M.Sc. Rodrigo Arias López. Máster en Matemática Actuarial
Durante más de una década el Sr. Luis Guillermo López Vargas, siendo director de la Dirección Actuarial de la CCSS, engañó a los asegurados defendiendo a capa y espada que el Seguro IVM estaba como quinceañero, sus reservas crecían como la espuma, por lo que no requería ningún cambio sino hasta más allá del año 2040. Dejo estos dos enlaces a quienes no lo recuerdan: 24 de noviembre de 2010 y junio de 2011.
Para demostrar que no había ningún maquillaje, la administración de la CCSS contrató a expertos de la OIT, quienes no solamente hicieron sus propios cálculos actuariales de IVM con corte al 31/12/2008, sino que los compararon con los de la CCSS, calzando todo casi a perfección, pueden verlo aquí OIT Ginebra 2010. Para no dejar dudas, hicieron esta presentación en julio de 2010.
La principal conclusión de esos “expertos” fue que, aún sin el dinero del artículo 78 de la Ley de Protección al Trabajador, el IVM tendría excedentes hasta el año 2035, tanto con el modelo de la OIT como con el de la Caja. Decían lo siguiente y exhibían los gráficos 9 y 10 en la página 13:
“Una conclusión de interés, es que aún sin incluir los ingresos que el artículo 78 pueda generar, el Seguro IVM, se proyecta superavitario, empleando ambos modelos por lo menos por 25 años, con ello se puede pensar en un futuro inmediato sin necesidad de emprender reformas adicionales al Seguro de Pensiones.”
Proyectaban los expertos en el Gráfico 9, que al IVM le sobrarían aportes hasta el año 2035 con el plan tarifario que había en 2009; en el gráfico 10 estimaban que IVM acumularía hasta ¢38 billones de reservas en 2035; en 2022 el IVM estaría gordito con ¢10 billones.
Ante el ciego amor entre los “expertos” de OIT y los maquillistas de la CCSS, envié por correo observaciones a OIT en agosto de 2010, sin respuesta alguna; incluso en 2014 seguían defendiendo el informe, como pueden ver aquí Sergio Velazco. También las envié a la Junta Directiva de la CCSS; pero los ocho gatos y doña Ileana Balmaceda estuvieron de acuerdo con los maquillistas, pues según Balmaceda “(…) en síntesis, la solicitud de elevación a la OIT, de las observaciones que Usted formula, no son temas que le merecieran dudas a la Institución, razón por la cual no se procederá a lo pedido.” O sea, presuntamente los nueve directores compartieron el criterio del principal maquillista de la CCSS, parte del cual cito aquí: “Sobre el particular, es importante señalar que la participación del actuario Sergio Velazco, especialista principal de la OIT, en la elaboración del informe remitido por Ginebra, constituyó solamente un facilitador en la coordinación del informe de la OIT, elaborado por el equipo técnico actuarial radicado en Ginebra, Suiza. Por otra parte, en la valuación actuarial efectuada en San José, Costa Rica, la labor de acompañamiento que desempeñó, fue con un carácter muy objetivo y profesional.”
Esos maquillajes, ya no solo de funcionarios de la CCSS, sino de “expertos” de OIT, fueron conocidos por los costarricenses desde el año 2012, pues se divulgaron en Universidad.
Ya para el año 2013, poco antes de que el difunto Partido Acción Ciudadana (PAC) tomara las riendas del gobierno, Román Macaya Hayes proponía una Mesa de Diálogo, pues según él la culpa de los problemas financieros de la CCSS, era el aumento de los viejos y las viejas; pero se le olvidó convocarla cuando lo nombraron presidente ejecutivo de la Caja y en 2021 decidieron elevar las edades de retiro y bajar los beneficios, sin transitorio alguno, anunciando otro engaño a los asegurados, que también pueden ver en más mentiras, afirmando que con esas decisiones el IVM tendría solvencia hasta el año 2050.