Carlos Campos Rojas
En palacio están contra la pared. Hay personas ocupando puestos, con salarios que paga la pobreza de la ciudadanía, pero la ciudadanía percibe que no hay gobierno. La percepción es realidad, es una máxima política.
Ante la convocatoria que hemos hecho a un Nuevo Pacto Social, un Nuevo Pacto de Concordia, la ciudadanía ha respondido con entusiasmo.
Toda persona decente y deseosa de rescatar y reconstruir este hermoso país, ha dicho y sigue diciendo: ¡¡¡Presente!!!
Jóvenes, adultos, mujeres, hombres, funcionarios públicos, empresarios pequeños y medianos, profesionales, académicos, han abarrotado las sesiones virtuales que se han convocado y están pendientes de las buenas nuevas, pues la esperanza radica en las manos, saberes, conocimientos, experiencia, probidad, transparencia, de una ciudadanía que constitucionalmente se descubre como El Soberano, que ha vencido el miedo y se ha descubierto dueño de un país, que le habían arrebatado. Con decisión de ejercer el poder que constitucionalmente le pertenece.
El país debemos reconstruirlo. Es la tarea que nos toca ante las terribles condiciones en que el régimen y la facción “progre” que lo representa lo están dejando. Así lo exige nuestra responsabilidad constitucional. Ellos caminan ilusionados hacia los destellos que un Horizonte Positivo y la Alianza de Empresarios para el Desarrollo les alumbran, imponiendo el autoritarismo, dejando que prevalezca la corrupción y la impunidad, así como la violación al ejercicio del derecho humano fundamental, el ejercicio de los derechos políticos.
Nosotros debemos caminar hacia la paz y reconstruir la fractura social estructural que precipitaron irresponsablemente. Lanzarnos a reconstruir la economía en nuestras manos, con encadenamientos de comercialización y de producción; darles prioridad a las pymes, el trabajo, la agricultura y la soberanía alimentaria; el buen vivir, las oportunidades, la solidaridad, la responsabilidad, el deber; la transparencia, la probidad, la rendición de cuentas, la participación ciudadana en la toma de decisiones. Reconstruir la institucionalidad que nos pertenece.
Ya el presidente lo había dicho, él escogería con quien hablar. Hoy, el título de su propuesta debe ser coherente con su gestión. Debe ser más que una consulta por las páginas del cuestionado “gobierno abierto”. El mecanismo de la consulta que anuncia llega demasiado tarde y por sí sola no es precisamente diálogo.
El gobierno tiene que vencer el miedo al diálogo respetuoso y sincero con la ciudadanía. Tiene que dejar de prestar oídos a quienes lo mal aconsejan y volver al pueblo, quien le legitimó para que representara al país.
Debe ser un diálogo sincero, responsable. Comenzar diciendo que suspenderá la agenda parlamentaria leonina que ha planteado y que ya negoció en la oscuridad de la noche con sus acólitos parlamentarios.
Es el momento de hacer, de cambiar de actitud. El diálogo es consenso, que nace de los disensos. Es para transformar.
Nos toca a la ciudadanía tomar el timón y llevar a Costa Rica a buen puerto. Así lo manda la Constitución Política, no dejarnos derrotar ni confundir. Con paso firme avanzar en construir el diálogo y el encuentro, para Un Nuevo Pacto Social, un Nuevo Pacto de Concordia.
El ejemplo lo puso la Comisión Costarricense de Técnicos en Belleza, Cuidado e Imagen Personal, que agrupa 50.000 Pymes. Convocaron al gobierno para demostrar que podían elaborar con total responsabilidad y profesionalismo –a la altura de los estándares internacionales-, los protocolos de bioseguridad necesarios para reabrir sus negocios y reconstruir sus empresas. Quitaron de en medio hasta un reglamento espurio –que un gobierno irresponsable décadas atrás estableció- para que empresarios corruptos cobraran membresía a través de cada municipalidad, a toda persona empresaria del sector que quería trabajar.
Cumplido esto, Yorleny Córdoba su Coordinadora, informó al gobierno, de frente, sin miedo, que reabrirían, pues habían cumplido, no había excusas. El gobierno, consciente del trabajo conjunto, anunció que procedieran a abrir, cumpliendo con responsabilidad los protocolos.
Resultaron más eficientes y eficaces, que muchos alcaldes que todavía no entienden para que fueron electos en sus cantones, aunque con una escuálida votación. Como si los movieran otros intereses que no fueran los de los habitantes de su cantón.
Estamos reuniéndonos para proceder en todo el país. Debemos organizarnos con mucha responsabilidad, cumpliendo a cabalidad las normas sanitarias, demostrando que somos capaces de encontrarnos en el diálogo, sin miedo y con decisión.
Todos debemos colaborar difundiendo las convocatorias que se harán por este medio y el Facebook de Territorios Seguros, además de cumplir las tareas que emergen de cada encuentro.
Sabiendo que tenemos enormes disensos, pero nos une como se ha demostrado a lo largo de nuestra historia, la capacidad de sentarnos responsablemente a construir soluciones para tener el mejor país del mundo, donde prevalezcan el trabajo y la paz.
“Ha llegado la hora de Juanito Mora”