24 de abril: ¿Boomer vs. Generación X? ¿1970 vs. 1991? (Versión Ecuménica)

Jiddu Rojas Jiménez

  1. Primero pido perdón por usar esas «categorías» generacionales sin gran fundamento científico – social, y que han devenido en meros lugares comunes. No se trata de una competencia. Sino de visibilizar importantes acontecimientos históricos que han moldeado la resistencia popular contra la destrucción paulatina del Estado Social de Derecho.

Necesario es decir que la ‘teorías de las generaciones’ tienen un sesgo muy anglosajón. Y que su operatividad conceptual es muy vaga.

Un ejemplo: En principio la Generación anterior a la X no es la Boomer sino la llamada Generación Jones de intermediación.

Pero no es lo mismo nacer en la «Generación Jones»(nacidos aproximadamente entre 1954 – 1965, o sea, repito, posterior a los «Baby Boomers» y anteriores a la Generación X) en Estados Unidos, sin Vietnam, sin revolución sexual, con las drogas criminalizadas, mucho más despolitizados, con Televisión 24/7, con alto desempleo y recesión al crecer, al estilo del Presidente Obama, que nacer en esa mismos años pero en Centroamérica, Latinoamérica o Medio Oriente, o en el antiguo Bloque Socialista de Europa del Este con posterior Restauración capitalista. Punto. No hay parangón. Incluso las diferencias entre campo, puertos y ciudad cuentan, y no sólo en Costa Rica sino en el Mundo entero obviamente.

Otro tema es el mismo término «Generación X», tomado de la cultura pop del primer grupo de Punk de Billy Idol, y referido en la literatura por el canadiense Douglas Coupland, etc. Al parecer, tomado a su vez de un equívoco al malinterpretar un fotoensayo del famoso Robert Capa, referido a los niños y niñas nacidos después de la Segunda Guerra Mundial (o sea los llamados «Babyboomers» de Estados Unidos). El término sólo se popularizó en tardíamente al final de los 90s y comienzos de la década del 2000.

  1. Ahora lo esencial:

El olvido de la Lucha contra ALCOA no es gratuito. Signo de una generación de lucha heroica, resulta conveniente olvidarla. Trivializarla, romantizarla, minimizarla, evadirla.

Nadie debe recordar nunca, esa primera plana en «Le Monde Diplomatique» con un joven estudiante costarricense llamado (José Picado Lagos) en guayabera, retando a golpes a un policía antimotines armado de su garrote…

Faltan muchos y muchas en la foto pero ahí están. Vale la pena seguir interpelándolos y aprendiendo mutuamente de sus experiencias.

Fue una maravillosa generación, mucho anterior incluso a la mía, denostada por el anglicismo «Boomer», ahora de moda.

  1. Nuestra Generación X:

Pero suave, yo nací en 1968, Año del Tet… Tenía 2 años en 1970. Y entré a la conservadora Facultad de Derecho en UCR en 1985… No conocía movimiento estudiantil alguno en el colegio (al menos en mi colegio privado). La actividad política me ha perseguido desde mi ingreso a la UCR. Y es como un mal Karma, valga la redundancia.

Ya desde 1988 acompañaba al Trabajo Campesino en Acosta, y eso fue otra cosa, no era la esfera de las capas medias universitarias… Era alimento espiritual. Era Dharma. Era como dejar de estudiar Derecho y comenzar a estudiar Filosofía.

Admito que no era muy ‘normal’. Pero tampoco lo soy ahora a mis Cincuentas.

  1. Y bueno, quería aportar algo al justo y necesario tributo histórico de ALCOA 1970, pero con voz propia:

¿Quién se acuerda de 1991 y la Lucha de las Universidades Públicas por su justo presupuesto?

¿Quién se acuerda del Ministro Thelmo Vargas adalid del Neoliberalismo en el PUSC? ¿Alias ‘Thelminator’?

¿Y del tenebroso Bipartidismo Neoliberal?

La lucha y expulsión por la presión popular del ‘coco’ Neoliberal, Thelmo Vargas como Ministro de Calderón Fournier en 1991 fue nuestra otra victoria generacional. (Aún y cuando haya terminado en eso cosa extraña llamada FEES, que para algunos/as resultó regresiva respecto de la norma constitucional explícita previa).

  1. Recapitulemos el contexto de los 90s, porque tampoco fueron fáciles:

No fue un mero revival de los 60s parisinos.

Estábamos en pleno pleno auge Neoliberal en Latinoamérica y en el Mundo, con la reciente caída de la URSS, y de los regímenes burocráticos del «Socialismo Histórico», y con escepticismo propio de la corta moda académica Posmoderna… Se nos negaba así la Utopía, y se predicaba con simplismo el ‘Fin de la Historia’ por un tal Francis Fukuyama, ahora un ‘converso’ me dicen.

El sectarismo mesiánico también apareció como un falso refugio.

Sin embargo, nuestra lucha fue igual de heroica a la de ALCOA, y tal vez incluso, hasta igual o más importante políticamente, en términos estratégicos nacionales. Aunque Usted no lo crea y la desconozca.

Fue una poderosa y estratégica victoria popular la de 1991 en el silencio global de la caída del Muro de Berlín, que le recortó las alas al proyecto Neoliberal Bipartidista todavía en boga…

No nos equivoquemos, sólo lo volvió más lento, a lo «tico», pero eso fue mejor que la receta de Menem en Argentina, o de Salinas de Gortari en México, o de Collor de Mello en Brasil, o del Autogolpe de Fujimori en los 90s, o sea fue relativamente «bueno» para nuestro golpeado Estado Social de Derecho.

  1. Este movimiento estudiantil costarricense gestado entre 1990 y 1991, permitió y sembró, los aires de la posterior Lucha por el ICE contra el llamado Combo 2001, o incluso contra el TLC (2006 – 2007). Nos inspiró sin duda ALCOA. Pero tuvimos nuestra propia identidad. No tuvimos un Vietnam, tuvimos la Guerra del Golfo contra Iraq (dos guerras de Iraq, y en medio la Invasión a Afganistán justificada por el terror psicológico colectivo del 9/11).

Carteles de Jim Morrison y Lennon, alternaban con consignas del Mayo 68 o del Surrealismo y Dadaísmo, y desfilaban junto a los de Carmen Lyra, o CALUFA, Rodrigo Facio, o el Ché. Fue maravilloso y polifónico. Lleno de colores y de creatividad revolucionaria. La mutación política (Negri, dixit) parió con nosotros.

  1. Nota Morista:

Me hubiese gustado decir de los carteles que muchos eran de Manuel Mora Valverde, pero en realidad sistemáticamente se nos ocultaba su figura y su pensamiento estratégico, se le minizaba, o se le denostaba por el sectarismo de la poca izquierda universitaria ilustrada que quedaba. Esa fue mi experiencia política y académica, al menos.

Era más fácil conocer el recetario ‘ultra’ de un extraño y gris Trosko argentino (con perdón de Trotsky) apodado Nahuel Moreno y sus rabietas y disputas con el sabio economista belga Ernest Mandel, que estudiar el exitoso Pacto Social de 1943 que dio origen a nuestras Garantías Sociales. Así de sencillo.

En fin, éramos muy ingenuos y podíamos equivocarnos muy fácilmente. Yo incluido obvio. (Eran épocas confusas de reflujo político).

Ya para los 90s habían ahogado la lucha estudiantil de 1970. Los finales de los 80s fueron de restauración conservadora en Costa Rica. Hicieron muy bien su trabajo ideológico…

Los Planes de Paz necesarios en Centroamérica nos dieron oxígeno, luego el cerco económico al Agro nacional y la obligada reconversión agroexportadora, el giro Neoliberal del PLN de Oscar Arias, la Invasión a Granada (1983) y a Panamá (1989), la amenaza norteamericana de Invasión a Nicaragua, luego la lógica derrota electoral del FSLN, la derrota militar de las Guerrillas centroamericanas frente al genocidio del fascismo militar criollo, la anterior crisis de Carazo y el FMI, la brutal hiperinflación, la propaganda anticomunista 24/7, etc.

  1. Nuestro referente teórico universitario era Helio Gallardo, al menos en la UCR. Algunos conocíamos incluso al gran Franz Hinkelammert, «El Yeti» y a sus colaboradores del viejo DEI.

Todo lo demás era casi marginal (adrede posiblemente), puro manto y leyenda o mero Diamat sin «socialismo real».

Obviamente con las excepciones del caso, como el brillante historiador de la UCR, Paulino González Villalobos, veterano de ALCOA y fallecido trágicamente en 1988 (qepd.), o los profesores de Psicología Social (Jaime Robert e Ignacio Dobles) y sus charlas de freudomarxismo.

Claro académicamente (no políticamente), ya asomaban al menos en la vieja Escuela de Filosofía- UCR, el Ecologismo y el Feminismo (gracias Yolanda Ingianna).

El acrónimo LGTBIQ no estaba bien difundido, y aún dentro de la izquierda juvenil, salvo cierta tolerancia represiva (Marcuse), sus reivindicaciones eran mal vistas. Esa era nuestra moral pueblerina que privaba. Sin embargo, ya habían discretos Colectivos universitarios en lucha. Igualmente sobre el complejo y actual tema indígena.

Si estaba muy clara la necesidad de pensar a los nuevas subjetividades sociales, a los nuevos actores sociales, más allá de la clase trabajadora y el campesinado.

La teoría social contenida y su explosivo potencial en el Psicoanálisis de Freud (gracias Tatiana Facio). La crítica Neomarxista y gramsciana al Marxismo Soviético (gracias Giovanna Giglioli).

La vieja Escuela de Frankfurt y su Teoría Crítica (igual que en Europa occidental de los 60s y 70s), eso a pesar del publicitado (e insoportablemente denso) Jürgen Habermas, también nos movilizó.

Foucault y Deleuze y el posestructuralismo francés de izquierda (no posmodernismo), no se le puede explicar a los sectores populares. ¿Para qué además? Pero sí podemos trabajar con Privados de Libertad (1998) y repensar el encierro, el cuerpo y su vigilancia social.

Y claro, la Filosofía de la Liberación Latinoamericana (Dussel). Pensar desde América Latina, escribía Helio.

También y no menos, el espíritu ‘acrata’ de la Revista Kasandra Virtuala y de Jorge Jiménez ofrecía una salida estética contestaria y de ruptura, con el Progresismo soso heredado de los 70s.

Luego vino Hegel, primero con Don Arnoldo Mora Rodríguez y don Fernando Leal, luego Gerardo Mora Burgos  en la Sede Occidente, y luego con Roberto Fragomeno y nuestro Centro de Estudios Filosóficos «Lágrima Negra».

Soy injusto con una nunca olvidada generación de profesores de Economía Política de la UNA, quienes iban desde Neokeynesianos, Neoricardianos (por Piero Sraffa), hasta Neomarxistas críticos.

No podía faltar en la UNA, don Federico López y su luz. Faltarán muchas y muchos docentes de mencionar, claro.

  1. Pero sería todavía más injusto sino menciono al extraordinario, maravilloso, y aún más politizado movimiento estudiantil de la Universidad Nacional. Su líder indiscutible Danilo Solís (qepd.), nuestro hermano y compañero de generación.

Danilo, nuestro «Peluca», «Danny Boy», educó con su sencillo ejemplo, y con su honestidad y consecuencia política, a toda una generación de luchadores y luchadoras cívicos del posterior Combo del 2000 de la UNA (Johana Hernandez, Alvin Solano, Oscar Barboza Lizano, Esteban Campos Méndez, Andrés Gallardo, Dimitri Shiltagh Prada, Jorge Blanco Chan, etc.).

Nada como aguantar durante el Combo del 2000 o en 1991 bajo el Sol y la lluvia, con algunos/as pocos/as un Bloqueo en plena Avenida Central y Segunda de San José… En ese tiempo era legal. Sin embargo, la represión policial era la misma, sino pregúntele a la líder estudiantil de la Lucha contra Combo privatizador del ICE, Eva Carazo Vargas, o al veterano compañero César LD López, o incluso al entonces todavía más joven, Ariel Foster de la UNA.

No fueron las únicas luchas, entre 1991 y el 2007 hubo una serie de fantásticas luchas populares, acompañadas siempre por jóvenes y estudiantes, universitarios y hasta colegiales (Roberto Herrera).

  1. Un recuerdo emotivo:

Los Policías se preparan para la carga… Nuestra gente estaba muy cansada y la mayoría se había retirado a la UCR … La Policía incluso era más numerosa, sobraban oficiales… Y de repente como en una película con final feliz, vemos una maravillosa Legión de jóvenes universitarios y universitarias, ordenada, marchan casi, vienen caminando desde Heredia, era algo casi espartano, cobijados con una manta con estrella roja, subiendo contravía la Avenida Central. Marchan hacia nosotros… No habían celulares. Solo señales.

La policía vuelve a ver a su retaguardia y de inmediato se reubica pacífica en la Plaza de la Democracia. Ahí abracé a los y las compas de la UNA. No nos hemos separado hasta la fecha, y terminé sacando mi Posgrado en esa maravillosa Universidad Necesaria.

  1. Y del TEC sólo conocimos a sus líderes estudiantiles como «El Mechas», ahora un gran profesional e Ingeniero en el ICE.

Sabíamos del exilio del Arquitecto Roberto Villalobos Ardón del viejo TEC, por sus maravillosos cursos de Filosofía del Arte en la UCR. Y obviamente luego, cultivamos la amistad y admiración por el Rector don Eugenio Trejos BENAVIDES, pero luego, durante el Combo del 2000. Años después pude tener el honor de ser docente en su Campus de San Carlos. (TEC- SC).

  1. En la UNED obviamente hubo compañeros y compañeras docentes, que se lo jugaron el todo por el todo. Su protagonismo científico y político brilló con luz propia en la lucha del Combo, y no se apaga con nada.

Menciono en la UNED al extensionista Italo Fera Fallas con bajo perfil a veces y a quién conocía desde mi anterior trabajo campesino en Acosta, y obviamente, a mi amigo y compañero actual de trinchera Luis Paulino Vargas Solís.

Creo que Luis Paulino de la UNED y Henry Mora J de la UNA (éste último junto al maestro Franz Hinkelammert), ambos con universos discursivos diferenciados y con prácticas – políticas militantes, transformaron ese hiato entre práctica- teórica- académica y práctica- política popular. A las pruebas me remito, nadie los calla. Y siguen como un tábano antineoliberal jodiendo al Pensamiento Único, en pleno 2021.

Sin embargo, para 1991 debo señalar que hubo un divorcio práctico – político entre la chata realidad costarricense, y nuestra exquisita pero incompleta formación académica (eso solo fue un grato privilegio de la Educación Pública Superior).

  1. En fin, hicimos lo que pudimos. No teníamos la gravedad conspirativa, ni la tesitura de otras épocas de Insurgencia, ni la ligereza o la apertura o las redes sociales de los Millennials y Centennials posteriores. Fuimos y somos, con luces y sombras.

Y sólo yo estuve ahí. Y no quería dejar de testimoniarlo.

Nuestras mayores equivocación estratégicas, fueron simples pecados de juventud:

1) No forjar una identidad política y cultural propia. Nunca tuvimos sana autoestima política colectiva, sólo algunos egos.

2) No construir tampoco una expresión política-electoral propia (ni el PAC ni el FA ni antes el Naranjazo lo fueron).

3) No tener o desarrollar un medio de comunicación de masas independiente y propio. A lo sumo pedimos espacio en el Seminario Universidad y Radio Universidad y el Canal 15… Luego se creó Radio U. Los demás intentos de Prensa Independiente de la época fracasaron. Ergo «Esto Pasa».

4) Y peor aún, para algunos y algunas, fue el ser o Cooptados/as o Marginados/as, un binomio muy cruel en términos personales.

Aún así, nos reivindicamos luego contra el Combo privatizador del ICE y supimos sobrellevar la derrota táctica y estratégica del TLC (2006 y 2007).

No conozco, sin embargo, ninguna Plaza con el nombre de ‘Thelminator’…

Siempre ‘pedimos permiso’, exhibimos la herida interna, la carencia constituida, y necesitamos citar a una fuente de autoridad. ¿No nos la creemos todavía?

En verdad somos, la ‘Generación X’ Tica.