Amargo desayuno: ¿Normalizar el Genocidio?

MEL. Jiddu Rojas Jiménez

Esta reflexión me ha arruinado el posible desayuno, y francamente hasta el almuerzo, y hasta cualquier alegría cotidiana, me parece efímera y superficial, mientras estas atrocidades sigan pasando. Sí ya sé que recomiendan no ver noticias «hasta por salud mental», pero hay quienes intentamos trascender el narcisismo de mercado y su culto inercial al Becerro de Oro. Sí, éste no pretende ser un texto complaciente.

No importa, hay que seguirlo gritando: Este nivel de violencia política, de crueldad y de impunidad, no es normal. El Genocidio no es «normal», y menos cuando se transmite en vivo. No sé puede ver como «normal» esta brutal tragedia deshumanizada. (No en la Modernidad Cultural y su periferia al menos.)

En fin, fruto de cierto mínimo deber ciudadano de informarme racionalmente, y acaso, del resto de «Eros» (Freud/Fromm) y Humanidad que queda en mí latiendo, me hago constantemente una serie de preguntas internas… Y que van desde el tema de Gaza hasta el sentido de vida.

Pero hay un cuestionamiento interno, concreto, brutal, casi una espina, y que quiero sacar a la luz pública, pero que me abate, que me tortura, y que me hiere desde hace meses, – en realidad desde hace muchos años, décadas–, pero que acaso inconscientemente trataba de olvidar; retorna ahora, con su angustia, particularmente desde los sucesos en Gaza en octubre del año pasado, y me quita la paz y la poca armonía interior.

Yo me pregunto: Cómo se hace para que un pueblo otrora maravilloso, que nos dio Monoteísmo, Filosofía, Música, Cábala, Marxismo, Psicoanálisis, Teoría Crítica, Socialismos, Física, Artes, Medicina, Agricultura, Ingenierías, el «Libro de la Tradición» (Biblia,Torah, Talmud, etcétera), grandes emprendimientos económicos y culturales, etcétera, pero sobre todo:

Un pueblo que hasta sufrió todo tipo de crueldades y abusos brutales, y hasta un documentado (a posteriori) Genocidio moderno, en la década de los 1940s, –me refiero al Pueblo Judío de Europa y al Genocidio Nazi–, ahora se solace, apoyando impunemente, este tipo de prácticas infames y viles contra civiles, y sea cómplice activo y pasivo del actual Genocidio en Gaza.

Me refiero fundamentalmente, a la ciudadanía del Estado de Israel y a sus grandes Lobbies políticos y económicos internacionales. Y claro a las diferentes y privilegiadas comunidades judías-Sionistas internacionales. ¿Van a quedarse callados como la mayoría de los alemanes frente al Holocausto Nazi?

🕊️Sí claro, es obligado mencionar, a notorias y nobles excepciones contemporáneas: Tenemos al colectivo «Jewish Voice For Peace» (de EEUU y Canadá), al director y gran músico Daniel Barenboim, a miles de académicos y artistas israelíes, incluso a muchos militares y políticos de Israel, incluido el Ex Primer Ministro Ehud Barak, a Naomi Klein, a Susan Sarandon, etc. Al gran Bernie Sanders en EEUU., etcétera, etcétera.

El mismo Israel está dividido al interno contra Netanyahu y sus abusos. Miles de jóvenes protestan con valor afuera y adentro de Israel. Otros miles de Judíos Ortodoxos y tradicionalistas desconocen al mismo Estado de Israel, etcétera. La resistencia judía Anti- Sionista, tanto en Israel como en el Mundo, es un hermoso crisol y un guiño de «Esperanza Ontológica» (E. Bloch) para toda la Humanidad.

Pero la mayoría de la ciudadanía de Israel, –al menos según los medios–, cuando van a la guerra colonial, es como una tribu atávica, van juntos… Críticos de Netanyahu, apoyan al menos formalmente, el carácter de esta mal llamada «guerra», que no es más que un Genocidio.

Nadie con un mínimo de cultura, salvo algunos alemanes «culpabilizados» por razones históricas evidentes, pueden tragarse la falsa acusación de «Antisemitismo». ¡Los civiles Palestinos son Semitas! Y posiblemente étnicamente mucho más, como los pobladores originarios de Palestina, y no como colonos Jázaros europeos. Pero además ése no es el tema, porque los Derechos Humanos son para todos, Semitas o no Semitas. Son Derechos Humanos, humanos, universales, y no sólo para una determinada etnia o etnias.

¿Qué culpa o responsabilidad tiene Palestina y su población original del Genocidio Nazi contra los Judíos Europeos? ¿Justifica un Genocidio a otro Genocidio?

Sé que no hay respuestas fáciles en el complejo Sistema-mundo (I. Wallerstein), y sé que estas preguntas retóricas, son casi pretextos socráticos para orientar una reflexión concreta frente a una situación internacional límite. Por ejemplo, en el actual Congo-Kinshasa y por culpa de intereses Geopolíticos perversos, están pasando atrocidades, igual o peores. En fin, el Planeta es un caos organizado, donde los «ganadores» son muy pocos.

Pero vuelvo a mi cuestionamiento interno inicial: ¿Cómo se hace para manipular a tanta gente inteligente y educada (al menos tecnocráticamente)? ¿No aprendieron nada de la Historia? ¿Qué pasó con Israel? ¿Siempre fue así? Hay diversas respuestas…

Claro, el adoctrinamiento funciona y la deformación deshumanizada de una ideología colectiva supremacista, crea monstruos. Nada nuevo bajo el Sol.

Pasó, en la culta Alemania en crisis después de la cruel crisis impuesta por su derrota en la Primera Guerra Mundial, y en una Italia capitalista acaso en decadencia como potencia menor europea.

Pasó con los «Boers«, colonos mayoritariamente holandeses y calvinistas, en la pasada Sudáfrica racista del «Apartheid», que habían soportado la crueldad británica y los campos de concentración, e incluso la documentada tortura de niñas holandesas, obviamente hijas de líderes Boers, dejándolas morirse de hambre deliberadamente, por parte de la Corona Británica. Cómo esa misma gente, que originalmente ni siquiera tuvo esclavos africanos, creó luego, el cruel sistema del «Apartheid». Pasó en África luego, como cruel herencia colonial, entre Hutus y Tutsis en Ruanda. Y pasó y sigue pasando en Latinoamérica.

De forma diferente, vuelve a pasar en Brasil y Argentina, cuando olvidan las recientes Dictaduras Militares, y eligen a estos apologetas, asesinos confesos (Bolsonaro), y payasos (Milei). Uribe en Colombia, también tuvo apoyo, más allá del terror del paramilitarismo y la narcopolítica. Y Pinochet, aunque minoritario, lo tuvo también.

¿Cómo no iba a pasar este fenómeno de masas en Israel con la importancia Geopolítica que tiene para Occidente? (Israel parece ser indispensable para la lógica imperialista del Occidente Capitalista.) El Inconsciente Colectivo de los pueblos sigue siendo un misterio. Y el odio no es el camino.

Así sin más, el Sionismo en su versión de Sionismo Revisionista, terminó convirtiéndose en una especie de Fascismo Judío. Recordemos al intelectual italiano Umberto Eco, cuando decía que «Fascismos hay muchos, pero Nazismo uno sólo» (por dicha). Bueno, pareciera que el Sionismo Revisionista compite directamente con el Nazismo, en el nivel de atrocidades.

De ahí entonces, a la práctica sistemática de atrocidades militares, y al Genocidio al mejor estilo Nazi, hay un paso. Y las IDF y su Gobierno Sionista de Extrema Derecha, parece que ya lo cruzaron.

Recordemos: No hay y no habrá nunca justificación racional o moral alguna, para sus Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad. No hay justificación para la Limpieza Étnica. No la puede haber. Ni siquiera para la ilegal Ocupación Militar de Territorios Ocupados de Palestina. (Ilegalidad de la Ocupación Militar recién sancionada formalmente por la Corte Internacional de Justicia – ICJ). Así como tampoco el Terrorismo puede justificar nunca al Terrorismo de Estado.

Una respuesta sociológica y antropológica para explicar la conducta colectiva de Israel y su Apartheid (según la propia definición de la ICJ) contra la población original de Palestina, rápida y fácilmente podría ser resumida así:

El Colonialismo, implica una creencia Racista y/o Supremacista, y esto implica, un creciente trato totalmente deshumanizado, y la incapacidad de empatía con el Otro/Dominado.

Después de la provocación del grupo Hamas, –que cada día me suena más a una creación estimulada de su propia Contrainteligencia –, se desató totalmente la «Licencia para matar», de las tropas de Ocupación de Israel, contra los Civiles en Gaza. Las IDF son un Ejército sin un mínimo ético o moral, y en un giro histórico macabro, se parecen cada día más a la SS Nazi.

Su objetivo ya no es ni liberar rehenes israelíes, ni combatir a Hamas, es la Limpieza Étnica, y acaso un acceso más directo a la extracción del nuevo yacimiento marítimo de gas llamado «Leviatán», y de paso desviar la atención de los escándalos internos de Netanyahu y su Gabinete, acusado de corrupción, y de intentar modificar el estado de Derecho de Israel.

Así está el Planeta y así está nuestra vida. Mientras, los siniestros Lobbies internacionales del Sionismo, siguen manipulando medios, gobiernos y al gran Capital Financiero global. Esperamos más guerras y más crisis.

Finalmente, a UD., estimado lector, como a mí, le tocará en su calidad ciudadana y humana, informarse objetivamente lo mejor que pueda, reflexionar con empatía, y solidarizarse a su manera, desde su cotidianidad, desde su modesta «trinchera» vital, con lo que considere justo. No es época de más indiferencia y apatía. El sólo hecho de divulgar información veraz y comprobada, de expresar justamente indignación, de rechazar la violencia, es un gran aporte.

Ultra- Petita: Si además se une al «Boicot» Olímpico y de las cadenas comerciales como Mcdonald’s o Coca-Cola (que usualmente lo envenenan), y que financian al Genocidio en Gaza, pues mejor. Ya es un paso ético y moral. No tenga tanto miedo, ellos igualmente ya lo saben todo… Al contrario, anímese, son épocas de transición y de grandes cambios globales. No siempre para bien, pero posiblemente lo único seguro que queda, es la búsqueda de cierta integridad como condición para evolucionar.

En medio de la crisis climática, internacional y nacional, habrá que hacer un mayor esfuerzo por conocer, y por auto-conocernos. De todos modos UD., el Suscrito, sus familias y seres queridos, –igual que ese joven-niño palestino con Síndrome de Down, Muhammed Bhar, recientemente «aperreado» (tradición de los españoles en la Conquista contra los Indígenas), o sea asesinado por un perro militar entrenado por el Ejército de Israel, o que los otros más de 15 mil jóvenes, niños y niñas Palestinos en Gaza asesinados por Israel recientemente–, vamos a morir, vamos a trascender, y esta verdad tanatológica, esta condición mortal, induce a una última y necesaria reflexión humana. O acaso a muchas más preguntas para su Consciencia, más allá del falso ego. Y no me digan que no es así…

En el fondo, esta amarga verdad es evidente y muy humana. ¿Qué pierde meditando o reflexionando sobre las causas del dolor social humano innecesario? ¿Qué diferencia sustancial hay entre un niño o niña palestino, y uno o una suya, o de cualquier país?

Mientras tanto, procure hace el bien racionalmente, para lo cual debería informarse objetivamente y tomar decisiones más racionales. Al menos, tendrá más herramientas internas.

Claro, ninguna categoría, ni ningún concepto aliviará el dolor profundo de un Genocidio. La información no es suficiente, ni la mera «racionalidad instrumental» (T. Adorno) tampoco. Hay que permitirse la empatía y la auténtica «Com-pasión» (en un sentido humanista no confesional, para recordar a Marcuse).

De momento: «Sapere Aude, Kant Dixit». ¡Atrévase a saber! ¡Atrévase a conocer! (Immanuel Kant).

Gracias.