Este 30 de marzo, conmemoramos el Día de la Tierra Palestina, resistir el Apartheid, la limpieza étnica y el robo de las tierras palestinas
Este 30 de marzo es el aniversario 47 del Día de la Tierra Palestina. En toda la patria ocupada como en la diáspora, los palestinos y todos los que creen en la justicia, la libertad y los derechos humanos, conmemoramos este día, reafirmando el rechazo a las políticas de Apartheid, Limpieza Étnica y robo de tierras que Israel lleva a cabo.
Cada 30 de marzo se conmemora el Día de la Tierra Palestina. El 30 de marzo de 1976, la sociedad palestina convocó una huelga general en protesta por el continuo robo de sus tierras por parte del sionismo israelí.
Los inicios de esa conmemoración se deben a que en esa fecha (30-03-1976- el Ejército asesinó a siete jóvenes palestinos con «ciudadanía israelí» en las manifestaciones que acompañaron esa huelga. Desde entonces, el 30 de marzo ha quedado marcado como una jornada de reivindicación de los derechos legítimos del pueblo palestino. 47 años después, la colonización de Palestina continúa. Día a día, el Estado de Israel roba tierras, expulsa a sus legítimos habitantes, destruye sus viviendas, construye asentamientos y transfiere allí a colonos sionistas extranjeros recolectados de todos los rincones del mundo. Estas prácticas contravienen la legislación internacional y los Derechos Humanos y han sido condenadas por Naciones Unidas y por la gran mayoría de gobiernos del mundo, incluidos los de la Unión Europea y Estados Unidos.
Sin embargo, estas condenas no han sido acompañadas por sanciones efectivas, por lo que Israel continúa con la colonización y el desalojo de los palestinos, habitantes históricos de las tierras, sin sufrir por ello ninguna consecuencia.
Hoy son más de 750.000 los colonos que viven en los asentamientos ‘ilegales’ tanto en Cisjordania como en Jerusalén ocupada. (TODOS los asentamientos son ILEGALES, según la legislación internacional).
El robo de tierras sigue en aumento en forma acelerada y continúan las acciones de limpieza étnica de la población histórica palestina.
Las personas palestinas con ciudadanía israelí –aquellas que viven en el Estado de Israel de 1948- siguen siendo discriminadas. Hay localidades ancestrales palestinas que no son reconocidas y por ello carecen de presupuesto y otras que reciben transferencias menores a las que les corresponderían por su peso poblacional. Además, el Estado de Israel practica con estas personas una discriminación en cuanto a la aplicación de las leyes, segregación educativa y laboral que conduce a su marginalización. La discriminación y el apartheid israelí han sido denunciado por todos los organismos humanitarios del mundo, incluyendo las organizaciones israelíes de derechos humanos.
Muchos de los actos, a realizar en todo el mundo, estarán relacionados con las Campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones contra el Estado de Israel (BDS) y la Campaña Palestina para el Boicot, Académico y Cultural a Israel (PACBI). Ambas iniciativas, surgidas de la propia sociedad palestina, piden el boicot a Israel en tanto que no cumpla con la legislación internacional y con los Principios Generales de los Derechos Humanos.
Jerusalén simboliza toda la crueldad de la ocupación. El Estado de Israel no sólo se niega a retirarse, tal y como exige la resolución 242 de Naciones Unidas, sino que impulsa los planes de ‘judaización’ de toda la ciudad, expulsando a palestinas y palestinos de los barrios en los que habitan desde hace siglos como Silwan o Sheik Jarrah y destruyendo sus casas o entregándoselas a colonos. De hecho, más del 85% de Jerusalén Oriental está ya colonizada.
PalestinaLibre.org, marzo de 2023