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La carrera del tren interoceánico la ganó México

Imagen: https://www.alcaldesdemexico.com

Rodolfo Ulloa Bonilla*

La idea de construir un tren entre los océanos Pacífico y Atlántico viene planteándose con fuerza en Mesoamérica en los últimos años, en parte como deriva de la imposibilidad del histórico Canal de Panamá de atender toda la demanda del transporte de mercancías y también como una medida económica que se considera salvadora para los países, al conectar Asía con la costa este de los Estados Unidos. No se considera que el tren interoceánico se convierta en competencia del Canal de Panamá, sino en un complemento.

En México en diciembre de este año 2023 se está inaugurando el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (303 kilómetros de costa a costa), recorriendo desde Coatzacoalcos, Veracruz, hasta Salina Cruz, Oaxaca. El presidente Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO), hizo un viaje de prueba con una duración de 6 horas y 20 minutos. Tendrá conexión con el Tren Maya que también este mes ha sido inaugurado y va de Palenque, Chiapas, hasta Cancún, Quintana Roo, y en otra línea sigue hasta Ciudad Hidalgo, Guatemala. Los trenes serán de carga y de pasajeros. La construcción de los trenes es vista como vía para reactivar la economía, con la creación de parques industriales y el incentivo del turismo a lo largo de las vías férreas. Los proyectos ferroviarios se han financiado con recursos del gobierno y encargados a empresas privadas.

Nicaragua por su parte apuesta a una relación estratégica con la República Popular China. Aprovechando el Foro de la Franja y la Ruta la delegación nicaragüense adelantó la negociación de varias obras de infraestructura, entre ellas los estudios, diseños y construcción de dos trenes. El llamado Plan Maestro Ferroviario que iría de Managua a Bluefields, pasando por Corinto, sería un canal seco que uniría el Pacífico y el Caribe Sur de Nicaragua. El otro tren iría de Managua a Granada, pasando por Masaya. Ambos proyectos serían negociados con la empresa china CCECC.

En Honduras la presidente Xiomara Castro anunció la conformación de comisiones para la construcción de un tren interoceánico a partir del año 2024, partiendo de estudios de factibilidad de gobiernos anteriores que servirán de insumo. Dice el gobierno haber recibido ofertas de financiamiento de Estados Unidos, aunque no descarta que la construcción sea a través de China o Corea. El discurso es bastante ambicioso, hablan de convertir a Honduras en el Centro Logístico Interoceánico de América, un proyecto que se desarrollaría en 10-15 años, permitiría construir varios parques industriales y serviría al comercio de Estados Unidos, Asia y Europa. Este tren conectaría tres puertos, Cortés, Castilla y Amapala.

El Corredor Interoceánico de Guatemala es una iniciativa empresarial que se propuso desde 2011, la construcción de un canal seco con vías férreas, carretera y oleoducto a través de propiedades privadas, el proyecto incluye la construcción de dos puertos de aguas profundas. En 2022 el Consorcio Interoceánico de Guatemala, S.A., anunció que se mantenía en procesos legales, que buscaba fuentes de financiamiento en Colombia y que proyectaba que el proyecto iniciaría operaciones en 2028.

En Costa Rica la iniciativa también ha sido privada, pero el Concejo Nacional de Concesiones (CNS) ha rechazado en dos ocasiones el proyecto de Canal Seco Interoceánico, que recorrería el país por el Norte, e igual que en Guatemala, supondría vías férreas, autopista y oleoducto. La primera vez fue rechazado en 2018, por no cumplir los requisitos. La segunda ocasión fue en 2020, aunque se les dio espacio para resolver inconsistencias, se consignó que el Consorcio Canal Seco de Costa Rica (CANSEC) no pudo demostrar solvencia económica para hacer desde los estudios preliminares hasta la construcción de la obra, no había viabilidad técnica ni ambiental tampoco (se supone una afectación en áreas protegidas y ríos). A partir de 2022 la empresaria presidenta del consorcio ha venido insistiendo en el proyecto, visitando comunidades de Limón y diciendo que cuenta con el respaldo del presidente Rodrigo Chaves, el ministro Luis Amador y varias candidaturas a alcaldías.

Como se podrá advertir esta carrera del tren interoceánico ya la ganó México. La tenacidad del presidente López Obrador es ejemplar y por eso está inaugurando, antes de terminar su mandato, varias mega obras públicas. Es iluso creer que en Mesoamérica hay espacio para otros cuatro trenes más que recorran del Pacífico al Atlántico, que sean económicamente viables y rentables. De todos modos, los de Nicaragua y Honduras apenas arrancan planes de diseño, mientras las iniciativas privadas de Guatemala y Costa Rica naufragan en un mar de dudas, incluyendo la falta de financiamiento y el tufo a corrupción.

Lo sensato sería dar por concluido ese intento de tren interoceánico que no tiene viabilidad económica, dado el gran salto de México, y darle aires al tren eléctrico en el Caribe, conocido como TELCA, que ayudaría a las deprimidas economías de los cantones de Limón y Sarapiquí, al igual que al tren eléctrico metropolitano, vital para mejorar la calidad de vida de cientos de miles de personas; dos proyectos que caminan a paso de tortuga en este gobierno.

*Sociólogo, asesor parlamentario.

Foro: Lecciones de la lucha social contra la minería en Panamá – reseña

En el marco de un foro promovido por la Alianza por una Vida Digna en Costa Rica, y transmitido a través de las páginas del diario SURCOS, se escucharon importantes aportes de las personas que participaron.

En el panel se encontraban Jesús Alemancia, sociólogo, investigador social y educador popular; Merï Ngäbe, representante de la lucha autónoma Ngäbe de Horconcitos; Richard Morales, economista político y docente; y Damaris Sánchez, activista ambiental y coordinadora de la Red Nacional de Defensa del Agua de Panamá.

El papel de moderador fue desempeñado por el doctor José María Gutiérrez. La relevante actividad tuvo lugar el 14 de diciembre de 2023. Se abordaron temas de gran importancia en el ámbito social y ambiental, así como enseñanzas de la lucha social.

Enlaces de Facebook y YouTube para ver el foro completo:

Facebook: https://fb.watch/oXkqVvDYs7/
Youtube:

¿Choreco, una trama montada?

Vladimir de la Cruz

El ascenso a la presidencia de Rodrigo Chaves fue una sorpresa. En principio casi nadie podía asegurar que él fuera a ganar las elecciones. Pero, las ganó. Con un partido político prematuro logró imponerse. Lo que triunfó fue la necesidad del cambio, tesis que ha venido afirmándose desde las elecciones del 2014. Inició con el cambio al bipartidismo tradicional, de gobiernos de Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana, partidos políticos que desde 1951 se habían venido alternando el gobierno del Poder Ejecutivo. Los grupos que se reunieron en la Unidad Social Cristiana, a partir de 1983, habían cogobernado en 1958, 1966 y 1978, con coaliciones políticas antiliberacionistas.

La corrupción que se había venido desarrollando en el ejercicio del gobierno de las instituciones del Estado, escándalos asociados a esos actos, personajes espurios que se asociaron a gobiernos, a presidentes y a partidos políticos, incumplimientos de promesas electorales, incumplimientos gubernamentales, insatisfacciones sociales de diverso tipo, deterioro sentido del Estado Social de Derecho, disminución en la capacidad de consumo de los habitantes, de sus ingresos y salarios, además de congelación tácita de los mismos desde los últimos cuatro años, crecimiento de la pobreza y la pobreza extrema, del desempleo, la decepción de los electores y de los ciudadanos en general con el ambiente político nacional, ataques sistemáticos que se venían realizando contra los partidos políticos, contra los políticos, contra la misma democracia como sistema político, venían minando los escenarios electorales, que tuvieron como campo la necesidad del cambio político, partidario y gubernamental.

Así sucedió en la elección nacional del 2014, cuando los partidos Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana quedaron fuera del gobierno. Sus primeras fisuras habían sido en el 2002 en que iniciaron las segundas rondas electorales, por no alcanzarse el 40% de los votos para elegir en primera ronda.

La elección del 2014 todavía mantuvo a Liberación Nacional como partido finalista en la segunda ronda. La del 2018 sacó del juego a Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana. La del 2022 permitió que Liberación Nacional llegara a la final, de primero en febrero, y de segundo en abril, originando al actual gobierno de Rodrigo Chaves, un improvisado en toda la línea, quien evidentemente no tenía clara la función que asumiría ni la ruta de trabajo que le exigía.

Su discurso electoral contra el bipartidismo y la corrupción pública ligada a los partidos gobernantes tradicionales logró imponerse, contra un partido Liberación Nacional que no pudo defender el impacto político y social trascedente de su paso por la vida institucional del país, desde 1948, desde la Junta de Gobierno, y a partir de 1951, cuando ya estaba constituido el partido Liberación Nacional, había logrado para el país, la población, los trabajadores, los distintos sectores productivos, y para el desarrollo de las clases medias.

Los escándalos asociados a Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, de principios de siglo, contribuyeron al interior de estos partidos a debilitarlos, a golpear a sus líderes históricos y a improvisar nuevos liderazgos, carentes del bagaje político, doctrinario e ideológico que inspiró a esos partidos. La crisis interna de estos partidos condujo a la debilidad de sus organismos dirigentes, a la sustitución de ellos por las fracciones parlamentarias, de paso muchas veces micro divididas, y al abandono de los escenarios públicos de sus presencias.

Junto a todo esto, con los Planes de Ajuste Estructural, desarrollados desde la década de 1980, los Tratados de Libre Comercio, a partir de la década de 1990, la desintegración del mundo socialista y la superación del escenario de la guerra fría, imponiendo un sistema internacional hegemonizado por Estados Unidos, marcaron una hoja de ruta nacional trazadas por las corrientes económicas llamadas neoliberales, anti estatistas, privatizadoras, de las cuales ningún partido gobernante ha podido salirse.

Los procesos electorales en la investigación post campañas electorales por parte del Tribunal Supremo de Elecciones, como siempre lo hace, descubrió irregularidades en partidos que llevaron a algunos de sus funcionarios y dirigentes a condenas y a la cárcel.

La legislación electoral y sus controles se mejoraron. Se fortaleció la democracia participativa electoral con la igualdad y paridad de género para la nominación de candidatos.

Rodrigo Chaves supo intuitivamente, o bien asesorado en las elecciones, atacar todos los males representados en esa imagen pública que el electorado arrastraba. El ángel exterminador, recordando la película de Buñuel, había aparecido en el ambiente político nacional. Rodrigo Chaves se presentó como el Dr. Mengele del campo de concentración costarricense que había que sanear. El público que no se sentía preso de ese campo, ni se sentía en un gueto, que estaba sufriendo las políticas de exterminación que se venían estableciendo, ciegamente le dio su apoyo.

Bíblicamente el ángel exterminador es el demonio que con capacidad demoledora inundó Egipto. El Presidente Chaves está inundando a Costa Rica, con sus actos, con sus escándalos, con su desconocimiento, con su práctica política gubernativa, en su enfrentamiento con los poderes del Estado, que él mismo dijo que podía dinamitar, con el descrédito que le imprime a sus miembros, a los legisladores, a los jueces y magistrados, a los partidos políticos y los diputados que le son adversos o críticos, por su enfrentamiento con periodistas y medios de comunicación que también le son críticos, y que por su obligación informativa evidencian escándalos del nuevo gobierno, que se presentaba como impoluto, sin mancha alguna, cuando el traje del gobierno y del presidente Chaves parece hoy el de un leopardo o de un jaguar, lleno de machas por todo lado.

Los últimos escándalos parecen una película de terror. La Casa de Gobierno, la Casa Presidencial de Zapote, hoy parece más una Casa de Sustos, oscura, sin transparencia de ningún tipo, opacada, llena de desconfianzas administrativas, laborales y de tensas relaciones sociales, cuando el propio Presidente dio órdenes a la Dirección de Inteligencia y Seguridad, DIS, de mantener intervenidas las comunicaciones telefónicas de sus ministros, y posiblemente de otros funcionarios públicos, especialmente de los directores de instituciones por él nombrados; de cualquier funcionario público. El presidente consideraba que había fuga de información de lo que él hablaba.

Respecto a los funcionarios de su entorno el Presidente les manifestó que los tenía vigilados, con chanchito y un perrito que olían si había drogas o desviaciones, amenazándolos de que con él no se jugaba, porque los decapitaba. En toda esta política se procuraba no dejar rastro.

Los funcionarios de la DIS revisaron los teléfonos, de “todo el mundo”, con aparatos especiales, de todos los que estaban en ese momento, violándolos en su intimidad y confianza.

Es claro, por lo que se ha dicho, que la DIS hizo esas intervenciones, y que posiblemente mantiene otras, que no se han señalado públicamente, especialmente de quienes critican y se oponen al Demonio de Zapote, al Ángel de la Muerte que está inundando el país, que está ahogando a la ciudadanía y al pueblo costarricense.

El papel inconstitucional de la DIS, que le dio el Presidente, la Asamblea Legislativa debe investigarlo. ¿A cuántas personas más el Presidente ordenó intervenir?

Hay diversos escándalos que hieden en Zapote. Uno de ellos, el manejo de los fondos del Banco Centroamericano de Integración Económica, por el cual se adjudicó un contrato por $300.000 dólares, para servicios de comunicación, que en todo su trámite se actuó dolosamente para favorecer un adjudicatario de dicha contratación, parte de una donación de $1.000.000 que se le daba al Presidente, para su primer año de labores. El Presidente integró un grupo Patricia Navarro, su primera Ministra de Comunicación, Jorge Rodríguez, su Jefe de Despacho y actual Ministro de Comunicación, Christian Bulgarelli, empresario comunicacional beneficiado, Federico Cruz, conocido como Choreco, asesor de imagen y táctica presidencial, Armando Gómez, Director de Prensa de la Presidencia. El mismo presidente quería revisar las pautas publicitarias.

En las acciones políticas que siguieron, otros funcionarios de la Presidencia, como Alexander Castilla y Hazel Mora, participaron porque les tomaban en cuenta.

Federico Cruz, Choreco, es también el Presidente del Partido Aquí Manda Costa Rica, que ha querido inscribirse y participar en las próximas elecciones municipales.

Como parte de este trabajo se trazó una estrategia, desde el inicio del gobierno, hace 18 meses, de controlar los presupuestos publicitarios de las instituciones descentralizadas. También se giraron instrucciones para eliminar medios de comunicación de esas partidas. A pesar de que al inicio de la Administración Chaves se consideró que el SINART no servía para nada en el manejo de estas contrataciones, a finales de año se ordenó a las instituciones descentralizadas firmar contratos con el SINART, en la acción política que el Presidente llamó de democratizar la pauta publicitaria, que no ha servido para nada si se aprecia la cantidad de pequeños medios informativos y comunicacionales que se han visto obligados a cerrar.

La democratización consistía en contratar a quien hablara bien del Presidente y del Gobierno, y en torcer de esa manera el brazo a los periodistas y a los medios informativos. Algunos funcionarios que recibieron la orden señalaron que sintieron una pistola en la cabeza si no procedían como se instruía desde Zapote.

La Ministra Navarro debido al mal olor que le generaba la iniciativa decidió grabar las conversaciones asociadas, que finalmente las hizo públicas, con toda la legalidad de su lado, que han evidenciado un negociazo, la “torta”, como la refirió el diputado Francisco Nicolás.

En todo este enredo, que se ha ido tejiendo en Zapote, y a la vez desenredando, emergió como la figura de fondo, Federico Cruz, el famoso Choreco, a quien han convertido en el chivo expiatorio, en el personaje de toda esta trama, a la que se le tratan de hacer recaer todas las culpas, que en parte le pueden ser ajenas, para eximir a los verdaderos culpables, que siguen allí en Zapote.

Para mí, el ascenso de Choreco, así llamado en todos los ámbitos, rebajándole su “personalidad”, en su trato presidencial, familiar y público, a un apodo, a un sobrenombre, casi delincuencial, ha sido para provocar un elemento distractor del principal artífice de toda esta historieta, el mismo Presidente de la República, Rodrigo Chaves.

Choreco ha sido el asesor presidencial con más fuerza, con más peso, de mayor confianza; al extremo que él mismo se ha prestado para este montaje distractor, más allá de lo que haya manifestado de verdad, de despiste, de entretenimiento o de diversión política; de haberse convertido en la figura pública más importante, en estos últimos días, de los escándalos que giran alrededor de Zapote.

La confianza extrema está comprendida en el acercamiento laboral que tenía con el Presidente, que le tenía oficina en el mismo edificio de Zapote, independientemente de si se le pagaba o no, si se le habían cubierto los pagos de la campaña electoral del 2022, si se le habían dado bonos electorales o no, de si recibió de apoyo al asesor argentino José Norte. De alguna entrada económica ha de vivir el Choreco. En esto no ha de estar chorequeado.

La confianza se enriquecía por el papel electoral que Choreco ha tenido en la estructura político electoral que, desde Zapote, se ha trazado con la inscripción de varios partidos políticos, para las elecciones municipales, con funcionarios de Zapote trabajando directamente en ellos.

Mientras dure el escándalo alrededor de Choreco ha sido relevado de Comité Editorial del Presidente, que lo integran también el Ministro de Comunicación, la Ministra de la Presidencia y la diputada, experta en enseñar a mentir a los miembros del Consejo de Gobierno, Pilar Cisneros.

Con Choreco se han puesto en evidencia dineros y ayudas en especie, como una casa en el Barrio Roosevelt, para la campaña electoral del 2022, no reportados al Tribunal Supremo de Elecciones.

La presencia, de Choreco, en estas dimensiones electorales, ha dejado ver que en la campaña electoral del 2022 hubo organismos paralelos, que podían manejar aspectos estratégicos de propaganda y agitación; posiblemente de manejo de recursos, como en meses anteriores se ha tratado ante la opinión pública y de los llamados “servicios de la mano izquierda”.

De este asunto, Choreco se ha presentado como un mecenas político de Chaves, es decir como alguien poderoso que brindó su apoyo, su trabajo, su influencia para el triunfo de Rodrigo Chaves. Los mecenas clásicos ponían parte de su dinero para impulsar los proyectos que querían apoyar. ¿Le dio plata Choreco a Rodrigo Chaves? ¿Se la dio al Partido y no la reportaron? En la antigüedad los mecenas recibían beneficios de su “inversión”, no solo la satisfacción de haber contribuido a ver el resultado de su creación, en este caso política.

En la Asamblea Legislativa, en las indagatorias que se han iniciado, llevando funcionarios públicos asociados al Presidente, los partidos Liberal Progresista de Eli Feinzaig, y el Nueva República, de Fabricio Alvarado, se han puesto en el cabús presidencial, en el último carro del tren zapoteño, acuerpando, como escuderos parlamentarios adicionales, a los diputados oficiales, al Presidente y tratando de reducir o minimizar los impactos de las investigaciones parlamentarias.

Los involucrados en todo este escándalo e investigación parlamentaria deben ser investigados por el Ministerio Publico. No es un problema de renuncias o apartarlos de sus funciones. Es un problema de ética en la función pública. Puede ser un problema que linde lo penal por el mal ejercicio de esta función. Es un problema de Ética y de Decencia pública.

Rodrigo Chaves se suma a la crítica que él hizo del sistema político, de escándalos de corrupción, de desigualdades sociales que han crecido en su gobierno, de resentimientos sociales mayores.

Sus posiciones populistas se le reducen en su territorio. Sus sentimientos y desplantes autoritarios le crecen. Sus descomedidas continúan. Su instinto desbocado se ha acentuado. Cada vez más se acostumbra a decir palabras indecentes, ofensivas y desvergonzadas.

No es Choreco el florero ni el centro de la mesa, ni es el muerto del funeral. Es el presidente Rodrigo Chaves al que hay que investigar a fondo. Si sigue así su gobierno va a ganar el título del más corrupto.

Lamentablemente para los costarricenses la Casa de Zapote hiede, despide malos olores.

Los miedos a la democracia

Lic Rafael A Ugalde Q.*

Dedicado con mucha humildad a Gaspar García Lavaina,hombre y sacerdote excepcional, al cumplirse 45 años de su partida física sonriente por el deber y el fin cumplidos solo por valientes..

Ambos, con sus respectivas tablas enceradas, no cesaban desde sus “poltronas”, con asiento de cuero y su respaldar de madera, bellamente tallado con dos esclavos trayendo a empujones una mujer practicante del oficio más antiguo de la tierra, de hacerse aire con la mano derecha para aliviar el inclemente calor descargado sobre los dos grandes maestros de la humanidad; tan discutidos en pleno siglo XXI.

Coincidían con la creencia ateniense de entonces, en torno a que sudemocracia no era una buena idea como forma de gobierno, por ser demasiada incluyente (participativa y protagónica dirían Russel, los curas Gaspar García Laviana, Camilo Torres o el expresidente mexicano Francisco Madero), dejando de “monazo” sin ninguna participación a las mujeres, los esclavos y los extranjeros, para evitar votaciones irracionales.

Así fue como me sorprendió la luz del día, cuando ya Plantón y Aristóteles, divisándolos borrosamente durante el sueño, salían no con buena cara por la puerta que lleva a la troja trasera de la casa de paredes de barro y cal. Comenzaba en pocos minutos la vida real, cuando me percaté que, aplicada a las sociedades de 2023 su “Asamblea de Ciudadanos”, no estaba del todo bien, aunque la constituyeran solo gente “caché”.

Desde entonces estos “demócratas” en nuestra América, identificados unas veces como “tecnócratas”, lideres de “gobiernos independientes” o cabeza de la “ola libertaria” etc., son presentados a las mayorías para transmitirles una supuesta inexperiencia de ellas en cosas de gobierno. Así atajan cualquier intento de articulación y organización de la población que les pueda hacer “ruido” a quienes, efectivamente, no dejan caer la hoja de un árbol sin su visto bueno.

Quería explicarles mis dudas, pero ni pelota me dieron. Fue años después en una clase de filosofía del derecho que la discusión estuvo bastante movida, entre quienes defendían la democracia como congelada en el tiempo y quienes rechazaban esta opción inaceptable. Los primeros, aceptaban a regañadientes que la democracia evolucionó hacia la concepción tradicional de “republicana”, con un tufillo clasista como el del pupitre del par oloroso a Paco Rabann, cadena de oro de dieciocho kilates y adornada con una estrella de David como dije.

 Nuestra democracia como forma de vida, decía casi a gritos este de fuerte cadena de oro y quien con los años fue ministro, aunque les disguste tomamos decisiones basadas en los que sí saben gobernar y se prepararon para ello; para eso tenemos elecciones libres, volando, de paso, el filazo respectivo, contra otros modelos de organización social.

Los segundos hacíamos ver que sí, la democracia es un” modo de vida” como ellos decían, al mejor estilo de la antigua Atenas, entonces dicho sistema hay que transformarlo porque hay quienes no tienen “vida”, al estar excluidos y no ser tomados en cuenta por esta especie de “meritocracia” o “iluminados”. Ellos son insertados en todos los poderes del Estado por los partidos políticos y otros medios de control social para cuidar los intereses de las élites mediante votaciones periódicas, sin importar luego los nuevos “esclavos”, las “nuevas mujeres” y los nuevos “extranjeros” en sus propios países. Hasta el penalista Raúl Eugenio Zaffaroni y su tratado de derecho penal salió rascando.

 Y hubo quien demostró a este selecto grupo defensor de la democracia como forma de vida que, tal como la defendían, esta posición resultaba enajenante, racista, injerencista y discriminatoria, porque negaba toda posibilidad de que obreros, campesinos, estudiantes, profesionales, intelectuales honrados, etc., escogieran de abajo hacia arriba a sus líderes, en lugar de arriba hacia abajo, para cumplir los fines del gobierno “para”, “del” y “por” el pueblo, como enumeró Lincoln alguna vez. Hasta una copia del ensayo de Adolfo Sánchez Vásquez sobre “Filosofía e ideología”, que habíamos analizado en la clase de las nueve de la mañana, les dimos subrayadito y gratis para que vieran su posición reaccionaria hasta los huesos. Por cierto, con este pensador radicado entonces en México, terminó la discusión. Los fulminó. Lógicamente, ante la falta de argumentos, como suele presentarse, vinieron los gritos de ateos, chusmas y hasta una muchachita que terminó como juez (rezo por ella todos los días para que no llegue nunca a magistrada), se quejó porque, según ella, su querida facultad, ejemplo de grandes pensadores y juristas, lamentablemente, la había tomado el comunismo ruso y cubano, abriéndose a gente que no debería estar acá.

Desde entonces estos “demócratas” en nuestra América, identificados unas veces como “tecnócratas”, lideres de “gobiernos independientes” o cabeza de la “ola libertaria” etc., son presentados a las mayorías para transmitirles una supuesta inexperiencia de ellas en cosas de gobierno. Así atajan cualquier intento de articulación y organización de la población que les pueda hacer “ruido” a quienes, efectivamente, no dejan caer la hoja de un árbol sin su visto bueno.

Así, la “meritocracia”, “ola libertaria”- o como prefiera llamarla- hace de los llamados “valores democráticos” (consultar https://www.gob.mx/segob/articulos/que-son-los-valores-democraticos) un traje a la medida según la ocasión: Honestidad, sí, honestidad. En Honduras quien estuvo a cargo del Ejecutivo es sindicado como narcotraficante. En Panamá, el gobierno actual, aprobó una “maravillosa” ley que prohíbe las concesiones mineras, después de dar a una compañía canadiense derechos por más de 30 años para que extrajera minerales en zona ecológica. Fue hasta que esas mayorías “ignorantes” en las cuestiones de gobierno se rebelaron contra el criterio de la prensa mediática defensora de la “democracia”, el tribunal constitucional, previendo una guerra civil, echó abajo el turbio negocio de las élites panameñas.

Solidaridad: forma también parte de más de una docena de los “valores democráticos” del llamado Occidente colectivo: ¿Cual solidaridad contra el genocidio palestino, a pesar que muchos de estos demócratas son confesos “cristianos”.? O para el pueblo cubano bloqueado económica, financiera y comercialmente durante más de seis décadas por la primera potencia militar y económica del mundo.

Son, en cambio, la mayoría de estos ignorantes para estos defensores de la democracia congelada en el tiempo, quienes han dicho en las calles de Nueva York, París, Níger, Caracas, Managua, Berlín, etc.: ¡basta ya de bloqueo! ¡Basta ya de genocidio en Palestina! ¡Basta ya de prensa vendida!

Ellos, dentro de la supuesta ignorancia – a la luz de la estratificación de la India estarían entre las castas más bajas- si bien no visten traje entero, nunca se han puesto una corbata y de vacas, producción de chiles y auxilio a quienes necesitan, saben de todo. Los pueblos del mundo fueron los primeros en advertir que aplicar una ley local, dándole alcance extraterritorial para matar de hambre a niños, ancianos y mujeres, es una agresión simulando una defensa de los derechos humanos, violentando la esencia misma de ellos.

En cambio, en enero de 2019, el hombre que hoy da cátedra sobre “valores democráticos” en una universidad norteamericana y vive como millonario en La Florida, se subió en una tarima en un parque de Caracas, tartamudeó como diez minutos, pero bajó de ella convertido en “presidente interino” de Venezuela; reconocido incluso, por el llamado” Grupo de Lima”, todos sus integrantes de probada vocación democrática.

Cuando el pueblo quiere, puede. En Panamá echó abajo la minería contra las élites que defendían la creación de empleo de calidad. (F. BBC).

“Libertad de prensa”: Es otro de la larga lista de valores de la “democracia”. En México la “prensa alquilada” o “independiente” del pueblo, junto a lo que denominan “intelectuales orgánicos”, obligaron al gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador a recurrir a las redes sociales y a una conferencia “mañanera” para evitar un “golpe de estado” mediático y desmentir las grandes cadenas de periódicos, tevé y radio. Como suele ocurrir, una buena parte del empresariado acostumbrado a obtener amnistías fiscales, robarse aeropuertos, refinadoras de petróleos, sociedades estatales relacionadas con la electricidad etc., llama a otros empresarios honestos a cerrar filas para congelar sueldos, quitar las pensiones a los adultos mayores, devolver la educación como negocio. En fin: sí el Estado es fuerte no hay libertad, según la consigna de los libertarios como nuevo relanzamiento del neoliberalismo.

Laura Richardson, generala del Comando Sur estadounidense: cerremos Telesur y R.T. (F. Página 12, 14/11/2023).

Acá mismo bajo el recurso de la simulación para lograr el cierre del Canal 13 de Televisión, cuatro conocidos medios de comunicación pelean a muerte para recuperar 14 mil millones de colones anuales de “pauta” publicitaria. Ahora sí, están muy preocupados por la “libertad de prensa” y el “pluralismo” como valores democráticos. Sobre sí un tal “Choreco” los vio escondiendo la mirada y se negó a darles declaraciones, sí la forma de peinarse es la adecuada para un asesor presidencial o usó este o aquel desodorante, es una alerta de cómo nos amenazan la “libertad de prensa”.

No obstante, no violenta el principio democrático de la “libertad de prensa” que haya noticieros que niegan el genocidio palestino, dejando de informar sobre el tema. O que la generala y jefe del comando sur de Estados Unidos, Laura Richardson, sin pelos en la lengua, pidió acabar con las cadenas de noticias Telesur RT por no ajustarse al periodismo requerido por su país. (Ver https://semanariouniversidad.com/opinion/de-las-palabras-a-los-hechos/ ). Cuando tenga el pronunciamiento de los periodistas o algún editorial de esos cuatro medios sobre este atentado a la libertad de prensa se los comunico.

¡Hey, hey maestros no se vayan sin entregarles este recado de nuestro gran filosofo latinoamericanista, Juan Mario Castellanos, llegado desde el “pulgarcito” de América para el mundo: “Ustedes también tengan feliz navidad y el año venidero ojalá esté movido y articulado entre quienes no temen a la democracia y transforman todo a su paso”, solía decirnos todos los diciembres en familia alrededor de un tamal y un humeante cafecito negro.

*Estudios en geopolítica y petróleo por la U del Zulia; periodista, abogado y notario por la U.C.R.

Hace ocho años, Costa Rica puso en su lugar a Daniel Ortega

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Por medios civilizados, acudiendo a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Tribunal de la ONU en La Haya, Países Bajos, se ordenó a los invasores comandados por Edén Pastora (+), salir de la limonense isla Calero, y pagar por los daños causados al humedal tico.

– Recordemos:

Sabíamos que las 300 ha de isla Portillo, invadidas por el soldado Pastora y sus hombres, eran costarricenses. Pero Nicaragua decía y defendió lo contrario. Cuando la Corte declaró que isla Portillo (parte de isla Calero) era nuestra, el titular en La Prensa de Nicaragua resaltó que Nicaragua había PERDIDO isla Portillo, y que lamentablemente la laguna «Harbour Head» había quedado enclavada en territorio costarricense, por lo cual, para llegar a sus aguas (como es más factible por mar) las embarcaciones nicas han de pedir autorización a Costa Rica, para navegar por mar territorial costarricense.

Además, aunque Pastora decía lo contrario (no se podía esperar mucho de él) la CIJ condenó a Nicaragua por la apertura de los caños artificiales y POR EL DAÑO AMBIENTAL provocado sobre el humedal Ramsar. Y muy importante, A INDEMNIZAR A COSTA RICA por ese daño ambiental. Pago que hubo de cumplirse dentro de los siguientes 12 meses. No es correcto haber dicho (como Pastora y algunos por aquí lo afirmaron) que no se hubiese condenado a Nicaragua por ese daño al ecosistema costarricense.

– En cuanto a la trocha fronteriza en territorio tico, la Corte reafirmó lo determinado años antes, al rechazar las medidas cautelares solicitadas por los súbditos del sátrapa Ortega, puesto que Nicaragua NO pudo demostrar el alegado daño causado a la navegabilidad del río San Juan, entre otros, porque los jueces dieron por buenos los estudios hechos por profesionales del ICE, principalmente, que cuantificaron un aumento insignificante en los sedimentos, de entre un 1 y un 2%. Sí expresaron los magistrados, correctamente, que existía RIESGO ambiental con la construcción de la carretera y que, por tanto, debió de haberse presentado un estudio de impacto ambiental previo. Sobre esto, el fallo fortaleció la normativa ambiental de ambas naciones, pues Ortega se había negado a entregar estudios sobre el fallido proyecto hidroeléctrico Brito… que hubiera secado el río San Juan en un gran trecho, y el también fallido proyecto de un gigantesco canal interoceánico. Ahora las reglas son otras, para ambas naciones.

Fue interesante el que No se diera la llamada sentencia «salomónica», que algunos dijeron que se daría (otro error de algunos analistas ticos). Lo cierto es que el fallo fue contundente a favor de Costa Rica y demostró que el equipo profesional costarricense era de la mayor calidad, con la incorporación de expertos extranjeros que siempre nos dieron confianza y que, como se demostró, siempre caminaron por buenos caminos. Los especialistas nacionales (encabezados por don Édgar Ugalde, don Arnoldo Brenes, don Sergio Ugalde…) con su trabajo calificado y gran dedicación, nos dieron una gran alegría a la mayoría de los costarricenses, destacándose asimismo en la parte diplomática, el canciller Enrique Castillo. Vencieron, y vencieron bien, frente a un equipo nicaragüense que, algunos dijeron, era altamente calificado, con expertos reconocidos, que incluso habían «humillado a Colombia» (algo que no es cierto) y que seguramente se lucirían frente al equipo costarricense. Bueno, ¡qué bueno!, que por aquí también se equivocaron.

Costa Rica recuperó su integridad y soberanía territorial en un área que mide más de CUATRO VECES lo que mide el parque metropolitano La Sabana, aunque, como es lógico, se ve como un pequeño punto en los mapas a escala 1:50.000 del IGN.

Lo celebramos entonces y lo seguimos celebrando, y más cuando pensamos en cómo nos sentiríamos los compatriotas en el hipotético caso de que la sentencia hubiere sido a favor de Nicaragua, y hubiéramos perdido (nosotros sí) ese rico humedal costarricense, que por un momento estuvo usurpado por la bota militar de soldados al mando del sátrapa Daniel Ortega.

De la memoria familiar… Algunos territorios de mis primeros días…

Vladimir de la Cruz

Los territorios que he habitado han contribuido a formarme, a conocerme, a apreciar sus contornos, valorarlos, aprehenderlos como propios; a conocer con ellos parte de lo que es la esencia de nuestra nacionalidad, de nuestro ser costarricense. Cuando han sido territorios habitados en el extranjero, me han enseñado a valorar y estimar el nuestro, por más bellos y espectaculares que se me hayan presentado. Incluso, lo que podría llamar territorios políticos, que me han ayudado a entender cómo mejorar el nuestro. También, a disfrutarlos, hacerlos míos; vivirlos. Han contribuido a modelarme en aspectos culturales, sociales, políticos, económicos, sobre todo familiares y de amistades, de relaciones sociales de diversa índole.

Son los espacios, en que me he desenvuelto, he crecido, he hecho amistades. Esos territorios fueron obligadamente limitados. Poco a poco andados y luego trascendidos libremente de sus naturales fronteras.

Los primeros territorios desarrollaron las raíces, permitieron el enriquecimiento del crecimiento, con la savia nutriente que me dieron. En ellos se me fue enseñando el orden, la disciplina, el respeto por la vida, el camino de la libertad y sentimientos de solidaridad.

El primero, de los territorios, fue el vientre de mi madre, en la placenta de su útero. Un territorio finito, con poca capacidad de desplazamiento, que me permitió empezar a ejercitar los músculos y realizar movimientos. Alimentado por una manguerita, que llaman cordón umbilical, me pasaban oxígeno, sangre rica en nutrientes y sacaban los deshechos que producía. El cordoncito éste fue, en cierta manera, mi primera experiencia telefónica con mamá: “conectados por la sangre”; de esa manera nos comunicábamos, aunque ella me sentía cotidianamente a cómo iba creciendo. El lenguaje era el de la vida, el de sentirnos mutuamente. El de mandarle señales de vez en cuando, con mis pies, a medida que crecía, que ahí estaba.

No sé si quería quedarme o salir de allí, o si mi madre me quería retener un poquillo más, lo que se evidenció en el parto, el 17 de julio de 1946, entrando la noche, cuando fue difícil mi salida de esa placentera cueva en que me encontraba.

Mi madre en el parto tuvo placenta previa, momento en que ésta tapa, parcial o totalmente, la abertura del útero. No era un parto prematuro. Había contracciones y sangrado; ya no había posibilidad de cesárea. No había entonces ultrasonido ni máquinas especiales para ver mi situación, ni medicamentos que relajaran los músculos del útero. La clave de mi salida terminaba en la mano y los dedos del Doctor que atendía.

No salía; no nacía. Se activaron las alarmas. Mi abuelita Ofelia, llamó a su primo el Dr. Jorge Vega Rodríguez. Estábamos en la Maternidad Carit. Sabiamente, con sus manos maravillosas, y unas cucharas grandes especiales, llamadas fórceps, con las cuales me prensaron la cabeza, a la altura de la frente y la mandíbula, donde me quedaron las marcas, empezó a guiar mi salida, entre contracción y pedida de puje que se le hacía a mi madre. A la dificultad de la situación de mi madre, dicho mucho tiempo después por mi ella, es que mi cabeza era una cabezota… por un momento llegó a pensar que tenía hidrocefalia, lo que quizá también obligó al uso de los fórceps.

Finalmente, salí activando mi pequeño galillo, esa campanita de la garganta que sirve para comer, respirar y para hablar…no he dejado de hablar desde entonces…, que es también un gen De la Cruz…hablantines son todos en esta familia. Las esposas de mis tíos siempre señalaron esa dificultad de relación, al principio, en la reuniones familiares que empezaban a asistir o a participar.

Mi madre permaneció varios días internada. El parto había sido muy riesgoso y duro para ella. Estuvo inconsciente bastante tiempo.

Cien metros al norte de la Maternidad Carit quedaba la Cantina “El rincón de la última copa”. De niño, cuando me preguntaban dónde había nacido respondía categóricamente “en el rincón de la última copa”.

Hacia el sur de la Maternidad Carit quedaban los lavaderos de la ciudad, donde la gente iba a lavar ropa. Recuerdo una tira de lavaderos casi pegados unos a otros, con sus mujeres restregando ropa, frotándola fuertemente. Ahí tenían un balde o una palangana grande con ropa sumergida en agua. La sacaban, frotaban o cepillaban fuertemente en una tabla o en la misma pila que tenía ranuras especiales para ese propósito. Ahí la enjabonaban, luego la enjuagaban y la ponían a secar.

Mis padres, ambos jóvenes de veinte años, ya empezaban a trabajar. Mi padre estudiaba en la Universidad de Costa Rica. El y Alvaro Montero Vega eran dirigentes estudiantiles comunistas. Mi madre también militaba en Vanguardia Popular.

En el gobierno del Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, en los días duros de la II Guerra Mundial, militaron en la “Juventud Unida”, una organización juvenil que apoyaba al gobierno, su alianza con los comunistas y la Iglesia; también estaban en la lucha anti nazi y anti fascista. Eran dirigentes de esa organización Magie Breedy, María Eugenia, “Maruja”, Rodríguez Albertazzi, Clemencia Valerín, Tony Vasilius, Armando Arauz, Arturo Montero Vega, Edgar Campos Cabezas, que después se casó con mi tía materna Enid, primer matrimonio de ambos; mi padre y mi tío Gilberto de la Cruz.

Mis padres fueron acogidos, conmigo recién nacido, en la Pensión de huéspedes, de mi tía abuela Celina. Ella y mi abuela paterna, Carmen, su hermana, habían llegado a San José, de las Juntas de los Abangares, en 1939, con sus maridos. Habían puesto pensiones para atender huéspedes y sobrevivir. Las llamaron pensiones aunque pudieron haber sido más hostales. En la pensión de Celina también estaba mi bisabuela Matilde, la esposa y viuda de Gilberto. La recuerdo menudita, linda, cariñosa, siempre con el pelo recogido, muy activa, tanto que a veces ella misma iba, en bus, al mercado Central, que quedaba relativamente cerca, hasta que un día se cayó del bus, y ya no le permitieron esos viajes.

La iniciativa de venirse a San José, entiendo, fue de mi abuelita Carmen. Su padre Gilberto acababa de morir. Ella, que había parido 10 hijos, dos fallecidos infantes en las Juntas, con su esposo Manuel, 30 años mayor que ella, ya viejo, pensaba que San José era la oportunidad para sus ocho hijos. En San José nació otro en 1944. Dos años después llegué yo, el primer nieto de ambas familias, la paterna y la materna.

En Puntarenas, antes de venir a San José, hubo una parada. Allí estaba mi tío abuelo Ignacio de la Cruz, personaje muy interesante, por sus conocimientos científicos y su carácter emprendedor, para su época. Finalmente, ya casado, vivió en San José y tuvo la Botica Unión, en la avenida central, parada obligatoria mía muchas veces en mi etapa de escolar entrando a la adolescencia, cuando pasaba a saludarlo. Siempre me atendía y me obsequiaba alguna moneda que alcanzaba para ir al cine. Tal vez, la afinidad venía por mi padre, que en su nombre, repetía el Ignacio.

Muchos años después, fui con mi tía Matilde a las Juntas de Abangares, a recoger los restos de los dos infantes, para trasladarlos a la tumba de mi abuelita Carmen y de la familia. Fue una tarea dificilísima por el brutal aguacero que nos cayó cuando estábamos en esa faena, con un foso abierto de más de dos metros buscando los restos, que algo hayamos.

La Pensión de Celina, estaba 100 metros al oeste del actual Instituto Nacional de Seguros, donde estaba la Confederación de Trabajadores de Costa Rica, CTCR, que dirigía el Partido Comunista, ya llamado Vanguardia Popular, y casi al puro frente de la casa de Carmen Lyra, dirigente comunista.

Sé, porque así me lo relataba mi madre, que con frecuencia visitaban a Carmen Lyra, ella y papá. Así que yo la conocí, en esos días de 1946 hasta 1948, en que me llevaban a su casa, hasta que a ella la expulsaron hacia México, luego de la Guerra Civil de marzo y abril de 1948. Por más esfuerzos que hago de memoria trato de recordar esas visitas, pero no he podido devolverme tanto. Tal vez, porque mi presencia era demasiado pasiva.

La pensión de mi abuelita Carmen, que se conoció como la Pensión de la Cruz, quedaba encima, en un segundo piso, de la Clínica del Dr. Mariano Figueres, 100 metros al oeste del Parque Morazán y 100 al norte del Bar Azul. Ahí también pasaba en esos primeros años mis ratos diarios.

En la gran terraza que tenía la Pensión mi abuelo Manuel me asoleaba. Tengo fotos con él, el único de los nietos que lo logró. Murió cuando yo iba para los tres años. En el esfuerzo memorístico, que hago de mi pasado, sí tengo la sensación de estar con él. No sé si por ver las fotos en sus brazos; pero esa sensación si la he logrado.

Las dos Pensiones, la de mi abuelita Carmen y la de mi tía Celina, formaron parte de mi vida hasta la adolescencia, cuando fueron cerradas, una vez que mis tíos, ya profesionales, lograron sacar a mi abuelita de su trabajo; la “pensionaron”. La pasaron a vivir al Barrio Escalante. Luego estuvo en La Paulina y, finalmente, en un apartamento en los Yoses norte, donde vivía con mi tía Irma y su hija Catalina.

Los días de la Pensión, en la década del 40 fueron duros. Recién triunfado el Dr. Calderón Guardia, mi abuelita desesperada logró llegar a su Oficina Presidencial, cuando la Casa Presidencial estaba donde está hoy el Tribunal Supremo de Elecciones. Llorando le explicó la difícil situación que pasaba, con un esposo mucho más viejo que ella, e implorándole por un trabajo para él, que era Contador. El Dr. Calderón le dio un trabajo en una institución del Estado, motivo por el cual, desde ese momento, hasta la llegada al gobierno de Rafael Angel Calderón Fournier, la abuela Carmen marcó la decisión electoral de toda la familia, de todos sus hijos, por el Dr. Calderón y el “calderonismo”, y por el partido Unidad Social Cristiana.

Cuando el hijo de Calderón Guardia llegó a la presidencia, algunos de mis tíos se sintieron “liberados”, de seguir en esa tradición política. El día de ese triunfo mi abuelita me pidió que la llevara, a la avenida de los Yoses, a celebrar el triunfo. Cumpliéndole su deseo la llevé y la acompañé.

Rafael Angel, de paso, había sido compañero mío en la Escuela de Derecho, y manteníamos una amistad desde esos años de las aulas universitarias, que no ha disminuido. La vida nos ha relacionado en otras dimensiones, por los hijos y especialmente por los nietos. Familiarmente, por mis tíos Alvaro y Matilde, que se mantuvieron muy fieles al calderonismo, y a sus expresiones partidarias. He estado en dos ocasiones, y he presidido, la Junta Directiva del Museo Rafael Angel Calderón Guardia.

Mi abuelita quiso una foto de Rafael Angel, ya presidente. Se la solicité y muy generosamente se la envió con una afectuosa dedicatoria.

Esta vertiente calderonista pesó en mi familia, no solo por los De la Cruz, sino también en una parte de mi familia materna, especialmente en mi tío Renán, combatiente en 1955 con los Coyotepes que vinieron a pelear por Calderón contra Figueres. Por el lado materno también hubo una tradición “figuerista” muy pronunciada. Una tía mía, Nedgibia estaba casada con Mario Ramírez, combatiente del 48 del lado de Figueres. En el centro estaban los “calderocomunistas” y comunistas como mi padre y madre.

Mis padres comunistas me llamaron Vladimir, por Vladimir Lenin, el más importante dirigente de la Revolución Rusa. Me empaquetaron el Manuel, Manuel Vladimir, por mi abuelito Manuel, porque se acostumbraba repetir nombres de los papás o de los abuelos, de las madres y de las abuelas. La decisión de Manuel entiendo que fue en el bautizo que me hicieron, en la Iglesia El Carmen, siendo mi padrino mi tío Alvaro y mi Madrina, la tía Matilde.

La Iglesia El Carmen quedaba a 300 metros de la Pensión de mi abuelita Carmen, que llamábamos Pensión de la Cruz. Su público era de estudiantes que venían, del interior del país, a estudiar a la Universidad en San José, y ciudadanos de las islas antillanas, especialmente de Aruba, en lo que mejor recuerdo. Con los estudiantes mis tíos llegaron a desarrollar fuertísimas y sólidas amistades. Algunas, de esas amistades, yo las heredé cuando entré a la Universidad, cuando los encontré de profesores universitarios, entre ellos, primero mi tío Enrique y luego Alvaro.

Lo corriente fue que me llamaran y me conocieran como Vladimir, nombre que no siendo común en esos años, tampoco me produjo ningún tipo de bullyng, o de estigmatización alguna, después de la guerra civil cuando asistía a la escuela o al colegio, porque en esos años, hasta 1958, había todavía en el país cierta “represión” política y había resentimientos sociales muy fuertes al interior de las familias, que se habían partido con motivo de la guerra civil. Solo mi abuelita Carmen, me llamaba Manuel, práctica que mantuvo hasta que yo tuve 15 o 16 años. A veces alguna de mis tías, como Irma, me recordaba al abuelo.

En los días de la Guerra Civil vivíamos en la Ciudadela Calderón Muñoz, en casa contigua a la de mi tía Nedgibia. Mis padres habían cambiado el piso de losa por madera para cuidarme mejor. Eran casas grandes, espaciosas, muy cómodas, construidas en el Gobierno de Calderón Guardia para familias de trabajadores. La represión de la Junta de Gobierno llegó al extremo de quitarnos la casa de la Ciudadela para dársela a una familia figuerista. Fueron días duros.

La guerra civil obligó a mi padre, dirigente juvenil comunista a salir del país, porque aparentemente no se daban garantías de seguridad contra él. Mi familia De la Cruz, por el origen colombiano de mis abuelos, optaron por enviarlo a Panamá, a la casa de la tía Candé. Ahí estuvo y luego tomó la decisión de irse a Venezuela a buscar mejores opciones y posibilidades de vida, llegando a Maracaibo, en los días siguientes de la finalización del gobierno de Rómulo Betancourt, en 1948, que había estado en la fundación del Partido Comunista de Costa Rica, casado con costarricense, y de inicio del período que condujo a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Mi madre, que pensaba seguirlo conmigo, no pudo realizar el viaje porque enfermé gravemente. El dinero del viaje se destinó a atenderme y el viaje se fue postergando y postergando…hasta que un día mi madre recibió una carta de mi padre, que le manifestaba que había conocido una venezolana, que le tenía en una situación afectiva fuerte donde a las dos, a ella y a mi madre, las tenía en una balanza. Mi madre rápidamente contestó que ella no aceptaba estar en una balanza, y que procedieran con el divorcio, que tramitó Luis Carballo Corrales, que había sido dirigente y diputado comunista, muy amigo de ellos, junto con su esposa Pilar.

Mi madre mantuvo estas cartas, seguramente pensando que yo podía preguntar sobre esa ruptura, lo que nunca se me ocurrió, porque nunca fui criado con sentimientos negativos hacia mi padre, y porque la familia De la Cruz, me tenía totalmente integrado. Un día, entrando a la Universidad, me informó de ellas y me las enseñó. Las vi. Se las devolví. Y las destruyó.

Mi péndulo infantil se pasó hacia el lado de mi abuelita Ofelia, cariñosamente siempre le dije Ita, con la familia materna. Mamá tenía que trabajar duro y estudiar simultáneamente. Ita la apoyó cuidándome. Terminó siendo mi otra mamá. Pasaba con ella mucho tiempo. Tenía un hijo, de su segundo matrimonio, un tío mío, Rafael, menor que yo, que en la práctica fue como un hermanito menor. Era una mujer estupenda, de tradición rosacruz y teósofa. Su padre Rafael Rodríguez, liberal y masón, había influido mucho en ella.

Mamá estudiaba en el Colegio nocturno Carlos Gagini, a dicha suya con profesores de un alto nivel profesional. Me acuerdo del acto de su graduación. Después ingresó a la Universidad donde trabajó brevemente y se graduó de Microbióloga.

Después de la Ciudadela Calderón Muñoz nos pasamos a vivir a los Apartamentos Corella, cerca de la Plaza Víquez, en un segundo piso, a 50 metros de la línea de tren. De allí nos pasamos 100 al sur de la Escuela Ricardo Jiménez, así más conocida. También tenía el nombre de Claudio González Rucavado, que era la sección de varones.

Antes de entrar a la escuela estuve en el kínder de la escuela García Flamenco, diagonal a la Clínica Bíblica. El primer intento de ingreso a la escuela fue en la Buenaventura Corrales, por influencia de mi tía Matilde. Estuve unas semanas. Era muy incómodo y difícil mi traslado. Lo correcto como sucedió es que entrara a la González Rucavado. Allí de primer a sexto con una sola maestra, Julieta Vives de Vargas, maravillosa ella en todo sentido.

Esa casa, al sur de la escuela, era la última de la calle. Seguían cafetales por todo los que hoy es el barrio San Cayetano. Allí vivíamos en familia con mi abuela Ofelia, y con Enid y Yara Astrid, sus hijas. A la par de la casa vivía la familia Beckles. Era una familia de negros, encantadora familia, lo que ayudó a no desarrollar sentimientos racistas. A una de mis tías le gustaba uno de los muchachos Beckles, sin pasar a más. En la esquina, frente a la escuela había una verdulería, que tenía metido un carretón parado, generalmente con un manteado, que servía para jugar escondido.

Después pasé a vivir brevemente cerca del cementerio general de San José, cuando mamá estudiaba en la universidad. Con nosotros vivió una compañera de sus estudios universitarios, Estéfana, buena mujer. Vivir a 100 metros del cementerio fue una gran aventura. Termina uno no teniéndole miedo a los lugares de enterramiento, y considerando el sitio casi como un espacio de juegos. Cuando había entierro, por las noches, la gran aventura, ir a asomarse para ver si se veían luces, fuegos fatuos, esos fuegos misteriosos, brillantes, que se producían por la descomposición de cadáveres, la combustión de gases y tumbas mal cerradas.

Después nos pasamos a vivir al Barrio Luján, la época de mi colegio, al final de la calle 21, 200 al sur de la Pulpería La Reforma. El final de calle terminaba donde hoy está la Clínica Carlos Durán. Esos eran puros potreros que se extendían por todo lo que hoy son los barrios Córdoba y Quesada Durán. Allí hice mi núcleo de amigos importantes de juventud y de aventuras en aquellos escenarios de potreros, de calle, cuando se podía jugar en las calles, y en el aserradero que había allí.

El Barrio Luján se abrió como el gran horizonte. Su extensión, para mí abarcaba desde el norte, desde avenida 10, la avenida San Martín hacia abajo, hasta los linderos del Barrio Vasconia. Desde el este hacia el oeste, desde la empresa dos Pinos, el Cerrito, sobre calle 21, hasta la Soda La Nave, sobre el Paseo de los Estudiantes. El barrio lo conocía en todas sus pulgadas. La barra de amigos así lo permitía.

Durante mis primeros 12 años mi relación con mi padre fue epistolar, de vez en cuando, y por medio de mi abuelita Carmen. Algunas veces, con grandes dificultades me imagino, enviaba algunos dólares. Están y tengo las copias de los recibos. Empezó a llenarse de hijos, seis, lo que le hacía más difícil hacer ahorros para enviar. Mi madre tampoco le pedía nada ni lo presionaba en ese sentido. Demasiado orgullosa y responsable en tratar de sacarme adelante, con las dificultades que también tenía.

De chiquitillo mi madre me leía prácticamente todos los días. Ella misma fue una gran lectora hasta los días de su muerte a los 82 años. Los libros de Carmen Lyra, de Fabian Dobles, los cuentos clásicos universales, los poemas de Arturo Montero, relatos y cuentos de autores latinoamericanos, Nicolás Guillén, José Martí, Pablo Neruda, César Vallejo, empezaron a formar parte de mi formación, junto con autores soviéticos, y de lo que se publicaba en Repertorio Americano. Mi abuela materna también tenía su librero.

En la lectura con mi madre hubo un Quijote para niños, en una edición muy linda que lamentablemente no conservé. Así empecé en los territorios de mis lecturas, de los libros. La casa siempre contó con un librero, que siempre crecía.

Durante la Junta de Gobierno la casa fue allanada varias veces. En una de ellas buscaban un polígrafo en el que se tiraban hojas contra La Junta. Nunca encontraron el polígrafo ni tampoco las hojas, que las ponían debajo del colchón de mi cuna, conmigo adentro. Curiosamente no la registraban como hacían con el resto de la casa. En otra ocasión, llegaron por la biblioteca de mis padres, que para su época era muy buena y rica en volúmenes. Incluso tenía la colección completa del periódico Trabajo, Semanario del Partido Comunista. Tengo la lista de los muchachos, universitarios, que llegaron a confiscar la biblioteca. Supimos después que había sido llevada a manos del padre Benjamín Núñez. Años después, siendo yo Decano de Ciencias Sociales, en la Universidad Nacional, y el padre Núñez, Rector, en una reunión que me citó por asuntos académicos, le conté lo de la Biblioteca de mis padres, diciéndole que habían dicho que a él se la habían llevado. Me respondió: “Eso dicen de mi biblioteca”. Con su hijo, Rodrigo Carreras, tiempo después, en su casa en Coronado, le repetí la historia, con ánimo de ver la Biblioteca y sus libros, si eso hubiera sido posible. Me dijo qué a la muerte del padre, y antes, él ya se había deshecho de su Biblioteca y libros, distribuyéndolos. De esa manera perdí el rastro de ese territorio de libros familiares.

Hasta finales de la década del 60, eran tiempos sin televisión. Era el tiempo de la radio y los periódicos, que no faltaban en la casa. Era tiempo de lectura. En mi caso más que obligada. Moralmente impuesta, por el esfuerzo de estudio que hacía mamá, desde el colegio nocturno y en la Universidad; sábados y domingos, ratos libres, leyendo o estudiando; leyéndome o invitándome a leer.

En la radio mi madre era seguidora de los programas de Adolfo Herrera García y de los radionoticieros. Mi madre, siempre procuraba estar informada de los distintos acontecimientos nacionales e internacionales. Así empecé a disfrutar esos programas y sus contenidos. Eran otros territorios, de formación intelectual, de información general… Nunca los he abandonado. Hoy contribuyo en algunos con participaciones que me solicitan.

Compartido con SURCOS por el autor.

¡La nacencia del mundo!

José Luis Amador.

Por José Luis Amador

Algunos celebran el Año Nuevo en casa, otros en un salón de baile o en algún otro sitio público… no importa. Igual, me llama la atención el hecho de que antes de Fin de Año la gente se despide como si no se volviera a ver más y posteriormente se vuelve a saludar al iniciarse el año. ¿No te he saludado verdad? Y se abrazan como en un reencuentro.

A eso se llama EL SALUDO. Me cuentan que antes hacían un baile del SALUDO en el Parque Morazán. Lo cierto es que este “saludo” tiene un sentido ritual. Nos despedimos cada Fin de Año y nos saludamos nuevamente al Año Nuevo, como si de veras algo nuevo empezara y volviera a iniciarse en nuestras vidas. Como si muriéramos un poco para empezar otra vez.

Algo semejante sucedía entre los mayas y aztecas: cuando al cabo de un ciclo, el mundo se iniciaba nuevamente. En nuestros días vemos que la gente que estaba cansada y exhausta en diciembre, – “ay ya, que se acabe pronto el año”- renace pocos días después y a principios de enero regresa con renovada energía a sus trabajos. ¡Qué curioso!

En Boruca se celebra el rito-juego-fiesta de Los Diablitos que se enfrentan al toro. Según su explicación los Diablitos o Cabrúv Rojc, representan a los indígenas borucas que se enfrentan al español y aunque mueren, vuelven a nacer cada año para continuar su lucha y vencer al invasor. A eso lo llaman, ¡qué hermoso! LA NACENCIA. En esta fiesta ritual se nace otra vez con fuerza renovada para seguir luchando contra el invasor, y lo celebran el 30 o 31 de diciembre en la noche, a las 12 de la noche. Los borucas regresan de la muerte, nacen cada año, esa es LA NACENCIA.

Bueno amigos, ya se acerca esta NACENCIA DEL MUNDO que experimentamos todos al finalizar el año. En tal ocasión les envío un fuerte abrazo y mi deseo de que estén bien en unión de los suyos.

Tengan todos NACENCIA en su corazón, y en mi amistad.

Feliz año para @todos

¡FELIZ NACENCIA DEL MUNDO!

 

Publicado en Pensando el SUR y compartido con SURCOS por el autor.

El arrastre de la crisis económica boliviana

Por Vladimir Huarachi Copa

El 6 de diciembre del presente año, en un comunicado que emitió el Banco Central de Bolivia (BCB), se explica que el nivel alcanzado por las Reservas Internacionales Netas (RIN) a agosto de la presente gestión es de $us 2.147 millones, principalmente, por una parte, a causa de la no realización de inversiones en exploración ni producción en el sector hidrocarburífero, que provocó una disminución en la actual producción, implicando menores ingresos de divisas al país. Asimismo, se expone que, pese a ello, con la finalidad de proteger el poder adquisitivo de la población, se mantuvo la subvención del diésel y la gasolina.

Por otra parte, el comunicado también señala, que otros factores que generaron presión sobre las RIN, fueron el pago oportuno del servicio de la deuda pública externa pese al incremento de las tasas de interés a nivel internacional, el bloqueo sufrido en la Asamblea Legislativa Plurinacional con la no aprobación de créditos externos, y la política de fortalecimiento al sector productivo mediante la implementación del arancel cero para la importación de bienes de capital (Ley N° 1391).

¿Pero qué son las Reservas Internacionales Netas? Según el BCB, son recursos financieros que representan la capacidad de pago de un país ante el resto del mundo, tanto en situaciones normales, como en aquellas caracterizadas por perturbaciones exógenas tales como la disminución de las cotizaciones internacionales de productos básicos, crisis de mercados financieros internacionales que incrementan de manera súbita las tasas de interés internacionales, crisis cambiarias y cambios inesperados de la demanda externa.

No obstante, ¿será esta causa y estos factores el punto quiebre del nivel alcanzado por las RIN a agosto de la presente gestión?, según el informe del BCB, sí, sin embargo, con base en el análisis de la Fundación Jubileo, el nivel alcanzado de las RIN, no es una consecuencia a la causa y factores a los que se remite en su comunicado el BCB, sino, es una secuela de la desaceleración luego del periodo de bonanza que terminó en 2014, año en el que las RIN llegó a su pico mayor con más de 15.000 millones de dólares.

En ese sentido, posterior al pico mayor de bonanza, los años siguientes, la caída de las RIN se traducen en un arrastre de una crisis económica y no en una crisis circunstancial, como se expone en el comunicado del BCB. Ahora bien, esta salida con carácter circunstancial, posiblemente sucedió a causa de la situación crítica de desabastecimiento de combustibles. Asimismo, se puede decir que, por un lado, responde a la confrontación interna del partido gobernante (MAS – IPSP), por otro, al tema de las elecciones judiciales.

No obstante, el comunicado del BCB, también se puede leer como la estrategia de manipulación conocida como la caja china, es decir, de distraer la atención o llevar la atención pública hacia otra cosa, con el fin de tapar lo esencial de la verdad o de una irresponsabilidad. Dado que, no responde a la verdad de una crisis que se viene arrastrando desde 2015 hasta la fecha de emisión del comunicado. Por consiguiente, queda pendiente qué es lo quisieron tapar con este comunicado, sin embargo, está claro que da pie a una crónica de una crisis económica profunda anunciada.

¿La Trinidad, o Punta Nicolás Aguilar?

Vista aérea de la punta de La Trinidad, donde se libró la batalla en la que sobresalió Nicolás Aguilar Murillo. Foto: Elvin Hernández.

Publicado originalmente en la revista digital europea MEER

Luko Hilje (luko@ice.co.cr)

Hasta hace unos 14 años, no había tenido la oportunidad de conocer La Trinidad, bello paraje silvestre donde el río Sarapiquí vierte sus aguas en el majestuoso San Juan. Además, fue ahí donde se libró una batalla clave durante la Campaña Nacional de 1856-1857 contra el ejército filibustero que, conducido por William Walker, pretendía implantar la esclavitud y anexar a EE. UU. los cinco países centroamericanos. Lo hice en diciembre de 2010, gracias a una invitación de la Municipalidad de Sarapiquí para conmemorar dicha efeméride.

1. Desembocadura del río Sarapiquí en el San Juan, con la punta de La Trinidad a la izquierda y Punta Alvarado a la derecha. Foto: Luko Hilje.

En cuanto a este topónimo, pensé que obedecía al triángulo formado por las respectivas esquinas de las dos riberas del río Sarapiquí, más la punta que, en territorio nicaragüense, se denominaba Punta Hipp o Punto Hipp en el siglo XIX, debido a que ahí tenía una fonda el joven alemán Wilhelm Hipp —naturalizado estadounidense—, quien además vendía leña para abastecer los pequeños vapores que recorrían el río. En mi artículo En la boca del Sarapiquí (Nuestro País, 28-XII-2011), señalo que “visto en una imagen de satélite, poco antes de desvanecerse en el San Juan [el Sarapiquí] traza un semicírculo casi perfecto. Del lado opuesto, en territorio de Nicaragua, el contorno de esa otra ribera se parece al perfil de un simio, cuya nariz se ubica exactamente frente a la boca del Sarapiquí”. Sin embargo, tiempo después me enteré de que, en realidad, con dicho topónimo se honra al general nicaragüense José Trinidad Muñoz Fernández (1790-1855), y por un motivo más bien fortuito.

3. La punta de La Trinidad, vista desde Punta Alvarado. Foto: Luko Hilje.

No obstante, antes de referirme a eso, es pertinente una digresión para indicar que ello tuvo relación directa con el puerto de San Juan del Norte, donde el río San Juan desemboca en el mar Caribe. Como lo explica la recordada historiadora Clotilde Obregón Quesada en su libro El río San Juan en la lucha de las potencias (1821-1860), el citado puerto era parte del vasto reino selvático de la Mosquitia, habitado por los indios misquitos, pero su rey permitió que en 1845 la Gran Bretaña lo declarara como un protectorado de esta nación.

Ahora bien, según narrara el célebre historiador Rafael Obregón Loría en su libro Costa Rica y la guerra contra los filibusteros, en octubre de 1847 las autoridades misquitas comunicaron al gobierno nicaragüense que, por estar en su territorio, tomarían el puerto de San Juan del Norte, de gran auge comercial pocos años después. Esto provocó la airada reacción de dicho gobierno, que decidió enviar un batallón de 500 hombres, encabezados por el mencionado general Muñoz. Puesto que, antes de desplazarse hacia San Juan del Norte, acampó con su tropa en la desembocadura del río Sarapiquí, este sitio “desde entonces tomó el nombre de La Trinidad”, en palabras del académico Obregón.

Este historiador relata otros detalles de ese conflicto, para señalar que Muñoz se pudo apoderar de San Juan del Norte, donde reinstaló a las autoridades locales y regresó a Granada, tras dejar un contingente en La Trinidad. No obstante, apenas un mes después, los ingleses no solo retomaron el puerto, sino que incursionaron río adentro en lanchas artilladas con cañones, y derrotaron a la tropa acantonada en La Trinidad. Hecho esto, continuaron aguas arriba y se apoderaron de las fortificaciones del Castillo Viejo y el fuerte de San Carlos. Al final de cuentas, Nicaragua tuvo que ceder San Juan del Norte a las autoridades misquitas, que incluso lo bautizarían con el nombre Greytown, en honor de Sir Charles Edward Grey, gobernador de Jamaica.

En síntesis, no hubo un solo hecho heroico o siquiera destacable de parte de Muñoz y su batallón, que amerite y justifique que la desembocadura del río Sarapiquí se haya denominado La Trinidad por nada menos que 175 años.

Sin embargo, apenas un decenio después, el lunes 22 de diciembre de 1856, sí ocurriría un acontecimiento significativo, que cambiaría de manera determinante el curso de las acciones bélicas contra Walker, a favor de los ejércitos centroamericanos, que ya se habían aliado para combatir a las huestes filibusteras en territorio nicaragüense.

De manera muy resumida, los filibusteros tenían en sus manos el estratégico punto de La Trinidad. Por tanto, para desalojarlos hubo que atacarlos por sus espaldas, para lo cual las tropas costarricenses debieron ingresar por el territorio de San Carlos y después navegar por el río homónimo y por el San Juan, hasta La Trinidad. Fueron muchas las vicisitudes y adversidades ocurridas, sobre todo porque no se tenía experiencia alguna en confrontaciones navales ni fluviales.

Para enfrentar a Walker en el río San Juan, se enviaron dos batallones. El de vanguardia, de 200 hombres, partió de la capital el 3 de diciembre, al mando del sargento mayor Máximo Blanco Rodríguez, mientras que el de retaguardia, de 500 hombres, lo hizo el día 15, conducido por el general José Joaquín Mora Porras. Es pertinente indicar que este segundo batallón arribó a Muelle de San Carlos —que era el punto de partida para las acciones en el San Juan— el 22 de diciembre, es decir, el mismo día de la batalla en La Trinidad. Por tanto, Mora y su gente ignoraban por completo lo que ya estaba ocurriendo ese día decenas de kilómetros aguas abajo, en la ribera derecha del San Juan.

Es oportuno destacar que la víspera del combate debieron pernoctar cerca del estero del Colpachí, hacinados en sus rústicas embarcaciones. Además de estar empapados y entumecidos por la incesante lluvia, nuestros combatientes debieron soportar hambre, al igual que las inclementes picaduras de zancudos, que los acosaban por miles. Aun así, tan deseosos estaban de luchar que, apenas clareó, desembarcaron y penetraron en la montaña para hacer una fogata que les permitiera secar los fusiles y la muy mojada pólvora que llevaban. Hecho esto —que no fue muy exitoso, como se verá pronto—, cerca de las diez de la mañana avanzaron por tierra hacia La Trinidad, con bastante dificultad, pues en esos casi dos kilómetros el terreno era muy anegado y de vegetación difícil.

Detectada la posición de los filibusteros, que estaban distraídos alrededor de una gran mesa, cerca de la hora del almuerzo Blanco dio la orden de atacar. Fue así cómo, organizados en cuatro columnas, 30 combatientes irrumpieron a trote en el campamento enemigo, a la vez que disparaban sus fusiles. Sin embargo, apenas cinco de las húmedas armas funcionaron y, ya alertados de lo que ocurría, de inmediato los filibusteros se desplazaron a las dos trincheras que tenían, para resguardarse y contraatacar. Para entonces, una ya había sido tomada por los nuestros y cuando desde la otra un enemigo se preparaba para disparar metralla con un cañón emplazado ahí, de súbito corrió hacia esta trinchera el cabo Nicolás Aguilar Murillo, le clavó en el pecho la bayoneta de su fusil y lanzó al filibustero a un lado.

Aparte de la importancia específica de tan audaz y hasta temerario acto, que evitó muertes en las filas costarricenses, esto insufló coraje y osadía a sus compañeros. A falta de pólvora, y duchos ellos en el uso de la bayoneta, sus muy filosas cuchillas causaron numerosas muertes en el bando enemigo. Además, aterrorizados por lo que veían, muchos filibusteros se lanzaron al San Juan, cuyas corrientes los arrastraron hasta hundirlos y ahogarlos. Al final de cuentas, en apenas 40 minutos de combate murieron 60 filibusteros, en tanto que dos fueron capturados —entre ellos el comandante Frank Thompson—, y seis lograron llegar con vida después a San Juan del Norte. En nuestras filas hubo apenas dos heridos.

Como era urgente continuar con el ataque sorpresivo, esa misma tarde Blanco y una tropa abordaron varias de las embarcaciones rústicas para dirigirse a San Juan del Norte, donde, al amanecer, capturarían con astucia y facilidad varios de los vapores utilizados por Walker. Y, ya con una fuerza naval en manos propias, se empezaría a tomar posiciones clave en el río San Juan, como el Castillo Viejo y el fuerte de San Carlos. Es por eso que, como lo hemos sostenido varios de quienes hemos estudiado en detalle lo ocurrido en el San Juan en esos tiempos, la derrota en La Trinidad representó el principio del fin de las aspiraciones colonialistas de Walker.

2. El héroe nacional Nicolás Aguilar Murillo. Foto: Museo Histórico Cultural Juan Santamaría.

Ahora bien, para retornar al combate en La Trinidad, el valiente cabo Nicolás Aguilar, quien era oriundo de Barva, Heredia, contaba con apenas 22 años de edad cuando ejecutó tan meritoria acción. Ello justificaba que se le premiara con 500 pesos —en una época en que un ministro ganaba 160 pesos al mes—, para así honrar una promesa del oficial Joaquín Fernández Oreamuno, pero esto no se cumplió sino hasta 1886. Asimismo, en 1892, cuando frisaba los 64 años, ya sin poder trabajar y en estado de pobreza, se le otorgó el grado de coronel, se le condecoró y se le asignó una pensión de 60 pesos mensuales, que pudo disfrutar por apenas seis años. Todo ello está sustentado de manera prolija en el documento Nicolás Aguilar Murillo, un barveño héroe nacional, compilado en años recientes por el microbiólogo barveño Miguel Rodríguez Ruiz, para fundamentar que se le concediera dicho título. Hoy, y desde diciembre de 2013, ostenta la condición de héroe nacional, junto a Juan Santamaría, Juan Rafael Mora Porras y Francisca (Pancha) Carrasco Jiménez.

A este lauro, de sobra justo, consideramos que debiera sumarse otro: la denominación, con su nombre, de la esquina izquierda de la desembocadura del río Sarapiquí, en el sitio exacto donde tuvo lugar la batalla de La Trinidad. Podría llamarse Punta Nicolás Aguilar Murillo, Punta Nicolás Aguilar o Punta Aguilar, al igual que, por ejemplo, hasta hace poco en el país hubo cantones con nombres como Valverde Vega y Alfaro Ruiz, y que en el actual cantón de Pérez Zeledón haya un distrito llamado Daniel Flores. Al respecto, cabe acotar que a la esquina derecha de esa boca se le ha llamado Punta Alvarado de manera informal, pero merecida, pues el botero cartaginés Francisco Alvarado Mora, residente ahí por largo tiempo, fue un personaje muy importante en las batallas del río San Juan, aunque en los anales históricos se le haya ignorado, más bien por desconocimiento; lo fue como diestro guía en la construcción de botes y balsas, hábil capitán de vapores y valeroso combatiente.

Propongo, entonces, que la Municipalidad de Sarapiquí realice las gestiones pertinentes ante la Comisión Nacional de Nomenclatura, para designar de manera oficial ambas puntas de tan emblemática desembocadura con los nombres de estos dos grandes patriotas, que no dudaron en defender a Costa Rica cuando hubo que hacerlo. Sin embargo, bautizar por bautizar no tiene mayor sentido, si no se educa a la sociedad, y en particular a los niños y jóvenes, acerca del significado de su aporte.

Una manera de hacerlo es promover visitas a los sitios donde ocurrieron batallas significativas, para entender en el propio lugar de los hechos cómo y por qué sucedieron. Aún más, ya desde hace varios años la muy dinámica y eficiente Municipalidad de Sarapiquí ha planteado la posibilidad de establecer eco-museos en varios puntos, en los que se articulen tan importantes sucesos de la guerra libertaria contra Walker con otros aspectos históricos de la zona, así como con aquellos asociados con la gran riqueza biológica de esta región del país, donde el bosque tropical muy húmedo alcanza su mayor esplendor.

En tal sentido, debería promoverse el turismo histórico a Sarapiquí, que tiene en La Trinidad y Sardinal dos de los tres hitos clave de la Campaña Nacional en el territorio nacional —junto con Santa Rosa, en Guanacaste—, y que hoy son parte de la Ruta de los Héroes de 1856-1857. Por fortuna, se cuenta con un eficiente servicio de botes, que permiten hacer ese recorrido en pocas horas. Para un residente del Valle Central, se puede llegar a Puerto Viejo en un par de horas y, tras un viaje apacible y seguro hasta La Trinidad, regresar a sus hogares antes de que anochezca. La recompensa será más que gratificante: disfrutar de las bellezas escénicas del río, de su flora y su fauna, así como impregnarse de historia patria y amor por nuestro terruño.

Asimismo, es pertinente destacar que hoy ese recorrido también se puede hacer por tierra —algo inimaginable hasta hace poco tiempo—, gracias a los empeños de varias personas y entidades. Al respecto, es de resaltar el aporte del amigo Mauricio Ortiz Ortiz, quien, con gran generosidad y patriotismo, de su propio peculio financió una amplia exploración arqueológica de La Trinidad. Liderada por la especialista Maureen Sánchez Pereira, esto permitió desenterrar más de un millar de objetos, tanto de uso cotidiano como bélico; los resultados aparecen en el artículo Arqueología en el sitio La Trinidad: un campo de batalla del siglo XIX (revista Yulök, 2021), en tanto que la colección está depositada en el Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Ingeniero de formación, así como empresario en el ramo de los fletes y las mudanzas internacionales, Mauricio es hijo del recordado médico Juan Guillermo Ortiz Guier —benemérito de la Patria—, y ha sido un muy activo miembro del grupo cívico La Tertulia del 56 y de la Academia Morista Costarricense.

En fin, dejo planteada aquí la iniciativa para que emerjan los topónimos propuestos, con la ventaja de que no habría necesidad de eliminar el nombre de La Trinidad que, aunque insustancial y carente de sentido para los costarricenses, ya tiene un fuerte arraigo en la geografía, la cartografía y la historia nacionales.

5. Monumento de la batalla de La Trinidad, en Punta Alvarado. Foto: Elvin Hernández.

Mambrú se va a Palestina

Por Carlos Meneses Reyes

Palestina hoy, significa pueblo en resistencia,
es valentía que se niega a ser dominada por el amo impuesto;
es el corazón de una nación que puja por liberarse de las cadenas del invasor.
(Tomado del poema “Palestina Grita” de Ángel Ricardo Barriga Ibáñez).

Transitamos por un ejercicio de diplomacia y política internacional de nuevo tipo, bajo la conducción del presidente G. Petro. Inocultable su buen desempeño en el desarrollo de la agenda internacional y diplomática, en varios aspectos y en temas álgidos de ambiente especial en tratándose del mundo diplomático. Distintos medios alternativos mundiales califican de valerosa la postura del señor presidente G. Petro, al condenar el genocidio que a diario ejecuta el Estado de Israel, con su ejército y concepción política expansionista, racista, discriminadora, asesina y genocida contra la población palestina. Una cosa es el pueblo judío y otra el gobierno violador, terrorista de Estado, que derogó todo el sistema normativo y consuetudinario internacional de respeto al ser humano. El sistema sionista, que es modelo expansionista imperialista, agrede impunemente a la Humanidad y se colude con la indiferencia, apoyo directo y tácito de las potencias y Estados-parte de la organización de las Naciones Unidas. Indigna el asesinato de niños y de población civil desarmada. Trasciende fronteras el grito, el dolor de inocente niños elevados inertes por los brazos de sus padres, que rasgan el cielo, que atormentan la vista, que erizan la piel, sin escucharse llantos, sino el ruido ensordecedor de las bombas, en el pasaje más oscuro que registra la historia de la Humanidad.

El concepto de guerra está proscrito en la terminología del Derecho Internacional. Hoy se habla de agresión militar de un Estado a otro (Conflicto externo) y de agresión militar de una fuerza beligerante a un Estado-parte (Conflicto interno). El Estado de Israel no ataca al Estado Palestino, puesto que tiene la totalidad de su territorio ocupado militarmente. Israel ataca militarmente a la población civil palestina, sin distinción de edad, con el único objetivo de exterminarlos, de borrarlos de la faz de la tierra, en forma aleve y voraz que supera la crueldad selectiva del régimen nazi contra los judíos.

Desde antes del 07 de octubre del corriente año, el Estado colombiano había definido la creación de una Embajada ante el Estado palestino. El gobierno progresista adelanta las gestiones para la apertura de esa representación internacional y diplomática de Colombia en Palestina. Corresponde al señor presidente de la Republica en ejercicio y como gobierno nacional, evaluar las calidades humanas, profesionales y políticas de la persona en quien recaiga ese nombramiento. En este caso-in si tu- no caben requisitos de carrera, ni de atestados; ni mucho menos de ajustes de conveniencia de “gobernabilidad”. Corresponde explorar en la cantera de activistas de izquierda, de defensores de derechos humanos, de calificado profesional en Derecho, en Ciencias Políticas y Sociales, con experiencia en el trabajo político de masas. Expongo así, que sea experto (a) analista en el sistema de vida de una sociedad conflictiva; que asimile el escenario de las relaciones entre los ciudadanos y el poder público, en un Estado informal, por carecer de un territorio autónomo y demás aspectos relevantes del funcionamiento administrativo. Así lo destaco pues no se trata de instalar un(a) burócrata, ajeno(a) a una población en un medio natural agresivo, de comportamientos y sistema de vida inusuales. El funcionamiento de una Embajada como la de Colombia en Palestina, estará signada de dificultades. Para un blando o mamerto, no untado de calor y sensibilidad humana y solidaria; no arropado con las necesidades de una población con carencia de necesidades, resultaría no solo un embuchado, sino un fracaso de gestión diplomática.

Para que la titularidad de la Embajada de Colombia en Palestina no resulte una decepción e inoperancia resalto la directriz constitucional a observase. Cito el artículo 189-2 de la CP91, extractando el carácter de agente diplomático que califica como quien obra y tiene capacidad de hacerlo. En desarrollo de las relaciones internacionales puede darse tratados provisionales de carácter económico y cultural mediante ejecución provisional del presidente y a posteriori aceptar la decisión del Congreso de aceptarlo, es decir, ratificarlos o no. El presupuesto del principio de reciprocidad, entre ambos Estados, va a ser de difícil aplicación. En principio un embajador (a) debe actuar en beneficio a los connacionales residentes en el país de representación. La promoción de internacionalización de las relaciones económicas y políticas con el Estado Palestino, sobre bases de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional, obedece u obedecerá al mandato constitucional que fundamenta las relaciones exteriores del Estado en la soberanía que emana del pueblo colombiano, el respeto a la autodeterminación del pueblo palestino y el reconocimiento y aplicación de los principios del derecho internacional aceptados por Colombia. Como agente diplomático de Colombia en Palestina debe manejar con organismos supranacionales y ser docto conocedor de la normativa internacional y consuetudinaria del Derecho Internacional (DI), el Derecho Internacional Humanitario (DIH), el Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIH) y la llamada jurisdicción internacional. Es en ese campo esencialmente donde primará la asesoría y trabajo de beneficio al Estado Palestino. Por lo mismo, han de ser taxativas las tareas que señale el señor presidente, como jefe de la diplomacia y las relaciones internacionales, acorde con la Cancillería. Ese Agente diplomático, allá destacado, reviste una actuación poco usual, o mejor, inusual e infrecuente. Por eso ha de ser un embajador(a) también de Nuevo Tipo, quien ejerza esa exigente y seguramente controvertida gestión; pero en modo alguna ilegal ni inconstitucional.

La masacre israelí contra la niñez palestina que pare. La tierra de palestina la arrebataron. No se las dio Dios. Yabe, es el dios criminal, conforme he leído. Esa tierra se la dio la banca sionista financiera de Inglaterra. En tanto subsista el sionismo, no sobrevivirá el pueblo palestino y judío en armonía humanitaria y civilizada.