Ante la noticias del Gobierno sobre el avance en materia de la digitalización del sistema tributario el menciona lo siguiente:
Alguna vez, años atrás se invirtieron no menos de 32 millones de dólares, en Tributación Digital. Cambiar el nombre, no ayuda, y nos tememos que una solución, anclada con otra de otra firma, va a diluir el problema, tal cual sucedió con Tributación digital, le fue asignada a Bering point México luego; se ocupaban los instrumentos “tarros” en argot popular, y no hicieron clip.
El pueblo al final vio como una herramienta para la totalidad de declarantes en la Dirección General de Tributación, se quedó sólo en uso para 500 Grandes empresas, es decir, esa inversión, para 500 le costó al Estado $32 millones, si dividimos esos $32 millones entre 500, obtendríamos una solución cercana a $64000 dólares por cada gran contribuyente y no dudamos que muchas otras herramientas que utilizamos hoy en el Ministerio de Hacienda, que costaron muchos millones más, y que sirven, sean posiblemente desechadas y no integradas potencializando el ahorro en dicha solución propuesta.
Hay una serie de actuaciones a lo interno, para cumplir con las obligaciones formales y materiales, que requiere un manual único procesal, para garantizar el cumplimiento de los principios tributarios con la eficiencia en la gestión y la cobertura misma, para extender el brazo de control fiscal, y logremos cerrar, esas fugas de la evasión fiscal misma.