La carrera del tren interoceánico la ganó México
Rodolfo Ulloa Bonilla*
La idea de construir un tren entre los océanos Pacífico y Atlántico viene planteándose con fuerza en Mesoamérica en los últimos años, en parte como deriva de la imposibilidad del histórico Canal de Panamá de atender toda la demanda del transporte de mercancías y también como una medida económica que se considera salvadora para los países, al conectar Asía con la costa este de los Estados Unidos. No se considera que el tren interoceánico se convierta en competencia del Canal de Panamá, sino en un complemento.
En México en diciembre de este año 2023 se está inaugurando el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (303 kilómetros de costa a costa), recorriendo desde Coatzacoalcos, Veracruz, hasta Salina Cruz, Oaxaca. El presidente Andrés Manuel López Obrador (conocido como AMLO), hizo un viaje de prueba con una duración de 6 horas y 20 minutos. Tendrá conexión con el Tren Maya que también este mes ha sido inaugurado y va de Palenque, Chiapas, hasta Cancún, Quintana Roo, y en otra línea sigue hasta Ciudad Hidalgo, Guatemala. Los trenes serán de carga y de pasajeros. La construcción de los trenes es vista como vía para reactivar la economía, con la creación de parques industriales y el incentivo del turismo a lo largo de las vías férreas. Los proyectos ferroviarios se han financiado con recursos del gobierno y encargados a empresas privadas.
Nicaragua por su parte apuesta a una relación estratégica con la República Popular China. Aprovechando el Foro de la Franja y la Ruta la delegación nicaragüense adelantó la negociación de varias obras de infraestructura, entre ellas los estudios, diseños y construcción de dos trenes. El llamado Plan Maestro Ferroviario que iría de Managua a Bluefields, pasando por Corinto, sería un canal seco que uniría el Pacífico y el Caribe Sur de Nicaragua. El otro tren iría de Managua a Granada, pasando por Masaya. Ambos proyectos serían negociados con la empresa china CCECC.
En Honduras la presidente Xiomara Castro anunció la conformación de comisiones para la construcción de un tren interoceánico a partir del año 2024, partiendo de estudios de factibilidad de gobiernos anteriores que servirán de insumo. Dice el gobierno haber recibido ofertas de financiamiento de Estados Unidos, aunque no descarta que la construcción sea a través de China o Corea. El discurso es bastante ambicioso, hablan de convertir a Honduras en el Centro Logístico Interoceánico de América, un proyecto que se desarrollaría en 10-15 años, permitiría construir varios parques industriales y serviría al comercio de Estados Unidos, Asia y Europa. Este tren conectaría tres puertos, Cortés, Castilla y Amapala.
El Corredor Interoceánico de Guatemala es una iniciativa empresarial que se propuso desde 2011, la construcción de un canal seco con vías férreas, carretera y oleoducto a través de propiedades privadas, el proyecto incluye la construcción de dos puertos de aguas profundas. En 2022 el Consorcio Interoceánico de Guatemala, S.A., anunció que se mantenía en procesos legales, que buscaba fuentes de financiamiento en Colombia y que proyectaba que el proyecto iniciaría operaciones en 2028.
En Costa Rica la iniciativa también ha sido privada, pero el Concejo Nacional de Concesiones (CNS) ha rechazado en dos ocasiones el proyecto de Canal Seco Interoceánico, que recorrería el país por el Norte, e igual que en Guatemala, supondría vías férreas, autopista y oleoducto. La primera vez fue rechazado en 2018, por no cumplir los requisitos. La segunda ocasión fue en 2020, aunque se les dio espacio para resolver inconsistencias, se consignó que el Consorcio Canal Seco de Costa Rica (CANSEC) no pudo demostrar solvencia económica para hacer desde los estudios preliminares hasta la construcción de la obra, no había viabilidad técnica ni ambiental tampoco (se supone una afectación en áreas protegidas y ríos). A partir de 2022 la empresaria presidenta del consorcio ha venido insistiendo en el proyecto, visitando comunidades de Limón y diciendo que cuenta con el respaldo del presidente Rodrigo Chaves, el ministro Luis Amador y varias candidaturas a alcaldías.
Como se podrá advertir esta carrera del tren interoceánico ya la ganó México. La tenacidad del presidente López Obrador es ejemplar y por eso está inaugurando, antes de terminar su mandato, varias mega obras públicas. Es iluso creer que en Mesoamérica hay espacio para otros cuatro trenes más que recorran del Pacífico al Atlántico, que sean económicamente viables y rentables. De todos modos, los de Nicaragua y Honduras apenas arrancan planes de diseño, mientras las iniciativas privadas de Guatemala y Costa Rica naufragan en un mar de dudas, incluyendo la falta de financiamiento y el tufo a corrupción.
Lo sensato sería dar por concluido ese intento de tren interoceánico que no tiene viabilidad económica, dado el gran salto de México, y darle aires al tren eléctrico en el Caribe, conocido como TELCA, que ayudaría a las deprimidas economías de los cantones de Limón y Sarapiquí, al igual que al tren eléctrico metropolitano, vital para mejorar la calidad de vida de cientos de miles de personas; dos proyectos que caminan a paso de tortuga en este gobierno.
*Sociólogo, asesor parlamentario.