Foro sobre pensiones convocado por JUPEMA – mensaje en representación del Arzobispado de San José
Dr. Luis Alejandro Rojas A.
Sacerdote Católico
San José, 7 de agosto de 2024
A mis cuatro bisabuelas no las pensionaron. Fidelina, que trabajaba en Alajuela Centro, tuvo tres patronos muy generosos. Como empleada doméstica, cada uno le dejó un “chiquito” a cuidar por el resto de su vida. Las dos bisabuelas josefinas, Chepita y Ramona, laboraron haciendo “puros” para un comerciante del Mercado Central, y Apolonia de Carrizal de Alajuela, se dedicó a tener hijos e hijas para ir “a coger” café donde el finquero del pueblo.
Suerte parecida la de Juanita, mi abuela materna, que enviudó cuando su esposo contaba con 35 años y le dejó 8 hijos huérfanos en medio de la pobreza. Mi abuelo Roberto era un peón agrícola por el lado de Guachipelin que nunca lo incluyeron en planillas. Tampoco, cotizaron para mi abuela Gestrudis que era operaria de costura y murió al amparo de sus hijos.
Esos rostros humanos no deben olvidarse en las reflexiones del presente Foro sobre Pensiones, que pretende un enfoque de inclusión y bienestar social.
Esa Costa Rica dirán algunos, ya no existe. Es verdad. La creación de la Caja Costarricense del Seguro Social y su régimen de salud y el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte, ha traído beneficios para la población más vulnerable. Así como el programa de pensiones del régimen no contributivo.
Debemos estar siempre agradecidos con esos compatriotas visionarios, que pensaron desde el amor al prójimo en una Caja patrimonio histórico para la seguridad social, solidaria y universal.
El programa del régimen de pensiones no contributivo es solidario y justo, para mitigar en parte, las necesidades de muchos de nuestros adultos mayores, personas con discapacidades, mujeres y hombres en viudez, con personas en situación de pobreza y enfermos, particularmente en las zonas rurales.
Sin embargo, están en espera aproximadamente vientidós mil solicitudes, del programa de pensiones del régimen no contributivo. Asimismo, son muy escasas la resoluciones anuales, y muy lejano también, un incremento económico de las mismas.
Sabemos que contribuye la Junta de Protección Social, FODESAF y otras instituciones; más el Estado representado por el Gobierno de turno no debe disminuir su aporte. Y mucho menos permitir que se desmantele la Caja, por intereses de bloques hegemónicos financistas y sectores económicos, que solo ven oportunidades de negocios para acrecentar riquezas.
Sigue siendo la gran tentación de algunos siervos de la economía de mercado, la misma que tuvieron los hebreos al pie del Sinaí (Exódo 32,1-9); que se hincaron a adorar al becerro de oro, y algunos adoradores de nuestro tiempo, ya no les interesa tanto el becerro, sino el oro del becerro.
Pidamos a Dios que llegue el día, que por voluntad del soberano, es decir por decisión de nuestro pueblo costarricense, decidamos despolitizar la Caja Costarricense del Seguro Social para que adquiera su auténtica autonomía institucional, y vele por sus propios intereses y no por provechos de los políticos de turno.
Los mismos Obispos han manifestado que hay que impedir las tendencias a la privatización de la Caja, y piden superar las inhumanas y prolongadas listas de espera (Mensaje de los Obispos de la Conferencia Episcopal a la Iglesia y al pueblo de Costa Rica al finalizar la CXXVII Asamblea Ordinaria, 29 de febrero de 2024). Y agrego, urge el pago de la deuda del Estado.
También, seamos justos con las mujeres trabajadoras respecto a la edad de jubilación. Jesús de Nazareth, tuvo siempre sensibilidad para las mujeres de su tiempo con las que trató. Así, rompió los paradigmas culturales e ideológicos de su época y habló con la mujer samaritana, para mostrarle el camino de liberación; sanó a la mujer cananea con flujos de sangre; detuvo la procesión fúnebre en las afueras de la aldea de Naím, cuando una viuda llevaba a enterrar a su amado y único hijo, y ante la alegría de aquella madre, Jesús le devolvió la vida al joven (San Lucas 7,11-17). Además, fue un grupo numeroso de mujeres que acompañaron a Jesús hasta la cruz, como seguidoras del Mesías. No se quedó atrás María Magdalena como primera testigo de la gloriosa resurrección del Señor, una mujer excluida de su tiempo.
El párrafo anterior, facilita un marco referencial para recordar que el 21 de julio del 2021, en respuesta a la consulta pública de las autoridades de la Caja sobre el fortalecimiento del Régimen de pensiones y bajo el título: “El IVM pilar de nuestro sistema de protección social, la progresividad debe ser el eje”, el Foro Mario Devandas, coordinado por la Iglesia Católica y su Arzobispado de San José, desde el movimiento sindical y social, propuso iniciativas que garantizaran la sostenibidad financiera del I.V.M., que aseguraran que nuestro sistema de protección social fuera cada vez más universal y solidario, en beneficio de las grandes mayorías de nuestro país, particularmente de las mujeres que laboran.
El documento de 19 páginas, subscrito por 33 organizaciones sindicales y sociales, sale en defensa de las mujeres trabajadoras y sus derechos sociales y humanos, y aboga por el establecimiento de una edad más temprana para la pensión respecto a los varones, y ofrece nueve propuestas para alcanzar la sostenibilidad financiera del régimen de I.V.M.
Finalmente, estimados participantes a este encuentro, la Conferencia Episcopal de Costa Rica y el señor Arzobispo de San José, agradecen a JUPEMA la feliz iniciativa del presente foro sobre pensiones y desea que todos ustedes enriquezcan estos caminos de diálogo y construyan muchos aportes para un sistema de pensiones sostenible, universal y justo que incluya a los sectores más vulnerables y pobres, para el bienestar social de todas y todos los costarricenses. Por eso, un abordaje integral será, no sólo considerar la importancia de los aportes técnicos para la discusión sobre el Sistema Nacional de Pensiones en Costa Rica, sino pensar en el eje político que transversa dicho sistema. Muchas gracias.
Oración:
Jesús Maestro, que amaste con corazón humano y divino, verdadero Dios y verdadero hombre, haz que lo injusto no nos sea indiferente; ni el hambre del hermano; ni el frío del habitante en condición de calle; ni la soledad del migrante que pasa por nuestros caminos; ni las lágrimas de la viuda; ni las condiciones de las personas con discapacidades; o el cansancio del adulto mayor que ha trabajado toda su vida, y las tareas extras de las mujeres trabajadoras; ni tampoco la frustración del que no encuentra empleo y se muestra impotente ante los retos del mercado laboral.
Jesús de Nazareth, trabajador de Galilea, artesano en el taller de san José, bendice a todos los participantes del FORO SOBRE PENSIONES, para que, con sus aportes técnicos contribuyan en la sostenibilidad, suficiencia, y cobertura, especialmente para los pensionados del regimen no contributivo y en beneficio de las mujeres trabajadoras, en defensa de los derechos humanos y el bienestar social de todas y todos los costarricenses.
Amén
Imagen: JUPEMA.