Desde la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva y el colectivo de Concentración de Comunicación Social se le invita al Taller para organizaciones sociales “Comunicación Estratégica para la Ciudadanía Organizada”.
Se llevará a cabo el sábado 27 de julio del 2024 de 8:30 am a 11:30 am, en el aula 101 de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva en la Facultad de Ciencias Sociales, Ciudad de la Investigación.
La inscripción es gratuita y pueden solicitar más información al teléfono 8335 3070.
El martes 01 de diciembre de 2020 se llevó a cabo la Conferencia: DEMOCRACIA EN DIGITAL: Facebook, Comunicación, y Política en Costa Rica, a cargo de la Dra. Carolina Carazo Barrantes, investigadora del Centro de Investigación en Comunicación de la Universidad de Costa Rica -CICOM-UCR y académica de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva-UCR.
En este espacio organizado por el Tribunal de Honor y Ética del Colegio de Periodistas de Costa Rica, el CICOM-UCR, el Ideario Costa Rica Bicentenaria Diálogo Nacional y el Programa Participación Ciudadana de la Asamblea Legislativa, se hizo referencia al contenido del libro (Democracia en Digital) publicado por CICOM-UCR, que es el resultado de un proyecto interdisciplinario de investigación entre personas de distintas unidades académicas, universidades y países realizado entre 2017 y 2019.
El Presidente del Tribunal de Honor y Ética (COLPER), P.h.D. Efraín Cavallini Acuña, indicó que dar a conocer este trabajo es muy pertinente, porque dicho proyecto es el resultado de un trabajo académico con alto rigor científico, que como indican sus autores, fungió como una incubadora de ideas provenientes de varias disciplinas. Por ello, el espacio permitió exponer el papel político de las redes sociales en Costa Rica durante los últimos años. Se suministraron datos elaborados producto de una investigación mixta y transdisciplinaria, sobre el significado político de Facebook como medio y plataforma de comunicación en Costa Rica.
El P.h.D Guillermo Acuña González, Académico de la Universidad Nacional, manifestó que el trabajo es un aporte necesario en un contexto donde los procesos democráticos experimentan cambios intensos: “Es simbólico presentar este ejercicio de investigación amplio en un momento como hoy, que se celebra en Costa Rica por primera vez a nivel formal una fecha importante como es la abolición de la institución del ejército, que tuvo mucho que ver en los procesos democráticos en Costa Rica en los años y décadas siguientes”.
Acuña, acotó que este es un estudio pionero en un momento en que las redes sociales se ha convertido en el estrado público y que han sustituido los espacios por donde las discusiones públicas se han venido dando para los temas esenciales.
El Presidente de la Junta Directiva del COLPER, Lic. Belisario Solano Solano, manifestó que el libro Democracia Digital pone en su verdadera dimensión que, todos los actores políticos tienen que replantearse el rol que se juegan en la democracia y la forma en que hay que enfrentar los procesos políticos en la actualidad donde las redes sociales y la digitalización llegaron para quedarse.
La investigadora Carazo indicó, que el resultado de la investigación contempló tanto lo urgente como lo trascendente, al enfocarse en el análisis específico de la elección presidencial de 2018, en donde se analiza una coyuntura que permite comprender de manera inmediata el papel de las redes sociales en la formación de esfera pública. Al comparar eventos políticos importantes con momentos de vida postelectoral, la investigación publicada también produce información para pensar las implicaciones de más largo plazo que tiene Facebook para el estado de la democracia en Costa Rica.
Se hizo del conocimiento de la audiencia que el libro producido y publicado el 2 de setiembre de 2020, fue organizado en dos partes, consta de 12 capítulos para un total de 314 páginas. La primera parte examina tendencias generales de consumo de noticias en Facebook en Costa Rica y la segunda se enfoca en el caso de las elecciones presidenciales de 2018 (vista desde Facebook). De ese modo, se buscó potenciar un análisis de lo longitudinal y lo específico, lo cotidiano y lo extraordinario. A su vez, cada una de esas dos partes está compuesta de cuatro capítulos empíricos y un comentario interpretativo escrito por colaboradores externos del proyecto.
Según los autores (Democracia en Digital) el libro es una reflexión sobre las lecciones para pensar la comunicación política contemporáneas. Entre estas, la brecha noticiosa entre el tipo de noticias que prefieren periodistas y audiencias, el peso de los eventos mediáticos en la comunicación política y la interacción entre las agendas alrededor de las cuales se definen temas de interés público.
Como lo indicó Silvio Waisbord en el epílogo, (Lecciones para la investigación en comunicación política) este escrito sitúa los resultados en una tensión doble entre su valor para entender el caso costarricense y su aporte para revisitar asuntos clásicos de la comunicación política.
Carolina Carazo, como investigadora de CICOM-UCR, apuntó que el libro presentado al país en setiembre de este año y puesto en perspectiva en la conferencia organizada por el Tribunal de Honor y Ética en el marco del Ideario Costa Rica Bicentenaria Diálogo Nacional, no solamente ayuda a entender lo ocurrido en Costa Rica, sino también poder comprender preguntas claves en la investigación contemporánea: el poder de los medios de imponer agenda de temas, el rol de Facebook en mediatizar la comunicación pública y las características de los intereses periodísticos y públicos en la noticia.
La investigación publicada en el libro Democracia en Digital, ofrece una descripción acabada y un análisis cuidadoso de una serie de fenómenos que convergieron en la campaña electoral.
El diálogo con la población ngäbe es solicitado por la Asamblea Legislativa a la UCR a fin de llevar a cabo un proceso de consulta popular
A solicitud de la Asamblea Legislativa, la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica (ECCC-UCR) está realizando un proceso de consulta popular a la comunidad transfronteriza Ngäbe-Buglé (compuesta por cerca de 3 000 habitantes en el distrito de Sixaola) sobre el proyecto Ley de Protección del Derecho a la Nacionalidad de la Persona Indígena y Garantía de Integración de la Persona Indígena Transfronteriza, expediente N° 20.554.
El Primer Poder de la República pidió el apoyo de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, específicamente a su énfasis de Comunicación Social.
Tras un viaje corto que no supera las cinco horas desde San José, es fácil acercarse a la línea fronteriza. Apenas un puente que se cruza con tan solo elevar la mirada divide a Costa Rica y Panamá, es allí donde parte de la comunidad milenaria de los Ngäbe-Buglé habita. Para ellos las fronteras son un hecho reciente.
Durante todos sus años de escuela y colegio, los Ngäbe-Buglé cantaron el Himno Nacional de Costa Rica, pero no son portadores de la nacionalidad. Es incluso irónico preguntarles si son costarricenses, pues muy pocos lo son formalmente. Esta es una realidad que evidencia exclusión y que hereda dolor.
Para evitar la exclusión, los padres de Eusebio, de apellido Julián, le prohibieron hablar la lengua gnäbere, tradicionalmente conocida como guaymí, por eso, nunca la aprendió. Él, quien es actualmente asesor cultural de la comunidad y destacado en el Centro de Orientación Indígena (COI) de Sixaola, perdió su lengua, la cual ahora siendo adulto trata de recuperar.
El único documento que acredita su existencia es un carné de permiso de trabajo –ya vencido–, que lo tramitó su expatrono y que le supuso además un costo de $30, un precio elevado para una comunidad pobre que a ojos vistas se le deshacen los zapatos al caminar.
Como Eusebio existen miles de personas en la zona, quienes se debaten entre el ser y no ser costarricense, una condición que les limita el acceso a los derechos básicos de salud, educación y trabajo.
Un proyecto de ley para cedular a los ngäbes
El pasado 1.º de diciembre del 2018, un grupo de cerca de 40 estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, de la Universidad de Costa Rica, ejecutó un total de seis talleres simultáneos, distribuidos en cuatro centros educativos.
La logística enorme del trabajo tenía por objetivo presentar a la comunidad indígena el proyecto de ley N° 20.554 que permitiría regularizar la situación de estos costarricenses sin nacionalidad.
Ese sábado se ejecutó uno de los pasos más relevantes en el proceso de consulta popular. El trabajo –impulsado desde distintos frentes políticos y ejecutado por la Escuela de Comunicación de la UCR– tiene la relevancia de marcar un procedimiento en una tarea que fortalece la democracia.
A partir de las trece horas de ese día, y con un caminar sin prisa, cientos de personas convocadas por sus líderes comunales se acercaron a las escuelas de Sixaola, la Palma, Daytonia y Margarita, para conocer sobre la propuesta legislativa.
En las aulas, el grupo de estudiantes de Comunicación, debidamente preparados, presentó artículo por artículo el proyecto de ley. Antes del inicio de los talleres, los líderes ngäbe fueron quienes introdujeron la dinámica y presentaron los objetivos.
Costa Rica como país firmante desde 1992 del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se comprometió a ofrecer “a los pueblos considerados indígenas, por el hecho de descender de poblaciones que habitaban en el país o en una región geográfica a la que pertenece el país en la época de la conquista o la colonización o del establecimiento de las actuales fronteras estatales y cualquiera que sea su situación jurídica, todas sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas”.
Pese a lo anterior, se ha avanzado poco en la cedulación de los ngäbe. De 1998 al 2002, un periodo tipo amnistía trató de regular la situación de la comunidad, pero pocos lograron sumarse. Posteriormente, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) intervino en la zona, organizó a la comunidad y dejó bases de trabajo. Hoy, la Universidad de Costa Rica es la institución que está dando seguimiento.
Sin embargo, incluso luego de ese proceso de décadas, si hoy a un ngäbe se le atiende por una enfermedad de emergencia en la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), no se podrá darle seguimiento en una cita posterior, por no tener cédula; lo mismo ocurre si deben parir, si deben aplicar por un puesto de trabajo o si deben inscribirse como estudiantes. La institucionalidad como un todo no ha sabido reconocerlos, por siglos Costa Rica los ha excluido y sigue haciéndolo.
El profesor Miguel Regueyra Edelman, coordinador del énfasis de Comunicación Social en la Escuela de Comunicación de la UCR, revela que hay testimonios de algunas mujeres a quienes –a punto de parir (con menos de ocho centímetros de dilatación)– se les negó la atención en los centros de salud, y se les subió una ambulancia para irlas a dejar al puente que separa a Costa Rica de Panamá. Un hecho que, sin embargo, ya no volverá a suceder.
La comunidad está informada que desde hace un mes y medio, aproximadamente, la CCSS modificó sus políticas de atención a la comunidad.
El profesor Regueyra destaca la relevancia de liderar el proceso de consulta, aunque esta no sea vinculante, como una oportunidad de incidir desde la academia en un proceso vivo que tiene como fin llevar la voz clara y contundente de la comunidad afectada hasta las curules de los diputados que tomarán la decisión sobre ellos.
La Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa, encabezada por el diputado Enrique Sánchez Carballo, es la última encargada de llevar a buen puerto el proyecto de ley 20.554, el cual finalmente le otorgaría la nacionalidad costarricense a esta comunidad transfronteriza.
Varios años de conocernos
El proceso que llevó a esta primera consulta popular indígena se viene trabajando años atrás y ha conquistado los corazones de estudiantes universitarios que, generación tras generación, se comprometen a realizar acción social en la comunidad.
Esta vez, además, se realizó una reunión entre mujeres ngäbe, en la que ellas hablaron de la necesidad de volver a vestir sus ropas, de tejer sus bolsos y volver a hablar su lengua.
Una generación completa perdió siglos de historia y conocimiento cultural, por la urgencia de estandarizarse, a raíz de la exclusión que sufren en su cotidianidad; pero hoy ellas quieren rescatarlo. Para ello, la docente e investigadora, Yanet Martínez Toledo de la Escuela de Comunicación de la UCR, trabaja en facilitar el espacio para que ellas puedan proceder con el rescate de sus prácticas ancestrales.
Tareas para volver a saber cómo hacer chakeras (bolsos tejidos) y chaquiras (collares), recuperar su comida tradicional y hacer la costura de sus vestidos quedaron en la lista de la agenda de trabajo.
Hace un año la estudiante Karina Elizondo Soto visitó por primera vez la zona, en el marco del mismo proyecto, esta vez regresa para consolidar una de las etapas más importantes: las sesiones informativas sobre el proyecto de ley.
Como ella, también hay estudiantes voluntarios de otras carreras, futuros químicos, informáticos y sobre todo comunicadores sociales siguen allí, en la línea fronteriza tratando de guiar un proceso para que los pueblos logren incidir su realidad social y en la vida política de Costa Rica.
La Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se pronunció este 09 de agosto sobre el tipo de cobertura y tratamiento periodístico desarrollado por los medios de comunicación al abordar los casos de femicidio en el país.
La unidad académica reiteró su compromiso con la promoción de un ejercicio periodístico responsable, al tiempo que hizo un llamado para que la prensa ejerza la libertad de expresión desde un marco ético y respetuoso de los derechos humanos.
Pronunciamiento completo:
Las últimas 72 horas han sido tristes e impactantes para nuestro país. El femicidio de María Trinidad Mathus Tenorio, mexicana y turista se suma a la larga lista de 16 femicidios perpetrados en lo que va del año. Estas mujeres fueron asesinadas por el hecho de ser mujeres, tanto a manos de sus ex parejas y parejas como por desconocidos.
En un contexto de violencia y repudio nacional ante estos hechos, Diario Extra, en su edición del día martes 7 de agosto de 2018, publicó en su portada una fotografía póstuma de María Trinidad resaltando la violencia de los hechos sin enfocarse en quién era ella como persona. Se evidencia así un irrespeto no solo a su vida sino a la vida de todas las mujeres en nuestro país.
Como Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, promovemos un ejercicio profesional de la comunicación que sea responsable y respetuoso de los derechos humanos de todas las personas en la cobertura mediática y especialmente en las noticias asociadas a la violencia contra las mujeres.
Como centro de educación superior, formador de profesionales en comunicación, fomentamos y apoyamos el ejercicio de la libertad de expresión desde los medios de comunicación, pero también hacemos un llamado para que esta libertad se ejerza en un marco ético y de respeto a los derechos humanos.
Los medios son un referente de aprendizaje y representación para las personas; pueden generar efectos fundamentales sobre la autoimagen, el autoconcepto y otras conductas.
Condenamos los tipos de cobertura que atentan contra la dignidad humana, contra la irrepetibilidad y el sentido único que representa cada ser humano. Este tipo de cobertura es una forma brutal de hacer comunicación que evidencia el desprecio a la vida y a la muerte de las mujeres.
A todos los medios del país y profesionales de la comunicación les hacemos un llamado a la autocontención responsable que acate los principios esenciales de la vida y el respeto a la dignidad humana.
Proponemos e invitamos al diálogo entre profesionales de la comunicación para configurar nuevos modelos de hacer comunicación y superar estas formas de tratamiento informativo.
Como una iniciativa de la FEUCR y de estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR, se elaboró dos videos en los cuales se expresa la preocupación existente por dos temas de importante trascendencia. El primero de ellos es acerca del negocio de la piña, el cual provoca destrucción ambiental y violación a los derechos laborales; el segundo habla sobre ¿por qué limitan los datos celulares al mes?
Cicom organizará actividad por primera vez en Centroamérica
Andrea Marín Castro,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
El XIV Congreso de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) se realizará en la Universidad de Costa Rica en el año 2018.
El Centro de Investigación en Comunicación (Cicom) de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectica (ECCC), será el anfitrión de esta cita regional que tendrá como lema la Comunicación en sociedades diversas: horizontes de inclusión, equidad y democracia.
La designación se hizo en el último congreso que se llevó a cabo a principios de octubre en México y fue aprobada por unanimidad y aclamación por la Asamblea General de ALAIC.
Entre los aspectos que se destacaron para la elección fue que gustó mucho la conceptualización que se presentó, ya que implica retos desde la comunicación y hace una radiografía de la situación de Centroamérica y el Caribe y de toda Latinoamérica.
Además primó el hecho que la UCR ocupa puestos importantes en los distintos rankings regionales y mundiales en diferentes áreas, especialmente en investigación.
“Asumimos este reto porque esto es posicionar al Cicom, a la Escuela y al Posgrado en Comunicación en la palestra internacional, es salir de nosotros mismos para mostrarnos al mundo, mostrar las cualidades que tenemos como academia. Estamos preparados para hacerlo. ¿Qué significa que ALAIC hubiese vuelto los ojos hacía nosotros. Significa que han pensado en Costa Rica más que en un país turístico, han pensado en un país que tiene capacidad académica para hacerse cargo de esto”, señaló la Dra. Patricia Vega Jiménez, directora del Cicom.
Además recalcó que el 2018 será una fecha especial pues la ECCC estará cumpliendo 50 años de existencia y ALAIC 40, por lo que será doble la celebración.
La Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación cuenta con más de 3000 personas afiliadas y desde su creación organiza cada dos años un congreso internacional, que se caracteriza por la calidad académica. Muchas de las políticas públicas en materia de comunicación o avances en distintas áreas surgen de los congresos de ALAIC.
Con la designación de Costa Rica como anfitrión del congreso en el 2018 será la primera vez que esta actividad se organice en Centroamérica.
Profesor Escuela Ciencias de la Comunicación Colectiva
Daniel Salom, estudiante de Meteorología de la UCR, metió sus manos para apoyar al grupo de hombres y mujeres bribris y cabécares que por quinto año consecutivo retoman su tradición ancestral de la “jala de la piedra” durante el festival cultural de Amubri.
A lo largo de más de un kilómetro por una calle lastreada y mediante una estructura de troncos, se traslada la piedra que será custodiada en el centro de la comunidad para transmitir el conocimiento y facilitar la preparación de alimentos, según la cosmovisión indígena.
Este estudiante del curso de Comunicación para otras Carreras, junto a otros 18 compañeros, se unieron a las actividades organizadas por la comunidad con el apoyo del Trabajo Comunal Universitario “Grupos Organizados y Comunicación para el Cambio Social” de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, que fortalece las capacidades radiofónicas y de los fondos “Puntos de Cultura” del Ministerio de Cultura y Juventud.
El festival cultural convocó a jóvenes y adultos de los pueblos indígenas Cabécar y Bribri que conviven en este territorio, ubicado en el cantón de Talamanca, Limón.
Durante tres días, familias vecinas montaron puestos de comida, jóvenes de comunidades cercanas organizaron actividades deportivas y colegiales trajeron sus bandas con el fin de apoyar la recaudación de fondos para el mantenimiento de la radioemisora La Voz de Talamanca.
La presencia de estudiantes UCR fortaleció el diálogo con estas comunidades mediante la documentación de sus prácticas culturales y habilidades comunicativas expresadas en bailes, cantos, gastronomía, organización política y capacidades radiofónicas que potencian la difusión de sus historias de vida en sus propios idiomas.
Por medio de una carta de entendimiento, la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) de la Universidad de Costa Rica y la Defensoría de los Habitantes, acordaron impulsar el intercambio de conocimiento y búsqueda de espacios para promover y defender los derechos humanos.
Así mismo, este esfuerzo pretende crear acciones conjuntas para lograr una sociedad con mejores herramientas de comunicación y con un claro empeño de democratizar el acceso a la información.
La Dra. Lidieth Garro Rojas, directora de la ECCC manifestó que el acuerdo abre múltiples espacios de convergencia y de trabajo enriquecedores entre ambas instituciones, lo que dará como resultado el desarrollo de proyectos en distintas áreas.
“En el área de derecho a la comunicación y derecho a la información tenemos muchísimo en lo que podemos trabajar en conjunto. También tenemos mucho que aprender de la Defensoría en lo que tiene que ver con trabajo en comunidades y grupos”, expresó Garro.
Por su parte, la Mag. Montserrat Solano Carboni, Defensora de los Habitantes destacó que el tema de derechos humanos necesariamente pasa por un tema de comunicación.
“La primera línea de defensa en materia de derechos humanos es la toma de conciencia por parte de las personas y por supuesto esta alianza nos permitirá avanzar en esa primera línea que es fundamental, particularmente con poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad”, subrayó.
También resaltó que el objetivo común es el avance social a partir de la comunicación y tener una comunicación más respetuosa de la dignidad de las personas.
La carta de entendimiento se firmó este miércoles 14 de octubre, en el Decanato de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, en la que estuvieron presentes representantes de la ECCC y de la Defensoría de los Habitantes.
La autocensura y la intolerancia ante la crítica y el humor que ejercen los comunicadores y artistas en los medios de comunicación y en redes sociales son fenómenos que han emergido en el actual contexto global y que ponen en peligro la libertad de expresión.
Destacados caricaturistas, periodistas y artistas debatieron acerca del significado de la libertad de expresión, en una mesa redonda organizada por el Centro de Investigación en Comunicación (Cicom) y la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva (ECCC) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Como invitado especial participó el dibujante francés Julien Berjeaut, conocido como JUL, quien ha sido colaborador de la revista Charlie Hebdo, que el 7 de enero del presente año sufrió un ataque terrorista y murieron 12 personas, entre éstas reconocidos caricaturistas y otros trabajadores de este medio de comunicación de corte satírico.
Asimismo, expusieron el artista y chef Miguel Casafont, el caricaturista Carlos Arroyo González, el periodista Álvaro Murillo y como moderador el profesor de la ECCC, Dr. Néfer Muñoz.
JUL vino a Centroamérica a participar en una mesa redonda sobre la libertad de expresión organizada en homenaje a Charlie Hebdo, en el marco del festival Centroamérica cuenta, que se realizó en Nicaragua recientemente. No obstante, el Gobierno nicaragüense le negó el ingreso al país.
Según el caricaturista, en el actual mundo interconectado los dibujantes se enfrentan a la pérdida de contexto cultural a la hora de publicar un trabajo en algún medio de comunicación, debido a que les es imposible prever quienes son los destinatarios y quienes pueden sentirse afectados con la publicación.
“El gran problema, que es nuevo, es que no existe el contexto después de la matanza de Charlie Hebdo. Ahora estamos en la época de Internet. Cuando se escribe o dibuja cualquier cosa uno no sabe quién lo va a leer”, expresó.
Siempre ha existido una complicidad, un contexto entre un dibujante y los lectores, explicó JUL. Hasta hace muy poco tiempo, los dibujos eran publicados en periódicos determinados y para lectores que los compraban. «Hay lectores que saben quién es uno y qué dibujo hizo uno anteriormente. Ellos tienen elementos del contexto. Y cuando uno hace un dibujo hay que tener presente eso. Un mismo dibujo publicado en Charlie Hebdo, en Le Figaro o en Facebook no es el mismo. Yo soy el mismo autor, pero los lectores de esos medios no son los mismos. Cada persona tiene su propia historia y no se puede anticipar lo que va a pasar. Con Internet es imposible prever, porque todo es desconocido», manifestó.
En ese sentido, él considera que hoy no hay amenazas precisas de personas o de grupos a los que no les gusta una caricatura. “Es muy difícil saber qué significa la libertad de expresión a nivel mundial, para toda la humanidad, todas las civilizaciones, valores y culturas”, indicó.
La autocensura es el principal riesgo ante esta nueva situación, porque “si uno dibuja determinada cosa no sabe cuál irá a ser la reacción en Nueva Guinea o en algún otro lugar. Es imposible prever esto, es algo que no se puede controlar y no tengo la solución”, aseguró.
La sociedad francesa está dividida entre los que piensan que todo se puede decir y los que opinan que hay límites a la libertad de expresión. No obstante, señaló, esta segunda postura se debe a que las personas que así piensan tienen temor, pero no lo expresan.
“La autocensura es legítima, es legítimo decir voy a autocensurarme, uno debe tener libertad de tomar decisiones y no se deben hacer juicios al respecto. Lo importante es no inventar razones para explicarla o esconderla, hay que ser honesto y tener conciencia de ello. Es una forma de asumirla”, opinó el caricaturista francés.
La intolerancia en las redes
De acuerdo con los expositores, las redes sociales visibilizan las opiniones de personas o grupos intolerantes, que no solo expresan sus puntos de vista, sino más grave aún, que incitan a la intolerancia.
Álvaro Murillo, quien escribe para los periódicos La Nación y El País de España, puso en duda de que en Costa Rica se respete la libertad de expresión y expuso un caso reciente acerca de un artículo que él escribió sobre el ex ministro de la Presidencia y las reacciones a sus características físicas. La publicación generó muchas críticas e incluso se crearon plataformas para que lo despidieran del trabajo.
“Ahora es más fácil ver en las plataformas en Internet cuán intolerantes somos en Costa Rica y cuánta violencia estamos dispuestos a usar para responder a una expresión considerada irrespetuosa, falsa o salida de tono”, afirmó Murillo.
En su criterio, en la actualidad existen mayores condiciones para visibilizar las opiniones intolerantes. “¿Ante un irrespeto corresponde un despido?”, se preguntó el periodista.
Miguel Casafont coincidió con Murillo en que las redes sociales son un espacio propicio para manifestaciones de intolerancia. Dijo que él fue víctima de la censura en estas plataformas, debido a que le fue cerrado su perfil a causa de la crítica que realiza como artista. “La censura en el arte es lo más terrible que le puede suceder a un artista, que no lo dejen a uno expresarse”, manifestó.
Esta censura a sus opiniones y a su trabajo artístico no es la primera vez que se le aplica, ya que hace 28 años vivió también una experiencia en una exhibición de arte costarricense.
El periodista y profesor de la UCR, Lic. Eduardo Ulibarri Bilbao, presente entre el público del foro, expresó que la libertad de expresión incluye la expresión de la intolerancia, mas no de la intolerancia como incitación o como un parámetro de la acción política.
“Cuando la intolerancia conduce a un asesinato o a solicitar el despido de un periodista porque llamó ‘gordo’ a un funcionario público, estamos ante una manifestación preocupante”, aseveró Ulibarri.
Por su parte, para Carlos Arroyo lo más importante como caricaturista es ser escuchado, que su mensaje tenga un impacto social y llegue a las personas indicadas. “Yo espero que alguien se quede pensando y reaccione, si no reacciona pienso que mi obra no sirve para nada”, sostuvo.
Arroyo, quien pertenece al grupo de caricaturistas costarricenses La Zarigüey y es profesor en la Escuela de Artes Plásticas de la UCR, compartió con las personas presentes algunas de sus obras, entre ellas una dedicada a los caricaturistas de Charlie Hebdo que murieron en el atentado del 7 de enero pasado, en París.
UCR renueva compromiso con ejercicio de ese derecho fundamental
Rocío Marín González
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Con la inauguración de la Plaza de la Libertad de Expresión, este jueves 21 de mayo, al frente de las instalaciones del Canal UCR y del Semanario Universidad y cerca de las Radioemisoras UCR, la Universidad de Costa Rica (UCR) renueva su compromiso con el ejercicio de la libertad de expresión y recuerda a la comunidad universitaria que es un derecho fundamental que debe protegerse, promocionarse y garantizarse.
Esta iniciativa de la actual administración, busca no solamente integrar el entorno universitario y comunal, sino también rendir tributo a la libertad de expresión, a la que la UCR ha hecho importantes aportes durante sus 75 años de historia.
Según comentó la periodista y abogada, Giselle Boza Solano, coordinadora del Programa de Libertad de Expresión, Derecho a la Información y Opinión Pública (PROLEDI) de la Institución, desde sus múltiples actividades y saberes la Universidad siempre ha trabajado por el fortalecimiento de este derecho fundamental.
Citó como ejemplo, la labor de investigación que ha venido desarrollando en la materia la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva junto con el Centro de Investigación en Comunicación (CICOM), particularmente en torno a las tendencias de la doctrina y la jurisprudencia, emanada tanto de los tribunales nacionales como internacionales.
Asimismo, en el campo de la docencia donde el tema es uno de los ejes articuladores de los planes de estudio, que se ha revitalizado en los últimos años a raíz del debate nacional sobre el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información.
“Desde su fundación el 27 de abril de 2011 –destacó Boza- el PROLEDI también ha venido desarrollando una serie de acciones de investigación, acción social y de incidencia política, enfocando su labor en los derechos a la comunicación de la ciudadanía, entre los cuales se encuentra el ejercicio amplio de la libertad de expresión, para posicionar en el debate público un tema que por años ha estado invisibilizado, como lo es la necesidad de una nueva Ley de Radio y Televisión para Costa Rica”.
Además, ha hecho aportes importantes al derecho de acceso a la información pública y de manera particular a la discusión nacional sobre la migración a la televisión digital abierta. “Pareciera que este es un tema eminentemente tecnológico-técnico, pero se olvida que tiene una enorme incidencia en el ejercicio de la libertad de expresión y el derecho a la información de la ciudadanía”.
A su juicio, con esta plaza, la UCR no solo viene a confirmar ese compromiso con la libertad de expresión, sino a dotar a la comunidad universitaria de un ícono representativo del ejercicio amplio de todas las libertades, ligadas también al principio de autonomía universitaria. “Me parece que es una buena iniciativa, no solo desde el punto de vista estético y artístico, sino como recordatorio para la comunidad universitaria sobre la defensa de estos derechos fundamentales de las personas en toda sociedad democrática”.
Medios de comunicación
Entre los espacios emblemáticos de la UCR en los que se materializa ese respeto a la libertad de expresión están sus medios de comunicación.
El Semanario Universidad fue fundado en setiembre de 1970 y desde 1995 cuenta con una versión en Internet, renovada recientemente. Este medio escrito ha tenido influencia especialmente en temas políticos, sociales y electorales, y sus encuestas y entrevistas tienen un peso importante en la opinión pública y en las agendas de otros medios de comunicación nacionales. Se caracteriza por denunciar problemas económicos y sociales que afectan al país y a la ciudadanía en general y por dar cuenta de algunas noticias del ámbito universitario, del mundo de la cultura y el deporte y del acontecer internacional.
Además, la UCR es la única casa de estudios superior del país que cuenta con tres emisoras en el espacio radioeléctrico: Radio Universidad de Costa Rica (96.7 FM), Radio U (101.9 FM) y Radio 870 UCR (870 AM).
Radio Universidad de Costa Rica salió al aire el 29 de noviembre de 1949, por lo que la emisora crece y se consolida en la segunda mitad del siglo XX. Sus emisoras hermanas surgieron en 1996, Radio U y en el 2009, Radio 870 UCR. Éstas se caracterizan por difundir pensamiento crítico y diverso mediante producciones de calidad que buscan aportar sobre todo a la cultura y a la discusión de los problemas nacionales, a públicos particulares definidos para cada una de las frecuencias.
El Canal UCR fue fundado el 26 de agosto de 1982 y aunque al inicio su señal no llegaba más allá de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio en Montes de Oca, hoy cuenta con sistemas de transmisión más robustos en la televisión abierta. También desde el 2009 su señal puede verse a través de empresas de distribución de cable, tanto en el Área Metropolitana como en San Carlos, Pérez Zeledón y Guanacaste.
El canal transmite 14 horas diarias y produce el 55% de su programación, que se enriquece con producciones y coproducciones en alianza con las universidades costarricenses Estatal a Distancia (UNED) y Nacional de Costa Rica (UNA) y con material comprado a cadenas internacionales como la Deutsche Welle, Discovery, National Geografic y BBC, entre otras. Se trata de una oferta especializada para un público diverso, donde intelectuales, personajes reconocidos y el ciudadano costarricense en general, puede expresarse libremente.