Comunicado*
Personas habitantes de comunidades del Caribe Sur, diversas organizaciones y personas activistas independientes, nos hicimos presentes en la comparecencia del ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, ante la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa.
La vida de personas defensoras del ambiente está en riesgo. Hacemos un llamado urgente a la comunidad nacional, internacional, ante las amenazas a personas que defienden el ambiente y la vida, situaciones que el Ministro se niega a atender.
06 de Agosto, San José, Costa Rica- Asistimos a las barras de la Asamblea con el objetivo de protestar ante la inacción, corrupción y violencia que atentan contra los ecosistemas naturales y las personas ecologistas en el contexto de la tala ilegal y otras presiones sobre el Refugio Gandoca-Manzanillo, problemáticas provenientes o amparadas por el Ministerio de Ambiente y su ministro, así como por Maylin Mora, directora del Área de Conservación La Amistad Caribe (ACLAC), que a su vez se vinculan con el debilitamiento de la institucionalidad y del Estado social de derecho que ha caracterizado al actual Gobierno.
Rechazamos de forma contundente las declaraciones del ministro Franz Tattenbach al ser cuestionado por las amenazas de muerte a personas activistas del Caribe Sur, entre ellas integrantes de la Asociación Talamanqueña de Ecoturismo y Conservación (ATEC). Consideramos que sus palabras indican un cuestionable desinterés y negligencia ante la gravedad de las denuncias y de la situación de violencia que viven las personas ecologistas, quienes sufren de hostigamiento, estigmatización y discriminación de forma constante, a causa de las denuncias sobre irregularidades ambientales y los vínculos políticos y empresariales involucrados en el ecocidio en Gandoca-Manzanillo.
Recordamos que es obligación del Estado proteger y garantizar los derechos de las personas defensoras del ambiente, tal y como establece el artículo 27 de la Resolución 3/2021 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): “Los Estados deben adoptar medidas inmediatas para promover y proteger los derechos de estas personas a la vida, integridad y libertad personal, de reunión y libertad de asociación, a la privacidad y a la protección de la honra y la dignidad, de circulación y residencia, al debido proceso y garantías judiciales, asegurándose que las personas defensoras no sean hostigadas, estigmatizadas, discriminadas o asesinadas por el trabajo que realizan”.
Consideramos inaceptable e irresponsable la falta de acción y de reconocimiento de la gravedad de esta situación por parte del ministro Tattenbach. La omisión y la indiferencia del Estado ante estos hechos ponen en riesgo la vida de quienes defienden nuestro ambiente y ejercen su derecho a la libre expresión y denuncia.
Cabe destacar que estas obligaciones también son amparadas por el Acuerdo de Escazú, mismo que no ha sido ratificado por Costa Rica en una clara muestra de lamentable desinterés hacia la situación de las personas activistas que pagan el precio en la defensa de la naturaleza y el bien común.
Hacemos un llamado urgente a las organizaciones, medios de comunicación y a la sociedad civil, a manifestarse en apoyo de la protección de las personas defensoras de la naturaleza. Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para garantizar su seguridad y que se investiguen a fondo las irregularidades denunciadas. No podemos permitir que las personas que luchan por el derecho humano a un ambiente sano sean silenciadas e intimidadas.
Ante la represión y violencia es URGENTE mayor organización, presencia en las calles y apoyo de la comunidad internacional ante una democracia cada vez más amenazada.
*Compartido en redes por distintas personas ambientalistas y enviado a SURCOS.
Imagen: Semanario Universidad.