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Etiqueta: autoritarismo

Carta pública a don Mario Zamora, Ministro de Seguridad

José Manuel Arroyo Gutiérrez
Exmagistrado Corte Suprema de Justicia y
Profesor Catedrático Universidad de Costa Rica

Señor Ministro:

         Dados los tiempos que corren, le escribo sin ninguna expectativa de obtener respuesta de su parte. Sin embargo, creo que lo que tengo que decirle rebasa lo interpersonal para alcanzar un evidente interés público. Además, he llegado a la triste conclusión de que usted encarna, como pocos, el extravío político y moral al que nos ha conducido la deriva autoritaria del gobierno Chaves Robles.

         Conocí al joven Zamora en las aulas universitarias como una persona estudiosa, responsable, muy respetuosa y con claros afanes de superación. Me alegré sinceramente cuando lo vi ocupar, muy temprano, puestos de importancia en la función pública. Asimismo, estuve gratamente impresionado con el currículum que presentó cuando, no hace mucho, estuvo concursando para Defensor de los Habitantes, donde usted destacaba su preparación teórica y experiencia práctica en temas relevantes como Derechos Humanos, Estado Social de Derecho y, muy valiosa, su preparación en la doctrina para una Policía democrática. Por años su trayectoria, como la de muchos excelentes alumnos que tuve el privilegio de tener en las aulas, me hacía sentir, como profesor, el orgullo propio de “la misión cumplida”.

         Pero he aquí que ahora me enfrento a un hombre irreconocible. Se percibe una involución ética y política que sólo la embriaguez del poder es capaz de obrar en los seres humanos. Porque a diferencia de muchos improvisados y oportunistas, usted no puede alegar que no lo sabía, que no lo estudió, que no lo conoce. Porque al lado del gritón de los miércoles, con cara de “chiquillo regañado”, me produce una sensación de frustración y fracaso que también, de alguna manera, alcanzan a este profe.

         Por esta razón caen como piedras rodantes las preguntas impostergables. De veras, don Mario, ¿vale la pena tirar por el caño tanto estudio y patrimonio profesional a cambio de un ministerio en el gabinete más mediocre e inestable de que tenemos memoria? ¿Vale la pena cohonestar como referente en materias de seguridad, sistema penal y régimen penitenciario al fûhrer de los campos de concentración del siglo XXI, Nayib Bukele? De veras, don Mario, ¿está usted dispuesto a pasar a la historia como ese ministro que calló y fue cómplice de los llamados a la sedición y al derramamiento de sangre entre costarricenses, por los delirios presidenciales?

         Ha llegado usted tan lejos, sobre todo en el manejo oscuro del tema de crimen organizado y narcotráfico que, a estas alturas de mi carta, puede usted estarse riendo y con ganas de enterrarme en cajita blanca. La verdad es que no sé si queda algo del Mario Zamora de antes. Pero algo muy hondo sobrevive de mi formación cristiana, de la posibilidad que tenemos todos de reconocer errores y vicios, corregirlos y tratar de salvarnos. Usted todavía está a tiempo de bajarse de un tren a toda velocidad y sin frenos, rumbo al despeñadero. Ojalá la vida le dé oportunidad de recuperar una carrera prestigiosa y jamás tenga que conocer al sistema penal desde el otro lado del mostrador.

Vocabulario arrabalero

Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli

No hay duda de que, los autócratas y aspirantes a tal de nuevo cuño, sea cual sea su signo o inclinación ideológica no soportan el disenso, es decir, el derecho de los demás de pensar y expresar sus diferencias de criterio libremente. Ese es un elemento básico de la democracia que, cuando se pierde, acaba con ella, pues como dice G.Chiodi en su libro “Tácito Dissenso”:

  • cuando el disenso se calla, para una democracia debería sonar la alarma.

Por ello, cuando los sectores económicos del mundo, de la mano de sus ideólogos del neoliberalismo impusieron las leyes del mercado, se aliaron con los sectores políticos y los medios de comunicación para imponer, casi como una regla, el pensamiento único; nunca imaginaron que estaban creando el caldo de cultivo donde se encubarían poco tiempo después, las nuevas autocracias; que se valdrán de los mismos instrumentos de la democracia para, como las termitas, destruirla por dentro desde sus cimientos.

Hoy la democracia y las sociedades que la sustentan tiene tres tendencias que la destruyen día con día y que Diego Fusaro en “Disentir o Filosofía del Disenso” las ha definido así:

  • a) vaciamiento de la soberanía popular (remplazada por las imposiciones sistémicas, por la voluntad de los mercados, y el eficiente automatismo de los gobiernos técnicos; b) la desigualdad, cada vez mayor entre el vértice y la base que conduce a la polarización hiperbólica de la sociedad; c) la atrofia generalizada de las formas del disenso, como la negación de los espacios del pensamiento antagónico y no alineado con el orden simbólico imperante… (Fusaro D. 2022. P.34)

Y como bien señala, el disenso se obstaculiza de muchas formas, pero, muy especialmente, a través de la prensa, los medios de comunicación de masas y en los últimos quince años especialmente, en las famosas redes sociales donde, irresponsablemente, se ensucia la honra ajena y se calumnia sin misericordia utilizando el vocabulario más arrabalero que se pueda imaginar.

De esta forma, se ha ido destruyendo al ser humano como persona, en su identidad, en su familia, no tiene conciencia propia que le permita tener sentido de oposición al disgusto, el trabajo ya no es estable y va cayendo en un desarraigo no solo territorial, sino mental; pues pierde la identidad de su entorno, primero local y luego total, es simplemente un objeto de relativo valor. Su mente, atrofiada por una meditada y mal intencionada “mediocratización” de la educación y esos medios de comunicación, se ve limitada en la capacidad de pensar, reflexionar, el uso del lenguaje es limitado, ya no se habla, sino que se balbucea y se vuelve incapaz de responder al más simple cuestionamiento.

Dominada la mente, masificado el individuo, desarraigado de su pasado, es carne de cañón para el mensaje del autócrata que necesita, precisamente, que esa masa no piense, que simplemente guste y entienda su mensaje que jamás será profundo y racional, sino burdo, superficial, grosero, agresivo y arrabalero hasta el insulto más procaz. Entonces, veamos algunos ejemplos de presidentes que en el mundo hacen gala de ese lenguaje: Nicolás Maduro trató a Alberto Núñez Feijoo del Partido Popular español de vagabundo, traidor y narcotraficante; Javier Milei de Argentina dijo que el Papa Francisco era un imbécil, representante del maligno y comunista y publicó un “meme” para burlarse de León XIV; Daniel Ortega trató a Gustavo Petro de Colombia y Lula Da Silva de Brasil de traidores arrastrados y, para cerrar estos ejemplos con broche de oro, Donald Trump trató recientemente a Jerome Powell presidente de la Reserva Federal (FED), de “tonto sin ideas”, y ante la imposición de impuestos a las importaciones dijo que, nada menos, los representantes de todos los países del orbe “me llaman para besarme el culo”… sobran las palabras y comentarios.

Pero en el terruño de los “ticos básicos” como los calificó Pilar Cisneros, el presidente Chaves trató a los periodistas de ratas, a los diputados como inútiles mafiosos, chantajistas, banda de corruptos, mal nacidos, vagos, mezquinos, cucarachas, etc. Qué sentido educativo puede tener esa letanía en la población si no es repetir y decir lo mismo, abonado con un creciente sentimiento de odio que se inspira desde la misma silla presidencial.

Como bien lo explica Ece Temelkuran en “Como Perder un País”, la estrategia que siguen para imponer las dictaduras y autoritarismos es, primero destruir las voces de la oposición filtrando sus criterios a través de ejércitos de troles que

  • simplifican, multiplican y utilizan como munición para colonizar el ámbito de las comunicaciones políticas. Al poco tiempo la comunicación se sume en el caos transformando la forma de hablar de los intelectuales y convirtiéndolos en pandilleros semánticos. La actividad intelectual pasa a ser una mera cuestión de reaccionar a los diversos fragmentos del discurso populista con sarcasmo en un intento de combatirlos con sus propias armas. El lenguaje del debate político se reduce a una especie de lucha libre donde todo está permitido…convertida en un asunto global…” (Temelkuran E.2019. Pp. 80-81)

Ese fenómeno mundial de un lenguaje chabacano, lamentablemente, no solo ha alcanzado a los sectores populares o los niveles de la “gradería de sol”, como los calificó en su momento don Alberto Cañas, sino que, en tanto el populismo ha ido ganando espacios de poder, también ha atraído o enamorado a sectores intelectuales y empresariales, que se alinean en búsqueda de los beneficios que conlleva ese populismo en lo económico y político o porque se vuelve una actitud un tanto normal. No tienen empacho en asumir, también, el vocabulario arrabalero en sus respuestas orales o escritas contra los opositores a ese fenómeno, por la sencilla razón de que son conscientes que su uso provoca miedo, temores y angustias en sus contrarios, que entonces prefieren el silencio o el “perfil bajo” aunque ello conlleve, a la larga, la pérdida total de la libertad, la democracia y conviertan a la sociedad en un conjunto de mercachifles o esclavos asalariados, incapaces de pensar.

Ese lenguaje, disperso a través de los medios vasallos y las redes sociales plagadas de granjas de troles pagados y al servicio del autócrata o aspirante a tal, se utiliza especialmente contra la institucionalidad, utilizando la posverdad y las mentiras completas, que no soportan en menor análisis serio y profundo para demostrar su falsedad, y cuando eso se produce, simplemente basta la reiteración de la mentira desinformativa para mantener el apoyo a los programas o proyectos del autócrata, por descabellados, inconstitucionales, ilegales o desaforados que estos sean.

Ese lenguaje chabacano es fundamental para fomentar los odios. Para ello se ataca el pasado, la historia, en síntesis, el patrimonio cultural que es fundamental para defender y sostener la institucionalidad. Como principal instrumento y estrategia se utiliza una gran mentira, se dice y reitera que ese pasado está plagado de corrupción porque los grupos dominantes, lo que han hecho es utilizar esas instituciones para su propio beneficio.

En el caso de Costa Rica, desde las opiniones dadas por el propio Rodrigo Chaves, su principal vocera Pilar Cisneros y de ahí para abajo todos sus exaltados repetidores, están plagadas de inexactitudes históricas y opiniones negativas e infundadas sobre la institucionalidad, que no soportan ni el menor análisis serio, analítico, documentado y académico al que ellos no están acostumbrados ni les importa. Por el contrario, es la reiteración de la mentira y el desmesurado llamado al odio lo que les basta y sobra, con lo cual tienen a sus huestes embelesadas con ignorancia, mala fe, cizaña y gritos estentóreos de odio, y por qué no, talvez, hasta algún pingüe beneficio.

Como bien lo señala Natascha Strobl en “La Nueva Derecha” estos enemigos de la democracia y la libertad, ocultan debajo de una tenue capa de modales civilizados y hasta gentiles, que pronto saltan en pedazos por…

  • “… las actitudes autoritarias que se hacen cada vez más visibles, sobre todo en forma de una retórica cada vez más gamberra…” (Stroll.2021. P. 28)

Breve, concreta y certera descripción de la forma como se presentan ante “su público” el presidente Rodrigo Chaves y sus adláteres que lo siguen de tarima en tarima, aplaudiendo, gritando y haciendo preguntas, previamente montadas, por pseudo periodistas de medios vasallos, muy bien pagados, como se ha demostrado y que sirven de caja de resonancia junto con las bandas tirolesas, verdaderos sicarios en las redes sociales, para difundir los infundios, insultados y ataques despiadados a la institucionalidad democrática nacional.

Con esa estrategia, quieren convertir al costarricense que, reitero para no olvidar, Pilar Cisneros calificó de “básico” es decir, un mediocre que se lo cree todo, en un individuo sin identidad, sin conciencia opositora al régimen autoritario con que sueña el chavismo, olvidado de sus raíces y su patrimonio cultural, casi sin arraigos, obediente, sumiso y temeroso. Para ello la utilización de ese lenguaje arrabalero y gamberro es importante, pues es la forma para mantener un bajo nivel intelectual, cultural y social y hasta ético del ciudadano.

La democracia costarricense está en peligro, se ha perdido el sentido del valor humano, espiritual y cultural de lo eterno, de lo trascendente, de lo verdaderamente importante y hermoso que encontramos en esa casa de adobe o el colibrí, que según Pilar Cisneros no crean riqueza ni bienestar; para conformar una sociedad materialista, superficial, mediatizada, sin voluntad y sin criterio propio; la mayor aspiración es entonces convertir nuestro pueblo en una sociedad mediocre, temerosa y esclava de la ignorancia, sin disensos, a la que lo llevaron, lavado cerebral incluido, con su vocabulario chabacano.

Las paradojas de una democracia sin demócratas: antecedentes – Parte 1

Esteban Rodríguez-Dobles
Docente
Historiador
Escuela de Estudios Generales UCR

En esta serie de 5 artículos, reflexionaremos sobre cómo el deterioro de la democracia en la región ha incidido sobre diferentes instituciones y promovido una serie de acciones que a lo largo de los años han permeado las prácticas políticas en distintos campos, interesa particularmente acá el justo cuestionamiento a la Universidad de Costa Rica (UCR) en lo que va de 2025. Para ello señalaremos algunos antecedentes históricos y sucesos que posteriormente vincularemos con la cultura política de la UCR.

En relación con un Estado que debió promover la excelencia académica, hace 20 años el politólogo y sociólogo Dietmar Dirmoser vislumbró las dificultades que estaba enfrentando la tercera ola democrática en América Latina, había una creciente educación pública pero de mala calidad; llamando por otro lado la atención sobre el fortalecimiento de los rasgos autoritarios entre mandatarios y ciudadanos, la menor disposición a dejar cargos en la política, así como la alarmante «colonización de lo público por intereses particulares», ¿el efecto? cooptación, clientelismo y desafección a los mecanismos formales en el manejo estatal, una educación superior colonizada por la voracidad particular del ascenso en la estructura administrativa, grandes salarios, pensiones de lujo, viajes, lobby, etc.

Cerca de estos años, en Centroamérica se sumaría, en junio del 2009 el derrocamiento en Honduras del expresidente Manuel Zelaya, quien fue desterrado por militares, trasladado con unos pocos documentos hasta el Aeropuerto Juan Santamaría de Alajuela, Costa Rica ¿cómo es que habían retornado los golpes de Estado?; el sector académico, periodístico y politológico de Centroamérica contribuyó a buscar conceptos para explicar lo anterior. Pese a reinar durante décadas unas democracias de fachada, seguían operando las prácticas que develaban una política sin cultura democrática profunda. El sociólogo Edelberto Torres Rivas les llamó “las democracias malas de Centroamérica” y se preguntaba frente a las cifras macroeconómicas, ¿a más democracia más pobreza? ¿Cuánta democracia soportan las desigualdades?

En este sentido, la democracia que debió pensar en el bien común ha sido minada desde adentro, usando los propios procesos democráticos para concretar intereses particulares. Los votantes son agentes fundamentales en cada elección, pero posteriormente a ella delegan su poder político (podemos admitir que esta es una característica del sistema político centroamericano, y que ha permeado las instituciones de las distintas democracias), así los mandatarios tras ser elegidos ejercen el poder a su arbitro valiéndose de decretos, siguiendo tangencialmente el Estado de derecho, las normas, reglamentos o la misma Constitución Política; el autoritarismo se constituye mediante una fuerza colectiva contra la democracia desde la democracia misma, para con ello apadrinar a sus líderes y conseguir sus aspiraciones personales.

Acá se anuncia una de las paradojas más complejas y desconcertantes para con el Estado: la ciudadanía respalda un poder político clientelista pues es el mecanismo que tradicionalmente les ha permitido acceder a algunos de sus mermados derechos, como el trabajo, la salud o un hogar digno. ¿De qué forma fue traducido esto en la cultura política costarricense y específicamente en la cultura política universitaria? Ya lo veremos cuando examinemos el artículo 106 del Estatuto Orgánico de la UCR, junto a los escándalos que en tiempo reciente han golpeado la credibilidad y el prestigio de la institución.

Finalmente, por sus características, a este sistema político de intercambios o trueque entre la esfera política y los ciudadanos, le denomina el sociólogo argentino Guillermo O´Donell: Democracia Delegativa. El líder se convierte en una figura carismática con la misión de salvar a los ciudadanos más empobrecidos de las garras de la institucionalidad del Estado, a este salvador le ungieron con poderes extra-constitucionales.

Imagen: Esteban Rodríguez-Dobles

Nuevos escenarios: incertidumbre, temor y desafíos en la política y la sociedad

Gerardo Castillo Hernández

Al igual que el bitcoin, que desafía los paradigmas tradicionales del dinero e irrumpe como una alternativa financiera disruptiva, la política contemporánea transita por caminos sinuosos que generan inquietud y desconcierto. La acción política se reduce a un espectáculo mediático, el discurso público se degrada, y los partidos tradicionales pierden prestigio ante una ciudadanía cada vez más desencantada. Según Latinobarómetro, el 70% de los latinoamericanos ya no confía en la democracia o se siente excluido de ella. Esta cifra no solo refleja insatisfacción, sino una crisis de legitimidad con graves implicaciones:

1. Declive de la democracia representativa: La pérdida de credibilidad de los partidos y las instituciones abre paso a alternativas peligrosas, desde liderazgos autoritarios hasta soluciones pseudopopulistas.

2. Ascenso del populismo emocional: Líderes de izquierda y derecha —desde predicadores carismáticos hasta aventureros políticos— explotan el malestar social con discursos que desprecian el Estado de derecho, la institucionalidad y la razón.

3. Espectacularización de la política: El debate público se reduce a confrontaciones virales, donde priman la mentira, el insulto y la posverdad sobre el análisis riguroso.

4. Amenazas a las libertades: Movimientos de extrema derecha ganan terreno, atacando la independencia judicial, la libertad de prensa y los derechos humanos bajo retóricas nacionalistas.

5. Tecnología y desinformación: Las redes sociales distorsionan la realidad, manipulan elecciones y normalizan la polarización, mientras la corrupción, el narcotráfico y la inseguridad —con América Latina como la región más violenta del mundo— alimentan el círculo vicioso de la desesperanza.

¿Qué cabe esperar?

Estos escenarios fracturan los consensos democráticos y plantean interrogantes urgentes: ¿Está agotado el modelo actual? ¿Emergerán nuevas formas de democracia? ¿Cómo adaptarán los Estados la división de poderes o los sistemas electorales? La incertidumbre se agrava por factores globales: recesión económica, guerras comerciales, migraciones masivas, reacomodos geopolíticos y una crisis climática con proyecciones catastróficas. En este contexto, los márgenes de acción para América Latina son estrechos: el endeudamiento externo y los condicionamientos de organismos financieros limitan cualquier reforma estructural, perpetuando un modelo económico excluyente y sin dimensión social.

Lo laboral en la encrucijada

El panorama es desalentador:

– Desempleo e informalidad: Las tasas superan el 40%, con trabajos precarios que profundizan la pobreza y debilitan el movimiento sindical.

– Educación en crisis: La pandemia exacerbó la brecha digital y la deserción escolar, mientras los recortes presupuestarios y la pauperización docente socavan la calidad educativa.

– Reformas regresivas: Las élites empresariales, ahora enquistadas en el Estado, imponen legislaciones laborales que eliminan protecciones sociales, fomentan la explotación —especialmente de mujeres— y criminalizan la organización sindical.

¿Hay espacio para la esperanza?

Pese a todo, destellos de resistencia persisten: las movilizaciones en Estados Unidos por la democracia, el rechazo popular a las agresiones gringas a la soberanía de Panamá, o las luchas sociales en Argentina a favor de los jubilados revelan que la sociedad civil aún defiende banderas irrenunciables: justicia social, libertad de prensa, derechos humanos y democracia participativa. Son tiempos oscuros, pero la historia demuestra que los cambios radicales suelen nacer en los momentos más críticos. La luz de la sensatez y de la acción colectiva es deseable porque tarde o temprano se abrirán paso por un mundo más humano y mejor para las mayorías marginadas.

Rodrigo Arias Sánchez, su necesaria Presidencia Legislativa

Vladimir de la Cruz

Las elecciones del 2022 fueron altamente sorpresivas e inesperadas, para las cuales la sociedad costarricense no estaba preparada, no por la derrota del Partido Liberación Nacional, que había terminado su jornada electoral en febrero como primer finalista ante la segunda ronda, sino porque para ese momento se había producido una situación cualitativamente diferente en ese resultado.

En las elecciones del 2014 el candidato presidencial de Liberación Nacional, renunciaba cobardemente a su participación, en la segunda ronda, dejando al garete a su partido y a los votantes nacionales, que, aunque veían inminente su derrota en la segunda vuelta, no esperaban que su “líder” saliera corriendo a esconderse.

En las elecciones del 2018 el Partido Liberación Nacional no llegó a la segunda ronda, en su segunda derrota nacional. La disputa se dio entre el Partido Acción Ciudadana, que había emergido desde las elecciones del 2006, con su candidato Carlos Alvarado Quesada, y el líder espiritual y político del actual Partido Nueva República, de Fabricio Alvarado, que ya venía debutando en la política nacional y en la electoral. El tema central de la campaña electoral se concentró, en la segunda ronda electoral, en el área de los Derechos Humanos y Ciudadanos, sintiéndose amenazada la sociedad nacional de retroceder por razones “religiosas evangélicas”, provocando con ello una reacción del electorado que se volcó por la candidatura de Carlos Alvarado, que había terminado de segundo finalista en la elección de febrero de ese año.

La derrota de Liberación Nacional, por segunda vez consecutiva no era novedosa. Ya había sucedido en 1998 y el 2002, cuando la Unidad Social Cristiana gobernó dos veces consecutivamente, con Miguel Angel Rodríguez y Abel Pacheco.

Por su parte el partido Unidad Social Cristiana, como partido histórico, de larga tradición, desde el 2006 dejó de ser finalista electoral para primeras y segundas rondas, disminuyendo su presencia política nacional y de representación popular.

En el 2006 la candidatura de Oscar Arias Sánchez salvó al partido Liberación Nacional de caer en la postración, debilidad y cansancio político que ha caracterizado a su siamés político, la Unidad Social Cristiana, desde ese año hasta hoy, a pesar del aire fresco que le dio Rodolfo Piza en las campañas electorales del 2014 y 2018.

El gobierno de Oscar Arias Sánchez, guste o no, salvó a su partido y su gobierno. También, guste o no, catapultó a Laura Chinchilla Miranda a la presidencia de la República del 2010 al 2014, gobierno, a partir del cual Liberación Nacional se alejó del Poder Ejecutivo, tres veces seguidas, 2014, 2018 y 2022, enfrentando hacia las elecciones del 2026 la posibilidad de acompañar a la Unidad Social Cristiana en su descalabro electoral en sus aspiraciones de Ejecutivo Nacional, o de recuperarse al menos para estar de finalista en las elecciones del 2026.

Para las elecciones del 2022 José María Figueres era, a mi modo de ver, la mejor carta de presentación política que tenía Liberación Nacional para retornar al Poder Ejecutivo, quedando de primer finalista para la segunda ronda. En ese partido sabotearon su candidatura por quienes terminaron rodeándolo en su círculo electoral más cercano y con las políticas electorales conservadoras, y la mala campaña electoral, con la que lo impulsaron, alejada de la historia de ese Partido en el desarrollo nacional y por su alejamiento de las políticas sociales social demócratas que en otros tiempos fueron sus banderas de atracción política.

En todas estas elecciones, el juego estaba entre partidos “tradicionales” que venían de distintas campañas electorales y con candidatos presidenciales “conocidos” en sus partidos y en la vida parlamentaria y política nacional.

En la elección del 2022 irrumpió un nuevo partido político, Progreso Social Democrático, nada conocido, recién formado para esa, su primera participación electoral, por una importante exmilitante del partido Acción ciudadana. Sin líderes políticos conocidos y destacados en la arena electoral y política nacional, se les “coló”, con éxito, un personaje, Rodrigo Chaves Robles, que llegó al país después de un autoexilio dorado de trabajo en un organismo internacional, por más de tres décadas, a trabajar por un breve plazo al Ministerio de Hacienda del gobierno de Carlos Alvarado Quesada.

Rodrigo Chaves Robles supo interpretar el desánimo nacional, la frustración de la población, el desencanto político existente con partidos políticos y con líderes de los partidos políticos y de gobiernos anteriores. Apreció la corrupción institucional que histórica, real o de leyenda se sentía en el país y, sobre todo, el abandono de grandes regiones, con sus poblaciones, de las acciones y políticas públicas que provocaban extrema pobreza, pobreza, debilitamiento de las clases medias, mala infraestructura nacional, abandono institucional de regiones, exclusión, marginación, desempleo trabajo informal creciente y otros muchos e importantes problemas, como el de la inseguridad nacional, la inseguridad ciudadana, y el narcotráfico, que hizo sus banderas para hacerse representar de toda esta población y regiones como su “salvador”, enfrentando violentamente en su lenguaje político a todas las estructuras políticas e institucionales, señalando que él podía hacerlas funcionar para “resolver” esos problemas.

Frente a esto, en la segunda ronda electoral, el electorado “cansado” de Liberación Nacional, que era el primer finalista de la segunda ronda, y ampliamente “prejuiciado” con José María Figueres, que había ganado esa primera ronda, terminó ante las dos alternativas electorales, Figueres o Chaves, absteniéndose de ir a votar por Figueres y Liberación Nacional, lo que facilitó el acomodo de votos a favor de Rodrigo Chaves quien resultó Presidente de la República, quien se encuentra en su último año de gobierno.

Los tres años de gobierno que ha tenido los ha concentrado en su discurso antisistema, antidemocracia, anti poderes públicos, anti equilibrio de esos poderes públicos, contra todo lo que significa Política tradicional, sean partidos políticos existentes principalmente en la Asamblea Legislativa, contra todos los partidos políticos, todos los políticos, todos los disidentes políticos que no están de acuerdo con su gestión administrativa y política, con todos los que le critican, personas, analistas, periodistas y medios de comunicación en general.

La esencia de su discurso político, que le da réditos de simpatía política y personal, asociado a un líder carismático, de fuerza, autoritario que reclama, constantemente, que no gobierna “porque no lo dejan gobernar” la Asamblea Legislativa y sus diputados con sus partidos políticos, la Corte Suprema de Justicia, la Contraloría General de la República y la Fiscalía General de la República.

Esto se asocia hoy a su deseo de permanecer en el Gobierno, lo que no puede constitucionalmente porque no está permitida la reelección consecutiva de un presidente, por lo que tendrá que esperar ocho años, hasta el 2034, para poder aspirar a una nueva candidatura. En pocos meses, en mayo del 2026, fuera de gobierno, sin tener un partido político propio en el cual él sea el principal dirigente político, por los próximos ocho años, es muy difícil que él pueda desarrollarse como líder político nacional, aunque haya sido presidente. Solo podría mantenerse activo si en un próximo gobierno se le nombra ministro, o si renuncia en julio para lanzarse como candidato a diputado en las elecciones del 2026, lo que sí le daría músculo político para mantenerse activo en política y forjar su candidatura presidencial futura, con posibilidad de modificar la Constitución Política de manera que le permita ser candidato presidencial de nuevo en el 2030. Estas son las opciones constitucionales y legales de su posible partición electoral futura, salvo que intente, por algún motivo provocado por él mismo, de inestabilidad política nacional, que le conduzca a establecer un estado de emergencia nacional, el cual le permita suspender garantías constitucionales y ejercer un gobierno de excepción, de características autoritarias, despóticas y tiránicas, como constantemente señala que se debe gobernar para poder resolver problemas nacionales y desarrollar acciones políticas.

En estos tres años ha saboreado las mieles y los privilegios que da el ejercicio del Poder. Ambicioso políticamente, como se expresa, ha impulsado la creación de nuevos partidos políticos, para que participen en el proceso electoral del 2026, bajo el llamado movimiento de los jaguares, orientado a desplazar a todos los partidos que tradicionalmente han ejercido el dominio de la Asamblea Legislativa, con la intención de llegar a elegir 40 diputados como lo pregona.

En las elecciones de 2022 el partido que lo eligió solo sacó 10 diputados de 57 que tiene la Asamblea Legislativa, lo que no le dio músculo político legislativo para impulsar leyes, ni capacidad para negociar proyectos de ley, por sus ataques constantes a los diputados y a la Asamblea Legislativa como institución y Poder de control político de la República.

El gobierno del 2014, de Luis Guillermo Solís y el del 2018 de Carlos Alvarado, no pasaron de 12 diputados, que si tuvieron capacidad de negociación parlamentaria, y no tuvieron una “crisis política” de relación entre ambos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, como se ha dado en este descalabrado gobierno.

En la estructura organizacional del Estado costarricense tenemos los Poderes Públicos, el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y, por asimilación, al Tribunal Supremo de Elecciones, que en teoría política y constitucional se desempeñan como pesos y contrapesos entre sí, no solo por el ejercicio y potestades de cada poder cuyas funciones son indelegables, sino por los controles que se establecen sobre ellos.

Los dos primeros, el Ejecutivo y el Legislativo tienen el mayor peso político por el carácter representativo que los constituye. Son el resultado, en su integración, de la elección directa del pueblo electoral, de los ciudadanos, quienes tienen el poder y la facultad de la representación política, quienes son el Poder Soberano y en quienes descansa la Soberanía Nacional.

Por el carácter de la representación política el Poder Legislativo es el más importante, por tener allí una mayor y más amplia representación ciudadana expresada en los 57 diputados, de una variedad de partidos y sectores políticamente organizados.

Los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y Electoral tienen su máximo representante en quienes lo presiden. De estos Poderes el presidente de la Asamblea Legislativa está facultado para sustituir al presidente de la República en el caso extremo de que deje sus funciones temporal o permanentemente, y por ausencia extrema igual de sus vicepresidentes.

De allí que la elección del presidente de la Asamblea Legislativa, que debe hacerse cada primero de mayo, cobre una importancia política relevante. La importancia y relevancia política del Poder Legislativo descansa en hacer las leyes, interpretarlas auténticamente si es del caso, y ejercer control político sobre el Poder Ejecutivo y las autoridades ministeriales e institucionales, y tener en su seno una mayor representación política del Pueblo Soberano. Las leyes no las hace el presidente legislativo. Las hacen todos los diputados. El resultado de esas leyes se atribuye a los gobiernos, y a los presidentes de la República que lo ejercen, no a los diputados y a sus partidos, salvo cuando esos partidos y diputados destacan que son las leyes que ellos impulsaron y les fueron aprobadas.

El cargo de presidente legislativo por esta razón debe ser bien valorado y meditado políticamente por los diputados. No se trata de nombrar a cualquiera de los diputados, que todos tendrían igual posibilidad y oportunidad, sino de escoger entre todos ellos el que mejor acredite por su experiencia política y atestados personales, pero también por la madurez y sensatez que pueden dar la edad y la experiencia política.

En el momento que vivimos en el país, con las características autoritarias y poco democráticas del actual Presidente de la República, que ataca constantemente a la Asamblea Legislativa, a todos sus diputados, que desearía gobernar si un Poder Legislativo para dirigir el país con Decretos Leyes, como se hizo en la Junta de gobierno de 1948-1949, se requiere que el Presidente Legislativo sea un diputado de gran experiencia política, ecuanimidad personal, inteligencia emocional política, buena formación profesional y política, con señorío para el cargo que representa, con la personalidad suficiente y digna para ejercer la Presidencia de la República en el caso extremo si así fuere necesario.

El presidente legislativo tiene que salir como resultado de una negociación política que produzca 29 diputados a favor de nombrarlo. Es una cifra que tiene que negociarse. No se trata de improvisar candidatos ni diputados con la aspiración de dirigir el Poder Legislativo.

Tampoco se trata de que corresponde elegir una mujer por razón de género. Ya se han electo mujeres presidentas en el Poder Legislativo, Rosemary Karpinski Dodero, en 1986, Rina Contreras López, en el 2000, Carolina Hidalgo Herrera, en el 2018 y Silvia Vanessa Hernández Sánchez en el 2021, representándose en estas mujeres a los partidos Liberación Nacional, Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana, de los partidos que han gobernado el país, bajo gobiernos en que esos partidos ejercían la Presidencia de la República.

La Presidencia Legislativa en el período de la Segunda República, desde 1949 hasta hoy, la han ejercido tres veces consecutivas Marcial Rodríguez Conejo, Gonzalo Facio Segreda, Alfonso Carro Zúñiga y Rodrigo Arias Sánchez, dos veces consecutivas Abelardo Bonilla Baldares, Otto Cortés Fernández, Álvaro Montero Padilla, Daniel Oduber Quirós, Luis Alberto Monge Álvarez, Gerardo González Esquivel. El único, hasta hoy, que la ejercido cuatro años consecutivos ha sido Francisco Antonio Pacheco.

El próximo primero de mayo está la posibilidad de que Rodrigo Arias Sánchez continúe al frente, en su cuarto año de presidencia legislativa, de ser electo para ese cargo.

El Presidente de la República de forma endemoniada, como un energúmeno sin control mental, poseído de sentimientos perversos y malos, metiéndose, invadiendo, alterando la independencia de poderes públicos, ha venido llamando, en un primer momento a los diputados a no votar por la reelección de Rodrigo Arias, en un segundo momento, diciendo que él insta a votar incluso por un diputado del Frente Amplio, que él llama “diputados comunistas” para que presida la Asamblea Legislativa, y en un tercer momento ha amenazado de la manera más estúpida, tonta y absurda a los diputados que si eligen a Rodrigo Arias él no nombrará Ministro de la Presidencia, como si eso fuera a afectar en algo a la Asamblea Legislativa. Si él no nombra este ministro, él es que le pierde contacto con la Asamblea Legislativa para gestionar y negociar sus proyectos de ley, los que el Poder Ejecutivo puede impulsar de manera exclusiva seis meses al año. El presidente Chaves ha hecho de esta elección un problema personal, un berrinche político, contra Rodrigo Arias Sánchez.

Los diputados independientes identificados con el presidente, y leales a él, electos en 2022, son ocho, con unos cuantos más que le son afectos de los partidos Liberal Progresista, Nueva República, algunos de la Unidad Social Cristiana y uno de Liberación Nacional.

El momento político que vivimos de mantener el orden democrático, de asegurar la independencia de poderes públicos, obliga a que los diputados y sus partidos, frente a los ataques que el presidente Chaves hace constantemente contra ellos y el Poder Legislativo, nombren un presidente que garantice esa independencia, que sepa responder al presidente con respeto y señorío, pero contundente y enérgicamente, como lo ha hecho Rodrigo Arias Sánchez. Los ataques del presidente a Rodrigo Arias son la mejor carta de presentación ante los diputados para que lo reelijan. No reelegirlo puede asimilarse a la situación de la votación de la segunda ronda del 2022, cuando por no votar un candidato y un partido se produjo el presidente Chaves que está destruyendo la democracia nacional.

La defensa de la democracia nacional, con todo lo que significa, es la tarea política del momento. El Frente Amplio, con sus seis diputados, tiene una gran obligación y responsabilidad política de asegurar esta elección, más allá de las diferencias políticas partidarias y personales que puedan tenerle a Rodrigo Arias y a su partido. No es Rodrigo Arias ni el partido Liberación Nacional el que está en juego. Aquí se juega parte del futuro del país. Abstenerse, votar por ellos mismos, o por otro candidato de otro partido, o impulsar como se quiere una tendencia “feminista” para presidir el Congreso de la República es hacerle el juego al gobierno, es fortalecer al presidente Chaves en su discurso anti asamblea legislativa y anti diputados que él tiene, es fortalecer en este período electoral el autoritarismo y alentar sus grupos “jaguares” en sus intenciones diputadiles. El no elegir a Rodrigo Arias es darle su primera victoria legislativa y política a Chaves hacia las elecciones nacionales del 2026.

Rodrigo Chaves es más audaz de lo que el común de la gente valora. No se está haciendo una lectura correcta de hacia a dónde va Chaves. Ya ha quitado incluso “banderas” a la izquierda. Hay un spot publicitario, bastante bien hecho, alrededor de la figura del presidente Chaves, con el himno de la izquierda “El pueblo unido jamás será vencido…”

Lo único que se está percibiendo es que Chaves va a cambiar el modelo institucional con la destrucción del modelo actual. Si Rodrigo Arias no es electo, por ceguera política, por disidencias en Liberación Nacional, por no tener claras las intenciones del chavismo y sus partidos, por la incapacidad y prejuicios políticos que el mismo presidente Chaves alimenta hacia Rodrigo Arias, los partidos que así actúen están jugando al ahorcado y van hacia su descalabro electoral.

La primera derrota que hay que darle al chavismo, frente a las elecciones próximas es nombrar presidente de la Asamblea Legislativa a Rodrigo Arias Sánchez.

En el 2022 sin fuerza parlamentaria y por los ataques verbales denigrantes que había hecho contra los diputados electos no le dieron el beneplácito ni el favor de nombrar un presidente legislativo de su partido.

En el 2023 frente a una derrota electoral en la elección de la presidencia de la Asamblea Legislativa el presidente Chaves le dio el apoyo público a Rodrigo Arias, para su segunda presidencia legislativa.

En el 2024 el presidente Chaves se apartó públicamente de dar apoyo o pedir votos en contra de Rodrigo Arias. Este año está con los tacos puestos contra Rodrigo Arias.

Rodrigo Arias Sánchez, aparte de su formación de abogado y notario, ha sido y es empresario activo, con un amplio conocimiento de las instituciones públicas, del sector privado y financiero. Su carrera política ha sido siempre en el Partido Liberación Nacional como presidente municipal del Cantón Central de Heredia, diputado y ministro de la Presidencia.

Lo que le conviene al país desde ese alto cargo político e institucional es una persona como Rodrigo Arias, un cuadro político bien formado, maduro, con esa capacidad que lo distingue de negociador y visionario del momento político que vivimos. Su gestión como presidente del Congreso, en estas tres Legislaturas que han pasado, ha sido muy buena, ampliamente satisfactoria y políticamente bien recibida por la ciudadanía y defensores del Estado de Derecho.

Rodrigo Arias ha sabido dirigir el Congreso con respeto hacia las fracciones parlamentarias, ha llevado bien la Agenda Parlamentaria, ha sabido distanciarse del Poder Ejecutivo con elegancia, con energía, señalando adecuadamente el rumbo que debe seguirse. Cuando ha tenido que enfrentar al gobierno lo ha hecho, le ha marcado los pasos no solo de la agenda legislativa y de la nacional, ha señalado las prioridades del país y las prioridades legislativas.

Lo que más le conviene a las fracciones parlamentarias, más allá de sus distancias históricas, o coyunturales, con Liberación Nacional, como partido, o con los reclamos que le hacen a su hermano, el presidente Oscar Arias, es la Presidencia Legislativa en manos de Rodrigo Arias, tanto para la dirección y representación del Poder Legislativo,

En imagen pública, en este momento político que vive el país, es conveniente que la Presidencia de Rodrigo Arias tenga la mayor cantidad de votos legislativos. Hasta ahora ya está asegurada aparentemente su Presidencia.

En mi opinión, de observador político, lo que más le conviene a la Asamblea Legislativa y al país, al margen y fuera de todo prejuicio político que se pueda tener, con él o su partido, es que el diputado, y actual presidente legislativo, Rodrigo Arias Sánchez, continúe en la Presidencia de este Poder de Estado.

En este momento político del país la Presidencia de la Asamblea Legislativa no se puede ni se debe improvisar.

Alertan sobre erosión de las democracias y el resurgimiento de autoritarismos en Centroamérica

El Dr. David Díaz Arias, docente de la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica (UCR) e investigador del Centro de Investigaciones Históricas de América Central (CIHAC), dictó la conferencia “De la esperanza al apocalipsis: ascenso y caída de las democracias centroamericanas, 1996-2025”.

La manifestación la realizó durante la conferencia: “De la esperanza al apocalipsis: ascenso y caída de las democracias centroamericanas, 1996-2025”, realizada ante una nutrida asistencia en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica (UCR), en el marco de la conferencia inaugural de la Cátedra Humboldt 2025 el lunes 7 de abril del 2025.

La esperanza sembrada en la década de 1990 se ha desvanecido y la Región se encuentra en un punto crítico, marcado por la erosión de instituciones democráticas y un resurgimiento de nuevos autoritarismos.

Para sorpresa de muchos analistas, a mitad de la segunda década del siglo XXI, el índice de medición de las democracias de The Economist Intelligence Unit calificó a Costa Rica como una democracia imperfecta, a la par de Panamá y El Salvador, mientras que Honduras, Guatemala y Nicaragua fueron clasificadas como regímenes híbridos.

De esa forma, aunque ninguna de las democracias centroamericanas subió en su catalogación, la democracia costarricense sí decayó en su evaluación por primera vez en todo el periodo estudiado.

La caída en estos índices se atribuye a múltiples factores, tales como el crecimiento de caudillismos autocráticos y el incremento de la corrupción.

Los ciudadanos, a menudo resignados, parecen tolerar el desfalco, siempre y cuando sea «leve». Este fenómeno plantea preguntas inquietantes sobre la salud de la democracia en la Región.

El Dr. Díaz reflexionó sobre las lecciones del pasado. La década de 1990 fue un período de optimismo tras la firma de acuerdos de paz que prometían el establecimiento de democracias plenas.

Sin embargo, esa ilusión no se tradujo en sociedades democráticas que incluyan justicia social. Después de más de veinte años, los regímenes autoritarios han recobrado fuerza, reviviendo una herencia que no se ha superado.

Esperanza democrática

La conferencia también abordó la importancia del Estado en la consolidación de la democracia. Inspirándose en Wilhelm von Humboldt, el Dr. Díaz enfatizó la necesidad de un Estado que garantice la seguridad y promueva la libertad, dado que sin un compromiso firme con los derechos civiles y la educación pública, la democracia no se podrá salvar.

El escenario en el que se desarrolla la política contemporánea en Centroamérica es complejo. La brutalidad del narcotráfico, la corrupción desmedida y las crecientes tasas de violencia se entrelazan, creando un caldo de cultivo para el autoritarismo.

El historiador también se refirió al descontento social, el cual ha generado un caldo de cultivo fértil para el surgimiento de líderes populistas que prometen soluciones rápidas a problemas complejos.

Esto debido a que la figura del ‘outsider’ se ha convertido en una estrategia electoral efectiva, pero a menudo carece de un verdadero compromiso con la democracia y los derechos humanos.

En este contexto, el presidente costarricense Rodrigo Chaves Robles ha captado la atención con un discurso anti-“establishment” similar al de otros líderes en la Región, generando tanto esperanzas como preocupaciones.

Ante este sombrío panorama, el Dr. Díaz reiteró la urgencia de que los ciudadanos asuman un papel activo en la defensa de la institucionalidad democrática.

La actividad se realizó el lunes 7 de abril del 2025 en el miniauditorio 1 de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica, con la participación de autoridades universitarias, personas académicas y administrativas y estudiantes de la Universidad de Costa Rica.

El Díaz enfatizó la importancia de la educación como pilar fundamental para el fortalecimiento de la democracia. El empoderamiento ciudadano y el compromiso cívico son elementos imprescindibles para frenar el avance del autoritarismo.

Fuente: VI-UCR

Democracia y desigualdad

El análisis de Díaz Arias no solo se limita a un diagnóstico de la situación democrática en Centroamérica, sino que también evalúa el impacto social y económico de la erosión de las instituciones.

La desigualdad y la pobreza afectan a un porcentaje alarmante de la población en los países centroamericanos. La exclusión social y el narcotráfico no son fenómenos aislados, sino síntomas de un sistema que se ha debilitado internamente y que ha marginado a las poblaciones más vulnerables.

El Díaz enfatizó la importancia de la educación como pilar fundamental para el fortalecimiento de la democracia. El empoderamiento ciudadano y el compromiso cívico son elementos imprescindibles para frenar el avance del autoritarismo.

Una ciudadanía bien informada es menos susceptible a caer en la trampa del populismo y más capaz de exigir rendición de cuentas a sus gobernantes.

La intervención concluyó con una advertencia contundente sobre el futuro. Si no se toman las medidas adecuadas, el ciclo de esperanza y desilusión en nuestras democracias puede repetirse, llevándonos de la alabanza a la desesperanza en un abrir y cerrar de ojos, declaró Díaz Arias.

Las palabras del académico resuenan como un llamado a la responsabilidad colectiva no solo de los líderes, sino de las personas ciudadanas de Centroamérica.

La necesidad de una reflexión profunda sobre el camino que han tomado las democracias en la Región es más apremiante que nunca.

Cada nueva generación debe hacer su propio trabajo para asegurar que el legado de la democracia no se pierda en el olvido.

En momentos como este, resulta crucial recordar que la democracia no es simplemente un sistema de gobierno, sino un modo de vida que requiere del compromiso y la participación activa de todos y todas.

La actividad se realizó el lunes 7 de abril del 2025 en el miniauditorio 1 de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Costa Rica,  con la participación de autoridades universitarias, personas académicas y administrativas y estudiantes de la Universidad de Costa Rica.

Nota del editor: La publicación fue previamente realizada por el portal de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación UCR. El Dr. David Díaz Arias es el Catedrático Humboldt 2025.

Anyelin Sánchez Agüero
Vicerrectoría de Investigación, UCR

Votar estratégicamente por Álvaro Ramos Chaves: una apuesta por el diálogo social y el país que necesitamos

Compatriota:

Reciba nuestro fraternal saludo ciudadano desde el Encuentro Democrático. Somos un colectivo que desde hace años constituye un Espacio Ciudadano y Democrático de Debate no partidista, en defensa de nuestras conquistas sociales y de nuestro Estado Social de Derecho. Nuestros valores comunes republicanos son la búsqueda de una sociedad realmente Sustentable con más Igualdad, Libertad, y Justicia Social. Sin ningún otro interés que rescatar lo mejor para nuestra Patria, lo invitamos respetuosamente a participar en la transformación de esta grave crisis nacional en una oportunidad de participación ciudadana.

La crisis afecta de manera muy aguda las esferas con las que funciona un estado nacional: económica, laboral, política, ambiental, educativa, Salud Pública, de seguridad ciudadana, de infraestructura pública, de producción, del Sector Agro, del Sector Cultura, del Sector Empresarial nacional, del Mercado Interno, de las PYMES, de muchas Cooperativas, de los trabajadores del Sector Público y Privado, de los profesionales y trabajadores independientes, de las mujeres jefas de hogar, y hasta de Legitimidad Democrática y Soberanía Nacional. También, hay que sumar a lo anterior, el alto costo de la vida y el bajo poder adquisitivo de los salarios.

Más allá del normal escepticismo colectivo y de la desesperanza social instalada, urge volver a enamorarnos de nuestras instituciones democráticas. Qué, aunque imperfectas, son la ruta sabia, pacífica y humanista para una sociedad más justa, más inclusiva, más equitativa y realmente sustentable. ¡Volvamos a creer en Costa Rica y lo mejor de su Segunda República!

Así las cosas, sabemos que muchas personas, como nosotros, no se identifican necesariamente con el Partido Liberación Nacional. Lo hemos criticado duramente y con justa razón. Hemos luchado desde nuestros espacios por una Costa Rica más justa, más equitativa y más democrática, adversando abiertamente a ese Partido, pues éste ha sido —y no hay que olvidarlo— un agente fundamental en muchos de los problemas que hemos desarrollado como sociedad. Pero, también, sabemos que el momento que vivimos exige salir de nuestras trincheras acostumbradas y actuar con lucidez y responsabilidad histórica.

Tampoco debemos olvidar que, en otros momentos de nuestra historia, el PLN fue una fuerza decisiva en la construcción del Estado social de derecho que ha distinguido a Costa Rica en América Latina: una república con servicios públicos sólidos, acceso universal a la salud y la educación, y una institucionalidad civilista. Esa herencia, que hoy se ve amenazada, no pertenece a un solo partido: pertenece al país, y debe ser defendida por todas y todos.

Costa Rica atraviesa una crisis profunda: social, económica, política e institucional. El deterioro del Estado social de derecho, la fragmentación de lo público y el desgaste del diálogo democrático no pueden seguir siendo administrados con parches ni discursos vacíos. Es urgente reconstruir un horizonte común.

En este contexto, la figura de Álvaro Ramos Chaves, en el marco de la convención abierta del PLN, representa una posibilidad estratégica que vale la pena considerar. No se trata de una adhesión ideológica ni de un cheque en blanco. Se trata de reconocer que su eventual triunfo abriría una ventana para algo más grande: una alianza nacional amplia y progresista que convoque a un verdadero diálogo social con propuestas escritas, serias y urgentes.

Álvaro Ramos Chaves ha demostrado apertura, capacidad técnica y política, y voluntad para hablar con sectores diversos. Pero su fuerza dependerá, también, de que este apoyo no venga del aparato tradicional, sino de la ciudadanía crítica, de quienes aún creemos en lo público, en los derechos humanos, en el bien común, en la Soberanía nacional, en fin, en una sociedad sustentable, amigable con el ambiente e inclusiva.

Participar en esta etapa —votar por Ramos en la convención abierta— es, para muchas y muchos, un gesto táctico. Pero es también una apuesta ética por evitar salidas autoritarias, populistas o vacías, y por sembrar las condiciones de una transformación verdadera, con participación amplia y propuestas concretas sobre la mesa.

No hay caminos fáciles, pero no podemos ser ajenos, no podemos quedarnos al margen mientras se termina de destruir lo poco que queda del Estado Social de Derecho y de las Conquistas sociales que logramos como sociedad desde 1943. El país nos convoca a pensar en alianzas y consensos, que como ocurriera con el Pacto de Ochomogo (1948), se convierten en la única opción para salir de oscuros momentos de conflicto.

Mesa Coordinadora – Encuentro Democrático

De colmillos desafilados y felinos desdentados

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Celebro que en Costa Rica desde hace más de 170 años, tengamos una prensa libre capaz de criticar a sus gobernantes y escribir sobre lo que deseen. Grandes presidentes como Juan Rafael Mora y José Maria Castro Madriz allá por 1850, enfrentaron duros ataques de la prensa, posiblemente muchas veces justificados y en otras no tanto, pero ninguno fue capaz de amenazar y mucho menos cerrar algún medio. Desde los albores de la vida republicana y más atrás, saliendo del periodo colonial, en Costa Rica existían periódicos para una pequeña comunidad que desde muy temprano poseía el germen por la lectura e informarse. Con la independencia, llegó pocos años después prensa libre e independiente como el Noticioso Universal.

Hago este necesario señalamiento, pues gracias a la libertad de prensa e independencia de la misma, nos damos cuenta de matráfulas y actos de corrupción, una vez consumados o evitando que se materialicen, habiendo de por medio enriquecimiento inmoral para algunos pocos y el sonrojo y furia para todos los demás, al ver cómo se festinan las arcas públicas. Guardamos la esperanza de que aún hay periodismo investigativo y decente, que ventile las cosas, que de no ser de esa manera, difícilmente la población se daría cuenta, de la conducta inescrupulosa de unos y otros. La otra forma es a través del control político que ejercen los diputados serios y estudiosos, y las denuncias ciudadanas ante los órganos de control o el mismo Poder Judicial.

Llevo tres años escribiendo en torno a las características de la administración Chaves Robles y nuestra desazón es cada vez mayor. En el poder político…el traje se lleva por dentro (4-V-23); Songo le dio a Borondongo(14-VII-24); De cómo Tío Conejo no aparece en el cuento Domingo Siete (14-I-25); De aprendices y absolutistas (27-I-25).

Los costarricenses hemos estado preocupados por la retórica incendiaria, poses autoritarias y de matonismo, con que esta administración ha intentado dar solución a los problemas nacionales. De los gestos y ademanes no han pasado. El presidente Chaves ha desaprovechado ese gran regalo que es el tiempo; renunció a gobernar desde muy temprano, tuvo la oportunidad de desarrollar importantes obras, dejar tras de sí un importante legado histórico positivo, cumplir algunas de sus promesas y apuntalar aún más nuestro bicentenario régimen democrático. No ha sido así. Se la ha pasado repartiendo culpas, buscando enemigos un día sí y otro también. Chaves Robles y el grupito que le acompaña, profundizan hoy una peligrosa y antidemocrática ruta de desmantelamiento del Estado Social de Derecho, dejan sin financiamiento programas sociales como: becas, red de cuido infantil, atención de personas en situación de discapacidad, abandono del adulto mayor; menos recursos para educación, salud, transporte estudiantil, comedores escolares; propician una mayor desregulación de las empresas; se descuida la infraestructura pública al no invertirse; constriñen derechos y libertades civiles, propician el atentar contra nuestra biodiversidad y patrimonio natural; y se lucen con una absoluta y monumental incapacidad para atender temas apremiantes desde el Ejecutivo en materia de crimen organizado, tráfico de drogas, contrabando y violencia social. No les ha bastado mostrar torpeza y estulticia cuando la mitad del tiempo de la agenda legislativa le corresponde a ese poder de la república proponer iniciativas de ley, tal y como reza nuestra Constitución. Se han peleado con la prensa, con los diputados, la contralora y el poder judicial. No me sorprendería que pronto inicien sus ataques al Tribunal Supremo de Elecciones. Los pocos proyectos enviados a la Asamblea Legislativa han sido tan mal hechos que denotan una gran falta de conocimiento y de cuidado. Las poses fascistas y de matonismo, características en estos tres años, riñen con las profundas y sabias tradiciones costarricenses de cómo vivir en democracia, donde convivimos y cada uno tiene su espacio. Hace casi un año el presidente anunció un referendo y la fenestrada ley Jaguar, ambos tan descabellados como mal planteados. En el fondo interesaba restar potestades a la Contraloría General de la República. En vez de optar por la vía constitucional y las formas definidas por ley, buscaron otra ruta, done pareciera que lo que interesaba era meter ruido y generar mayor distracción sobre la agudización de los problemas nacionales y el que salga a la luz pública, posibles actos de corrupción que se han estado incubando. Tan escaso es su talante civilista y de vocación democrática que renuncia también a establecer un vínculo político con la Asamblea Legislativa, desconociendo que el Primer Poder de la República es la representación legal y constitucional, de la esencia misma de la soberana de un pueblo. Ese grupo de diputados, hombres y mujeres, unos muy buenos y capaces y otros no tanto, queramos o no nos representan por este periodo de cuatro años.

El cacareado combate a la corrupción, del presidente Chaves y sus acólitos, de “que los corruptos son otros y ellos no”, se desgasta y en estas semanas vamos viendo las verdaderas dimensiones de lo que enfrentamos, una rapaz conducta carroñera para enriquecerse rápidamente y a costa de millonarios contratos de algunas empresas con el sector público. No olviden que en el sector público los tres instituciones más grandes con presupuestos multimillonarios, lo son la Caja Costarricense del Seguro Social, el ICE y el MEP. El país absolutamente, es testigo del escándalo que estalló el año pasado en la Caja Costarricense del Seguro Social cuando la presidenta Ejecutiva y algunos de los miembros de su junta directiva propiciaron el otorgar nuevos contratos para tercerización de servicios médicos en diversos EBAIS en áreas de salud de la Gran Área Metropolitana, pagando sobreprecios, lo que hubiera costado a los costarricense más de 126 mil millones; donde era evidente y manifiesto la existencia de precios inflados. Voces a lo interno de la institución y de otros sectores, alertaron sobre semejante desaguisado fraguado ante la vista y paciencia de Marta Esquivel, expresidenta Ejecutiva, y directivos representantes del sector empresarial y del gobierno, así como gerencias alineadas con semejante despropósito. Hoy hay 8 investigados y más de 300 correos electrónicos borrados de forma siniestra y sospechosa, de los servidores que podrían construir importante prueba en este infernal y desafortunado hecho de corrupción, propiciado desde las altas esferas de la institución y en colusión de empresarios del ámbito del sector salud. Doña Marta fue separada del cargo, para luego ser premiada por el presidente Chaves al nombrarla como ministra y aún hoy no devuelve dineros cobrado de más. Este el Caso Barrenador, así bautizado por autoridades judiciales donde hay colusión de intereses empresariales y de funcionarios de dudosa honorabilidad. Esta semana -gracias a Dios- hemos sido testigos de que la Junta Directiva con votación de 6 a 7 acuerda anular dicho contratos. Ya la fiscalía y Contraloría General de la República están tras el caso, de la actuación indebida, irregular, ilegal, inmoral y hasta criminal, al pretenderse festinar recursos públicos dedicados a la salud pública de todos los costarricenses. Aquí la prensa ha jugado un papel muy importante, en sus ámbitos de denuncia e investigación.

En esta administración y apenas iniciando, impulsaron la ruta del Arroz, en la que en tres años, el precio no ha bajado, destruyeron a los productores del sector y eso sí, se han enriquecido un puñado de importadores granos básicos, algunos de ellos importantes contribuyentes en la campaña de Chaves Robles y en la constitución del espurio fideicomiso Costa Rica Prospera para financiar su campaña electoral. Repito, el precio no ha bajado y el fisco ha dejado de percibir miles de millones colones. Ofrecieron bajar los medicamentos y ello no ha ocurrido. En tres años intentaron vender el Banco de Costa Rica para que, con varios proyectos torpemente elaborados una y otra vez, fuese adquirido por los financistas de su campaña y ya el tiempo no les alcanzó. El intentar drenar las finanzas de la CCSS y agudizar su eficacia y calidad con que presta servicios a la población, gracias a Dios, ha topado con diversas resistencias.

Pero en medio del mutismo y la oscuridad, estaban fraguando un oscuro negocio con las finanzas del ICE y la adquisición de tecnologías para echar adelante la red 5G y todo lo que ello implica.

Gracias a la curiosidad de un medio como Semanario Universidad y la perspicacia y profesionalismo y disciplina de sus redactores -principalmente tres de ellos-; desde febrero de este año este medio nos ha venido regalando una serie de notas, todas ellas referidas a la presumible comisión de actos de corrupción en el ICE. Al tenor del liderazgo histórico que dicha institución ha mantenido por décadas de desarrollo y progreso, el mismo requiere de tomar importantes medidas para que dicha condición estratégica no se pierda. Tan noble aspiración no debe servir jamás como oportunidad para que algunos se aprovechen. En el ámbito de las telecomunicaciones y el desarrollo de infraestructura moderna, deben tomarse las mejores y más sagaces decisiones. Ante el fenómeno de la corrupción no perdamos de vista, la existencia de dos partes: el corrupto y el corruptor. Y en este caso particular que nos ocupa, estamos en presencia de que se consuma una posible contratación donde hay de por medio el favorecimiento a una sola empresa por más de 160 millones de dólares, contrato fraguado en las sombras de las oficinas del ICE, casa presidencial y el MICITT y en menor proporción COMEX. Hablo de esta administración, no en la de don Rodrigo Carazo, ni en la de don Ricardo Jiménez, ni en la de don Cleto González, o don Próspero Fernández; ¿es en esta administración, donde ha habido mucha alharaca y ruido contra de la corrupción… por qué tanta mentira y cinismo? Criticar y señalar a otros como corruptos y sinvergüenzas. “Ellos son los sinvergüenzas y nosotros no”, dicen: han venido a “acabar con la corrupción, a combatirla y a desenmascarar”,somos diferentes, somos distintos a ellos”. Sobre ello, lo único que hemos visto desde hace meses, es ver teatralmente al presidente Chaves con la señora Esquivel, llevar varias cajas con papeles viejos a la fiscalía, alegando que son actos de corrupción a lo interno de la CCSS, que deben ser investigados. ¡No! El combate a la corrupción no alcanza con asumir una retórica vacía, hueca e inoperante; tampoco vociferando y despotricando, jugando con la honra de muchos.

Muestro un conjunto de casos que a todos debe movernos a la reflexión y sobre todo a desenmascarar una serie de acciones poco transparentes, en las cuales están en juego miles de millones de colones y el colapso de importantes servicios públicos, que deben garantizar el desarrollo económico del país y el funcionamiento normal de empresas pequeñas y medianas, así como instituciones y diversidad de estable cimientos; pues al encarecerse los servicios y desmejorar la calidad de los mismo, se pone en riesgo la competitividad y equilibrio financiero de las mismas.

A) Tras la adjudicación por parte de RACSA de contratos a DATASYS; esto generó que 5 empresas interpusieran recursos contra dicha adjudicación. Ante ello la fiscalía decide actuar en salvaguarda de los recursos públicos. Dicha contratación ligada al despliegue de la red 5G, pasó de 3 millones de dólares a más de 25 millones de dólares en menos de un año -desde 1 de diciembre 2022 a 2 de noviembre 2023. También este hecho es investigado por la Contraloría General de la República.

B) En un año, las compras a la empresa CISCO, una de las chineadas y miradas con mayor simpatía desde Zapote, en el ámbito de las telecomunicaciones y desarrollo de software y diversos servicios; aumentaron sus ventas al sector público, pasando al cabo de 12 meses, de un millón de dólares a 13 millones de dólares; o sea un monumental aumento de 1 248%. Dichas compras son de equipos y de licencias. Antes de este periodo 2022- 2023, las compras de equipo tecnológico a dicha empresa alcanzaban un promedio de $1,4 millones de dólares. Y aquí entre las instituciones que adquirieron dichos equipos y servicios, destacan el ICE y RACSA. Dentro de este contexto bajo una forma excepcional de contratación la Comisión Nacional de Emergencias cedió un contrato por $2,4 millones de dólares, para adquirir 100 000 licencias en 2023.

C) Desde mediados de 2022 y hasta el 2024 continuaron los coqueteos entre esta administración -sobre todo ICE, MICITT y casa presidencial- con CISCO. A fines de 2022, personal de alta gerencia de dicha empresa establece contactos con Chaves y otros jerarcas de esta administración, de manera que se propicia un vínculo más fuerte, entre la empresa y esta administración, tanto es así que la ministra que hoy ocupa la cartera MICITT, señora Vega, viaja varias veces a EEUU a la sede dicha empresa y a diversos foros ligados a telecomunicaciones. También diputados de diversas fracciones lo hicieron.

D) El tiempo en su marcha inexorable, genera que en el ámbito nacional se suscite la discusión en torno a la red 5G. Chaves y su grupo se inclinan por favorecer a CISCO con un contrato superior a $160 millones de dólares; propuesta notablemente más cara que todas las demás ofertas que hubo sobre la mesa. Detalles de este posible contrato se han afinado en Zapote. Desde ese momento en que se empiezan a materializar dichas reuniones en Casa Presidencial, a lo interno del ICE se levantan diversas voces alertando sobre las presumibles irregularidades que rodean dicho contrato. Se ha intentado mantener en la oscuridad la negociación del mismo, alejada del escrutinio público, carente de transparencia; y si no es por este medio nacional -Semanario Universidad-, a lo mejor todavía no conociéramos nada de lo que se está fraguando. Es que hablamos de una formidable y exorbitante cantidad de $160 millones de dólares y no con cualquier institución, sino una en régimen de competencia y que resulta estratégica para el desarrollo nacional. Dicho proceso licitatorio inicialmente fue concebido como un proceso abierto, como debe ocurrió en un régimen democrático, respetuoso de la ley, ello ocurre en marzo de 2024. Luego se toma la decisión de que sea “un proceso de contratación directa” para la sustitución de la red IP. Según expertos y las mismas empresas en competencia, el costo de dichos cambios sería de aproximadamente $42 millones de dólares. Desde agosto de 2024 circulan informes a lo interno del ICE, advirtiendo sobre dicho sobrecosto, injustificado y astronómico. Sin embargo, los poderosos intereses y de cúpula que se mueven en el ICE, respaldados por casa presidencial, MICITT, COMEX, hacen que desde noviembre 2024 la balanza se vaya inclinado por este leonino contrato.

Esta semana que recién concluye desde Casa Presidencial notifican al pueblo costarricense, distraído con topes y corridas toros, que se descarta la implementación de la salida más barata y se opta sospechosamente por la más onerosa, ya no $160 millones de dólares sino $187 millones de dólares si sumamos el complemento con RACSA.

Esto de designar y otorgar contratos a dedo es propio de regímenes espurios, opacos y totalitarios sistemas de contratación pública similares a los que operan actualmente en El Salvador, Nicaragua y Venezuela. Pare gestar esas formas rápidas de enriquecimiento indebido, desde lo público estorba el control la fiscalización. Por eso interesa debilitar a la Contraloría y las leyes que rigen dicha materia, alegando que obstruyen. Claro, dicha institución, los controles existentes y una prensa libre independiente, estorba a quienes desean operar de esa manera.

¿Han desaprovechado tres años, lo harán este último? Dios quiera que no. Nunca es tarde. La democracia siendo imperfecta es la mejor forma de gobierno. Y la corrupción se ataca con acciones vigorosas y leyes robustas, no con demagogia ni poses teatrales, mucho menos despotismo. Hace un año anunciaron un jaguar, nunca fueron claro qué entender por ello, por esa especie de felino. El jaguar, salvaje bestia silvestre, posee hábitos alimenticios nocturnos; que la oscuridad no se convierta en una triste analogía y augure un escenario escogido por estos gobernantes, para maquinar generosos negocios y burlarse de la paciencia y buena voluntad del pueblo costarricense. Bien decía mi abuelita, lo que se hace de noche, se ve de día.

Gracias a este conjunto de valientes jóvenes periodistas que no se cansan de denunciar aquello que está mal y que durante los últimos días otro medios han replicado satisfactoriamente. Veremos que tendrán que decir la Contraloría General de la República y el Ministerio Público, en caso de que se materialice dicho contrato.

30-III-25

Chaves, pequeño émulo de Trump

Luis Fernando Astorga Gatjens

En muchas más cosas, acciones y decisiones, Rodrigo Chaves quiere parecerse a Donald Trump, que a partir de asumir el poder en Estados Unidos el 20 de enero pasado, ha pretendido convertirse en el emperador del mundo.

Ambos han buscado concentrar un poder omnímodo por encima de leyes, de instancias legislativas y de los poderes judiciales de ambos estados. Les incomoda y molesta cualquier cuestionamiento a sus decisiones, por más justo y con sólidas bases legales que se esgrima.

Sueña Rodrigo Chaves en ganar con la fuerza política taxi o propia, que él lidere en las elecciones de 2026, una cantidad de unos 40 diputados jaguares, para gobernar como lo ha venido haciendo su referente regional, Nayib Bukele. Con ello buscaría dirigir el ejecutivo a través de alguien que le represente en sus designios, propósitos e intereses, desde Zapote. Buscaría asimismo dominar el Poder Judicial y todos los órganos de control, para ejercer ese soñado poder autoritario unipersonal. Su sueño incluye, desde luego, convertirse en presidente en un periodo próximo.

El éxito que ha alcanzado Chaves en mantener su popularidad, en algunas encuestas de opinión, ha exacerbado su aupamiento y sus deseos mesiánicos de conservar su poder autoritario, ya sea siendo diputado en el periodo legislativo 2026-2030 o mediante algún representante que reconozca y sea fiel a su liderazgo.

Empero esa popularidad, desafortunadamente para el país, no la ha alcanzado mediante avances sociales que reflejen un mejoramiento de la calidad de vida, particularmente, de las mayorías que han venido enfrentando condiciones de pobreza y exclusión social.

La base de la popularidad sostenida por Chaves tiene como causas profundas, el cansancio acumulado por amplios sectores de la población por las promesas incumplidas y por la corrupción manifiesta de los sucesivos gobiernos del PLN, el PUSC y el PAC. Los avances sociales alcanzados al desarrollar un Estado Social de Derecho (ESD) entre los años cuarenta y ochenta del siglo anterior, esos gobiernos no los sostuvieron y desarrollaron. Todo lo contrario. De distintas maneras, los empezaron a debilitar y a dilapidar. En este periodo entre los años ochenta anteriores y el año 2022, el ESD que el país construyó, se erosionó y lo que el pueblo palpó es que pequeños grupos políticos y económicos se enriquecieron. La riqueza se concentró en pocas manos mientras el país se convirtió en uno de los más desiguales del planeta, según los datos del Banco Mundial.

Así un pueblo hastiado, elevó a la presidencia a un demagogo con ínfulas autoritarias, como Rodrigo Chaves. Y ya desde Zapote y sus teatrales y efectistas conferencias de prensa de los miércoles, y con el apoyo de un escuadrón de troles, que utilizan sistemáticamente las redes sociales, ha logrado sostener tal popularidad.

Así como Trump arremete contra un juez federal que ordenó suspender la decisión de enviar a El Salvador a migrantes venezolanos, amparado en una ley de guerra del siglo XVIII, hoy Rodrigo Chaves arremete contra el fiscal general, Carlo Díaz, al hacer avanzar causas penales contra el mismo presidente y miembros de su gabinete.

A ambos les perturba e incomoda cualquier estado de derecho que afecte sus decisiones políticas. Esperemos para el bien de la democracia, real y verdadera, y de los pueblos de aquí y todo el mundo, que ambos fracasen en sus respectivos sueños mesiánicos.

Y todo indica que en el caso de Chaves eso ha empezado a aflorar, al fracasar la manifestación anti-fiscal general, pese a los autobuses ofrecidos a los manifestantes alquilados, en distintos puntos del país, más almuerzos y pagos por su participación, y al intensos trabajo de los troles chavistas y a los “bots” (usuarios automáticos), que apoyan a Chaves desde Vietnam, Colombia, México, Perú y otros países. Qué bueno que la realidad concreta todavía pesa más que los discursos de odio y la fantasía que emerge de las redes sociales, en una de sus caras más sombrías y nefastas.

Todo el sistemático esfuerzo político-electoral que realiza hace varias semanas, desde Zapote y en sus giras proselitistas; más la exhaustiva campaña por redes sociales; más los recursos económicos empleados, no llenó las expectativas de los organizadores. Por más que digan que una movilización medianita fue una gran movilización, los hechos muestran la realidad. Una cosa es movilizar personas por redes sociales y otra muy distinta, movilizarlas presencialmente, más aún cuando no hay una causa justa que las inspire.

(18 de marzo, 2025)

El berrinche del presidente Chaves ante la candidatura a la presidencia legislativa de Rodrigo Arias Sánchez

Vladimir de la Cruz

El animal de Zapote, el Jaguar, ha perdido el horizonte político. Ha perdido el límite donde se juntan los poderes políticos del Estado costarricense, que justamente este año cumplen 200 años de existencia. La cueva donde se guarece en Zapote solo le ha permitido conocer ese escenario, como si fuera el único existente a su alrededor. Está, con tres años de morar en esa guarida, descontextuado, sin perspectivas de su entorno político, sin entender cómo deben ser las relaciones entre los poderes públicos, sin respetarlos, creyendo que solo el Poder Ejecutivo es el único válido, y creyendo además que el Poder Ejecutivo debe dirigir autoritariamente a los otros poderes del Estado.

Nunca en la Historia Política, en la Historia Institucional costarricense, había sucedido nada así. Hasta la llegada del actual y transitorio inquilino en Zapote siempre se habían respetado los poderes públicos, se había ejercido un respeto a la Independencia, a la Autonomía y a la Libertad de ejercicio funcional de dada uno.

Los tres Poderes estatales, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial se originaron en el siglo XIX, hace 200 años, con poderes independientes entre sí, con funciones propias, exclusivas e indelegables entre ellos. Eso significa que ninguno de los poderes puede “meterse” a decidir en los otros, que ninguno de los poderes debe indicar, señalar, o exigir quienes deben dirigirlos cuando de su interior institucional y constitucional, su propios miembros son los encargados de hacerlo, con absoluta INDEPENDENCIA, de los otros poderes.

Por su origen los Poderes Ejecutivo y Legislativo surgen del voto popular, del sufragio libremente de los ciudadanos, por las personas autorizadas para ejercer ese derecho de voto, expresado por medio de partidos políticos que postulan candidatos para integrar esos poderes.

Así, el Poder Ejecutivo se integra en su totalidad, por la elección del Presidente y sus dos Vicepresidentes, siendo el Presidente el único que puede nombrar sus Ministros de Estado o de Gobierno. El Presidente puede escogerlos de la forma que mejor le parezca. En el caso actual se dijo que una empresa le preparaba hojas de vida, currículos, de candidatos para que de esa forma los seleccionara. En ello influyó que el Jaguar no tenía vida política nacional, estaba desarraigado, había merodeado por distintos países y continentes, carecía de partido político con experiencia de gobierno, y con un partido político que lo postuló sin líderes políticos nacionales con historia política conocida.

Probablemente por su trabajo, en la selva internacional que habitaba, acostumbrado a imponer programas a gobernantes débiles, autoritarios, poco democráticos y corruptos, pensó que la ínsula que se le presentó para ejercer un gobierno, que la redujo a su guarida de Zapote, podía ser administrada de esa misma forma, autoritaria, despótica, dictatorial o tiránicamente, de manera poco democrática, alterando o rompiendo todos los límites constitucionales entre los poderes públicos existentes.

El Poder Legislativo, a contrario del Poder Ejecutivo se integra de manera más amplia por ciudadanos, llamados diputados, que son electos, como el Presidente de la República, por distintos partidos políticos que logran los votos suficientes para que sus candidatos propuestos sean electos. En la actualidad, la Asamblea Legislativa se integra por representantes de seis partidos.

Esta representación popular más amplia, que la que se expresa en la votación del Poder Ejecutivo o presidencial, hace que se reconozca al Poder Legislativo como el más importante, políticamente, de los tres poderes, porque constitucionalmente ellos se consideran absolutamente iguales entre sí. Es decir, porque en la Asamblea Legislativa hay una mayor representación popular, de más partidos políticos en el ejercicio parlamentario.

La Asamblea Legislativa tiene, además, como función importante ejercer lo que se llama “control político” sobre las autoridades del Estado y del gobierno. El control político se ejerce especialmente por los diputados, que pueden convocar a los funcionarios para que “rindan cuentas”, “den informes” o para ser interrogados por sus actuaciones, con posibilidad de que resultado de esas indagatorias puedan elevarse sus investigaciones a investigación judicial. Las autoridades políticas o de gobierno que se convoquen o llamen a Comisiones legislativas no pueden negarse, pudiendo si fuera del caso ser llevados por la policía. En el caso del Presidente por protocolo y trato especial se le puede interrogar en su Despacho presidencial sin obligarlo a ir a la Asamblea Legislativa.

Este control político pasa constantemente por la crítica pública que se le hace al Presidente, a su gestión y sus funcionarios, lo que no le gusta al Presidente. De allí sus constantes ataques a los diputados y al Poder Legislativo como institución. El control político lo realizan los diputados prácticamente todos los días por una hora en su sesión plenaria.

La Asamblea Legislativa también elige a las autoridades superiores de la Contraloría General de la República, que es un órgano auxiliar de la Asamblea Legislativa, que en sus funciones tiene el control presupuestario de toda la Administración Pública, que puede parar acciones del Poder Ejecutivo en general, lo que tampoco le gusta al presidente Chaves, por lo que quiere eliminar esas potestades de control y de nombramiento de las autoridades de la Contraloría General de la República, para gobernar y administrar el Presupuesto Nacional sin controles institucionales…manejando la plata o el erario público por la libre, prácticamente.

En la elección nacional que se elige a los diputados no se elige a uno solo de ellos como Presidente del Poder Legislativo, como sí sucede con el Poder Ejecutivo, que el electo presidente lo es Presidente del Poder Ejecutivo.

Así, los miembros del Poder Legislativo, los diputados de los distintos partidos, por acuerdo entre ellos, tienen que decidir quién los representará oficialmente como su máximo jerarca, como Presidente del Poder Legislativo, que es un personaje de gran nivel político, porque en caso extremos, de ausencia de los miembros del Poder Ejecutivo, los puede sustituir, como sucedió con Francisco Antonio Pacheco, en la segunda administración de Oscar Arias, en varias oportunidades. Por ello, el Presidente Legislativo debe ser un diputado de altos kilates personales, políticos, morales, por lo que debe ser bien escogido.

Esta decisión se hace cada primero de mayo, cuando inician las labores anuales de la Asamblea Legislativa, que se conocen como Legislaturas.

Los miembros del Poder Judicial no son de elección popular. Los magistrados, sus autoridades superiores, los nombra la Asamblea Legislativa. Ellos constituyen la Suprema Corte de Justicia, que en su seno nombra su Presidente, su Vicepresidente y su Secretario, sin intervención directa de partidos políticos ni de ciudadanos.

La Suprema Corte de Justicia a su vez nombra los Magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones, que internamente también elige, sin interferencia directa de los otros poderes, ni de una elección popular a sus propio Presidente. El Tribunal Supremo de Elecciones tiene hoy rango y reconocimiento de Poder de la República, con la misma Independencia, Libertad, Autonomía, Soberanía, exclusividad e indelegabilidad de funciones, como los otros poderes públicos.

Las elecciones nacionales eligen presidentes, vicepresidentes y diputados por un período de cuatro años. Esta ha sido una característica dominante en la vida política del país desde el siglo XIX, lo cual es también un valor democrático nacional que distingue a Costa Rica, en su estabilidad institucional.

Estos cuatro años de gobierno se caracterizan por dividirse en cuatro Legislaturas. En el caso actual, la Primera, del 1 de mayo del 2022 al 30 de abril del 2023, la Segunda, del 1 de mayo del 2023 al 30 de abril del 2024; la Tercera, del 1 de mayo de 2024 al 30 de abril del 2025, que es la que está terminando, y la Cuarta, del próximo 1 de mayo, de este año 2025 hasta el 30 de abril del 2026, cuando termina oficialmente sus labores la Asamblea Legislativa, para dar paso a la nueva que se nombre en febrero del 2026 y asume su ejercicio el 1 de mayo del 2026.

La escogencia de quienes dirigen la Asamblea Legislativa, en cada Legislatura, es potestad decisoria de los diputados. Escogen su Presidente, su Vicepresidentes, sus Secretarios y Prosecretarios, que generalmente son diputados de distintos partidos, porque así lo acuerdan.

En el actual gobierno, para las tres primeras Legislaturas ha sido nombrado Presidente de la Asamblea Legislativa el diputado Rodrigo Arias Sánchez. Así se ha decidido por los diputados, como resultado de negociaciones propias de los partidos políticos, y sus diputados, que están representados en la Asamblea Legislativa.

Para nombrar al Presidente legislativo se necesitan 29 votos de los 57 que representan la totalidad de los diputados.

Rodrigo Arias Sánchez, de los diputados actuales, es quizá el que más experiencia política ha tenido. Empresario y abogado de profesión le ha permitido conocer muy bien el mundo político e institucional del país.

Regidor, que ha sido, diputado y Ministro de la Presidencia, le ha formado como un gran conocedor del mundo político, empresarial, financiero, económico, y social nacional.

Como Ministro de la Presidencia que fue en dos ocasiones, 1986-1990 y 2006-2010, le formaron mejor en entender las relaciones de los podres públicos, porque el Ministro de la Presidencia, de cada gobierno, es el que debe manejar, negociar y representar, ante los distintos poderes públicos y ante los distintos sectores de la sociedad costarricense, los intereses y políticas del Poder Ejecutivo.

Como Presidente de la Asamblea Legislativa le ha tocado vivir una relación de atropello, de intimidación, de agresión, de desvalorización, de desprestigio que se ha lanzado, con toda la fuerza, contra este Poder de la República y contra sus diputados en general, cuando no de manera directa contra bastantes diputados por parte del Presidente de la República, situación que nunca se había dado.

De todos los diputados, el que mejor ha defendido a la Asamblea Legislativa de los ataques que le profiere el presidente Chaves es Rodrigo Arias Sánchez, en su condición de Presidente Legislativo. La defensa de Rodrigo Arias es de la Asamblea como institución, como Poder de la República independientes y es la mejor defensa que ha tenido los diputados de su condición representantes populares. Por eso también es que el presiente Chaves está contra la posible y eventual elección de Rodrigo Chaves como Presidente legislativo, porque el presidente Chaves no acepta opositores políticos, no acepta en su condición de iguales a los otros presidentes de los poderes públicos.

De la misma manera, de la forma más soez, grosera, irrespetuosa, ofensiva, de manera denigrante, el presidente de la República se ha lanzado contra la persona de Rodrigo Arias Sánchez, en su condición de persona, de ser humano y de Presidente de la Asamblea Legislativa.

En su agresión a Rodrigo Arias Sánchez el Presidente ha violado la independencia, la soberanía, la autonomía que la Asamblea Legislativa tiene, al intervenir directa y públicamente pidiéndoles a los diputados que el próximo primero de mayo NO VOTEN por Rodrigo Arias Sánchez para la presidencia de la Asamblea Legislativa. Se ha inmiscuido, ha tomado parte sin tener autoridad para ello, en los asuntos internos de los diputados y sus partidos. Los ha amenazado directamente de que si proceden votando por Rodrigo Arias tomará represalias contra los diputados y contra la Asamblea Legislativa. Ha intervenido al interior de los partidos políticos y sus fracciones parlamentarias tratando de dividirlos para que le ofrezcan resistencia electoral y política a la postulación que pueda tener Rodrigo Arias Sánchez para la presidencia legislativa.

El presidente Chaves ha metido caballitos de Troya, en algunos de los partidos políticos y fracciones parlamentarias, con la intención de “tener” sus propias “candidaturas” en la lucha que quiere ocasionar para la escogencia del próximo Presidente de la Asamblea Legislativa.

En el Partido Unidad Social Cristiana, y en el propio Liberación Nacional, el Presidente de la República ha logrado permearlos, ha logrado que en esos partidos “aparezcan” candidatos. En un caso aduciendo la necesidad y la importancia que una mujer pueda ser la Presidenta Legislativa, como parte de las políticas nacionales de género, que de paso la Guarida de Zapote no respeta, utilizando a esa diputada en sus legítimas aspiraciones que podría tener pero moviéndola más por las bajas pasiones políticas que se agitan en las peroratas presidenciales. En esta ocasión no está en discusión un tema de igualdad de género para la presidencia legislativa. Quien así lo quiera ver le hace el juego a la división parlamentaria y se pone al servicio, casi de alfombra de la Casa Presidencial., de la guarida del Jaguar. O, con el discurso de “darle oportunidad” a otro diputado de que dirija o presida el Poder legislativo, como un acto de “democracia”. En el caso de Liberación Nacional, estimulando, de la misma manera bajas pasiones dentro de ese partido y dentro de esa fracción, tratando de dividirlos.

Estos dos partidos, Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana son los que con más saña el presidente Chaves ha atacado, porque ha sido los partidos más gobernantes del país, de los 19 gobiernos que ha habido desde 1953, estos dos partidos los han ejercido 16 veces. Los ha llamado dictadores y tiranos que han gobernado solo para sus amigos y grupos corruptos, y le ha echado la culpa de todos los males nacionales. ¿Qué confianza pueden tenerle los diputados de estos dos partidos al presidente Chaves si los mantiene en la mira de sus ataques? ¿Acaso no se han dado cuenta que el discurso político, de beligerancia política que tiene Chaves, para las próximas elecciones es llamando a la gente a no votar por estos dos partidos principalmente? ¿No tienen claro que cuando Chaves llama a que en la próxima Asamblea Legislativa haya 40 diputados nuevos, distintos, se refiere a que no haya diputados de estos dos partidos?

Los elementos que en Liberación Nacional y en la Unidad Social Cristiana no entiendan ese discurso, y promuevan candidatos propios contrarios a la postulación de Rodrigo Arias, le está provocando un gran daño a la institucionalidad y a la democracia nacional.

El Frente Amplio y el grupo de Eli Feinzaig harían muy mal si deciden no votar por Rodrigo Arias. El próximo primero de mayo NO se está decidiendo en la Asamblea Legislativa el futuro de Rodrigo Arias. Se está decidiendo el futuro de Costa Rica, de su institucionalidad, de su democracia, de la estabilidad política nacional. Esto es lo que está en juego con los desplantes autoritarios y despóticos de Rodrigo Chaves en Zapote contra los poderes públicos. El Frente Amplio y los diputados de Eli Feinzaig, y los llamados diputados independientes deben hacer frente común con la candidatura de Rodrigo Arias. Es también lo que más les conviene a ellos. Los ataques, las burlas y los bajonazos de piso del presidente Chaves a los diputados del Frente Amplio y a los de Eli Feinzaig son credenciales para enfrentar cómo debe ser, desde la Asamblea Legislativa, el desgobierno que impulsa el Presidente Chaves en estos últimos meses de su desastre de gobierno.

La amenaza más tonta e idiota del presidente Chaves contra los diputados es advertirlos que si nombran Presidente de la Asamblea Legislativa a Rodrigo Arias NO NOMBRARA MINISTRO DE LA PRESIDENCIA. ¿Para qué sirve y a quien le sirve el Ministro de la Presidencia?

La Asamblea Legislativa, en cada una de sus cuatro legislaturas trabaja en Sesiones Ordinarias y Extraordinarias, en un total de seis meses cada una. Es decir, de los doce meses de cada Legislatura la Asamblea TRABAJA SEIS MESES, de manera exclusiva, única, que no puede alterar, SOLAMENTE PARA ATENDER, en las Sesiones Extraordinarias, LOS PROYECTOS DE LEY QUE LE ENVIE EL PODER EJECUTIVO, es decir, EL PRESIDENTE para su trámite. Si el Presidente no envía Proyectos de Ley, los diputados en esas Sesiones Extraordinarias no pueden sesionar, no pueden reunirse a tramitar Proyectos de Ley, porque la Agenda de estas Sesiones Extraordinarias la hace el Presidente o el Poder Ejecutivo.

Para eso es que se necesita un buen Ministro de la Presidencia, para que negocie con los diputados, con los partidos políticos en la Asamblea Legislativa, los Proyectos de Ley que envía el Poder Ejecutivo. Si no hay Ministro de la Presidencia, ¿quién los va a negociar? ¿El Presidente insultando a los diputados?

La amenaza del Presidente solo muestra su falta de entendimiento político, su falta de cerebro y de inteligencia emocional política, sino que a pocos meses de dejar el gobierno, a nueve meses de las próximas elecciones, no tiene nada en sus manos como grandes proyectos políticos, como acciones políticas legislativas, que le contribuyan a buscar votos para sus partidos jaguares o para él mismo si se tira al ruedo en julio próximo para buscar una diputación.

Si el Presidente está enojado y furioso con la Asamblea Legislativa, con los partidos y los diputados que la integran; si está enojado con Rodrigo Arias Sánchez, por sus apellidos, por su partido y por ser el mejor vocero parlamentario a sus diatribas y peroratas, y el mejor representante parlamentario en defensa de la institucionalidad y la democracia nacional, y por ser el Presidente Legislativo que lo recibiría, con respeto como él lo hace, lo que debe hacer el presidente Chaves es NO PRESENTARSE A LEER el Informe Anual, que constitucionalmente está obligado a hacer y entregar el primero de mayo.

Está obligado a enviarlo NO a leerlo. Tradicionalmente se ha hecho un acto público, político, de recepción de ese Informe, en el cual el presidente, acompañado de sus ministros, se presenta a leer ese Informe, en una ceremonia muy protocolaria.

Si NO se presenta personalmente, el Informe enviado de la gestión de gobierno, lo leería el Secretario de la Asamblea Legislativa en la fecha señalada para ello, el viernes dos de mayo. La Constitución Política estaría cumplida y el presidente Chaves feliz de no haberse presentado hipócritamente sonriente, y amigable, ante los diputados.

Los ministros están igualmente obligados a entregar un Informe anual de sus labores, en los primeros quince días de mayo. Esos Informes de ministros NUNCA se han leído como se hace con el del presidente. Tan solo se presentan. Los diputados tampoco los leen porque nunca se les da tiempo de análisis y discusión, entre los diputados, como se hace con el Informe presidencial, al que se le dedican tres sesiones parlamentarias para que se hable a favor o en contra de ese Informe. Si el presidente Chaves sigue sin nombrar Ministro de la Presidencia, seguirá sin que nadie le acepte el cargo, que puede ser el problema que tiene; sigue sin poder negociar sus proyectos de ley e iniciativas ejecutivas en la Asamblea Legislativa y, seguirá mostrando que no tiene nada en sus manos para dirigir el país; que seguimos sin brújula, sin sextante, sin astrolabio, sin velas y sin rumbo.