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Etiqueta: colonialismo

No fue “descubrimiento”, no era tierra sin dueños

Magda Zavala

A 532 años de la llegada de los españoles, no como turistas o visitantes desinteresados, sino como conquistadores imperialistas, sin respeto al derecho de quienes aquí vivían hacía miles de años y eran los legítimos propietarios de muebles e inmuebles, de sus recursos naturales, de su tierra, de su cultura y sus lenguas, de sus creencias, no se vale practicar la distorsión o el olvido. Los recién llegados venían con una tecnología de guerra superior, visión política expansionista y sin intenciones de respetar a nadie. Así que se apropiaron de tierras y vidas (el holocausto del siglo XX de socialistas, judíos, gitanos, minorías sexuales y otras no logra aproximarse a la triste hazaña que dio muerte, desde 1492 hasta comienzos del siglo XVII, a 56 millones de personas). Muchos de esos conquistadores, sobre todo los de alta cuna, regresaron a España con los tesoros (los indianos de la famosa zarzuela), pasaron por la vía política y comercial, el oro y joyas, las semillas y los conocimientos de la civilización recién expoliada a la corona y enriquecieron el primer mundo. Otros, los que posiblemente jamás tendrían un futuro en España, se quedaron aquí, fueron los colonos y sus hijos, nuestros antepasados. Lo más sorprendente es que, al contrario de la conmemoración crítica de los 500 años, ahora nos vengan a vender la seudohistoria de la “leyenda negra” de fines autoexcusatorios, aprovechando el momento ultraconservador que vive la cultura planetaria y que usa, para efectos políticos muy convenientes, lo que se llama “la distorsión cognitiva”, donde la autopercepción manda y se impone, como dogma político, sobre lo real. Pues no, nadie pretenda, otorgándose carácter de investigador, convencernos de que la conquista y la colonia, con todos sus desmanes, no existieron, o que fue un momento de intercambio igualitario de bienes culturales. Primero que se lea los ríos de tinta escritos por los mismos conquistadores, por los cronistas, por los frailes, por los visitantes, por los indígenas, por las autoridades locales y muchos otros testimonios, de modo que llegue a ver las venas abiertas de este continente y a entender por qué fue necesaria la Independencia.

Cierto, las mayorías latinoamericanas del presente somos mestizos y gozamos de una valiosa herencia simbólica de las dos culturas, aunque debe decirse que de las tres principales (entre otras muchas), porque los afrodescendientes aquí estuvieron y están, con sus importantes raíces, formando parte de “este nosotros”, diverso y plural del presente. Reconocer nuestro mestizaje no puede tampoco hacernos olvidar que siguen presentes los herederos directos de los habitantes originales de América: las personas que aquí desarrollaron civilizaciones y culturas anteriores a la conquista, cuyos descendientes continúan aún invisibilizados, negados, privados de sus propiedades y asesinados, sin que muchas veces los tribunales señalen culpables.

En el presente, la mayor resistencia ante este pasado y, al mismo tiempo, la más grande reconciliación, es aceptar en toda su complejidad contradictoria, con todos sus claroscuros, incluidas las injusticias y violencias, esa historia que nos concibió de nuevo a partir de un 12 de octubre, y reparar, en lo posible, sus deudas.

12 de octubre de 2024

Duelo y luto: 12 de octubre, nada que celebrar

Pronunciamiento

Este 12 de octubre, muchas personas hacen memoria de lo que fue el «mal llamado descubrimiento». Una fecha que se convirtió en tragedia para los Pueblos Indígenas de América y para los Pueblos Africanos, para nuestra población ancestral, contra quiénes se cometieron atroces atropellos, abusos, arrebato de sus Tierras/Territorios, pueblos que fueron abusados, esclavizados, vendidos, «usados como bestias de carga», mucho de eso se hizo en nombre de Dios y de las coronas europeas; que entonces, lo «justificaron diciendo que eran incivilizados y paganos».

Con la errónea idea de «descubrirlos», estos pueblos, pasaron a ser propiedad de dichos reinos europeos. Hoy se reconoce que hubo genocidio y que ningún Dios puede ser parte de eso, menos aún seguir hablando de esos hechos como «gloriosos» y de «importancia» para la humanidad; hasta los Papas católicos han pedido perdón de esa barbarie etnocida.

Después de 534 años, se continúa el arrebato, el abuso contra los Pueblos Indígenas y afrodescendientes y sus culturas, son como objetos de comercio etno-turístico y mano de obra barata y /o esclava: discriminación, racismo, maltrato, cárcel y persecución hasta el asesinato, cuando protestamos o nos revelamos. Esto ocurre en todos los países – Estados – que se crearon después de la «Conquista y la Colonia», con fronteras que borraron la organización y Gobernanza propias de estos Pueblos.

El mejor ejemplo lo tenemos en nuestra Costa Rica, donde los Pueblos Indígenas son violentados por defender y recuperar sus Tierras/Territorios, no se les reconoce sus Autoridades ni Culturas Propias, encarcelando y persiguiendo a quiénes luchan por sus derechos, ejemplo: en el 2019, asesinaron a Sergio Rojas Ortiz, Bribri de Salitre, fundador y Coordinador del Frente Nacional de Pueblos Indígenas FRENAPI; y, en el 2020 asesinaron a Jehry Rivera Rivera, Brörán de Térraba, activista y luchador por los Derechos Indígenas; ambos crímenes quedan en la Impunidad; más aún con la Sentencia reciente del Tribunal de Pérez Zeledón que absolvió (dejó libre) al asesino confeso de Jehry, un terrateniente usurpador de tierras Indígenas, que había amenazado con matar Indígenas que «siguieran» luchando por recuperar sus tierras.

El 12 de Octubre es un día de duelo y silencio por todas las personas quienes fueron víctimas asesinadas, desaparecidas, abusadas y agredidas… no sólo con el genocidio de la Conquista y la Colonia, sino por todas las víctimas de las nuevas formas neocoloniales, del mismo sistema de muerte actual, vertical, machista, impositivo, patriarcal, voraz y violento, con sus gobernantes, jueces y empresarios y algunas cúpulas religiosas, quiénes, por «buenos negocios y ganancias» continúan conquistando, arrebatando, asesinando destruyendo y depredando la Madre Naturaleza, en todo el planeta, contra los Pueblos y personas que lo habitamos; las culturas y espiritualidades propias, como lo vemos aquí en Costa Rica y en el actual genocidio en Palestina.

12 de octubre: Nada que celebrar, una memoria triste, macabra, violatoria de todos los Derechos Humanos de todos los tiempos; sin justificación ni excusa.

Sólo la valentía y la resistencia de los pueblos que luchan, su fuerza y perseverancia, mantienen la esperanza de que un otro mundo es posible aquí y ahora. ¡¡Por eso seguimos!!

Ancestras y ancestros nos acompañan.

¡Berta, Sergio y Jehry Viven! junto a otras personas asesinadas por defender Derechos Humanos.

¡La Lucha Sigue y sigue!

Costa Rica, 12 de octubre 2024.

* Frente Nacional de Pueblos Indígenas – FRENAPI – Costa Rica.

* Comité Nacional de Apoyo a la Autonomía Indígena.

* Servicio Paz y Justicia Costa Rica – SERPAJ CR.

* Red Ecuménica de Lectura Popular de la Biblia.- Red Ecuménica.

* Coordinación Comunidades Cristianas Costarricenses- COCRIC.

* Centro Amigos/as para la Paz – CAP.

* Justicia Paz Integridad de la Creación- JPIC.

* Centro Bíblico Claretiano “Para que Tengan Vida” – CBC.

* Comunidades Ecologistas La Ceiba- COECO – Ceiba – AT.

* Departamento Ecuménico de Investigaciones. – DEI.

* Universidad Bíblica Latinoamericana – UBL.

* Proyecto Tierra Encantada – Universidad Nacional – UNA.

Amargo desayuno: ¿Normalizar el Genocidio?

MEL. Jiddu Rojas Jiménez

Esta reflexión me ha arruinado el posible desayuno, y francamente hasta el almuerzo, y hasta cualquier alegría cotidiana, me parece efímera y superficial, mientras estas atrocidades sigan pasando. Sí ya sé que recomiendan no ver noticias «hasta por salud mental», pero hay quienes intentamos trascender el narcisismo de mercado y su culto inercial al Becerro de Oro. Sí, éste no pretende ser un texto complaciente.

No importa, hay que seguirlo gritando: Este nivel de violencia política, de crueldad y de impunidad, no es normal. El Genocidio no es «normal», y menos cuando se transmite en vivo. No sé puede ver como «normal» esta brutal tragedia deshumanizada. (No en la Modernidad Cultural y su periferia al menos.)

En fin, fruto de cierto mínimo deber ciudadano de informarme racionalmente, y acaso, del resto de «Eros» (Freud/Fromm) y Humanidad que queda en mí latiendo, me hago constantemente una serie de preguntas internas… Y que van desde el tema de Gaza hasta el sentido de vida.

Pero hay un cuestionamiento interno, concreto, brutal, casi una espina, y que quiero sacar a la luz pública, pero que me abate, que me tortura, y que me hiere desde hace meses, – en realidad desde hace muchos años, décadas–, pero que acaso inconscientemente trataba de olvidar; retorna ahora, con su angustia, particularmente desde los sucesos en Gaza en octubre del año pasado, y me quita la paz y la poca armonía interior.

Yo me pregunto: Cómo se hace para que un pueblo otrora maravilloso, que nos dio Monoteísmo, Filosofía, Música, Cábala, Marxismo, Psicoanálisis, Teoría Crítica, Socialismos, Física, Artes, Medicina, Agricultura, Ingenierías, el «Libro de la Tradición» (Biblia,Torah, Talmud, etcétera), grandes emprendimientos económicos y culturales, etcétera, pero sobre todo:

Un pueblo que hasta sufrió todo tipo de crueldades y abusos brutales, y hasta un documentado (a posteriori) Genocidio moderno, en la década de los 1940s, –me refiero al Pueblo Judío de Europa y al Genocidio Nazi–, ahora se solace, apoyando impunemente, este tipo de prácticas infames y viles contra civiles, y sea cómplice activo y pasivo del actual Genocidio en Gaza.

Me refiero fundamentalmente, a la ciudadanía del Estado de Israel y a sus grandes Lobbies políticos y económicos internacionales. Y claro a las diferentes y privilegiadas comunidades judías-Sionistas internacionales. ¿Van a quedarse callados como la mayoría de los alemanes frente al Holocausto Nazi?

🕊️Sí claro, es obligado mencionar, a notorias y nobles excepciones contemporáneas: Tenemos al colectivo «Jewish Voice For Peace» (de EEUU y Canadá), al director y gran músico Daniel Barenboim, a miles de académicos y artistas israelíes, incluso a muchos militares y políticos de Israel, incluido el Ex Primer Ministro Ehud Barak, a Naomi Klein, a Susan Sarandon, etc. Al gran Bernie Sanders en EEUU., etcétera, etcétera.

El mismo Israel está dividido al interno contra Netanyahu y sus abusos. Miles de jóvenes protestan con valor afuera y adentro de Israel. Otros miles de Judíos Ortodoxos y tradicionalistas desconocen al mismo Estado de Israel, etcétera. La resistencia judía Anti- Sionista, tanto en Israel como en el Mundo, es un hermoso crisol y un guiño de «Esperanza Ontológica» (E. Bloch) para toda la Humanidad.

Pero la mayoría de la ciudadanía de Israel, –al menos según los medios–, cuando van a la guerra colonial, es como una tribu atávica, van juntos… Críticos de Netanyahu, apoyan al menos formalmente, el carácter de esta mal llamada «guerra», que no es más que un Genocidio.

Nadie con un mínimo de cultura, salvo algunos alemanes «culpabilizados» por razones históricas evidentes, pueden tragarse la falsa acusación de «Antisemitismo». ¡Los civiles Palestinos son Semitas! Y posiblemente étnicamente mucho más, como los pobladores originarios de Palestina, y no como colonos Jázaros europeos. Pero además ése no es el tema, porque los Derechos Humanos son para todos, Semitas o no Semitas. Son Derechos Humanos, humanos, universales, y no sólo para una determinada etnia o etnias.

¿Qué culpa o responsabilidad tiene Palestina y su población original del Genocidio Nazi contra los Judíos Europeos? ¿Justifica un Genocidio a otro Genocidio?

Sé que no hay respuestas fáciles en el complejo Sistema-mundo (I. Wallerstein), y sé que estas preguntas retóricas, son casi pretextos socráticos para orientar una reflexión concreta frente a una situación internacional límite. Por ejemplo, en el actual Congo-Kinshasa y por culpa de intereses Geopolíticos perversos, están pasando atrocidades, igual o peores. En fin, el Planeta es un caos organizado, donde los «ganadores» son muy pocos.

Pero vuelvo a mi cuestionamiento interno inicial: ¿Cómo se hace para manipular a tanta gente inteligente y educada (al menos tecnocráticamente)? ¿No aprendieron nada de la Historia? ¿Qué pasó con Israel? ¿Siempre fue así? Hay diversas respuestas…

Claro, el adoctrinamiento funciona y la deformación deshumanizada de una ideología colectiva supremacista, crea monstruos. Nada nuevo bajo el Sol.

Pasó, en la culta Alemania en crisis después de la cruel crisis impuesta por su derrota en la Primera Guerra Mundial, y en una Italia capitalista acaso en decadencia como potencia menor europea.

Pasó con los «Boers«, colonos mayoritariamente holandeses y calvinistas, en la pasada Sudáfrica racista del «Apartheid», que habían soportado la crueldad británica y los campos de concentración, e incluso la documentada tortura de niñas holandesas, obviamente hijas de líderes Boers, dejándolas morirse de hambre deliberadamente, por parte de la Corona Británica. Cómo esa misma gente, que originalmente ni siquiera tuvo esclavos africanos, creó luego, el cruel sistema del «Apartheid». Pasó en África luego, como cruel herencia colonial, entre Hutus y Tutsis en Ruanda. Y pasó y sigue pasando en Latinoamérica.

De forma diferente, vuelve a pasar en Brasil y Argentina, cuando olvidan las recientes Dictaduras Militares, y eligen a estos apologetas, asesinos confesos (Bolsonaro), y payasos (Milei). Uribe en Colombia, también tuvo apoyo, más allá del terror del paramilitarismo y la narcopolítica. Y Pinochet, aunque minoritario, lo tuvo también.

¿Cómo no iba a pasar este fenómeno de masas en Israel con la importancia Geopolítica que tiene para Occidente? (Israel parece ser indispensable para la lógica imperialista del Occidente Capitalista.) El Inconsciente Colectivo de los pueblos sigue siendo un misterio. Y el odio no es el camino.

Así sin más, el Sionismo en su versión de Sionismo Revisionista, terminó convirtiéndose en una especie de Fascismo Judío. Recordemos al intelectual italiano Umberto Eco, cuando decía que «Fascismos hay muchos, pero Nazismo uno sólo» (por dicha). Bueno, pareciera que el Sionismo Revisionista compite directamente con el Nazismo, en el nivel de atrocidades.

De ahí entonces, a la práctica sistemática de atrocidades militares, y al Genocidio al mejor estilo Nazi, hay un paso. Y las IDF y su Gobierno Sionista de Extrema Derecha, parece que ya lo cruzaron.

Recordemos: No hay y no habrá nunca justificación racional o moral alguna, para sus Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad. No hay justificación para la Limpieza Étnica. No la puede haber. Ni siquiera para la ilegal Ocupación Militar de Territorios Ocupados de Palestina. (Ilegalidad de la Ocupación Militar recién sancionada formalmente por la Corte Internacional de Justicia – ICJ). Así como tampoco el Terrorismo puede justificar nunca al Terrorismo de Estado.

Una respuesta sociológica y antropológica para explicar la conducta colectiva de Israel y su Apartheid (según la propia definición de la ICJ) contra la población original de Palestina, rápida y fácilmente podría ser resumida así:

El Colonialismo, implica una creencia Racista y/o Supremacista, y esto implica, un creciente trato totalmente deshumanizado, y la incapacidad de empatía con el Otro/Dominado.

Después de la provocación del grupo Hamas, –que cada día me suena más a una creación estimulada de su propia Contrainteligencia –, se desató totalmente la «Licencia para matar», de las tropas de Ocupación de Israel, contra los Civiles en Gaza. Las IDF son un Ejército sin un mínimo ético o moral, y en un giro histórico macabro, se parecen cada día más a la SS Nazi.

Su objetivo ya no es ni liberar rehenes israelíes, ni combatir a Hamas, es la Limpieza Étnica, y acaso un acceso más directo a la extracción del nuevo yacimiento marítimo de gas llamado «Leviatán», y de paso desviar la atención de los escándalos internos de Netanyahu y su Gabinete, acusado de corrupción, y de intentar modificar el estado de Derecho de Israel.

Así está el Planeta y así está nuestra vida. Mientras, los siniestros Lobbies internacionales del Sionismo, siguen manipulando medios, gobiernos y al gran Capital Financiero global. Esperamos más guerras y más crisis.

Finalmente, a UD., estimado lector, como a mí, le tocará en su calidad ciudadana y humana, informarse objetivamente lo mejor que pueda, reflexionar con empatía, y solidarizarse a su manera, desde su cotidianidad, desde su modesta «trinchera» vital, con lo que considere justo. No es época de más indiferencia y apatía. El sólo hecho de divulgar información veraz y comprobada, de expresar justamente indignación, de rechazar la violencia, es un gran aporte.

Ultra- Petita: Si además se une al «Boicot» Olímpico y de las cadenas comerciales como Mcdonald’s o Coca-Cola (que usualmente lo envenenan), y que financian al Genocidio en Gaza, pues mejor. Ya es un paso ético y moral. No tenga tanto miedo, ellos igualmente ya lo saben todo… Al contrario, anímese, son épocas de transición y de grandes cambios globales. No siempre para bien, pero posiblemente lo único seguro que queda, es la búsqueda de cierta integridad como condición para evolucionar.

En medio de la crisis climática, internacional y nacional, habrá que hacer un mayor esfuerzo por conocer, y por auto-conocernos. De todos modos UD., el Suscrito, sus familias y seres queridos, –igual que ese joven-niño palestino con Síndrome de Down, Muhammed Bhar, recientemente «aperreado» (tradición de los españoles en la Conquista contra los Indígenas), o sea asesinado por un perro militar entrenado por el Ejército de Israel, o que los otros más de 15 mil jóvenes, niños y niñas Palestinos en Gaza asesinados por Israel recientemente–, vamos a morir, vamos a trascender, y esta verdad tanatológica, esta condición mortal, induce a una última y necesaria reflexión humana. O acaso a muchas más preguntas para su Consciencia, más allá del falso ego. Y no me digan que no es así…

En el fondo, esta amarga verdad es evidente y muy humana. ¿Qué pierde meditando o reflexionando sobre las causas del dolor social humano innecesario? ¿Qué diferencia sustancial hay entre un niño o niña palestino, y uno o una suya, o de cualquier país?

Mientras tanto, procure hace el bien racionalmente, para lo cual debería informarse objetivamente y tomar decisiones más racionales. Al menos, tendrá más herramientas internas.

Claro, ninguna categoría, ni ningún concepto aliviará el dolor profundo de un Genocidio. La información no es suficiente, ni la mera «racionalidad instrumental» (T. Adorno) tampoco. Hay que permitirse la empatía y la auténtica «Com-pasión» (en un sentido humanista no confesional, para recordar a Marcuse).

De momento: «Sapere Aude, Kant Dixit». ¡Atrévase a saber! ¡Atrévase a conocer! (Immanuel Kant).

Gracias.

La muerte como negocio: ¡Viva la guerra!

Álvaro Vega

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

La apuesta del capitalismo hegemónico, en su versión neoliberal de dimensiones geopolíticas globales, es continuar depredando lo poco que nos queda de vida, en un planeta que al parecer ha sido descartado como casa habitable para las futuras generaciones biodiversas. Asimismo, la frivolidad de los poderes fácticos y de las potencias que se disputan su hegemonismo está induciendo a una guerra de exterminio, especialmente de amplios contingentes de población, como en los casos de Palestina y otros países árabes, de África y América Latina, pensados solo en términos de sus recursos rentables.

Campea nuevamente el espíritu colonial genocida, para apropiarse de los territorios, recursos y mercados más rentables. Palestina y Ucrania se convierten en ejemplos paradigmáticos de este nuevo emprendimiento colonialista. Los palestinos, seres humanos desechables, constituyen un estorbo para los intereses expansionistas de Israel y geopolíticos de Estados Unidos. Ucrania está poniendo los muertos, mientras Estados Unidos y Europa obtienen jugosos dividendos con el negocio de las armas y de la guerra como espectáculo, y a la espera de repartirse el botín que representa Ucrania. 

Esta embestida neocolonial busca redefinir el mapa global, siguiendo el patrón de ampliar mercados y apropiarse de los recursos estratégicos: hidrocarburos, hídricos, las tierras más productivas atendiendo al cambio climático y los metales requeridos por las nuevas tecnologías. No es casual, entonces, que también se intensifiquen los esfuerzos privatizadores de los negocios más rentables que todavía se encuentran en manos del Estado: agua, electricidad, salud y educación, como en el caso de Costa Rica.   

El ser humano es el animal que logró evolucionar biológica y culturalmente para enfrentar y revertir el embate de las fuerzas de la naturaleza, que le impedían elevar sus niveles de productividad para reproducirse y crecer como especie. Hoy, contamos con los conocimientos y avances científico-tecnológicos necesarios y suficientes para satisfacer las necesidades básicas de toda la especie humana planetaria. Pero, como bien señalaba el economista y teólogo brasileño, Hugo Assman, no sólo somos seres que buscamos satisfacer necesidades básicas, sino también necesidades preferenciales. La satisfacción de necesidades preferenciales obedece a nuestra constitución sociocultural diversa y al acceso a recursos económicos diferenciados. Sin embargo, llevar la satisfacción de las necesidades preferenciales a los extremos que ha inducido el capitalismo en su versión neoliberal, producto de los elevados niveles de concentración de la riqueza y de desigualdad, así como seguir la ruta marcada por los organismos financieros internacionales de reducir la inversión social, con la consecuente insatisfacción de las necesidades básicas de amplios sectores sociales empobrecidos y precarizados, conduce a la irracionalidad de legitimar la muerte, como el negocio más rentable: ¡viva la guerra!

La encrucijada centroamericana 1856-1857

Vladimir de la Cruz

A mediados del siglo XIX, con los recientes hallazgos de yacimientos de minerales, en California, se desató la fiebre del oro de la costa oeste a la del este, del Atlántico al Pacífico, en los Estados Unidos. No se había terminado de construir el ferrocarril que vinculara esos puntos. Hasta 1865 se concluyó esa obra.

En el Valle de Sacramento, en California, en 1848, se habían descubierto esos yacimientos de oro, desatando la fiebre del oro y las movilizaciones hacia California, por vía marítima, bajando hasta el Cabo de Hornos y luego cruzando por Nicaragua. Antes habían pensado usar el Istmo de Tehuantepec, en el sur de México, donde el presidente Pierce había logrado una concesión para construir un ferrocarril y, del mismo modo, usar la vía marítima fluvial que se prestaba a través de Nicaragua.

Los franceses por su parte habían intentado construir el canal transístmico en Panamá, luego de haber terminado el de Suez. No lo lograron. Hicieron un ferrocarril transístmico sin éxito internacional.

A finales de la década de 1840 se había fundado la Compañía del Tránsito, que en Estados Unidos realizaba el viaje marítimo, desde la costa oeste hasta California, recorriendo todo el litoral Atlántico hasta el puerto de San Juan del Norte, o Greytown, como lo llamaban los ingleses, en Nicaragua, cerca de la desembocadura del río San Juan, limítrofe de Costa Rica y Nicaragua. Movilizaban hasta 1000 personas por mes, navegando por el río hasta el Lago de Nicaragua, cruzando el Estrecho de Rivas, con caravanas, hasta el puerto de San Juan del Sur, desde donde continuaban a California.

Cornelius Vandervilt era el visionario de esta ruta y el dueño de la empresa naviera para desarrollarla.

Los ingleses, por su parte, se habían establecido en la costa atlántica de Nicaragua y Honduras, en la llamada Mosquitia, con protectorados que llegaron hasta finales del siglo XIX.

En 1850 los Estados Unidos e Inglaterra firman el Tratado Clayton-Bulwer, para asegurar esta ruta estratégica.

Centroamérica se había convertido en un escenario de proyección internacional de los intereses necoloniales o imperialistas de esa época. La Doctrina Monroe estaba vigente desde la perspectiva geopolítica de entonces.

En Estados Unidos había un proceso brutal de expansión de las colonias inglesas, ya independientes, en el este, hacia el oeste de ese territorio, avasallando y acabando con la comunidades indígenas y pueblos autóctonos de Norteamérica y, de paso, con los búfalos o bisontes. Ese proceso condujo a la rapiña sobre territorios que eran de México, a la compra de territorios a España, Francia y Rusia, que poco a poco fueron configurando el territorio actual de los Estados Unidos. Hacia el sur, hacia México, fue parte de esa expansión que desde 1823 fue perfilando el actual territorio del Estado de Texas, que en 1837 fue reconocido por el presidente Jackson como la llamada República de la Estrella Solitaria, como un estado de relaciones laborales y sociales esclavistas, admitido por unanimidad, por el Congreso de los Estados Unidos, en 1845, provocando, en ese momento, una ruptura de las relaciones diplomáticas con México.

Los Estados sureños de los Estados Unidos habían impulsado una economía esclavista, de carácter agrícola, en tanto los que se impulsaban hacia el norte avanzaban con un proceso industrialista, que requería mano de obra libre, contexto, en cierta forma, de la guerra civil que poco tiempo después azotó a los Estados Unidos.

En el conflicto militar con México las tropas norteamericanas llegaron hasta la capital de México en 1846. El 2 de febrero de 1848 se impuso el Tratado Guadalupe Hidalgo que le dio formalmente a los Estados Unidos los territorios de Texas, los que estaban al oeste de la Lousiana, incluyendo California, bajo un pago simbólico de 15 millones de dólares.

Así se materializaba parte de su Destino Manifiesto, que en la mira veía a México, América Central, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo, Las Filipinas, los viejos territorios del Virreinato de México.

En este proceso de guerras, y anexiones de territorios, estuvo William Walker, con su grupo de filibusteros, que servían a esos propósitos expansionistas y esclavistas.

En Nicaragua, el proceso de la Independencia, logrado en 1821, había permitido impulsar grupos políticos conservadores y liberales. Su lucha por el poder era intensa.

A mediados del siglo XIX el aventurero norteamericano Byron Cole le propuso al jefe liberal nicaragüense, Fruto Chamorro Pérez, que trajera a Nicaragua a William Walker, a prestarle sus servicios, con sus filibusteros, que llegó en 1855 con 300 hombres, que eran soldados curtidos, a modo de mercenarios en otras empresas anexionistas y filibusteras, que servían de esa manera a los intereses gubernativos de los Estados Unidos, y sus afanes expansionistas.

En Estados Unidos se comerciaba con territorios de Centroamérica, se vendían, como se venden hoy terrenos en La Luna.

Walker, así, llegó en 1855 “invitado” a Nicaragua. A finales de este año ya se había convertido en Jefe Militar e incluso firma, con el Presidente Patricio Rivas, un mapa de Nicaragua que ampliaba sus fronteras sobre los territorios de Costa Rica, comprendiendo la Península de Nicoya, que había sido parte del antiguo Partido de Nicoya, que se había anexado, incorporado, por su propia voluntad a Costa Rica, en 1824, territorio que Nicaragua seguía disputando a Costa Rica, y desde la desembocadura del río Tempisque hasta la desembocadura del río San Juan, que era la puerta de entrada, en Nicaragua, de la Compañía del Tránsito.

En Costa Rica, gracias a los representantes diplomáticos en Estados Unidos, Luis y Felipe Molina Bedoya, se recibían noticias, de los peligros que significaba William Walker y su presencia en Nicaragua, para Costa Rica y para Centroamérica.

William Walker, empoderado en Nicaragua, a principios de 1856 comisionó a uno de sus principales lugartenientes, Louis Schlessinger, para actuar con el gobierno costarricense proponiéndole prácticamente su sometimiento a los intereses y dominación política de Walker, lo que fue rechazado.

Así, el presidente de Costa Rica, Juan Rafael Mora Porras, desde el 20 de noviembre de 1855, había advertido y llamado a la población costarricense a prepararse frente a esta posible agresión y amenaza.

El rechazo de Schlessinger, que ni siquiera se le permitió ingresar al territorio costarricense, provocó la ira de Walker quien le dio la orden de avanzar sobre Costa Rica, lo que hizo a mediados de marzo de 1856, llegando hasta la Hacienda Santa Rosa, a pocos kilómetros de la frontera con Nicaragua, y a 35 kilómetros de la ciudad de Liberia.

Por su parte el presidente Mora continuaba preparando la defensa nacional. Nicaragua declara la guerra a Costa Rica, y es cada vez más claro para el presidente Mora, que la seguridad del país, y de Centroamérica, está en ir a sacar a los filibusteros de Nicaragua, el liberar al pueblo nicaragüense de su oprobiosa presencia, y asegurar de esa manera la Independencia de Centroamérica.

Costa Rica se mueve diplomáticamente con los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador, y otros, para actuar militarmente, y políticamente, de manera conjunta contra Walker en Nicaragua.

A principios de marzo de 1856, la tropa costarricense avanza hacia la frontera. Cerca de 10.000 soldados o combatientes, un 80% de voluntarios, se ponen en marcha, el 10% de la población nacional, el 20% de la población masculina, salida de sus campos agrícolas de trabajo, el café y la caña de azúcar, labores que tuvieron que asumir las mujeres para mantener la economía de guerra y el abastecimiento de los soldados.

El 16 de marzo se había llegado a la ciudad de Liberia. El 18 de marzo, en marcha hacia la frontera, se supo de la presencia filibustera en el territorio costarricense, en la Hacienda Santa Rosa. El 20 de marzo se realizó el combate, que de manera sorpresiva enfrentó a la tropa de 300 filibusteros, que había invadido el territorio nacional, comandados por Louis Schlessinger, quien fue derrotado en lo que se conoce como la Batalla de Santa Rosa, que duró menos de 10 minutos. A los 14 minutos se estaba redactando el parte de guerra anunciando la victoria de la tropa costarricense, la captura de unos filibusteros y la persecución que se hacía sobre el resto de esa tropa. Fue la primera derrota infligida a los filibusteros, derrota militar y moral, que Walker no aceptó.

A finales de marzo la tropa costarricense estaba a punto de entrar al territorio nicaragüense. El presidente Mora se dirigió al pueblo nicaragüense y sus municipalidades señalando que se iba a ingresar para liberarlos, sin ningún afán posesorio de Costa Rica.

El territorio costarricense era escudriñado, en toda la parte fronteriza para evitar la presencia filibustera y otra entrada sorpresiva, de ellos, que amenazara la integridad, la Soberanía, la Independencia y la Libertad de los costarricenses.

Los filibusteros, por su parte quisieron entrar, aprovechando afluentes y ríos que desembocaban en el río San Juan, para sorpresivamente de esa manera llegar casi hasta el centro del país. Por su parte, la directriz del gobierno costarricense fue de proteger ese flanco. Por ello, el 10 de abril, se produjo de nuevo un enfrentamiento en Sardinal, en la confluencia de ríos Sardinal con el Sarapiquí, donde de nuevo se impuso el ejército costarricense, derrotando por segunda vez a los filibusteros. Otra derrota para todos los efectos militar y moral.

El 10 de abril, por otra parte, el Ejército costarricense ya se encontraba en la ciudad de Rivas, Nicaragua, cerca de la ciudad de Granada, donde estaba Walker, quien también se había movilizado hacia Rivas.

El 11 de abril, de manera sorpresiva Walker atacó a la tropa costarricense, desarrollándose una batalla, la de Rivas, cruenta, sangrienta y larga, por casi 24 horas, con casi 1000 muertos y heridos de ambos bandos. Los combatientes de Sardinal, de unas horas antes, se tuvieron que sumar a los de Rivas, donde se concentraron los dos ejércitos, sin descansar y casi sin comer.

Ese 11 de abril, de 1856, de nuevo fueron derrotados los filibusteros. Walker huyendo hacia Granada fue depositando cadáveres en pozos de agua, lo que provocó el desarrollo de la peste del cólera.

El 25 de abril por este motivo el ejército costarricense fue desmovilizado del escenario de guerra, traído al territorio nacional, donde impactó con la peste a la población costarricense, motivo por el cual fallecieron 10.000 personas.

Finalizó así, lo que se ha llamado la Primera Campaña de lucha contra los filibusteros, campaña y batallas, que estuvieron a cargo del Ejército costarricense, y de sus principales jefes y conductores políticos y militares, el Presidente Juan Rafael Mora Porras, y los Generales José Joaquín Mora Porras y José María Cañas Escamilla.

Superada la peste del cólera se volvió al escenario de guerra. Ya estaban en esa segunda mitad de año 1856 las presencias de los ejércitos de Guatemala, Honduras y el Salvador. También se integró Nicaragua, que ya había roto con Walker quien se había declarado presidente de Nicaragua y había establecido la esclavitud.

Esta nueva etapa de la confrontación contra Walker se le ha llamado la Segunda Campaña, que se produce desde agosto de 1856, con una serie de combates, hasta que nuevamente, en Rivas, el 1 de mayo de 1857, William Walker es derrotado y se rinde, siendo sacado de Centroamérica.

Recibido como un héroe en Estados Unidos, intenta de nuevo invadir Centroamérica, entre 1857 y 1860, varias veces. Capturado en Honduras en 1860 por ingleses, es entregado a las autoridades hondureñas, quienes le fusilan en setiembre de 1860, acabando de esa manera con ese proyecto anexionista y esclavista en Centroamérica.

Se dice que, ante su fusilamiento, Walker advirtió que lo que no habían podido hacer sus fusiles, lo harían los dólares… parte de la Historia de Centroamérica que no ha acabado…

 

Artículo publicado en la revista internacional MEER y compartido con SURCOS por el autor. 

“Un grito por la vida y la justicia” Universidad Bíblica Latinoamericana – Pronunciamiento

Universidad Bíblica Latinoamericana

“Un grito por la vida y la justicia”

Pronunciamiento

Desde la Universidad Bíblica Latinoamericana observamos con angustia y preocupación el recrudecimiento de violencia en territorios palestinos. Como Raquel en Ramá, nos “lamentamos y tenemos un llanto amargo” por la muerte de palestinos, como también de civiles israelíes. Tras décadas de despojo y sometimiento, Gaza y Cisjordania se encuentran hoy bajo una cruenta ocupación que crece día tras día, y de forma acelerada se incrementa el número de víctimas inocentes en dichos territorios considerados Tierra Santa para las tres religiones monoteístas: judía, cristiana y musulmana. 

Como institución de educación teológica, nos preocupa el uso de argumentos y lenguajes religiosos para justificar la violencia; discursos que hacen un uso inadecuado de escritos y símbolos, particularmente la Biblia, con relación a Dios, madre y padre, dador de la vida y defensor de los y las débiles. 

Violencia no solo de balas y las bombas que ponen en evidencia el desprecio por la vida humana dejando miles de personas muertas y heridas; sino también la insana destrucción de la infraestructura habitacional y de hospitales, el bloqueo de ayuda alimentaria y médica. Todo eso ha ocasionado condiciones de hacinamiento que están contribuyendo a la propagación de la desnutrición y enfermedades que afectan a toda la población.

Ante este Vía Crucis que atravesamos como humanidad, el guardar silencio implica la complicidad contra quienes son los y las personas crucificadas de la historia. Como Universidad Bíblica Latinoamericana nos resistimos a justificar la violencia y la muerte y levantamos nuestra voz y afirmamos lo siguiente: 

Denunciamos:

Los procesos de colonización y despojo surgidos desde inicios del siglo XX, promovidos por potencias imperiales, y que han traído la conmoción y la violencia a los territorios de Palestina e Israel, con incontables vidas perdidas. 

La irracional violencia militar ejercida contra la población civil palestina está sujeta a los asesinatos extrajudiciales, la ejecución de civiles, el bombardeo de zonas habitacionales y la infraestructura de salud, así como el impedimento al acceso de recursos médicos y alimenticios. 

La violencia ejercida con la complicidad de los países más poderosos, pone en evidencia una necropolítica, como llama Achille Mbembe, a los estados que ejercen la “licencia para matar” bajo un discurso de orden y de seguridad.   

El irrespeto a los mínimos acuerdos internacionales de defensa de los derechos humanos, negados sistemáticamente para el pueblo palestino por las instituciones y poderes globales. 

La instrumentalización de la religión, de la fe, de los símbolos y objetos sagrados, para legitimar el exterminio y la violencia contra los pueblos. 

Afirmamos:

La voluntad del Dios de la vida, que nos invoca a la construcción de sociedades pacíficas, inclusivas, y que defiendan a todas las personas que las conforman, especialmente a quienes son objeto de violencia, sometimiento y opresión. 

La urgencia de un alto al fuego y a las hostilidades en Gaza y Cisjordania, así como la provisión de los recursos básicos – alimentación, salud, infraestructura habitacional – para las poblaciones desplazadas que hoy se encuentran al borde de la muerte. 

El derecho a la paz, al bienestar, a la dignidad, y al territorio, para todos los pueblos, sin importar su procedencia étnica, su cultura o su religión. 

La constitución de una solución que garantice el derecho a la reivindicación, a la vida y a la justicia del pueblo palestino, en su tierra ancestral.

Pascua de Resurrección, 2024

Prisma Latinoamérica y Miguel Sobrado desentrañan los «Orígenes del Estado Latinoamericano y sus Secuelas»

Por José Daniel Gamboa Araya

El programa Prisma Latinoamérica se une al sociólogo Miguel Sobrado para presentar una intrigante producción titulada «Orígenes del Estado Latinoamericano y sus Secuelas». Esta producción ofrece una profunda exploración de las condiciones estructurales que dieron origen a las complejas estructuras sociales en Latinoamérica, analizando sus consecuencias para las sociedades contemporáneas y las relaciones de poder a nivel global.

Desde una perspectiva sociológica y geopolítica, Miguel Sobrado desentraña las raíces históricas que han moldeado la realidad socioeconómica y política de la región. El documental destaca la relevancia de comprender el pasado para contextualizar los desafíos actuales y traza vínculos esenciales entre los orígenes del Estado latinoamericano y su impacto en las dinámicas de poder internacionales.

La colaboración entre Prisma Latinoamérica y el renombrado sociólogo ofrece una valiosa contribución al entendimiento crítico de la evolución de Latinoamérica y su posición en el escenario global. Esta producción promete arrojar luz sobre las complejidades históricas que siguen influyendo en las sociedades latinoamericanas, fomentando el diálogo y la reflexión en busca de un futuro más informado y equitativo.

Fuente: Prisma Latinoamérica

Documento de Trabajo: ECOFASCISMOS ¿TIEMPOS DE CAMBIO?

Observatorio de Bienes Comunes

¿Por qué hablar del fantasma del ecofascismo? Nos aproximamos a una intensificación de los conflictos socioambientales, los efectos de la crisis ecológica presiona la disposición de los bienes naturales, sociales y culturales de nuestras sociedades. En pocas palabras un caldo de cultivo para el reposicionamiento del capitalismo, racismo, colonialismo y patriarcado.

Es decir, la posibilidad real de la agudización de las desigualdades socioambientales, a través de la defensa de los privilegios de los sectores dominantes; criminalización, represión, despojo y expulsión. Es así como la disputa de la reconfiguración de los territorios es una situación latente.

El ecofascismo, resume una posible salida a la crisis ecológica, es decir la reconfiguración de los territorios a través del despojo e imposición de las condiciones necesarias para el sostenimiento y reproducción de los privilegios de clase, género y raza.

Por esta razón, se torna imprescindible preguntarnos ¿para qué conservar? y ¿para quienes? Es aquí que el enfoque de la justicia socioecológica nos brinda algunos elementos necesarios para replantearnos las dimensiones de nuestros análisis y compromisos éticos, políticos y pedagógicos mediante los cuales abordar la actual crisis ecológica.

Ante las soluciones propuestas por los sectores dominantes, se observa la continuidad de ciertas tendencias:

  • La necesidad del capitalismo por abaratar todos los costes de producción.
  • El avance de las fronteras extractivas hacia lugares cada vez más remotos.

Lo anterior en favor de un modelo dominante caracterizado por alto consumo energético, dependiente de la agroindustrial, de la producción y transporte de manufacturas, entre otras dimensiones.

Esta propuesta procura problematizar las implicaciones de un modelo de gestión ambiental que valida y legitima un imaginario de sociedad, en la cual Estados, Gobiernos, Empresas y el Sistema Financiero crean soluciones a la crisis climática a partir del mercado, los precios y la tecnología, en este escenario ¿Qué lugar tienen las brechas de desigualdades socioambientales presentes en nuestras sociedades?

Para que el olvido no sea costumbre

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

En el mes de setiembre de 2019 el XXXVI Festival de Coreógrafos Graciela Moreno fue dedicado a trabajar el tema de la exclusión y el olvido. Fui invitado a impartir una charla sobre ese tema a grupos de estudiantes de secundaria.

Titulé mi conferencia FIERRO, MEMORIA, EXCLUSION:
LAS PROFUNDAS MARCAS DEL OLVIDO EN LA COSTA RICA DESIGUAL, dedicada a pensar en la memoria como una herramienta de resistencia frente a los intentos de la historia hegemónica de borrar acontecimientos, fechas y coyunturas que desnudan esta implacable desigualdad, exclusión y violencia que nos ha caracterizado como sociedad.

En mi intervención, invité a los asistentes a pensar en retrospectiva sobre una fecha específica y un hecho que marcaría la historia reciente de las comunidades originarias y su derecho a permanecer en los territorios que ancestralmente les ha sido otorgados. Comparto un fragmento de esa intervención.

“Una mañana de junio de 2014

Poca gente en el país, por no decir nadie, recuerda lo verdaderamente importante ocurrido la mañana del domingo 29 de junio de 2014. Quisiera preguntar: ¿Recuerdan que ocurrió ese día? ¿les impactó lo ocurrido? ¿Cómo? ¿Dónde estaban? ¿Que hacían en horas de la mañana?

Si les digo Navas, penal, celebración, su memoria recuperará un pasaje feliz, una fecha determinada y fijada para el recuerdo en el deporte nacional. Probablemente una sonrisa se dibujará en su rostro al rememorar los momentos épicos y de gloria alcanzados ese día por la selección nacional de futbol en el Mundial de Brasil; casi al instante podrán decir qué hicieron para celebrar, donde estuvieron, la felicidad de sus familias. Se inscribirá así una fecha difícilmente borrable en la historia nacional, al conseguir una clasificación impensable a octavos de final en un campeonato mundial del futbol.

Pero si digo Salitre, Sergio Rojas, desplazamientos forzados de población indígena costarricense, probablemente no significará nada para ustedes. El olvido y la exclusión son precisamente dos hechos que necesitamos superar, si queremos construirnos como un país igualitario y justo.

La misma mañana del domingo 29 de junio, mientras seguramente la mitad de un país autoproclamado blanco en el último censo nacional de población, celebraba eufórico el rito futbolístico ya comentado, decenas de pobladores indígenas de la comunidad de Salitre ubicada al sur del país, sufrían las consecuencias de graves hechos contra sus cuerpos, sus viviendas y sus bienes. Fueron desplazados de sus casas-ranchos por hordas de hombres blancos, borrachos y descontrolados, eufóricos y enfundados en un sentido de apropiación sustentado en rasgos de colonialismo y racismo interno.

Nadie recuerda los procesos de violencia física, simbólica y patrimonial a los que fueron sometidos las y los pobladores indígenas de Salitre, al ser prácticamente expulsados con saña por parte de terratenientes blancos que demandaban la apropiación de sus tierras. Las primeras justificaciones daban cuenta del alto consumo de alcohol como consecuencia del partido, realizado en horas de la mañana de ese día; la razón fundamental tenía que ver con conflictos por la propiedad de las tierras en aquella zona.

En una misión independiente de derechos humanos que acompañamos a los territorios días después de ese hecho, pudimos conversar con algunos pobladores y notamos cómo habían sido marcados en sus cuerpos con fierros calientes, como si fueran ganado, golpeados hasta el miedo. Expulsados de sus tierras, sometidos a la exclusión. Sobre este hecho, un reportaje del Semanario Universidad días después, decía lo siguiente:

El pueblo de Salitre amanece cansado y tenso. Durante el fin de semana la violencia y los enfrentamientos fueron protagonistas en esta comunidad ubicada al sur del país, a causa de un conflicto por la tierra entre familias indígenas bribris y grupos de finqueros.

La quema de varios ranchos de indígenas, la persecución, las agresiones y las amenazas han estado a la orden del día, en esta zona donde el conflicto tiene ya varios años.

El sábado, según confirmó la Fuerza Pública y los pobladores de Salitre, grupos de personas no indígenas arremetieron contra los pobladores bribris que están ocupando las fincas con campamentos que habitan unas 10 familias.

Heylin Figueroa, indígena de la zona indicó que los finqueros ingresaron a dos de las fincas ocupadas: una de Pindeco y otra arrendada por Coopeagri y quemaron sus ranchos, los amenazaron y los persiguieron por la montaña. “Nos dieron cacería, como a cualquier animal. Tenemos tres noches de andar huyendo, de estar escondidos, porque estamos amenazados todo el día”.

Pese a la profundidad y el drama conocidos, olvidamos este acontecimiento, porque en el recuerdo preferimos la fecha feliz, el hecho colectivo, la autocomplacencia. Más aún, ya hemos olvidado seguramente que este mismo año, el 18 de marzo, el líder indígena Sergio Rojas, dirigente importante en la recuperación de tierras para los pobladores de Salitre y de otras localidades indígenas, fue asesinado sin que hasta el momento haya sido esclarecido quién o quiénes lo mandaron a matar y cuáles fueron los motivos.

Un país que se comporta así, tiene problemas de memoria y de identidad. No sabe quién es. No recuerda quién es. Permite que múltiples pobladores en contextos sociales, económicos y culturales, permanezcan en la exclusión y esa es una condición primaria para que el olvido se manifieste. Por ello es necesario acompañar una reflexión sobre el olvido y la exclusión desde una mirada crítica y amplificada, para comprender en adelante sus implicaciones”

Cuatro años después, en un acto de olvido absoluto y de desatino de un sistema jurídico complaciente e injusto, se conoció que una de las posibilidades que existen sobre los autores intelectuales y materiales del asesinato de Sergio Rojas es su total sobreseimiento. La espera, una vez más, será interminable.

Es necesario nombrar, apalabrar desde la memoria para que el olvido no se instale como política del miedo y de la impunidad en un país que poco a poco se desdibuja como el reducto defensor de los derechos humanos. Es necesario no olvidar. Esa es la tarea.

Octubre del 2023: La lección del mes para toda la vida

MSC. Jiddu Rojas Jiménez

Se puede presenciar en vivo y a todo color, tanto un Genocidio (Gaza), como la indiferencia alienada de miles, y por otra parte, soportar la impotencia de otros tantos.

Paradójicamente tal y como pasó, con el Holocausto Judío cometido por la Alemania Nazi, y sus colaboradores Fascistas europeos, y como pasó con el Colonialismo inicial del Sionismo para con la primera Nakba en Palestina en 1948. (Les recuerdo: Trágico acontecimiento original histórico, donde fueron expulsados militarmente cientos de miles de Palestinos de su Tierra ancestral, por los Colonos armados de Israel, irrespetando las disposiciones sobre Palestina de la ONU de crear dos Estados independientes).

Volviendo a mi presente inmediato, me queda muy claro: Hablar de Gaza no es «tendencia», ya «molesta» más bien, y no es prioridad política, geopolítica o ética de nadie, o de casi nadie, al menos en mi Patria, Costa Rica. Hablar de este Genocidio «cansa» a algunos y algunas. Son pocas las nobles excepciones, incluidos ciudadanos y ciudadanas costarricenses de ascendencia judía. (Para ellas y ellos mi respeto y admiración.) Sé además de gente decente, buena, humanista, solidaria, sensible, con empatía, informada, que sufre y llora en silencio, presenciando estos irracionales Crímenes de Lesa Humanidad y nuestra común impotencia; para ellos y ellas también escribo.

¿Por qué cerrar los ojos frente a tanta crueldad? ¿Es acaso un mecanismo de defensa estimulado del «Inconsciente Colectivo»? ¿Mera ignorancia general, o puro temor a hacer confrontados con la realidad? ¿Acaso temor al poderoso Lobby político, financiero y económico Sionista a nivel nacional e internacional? ¿O simplemente «maldad» y «egoísmo» colectivos? ¿El Tánatos se desató para Halloween?

Sobra evidencia objetiva de toda esta atrocidad contra un Pueblo Palestino; información ya existe de sobra, más allá del cerco mediático conocido. Facebook censuró este mismo escrito ampliado, por una hora (sic) y posiblemente acaso por tiempo indefinido. (Por esa misma razón la convierto en artículo de difusión). Pero las cifras de miles niños y niñas y civiles palestinos asesinados, son datos reales. ¿Combate esta acción criminal de Israel, realmente al “Terrorismo”? ¿O más bien tanta brutalidad contra los Civiles Palestinos, lo siembra y lo provoca? ¿Hasta dónde escalará internacionalmente esta violencia?

No hay excusas entonces, sobre todo para las personas, con algún grado académico.

Pero las diferentes lecturas e interpretaciones posibles, aunque válidas, tienen un techo en la brutal realidad documentada. Cualquier Relativismo o Perspectivismo, se transforman en vulgar Cinismo, frente a las fotos de cadáveres infantiles.

Y no salgan con la blasfemia, repetida por algunos fanáticos, de los «escudos humanos», en un Ghetto donde viven apiñados más de 2.2 millones de personas en apenas 360 km2, y donde Israel atacó recientemente un falso «corredor humanitario» al Sur de la Franja, supuestamente diseñado, para que salieran civiles de Gaza. En este último bombardeo de Israel, incluso hubo, varias bajas del personal de la ONU. No lo digo yo, lo dice textualmente, el mismo Secretario General de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo la impunidad del Gobierno de Israel? Gaza es desde hace décadas un campo de concentración a «cielo abierto».

No hay derecho en la Modernidad (Incompleta al decir del filósofo Habermaso no) a escondernos en la ignorancia y la indiferencia ciega, acerca de esta tragedia humana. Al menos hay que intentar conocer racional y científicamente, más allá de cualquier propaganda, las raíces históricas colonialistas y racistas, del moderno Estado de Israel.

Denunciar el Racismo y el Colonialismo del Sionismo (oficialmente Sionismo Revisionista) no significa ser Antisemita, ni ser pro-Hamas. Los y las Palestinos/as (sean Musulmanes, Cristianos, Drusos y Judíos Orientales) son «Semitas» también, y no colonos europeos Jázaros de religión judía. En todo caso son seres humanos y punto (ambas nacionalidades, por cierto). Y la población civil en Gaza, evidentemente, no puede ser castigada colectivamente por las acciones armadas de Hamas, como tampoco Palestina es responsable del Genocidio Nazi o de los anteriores “Progroms” racistas de los Europeos “cristianos” contra la población Judía.

Parece a todas luces, que la verdadera agenda política de la Extrema Derecha Sionista (laica y religiosa) liderada por Netanyahu, es terminar la limpieza étnica de Gaza. Mientras se salva el Gobierno de Netanyahu, de la propia crisis interna de Legitimidad.

Son públicas las matonerías del discurso de Netanyahu, –el actual Primer Ministro de Israel recientemente acusado de corrupción y Autoritarismo al interno de su país–, y parecen sacadas de la vieja propaganda Nazi. O sea, su discurso es abiertamente racista, defiende una lógica fascista, y hace apología del Genocidio del Otro.

El Gobierno de Netanyahu dice textualmente, que el «Cese al Fuego» contra Civiles indefensos es «rendirse frente al Terrorismo», y el mismo defiende su carnicería humana literalmente, como la metafísica «lucha del Bien contra el Mal» (Sic).

Esto último es una asquerosa «Inversión Axiológica» (Franz Hinkelammert) digna de Joseph Goebbels, el Ministro de Propaganda de Hitler. Así, las Víctimas se convierten discursivamente en Victimarios, una vez más. Justo como hacían los Nazis Alemanes y Austriacos con sus conciudadanos/as judíos/as.

¡Por todo esto debemos informarnos más y mejor! No saber no es un “pecado”, pero no tener al menos, la empatía mínima para querer saber e intentar preguntarse por cuáles son los orígenes reales de toda esta brutalidad y violencia, no es moralmente aceptable. La voluntad de saber, parodiando a Foucault, debe generarse.

Queda una especie casi que, de «imperativo categórico» ciudadano, de deber moral a cumplir, o sea, de tratar de informar y explicar racional e históricamente qué realmente pasó, y pasa en Palestina.

Queda pedir a gritos, un inmediato «Cese al Fuego» en Gaza, la liberación humanitaria de prisioneros de ambas partes, la sanción internacional de los Crímenes de Guerra, y el soñar con una Paz con Justicia para Palestina.

Sin embargo, el daño psicológico y espiritual ya está hecho, y es profundo: Acostumbrarse al Bombardeo de Civiles en Gaza, –sobre todo de niños y niñas indefensos/as–, y a escuchar su vulgar apología racista y colonialista en medios y Gobiernos cipayos, sólo nos hace menos humanos.

Mientras, la «fiesta» (del “sacrificio” acaso) sigue…

Algunas y algunos seguiremos soñando y luchando desde diferentes lugares sociales, por una sociedad más humana, por un Mundo menos injusto, y por un Planeta más viable.

Y como posteó una querida amiga cineasta: ¡No paremos de hablar de Palestina!