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Etiqueta: reformas laborales

Que los diputados den el ejemplo con la jornada 4-3

Vladimir de la Cruz

La jornada de trabajo de Costa Rica, de 8 horas diarias, fue establecida en diciembre de 1920. Esta jornada fue regulada constitucionalmente desde 1943, en la Constitución de 1871, cuando se agregó, a esa Constitución, el Capítulo de las Garantías Sociales, aprobado ese año, junto con las jornadas nocturna y la jornada mixta, diurna nocturna.

En esa Reforma constitucional de 1943 se dio un Pacto Social y Político histórico, entre el Gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia, la Iglesia Católica jefeada por el Obispo Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, y el jefe del Partido Comunista, Manuel Mora Valverde, todos ellos hoy reconocidos como Beneméritos de la Patria.

La Guerra Civil de marzo y abril de 1948 produjo el ascenso al Gobierno de José Figueres Ferrer, también reconocido como Benemérito de la Patria, quien el 8 de mayo de 1948 al asumir el Gobierno, declaró la Fundación de la Segunda República, período histórico que seguimos viviendo. En ese primer año de su Gobierno convocó a la Asamblea Constituyente que trabajó durante el año 1949, aprobando la Constitución Política actual.

En esta Constitución se recogió, en el Capítulo de Garantías Sociales, las reformas hechas en 1943, ligeramente ampliadas, estableciendo, de esa manera, el régimen laboral del país, en sus jornadas de trabajo, lo ya establecido desde 1920 y 1943. Esto también se llevó al Código de Trabajo, aprobado en 1943, vigente en sus aspectos fundamentales hasta hoy, con las reformas laborales aprobadas en el Gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, La Ley del Trabajador, y las reformas laborales del 2009, con el perjuicio y limitaciones que se le ocasionaron por las reformas legislativas del 2018-2019 en el Gobierno de Carlos Alvarado Quesada.

La legislación vigente establece la jornada máxima diaria en 8 horas diurnas o en 6 nocturnas, y un sistema mixto diurno nocturno. Cualquier hora adicional se paga con un 50% más de su valor. Así, por ejemplo, si se paga a ¢100 la hora, la extraordinaria se pagará a ¢150. Si bajo este sistema se trabajan 12 horas, las primeras ocho se pagan por ¢800 y las segundas cuatro horas extras por ¢600, para un total de ¢1400 por jornada diaria.

Desde hace muchos años, en este siglo, se viene discutiendo la posibilidad de establecer una jornada laboral de 12 horas diarias. Así se discutió en la Asamblea Legislativa en el 2004. De establecerse esa jornada, en el ejemplo anterior, todas las horas se pagan igual, a ¢100 cada hora, con lo cual se incrementa el tiempo de trabajo, a 12 horas y su pago a ¢1200 diarios, con lo cual se rebaja el pago en ¢200, al no pagarse 4 horas extras, sobre las primeras ocho horas trabajadas.

También se elimina la jornada mixta y se ahorran los patronos los pagos diferenciados.

Esta jornada del 4-3 repercute en los beneficios sociales del aguinaldo, el salario escolar, las prestaciones, y en el largo plazo en la pensión, pues, al no pagarse los incentivos y beneficios de horas extras, no se contabiliza su monto proporcional en estos derechos. Así, la reforma debilita estos beneficios y derechos sociales.

La rebaja en el pago diario por la jornada de 12 horas, diarias por cuatro días a la semana, también produce proyectivamente una rebaja en lo correspondiente al pago de aguinaldo, y en el acumulado histórico para las futuras pensiones de los trabajadores que tenderán a más bajos ingresos jubilatorios.

En la vida diaria es también una rebaja de dinero que incide en la reducción de la capacidad adquisitiva del salario, respecto a los precios de los productos básicos de consumo, la canasta básica, entre ellos, que suben de precios todos los días, bajo muchos pretextos. De hecho, los salarios suben en escalera mientras los precios de los artículos de consumo suben en ascensor.

Así, con la jornada de trabajo de 12 horas, se trabaja más por día o por noche, se recibe menos dinero y se pagan los productos de consumo cada vez más caros, porque en correspondencia con estas posibles modificaciones a la jornada, y los salarios, no se congelan los precios de los artículos de primera necesidad, ni se congelan los alquileres que paga la gente, ni se congelan los pagos de los servicios públicos, como agua, servicios y ciertas tasas municipales, el servicio de recolección de basura, electricidad, y cualquier otro servicio público, como los peajes de vehículos, que en una situación de crisis y de congelamiento real, que hay de salarios y pensiones, también deberían someterse a congelamiento sus alzas. En este campo las Defensorías de los Habitantes y la de los Consumidores son simples papeles pegados en la pared, carecen de los sentidos de vista, el oído y la voz.

¿Cómo podemos ver en su efecto práctico esta jornada 4-3? Veámoslo así: Los trabajadores, en su desplazamiento al trabajo, emplean de una a dos horas más, antes de llegar a sus trabajos, desde que se levantan, bañan, visten, desayunan y toman los buses, a veces uno, dos o tres buses.

Igualmente gastan este tiempo para regresar a sus hogares. En la jornada laboral de 12 horas, si un trabajador entra a las 7 de la mañana, saldrá de su casa alrededor de las 5 a.m. y regresará alrededor de las 8:30 ó 9 de la noche. Así, durante 4 días a la semana este trabajador se alejará de su hogar por un lapso entre 14 y 16 horas cada día.

En el supuesto de que el cónyuge trabaje igual jornada y coincida en los días, ambos estarán juntos durante 3 días a la semana, pero los otros 4 dejan al garete a toda su familia. Con esta jornada, ningún sistema familiar se fortalece ni se integra.

Por otra parte, los niños ya no tendrán el apoyo de los padres en sus estudios, y estarán más solos y abandonados familiarmente. Y, si los cónyuges no coinciden en sus días laborales, uno trabajando de lunes a jueves y el otro de jueves a domingo, nunca se verán. La Familia, pilar de nuestra sociedad, se debilita, se fragmenta, entra en crisis y se pospondrá la creación de familias en tanto se postergarán las posibilidades de matrimonios o de vivir en parejas para la procreación.

Y, si por ese abandono laboral de sus hogares los esposos tienen que contratar personas para el cuido de sus hijos, les implica un gasto adicional más, y una reducción en sus ingresos, si pudieran pagar esos servicios, porque las fábricas, empresas e instituciones no tienen guarderías, ni aulas, para que los hijos de sus empleados, durante estas jornadas, sean atendidos en guarderías o puedan recibir clases, con maestros y personal contratado para esos efectos.

Tampoco hay una política social estatal que impulse fortalecer la creación de guarderías y de aulas en las empresas o fábricas, porque los empresarios no tienen tampoco esta visión de la responsabilidad social empresarial de esta manera, ni tienen ningún interés en ello, ni ninguna sensibilidad social en este sentido.

En el año 2004 y siguientes, el gran representante de los empresarios, hoy privado de su libertad, preso en su domicilio, Samuel Yankelewitz, decía que esa jornada era a favor de la familia, porque permitiría mayor integración familiar. Igual decía que iba a favorecer el estudio y la superación profesional de los trabajadores. Pero ¿a qué hora van a poder estudiar los trabajadores con jornadas de 12 horas diarias? Los colegios nocturnos, han venido debilitándose y, con estas jornadas acabarán por cerrarse todos, lo cual disminuye las posibilidades de superación y fortalecerá el incremento de la pobreza y de la pobreza extrema, que ya es muy alta en el país. Familiarmente, con esas jornadas, ¿en qué momento se podrá realizar plenamente una pareja matrimonial, para sus propias relaciones y las relaciones con sus hijos?

La modificación que se quiere hacer el régimen de jornadas laborales es violenta, anticonstitucional, inhumana, anticristiana y anti familiar, es especialmente contra la niñez de la clase trabajadora.

Es violenta porque regresa al régimen laboral del siglo XIX existente en Europa, en Estados Unidos y en los países que experimentaban el desarrollo de sus revoluciones industriales, y en la mayoría de los países, donde las jornadas se excedían de las 10, 12, 14 o más horas diarias, situaciones socioeconómicas que provocaron, a la vez, las diferentes luchas sociales de los trabajadores, que por ello se dieron, la lucha por la legislación laboral y social, y la lucha por la jornada de 8 horas que se logró en 1886, y a partir de 1890, cuando se generalizó a nivel mundial su lucha. La jornada de 12 horas es volver a los sistemas laborales del siglo XIX, sin duda alguna.

Los que se inspiran en la doctrina social de la Iglesia Católica, si realmente son cristianos, y practican el cristianismo, con base en esa doctrina, más allá de la apariencia de asistir a los rituales como las misas, a las que muchos van tan solo por la vista social, para que los vean en la Iglesia, para guardar las apariencias, deben estudiar, por lo menos, las encíclicas papales relacionadas con los temas sociales y laborales, y las que tratan de la justicia social, de la visión cristiana del trabajo, de la justa retribución salarial del trabajador, como jornadas de trabajo, derecho de huelga y organización sindical, derecho a un justo salario.

Estas Encíclicas, las que recomiendo, son: la Rerum Novarum, la Quadragesimo Anno, Mater et Magistra, Pacem in Terris, Populorum Progressio, Octogesima adveniens, Laborem Exercens, Sollicitudo Rei Socialis, Centesimus Annus, Caritas in veritate, Laudato si y Fratelli tutti.

A sacerdotes también les recomiendo su lectura, si no lo han hecho, o su relectura, por si se les han olvidado conceptos claves para entender por qué hay que estar contra la jornada de trabajo de 12 horas diarias, y en contra del proyecto de ley de las jornadas 4-3. También deberían repasar el Código Social de Malinas de 1927.

Los diputados, de tradición cristiana, católica, u otra manifestación cristiana, si no actúan de conformidad con estos valores, son unos verdaderos fariseos parlamentarios, son verdaderos hipócritas, son simples fingidores de principios y valores cristianos, que ni conocen ni practican, simuladores, por ello inmorales o amorales, y falseadores reales del cristianismo y sus valores fundamentales, relacionados con el mundo del trabajo y de los trabajadores. De hecho, carecen de estos valores, aunque finjan creer en ellos, y aunque los invoquen de vez en cuando, al menos para su discurso político.

Dentro de un modelo de desarrollo neoliberal, nada social, como el que se impulsa, lo que se busca es bajar costos de producción disminuyendo el pago de salarios y de los beneficios sociales adicionales de los trabajadores, aumentar la riqueza de los empresarios y aumentar la pobreza de los trabajadores. Los defensores de estas reformas no ocultan que están vinculadas estrechamente a los requerimientos de la globalización, con la apertura comercial que se ha pretendido con los tratados firmados por el país, y con los nuevos procesos de inversión económica que se esperan lograr.

Con esta reforma a la jornada de 8 horas, se pretende regular nuevas modalidades de trabajo que se están tratando de imponer y generalizar en todas las actividades empresariales y productivas del país. El confite del engaño está en decirle a los trabajadores que es optativa. Tal vez sea optativa para una parte de los que ya están trabajando. Para los nuevos trabajadores esa será su jornada, sin opción de la de 8 horas.

Una modalidad de la jornada 4-3 es la llamada jornada laboral anualizada, que está concebida sobre prácticas europeas del trabajo estacional debido al invierno y las nevadas en actividades agrícolas.

Para esta jornada, se toman en cuenta todas las 52 semanas del año, a razón de 48 o 36 horas semanales de trabajo, según sea la jornada diurna o nocturna. En consecuencia, jornada anual de 2400 horas diurnas y 1800 nocturnas, que incluye los 15 días de vacaciones.

Quienes acepten esta jornada la trabajan intensamente, de seguido, en jornadas de 10 horas de manera que se trabajan 240 días diurnos o 180 nocturnos, quedando prácticamente tres o seis meses libres.

Durante estos meses libres, de mantenerse una relación estable, la empresa suspende el contrato de trabajo, con todas las implicaciones legales que eso significa.

Por este camino también se violan y pierden derechos y beneficios sociales. Veamos:

1.- El pago de aguinaldo, salario escolar o prestaciones se haría en proporción al trabajo de 240 días y no de 365 días, con lo cual el trabajador recibe menos dinero. El patrono se gana el equivalente al aguinaldo completo y 2 meses de salario.

2.- Al dejar de pagar las obligaciones sociales del Seguro Social y Banco Popular durante el período de suspensión laboral, el trabajador pierde 3 cuotas de pago por año, que le van a faltar para cuando tenga que hacer el cálculo de su pensión. Así, el trabajador tras laborar 35 años para tener derecho a su pensión tendrá que ampliar su jornada de trabajo en 105 meses, es decir en 9 años más, para poder tener el total de las cuotas anuales a razón de 12 por año que pide el Seguro Social. Por eso también, hay tendencia a ampliar el plazo de años y de cuotas de pago, al Seguro Social, para tener derecho a la pensión. Por otra parte, el patrono se ahorra estos 9 años de pagos de Seguro Social y de Banco Popular.

Uno de los problemas sociales más graves que se va a presentar asociado a este régimen de jornadas es la contratación por el salario a la baja.

Con la masa de desocupados, que ronda los 500.000, la lucha por el empleo no importa cuál sea la jornada, va a ser por la contratación de cualquier jornada y el salario más bajo. Hacia eso están empujando con esta Reforma que pretende imponer la jornada 4-3. A ello se agrega el valor ideológico de estar afirmando que la pobreza y la extrema pobreza no tienen solución, que lo que se trata es de que no crezca, cuando constantemente crece.

Sobre esta violencia laboral va a aumentar la violencia sobre el sector doméstico y las amas de casa. El trabajo supone una actividad, un empleo y un salario. Las amas de casa realizan su trabajo sin que se les reconozca socialmente su trabajo y por ello carecen de salario, por el trabajo que realizan. Su jornada con el establecimiento de la jornada 4-3, para ellas va a aumentar, a 16 o más horas diarias, porque se tendrán que levantar más temprano y acostar más tarde para atender a sus compañeros de hogar, junto con las tareas propias del hogar, en sus dobles o triples trabajos, esposas, madres y trabajadoras de su hogar.

Hace algunos años se reguló el trabajo del servicio doméstico remunerado, se reguló la jornada de 12 horas de trabajo que tenían las empleadas domésticas y se estableció la jornada de 8 horas para ellas.

Esto se vuelve a alterar con la jornada 4-3 violentamente.

La incorporación de los jóvenes, de los excluidos de la educación, de los trabajadores informales, violentará más sus condiciones de vida y trabajo, con esta nueva jornada que se pretende imponer. Se trata de cambiar también el papel y el valor del trabajo.

El trabajo ha creado una fuerza social poderosa, al movimiento obrero, aunque sea débil orgánicamente en el país. El movimiento obrero hoy no es el del siglo XIX, ni el del siglo XX. Hoy es un concepto más amplio, los trabajadores en sus diversas modalidades de asalariados, que incluye importantes segmentos de las clases medias golpeadas en sus ingresos, salarios o pensiones, aliados estratégicos de los trabajadores con salarios e ingresos más bajos, porque a sectores de la clase media los están empujando hacia los sectores pobres de la sociedad.

La nueva Asamblea Legislativa debería desarrollar un Foro, por lo menos, de una semana de trabajo intenso, con todos los sectores involucrados en esta reforma laboral que se pretende. Un Foro con los empresarios, patronos y sus cámaras empresariales, con todos los sectores sociales, los sindicatos por medio de sus Federaciones, especialmente, con los sectores cooperativos y solidaristas, con representantes de los partidos políticos, que incluya a los que no están en la Asamblea legislativa, y que participaron en las últimas elecciones, si tienen algo que decir en esta materia, los sectores académicos de las universidades del país, públicas y privadas, de las Escuelas de Derecho, a la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo, que tiene sede en el país, representantes del Patronato Nacional de la Infancia, del Instituto Nacional de la Mujer, INAMU, de las organizaciones de mujeres que hay inscritas en INAMU.

Los diputados deberían dar el ejemplo de la jornada 4-3. De hecho, trabajan de lunes a jueves, solo cuatro días, en sus comisiones y el Plenario. Los viernes no trabajan parlamentariamente. Sábados y domingos tampoco trabajan legislativamente. Tan solo los jefes de fracciones legislativas atienden la prensa por la mañana del viernes para hacer un balance, ante los periodistas, de lo realizado durante la semana y exaltar el control político que realizan.

Queremos ver a todos los diputados, con los funcionarios de sus oficinas, y el resto del personal legislativo trabajando la jornada 4-3, con efectivos tres días de descanso para todos ellos. Esto sí sería un buen ejemplo para todos los trabajadores a quienes se les quiere recetar la bondadosa jornada 4-3. ¡¡¡Apruébenlo para ustedes, señores diputados!!!. Den el ejemplo. La misma reforma legislativa que se necesita hacer para los trabajadores se puede hacer para todo el personal de la Asamblea Legislativa, incluidos los diputados, que marquen reloj de 12 horas efectivas. Los reto públicamente.

El tiempo de trabajo de las comisiones, y la entrada de los diputados a sus oficinas, no les permite atender todas las Comisiones. Tampoco lo pueden hacer por el tamaño de las fracciones, todas excepto una, menores de 10 diputados.

Si los diputados tuvieran una jornada real, efectiva, de 12 horas diarias, como se pretende que la tengan los trabajadores del país, podrían atender más comisiones de trabajo y podrían ser más efectivos en su labor parlamentaria.

Si los diputados trabajaran 12 horas diarias, supongamos de 7 a.m. a 7 p.m., darían un gran ejemplo al país con lo que pretenden imponer a todos los trabajadores. Hasta podrían aprobar más y mejores Proyectos de Ley.

Pero esa jornada implica que todos los trabajadores de la Asamblea Legislativa, casi 1000 que tiene, tendrían que estar igual que ellos, con jornadas de 12 horas efectivas de trabajo, para acompañarlos desde que lleguen a las 7 a.m. hasta las 7 p.m. ¿Estarán de acuerdo estos trabajadores en dar el ejemplo de la jornada 4-3? Y, ¿por qué no, también en la Casa Presidencial, con todo su personal, con una jornada 4-3?

En todo esto, el Patronato Nacional de la Infancia, que vela por la integración de la familia, del niño particularmente, las organizaciones de mujeres, los sindicatos y la Iglesia Católica, especialmente, guardan silencio. De las otras iglesias representadas políticamente también están en silencio.

Si fuera buena jornada la de 12 horas ya la habrían establecido países industriales como Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra. Sin embargo, la tendencia en ellos es bajar la jornada de trabajo a 7 o 6 horas diarias. En Europa varios países están con jornadas de 35 y 36 horas semanales.

Hay que detener la reforma laboral que impulsan todos los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa. pues empeorará las condiciones de vida y de trabajo de la población costarricense. Diputados, den el ejemplo. Empiecen ustedes con jornada 4-3.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

El Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, traidor, preso y libre

Vladimir de la Cruz

El Dr. Calderón Guardia, como cariñosamente se le recuerda y trata, es una de las figuras políticas y de los líderes políticos nacionales, que tendrá una presencia en el imaginario colectivo de manera imborrable.

A él se asocian la fundación de la Universidad de Costa Rica, la Caja Costarricense del Seguro Social, la promulgación del Capítulo de las Garantías Sociales y del Código de Trabajo, Casas para los trabajadores mediante el Programa de las Casas Baratas, tierra para los campesinos, en esa década que todavía habían tierras para entregar para procesos de colonización, lo que el Partido Comunista de Costa Rica había impulsado a principios de esa década, hacia el norte del Valle Central, políticas de precios fijos para los productos agrícolas, protección a las industrias cafetalera, azucarera y tabacalera, impulso a las cooperativas agrícolas, restablecimiento de la enseñanza religiosa en los colegios y escuelas, el arreglo de límites con Panamá y el amojonamiento de la frontera con Panamá, la derogatoria de las Leyes Liberales, la creación del Conservatorio Nacional de Música, el Código de Educación, el impulso a la organización de una gran cantidad de Colegios Profesionales, el Código Sanitario, la pavimentación de San José, el Muelle del estero de Puntarenas, la planta eléctrica de Liberia, la construcción del Estadio Nacional en La Sabana, el sistema de cloacas en la ciudad de Heredia, pozos de agua potable en Guanacaste y una cantidad de otras obras de carácter infraestructural que podría citar en kilómetros de carreteras, edificios escolares y públicos, en unidades sanitarias, cañerías.

Del mismo modo participó, valientemente, del lado de los aliados en la II Guerra Mundial, enfrentando al Eje Nazi Fascista con su solidaridad y declaratoria de guerra a Alemania, Japón e Italia.

Como el gran líder que fue participó de una alianza política como nunca la Historia Nacional había conocido, de su Gobierno, la Iglesia Católica y el Partido Comunista para poder impulsar, en su parte final, las grandes reformas sociales y laborales, que han contribuido a darle estabilidad, salud, progreso a la economía y producción nacional, y al pueblo costarricense.

La Obra del Gobierno del Dr. Calderón Guardia está grabada, de manera indeleble, en el corazón y la mente de todos los costarricenses, de manera genética. Cada costarricense que hoy nace y estudia hasta los niveles universitarios, tiene la presencia del Dr. Calderón Guardia acompañándolo en su salud y en sus estudios, y en la protección de sus Derechos Laborales y Sociales. Esto nadie lo puede borrar ni ignorar, aunque algunos hoy, incluso de lo que queda de su propio partido, o quienes se identifican con su figura, porque son calderonistas solo de etiqueta, quieran desdibujar, disminuir y debilitar, con sus actos legislativos y políticos, y con su silencio partidario, del Partido Político que le reivindica.

Los sucesos acaecidos después de 1944, y hasta la guerra civil de 1948, motivados, entre otras justificaciones, en los procesos electorales, y la forma cómo se realizaban en esa época, y por reacción contra las Reformas Sociales aprobadas, en vigencia y empezando a andar, condujo a una crisis política que desembocó en una acción política contra el final del Gobierno de Teodoro Picado Michalski, la nulidad de las elecciones de Otilio Ulate, y el levantamiento militar de José Figueres, que culminó en su triunfo político militar, y en el Golpe de Estado que le impuso a Otilio Ulate, en cuyo nombre se había realizado la Guerra Civil, para quedarse gobernando, a la fuerza, Gobierno de Facto, por casi dos años, hasta que le entregó el Gobierno al Presidente electo en 1948.

La Obra de Figueres en este gobierno también tiene su mérito institucional. Entre otras cosas no tocó la Reforma Social y Laboral aprobada en 1943, y la desarrolló institucionalmente.

La tensión del año 48 condujo a un intento de los calderonistas, de actuar contra el Gobierno de Facto, en diciembre de 1948, desde Nicaragua, para lo que no había condiciones políticas, militares ni de apoyo interno o externo. La Junta de Gobierno aprovechó la situación para realizar el asesinato del Codo del Diablo, matando varios líderes comunistas que tenía presos en Limón, para advertir a los comunistas que si acompañaban en esa aventura militar a los calderonistas, a todos los comunistas que tenían presos les iba a ocurrir igual suerte. El Partido Vanguardia Popular, como ya se llamaba el Partido Comunista, no estaba de acuerdo con este intento militar. Esto motivó que la Junta Fundadora de la Segunda República declarara al Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, en diciembre de 1948, Traidor a la Patria, por Decreto Ejecutivo, por Decreto Ley, que la Junta realizaba.

Los Decretos Ley que la Junta hizo durante su tiempo de Gobierno, 8 mayo 1948 – 7 noviembre de 1949, al terminar su período y entregar el Poder a Otilio Ulate, en sus últimos actos, la Asamblea Nacional Constituyente que cesó sus funciones el 7 de noviembre de 1949, avaló todos los Decretos Ley de la Junta, entre ellos, obviamente el de Traición a la Patria que le habían hecho al Dr. Calderón Guardia.

Luego, en el primer Gobierno Constitucional de Figueres, 1953-1958, de nuevo, en 1955, se intentó, otra vez desde Nicaragua, invadir el país, por parte de calderonistas, para derrocar a Figueres, movimiento que fracasó, y a cuyos detenidos se les indultó, por un arreglo político que se hizo con el mismo Presidente José Figueres.

En 1970 en el segundo Gobierno Constitucional de José Figueres se declaró Benemérito de la Patria al Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, en cuyo gobierno también falleció. Todavía los odios y pasiones de la guerra civil eran encendidos, pero hay que reconocer que Figueres hacía un esfuerzo porque se superaran. Así lo hizo en las placas que puso en los monumentos que levantó para conmemorar el 25 aniversario de la Guerra Civil, reconociendo en ellos a los caídos de los dos bandos.

El Benemeritazgo de hecho borraba y superaba la declaratoria de Traidor que se le había hecho.

El actual Presidente de la Asamblea Legislativa puso su empeño en que por acuerdo legislativo, por Ley de la República, fuera eliminado aquel Decreto Ley de Traidor, lo que se hizo el lunes pasado, en primer debate legislativo, por la totalidad de los diputados presentes.

Se reafirmó así lo que la Declaratoria de Benemeritazgo ya había hecho.

Aun así, con su Benemeritazgo, siempre hubo una mano maléfica, de odios ancestrales o viscerales, contra el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia. Cuando se terminó de construir en 1969, e inaugurado en 1970, el Hospital México, al frente de la instalación, en una plaza que tiene, se puso un Monumento al Dr. Calderón Guardia, con una figura de una pirámide invertida, en cuyo centro de colocó una efigie, una escultura de buen tamaño, del Dr. Calderón Guardia, pieza monumental que en uno de sus lados tenía una abertura para ver al Dr. Calderón Guardia, pero en esa abertura pusieron una reja. Así daba la sensación de que tenían preso, en una celda en exhibición, al Dr. Calderón Guardia.

¿Quién hizo eso de esa manera? ¿Quién actúo como carcelero del Dr. Calderón Guardia? ¿O quien dio la orden de poner la reja para que aparentara estar preso? La verdad es que no sé. Si lo supiera lo diría en este comentario.

Cuando Rafael Ángel Calderón Fournier, en ejercicio de la Presidencia inauguró la Plaza de las Garantías Sociales, frente al edificio sur de la Caja Costarricense del Seguro Social, trasladó la imagen de su padre a esa Plaza, rindiéndole el honor de exhibirlo de cuerpo entero, sin jaula o celda alguna. De hecho lo liberó de aquella patraña que le habían hecho.

También en su gobierno falleció el Presidente Figueres, y bajo su Gobierno también se le dio el Benemeritazgo de la Patria. Con ello se sellaron los resabios de resentimientos políticos y se restañaron las heridas aún existentes de 1948.

Hoy la figura del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia está allí, más cerca del pueblo. A él se le han sumado acompañándolo los otros dos Beneméritos de la Patria, que contribuyeron a la aprobación de la Gran Reforma Social y Laboral de Costa Rica, de su Gobierno, con sus bustos, Manuel Mora Valverde, Secretario General del Partido Comunista o Vanguardia Popular, y recientemente Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, Arzobispo y Jefe de la Iglesia Católica.

Los Tres, hoy, luceros inapagables en lo mejor de la conciencia nacional y en la Galería de los Hombres Ilustres que han contribuido a tener el país que disfrutamos de progreso social, de democracia robusta y sólida, de sociedad más justa y próspera.