Encontrar caminos para salir de la crisis obliga a remover los viejos esquemas

Miguel Sobrado

La pandemia del coronavirus ha provocado una recesión internacional que muchos compararan con la crisis de 1929. La mayor del siglo pasado, que desembocó en grandes transformaciones que rompieron estereotipos sobre el papel rector de la “mano invisible” del mercado en la conducción de la actividad económica y su ordenamiento social.

Como toda crisis, la actual nos obliga a repensar la actividad económica, la tecnología y las alianzas internacionales, buscando nuevas oportunidades y senderos que nos permitan reactivar, de forma sostenible, la vida económica y restablecer el balance del tejido social.

Retomar lo rural: territorial y local

Ya se han esbozado algunas propuestas importantes, que deben ser analizadas, pero sobre todo transformadas en proyectos operativos tales como el fortalecimiento de la lo rural, especialmente la agroecología, así como los encadenamientos en el ámbito de las economías locales. Es evidente con esta crisis donde se han resquebrajado los fundamentos de la globalización, que nuestra alimentación básica debe generarse en nuestro país, si no queremos renunciar a la soberanía. No hay que seguir pensando en consensos que se limiten a los viejos actores políticos, difícilmente de esos conclaves saldrá ideas que amplíen el horizonte. Es preciso recurrir a las grandes reservas de creatividad regional y local, ahí donde existen organizaciones y proyectos innovadores autónomos. Como lo he expresado en otros artículos en las zonas campesinas, especialmente cafetaleras y cacaoteras, se ha venido tensando el arco creativo, producto de una mejor educación y formación, encadenando actividades económicas y destacando el campo cultural y deportivo. Algunas de estas experiencias, como la del micro beneficio en el café han tenido premios internacionales. Dentro de ellas se destaca el premio dado por INTEL en 2014 a los jóvenes del colegio de Sixaola por encontrar con apoyo local la vacuna natural a la enfermedad la monilia del cacao.

Pienso que es fundamental invitar a opinar y participar en el establecimiento de senderos aportando su experiencia a estos sectores que constituyen la gran reserva nacional.

Romper con inercias del pasado

Por otra parte algunas medidas propias de “la guerra contra las drogas” vigentes en nuestro país como la prohibición de la siembra y explotación industrial de la mariguana, no tienen actualmente razón de ser cuando una docena de Estados norteamericanos la siembran y procesan legalmente con grandes dividendos y generación de empleo. Si estas medidas represivas las aprobamos en su momento para contribuir con el combate que tenían en los Estados Unidos contra ese cultivo, hoy en día deben ser revisadas frente al cambio de condiciones cuando la explotación industrial con fines médicos la ha transformado en una oportunidad.

Reorientar el turismo hacia el Asia que ha superado la pandemia

Estados Unidos y Europa, nuestros clientes turísticos tradicionales, tardarán todavía algunos meses en reponerse, mientras tanto la industria turística nuestra desfallece y no todos sobrevivirán al año 2021, donde se empezará, si todo sale bien, a recuperar el sector. Mientras tanto en Corea, Japón, Singapur y China, países que están superando exitosamente la pandemia, existe un gran mercado, potencialmente mayor hacia el cual podemos dirigir nuestros esfuerzos. No solo se trata de un gran mercado numérico, sino cualitativamente mejor dotado económicamente. Se ha estimado que un turista chino deja unos $4000 dólares por visita mientras los tradicionales dejan $1500.

Aquí hay que abrir la cabeza de nuevo porque el gobierno de Trump, ha desalentado nuestros contactos con China, como bien lo dijo el Ministro Pompeo durante su última visita a Costa Rica.

Pienso que no tenemos que entrar en conflicto con los Estados Unidos por abrirnos al turismo asiático. Es de interés común de la región estabilizar nuestra economía para que el resquebrajamiento del tejido social no sea aprovechado por la ruta de la coca para imponer el terror en las regiones pauperizadas, tanto fronterizas como costeras de nuestro país.

Imagen: http://agroecologa.org/costa-rica-y-la-agroecologia-una-practica-cotidiana-por-la-autonomia/