mano interventora de la insurgencia; no decantará la vocinglería oficial y la “inteligencia” del estamento armado estatal en aceptar, todo cuanto ya es de asimilación de la sabiduría popular: que en Colombia la protesta popular, como expresión de hecho de democracia directa popular, desplaza el uso de las armas en esa protesta. Al alzarse la voz popular, callan los fusiles insurgentes. Al expresarse la soberanía popular en las calles y campos colombianos, con el grito de la protesta, el escenario de la confrontación armada es suplido por el potencial creativo de los espacios que le han sido vedados al movimiento social. Aplican presupuestos- por ejemplo- que ante la ineficacia de las bombas y metrallas para evitar la fuga del oro negro nacional por las venas de las redes de oleoductos, la decisión soberana de dos mil manifestantes y obreros petroleros en cerrar las válvulas del precioso recurso natural, garantizaran el cambio de las políticas anti soberanas.

El manido discurso de la infiltración de las guerrillas; ya no solo en las protestas ciudadanas y populares, sino en la colectividades que representan la movilización de indígenas, campesinos, camioneros, explican la judicialización de la protesta social en Colombia y la criminalización de las mismas. Al no asimilar la institucionalidad o establecimiento colombiano está realidad, continuarán de espaldas ante lo imperativo de las reformas de fondo que se requieren en Colombia. Una cosa es afirmar que el fin del conflicto armado interno en Colombia, se logre sin afectar el modelo económico y la doctrina militar vigentes en Colombia, conforme a un Acuerdo de Agenda pactada y seguramente de garantizada aplicabilidad e implementación sobre tópicos discutidos; y otro los logros que en periodos subsiguientes a ese conflicto armado, conquiste y arrebate, a las clases dominantes y usufructuarias internacionales del Estado colombiano, el movimiento subversivo popular al actual estado de cosas imperante. Sí. Porque la realidad política nacional e internacional impone que toda expresión de lucha armada insurgente cese en Colombia. Pero de allí a imponer y fragmentar las aspiraciones, alcances y banderas de lucha del movimiento popular colombiano, circunscribiéndoles a que cualquier manifestación de protesta afecta los derechos (en abstracto) de la gente que no protesta, confluye en desconocer la deuda histórica social por la imposición de la maquinaria de guerra estatal contra el sentir de la protesta popular. No es que con la terminación del conflicto armado interno surjan ahora “nuevos espacios” para el movimiento social. La experiencia histórica enseña lo contrario: es la vigencia de los estadios alcanzados la que va permitiendo la cualificación del movimiento popular a tono con una representatividad propia y de suficiente legalidad representativa. El sofisma de distracción y desconocimiento que son las minorías las que protestan y que las grandes mayorías domesticadas, son la prioridad para atascar la dialéctica del desarrollo revolucionario de las masas, carece de asidero. El principio universal que el derecho mío va hasta dónde va el derecho del otro, si bien vigente, no aplica en el escenario de la lucha política por las profundas transformaciones en Colombia. Puesto que esas luchas superan el aspecto de la cotidianidad. También modifican los paradigmas de las reivindicaciones particularizadas y de contenido gremialista, por espectros de alcances nacionales. Tampoco se podrán circunscribir a las tesis de la “seguridad democrática” impuestas a sangre, fuego, motosierra, durante el lapso genocida de los dos periodos presidenciales de Uribe.

En un escrito de mi autoría, al analizar las protestas en El Catatumbo durante el año de 2013, expresaba la conveniencia de asimilar el contenido de expresiones como insurgencia y subversión. La una como de tipificación penal por la rebelión contra el Estado constituido y la otra como practica no penalizada de subvertir, cambiar un estado actual de cosas. Expresaba: lo subversivo como pensar.

Se puede catalogar como el resultado del razonar práctico ante la importancia de una necesidad, por una situación crítica, mayoritariamente planteada.

Se trata de la manifestación del pensar individualmente considerado que termina por concluir que ante un estado de cosas planteado, denigrante, injusto, alienante, surge la necesidad de cambiar, de transformar de raíz, esa anacrónica situación. El individuo se arma (en el sentido menos militarista y no utilizo el término “se blinda”, por ser esencialmente militarista) en su interior. Es decir, se consolida ideológicamente en lo que considera que es auténtico, valioso y cosmogónicamente necesario para cambiar. Digamos que opera en él (o ella) una especie de revolución interna, por el cambio, por lo Nuevo. “La subversión humanizadora aparece breve en el tiempo, como un soplo de vida nueva”, enseña la Teología de la Liberación.

Lo subversivo como práctica

Existe una dualidad conceptual en el pensamiento subversivo. Se bifurca, se divide en dos: Uno, el analizado, imbuido de una fuerte conciencia interna de la necesidad de un cambio. Bulle en una lucha de contrarios interna, por la supresión de un orden de “valores”; por la creación de un nuevo orden moral; por superar la opresión; por cambiar lo que se vive; por la imposición de un nuevo futuro. Por aquello que irrumpe en lo consecuencial, ya convencido que se encuentra encerrado en un status quo asfixiante y alienante, imponiéndose lo categórico de un cambio radical. Otro, ese impulso interno, se transforma así en una consigna y practica consecuencial de un accionar social, real, expresado en una movilización de fuerza social y colectiva.

En eso radica la eficacia del pensar original subversivo: en su proyección de movilización como fuerza social; como fuerza de la colectividad. Es el paso a lo transformador. De allí la importancia de la subversión, planteada en la consecuencia lógica de una nueva institucionalidad; en la consecución de un orden alternativo.

Pero ese accionar dialéctico, no queda allí. El acto subversivo creador de dinámica social colectiva puede ser violento, pacifico, dialógico. Depende del análisis concreto, de la situación concreta (…); como también de la respuesta de los detentadores del poder (…).

Del camino emprendido por la insurgencia Elena

Si bien hace tres años, al inicio de las Conversaciones en La Habana, las condiciones objetivas internacionales de cambios alternativos al modelo del capitalismo salvaje neoliberal eran otras, a las actuales y ad portas de la fase pública de negociaciones con la insurgencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ello no ha sido óbice para que se haya acordado una temática a tratarse entre los plenipotenciarios de ambas partes contrincantes: la insurgencia del ELN y el Estado colombiano. Pero plaga de expectativas el que no se haya pasado a la fase pública de esas conversaciones. Digamos que existan recriminaciones mutuas entre las Altas partes contratantes. El tema del secuestro o retención de civiles parece ser el nudo gordiano. En lo académico-político se ha ventilado lo del secuestro, como violación a una norma penal interna, que no califica en la doctrina del derecho internacional humanitario (DIH) como delito atroz y/o de lesa humanidad. Así es, por más aberrante que sea tal delito y las mismas contrapartes lo asimilen y acepten. Pese a los acumulados de distinción existentes, entre comparaciones chocantes, del uso de la cárcel para recluir presos políticos y del destino de los secuestrados o retenidos en la facultad de locomoción; esa es una realidad de la crudeza de la guerra. Como premisa elemental en abordar la solución de un conflicto, lo improcedente es la postura unilateral al respecto.

Modestamente veo la solución a ese impasse en el Acuerdo por el cese bilateral y definitivo de las acciones militares por las partes en Conversación. No es concebible en el panorama nacional que el ingente esfuerzo de la representación armada del Estado colombiano- con generales de alta calificación sobre el tema- y de quienes conforman la parte insurgente fariana en La Habana, se torne iluso al no apropiarse del momento histórico en que la definición del cese bilateral y definitivo de acciones armadas, abarque- en un solo acto- tanto a la insurgencia de las Farc-ep como a la del ELN. Las implicaciones políticas de ello saltan a la vista: 1. El cese de secuestros por motivos económicos y de retenciones por móviles políticos. 2. La inmediatez de efecto para que el Ejército Popular de Liberación (EPL) declare un cese unilateral de acciones armadas en zonas de su influencia y en especial en el Sur del Cesar, la Provincia de Ocaña y El Catatumbo. 3. También la carencia de motivación mediática de la extrema derecha uribeña en el descabellado llamado de una “resistencia civil” para oponerse al fin del conflicto armado interno y en obtusa contravía al mandato constitucional de búsqueda de la paz; lo cual los coloca en clara disidencia (no oposición), dentro del núcleo de poder imperante, oligárquico y antipopular, en Colombia.

 

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