Comunidad de isla Venado: un ejemplo de superación

Andrés Chavarría Sevilla
Estudiante de Economía en la Universidad Nacional

Todos sufrimos los impactos de la pandemia por COVID-19: desde el desempleo, el deterioro de la salud mental, el aislarse socialmente hasta el enfrentar la pérdida de un ser querido por causa de la enfermedad. Pese a estas dificultades, existen personas que se reinventan y luchan por salir adelante junto con su familia y comunidad. Este es el caso de isla Venado y sus numerosos proyectos económicos, incluyendo el innovador Restaurante flotante.

Tuve la dicha de visitar la isla los días 11 y 12 de mayo de 2023 como parte de una gira académica del curso Extensión Universitaria para la Transformación Social. Como parte de varios conversatorios, aprendí lo difícil que ha sido la vida en una zona tan periférica del país: enfrentarse al analfabetismo y a la dificultad de completar la educación secundaria, adaptarse ante nuevas regulaciones que dificultan la pesca (hasta hace unos años, única actividad económica de la isla), luchar para mejorar el acceso al sistema de salud desde una isla, reinventarse para sobrevivir económicamente a cambios tan bruscos en los últimos años, entre otros.

Los pobladores de la isla son conscientes del impacto del ser humano sobre el medioambiente. Por ello, han dirigido sus proyectos económicos teniendo en mente no dañar irresponsablemente a la naturaleza. Ante estas limitaciones, ¿cómo isla Venado logró prosperar económicamente? Los isleños notaron el alto potencial turístico de la isla, y decidieron aprovechar esta ventaja comparativa.

La cooperativa COOPEACUICULTORES R.L., de la que forma parte el proyecto del restaurante flotante, lleva varios años en funcionamiento. Esta asociación también practica el cultivo de mariscos, proyecto que evita la pesca de arrastre en el Golfo de Nicoya y permite la recuperación de la vida marina de la zona: más de 1000 personas se benefician del proyecto del camarón.

Además, los pescadores locales vieron en el turismo la clave para desarrollarse sin perjudicar a la naturaleza: durante la gira, nos comentaron que es más rentable pasear a unos turistas en lancha que ir al mar a pescar. De la mano con el auge del turismo, han aumentado de dos a más de veinte las cabinas disponibles para los turistas que quieran hospedarse en la isla; e incluso se ofrecen tours de avistamiento de aves.

Es innegable que la isla ha trabajado arduamente por conseguir un mejor desarrollo, pero no todas las adversidades han sido superadas y todavía existen puntos de mejora. Ellos luchan por reducir la contaminación de los alrededores, ampliar el cultivo de camarón y otras especies, proteger aún más el golfo de Nicoya para lograr una mayor recuperación del daño ocasionado por la sobreexplotación de los recursos naturales, aumentar la capacidad de los paneles solares para tener suficiente suministro eléctrico después del atardecer, mejorar su acceso a los servicios de salud, y brindarles a sus nuevas generaciones una educación con consciencia ambiental.

Isla Venado es un claro ejemplo de que sí se puede. Una comunidad rural y periférica del país nos da una importante lección: conseguir el desarrollo económico sin perjudicar imprudentemente al medioambiente es posible. Ellos logran aprovechar su alto conocimiento empírico para buscar y emplear herramientas que les ayuden a afrontar sus problemas. Estos saberes propios se ven impulsados por el conocimiento científico aportado por los proyectos de extensión e investigación de la Universidad Nacional, que en vez de imponerse e invadir lo autóctono, buscan la forma de complementarse e impulsar el desarrollo socioeconómico anhelado por la isla.

Es importante mencionar que pese a que ellos reciben con las manos abiertas a quien guste realizar turismo en la zona o incluso al personal de instituciones públicas, durante la visita se debe tener precaución de no realizar una invasión cultural. Una vez se llega a la isla, resulta tentador preguntar e incluso cuestionar desde la cosmovisión personal a los locales. Por ejemplo, es preferible evitar asumir cómo ellos reaccionarán ante un cambio unilateral en el itinerario: puede que para lo que nosotros sea una leve modificación, para ellos implica un reto al cambio o a la potencial incomodidad.

Finalmente, es claro que todos enfrentamos situaciones difíciles en nuestras vidas, en ocasiones es necesario reinventarse completamente para salir adelante. Esto es difícil, mas no imposible: la comunidad de isla Venado ya lo demostró y lo sigue demostrando. Más allá de simplemente conformarse con las ayudas económicas que reciben, luchan por avanzar en el desarrollo de la isla: mejorar la educación de escuelas y colegios, ampliar el atractivo turístico, y heredarles a sus hijos una mejor isla sostenible en armonía con el medioambiente.

Restaurante flotante.