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Etiqueta: Jair Bolsonaro

Desde 1492: el etno-genocidio que no cesa

Imagen: Allan McDonald | Rel UITA

Las noticias suelen relatarse siguiendo un orden cronológico inverso: desde el final hacia el principio, esto es, desde lo más reciente de los hechos hacia sus antecedentes y su contexto. Pero esta vez quizás deberíamos iniciar así: “El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a América con tres naves; tras este ‘descubrimiento’ se desató la invasión europea, y con ella el genocidio más grande en la historia de la humanidad”. Pero, tal vez lo hagamos en otra oportunidad, porque ahora urge informar sobre las durísimas condiciones de supervivencia del pueblo Yanomami en los estados de Roraima y Amazonia, Brasil.

Carlos Amorín

El pasado viernes 20 de enero la plataforma digital Sumaúma, con sede en Altamira, Pará, publicó un artículo cuyo título fue “Diario de guerra. No estamos pudiendo contar los cuerpos1” , ilustrado con desoladoras fotografías de niños y niñas Yanomami desnutridos y enfermos. Las periodistas Ana Maria MachadoTalita Bedinelli y Eliane Brum iniciaron su texto así: “La criatura Yanomami ya había vivido 1.095 días, pero pesaba lo mismo que un bebé recién nacido. Con 3 años apenas alcanzaba los 3,6 kilos”.

Una imagen puede más que mil palabras

Las fotografías son de una crudeza extrema, y evocan testimonios gráficos de hambrunas en otras latitudes, o de los campos de concentración nazis. Este horror generó repercusiones primero a nivel local, y rápidamente las imágenes se viralizaron a nivel global.

Esa misma tarde el presidente Lula anunció que estaría viajando al día siguiente a Boa Vista, capital del estado de Roraima, y el Ministerio de Salud Pública declaró el “estado de emergencia sanitaria” en todo el territorio Yanomami.

Lula llegó a esa ciudad acompañado por diversas autoridades gubernamentales, especialmente por Sonia Guajajara2, ministra de Pueblos Indígenas, y la presidenta de la Fundación de los Pueblos Indígenas, Joênia Wapichana3, ambas recientemente designadas en sus funciones por el nuevo presidente.

En el precario centro de salud local especializado en la atención a los Yanonami, Lula declaró a la prensa que “Más que una crisis humanitaria, lo que vi en Roraima fue un genocidio: un crimen premeditado contra los Yanomami, cometido por un gobierno insensible al sufrimiento«.

Cuando más es más

Las cifras oficiales del MSP establecen 99 infantes de entre 1 y 4 años fallecidos en 2022 como consecuencia de desnutrición, neumonía, diarrea, malaria, contaminación con mercurio provocada por la minería ilegal y otras enfermedades evitables.

No obstante, datos obtenidos por la plataforma Sumaúma mediante la Ley de Acceso a la Información, registran la muerte de 570 niños y niñas Yanomami por esas mismas razones en los últimos cuatro años, periodo en el cual Jair Bolsonaro ocupó la Presidencia.

El Ministerio de Justicia, por su parte, informó que se inició una investigación a cargo de la Policía Federal por posible delito de “genocidio”, al constatarse graves omisiones por parte de funcionarios públicos responsables de la asistencia sanitaria y humanitaria a los Yanomami, así como posible corrupción a gran escala implicando desvío y reventa de medicamentos y alimentos destinados a los indígenas.

“Ordené ayer la apertura de una investigación policial para averiguar si hubo genocidio. Consideramos que hay indicios muy fuertes de negativa a la asistencia nutricional y de salud de esas poblaciones indígenas. Hubo intención», dijo el ministro de Justicia Flavio Dino.

La investigación abarcaría no solo posibles delitos de jerarcas de Salud regionales y nacionales, sino también crímenes de contaminación ambiental y desvío de fondos.

El “otro” ejército de Bolsonaro

Asimismo, Lula da Silva advirtió que se perseguirá a los “garimpeiros4” ilegales que, según estimaciones, serían unos 20 mil en los estados de Roraima y Amazonas, más de dos tercios del total de Yanomami habitando en la región. También anunció “medidas enérgicas” contra la deforestación que se multiplicó enormemente con la protección de Bolsonaro.

El informe “Yanomami Under Attack”, publicado en abril de 2022 por Hutukara Associação Yanomami y Associação Wanasseduume Ye’kwana, con asistencia técnica del Instituto Socioambiental (ISA), hace un balance de la extracción ilegal de oro y otros minerales en esa región.

Se sabe que el problema de la minería ilegal no es nuevo en la Tierra Indígena Yanomami (TIY). Sin embargo, su escala e intensidad crecieron de manera impresionante en los últimos cinco años. Datos de MapBiomas indican que a partir de 2016 la curva de destrucción minera tomó una trayectoria ascendente y, desde entonces, ha ido acumulando tasas cada vez mayores. En los cálculos de la plataforma, de 2016 a 2020 la minería en TIY creció nada menos que un 3.350%, señala el texto.

Dicho informe muestra que en 2018, el área total afectada por los garimpos ilegales era de 1.200 hectáreas. Relevamientos efectuados en diciembre de 2021 comprobaban que esa superficie había crecido a 3.272 hectáreas.

La voz de las víctimas

Para las asociaciones indígenas, el estado de salud crítico que muestran las imágenes compartidas en los últimos días con niños, adultos y ancianos desnutridos, es consecuencia de la combinación de tres factores desencadenados por el garimpo: aumento de los casos de paludismo, falta de acceso a alimentos o agua potable y reducción de los servicios sanitarios.

Según el informe “Yanomami Under Attack”, en el centro de de salud Yanomami de Arathau, cerca del río Parima, “en 2020 se prestaron 11.200 servicios de atención sanitaria, pero en 2021 el número se redujo a 2.800.

Como consecuencia −continúa el informe−, varios pacientes con enfermedades tratables vieron empeorar su estado, y algunos incluso murieron. Es el caso de un chamán de 50 años que murió en la comunidad Macuxi Yano en octubre por no poder recibir atención médica. Y también la situación de dos niños de la casa Xaruna que murieron de malaria en octubre, y un tercer niño de la misma comunidad víctima de malaria y neumonía, en noviembre”.

La plataforma Sumaúma, a través de la Ley de Acceso a la Información (LAI), obtuvo otros datos alarmantes: “Los casos de malaria, enfermedad que se propaga en el territorio con los mineros, pasaron de 2.928 en 2014 a 20.394 en 2021; 46 niños menores de 5 años habían perdido la vida solo en los 5 primeros meses de 2022 por lo que las estadísticas denominan ‘causas evitables’ (falta de tratamiento médico y prevención) y el 52,7% de los niños yanomami menores de 5 años estaban desnutridos”.

La información obtenida por Sumaúma también mostró que desde julio de 2020, los centros de salud que operan dentro del territorio yanomami fueron cerrados 13 veces debido a las acciones de los mineros, dejando a los indígenas sin atención médica.

La falta de asistencia a los pueblos indígenas es la forma más eficaz de matar sin dejar huellas”, concluye Sumaúma.

Como dijimos al inicio, deberíamos comenzar este desarrollo informativo empezando en 1492, pero eso ya lo han hecho otras personas y, algunas, de manera excelente.

No obstante, es necesario debatir hasta qué punto las sociedades no originarias de nuestra querida América han adquirido conciencia de las razones profundas por las cuales las (ahora) minorías étnicas continúan siendo diezmadas por doquier mediante el genocidio5 y el etnocidio6.

Algunos realizaron esta advertencia hace ya muchos años, como por ejemplo la célebre cantante Elis Regina, que en su versión de la mundialmente famosa Aquarela do Brasil contrapone un coro representando un canto indígena como fondo de la idílica imagen que presenta la canción7.

La Rel UITA se compromete a seguir muy de cerca esta situación, y a aportar la mayor información al respecto.


Imagen: Allan McDonald

Foto: Samaúra.com

(Con información de: Sumaúma.com, AFP, France24.com, EFE, Larepublica.co, BBC.com, Nwesletter.ihu, Federico.Tatter Substack, www.ihu.unisinos.br y fuentes propias)Nota del Editor: Agradecemos la valiosa colaboración de Jair Krischke en la elaboración de este informe.

Notas:

1 – https://sumauma.com/nao-estamos-conseguindo-contar-os-corpos/
2 – Originaria de las Tierras Indígenas Arariboia. El término Guajajara hace referencia a su pueblo nativo.
3 – Oriunda del estado de Roraima. El término Wapichana hace referencia a su pueblo nativo.
4 – Mineros, principalmente de oro, en los ríos selváticos que constituyen verdaderas mafias de las florestas.
5- Eliminación física de un pueblo.
6 – Eliminación del “alma” de un pueblo, su arte, su cultura, su lengua, creencias, instituciones, etc.
7 – https://www.youtube.com/watch?v=rvxmF4KS9O4

 

Fuente: http://www.rel-uita.org/brasil/el-etno-genocidio-que-no-cesa/

¿Quién está detrás del intento de golpe de Estado contra la democracia brasileña?

Salim Lamrani
Université de La Réunion

El 8 de enero de 2023 varios miles de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron en las tres principales instituciones democráticas de Brasil. El Congreso, el Tribunal Supremo Federal y el Palacio Presidencia en la Plaza de los Tres Poderes de la capital fueron saqueados durante varias horas en un intento de golpe de Estado. El atentado, meticulosamente planificado, provocó indignación en todo el mundo.

El 30 de octubre de 2022, en ocasión de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, los brasileños dieron su voto al candidato del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva, con una estrecha ventaja sobre el ultraderechista Jair Bolsonaro. Con un total del 50,9%, Lula consiguió dos millones de votos más que su adversario, de un total de 124 millones de votantes. Después de dos legislaturas consecutivas de éxito entre 2003 y 2010 y el 80% de opinión favorable, el antiguo líder obrero vuelve al poder para un nuevo mandato de cuatro años, hasta 2027.[1]

El Presidente Lula debería haber vuelto al Palacio Presidencial en enero de 2019 como candidato favorito de las elecciones de 2018. Pero tras una conspiración orquestada por el fiscal Sergio Moro en el marco del caso de corrupción Lava Jatopara impedir su candidatura, Lula fue condenado arbitrariamente en 2017 a nueve años y seis meses de prisión – aumentados a 12 años en apelación – por corrupción pasiva y lavado de dinero, sin que se presentara ninguna prueba material ante el tribunal. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU condenó el juicio contra Lula afirmando que “violó su derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial, su derecho a intimidad y sus derechos políticos”.[2]Lula pasó 580 días en prisión, de abril de 2018 a noviembre de 2019, lo que permitió a Bolsonaro hacerse con el poder sin dificultad. El líder ultraderechista ni siquiera intentó guardar las apariencias y que se apresuró a dar las gracias al fiscal Moro nombrándolo Ministro de Justicia.[3] En 2019, Tribunal Supremo anuló la condena de Lula, denunciando la instrumentalización política del proceso en su contra.[4]

Bolsonaro es un líder abiertamente fascista. “Vamos directamente a la dictadura”, dijo en el pasado.[5]Nostálgico del régimen militar brasileño que marcó al país entre 1964 y 1985, enemigo de los principios democráticos, el expresidente calificó en 2019 de “héroe nacional” al coronel Carlo Alberto Ustra, condenado por actos de tortura y barbarie por la justicia brasileña. Dilma Roussef, Presidenta de Brasil de 2011 a 2016, fue torturada por los servicios de Ustra cuando era una joven militante revolucionaria opuesta a la autocracia de los generales.[6]

Tras de cuatro años de gobierno, el balance de Bolsonaro es singularmente negativo, marcado por el ultraconservatismo, el fortalecimiento del poder de la Iglesia Evangélica, el discurso de odio contra las personas de color, las mujeres, la diversidad sexual y la izquierda.[7] Su catastrófica gestión de la pandemia del Covid-19 ha convertido a Brasil en uno de los países del mundo con mayor tasa de letalidad del mundo. Sus políticas antisociales han disparado la tasa de pobreza, con 33 millones de personas que pasan hambre. Bajo su mandato, la deforestación de la Amazonia ha alcanzado niveles sin precedentes, con un aumento del 60%, destruyendo tierras indígenas y causando preocupación en la comunidad mundial. En el plano internacional sus políticas han provocado el debilitamiento de los lazos con muchos países.[8]

A pesar de la transparencia de las elecciones de 2022, Bolsonaro siempre se ha negado a reconocer la victoria de su adversario, difundiendo rumores de fraude y calentando a su electorado, que ha multiplicado las acciones violentas desde 2022, sobre todo bloqueando carreteras. Además, desde entonces, centenas de personas acampaban en frente del cuartel general del ejército en Brasilia coreando el lema “S.O.S. Fuerzas Armadas”, exigiendo explícitamente una intervención militar para romper la legalidad constitucional e impedir el acceso de Lula al poder el 1 de enero de 2023, todo ello con el acuerdo tácito de Bolsonaro.[9] Además, el presidente saliente no dudó en presionar fuertemente al Tribunal Superior Electoral para que anulara las elecciones. Pero el TSE se negó a ceder a las amenazas y validó el escrutinio, denunciando la acción de Bolsonaro y calificando sus acusaciones de “ridículas e ilícitas”, afirmando que eran “ostensiblemente conspirativas al Estado democrático de derecho”. Incluso el Ministerio de Defensa concluyó que no hubo fraude en un informe de noviembre de 2022.[10]

El 30 de diciembre de 2022, dos días antes de la ceremonia de investidura de Lula, Bolsonaro abandonó el país rumbo a Estados Unidos, negándose a cumplir con la tradición republicana de entregar la banda a su sucesor, símbolo de una transición pacífica. Era la primera vez desde el advenimiento de la democracia en 1985 que un presidente saliente se negaba a saludar al nuevo mandatario. Aquel año el general Joao Figueredo, último jefe de la junta militar, se negó a participar en la ceremonia de investidura del Presidente electo José Sarney.[11] La actitud de Bolsonaro fue incluso criticada públicamente por su vicepresidente saliente, el general Hamilton Mourao: “Líderes que deberían tranquilizar y unir a la nación en torno a un proyecto de país han permitido que su silencio o su protagonismo inoportuno y dañino creen un clima de caos y desintegración social”.[12]

El 1ro de enero de 2023, la ceremonia de investidura reunió a numerosas delegaciones oficiales de todo el mundo para presenciar la toma de posesión de Lula como Presidente de la República, lo que ilustró el apoyo internacional al nuevo poder. Cientos de miles de brasileños viajaron a la capital para dar la bienvenida al advenimiento de una era diferente para Brasil, marcado por cuatro años difíciles. Para simbolizar la nueva etapa para el pueblo brasileño, especialmente para las categorías más indigentes, Lula eligió a una mujer de 33 años recolectora de basura, Aline Sousa, para entregarle la banda presidencial.[13]

En su discurso de investidura, Lula recordó la larga y difícil batalla jalonada de obstáculos que lo llevó a la victoria, denunciando el uso de fondos públicos con fines electorales por parte de su adversario. Presentó un requisitorio contra el gobierno saliente por “destruir las políticas públicas que promovían la ciudadanía, los derechos esenciales, la sanidad y la educación”. Prometió a los brasileños una “vida digna, sin hambre, con un acceso al empleo, la sanidad y la educación”.[14]

Una semana después, el 8 de enero de 2023, miles de activistas de extrema derecha se reunieron en la capital, Brasilia, en lo que fue claramente una operación cuidadosamente planificada. Lanzaron un asalto de varias horas contra las tres principales instituciones democráticas del país, el Congreso, el Palacio Presidencial y el Tribunal Supremo, tres joyas de la Plaza de los Tres Poderes, edificadas por el arquitecto Oscar Niemeyer, saqueando los locales y destruyendo obras de arte de un valor incalculable, con el objetivo de quebrantar la legalidad constitucional. Dos años casi exactos después del ataque al Capitolio en Washington por parte de los partidarios de Donald Trump que se negaban a reconocer el resultado de las elecciones, Brasil vivió el mismo dramático episodio. La comunidad internacional condenó unánimemente el atentado contra el Estado de derecho.[15]

El Presidente Lula firmó un decreto que delega la seguridad de la capital en las autoridades federales hasta finales de enero de 2023.[16]Hasta 1.200 personas han sido detenidas y el Tribunal Supremo ha ordenado el desmantelamiento de los campamentos de los golpistas en un plazo de 24 horas.[17]

Las responsabilidades

A pesar de sus negativas, el principal autor intelectual de este intento de golpe de Estado es el mismo presidente saliente.[18] De hecho, Bolsonaro ha cuestionado repetidamente los resultados electorales unánimemente reconocidos, avivando las llamas del resentimiento de sus partidarios y galvanizando a los sectores más radicales tentados por la ilegalidad. Como señala el New York Times, el asalto fue “la violenta culminación de los incesantes ataques retóricos del Sr. Bolsonaro contra el sistema electoral del país”.[19]Por su parte, CNN subrayó que “Bolsonaro ha puesto constantemente en duda la legitimidad de la votación, sin presentar ninguna prueba”.[20]El ex jefe de Estado abrió así la vía a una acción violenta sin precedentes en la historia del Brasil democrático. A través de su abogado, persistió en calificar los acontecimientos de “movimiento social espontaneo dirigido por la población”. El Tribunal Supremo anunció la apertura de una investigación contra él. Según la prensa estadounidense, “no hay duda de que inspiró a las aproximadamente 5 000 personas presentes en la manifestación que se volvió violenta”.[21]Además de la responsabilidad de Bolsonaro, también está la de los grupos que prestaron apoyo material y financiero para la organización de tal operación.

Los servicios de inteligencia tenían sin duda toda la información necesaria sobre los proyectos violentos de los militantes bolsonaristas. Por ejemplo, numerosos mensajes que circulaban por Telegramy WhatsApp llamaban a “atacar infraestructuras estratégicas, como refinerías de petróleo y a levantar barricadas”. No cabe duda de que los grupos de manifestantes estaban infiltrados por agentes de los servicios de inteligencia, como ocurre en cualquier país del mundo. Así, según una nota de la policía militar de Brasilia, no menos de 100 autobuses con más de 4.000 personas llegaron a la capital entre el viernes 6 de enero y el domingo 8 de enero de 2023.[22]No obstante, no se tomaron medidas para detener a los organizadores e impedir la agresión.

Además, la responsabilidad del ejército está claramente comprometida, ya que aceptó la presencia del bando golpista, que pedía la ruptura del orden constitucional, durante más de diez semanas en una zona de seguridad nacional. Además, el día de los disturbios, el batallón de la guardia presidencial estacionado permanentemente en el Palacio del Jefe del Estado no consideró oportuno intervenir para impedir la invasión. Estos soldados “incluso impidieron, en varias ocasiones, que la policía detuviera a los alborotadores”, según Le Monde.[23]

Del mismo modo, no cabe duda de la responsabilidad de las fuerzas de seguridad que debían proteger la capital. El contingente de policías presentes en Brasilia era mucho menor que el necesario para custodiar las diferentes instituciones de la democracia brasileña. El riesgo de incidentes era muy alto dada la presencia masiva y beligerante de los extremistas de Bolsonaro. El 6 de enero se había celebrado una reunión entre Flavio Dino, nuevo ministro de Justicia, y las autoridades locales, entre ellas el gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, y el jefe de la seguridad de Brasilia, Anderson Torres, y se había llegado a un acuerdo sobre el número de agentes que se desplegarían para proteger las instituciones en previsión de la manifestación del domingo. Ahora bien, contra todo pronóstico, el contingente presente fue mucho menor de lo acordado. El Ministro Dino denunció un cambio de ultima hora, sin explicación alguna por parte de las autoridades de Brasilia.[24]Así, mientras la explanada debía estar cerrada a los manifestantes, el gobernador Rocha decidió en el último momento abrirla. El Ministro de Justicia sólo se enteró por la prensa.[25]En lugar de cumplir su misión de proteger la zona, la policía se distinguió por su inacción e incluso complicidad con los golpistas. El New York Times expresó su asombro: “Han circulado por Internet vídeos en los que se ve cómo los agentes presentes parecen escoltar a los manifestantes hacia los edificios federales y se detienen para hacerse selfies con ellos”.[26]El Presidente Lula denunció “la connivencia explícita de la policía con los manifestantes”. La justicia brasileña ya ha empezado a actuar arrestando al responsable de la seguridad de la capital.[27]

Inicialmente, el Tribunal Supremo suspendió por 90 días al gobernador Torres de Brasilia, firme partidario de Bolsonaro y exministro de Justicia.[28]Pero la policía descubrió en su domicilio un proyecto de decreto presidencial destinado a anular la elección de Lula mediante una toma de control del Tribunal Superior Electoral por el gobierno federal, lo que provocó un escándalo sin precedentes en Brasil. El documento, sin fecha, llevaba el nombre de Bolsonaro al final con un espacio reservado para su firma. Torres, en un torpe intento de defensa, pidió que no se juzgara el documento “fuera de contexto”, reconociendo así la autoría del proyecto y la autenticidad del documento destinado a preparar un golpe de Estado. Fue detenido inmediatamente por las autoridades, a la espera de un juicio.[29]

El Código Penal francés

En cualquier democracia occidental, los acontecimientos del 8 de enero se castigarían con duras penas de prisión. Por ejemplo, según el Articulo 412-1 del Código Penal francés, “cometer uno o varios actos de violencia susceptibles de poner en peligro las instituciones de la República” está “castigado con treinta años de reclusión criminal y 450.000 euros de multa”. Además, las penas se elevan a cadena perpetua y multa de 750.000 euros si los hechos son “cometidos por una persona que ostente autoridad pública”. El artículo 412-4 impone una pena de “quince años de prisión y 225.000 euros de multa por participar en un movimiento insurreccional”. Este último última se define: “ocupar por la fuerza o mediante engaño o destruir cualquier edificio o instalación; proporcionar transporte, sustento o comunicaciones a los insurgentes; hacer que los insurgentes se reúnan por cualquier medio”.[30]

El intento de golpe de Estado que orquestaron los partidarios de Bolsonaro ilustra la verdadera cara de la extrema derecha, incapaz de respetar los principios democráticos cuando el voto popular está en su contra. En un país que aún arrastra las dolorosas cicatrices de dos décadas de dictadura militar, fracturado y polarizado por el gobierno saliente, la misión del Presidente Lula es recuperar la necesaria cohesión nacional y recordar a todos los brasileños, independientemente de su tendencia política, que la nación es de todos y que tiene el deber moral de velar por las categorías más frágiles. “Orden y Progreso”, es el lema republicano de Brasil.


[1]Agence France-Presse, « Congratulations Pour In for Brazil President-Elect Lula », 31 de octubre de 2022.

[2]United Nations Human Right Office of the Hight Commissionner, « Brazil : Criminal proceedings against former President Lula da Silva violated due process guarantees, UN Human Rights Committee finds », United Nations, 28 de abril de 2022. https://www.ohchr.org/en/press-releases/2022/04/brazil-criminal-proceedings-against-former-president-lula-da-silva-violated(sitio consultado el 18 de enero de 2023).

[3]Glenn Greenwald & Victor Poury, « Hidden Plot. Exclusive: Brazil’s Top Prosecutors Who Indicted Lula Schemed in Secret Messages to Prevent His Party From Winning 2018 Election », The Intercept, 9 de enero de 2019. https://theintercept.com/2019/06/09/brazil-car-wash-prosecutors-workers-party-lula/(sitio consultado el 16 de enero de 2023).

[4]Reuters, « Brazil judge orders ex-president Lula released from prison », 8 de noviembre de 2019.

[5]Jack Nicas & Carly Olson, « Who is Jair Bolsonaro », The New York Times, 8 de enero de 2023.

[6]Reuters, « Brazil’s Bolsonaro extols convicted torturer as a ‘national hero’ », 8 de agosto de 2019.

[7]Jack Nicas & Carly Olson, « Who is Jair Bolsonaro », The New York Times, 8 de enero de 2023.

[8]Heriberto Araujo, « For Lula and the World, the Tough Job of Saving the Amazon Begins », The New York Times, 31 de diciembre de 2022 ;Ecole de Politique Appliquée, « Election présidentielle au Brésil : le retour historique de Lula », Faculté de Lettres et Sciences Humaines, Université de Sherbrook, 8 de noviembre de 2022. https://perspective.usherbrooke.ca/bilan/servlet/BMAnalyse/3324(sitio consultado el 16 de enero de 2023).

[9]Vanessa Barbara, « The ‘Trump of the Tropics’ Goes Bust », The New York Times, 9 de enero de 2023.

[10]Rob Picheta, « The violent attack on Brazil’s government was months in the making. Here’s what you need to know », CNN, 9 de enero de 2023.

[11]AFP/Le Point, « Brésil : Bolsonaro s’envole pour les Etats-Unis avant la fin de son mandat », 31 de diciembre de 2022.

[12]Jack Nicas & André Spigariol, « Lula Becomes Brazil’s President, With Bolsonaro in Florida », The New York Times, 1de enero de 2023.

[13]Jack Nicas & André Spigariol, « Lula Becomes Brazil’s President, With Bolsonaro in Florida », The New York Times, 1de enero de 2023.

[14]Lula da Silva, « Discurso de posse do presidente Lula no Congresso Nacional », 1de enero de 2023. https://lula.com.br/discurso-de-posse-lula-2023/(sitio consultado el 16 de enero de 2023).

[15]The New York Times, « Governments Condemn Brazil Protests », 8 de enero de 2023 ; Jack Nicas & André Spigariol, « Bolsonaro Supporters Lay Siege to Brazil’s Capital », The New York Times, 8 de enero de 2023.

[16]David Biller, « Authorities probe who was behind uprising in Brazil capital », Associated Press, 9 de enero de 2023.

[17]Ana Ionova & Jack Nicas, « Here’s the latest on the riot in the Brazilian capital », The New York Times, 9 de enero de 2023.

[18]Jack Nicas, « Bolsonaro has been holed up thousands of miles away in Florida », The New York Times, 8 de enero de 2023.

[19]Jack Nicas & André Spigariol, « Her’s what to know about the protest fueled by false claims of electoral fraud », The New York Times, 8 de enero de 2023.

[20]Rob Picheta, « The violent attack on Brazil’s government was months in the making. Here’s what you need to know », CNN, 9 de enero de 2023.

[21]Jack Nicas & André Spigariol, « Bolsonaro Faces Investigation for Inspiring Brazil’s Capital Riot », The New York Times, 13 de enero de 2023.

[22]Alan Yuhas, « What We Know About the Investigations Into the Brazil Protests », The New York Times, 9 de enero de 2023.

[23]Bruno Meyerfeld, « Au Brésil, les limites de la purge de Lula dans l’armée, après les émeutes du 8 janvier », Le Monde, 21 de enero de 2023.

[24]Jack Nicas, « What Drove a Mass Attack on Brazil’s Capital ? Mass Delusion », The New York Times, 9 de enero de 2023.

[25]Jack Nicas & Simon Romero, « ‘We Wille Die for Brazil’ : How a Far-Right Mob Tried to Oust Lula », The New York Times, 13 de enero de 2023.

[26]Amanda Taud, « A Vital Question for Brazil’s Democracy : Where Were the Police ? », The New York Times, 11 de enero de 2023.

[27]Tara John Rodrigo Pedroso & Kareem El Damanhoury, « Brazilian President Lula criticizes police for protesters’ breach of government buildings », CNN, 10 de enero de 2023.

[28]Reuters, « Brazil’s Top Court Removes Brasilia Governor Over pro-Bolsonaro Riots », 8 de enero de 2023.

[29]Agence France-Presse, « Election au Brésil : révelations compromettantes dans l’entourage de Bolsonaro », 13 de enero de 2023 ; Le Monde, « Au Brésil, Anderson Torres, ancien ministre de la justice de Jair Bolsonaro, a été arrêté », 14 de enero de 2023.

[30]Code pénal français, « Article 412-1 & 412-4 ». https://www.legifrance.gouv.fr/codes/section_lc/LEGITEXT000006070719/LEGISCTA000006136044/#LEGISCTA000006136044

(sitio consultado el 18 de enero de 2023).

 

Publicado en https://rebelion.org/quien-esta-detras-del-intento-de-golpe-de-estado-contra-la-democracia-brasilena/ y compartido con SURCOS por el autor.

Imagen: Manifestaciones en Brasilia el 8 de enero de 2023. Scarlett Rocha/AGIF/Sipa USA / Legion-Media

Los «Rottweiler» del imperio

Mg. José A. Amesty Rivera

Recientemente, conocimos sobre la muerte del cardenal Joseph Ratzinger, quien fuera, Papa del catolicismo y Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, forjador de una de las campañas ideológicas, religiosas y políticas, más feroces de la iglesia católica, llamada “Restauración”, contra el surgimiento de la iglesia popular en América Latina, el marxismo, el comunismo en el mundo.

A propósito de su muerte, se publicó un artículo llamado «Muere Joseph Ratzinger, el «rottweiler de Dios«, quien destaca la ferocidad del cardenal, al catalogarlo como: neoconservador, fiera feroz, anticomunista y algo como la creación de un ministerio de la Ideología y de la información del Vaticano. Calificado por el ateo Richard Hawkins como «enemigo de la humanidad«. Según el escritor Brian Kelly, a la muerte de Ratzinger, Benedicto XVI: ninguna lágrima para el «Rottweiler de dios».

Este artículo no pretende ahondar más al respecto, sino hacer referencia, como lo indica el título, a algunos personajes y acciones imperiales que llamaremos «rottweiler» en EEUU y América Latina.

Con relación a esta raza canina (Rotweiler), es una de las razas más fuertes y poderosas del mundo debido a su gran potencia de mordida de 328 psi (unos 23 kg/cm). Es un perro considerado potencialmente peligroso debido a sus características físicas. Sus principales funciones son: perro policía, perro militar, perro de defensa y seguridad, perro guardián, entre otras funciones, según el uso que le den las fuerzas y cuerpos de seguridad y el ejército.

Como lo indica el artículo señalado arriba, personajes similares al cardenal rapaz, son: Ronald Reagan y Margaret Thatcher.

Últimamente, hemos conocido de acciones feroces del imperio «rottweiler», como los golpes contra Evo, contra Castillo, contra Lula, o el intento de asesinato contra Cristina Fernández, entre algunos.

Reiteramos, la nueva derecha «rottweliana» en América Latina, viene reaccionando con violencia, veamos el fallido atentado contra Cristina Kirchner, veamos la defenestración de Pedro Castillo en Perú, veamos el Golpe a Evo Morales, veamos las reacciones contra la Reforma Electoral propuesta por AMLO en México, veamos los intentos de desestabilización impulsados por EEUU a través de la antigua Asamblea Nacional en Venezuela.

En el caso venezolano, las medidas «rottwelianas», como el Bloqueo, comprenden 928 medidas coercitivas unilaterales que afectan al pueblo (764 directas y 164 medidas restrictivas). Estas medidas están diseñadas para “producir dolor”, y deben aplicarse donde más dolor causen (aplicar dolor, donde más duela).

Por otro lado, El Dr. Juan Eduardo Romero Jiménez, historiador, politólogo y profesor universitario, retrata al «rottweiler» Bolsonaro, «Bolsonaro representa un fenómeno mundial: la nueva derecha que transmuta su lenguaje, pero que en el fondo sigue siendo excluyente, segregaría, etnocéntrica, violenta. Bolsonaro se asume como lo hizo Trump cuando ganó la Presidencia de EEUU. O como lo hace Le Pen en Francia, o como lo hizo Macri en Argentina con el PRO. No es un fenómeno aislado y debe ser visto con preocupación, incluso en nuestro territorio. El uso de la religiosidad como arma política no es nuevo, ni lo será. Si algo caracteriza los momentos de crisis, es el recurrir a la fe como impulso vital«.  

Barack Obama, Bill Clinton y Bush, estos tres estadounidenses invadieron nueve países en veintitrés años, mataron de manera directa e indirecta a once millones de civiles y nadie los llama criminales de guerra.

Otro caso es el de Stephen Kevin «Steve» Bannon quien se desempeñó como estratega jefe de la Casa Blanca en la administración del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, durante sus primeros siete meses de mandato hasta el 18 de agosto de 2017, cuando fue despedido. Los puntos de vista políticos y económicos de Bannon han sido descritos por otros como nacionalistas, populista de derecha y paleoconservador.  Él se auto identifica como conservador. Rechaza las acusaciones de que es un nacionalista blanco, llamando a los nacionalistas blancos «perdedores», un «elemento marginal» y una «colección de payasos».

Así, el nuevo conservadurismo americano, el movimiento conservador en desarrollo en los últimos meses en Estados Unidos, rompe los moldes del republicanismo tradicional y evoca el carácter racista, nacionalista y fanático del fascismo.

En otra área, en el campo protestante evangélico norteamericano, según el Instituto Tricontinental de Investigación Social, «el proyecto imperialista de Estados Unidos está íntimamente ligado a esa visión religiosa fundamentalista de que ellos son los enviados de Dios para civilizar a los bárbaros. El protestantismo estadounidense ha sido la justificación religiosa de todas sus acciones imperialistas y no se puede separar al imperialismo del fundamentalismo religioso, cuyos adeptos ven su lucha como una guerra del bien contra el mal que atraviesa no solo la religión, sino la política, el poder militar, la educación y el medio ambiente. El fundamentalismo religioso se inserta en el mundo posicionándose activamente contra sus opositores en varias dimensiones, atravesando la vida cotidiana de las y los trabajadores. En este sentido, convencer al otro es un elemento importante de esta narrativa, dado que justifica la máxima protestante: “convierte al individuo y la sociedad se transformará”. Ya no son más los pecados individuales los que deberán ser purgados, sino el pecado de todas las naciones«.

Finalmente, debemos dejar constancia de la agresividad, en estos momentos, sobre el pueblo peruano, según el diario peruano «El Diario Internacional.com» del Perú, quien señala: «finalmente, cabe resaltar que la feroz represión policial y militar en el Perú donde no hay dudas que la represión se hace bajo la consigna clara de no solo disuadir, sino principalmente aniquilar con armas letales a los manifestantes; viene acompañada de una fuerte carga ideológica donde se entremezclan el macartismo o “terruqueo” (como se le llama en el Perú), racismo, aporofobia y el afincamiento ideológico por el cual se justifican muertes de infra ciudadanos por ser pobres, campesinos y de la sierra por gente que ha asumido el poder y se autopercibe como el último bastión de la lucha anticomunista en Latinoamérica, pues levantan de manera caricaturesca y delirante una narrativa propia de la otrora guerra fría, por la cual las elites peruanas “terruqueano” no solo a la gente del sur peruano y a los manifestantes de otras regiones del país, sino incluso a los gobiernos de Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, Argentina y México«.

La lista sería larga de los «roittweilers» imperialistas, gringos y latinoamericanos, solo que este breve artículo lo que desea es mostrar la presencia y acción de estos seres caninos y su influencia en la sociedad.

 

Imagen con fines ilustrativos tomada de movimientopoliticoderesistencia.blogspot.com

Disturbios Brasil: un golpe a la democracia

Compañías de Luz

Más de 1200 bolsonaristas detenidos en el asalto

Más de 1200 bolsonaristas arrestados por negarse a desalojar los campamentos de protesta en Brasilia, la mayoría de los manifestantes abandonaron el lugar de forma pacífica, pero otros cargaron contra la policía con gran violencia.

Luego de meses de acampada en la capital, los simpatizantes de Bolsonaro debieron retirarse por orden de la justicia. El presidente Luis Ignacio Lula de Silva inspeccionó los daños en el Palacio Presidencial y sostuvo una reunión de gabinete, después del ataque dijo que los responsables serán castigados.

Lula acusa a Bolsonaro y a las autoridades de conniventes

El mandatario acusó a las fuerzas de seguridad de incompetencia u omisión al permitir que ocurrieran los ataques. También acusó a su predecesor Jair Bolsonaro que se encuentra en Estados Unidos que respondió en Twitter negando su involucración en los ataques.

De momento el campamento se va desarmando poco a poco, para ello ha sido necesario un fuerte operativo policial que incluyó policías de la guardia nacional y militares y policías con caballo de la montada. Ahora se está abriendo una investigación en la Corte Suprema de si las autoridades del Distrito Federal hicieron lo que debían para impedir los hechos o si como se sospecha fueron conniventes.

Polarización social y corrupción institucional

Según los analistas políticos el problema no es solamente de la división que se manifiesta en episodios como el asalto al congreso en Brasilia, también hay corrientes antidemocráticas en las fuerzas armadas, en las fuerzas policiales, entre otros.

Más allá de lo ocurrido en Brasilia, en muchas otras ciudades hay manifestaciones y bloqueos en carreteras.

Las redes sociales han polarizado mucho la población de Brasil. El tema de las informaciones falsas ha sido un gran tema durante la campaña electoral de 2022.

Ahora será el Gobierno de Lula de Silva que tendrá que afrontar la situación, en principio quería priorizar los temas económicos, la reducción de la pobreza, la desigualdad y ahora realmente la prioridad será la normalización de la política y la superación de la polarización. El éxito de que se pueda retomar la normalidad dependerá de si Lula consigue proyectarse como alguien que puede conciliar y promover la superación del desorden que vive el país ahora mismo.

El ministro de de defensa en jaque

La incertidumbre también está dentro del Gobierno, es una incógnita qué terminará pasando con el ministro de defensa que ha sido muy cuestionado por no presionar más los generales a aceptar una postura más contundente frente a los manifestantes que están en Brasilia hace meses.

Ralentización en la recuperación económica

El Gobierno quería presentar unos primeros resultados de gestión en los primeros 100 días de mandato lo va a tener mucho más complicado ahora. El desorden social que vive el país también tiene una repercusión económica. La recuperación de la economía se puede ralentizar así como también los inversores serán mucho más cautelosos planteando si Brasil es un régimen estable para implantar compañías que produzcan y hagan avanzar la economía.

¿Será Bolsonaro perseguido por los disturbios?

Que Bolsonaro sea perseguido no solamente dependerá del Ministerio de Justicia, sinó también de los Estados Unidos o de algún otro país donde Bolsonaro pueda ir. La Casa Blanca está bajo presión para que Bolsonaro vuelva a Brasil pero aún es temprano para saber cómo terminará actuando y qué hará el Gobierno de Brasil al respecto.

Fuente: https://www.companias-de-luz.com/noticias/golpe-brasil/

Corte Suprema de Brasil suspende al gobernador del Distrito Federal por 90 días

Manifestaciones en Brasilia el 8 de enero de 2023. Scarlett Rocha/AGIF/Sipa USA / Legion-Media

Además, el organismo estableció el desmantelamiento inmediato del campamento de bolsonaristas frente al cuartel general del Ejército.

El ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Alexandre de Moraes, decidió suspender al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, por 90 días, tras los acontecimientos que ocurrieron el domingo en la capital brasileña protagonizados por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro.

Según Moraes, Ibaneis tenía conocimiento de los preparativos de los hechos, ya que las acciones solo podrían ocurrir con «el consentimiento, e incluso participación efectiva de las autoridades competentes en materia de seguridad pública», recogen medios locales.

«Absolutamente nada justifica la omisión y conspiración del secretario de Seguridad Pública y del gobernador del Distrito Federal con delincuentes que previamente anunciaron que cometerían actos violentos contra los poderes constituidos», escribió el ministro.

Además, el organismo estableció el desmantelamiento inmediato del campamento de bolsonaristas frente al cuartel general del Ejército. La decisión incluye la detención en flagrancia de sus participantes.

Información de https://actualidad.rt.com

ISP condena el intento de golpe de Estado perpetrado por golpistas bolsonaristas en Brasil

Este domingo, 8 de enero, un grupo de terroristas bolsonaristas invadieron y depredaron la sede de los poderes de la República brasileña en un intento de golpe de Estado. El presidente Lula decreta la intervención federal en la seguridad del Distrito Federal, unidad federativa responsable de la seguridad de la capital. Casi 300 son detenidos

Hace una semana, más de 200.000 personas ocuparon la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia, la capital de Brasil, para asistir a la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva, elegido democráticamente para su tercer mandato. Desde entonces, Brasil y el mundo han asistido a manifestaciones golpistas de alas más radicales del bolsonarismo, un movimiento inspirado y alentado por el expresidente Jair Bolsonaro. Estas amenazas alcanzaron su punto más grave este domingo, 8 de enero de 2023, exactamente una semana después de la gran fiesta democrática que juramentó a Lula, cuando golpistas invadieron y vandalizaron las sedes de los poderes de la República Federativa de Brasil, el Congreso Nacional, el Tribunal Supremo (STF) y el Palacio de Planalto, este último sede del poder ejecutivo.

En el inicio de la tarde, los golpistas tomaron la plaza e irrumpieron en los edificios, vandalizaron el patrimonio público, símbolos de la democracia brasileña. Las imágenes muestran también que el grupo de terroristas llegó a la Explanada de los Ministerios escoltado por la policía militar y que la invasión de las sedes de los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) se produjo bajo una mínima resistencia policial. Las noticias apuntan a una posible omisión o incluso complicidad del gobernador y del secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, exministro de Justicia de Bolsonaro, que fue exonerado pocas horas después de iniciada la intentona golpista.

Tras unas horas de invasiones y depredaciones retransmitidas en directo por los golpistas en los canales digitales y seguidas por la prensa mundial, las fuerzas de seguridad recuperaron inicialmente el control del Tribunal Supremo y del Palacio del Planalto y, poco después, de la Cámara Federal y de la sede del Senado. Hasta la siete de la noche de este domingo (08), al menos 300 terroristas habían sido detenidos.

El presidente Lula decretó la intervención federal en la seguridad pública del Distrito Federal como forma de restablecer el orden público. El secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, Ricardo Cappelli, fue nombrado interventor hasta el 31 de enero. Lula ya está en Brasilia y se reunirá con el gabinete de crisis para evaluar las consecuencias de la invasión y tomar medidas adicionales al decreto de intervención. Los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados han ordenado la creación de un grupo de coordinación de crisis que se encargará de reorganizar el trabajo del Congreso, que ha sido convocado para interrumpir el receso parlamentario y regresar a Brasilia ya el lunes 9 de enero.

Rosa Pavanelli, secretaria general de la ISP.

«No es una mera coincidencia que el simulacro brasileño de la invasión del Capitolio ocurriera prácticamente el mismo día que la invasión del Capitolio de Estados Unidos hace dos años».

La Internacional de Servicios Públicos (ISP), sindicato mundial que representa a 30 millones de trabajadores en todo el mundo, repudia enérgicamente el ataque golpista en Brasilia orquestado por grupos que no aceptan el legítimo resultado electoral.

«No es una mera coincidencia que el simulacro brasileño de la invasión del Capitolio ocurriera prácticamente el mismo día que la invasión del Capitolio de Estados Unidos hace dos años. No es mera coincidencia que Bolsonaro se encuentre actualmente en Florida e incluso haya considerado alojarse en Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump. Y que el ex ministro de Justicia de Bolsonaro -que desde principios de año también está a cargo de la seguridad en Brasilia- también esté allí. No es mera coincidencia que la policía de Brasilia incluso escoltara durante 6 kilómetros a quienes perpetrarían el atentado. El fascismo no conoce fronteras, especialmente cuando se ve acorralado. Corresponde al pueblo brasileño estar vigilante y defender la democracia. Y a Lula mostrar el liderazgo necesario para restablecer la confianza y la fiabilidad en las instituciones democráticas: haciendo que todos los responsables de los disturbios y los condescendientes de la policía paguen por sus crímenes», afirma Rosa Pavanelli, Secretaria General de la ISP.

«Queda aún más claro el significado del Bolsonarismo: terroristas. Se hacen llamar patriotas, pero no son más que golpistas, vándalos, que no aceptan el Estado democrático de derecho. La ISP se une a todas las organizaciones democráticas del mundo en el repudio a este acto fascista y exige castigo a los responsables, en particular a los dirigentes políticos y financiadores de estas manifestaciones golpistas», dijo el secretario regional de la ISP para Interamérica, Jocelio Drummond.

«No aceptaremos que se falte al respeto al resultado legítimo de las elecciones en Brasil y se utilice como argumento para intentos golpistas criminales. Defendemos todas las formas de manifestación, siempre que sean pacíficas y legítimas, que no es el caso. Defenderemos el diálogo social y el respeto a las instituciones democráticas, pero nunca admitiremos la impunidad. Seguiremos luchando por las agendas sindicales y por servicios públicos de buena calidad, ante el gobierno electo y legítimo», dijo la subsecretaria regional de la ISP para Brasil, Denise Motta Dau.

UCR, Voz experta: Las elecciones en Brasil y la presencia electoral de los grupos evangélicos

M. Sc. Alberto Rojas Rojas, Académico de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional

El triunfo de Luis Inácio Lula da Silva en el gigante sudamericano contó con la ayuda de amplios sectores empobrecidos, tradicionalmente asociados al conservadurismo del presidente en ejercicio, Jair Bolsonaro.

El pasado 30 de octubre, el candidato del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, Luis Inácio Lula da Silvasuperó su propia marca de votos recibidos anteriormente y se convirtió en el presidente más votado en la historia del país. El petista fue electo por tercera vez presidente de Brasil con 60 345 999 votos (50,99 % de los sufragios válidos), contra Jair Bolsonaro, quien obtuvo 58 205 354 votos (49,1 % de los votos válidos), según datos del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE).

Estas elecciones del 2022 no tienen precedentes en la historia brasileña, no solo por la mínima diferencia de votos entre los dos candidatos, sino porque fue considerada por los analistas políticos como una disputa entre dos formas antagónicas de concebir la sociedad, la democracia y el Estado brasileño. Los resultados satisfactorios para Lula no esconden una división política y social en el país sudamericano, ni tampoco que el nuevo presidente heredará un país dividido y con una parte significativa de su población armada, ya que hubo un aumento del porte de armas durante el gobierno de Bolsonaro.

Algunas preguntas que surgen ante este peculiar escenario político tienen un matiz religioso. ¿Por qué Bolsonaro tiene la simpatía y la mayoría de los votos entre los evangélicos, aunque sea un promotor del armamento de la población y asuma discursos discriminatorios y actitudes violentas? ¿Cómo se explica la victoria de Lula, definida por los votos recibidos en la región Nordeste, la más pobre del país?

El voto y la moral

En Brasil los grupos evangélicos son diversos y heterogéneos, y sus inclinaciones políticas también lo son. Existen personas evangélicas en casi todo el espectro político de Brasil. Sus preferencias electorales pueden variar de una elección a otra y no se comportan “en masa” a partir de su identidad religiosa. Dicho esto, es importante hacer algunas acotaciones.

Más que un voto evangélico existe un voto moral conservador, que aglutina a un número significativo de personas votantes evangélicas, pero también católicas y de otras confesiones.

Ahora, cuando las lealtades cambian de una elección a otra, las simpatías, las antipatías, las creencias asentadas por la religión o la cultura, las emociones y lo que la persona juzgue como bueno o malo de una candidatura o una agrupación, juegan más que los programas y las propuestas. La moral y los valores se convirtieron en un área de lucha para ganar y asegurar votos. Quienes tienen el poder simbólico para influir en la moral, se convierten en piezas que se deben ganar como asociados. Así, los liderazgos religiosos son aliados fundamentales que hay que acercar y en esta perspectiva, sobre todo, los pastores evangélicos son los socios por excelencia, ya que representan y lideran a los grupos religiosos que más crecen y se expanden en Brasil. Además, los pastores tienen mayor influencia en las decisiones de su feligresía.

Esta tendencia coincide con el creciente interés de líderes evangélicos de participar en política electoral y llegar a influir en los gobiernos del Estado, en la legislación de los países y en la política pública, a partir de una doctrina neopentecostal de amplia difusión entre agrupaciones evangélicas que plantea que los líderes y los valores cristianos (con acuerdo a la interpretación neopentecostal) deben orientar a las naciones.

En este contexto, Bolsonaro logró acaparar el favor de un amplio e influyente sector de liderazgo evangélico. Lo mismo había logrado Lula en las dos elecciones anteriores en que ganó la presidencia. Este hecho contribuyó para que Bolsonaro recibiera a su favor un voto moral conservador de muchas personas electoras que provenían del mundo evangélico. Al respecto, es ilustrativo indicar que cuando se cruzan datos del censo del 2010 en Brasil con los votos obtenidos por municipio en la primera vuelta electoral en las recientes elecciones de octubre, Bolsonaro obtuvo más votos en los municipios de más presencia evangélica; mientras que en los municipios de mayor número de personas católicas, Lula fue el ganador.

Ahora bien, muchas personas evangélicas votaron por Lula, aunque no hayan todavía datos fuertes para cuantificarlo en su debida proporción.

Lo que sí es cierto, es que lo moral y lo religioso son aspectos que han tomado una significativa relevancia en las elecciones actuales en países de América Latina, en contextos donde se establecen alianzas entre sectores políticos conservadores de derecha y sectores conservadores religiosos, sobre todo, de extracción evangélica. Estas alianzas funcionan mientras haya en la agenda y la política pública temas y acciones que se asocian a la forma en que personas conciben el alcance de la moral y la religión.

Códigos religiosos al servicio de objetivos políticos

Existe una nueva derecha que ha aprendido a reproducir el “performance” adecuado para atraer las preferencias electorales de quienes, de por sí, son personas conservadoras en temas de frontera simbólica y que, además, tienen mucho que cobrar a los políticos y partidos que les han sumido en la pobreza, o bien, han puesto en peligro su estatus social. Así, se estructura y desarrolla una trama en donde líderes políticos son ungidos y abrazados por pastores y apóstoles que aseguran que esos nuevos liderazgos asumen en sus programas y acciones lo que Dios quiere para la nación.

A su vez, los líderes políticos, a voz en cuello en plazas públicas, medios y redes, pronuncian discursos transversalizados por mensajes religiosos y asumen las posiciones corporales, los tonos de voz y la gestualidad necesaria para traspasar y ser aceptados por los códigos religiosos de su audiencia evangélica. En Brasil el lema de campaña de Bolsonaro fue “Dios sobre todo, Brasil sobre toda la gente” y el lema fue acompañado de abundantes oraciones, participación en rituales y plegarías difundidas a través de sus redes sociales y las de sus hijos.

Sin embargo, no todos los conservadores morales son de derecha, no todos los evangélicos son conservadores, no todos los evangélicos son pobres ni todos los pobres son evangélicos ni en todo tipo de elección y región se juegan temas con un marcado carácter moral. Lo religioso conservador tiene sus límites y sus alianzas políticas con la derecha también. Cuando en una campaña los temas de agenda pública y política no tienen un marcado énfasis moral, los religiosos políticos y sus alianzas pierden la plataforma que los sostiene.

Esta situación fue clara en el Noreste brasileño. Los programas sociales de los gobiernos anteriores de Lula todavía siguen en la memoria y en las conquistas alcanzadas por la gente del Nordeste. Sobre todo, en esta región, la grave crisis económica que vive Brasil, el alto desempleo, el hambre y las muertes durante pandemia agrandadas por la ineficiencia del gobierno bolsonarista, fueron decisivas para que Luis Inácio Lula da Silva venciera las elecciones en esta región y por medio de esta, en Brasil. También hay que decirlo, en el nordeste, los evangélicos conservadores no son tan significativos como en otras regiones.

 

M. Sc. Alberto Rojas Rojas
Académico de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional

Dra. Cecilia Leme Garcez
Académica de la Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional

Elecciones en Brasil y la lucha de la izquierda: La cuestión decisiva sigue siendo la de formar una mayoría popular

Gilberto Lopes
9 oct 2022

La frase es de Juarez Guimarães, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Minas Gerais: –La cuestión decisiva sigue siendo la de formar una mayoría popular.

Conocidos los resultados de la primera vuelta electoral en Brasil, podríamos decir –siguiendo la sugerencia del profesor Guimarães– que la cuestión decisiva es cómo formar esa mayoría popular, necesaria para cambiar el rumbo de Brasil.

En Brasil este es un tema urgente, que tiene fecha: 30 de octubre de 2022. Se trata de consolidar un frente capaz de derrotar el formado por el presidente Jair Bolsonaro, iniciativa que actualmente encabeza el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Es un esfuerzo por darle un nuevo rumbo al país que, en general, se ha definido como una confrontación entre un líder democrático y uno fascista. Una definición que simplifica las cosas, pero deja de lado otras muy importantes. Pero se ha usado mucho en la campaña.

En todos los ámbitos de la vida pública –en el económico, el cultural, el educativo, en la salud, el ambiental, el de seguridad, el racial, el de género- en todos, habrá que redefinir políticas.

Pero el secreto de todo es cómo se organizará el Estado para que el país produzca y distribuya mejor lo producido entre toda la población brasileña.

El “Puente al Futuro”, programa neoliberal en el que el entonces vicepresidente Michel Temer sustentó el golpe de Estado contra Dilma Rousseff, proponía:

implementar una política de desarrollo enfocada en el sector privado, a través de las transferencias de activos que sean necesarias, concesiones amplias en todas las áreas de logística e infraestructura, alianzas para complementar la oferta de servicios públicos y volver al régimen anterior de concesiones en el área petrolera, dando Petrobras el derecho de preferencia.

La ley que fija un tope a los gastos públicos limita las posibilidades de ofrecer servicios -incluyendo salud y educación- a la mayoría de la población del país.

“Estoy en contra de los topes de gasto”, dijo Lula, que ya está haciendo campaña para la segunda vuelta. “Lo que se hizo fue evitar inversiones en educación, en salud, en el SUS, para garantizar dinero a los banqueros. Y quiero garantizar el dinero de la política social, del arroz, del frijol, de la carne, la cebolla, el tomate, del litro de leche. Por eso, tendremos mucha responsabilidad fiscal, social y con el Brasil”, dijo.

Este será el centro de la lucha política, especialmente si Lula gana las elecciones.

Resultados de la primera ronda El profesor Juarez Guimarães es uno de los que interpreta de forma optimista los resultados de la primera vuelta. Hay otros, con una visión más pesimista. Para él, el hecho más decisivo de la primera vuelta “fue la casi mayoría alcanzada por la fórmula Lula-Alckmin”. Una candidatura de izquierda nunca alcanzó el 48,2% en elecciones presidenciales en primera vuelta, destacando que esto representa un crecimiento en todas las regiones del país y en todos los niveles de ingresos, de color o de escolaridad, en comparación con las elecciones de 2018.Pero los resultados pueden analizarse desde otra perspectiva, como lo hace el economista Flavio Tavares de Lyra. Para él, las fuerzas de izquierda sufrieron un impacto “algo pesimista con los resultados”, aunque reconoce las muchas posibilidades de la victoria de Lula en la segunda vuelta. La victoria de la derecha en las elecciones legislativas no debe sorprendernos, agregó, “en vista de los recursos públicos que el gobierno ha destinado a favorecer a sus candidatos”. Naturalmente, esa no es la única razón del desempeño del bolsonarismo, mejor de lo previsto en las encuestas. El mismo Lyra cita, además de un “presupuesto secreto” (aprobado por el Congreso), la influencia de las iglesias evangélicas en la campaña. Para un analista del diario O Globo (un medio conservador, tradicional adversario del PT y de Lula), en artículo publicado el lunes posterior a las elecciones, “Bolsonaro mostró fuerza y ​​debilidad. La fuerza fue el porcentaje de votación, más alto de lo previsto. La debilidad, el hecho de que, a pesar de aspirar a la reelección –lo que, tradicionalmente, representa una gran ventaja– Bolsonaro quedó en segundo lugar, a cinco puntos de Lula, con una diferencia de poco más de seis millones de votos. Pero la realidad es que, aunque ganara en segunda vuelta –según el analista Thomas Traumann–, “Lula tendrá una Cámara de Diputados mucho menos dispuesta a negociar con él” que durante sus dos mandatos anteriores. Giro al centro. En ese escenario, ¿cuál debe ser la estrategia de Lula para afrontar la segunda vuelta? No es sólo un debate brasileño, aunque, por el momento, en ningún otro lugar tiene tanta urgencia y efectos prácticos tan inmediatos. Una opción es “moverse al centro”, en la línea del “nuevo capitalismo” propuesto por Tony Blair y Gerard Schroeder a fines del siglo pasado, con los catastróficos resultados de una creciente disparidad social, ya bien conocida. Para Leonardo Attuch, editor de la página Brasil 247, esta exigencia tiene dos objetivos: el derecho a elegir al ministro de Hacienda, alguien capaz de retomar la propuesta del “Puente al futuro” –él cita el nombre del expresidente del Banco Central, Henrique Meirelles– pero, sobre todo, “el mantenimiento de la política de precios de Petrobras y la desmembración de la empresa estatal, que transfiere los ingresos de la sociedad brasileña a fondos locales e internacionales”. Una vez más se destaca el papel decisivo de la petrolera brasileña y los enormes recursos del pre-sal, aún más valorados en el escenario político mundial actual. El debate gira en torno a la propiedad de los recursos naturales –en este caso, del petróleo– y la distribución de los fondos públicos. El mismo diario O Globo dijo, en su editorial del lunes, que el gran desafío de Lula es la economía. Y preguntó: ¿Cuál es su propuesta para reemplazar el techo de gastos? ¿Qué hará con la reforma laboral y las privatizaciones? ¿O sobre la reforma fiscal y administrativa y el papel del Estado y la banca pública en el desarrollo? Para Attuch, “todo lo que ha pasado en Brasil desde las ‘jornadas de junio de 2013′ (cuando se desarrollaron grandes protestas populares contra el gobierno de Dilma Rousseff), incluyendo la Lava Jato y el juicio político, sin delito de responsabilidad, contra la expresidente Dilma Rousseff, siempre ha tenido como objetivo central robar las rentas del petróleo brasileño, después del descubrimiento del pre-sal”.El peligro de “girar al centro” es destacado por varios autores, entre ellos el profesor Valerio Arcary, para quien, en cambio, la campaña debería estar guiada por una “polarización implacable contra Jair Bolsonaro y el peligro fascista”.“Lula y el comando del Frente no deben reducir la campaña a la nostalgia del pasado. Necesitamos presentar propuestas de cambios concretos de vida”, dice Arcary, quien sugiere una amplia lista de medidas: aumento del salario mínimo, obras públicas para generar empleo, fortalecimiento del SUS, ampliación de las cuotas raciales en educación y servicios públicos, revisión de la reforma laboral, derogación del techo de gastos, impuestos a las grandes fortunas, elevación de la exención del impuesto a la renta, cero deforestación, defensa de las reservas de población indígena, derechos de las mujeres y población LGBTQIA+. Y finaliza sugiriendo “no ceder a la presión de girar al centro”. Pero la campaña no comienza hoy. Empezó hace varios meses y una de las primeras decisiones fue invitar a Geraldo Alckmin –hasta entonces un duro opositor a Lula y al PT, vinculado a las políticas neoliberales– para ser candidato a la vicepresidencia. Lula también accedió a mantener la independencia del Banco Central, pero ya dijo que no acepta el techo de gastos. En otras palabras, ya se produjo ese “giro al centro”, que estará en el centro de las tensiones políticas en un eventual gobierno de Lula. Decisión tomada. El debate ilustra bien la correlación de fuerzas en estas elecciones. Pero no solo eso. Si para la campaña de Lula esta opción era inevitable (y ya quedó resuelta, como sabemos) sigue siendo un desafío para la izquierda en todo el mundo, incapaz de ofrecer una propuesta coherente que entusiasme a los votantes, incapaz de encontrar un programa viable, una alternativa al proyecto neoliberal que se expandió por el mundo, como resultado del fin de la Guerra Fría. Esta izquierda, muchas veces, ha preferido esquivar este debate o sustituirlo por otros, como el de las luchas identitarias. El camino es combinar y no oponer o separar las luchas de las clases trabajadoras de las luchas identitarias, dice Guimarães, con razón. Pero es necesario colocarlos en su debida relación para que todas se potencialicen y una no debilite a la otra. Tiene razón al decir que “se cae por los suelos la política de oponer la reivindicación de las identidades oprimidas a las luchas de clases”, pero falta establecer una relación más clara entre ambas, porque no son lo mismo, ni tampoco definen de la misma manera un proyecto político. Nadie tiene derecho a equivocarse sobre el escenario político de un posible nuevo gobierno de Lula, que ha conformado una vasta coalición para enfrentar la campaña electoral. Quizás por eso mismo, la advertencia del expresidente de la Asociación Brasileña de Estudios de Defensa (ABED) y ex vicepresidente del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), Manuel Domingos Neto, sea más valiosa: “La izquierda institucional dejó hace tiempo de llamar a la lucha a los más sufridos”, dijo. “Se acostumbró a llamarlos a las urnas para consagrar una representación política que les promete beneficios”. En este escenario, es Bolsonaro quien llega al corazón de muchos, clamando por la lucha contra el sistema, advirtió“. Contra este farsante –dice Domingos– Lula debe llamar a la gente a cambiar Brasil, no para volver a la época en que comía picaña, viajaba en avión y tenía la oportunidad de llegar a la educación superior”.Pero para eso, primero tiene que llegar al Palacio del Planalto, la sede del gobierno brasileño.

FIN

Brasil. Una nueva oportunidad

Lic. José A. Amesty Rivera
Setiembre 2022

Las elecciones generales de Brasil, están previstas que se lleven a cabo el próximo domingo, 2 de octubre de 2022, donde 156 millones de electores brasileños tendrán la opción de elegir Presidente, Vicepresidente y al Congreso Nacional.

De acuerdo con la legislación actual brasileña, el candidato que alcance la mitad más uno, de los votos válidos saldrá vencedor. Si ningún candidato alcanza ese número de votos, habrá una segunda vuelta.

Recordemos los hechos de 2016, cuando luego de un golpe parlamentario contra Dilma Rousseff, Presidenta en ese momento y que interrumpió su mandato, completándose con aquel montaje llamado operación Lava Jato (este involucro a Lula da Silva en supuestos actos de corrupción).

Aquel montaje fue llevado a cabo por el poder judicial y policial brasileño, deteniendo y condenando a Lula da Silva sin pruebas, lo que impidió que este último, participara en las elecciones del 2018, significando el triunfo del ultraderechista Jair Bolsonaro y llegara a la presidencia de Brasil. Este ardid salió como lo habían planeado las elites brasileñas y EEUU.

Más adelante, el 9 de noviembre del 2019, luego de 580 días de detención, la Corte Suprema de Brasil, reconoció la parcialidad del juez del caso en ese tiempo, y autorizó la salida de Lula da Silva.

Durante la gestión de gobierno de Bolsonaro, los adjetivos para significar y definir su régimen son los de, medieval, reaccionario, genocida, anticivilizacional, fascista, extremista, entre otros. A su vez, las mayores preocupaciones de los brasileños/as, de cara a las próximas elecciones, son: el tema económico, el desempleo y la inflación, así como el tema de la salud, según diversos sondeos.

Por ejemplo, según el periodista de la BBC News Mundo, Gerardo Lissardy, «La economía brasileña entró en recesión en 2021 y, la tasa de desempleo cayó a 9,1% en julio, la mejora está lejos de ser percibida por la población en general. El 15% de brasileños (unos 33 millones de personas) pasa hambre y otra cantidad similar sufre de inseguridad alimentaria moderada, de acuerdo con un estudio divulgado el miércoles por la red Penssan. Si a ellos se suma el 28% de la población considerado con inseguridad alimentaria leve, más de la mitad de los brasileños padece o se inquieta en alguna medida por el problema: 125 millones de personas«.

El autor Zainer Pimentel enfatiza, «el actual presidente, Jair Bolsonaro, es tan solo el corolario de un terrible proceso de destrucción del país a todos los niveles: político, institucional, económico y social. Es el fruto de la estrategia política del odio, aplicada por los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, y patrocinada por importantes empresarios del país (con el apoyo abierto de la patronal de la industria FIESP) y con la conveniencia, de todos los poderes de la República«.

Igualmente, según el filósofo Marcos Nobre, «uno de los motivos por el que podría estar fallando la remontada de Bolsonaro es la poca incidencia que tuvo entre los más pobres el Auxilio Brasil, subsidio masivo de 600 reales que comenzó a pagar en agosto con un claro fin proselitista. Los derechistas tienen, sin embargo, algunas armas que pueden influir en el resultado final, como la bajada de línea evangélica«.

Aunque, el escritor Emir Sader, señala: «Lula aún no ganó, pero Bolsonaro ya perdió«. ¿Cuál es la estrategia de Bolsonaro de cara a las elecciones del próximo domingo?

Bolsonaro, provocando a la democracia brasileña, avanza en su escalada militarista y señala que «las fuerzas armadas pueden normalizar a Brasil y que el ministro de Defensa es el más importante de los 23 integrantes de su gabinete, porque tiene la tropa en sus manos«.

Recordemos que Bolsonaro, despidió a nueve de sus 23 ministros, para qué aspirarán a cargos electivos, y comenzó a perfilar su fórmula militar, junto al saliente ministro de Defensa, general Walter Souza Braga Netto, a la vez que reiteró sus críticas a la Justicia electoral y a la Corte Suprema y asoció a la izquierda a la corrupción desenfrenada que hubo en Brasil, en abierta alusión a Lula da Silva, según la autora Juraima Almeida.

Según Gerardo Lissardy, «en los actos de Bolsonaro es común ver carteles pidiendo «intervención militar» y el mes pasado agosto 2022) la policía registró las casas de empresarios simpatizantes del presidente por discutir en WhatsApp sobre la posibilidad de un golpe de Estado, aunque ellos niegan haber cometido delito alguno. Las Fuerzas Armadas ganaron protagonismo en el gobierno de Bolsonaro, un excapitán del Ejército que ha expresado nostalgia por el régimen militar que gobernó Brasil entre 1964 y 1985 y ha elogiado a uno de los torturadores de ese régimen. Para estas elecciones, los militares plantearon cuestionamientos a la justicia electoral sobre las urnas electrónicas y prevén hacer un seguimiento propio del escrutinio, algo también novedoso en el país«.

Ahora, ¿cuál es la estrategia de Lula da Silva, para enfrentar este aspecto militarista de Bolsonaro?

Para alejar a los militares del gobierno, Lula ha montado una coalición de partidos que van desde la izquierda hasta el centro, aunque se reconoce que muchos estén en contraposición al PT, pero, Lula es consciente que no solo basta con ganar, sino que necesita estabilidad política, le interesa que todos estén unidos en defensa de la democracia y el respeto a las reglas del juego constitucional, sin duda, no es tarea fácil.

Según, Zainer Pimentel, para parar a Bolsonaro, «la estrategia es movilización popular en defensa de la democracia y justicia social, cosa que solo Lula da Silva es capaz de crear entre los sectores que le apoyan«.

¿Cuál es la situación electoral ahora?

Muchos ciudadanos/as brasileños recuerdan y añoran los años de 2003 a 2010, cuando Lula gobernó en medio de unas excelentes condiciones económicas (altos precios de las materias primas), donde millones de personas subieron a la escala de clase media, por medio de programas sociales del gobierno, quizás es por esto que recientemente Lula ha tenido un repunte en la aceptación electoral.

Según los diarios Folha de San Pablo y el grupo Globo de Brasil, según las últimas encuestas, «el cambio favorece a Lula, que asciende por primera vez desde hace varios meses, pasando de 45% a 47%, mientras Bolsonaro se estanca en 33%. Y lo más importante: al contabilizar el voto válido, es decir, excluyendo los nulos y blancos, la cosecha del candidato del PT asciende al 50% lo cual le permitiría ganar la presidencia en primera vuelta. Prácticamente, los mismos números brindó otra encuestadora que publicó su estudio el lunes, el IPEC (Inteligencia en Pesquisa y Consultoría Estratégica)«.

No obstante, aunque las últimas encuestas le dan una ventaja de varios puntos porcentuales sobre Bolsonaro, Lula da Silva sabe de lo determinante que son las fake news en internet, producidas desde el despacho controlado por Carlos Bolsonaro (hijo del presidente). De hecho, la avalancha de noticias falsas en las redes sociales, fueron en 2018, las grandes responsables por la victoria Jair Bolsonaro sobre el candidato del PT, Fernando Haddad.

Finalmente, llegamos a dos conclusiones: la primera es que, para Lula da Silva, «derrotar a Bolsonaro en las elecciones también debe significar la derrota política de los militares, comprometidos con la candidatura de Bolsonaro, con un militar retirado. Ese es el desafío que enfrentará la generación actual de brasileños, de la mano del dos veces presidente Lula da Silva. La democratización en Brasil también debería significar la derrota política de los militares y la desmilitarización del Estado brasileño«, según la investigadora Juraima Almeida.

Y segundo, según Vijay Prashad, historiador, periodista y editor indio, en conversaciones con Dilma Rousseff y Fernando Haddad indica: «las condiciones internacionales para una tercera presidencia de Lula son providenciales, me dijo Rousseff. Un amplio abanico de gobiernos de centro-izquierda ha llegado al poder en América Latina (incluidos Chile y Colombia). Aunque no sean gobiernos socialistas, sí están comprometidos con la construcción de la soberanía de sus países y con la creación de una vida digna para sus ciudadanos.

Brasil, el tercer país más grande de América (después de Canadá y Estados Unidos), puede desempeñar un papel de liderazgo en la orientación de esta nueva ola de gobiernos de izquierda en el hemisferio, dijo Rousseff. Haddad, por su parte, me dijo que Brasil debería liderar un nuevo proyecto regional, que incluirá la creación de una moneda regional (el sur) que no solo pueda utilizarse para el comercio transfronterizo, sino también para guardar reservas. Haddad es actualmente candidato a gobernador de São Paulo, cuya principal ciudad es la capital financiera del país. En opinión de Haddad, una moneda regional de este tipo solucionará los conflictos en el hemisferio y creará nuevos vínculos comerciales que no tengan que depender de las largas cadenas de suministro desestabilizadas por la pandemia. «Si Dios quiere, crearemos una moneda común en América Latina, porque no debemos depender del dólar», dijo Lula en mayo de 2022«.

Un comentario y pregunta del portal Página 12 es: «perdiendo en primera o segunda vuelta, Bolsonaro tendrá tres o dos meses en la presidencia. Y la gran pregunta es: ¿qué hará de aquí al primer día de 2023, cuando perderá el derecho de depositar el trasero en el sillón presidencial«?

Esperamos que las elecciones en Brasil, transcurran en un ambiente de paz, y la vez, Lula da Silva resulte ganador, por el bien del pueblo brasileño y latinoamericano.

 

Imagen tomada de http://www.nuevospapeles.com

Brasil-Bolsonaro-Evangélicos, “Rectificar es de Sabios”

Lic. Jose A. Amesty R.

3-enero-2022

Según la frase o sentencia breve del poeta británico Alexander Pope, “rectificar es de sabios”, ésta parece ser la actitud de los hermanos/as evangélicos/as brasileños/as, cuando no habiendo iniciado el año 2022, se proponen no continuar apoyando al presidente Jair “Mesías” Bolsonaro de Brasil.

Recordemos que, en el año 2018, Bolsonaro ganó las elecciones presidenciales con un fuerte apoyo de una gran mayoría de los líderes y lideresas evangélicos. En ese momento, el actual presidente tuvo un discurso conservador que atrajo al ala religiosa brasileña.

En los actuales momentos, pastores/as, obispos/as y líderes religiosos han estado hablando con el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva del PT, y otros nombres de la izquierda, como Marcelo Freixo (PSB).

En este sentido, existe la conciencia de que Bolsonaro, no tendrá la gran mayoría de evangélicos/as en 2022.

Ahora, ¿porque este cambio de mis hermanos/as evangélicos brasileños? Recordemos que los evangélicos/as optaron, entre otras cosas, por Bolsonaro, ante la oferta económica del presidente electo. Pero la realidad actual económica de Brasil es dramática.

Según la investigadora y analista brasileña Juraima Almeida, 113 millones de brasileños/as reciben alimentación en cantidad insuficiente y otros 19 millones están hundidos en el hambre y la miseria. El escenario económico es por demás sombrío, y se espera para un sensible aumento en la inflación. El 40% de la fuerza laboral vive de trabajos eventuales, sin garantías laborales, y 13% está desempleado. Unos 75 millones de brasileños sobreviven en situación precaria.

Agregando Almeida que, si bien la gente pasa hambre, el valor destinado a inversiones en las instalaciones militares, acordes con el presupuesto previsto para 2022, supera por mucho el previsto para educación y salud.

La encuestadora Datafolha, reveló que al menos el 37% de los brasileños/as de bajos ingresos, no cuentan con el alimento suficiente para abastecer a todos los miembros de la familia en su consumo. El 45% de los desempleados admitió que no cuentan con la comida necesaria para su familia.

Asimismo, del porcentaje general, el 26% de los encuestados admitió, que no tienen comida suficiente para alimentar a su familia. Dentro del sector de desempleados, uno de los más golpeados por la crisis alimentaria que vive Brasil, el 45% admitió que la comida le es insuficiente para su familia.

Este es, al menos, el panorama económico de Brasil. Pero hubo, por lo menos, tres hechos que seguramente, han hecho que los evangélicos/as estén cambiando el apoyo a Bolsonaro, para apostar ahora a Lula da Silva, veamos:

1.Jair “Mesías” Bolsonaro, presidente actual de Brasil, hasta ahora ha sido catalogado con los adjetivos calificativos de: fascista, racista, populista, misógino, violento, extremo, un riesgo, machista, homofóbico, nazista, entre otros, pero además podría ser hasta pirómano.

Y esto para los evangelicos/as, es “un mal ejemplo”, “es dar mal testimonio”, siendo que la moral (no ética) de los evangelicos/as es importante y esencial en la vida de los cristianos/as. Más aun cuando, Jair fue bautizado en la fe evangélica, en el rio Jordán.

2.En relación al último calificativo de pirómano, a continuación, presentamos algunas pruebas, sospechas, evidencias, que el incendio que arrasó a la Amazonia pudiera ser causado por la mano criminal (indirecta o directamente) de Bolsonaro.

  1. Ya desde candidato a la presidencia de Brasil, había anunciado medidas que dejarían vía libre, para la deforestación de la Amazonia. A seis meses, de su gestión, altos funcionarios del sector ambiental, declaraban que “la situación ha empeorado”, el impacto es enorme, en el sector. El mismo Bolsonaro ha afirmado: “la deforestación directamente se fomenta”. Y de la deforestación al incendio, hay un paso.
  2. La política del gobierno brasileño, es reducir la legislación que salvaguarda la selva, y ha atacado y despedido a funcionarios, cuyo trabajo es proteger los árboles en la Amazonia.
  3. Jair “Mesías”, al invitar al presidente de USA a ser socio en la explotación de los recursos del Amazonas, llegó a ser apodado “el Trump del Trópico”. A su vez, el asesor de seguridad de Bolsonaro, declaró que era “una tontería que el Amazonas fuera parte del patrimonio mundial”. “La Amazonia es brasileña, la herencia de Brasil y debe ser tratada por Brasil en beneficio de Brasil”.
  4. «Día del fuego» es como le han llamado los hacendados del sudoeste del Estado de Pará, el día en que, estimulados por las políticas anti ambientales del gobierno de Jair Bolsonaro, prendieron fuego a áreas de pastos. “Y para limpiar nuestros pastizales es con fuego”, dijo al diario Folha do Progresso, uno de los hacendados.
  5. Así mismo, el actual gobierno brasileño, ha retirado competencias a los organismos de defensa de la naturaleza, mientras apoya la ocupación de tierras en la Amazonia, promoviendo el robo de aquellas, para luego decidir qué hacer con ellas.
  6. En general, la decisión del gobierno de despojar la autoridad del Ministerio del Ambiente de Brasil, sobre los servicios de la silvicultura y la agencia del agua, demuestra falta de directrices claras para combatir el cambio climático y su cumplimiento de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo esto, refuerza el sentido de más deforestación y más terrorismo expresado en incendios.
  7. Recordemos que la Amazonia en llamas, pudiera ser una estrategia imperial desesperada, para penetrar y controlar estas tierras. No han podido entrar por Venezuela, pero están buscando cualquier excusa para controlar los recursos energéticos, minerales, acuíferos y medicinales, más importantes del planeta, y Bolsonaro, es la llave forjada para consumar la traición más preocupante en la historia de la Patria Grande.
  8. Otro dato significativo alarmante y que llama a cuestionarnos en relación al caso que nos ocupa, es que, justo en los días en que Bolsonaro asume la presidencia de Brasil, ocurre casualmente una catástrofe ambiental en el Amazonas, cuando los diques de una planta minera (Minas Gerai) se reventaron, provocando daños incalculables a lo largo de 650 kilómetros en la cuenca del Río Doce. Días después de lo ocurrido, una delegación “humanitaria” con soldados y voluntarios israelíes, ayudaban en las labores de búsqueda de 50 muertos, 300 desaparecidos y salvar a los lugareños afectados, nos preguntamos: ¿de verdad alguien puede creer que un Estado genocida y racista, como el de Israel, viajaría al tercer mundo para salvar vidas de pobres y negros latinos, justo en el Amazonas?
  9. Atilio Borón, ve los incendios así: “16 días ininterrumpidos de incendios INTENCIONALES en la Amazonia, obra de los latifundistas para expulsar a los pueblos originarios, deforestar y sembrar soja. Es el proyecto del régimen de Bolsonaro. Otro crimen de lesa humanidad”.
  10. ¿Existe una relación entre Bolsonaro y los incendios en la Amazonia? Ante tal pregunta, dejamos tres elementos finales, ante los cuales nos invaden sospechas:

*.   La Amazonía brasileña, considerada el “pulmón del planeta”, estuvo 16 días incendiándose y organizaciones denunciaron que el Gobierno de Jair Bolsonaro, ha guardado silencio, ante lo que han llamado un “crimen ambiental”.

*.   Se incendia el Amazonas, mientras Bolsonaro se burla: “Es la temporada de incendios, me solían llamar “Capitán Moto Sierra” y ahora soy “Nerón incendiando el Amazonas”.

*.   En medio de un descomunal aumento de los incendios forestales que afectan la Amazonia y otras regiones del interior de Brasil, el presidente Jair Bolsonaro, insinuó que las ONG que defienden el medio ambiente podrían haber provocado los focos de fuego para dañar la imagen de su gestión. «Puede haber, no lo estoy afirmando, acciones criminales de esas personas de las ONG para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil.

  1. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante el lanzamiento del Programa “Médicos por Brasil”, que previo la apertura de 18 mil plazas para profesionales de salud, indico que dicho programa sustituiría al programa “Más Médicos”, creado en 2013, para llevar cobertura médica a regiones remotas del país (poblaciones indígenas del Amazonas) y áreas más pobres en los suburbios de grandes ciudades brasileñas, (favelas de Río de Janeiro y Sao Paulo) atendidas por galenos cubanos, quienes se retiraron alrededor de 11.400 médicos.

El retiro de los médicos se debió a las declaraciones amenazantes y despectivas de Bolsonaro, al inmiscuirse en el contrato de los doctores y a las amenazas de endurecer la estadía de los especialistas en Brasil. Bolsonaro demostró irrespeto, ignorancia y mintió en relación al programa cubano de salud.

Sus declaraciones rayaron en la ironía, mencionando al Comandante Presidente Hugo Chávez, muerto en 2013, a raíz de un cáncer y quien se trató en Cuba, así como a los ex presidentes Ignacio Lula da Silva y Dilma Rousseff diagnosticados igualmente con cáncer, quienes fueron atendidos por médicos brasileños y no cubanos.

Lo significativo de éstas declaraciones es que Bolsonaro siempre fue muy crítico del programa “Más Médicos”, y este lanzamiento del Programa de Salud de su Gobierno, se presta para ironizar malsanamente, (indicando que el programa cubano, era para formar núcleos de guerrilla en Brasil) y para tratar de ocultar la problemática de salud en su gestión de gobierno.

Y es que en general, unos 29 millones de brasileños, quedaron sin asistencia médica, de la noche a la mañana, ante el retiro de los especialistas de la salud. Siendo que, en Brasil, hay una escasez de médicos brasileños, en vastos sectores del país. La atención sanitaria es crítica, tanto en las zonas remotas, como en las grandes urbes. “no existen médicos, ni brasileños ni cubanos, no hay ningún tipo de atención medica”.

Muchos opinadores en el área de salud brasileño concuerdan que hay muchos problemas con el sistema de salud en Brasil. No tiene los recursos para soportar toda la población. Pacientes pueden esperar muchos años por cirugías y consultorios.  No hay infraestructura y hay falta de medicinas básicas para servir a la población. Incluso, muchos alcaldes brasileños, han advertido que hasta 30 millones de personas se enfrentan a una crisis de atención, muchas de ellas en zonas donde los médicos locales se niegan a ir.

Hay varios elementos que atentan contra la severa crisis en la salud de Brasil, primero, la magnitud del territorio y sus características diferentes, hacen que el 70% de los profesionales de salud, brinden su accionar en el sur y en el sur este del país, mientras que en norte y el noreste del país, hay municipios que no cuentan ni con un médico; segundo, hay una concentración desigual de médicos y enfermeras, un 66% trabaja en los centros urbanos, mientras que para los sectores del interior del país, solo un 1%.

Cuando hablamos de la ignorancia y del olvido por parte de Bolsonaro, en relación al tema de Salud y Cuba, nos referimos a la ofensa hacia los muchos valores en la historia de la ayuda y colaboración de Cuba con otros países, durante mucho tiempo, y que inició en 1963 hasta hoy, como expresión de la política internacionalista de la Revolución Cubana.

En cuanto al prestigio de la Medicina Cubana, desconoce que los médicos de ahora, son herederos del médico Carlos J. Finlay, que descubrió que el mosquito era el transmisor de la fiebre amarilla, siendo así que el 3 de diciembre, fue declarado como el día de la Medicina Latinoamericana.

Desconoce que en la reciente III Convención Cuba Salud 2018, evento mundial con participación de al menos 90 países, el Director de la OMS y de la Directora de la OPS, valoraron y enaltecieron el Modelo de Salud desarrollado por Cuba, para satisfacer sus necesidades propias y la contribución que ha realizado al mundo, a través de sus brigadas y contingentes de médicos. Y esto es una realidad y verdad reconocidas, aunque lo nieguen y no lo quieran Bolsonaro y sus compinches y parientes.

Pero Bolsonaro, tan reaccionario como inculto, carece de espíritu unitario, de hermandad, solidaridad, que deben prevalecer en las relaciones de todos los países de Nuestra América y el mundo. La solidaridad de Cuba en el campo sanitario con otros pueblos, se ha realizado con el objetivo de librar una lucha por la Vida y la calidad de vida hacia las personas. Esto se expresa en palabras de José Martí quien expresó: “Cuba no anda de pedigüeña por el mundo: anda de hermana, y obra con la autoridad de tal. Al salvarse, salva. Nuestra América no le fallará, porque ella no falla a América”.

Y una pregunta para Bolsonaro: ¿Por qué Brasil, un enorme territorio de América Latina, con enormes riquezas y cierto desarrollo, mantiene inferiores índices de bienestar de salud en su población, en comparación con Cuba, ni garantiza la atención médica gratuita a toda su población?  ¿Por qué no fue posible que la colaboración de Cuba con Brasil, tuvo mucho retraso, porque no se restablece y continúa dicha colaboración?

Quizás, se deba a lo que señala un post en las redes sociales que reza: Agenda Presidencial (de Bolsonaro): “por la mañana, hablar mierda; por la tarde, negar que habló mierda, y por la noche; explicar la mierda que habló”.

Concluimos que, tanto la Creación de Dios como la Salud, son dadivas del Creador importantes para los cristianos/as, en este sentido, parece haber una luz que irradió a los evangélicos/as brasileños, al querer deslastrarse de la acción y las palabras de su idolatrado presidente, para optar ahora por Lula da Silva.