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Etiqueta: actividades económicas

Por 30 años más: Minería en Río Frío amenaza la vida comunitaria y al humedal de Caño Negro

La municipalidad de Guatuso aprobó ayer una concesión de minería no metálica en el Río Frío por 30 años más.

Según informan los vecinos “acá en Caño Negro en este momento se está extrayendo arena del río para aprovecharla. Hay unos bancos de arena que están dificultando la navegación. En este momento es imposible bajar después del Caño Los Patos en una embarcación mediana, la poca agua, los troncos expuestos y los bancos no permiten transitar. La sedimentación de arena y de barro o lodos está afectando bastante al humedal. Los lodos se acumulan en los bordes de los cuerpos de agua y la arena en el fondo.”

Desde hace varios años la comunidad de Maquengal de Guatuso viene denunciando en torno a la situación que está amenazando al Río Frío. Esta comunidad está a 15 kilómetros del Centro de Guatuso donde el turismo, la lechería, la agricultura familiar compiten con el monocultivo y la minería no metálica.

Esta región ha vivido una expansión de diversas actividades económicas que han empezado a presionar la salud del río, entre ellas los monocultivos y la ganadería, que están asociados a los procesos de deforestación, erosión y compactación de suelos, pero también ha empezado a tener mayor presencia la Minería no Metálica.

El Río Frío, ese vecino que ha sido testigo de muchas de sus alegrías, han hecho fiestas, se han bañado y pescado, y hasta es motivo que desde otros lugares lleguen visitarlos para disfrutar de sus aguas.

Sin embargo, lo que fue el Río Frío hoy resulta lejano, desde finales de los noventa se conocen las concesiones para la extracción del material en este río. Situación que ha venido intensificándose cada vez más, al reconocer el buen negocio que puede significar para unos pocos amparados por la institucionalidad municipal.

Eddy Alberto López Mora de la Asociación de Desarrollo de Maquengal de Guatuso, participando del Programa Voces y Política de Radio Universidad comento “El Río Frío es una fuente vital de economía turística y agrícola de la zona, pues es el principal afluente del Humedal de importancia mundial de Caño Negro, sin embargo, la minería desregulada lo acaba de a poco”.

En este caso las vecinas y vecinos señalan que la Municipalidad de Guatuso no monitorea las acciones de las empresas extractivas, “esto ha venido a matar el río” aseguró López sobre la cantidad de material que tienen concesionado y concluyó diciendo “Le estamos vendiendo al mundo un sitio RAMSAR un humedal que no estamos cuidando.”

Esta actividad extractiva de materiales del río no sólo cambia su curso y afecta su caudal, sino que también genera procesos de erosión en las riberas y la sedimentación del mismo. La agudización de estos efectos nos lleva a diversos daños ambientales, como el rompimiento de los ciclos de reproducción de muchas especias o la agudización de los efectos de los fenómenos naturales cuando vemos las crecidas del río y las inundaciones.

Muchas personas que son vecinas dan testimonio de las afectaciones, pero también recuerdan la belleza e importancia que ha tenido para sus vidas, por esta razón es un río que resiste al abandono de la institucionalidad que procura seguir explotándolo, porque como nos recuerdan estas mismas personas a pesar del daño que ya muestra, sigue teniendo visitación y sigue alegrando la vida, por esta razón lo defienden y siguen señalando que estamos a tiempo de salvarlo.

Además de esto, ¿Qué pasa con la vida comunitaria? Sucede algo, en el territorio se da la erosión de la calidad de vida, que ven cómo sus espacios de encuentro e intercambio empiezan a desaparecer, ¿a dónde quedaron las pozas? ¿dónde quedaron las corrientes del agua? ¿a dónde vamos después de la escuela? Es decir ¿a dónde van a ir a disfrutar?

Mas información entrevistas, video y otros apoyos en: https://bienescomunes.fcs.ucr.ac.cr/tag/guatuso/

¡Por 30 años más! Minería en Río frío amenaza la vida comunitaria y al humedal de Caño Negro – Observatorio de Bienes Comunes (ucr.ac.cr)

Observatorio de Bienes Comunes Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y con apoyo el proyecto Geografía y Diálogo de Saberes: Análisis de la conflictividad socioambiental en territorio rurales de Costa Rica (ED-3526) del Programa Kioscos socioambientales y la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica.

Kioscos Ambientales
UCR

El desarrollo de la Asociación de Piangüeros de la Purruja de Golfito

El pasado sábado 6 de noviembre de 2021 se realizó la presentación del micro documental de la Asociación de Piangüeros de la Purruja de Golfito, en el cual se expone acerca del proceso de formalización de la Asociación.

Gerardo, quien es presidente de esta, de la mano del trabajo de extensión universitaria, lograron formalizar la Asociación. Asimismo, lograron construir un plan de manejo interinstitucional que conjuga la protección del humedal y les permite seguir siendo piangüeros.

En el documental se exponen datos acerca de la extracción de piangua y la pesca a pequeña escala, señalando cómo esta es una de las principales actividades económicas de la zona desde el 2015. 

Se le invita a conocer más de este tema a partir del siguiente video:

 

Compartido con SURCOS por Rafael López Alfaro.

El aporte de la estrategia motor rural a la reactivación de las zonas rurales luego de la pandemia

German Masís

El Instituto de Desarrollo Rural (INDER), lanzó la estrategia integral para apoyar la reactivación desde los territorios rurales, denominada “Motor Rural”, que abarca una serie de medidas para promover las actividades productivas y económicas, así como colaborar con ideas e innovaciones que se generen en el sector rural. Con esta estrategia el Gobierno destinará ₡15.200 millones para reactivar la economía de los territorios rurales.

Motor Rural busca ser el mecanismo que dinamice las economías rurales, gracias a un engranaje que contiene diversas áreas”, tales como:

Ruta al Desarrollo Rural, que incluye un conjunto de proyectos de infraestructura pública que el INDER desarrolla en el país, de los que se priorizaron 82 de mayor impacto para la competitividad de los territorios rurales, acelerando su finalización este año.

Se trata de caminos, puentes, alcantarillas; servicios básicos como electricidad y agua; infraestructura productiva como plantas de procesamiento de productos agrícolas y centros de acopio. La inversión en esos proyectos es de ₡12.410 millones y se verán beneficiadas unas 15 mil familias costarricenses.

Crédito en Marcha, es una línea de crédito especial de operación única y por un periodo establecido, dirigido a organizaciones sin fines de lucro de todo el país, como asociaciones de pequeños y mediados productores, cooperativas, Centros Agrícolas Cantonales, entre otros. El crédito estará disponible hasta el próximo 31 de octubre y en una primera fase, el INDER dispondrá de ₡500 millones.

Impulso Rural, es un fondo de recursos no reembolsables para apoyar ideas emprendedoras y novedosas del sector agropecuario, está constituido por ₡300 millones y se podrán girar hasta ₡5 millones por cada idea innovadora. Esta área financiará proyectos e ideas que contribuyan a la generación de ingresos, empleos y dinamismo económico local.

Fomento a la Producción y Seguridad Alimentaria, en ésta área se está incorporando más de ₡2 mil millones para apoyar este año actividades agrícolas y pecuarias. Se brindarán insumos, semillas, herramientas, materiales para el trabajo pecuario y agrícola, como motoguadañas, ordeñadoras eléctricas, picadoras de zacate, entre otros, a los productores afectados por la pandemia en los territorios rurales.

Mercado Rural CR, es un catálogo digital de Productos Rurales, para que los emprendedores y organizaciones apoyadas por el INDER en los territorios muestren sus productos, efectúen contactos directos con compradores y puedan mejorar la comercialización de sus productos. Se trata de una plataforma totalmente gratuita para el mercadeo digital de pequeños y medianos emprendedores. (ElPaís.cr, 23-9-2020)

La estrategia Motor Rural, ha tenido como antecedente la campaña y la feria del Orgullo Rural, que la misma institución impulsó en octubre del 2019. Esta campaña destacó que el Orgullo Rural “es participar del desarrollo en cada uno de los 29 territorios rurales del país, en los cuales existen los Consejos Territoriales de Desarrollo Rural que son oportunidades para que la población de cada territorio tenga voz y voto en las acciones que se toman en pro de su desarrollo”.

Por su parte, la feria surge, “a partir de la necesidad de generar espacios de intercambio de experiencias y capacitación de los diferentes actores de los territorios rurales y además para que quienes habitan en las zonas urbanas conozcan la labor que el INDER está realizando en el acompañamiento de las iniciativas sociales, productivas y con los emprendimientos en la ruralidad nacional”. (INDER, Programa de la Feria, p.1).

En la presentación de la estrategia el Presidente Ejecutivo, expresó que “entendemos la necesidad de plantear respuestas prontas y oportunas a las familias de los territorios rurales. Motor rural se enfoca en la necesidad de disminuir el impacto negativo generado por la pandemia en la condición de las familias; y por ello está dirigido a impulsar acciones para fortalecer las actividades de reactivación económicas de los territorios rurales. (ElPaís.cr, 23-9-2020)

La acción institucional de esta estrategia en las áreas rurales es valiosa y oportuna, tomando en consideración la problemática social y económica que ha caracterizado a estas áreas, ligada a la falta de dinamismo de las actividades productivas, a las condiciones de desempleo, pobreza y desigualdad, al deterioro de la vivienda y la infraestructura social y productiva y a las limitaciones en el acceso a la educación, la salud, los servicios públicos y las nuevas tecnologías.

En el año 2006, un estudio comparativo entre las áreas urbanas y rurales determinó que el bienestar urbano es mayor que el bienestar rural, ya sea que consideremos ingreso o consumo. Sin importar la línea de pobreza, la incidencia siempre será mayor en la zona rural y los hogares agrícolas tienen el menor ingreso promedio.

Los hogares agropecuarios presentaban la mayor incidencia de pobreza y pobreza extrema y poco más del 50% de los hogares agropecuarios se concentran en los quintiles 1 y 2. En ese período el empleo en el sector primario rural se redujo en 10 puntos porcentuales y la desigualdad, por ingreso es mayor en las zonas rurales que en las urbanas. (Saborío, M. y Rodríguez, A.,2006)

Una investigación posterior estableció que, la cantidad de personas que habitan los territorios rurales entre 1960 al 2015 bajó en 43%. A su vez, cerca de 40% de la población se dedica a ocupaciones elementales (no calificadas), principalmente relacionadas con la agricultura y 56% de los hogares se encuentran ubicados en los dos quintiles de ingresos más bajos.

En efecto, si se examina la información de la ENAHO 2017 referente a los quintiles de ingreso per cápita, 60% se ubica en los dos quintiles más bajos; en las regiones Brunca y la Huetar Norte, es alrededor de 70%. En el caso de la primera región, 44,4% de la población se ubica en el quintil de ingresos más bajo.

En términos del indicador de pobreza, cerca de 25% de los hogares rurales se encuentran en una situación de pobreza, muy superior al porcentaje nacional, que se ubicaba alrededor de 20%. La región Brunca registra el mayor porcentaje de hogares en condiciones de pobreza: 32,4%, en tanto en la región Pacífico Central, el porcentaje de personas en condiciones de pobreza es menor que el anterior, pero superior al 30%.

Con respecto al nivel de instrucción de la población rural, en su mayoría como máximo cuentan con sexto de primaria y un porcentaje muy reducido tiene bachillerato de secundaria. El porcentaje de personas con estudios universitarios o al menos que cuenten con una carrera técnica también resulta bajo, en ninguna región supera 10%. Por su parte, el promedio de escolaridad es en todas las regiones alrededor de 6 años.

La tasa de desempleo tiende a ser más alta en las zonas rurales y estar muy ligada a los niveles de escolaridad que muestra la población rural, el cual influye de manera directa en el tipo y la calidad de empleo; de esta forma se visualiza un patrón estructural de desigualdad e impedimento real para la búsqueda de mejores opciones y condiciones laborales, ya que las posibilidades de conseguir empleo se limitan a la dinámica productiva de las regiones.

De ahí que la generación de empleos de calidad en territorios rurales es uno de los principales retos del país, ya que la concentración de la riqueza se presenta en los centros urbanizados e industrializados donde se aglomera el empleo formal y la institucionalidad gubernamental.

La problemática de las áreas rurales plantea una serie de reflexiones que van desde el reposicionamiento de los territorios rurales en términos de la gobernanza y la acción ciudadana, hasta la necesidad de ir trazando el rumbo económico, empleo y desarrollo rural, un desarrollo equitativo, sostenible e incluyente. (Porras, A. y Rivera, R.,2018)

A su vez, los factores que favorecen o limitan el desarrollo territorial, siguen siendo la organización y capacidad de gestión de los actores y grupos locales, la infraestructura existente, la dinámica de las principales actividades productivas, las condiciones medio ambientales, la inversión pública y privada y la institucionalidad pública en los territorios rurales.

Consecuentemente es necesario ubicar las acciones institucionales propuestas por esta estrategia, en la perspectiva de la competitividad territorial y de los territorios innovadores y en la importancia de impulsar esfuerzos innovadores a nivel productivo, tecnológico y social, a partir de que los territorios potencien los recursos naturales y humanos que poseen. (Alterdescr.com, oct,2019).