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Etiqueta: ngäbe buglé

Indígenas Ngäbe Buglé de Sixaola siguen sufriendo discriminación

El pasado miércoles 19 de abril se conmemoró el Día del Indígena (No. 1803-C) decretado desde 1971 y que este año el gobierno pasó por alto, no así la población originaria que aprovechó para denunciar la discriminación que siguen sufriendo a diario más de diez mil indígenas Ngäbe que habitan ancestralmente esta zona fronteriza.

Miembros del pueblo Ngäbe Buglé en Sixaola denunciaron la incapacidad y falta de voluntad política del gobierno costarricense para atender distintas necesidades urgentes, como lo es el formalizar y aligerar el reconocimiento de la nacionalidad de dichos pueblos. Esto es apenas la expresión más cotidiana de años de racismo estructural, que impide a las poblaciones indígenas transfronterizas acceder a servicios básicos, atención médica estatal, becas, educación, bonos socioeconómicos, vivienda, trabajo digno, entre muchas otras.

Si bien esta comunidad logró, después de años de lucha, que en el 2019 la Asamblea Legislativa aprobara la Ley de Protección del Derecho a la Nacionalidad de la Persona Indígena y Garantía de Integración de la Persona Indígena Transfronteriza (Ley Nº 9710), donde se le otorgó derecho a la nacionalidad costarricense, lo cierto es que una gran cantidad de personas no tiene hoy su cédula, con lo cual no tiene acceso efectivo a los servicios básicos ni al ejercicio de sus derechos. Esta situación afecta de sobremanera a las mujeres y a la niñez, que no pueden acceder a becas o servicios de salud.

Esta ley fue un paso importante para visibilizar su existencia y poder ejercer sus derechos, pero ahora la principal problemática, que le hicieron saber al presidente Rodrigo Chaves días atrás, “es la carencia de un territorio en el cual podamos vivir libremente, sin temor a que sea atropellado el modo de convivencia cultural tradicional”, según palabras de uno de los líderes indígenas.

Don Eusebio Julián de la Asociación de Indígenas de Sixaola Ngäbe (ATIGUSI) aseguró que: “nuestra petición al gobierno es sobre el territorio, por la necesidad a la que nos enfrentamos en Sixaola. Somos vulnerables, no podemos cultivar, no podemos sembrar, tampoco podemos hacer nuestras actividades culturales”. Solicita así que el gobierno costarricense se apegue y acate a cada uno de los artículos del Convenio 169 de la OIT, ratificado por Costa Rica.

Mientras tanto, Eulalia Thomas, integrante de la organización de mujeres Meri Dirikä sostiene que muchas personas trabajadoras se encuentran en situaciones vulnerables, al estar en riesgo su acceso a la vivienda por el incumplimiento de prestaciones y servicios que las empresas bananeras prometen y no cumplen. Sobre esto indica “cuando la empresa vende esa bananera a la otra empresa (…) resulta que va sacando a todos los compañeros y los niños [de sus casas]. Se van llorando, es lo más triste, ningún gobierno, nadie, está viendo cuando los niños se desalojan”.

Hay que recordar que, en la parte laboral, al menos 5000 de los Ngäbe de Sixaola habitan en tierras de una empresa privada, con la cual sostienen un conflicto laboral desde hace muchos años con empresas transnacionales bananeras, por lo cual solicitan el apoyo del gobierno para hacer valer sus derechos laborales.

También afirman que, al habitar permanentemente en territorio costarricense, son acreedores de derechos, pero que enfrentan día a día discriminación: “vivimos permanentemente aquí en Costa Rica, no sólo venimos por un tiempo (…), nosotros estamos reclamando nuestro territorio para los niños, para las mujeres, y para nuestros compañeros”, recordó Eulalia.

En una reciente visita de una delegación proveniente del territorio, se le hizo llegar estas mismas preocupaciones al presidente Rodrigo Chávez, a través de una carta entregada en Casa Presidencial, solicitando el respeto y reconocimiento de su identidad y necesidades como pueblo indígena, así como la atención inmediata al atropello de derechos humanos del que son víctimas. Esta carta fue recibida en una reunión que tuvieron con el viceministro de Paz, Sergio Sevilla Pérez, quien se comprometió a iniciar acciones y visitar la zona en mayo.

En la foto se aprecia a Eusebio Julián y a Eulalia Thomas, representantes del Pueblo Ngäbe de Sixaola.

Kioscos Ambientales UCR

Foto de portada: Vicerrectoría de Acción Social, UCR.

INMERSO EN LA CHIRICANIDAD Y EL TIEMPO DE LA LARGA DURACIÓN HISTÓRICA

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

Estas líneas, a la invaluable memoria de mi querido tío Francisco Cedeño Castro (1919-2010), quien nunca pudo escapar de su chiricanidad latente, hijo de un chiricano neogranadino y casado con una, mi tía política Gladys Guerra Gutiérrez, aunque hechura de los Salesianos de Cartago, donde devino en un genial mecánico, con un gusto musical singular, además de un oído especial para deleitarse con la música clásica, según me contó mi primo Humberto y con el gran don de gentes que siempre lo caracterizó. Buena obra hicieron esos frailes, lo dice un agnóstico impenitente como yo, a quien no van a convencer con eso de «la palabra», teniendo en cuenta que el discurso es una parte esencial de lo mío. RC.

En estos días lluviosos de mayo en los que se conmemoran y se celebran, casi de manera simultánea, la creación de la provincia de Chiriquí que fue segregada de la de Veraguas, a partir del año de 1849, un día 26 de mayo, a petición del senador José de Obaldía, originario de Dolega, Chiriquí por decisión del Senado Colombiano, en tiempos en que todavía el istmo no se había separado de Colombia, como un hecho que ha coincidido con la celebración del Día de la Persona Chiricana en Costa Rica, en la misma fecha, cuyo epicentro sigue siendo la localidad de Potrero Grande, en el cantón de Buenos Aires de la provincia de Puntarenas, un pueblo fundado por emigrantes chiricanos a finales del siglo XIX, sucede que me he sumergido- por así decirlo- dentro de la chiricanidad, también a partir de un hecho de que acudió a mi memoria: mi abuelo Manuel María Cedeño Quintero(1879-1955), quien nació como colombiano en Alanje, un pequeño pueblo cerca de David, que tuvo cierta importancia histórica en aquellos lejanos tiempos.

Además, me acordé de que don Manuel peleó en la última guerra civil acaecida en la Colombia del siglo XIX, la llamada guerra de los mil días (1899-1902), en las filas de los godos que fueron derrotados en el istmo a diferencia del resto del país, razón por la que debió emigrar hacia Costa Rica donde llegó a ser un importante empresario en la industria de la jabonería en el Puerto de Puntarenas, durante las décadas de 1920 y 1930. Tengo la impresión de que fue de los nunca aceptaron la separación (o rapto imperial) de Panamá de Colombia, razón por la que nunca regresó a su chiricana tierra natal.

Los medios audiovisuales me han facilitado la tarea y he podido apreciar las expresiones más diversas de la cultura chiricana, desde la cumbia chiricana en toda su especificidad regional hasta las salomas o gritos montunos de sus montañeses agricultores y ganaderos, las que me dan la impresión de ser también algo muy singular dentro del territorio de la nación panameña. En algunos casos, la cumbia aparece como un baile lento, aunque cadencioso donde quienes danzan imitan los movimientos del buey en la molienda de la caña, vestidos con unos trajes muy sencillos, tanto los hombres como las mujeres, lo que me parece muy hermoso y es digno de admirar.

El racismo y el genocidio del colonialismo europeo se expresó en el exterminio de numerosos grupos étnicos como los dolegas y gualacas, entre otros pueblos originarios a los que dieron el nombre genérico de guaymíes. Por fortuna, algunos de ellos han reclamado su propia autodenominación en los actuales territorios de Chiriqui y el sur de Costa Rica, tal es el caso de los ngäbe buglés y los brorán, uno de cuyos líderes, Jehry Rivera, fue asesinado en el cantón de Buenos Aires. La lucha de los pueblos originarios de esta parte del mundo ha sido tan tortuosa y sangrienta como en el resto del continente.

Chiriquí o Valle de La Luna y sus gentes es, sin lugar a duda, una identidad muy fuerte dentro de Panamá que irradia hacia el exterior, en particular hacia los territorios del sur de Costa Rica partiendo desde el oeste panameño o incluso del oriente de la actual Chiriquí, allá en Remedios y Tolé. Podría decirse, que esa fuerza identitaria se roza con la cultura de la guanacastequidad a través del vértice puntarenense, entre ambas hay una inmensa frontera cultural de pueblos mestizos mesoamericanos, afrodescendientes, europeos, asiáticos o provenientes del sur chibcha, la que se remonta, al menos, a la segunda mitad del siglo XIX, con la activa presencia chiricana, tanto en Paquera como en Lepanto y en toda la península de Nicoya, como algo que parece ser un eco lejano de mi propia historia familiar.

UCR: Comunidad Ngäbe-Buglé de Sixaola lucha por el acceso a derechos básicos

  • Población indígena ha sido invisibilizada y marginada durante años

UCR Comunidad Ngabe Bugle de Sixaola lucha por el acceso a derechos basicos
Los niños, niñas y mujeres son las más perjudicadas por la falta de documentación, les impide acceso a educación y salud. Foto Alonso Chaves.

La comunidad indígena Ngäbe-Buglé de Sixaola se puso a trabajar en conjunto con estudiantes y docentes de la carrera de Comunicación Colectiva con énfasis en Comunicación Social de la Universidad de Costa Rica (UCR) para generar cambios y transformaciones que permitan mejorar su calidad de vida.

Esta población ha sido históricamente invisibilizada y se le han negado sus necesidades más básicas como el acceso a ciudadanía, a la salud y a la educación, afirma la docente Yanet Martínez Toledo, colaboradora del proyecto.

Adicionalmente, a pesar de ser una comunidad originaria transfronteriza, no se les reconoce como tal y es tratada como migrante, en donde el vínculo laboral ha sido el único medio por el cual los hombres, han tenido acceso a un permiso de residencia, lo que genera que haya muchos niños, niñas y mujeres sin acceso a garantías básicas.

Martínez afirma que uno de los errores más comunes es la confusión que existe entre la población Ngäbe-Buglé de la Zona Sur y la que se encuentra en Sixaola, ya que las condiciones son completamente diferentes: “cuando se dice población Ngäbe Buglé la gente tiende a pensar en Zona Sur o en Zona de los Santos, [en cambio] la población Ngäbe Buglé de Sixaola tiene la peculiaridad de que primero, están en zona bananera en términos productivos y la segunda es que ellos no van y regresan [como es el caso de la población de Zona Sur], sino que viven ahí en esa zona. Algunos viven hace 30 años ahí”.

Esta confusión, afirma la docente, no solo ha generado una invisibilización de las condiciones de esta población, sino que no se les tomó en cuenta en el Censo que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el 2011, lo que genera que queden excluidos de toda política pública que tome como referencia los datos demográficos que arroja el Censo.

Proyecto surge como respuesta a necesidades específicas

Desde la concentración de Comunicación Social se comienza a trabajar con esta población en el año 2016, con un proceso de diagnóstico en el que se identifican una serie de problemáticas a las que se enfrenta esta comunidad. Posteriormente surge la necesidad de atender demandas específicas, lo que se logra a través del proyecto de acción social “Comunicación social y comunidad: aprendizaje y acción para el cambio en procesos comunitarios” (ED-3341) en el año 2018.

UCR Comunidad Ngabe Bugle de Sixaola lucha por el acceso a derechos basicos2
El principal problema que enfrenta esta población es que no tienen acceso a la ciudadanía. Foto Alonso Chaves.

El proyecto identificó que el principal problema que enfrenta esta población es que no tienen acceso a ciudadanía, de manera que muchos de sus derechos les son negados. De esta manera, se inicia un proceso para: atender necesidades de comunicación diseñar una estrategia de incidencia política y coordinar acciones con la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) y representantes de la comunidad para mejorar procesos de documentación de estas personas.

El proyecto también busca articular los vínculos entre docentes, estudiantes y comunidad que se desarrollan desde diferentes cursos de la carrera.Estefany Jiménez Oviedo, estudiante de Comunicación Social, afirma que participar en este proyecto ha sido una gran experiencia en su desarrollo profesional.

“Es la experiencia académica-profesional más fuerte que he tenido, porque estuve desde el inicio. Creo que de los aprendizajes más importantes ha sido [reconocer] que el trabajo en comunidad establece vínculos y no puede generarse afuera y no puede apartarse de lo personal tampoco”, afirmó.

 

Daniella Víquez Sancho

Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

Laura Camila Suárez Rodríguez

Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Conforman Unión de Estudiantes Indígenas de la UNED

El proceso es acompañado por el Programa de Gestión Local y el Programa de Promoción Cultural y Recreativa

Por Karol Ramírez Chinchilla.

Conforman Union de Estudiantes Indigenas de la UNED

Estudiantes indígenas de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) conformaron recientemente la Unión de Estudiantes Indígenas (UNEI), con representación de ocho pueblos indígenas y la convicción de definir líneas de acción como movimiento estudiantil para atender las diferentes problemáticas que afectan a sus poblaciones.

La UNEI-UNED nació en el Primer Encuentro Nacional de Estudiantes Indígenas de la UNED, en el que participaron 57 personas representantes de los pueblos bribri, cabécar, brorán, brunkajc, ngäbe buglé, huetar, chorotega y maleku, y provenientes de los Centros Universitarios de Puriscal, Talamanca, Limón, Turrialba, Buenos Aires, Osa, Neily, San José, Nicoya y San Carlos.

“El espacio fue significativo para compartir las situaciones que se viven en cada territorio, escuchar los testimonios de estudiantes que enfrentan agresiones de no indígenas en las acciones de recuperación de tierras en las que están involucrados, conocer de las iniciativas que se plantean desde ámbitos políticos, como la consulta para establecer mecanismos de consulta previa, libre e informada que sean de aceptación de cada pueblo”, comentó Amílcar Castañeda, funcionario del Programa de Gestión Local.

El Programa de Gestión Local y el Programa de Promoción Cultural y Recreativa, de la Dirección de Extensión Universitaria, acompañan los procesos de la UNEI, con el apoyo del Centro Universitario de Talamanca y la guía espiritual de los mayores, encabezados por el Awá Justo Avelino Torres Layan.

Castañeda destacó la importancia del encuentro pues fue posible “discutir sobre las contradicciones internas que se han presentado en algunos territorios desde la imposición de estructuras culturalmente ajenas como las asociaciones de desarrollo integral, o aclarar los desafíos mayores que se enfrentan, como los proyectos de construcción de centrales hidroeléctricas, proyectos mineros, deforestación, pérdida de las fuentes de agua, o las presiones para que se acepten las nuevas modalidades restrictivas de pago por naturaleza (REDD+)”.

Otro de los temas analizados fueron los problemas inherentes a la recuperación de tierras en manos de no indígenas, que se reconoció como problema endémico de la mayor parte de los territorios.

Antecedentes

En el marco de la salvaguarda indígena, la Dirección de Extensión Universitaria incluyó en el Plan Quinquenal de Pueblos Indígenas el proyecto “Promoción de ambientes interculturales en Centros Universitarios cercanos a territorios indígenas”, que coordinan el Programa de Promoción Cultural y Recreativa y el Programa de Gestión Local.

Uno de los componentes del proyecto se relaciona con procesos de acompañamiento a estudiantes indígenas mediante los “encuentros regionales y nacionales”. Así entre los años 2014 y 2015, se realizaron encuentros de estudiantes indígenas en Talamanca, Buenos Aires, Puriscal, Zapatón.

“En estos encuentros, se fueron analizando las dificultades y limitaciones más comunes que como estudiantes indígenas tienen en la UNED, y de cómo las entidades de la UNED pueden mejorar su trabajo en cuanto a la atención a estudiantes indígenas, becas, acceso a medios tecnológicos, barreras geográficas, organización estudiantil, infraestructura, tutorías, materiales educativos”, explicó Castañeda.

 

Miembros de la UNEI

Miembros Propietarios

Anyolet Salas Leal, bribri, CeU de Talamanca

Filemón Vargas Fernandez, cabécar, CeU de Buenos Aires

Melvin Atencio Palacios, ngäbe, CeU de Ciudad Neyli.

Eurania Acosta Elizondo, maleku, CeU de San Carlos

Esmeralda Pérez Hernández, huetar, CeU de Puriscal

Argenis Morales Lázaro, brunkajc, CeU de Buenos Aires

Mabel Castrillo Hernández, chorotega, CeU de Nicoya

Gerson Rivera Chavarría, brorán, CeU de Buenos Aires

Miembros Suplentes

Leonel Ortiz Ortiz, bribri, CeU de Buenos Aires

Noé Esteban López García, cabécar, CeU de Limón

Edilma Carrera Montezuma, ngäbe, CeU de Ciudad Neylli

Robert Morales Villafuerte, Broran, CeU de Buenos Aires

Elías Morales Mora, brunkajc, CeU de Osa

Robert Astúa Marín, huetar, CeU de Puriscal

Asesores

Irving Selles, bribri, CeU de Talamanca

Manasés Gallardo, bribri, CeU de Talamanca

 

Información e imagen tomadas de http://www.uned.ac.cr/

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