UCR: »Exhorto a los estudiantes a mantener la preocupación por la realidad centroamericana»
Ricardo Falla Sánchez
Sacerdote jesuita y antropólogo guatemalteco recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Costa Rica
Falla Sánchez, sacerdote jesuita y antropólogo guatemalteco, quien ha dedicado más de cuatro décadas a la documentación y análisis de las masacres y genocidio entre las poblaciones en resistencia de Guatemala y Centroamérica.
Su charla se centró en recorrer algunos puntos esenciales que dan origen a una colección de ocho tomos con escritos inéditos sobre su vida, la historia y la memoria, que lleva por título “Al atardecer de la vida: fe, investigación y violencia”.
Además, la Universidad de Costa Rica le confirió la máxima distinción que concede esta casa de estudios superiores, el doctorado honoris causa, por su trayectoria como antropólogo y por sus valiosos aportes que permiten comprender, desde una perspectiva testimonial y humanista, las situaciones de violencia, persecución, masacre y genocidio que enfrentaron las poblaciones indígenas en Guatemala.
Falla dedicó este reconocimiento a esas voces del pueblo que están detrás y que han contado su historia de violencia y resistencia.
Falla, con casi 90 años de edad, se dirigió a la comunidad universitaria, nacional e internacional e hizo un resumen de cómo nace, cómo se hace y cómo se publica una colección de tal envergadura.
En primera instancia, más que un relato lanza algunas preguntas a la audiencia y a él mismo, ¿cómo se da el proceso de toma de conciencia? Su entrada al mundo religioso, sus estudios en antropología, el trabajo de campo en la Nicaragua sandinista, una crisis afectiva.
Todo esto suma y lo lleva a regresar a Guatemala, con un grupo de personas, de manera clandestina, para trabajar con la población civil, que vivía en zonas donde estaba asentada la guerrilla.
En estos ires y venires, encontró a Mateo, en un campo de refugiados en Chiapas, el testigo principal de la masacre de San Francisco que sucedió el 17 de julio de 1982. A partir de aquí surgen más preguntas y nace la investigación que lo llevó a Ixcán, pueblo fronterizo con México, donde también sucedieron masacres.
Entonces, ¿cómo se hace la investigación? Fue un proceso de inmersión, de hablar con la gente, de ser uno más en la clandestinidad, de generar confianza desde lo religioso y lo político. Gracias a esto, obtiene abundante información, mucha de la cual forma parte de esta nueva colección.
A través de ese don logra estar en el lugar de experiencias cruciales para la historia de Guatemala: el genocidio y la resistencia.
Aquí lanza una recomendación a los estudiantes, que no siempre hay que seguir los pasos de la investigación al pie de la letra, puede haber ciertas libertades y se puede cambiar el orden de los procesos, lo que no hace perder validez ni riqueza a la investigación.
Por último, ¿cómo se da a conocer la investigación? Desde antes de iniciar ya surge el tema de la censura, la autocensura, de preguntarse a quién vas a agradar y a quién vas a desagradar. O ¿qué hubiera sido mejor para la investigación, estar ligado a una organización política o a una organización religiosa? O ¿desde dónde se vicia o se impulsa más la ciencia?
“Para la actuación como investigadores y como religiosos, que el norte de nuestra actuación no sea la línea partidista sino los derechos humanos, los derechos de los pobres, la verdadera participación política, y su verdadero bienestar espiritual y en paz con la naturaleza”.
Ricardo Falla Sánchez.
La lección inaugural 2022 y la entrega del doctorado honoris causa se llevó a cabo en un acto solemne en el Aula Magna.
En esta actividad, el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, rector de la UCR, reconoció que los escritos del Dr. Falla son una enorme fuente de aprendizaje para las generaciones más jóvenes de la región, especialmente para aquellas que no han conocido la guerra más que por noticias en los diarios.
“Deseamos que el testimonio del Dr. Falla, quien ha sido portavoz de las personas más afectadas por las guerras, las guerrillas y la violencia en Centroamérica, cale en todos nosotros, y nos permita reconocer con mayor claridad la necesidad de un cambio”, subrayó Gutiérrez.
Por su parte, el Dr. German Vidaurre Fallas, director del Consejo Universitario rescató que la mejor manera de iniciar el año lectivo es con la lección de vida que da don Ricardo, una lección que hace un llamado a la promoción de una educación basada en y para los derechos humanos, con un carácter social, donde se motive a las personas a ejercer una ciudadanía activa, con un pensamiento crítico para su defensa y prevención.
La Escuela de Antropología de la UCR impulsó la entrega de esta distinción ante el Consejo Universitario tras acoger la propuesta del Programa de Doctorado en Ciencias Sociales sobre América Central, con el apoyo del Consejo Asesor de la Facultad de Ciencias Sociales.
Andrea Marín Castro,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR