Skip to main content

Manifestaciones

Dr. Eliseo Valverde Monge

 

El asunto con las naciones democráticas, algunas veces resulta problemático cuando es propuesta una reforma, una modernización o cualquier cosa diferente a lo existido; siempre habrá quien proteste. En estos aspectos, todos los países somos iguales, los pequeñitos como nosotros y los grandes como Alemania. Siempre que pretendamos cambiar, el estado de las cosas se altera. Entonces, quienes se ven afectados, se manifiestan en su contra. Así vemos como los trabajadores de los Ebais que han pertenecido a la Universidad de Costa Rica están tirados a las calles protestando ante el anuncio de que serán trasladados a la Unibe, otra universidad no del Estado, sino privada. Que las personas condenen lo que no les parece, es lo más lógico y la presión que se hace creo que es para que las plazas de quienes están laborando actualmente no desaparezcan. Vivimos en una democracia y quienes ven afectados sus intereses pueden protestar. Sin embargo, cuando las muestras de inconformidad se sitúan por encima de nuestras leyes, las personas responsables de gobernar tienen que gobernar, pues para eso están, para hacer valer el marco legal que nuestra Constitución señala. Cuando hay intransigencia, se puede desatar la violencia y esto, en ningún aspecto que se quiera ver, es saludable.

Si quienes manifiestan no acatan la ley, el resultado puede ser el enfrentamiento con la Fuerza Pública con consecuencias nunca agradables al haber detenidos que son pasados a los tribunales de justicia, con heridos que van a los hospitales y si el asunto no camina muy bien, heridos de gravedad, tanto en las fuerzas de orden como en los manifestantes. Ninguna persona, en su sano juicio, desea que esto ocurra. Hay que procurar, hasta donde sea posible, que los actos de violencia no se presenten. Lo que sí debe ser comprensible es que las fuerzas del orden, cuando ya es necesario, tienen que actuar. Para eso están, para respaldar las normas legales con todas las herramientas que la ley les brinda. Los manifestantes haciendo uso de sus derechos pueden manifestarse. Lo que sí no tienen derecho es a pasarle por encima al resto de las personas, coartando los derechos que ellos tienen, como transitar libremente por las calles. Un enfermo con urgencia de ser atendido no tiene por qué no recibir atención y exponerse a morir en la calle, porque unos manifestantes, a quienes se les ocurre un bloqueo, se lo impiden. En estos casos, la Fuerza Pública no debe ser endeble, incapaces de poner un alto, a quienes con acciones totalmente fuera de ley, se manifiestan en los lugares públicos.

 

Información enviada a SURCOS por el autor. 

manifestaciones