La CELAC se origina en el sueño luminoso de Simón Bolívar forjado en el fragor de las batallas liberadoras por la primera independencia de nuestros pueblos. Con el influjo de las ideas de su maestro Simón Rodríguez, y de Francisco de Miranda precursor y líder de las reyertas iniciales propugnando por una América libre y unida desde: “el Río Misisipi hasta Cabo de Hornos extensión de la América colonizada por España. Este proyecto fue detallado en su obra “Colombeia” una sólo patria, la Gran Colombia.”
Fue entonces Bolívar junto a sus correligionarios los que fundaron “La Gran Colombia”. Una Confederación de las nuevas naciones de la cual fue su primer presidente.
Consideraba Bolívar que para lograr la emancipación del colonialismo era necesario derrotar a los ejércitos reales españoles, de manera integral y en todos los territorios. Unificar a caudillos regionales y fuerzas independentistas a lo largo de América. Estaba persuadido de la urgencia de crear una república grande y fuerte como garantía de una independencia permanente, y tener la certeza de resistir a las pretensiones expansionistas de cualquier potencia imperial.
En 1812 el “Manifiesto de Cartagena” propone soluciones al fraccionamiento que campea entre los independentistas y promueve la unión de los distintos pueblos de América, para lograr el objetivo común, la independencia. En el citado documento Bolívar proclama: “Yo soy de sentir que mientras no centralicemos nuestros gobiernos americanos, los enemigos obtendrán las más completas ventajas; seremos indefectiblemente envueltos en los horrores de las disensiones civiles, y conquistados vilipendiosamente por ese puñado de bandidos que infestan nuestras comarcas”
El proyecto de La Patria Grande lo impulsó Bolívar al considerar en 1811 que la libertad de Venezuela era colocar “la piedra fundamental de la libertad Sur americana”. Posteriormente en el “Congreso de Angostura de 1819” confirmaría: “La reunión de la Nueva Granada y Venezuela es el objeto único que me he propuesto desde mis primeras armas: es el voto de los ciudadanos de ambos países y es la garantía de la América del Sur.”
En medio de las azarosas dificultades del proceso emancipador, Bolívar, conociendo las diferencias existentes en lo económico, las dificultades geográficas y las particularidades regionales continúa su proyecto integracionista en el “Congreso Anfictiónico” de 1826 en Panamá.
El objetivo era crear una confederación de los pueblos iberoamericanos desde México hasta Argentina y Chile.
Casi toda la América hispana era finalmente libre, luego de décadas de sangrientas guerras contra el poder colonial. Ya en la “Carta de Jamaica” de 1815, el libertador reconocía que de la lucha independentista probablemente aparecerían de 15 a 17 Estados; “independientes entre sí”. La egregia asamblea fomentaría una nación potencia de primer orden en el mundo.
El visionario esbozo de Bolívar fue cañoneado por las oligarquías regionales, las advenedizas castas empresariales y los mercaderes sumisos al capital extranjero.
Su utopía se describía en el siguiente pensamiento:
“Este Congreso parece destinado a formar la liga más vasta, o más extraordinaria o más fuerte que ha aparecido hasta el día sobre la tierra. La Santa Alianza será inferior en poder a esta confederación (…)”
José Martí encabezando las batallas cruciales de la lucha mambisa en Cuba cava la primera trinchera, ante las amenazas del nuevo coloniaje tendiendo sus tentáculos desde el norte. En el ensayo “Nuestra América” se emite un paradigma por la segunda independencia, inminente e inexcusable para nuestros pueblos; después de propagarse el estrago imperialista que anunciara Bolívar cuando predijo que: “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad.”
Nos instruye y excita Martí con su epístola prodigiosa:
“La colonia continuó viviendo en la república; y nuestra América se está salvando de sus grandes yerros -de la soberbia de las ciudades capitales…, por la virtud superior, abonada con sangre necesaria, de la república que lucha contra la colonia…”
“El problema de la independencia no era el cambio de formas, sino el cambio de espíritu…”
“Sobre algunas repúblicas está durmiendo el pulpo. Otras, por la ley del equilibrio, se echan a pie a la mar, a recobrar, con prisa loca y sublime, los siglos perdidos. Otras, olvidando que Juárez paseaba en un coche de mulas, ponen coche de viento y de cochero a una bomba de jabón; el lujo venenoso, enemigo de la libertad, pudre al hombre liviano y abre la puerta al extranjero. Otras acendran, con el espíritu épico de la independencia amenazada, el carácter viril.”
“El deber urgente de nuestra América es enseñarse como es, una en alma e intento, vencedora veloz de un pasado sofocante, manchada sólo con sangre de abono que arranca a las manos la pelea con las ruinas, y la de las venas que nos dejaron picadas nuestros dueños” (Ensayo Nuestra América)
Con la inspiración de los próceres independentistas y las libertadoras como Manuelita Sáenz y Bartolina Sisa, Gregoria Apaza, Manuela Gandarillas y Manuela Rodríguez, Juana Azurduy, Micaela Bastidas, Manuela Espejo, Mariana Grajales, Rosa Zárate, María cabrales y, heroínas de La Coronilla.
Con la entereza colosal y la erudición de les caracterizase los líderes de los procesos antiimperialistas y transformadores de América Latina y El Caribe, han promovido la unión de las naciones en vías de cambio con los lazos de la cooperación, la solidaridad, la ayuda mutua y la complementariedad que han dado origen a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), a UNASUR, PETROCARIBE, Banco del Sur, TELESUR, el SUCRE, fortalecido Mercosur y CARICOM y, posibilitado el surgimiento de la CELAC.
Hoy como aguijados por las evocativas palabras de la heroína Quiteña Manuela Cañizares: «Cobardes…! Hombres nacidos para la servidumbre… de qué tenéis miedo…? !No hay tiempo que perder…!, las generaciones actuales emprenden un nuevo ciclo liberador, en el que el enfoque preclaro y de larga visión de caminar hacia la unidad de los pueblos y la integración latinoamericana y caribeña, es la piedra angular.
En ese proceso radiante y esperanzador emerge la “Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC)”.
La CELAC fue creada el martes 23 de febrero de 2010 en sesión de la Cumbre de la unidad de América Latina y el Caribe, en Playa del Carmen (México). Ulteriormente, en la Cumbre de Caracas en diciembre de 2011, quedó constituida definitivamente la CELAC.
La I Cumbre de la CELAC se efectúo en Chile en enero de 2013, mientras que la II Cumbre se celebró en La Habana los días 28 y 29 de enero de 2014.
Se avanzó hacia: “la conformación de un ente que garantice la unidad y la cohesión necesarias entre los países de la región y que facilite su desarrollo soberano y su inserción en el mundo. La CELAC es el más reciente de tales intentos.”
Con Hugo Rafael Chávez Frías al frente e inspirados en la vocación unionista de Néstor Kirchner, en la constancia de Omar Torrijos y en los fulgores del Congreso bolivariano de Panamá (1926), dan vida a la CELAC como una institucionalidad latinoamericana y caribeña de cooperación Sur-Sur y en el espíritu de un nuevo orden internacional basado en el el pluricentrismo y el multipolarismo.
La CELAC emerge como instancia de colaboración regional integrada por los 33 Estados de Latinoamérica y el Caribe, a ella no están invitados ni Estados Unidos ni Canadá.
En el continente brilló el ejemplo indómito del CHE, la sabiduría de Fidel, la memoria antiimperialista de Sandino, el internacionalismo escrito con letras inmortales de miles de mujeres y hombres, pincelando en el horizonte emancipado de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe, la solidaridad como expresión suprema del amor, la unidad y la esperanza de la humanidad.
La CELAC es parte de la arquitectura regional que fomenta la complementariedad. El funcionamiento de la CELAC ha abierto las esclusas de América Latina y el Caribe para convertirla en una comunidad de naciones capaz de dialogar en soberanía, y sobre una base de gradualidad y pluralismo, buscar consensos en temas de interés común sin injerencias nocivas.
“La CELAC puede resumirse de la siguiente manera:
Es un mecanismo de diálogo y concertación política.
Es un mecanismo articulador, que trabaja sobre la base del consenso.
Es un foro que avanza sobre la convergencia de acciones e intereses comunes.
Es una plataforma que facilita una mayor presencia de nuestra región en el mundo.
Es un espacio para hacer frente a desafíos comunes.”
“Por mandato de los Jefes de Estado y de Gobierno, la CELAC se constituye en la voz unificada de la región en temas de consenso; es el único interlocutor, que luego de seguir las reglas de funcionamiento, puede promover y proyectar una voz concertada de América Latina y el Caribe en la discusión de los grandes temas globales, con el objetivo de buscar una mejor inserción y proyección de la región en el ámbito internacional.
En cuanto mecanismo representativo de América Latina y el Caribe, la CELAC asume entre sus atribuciones, la interlocución de la Comunidad con otros países y grupos regionales. Destaca entre ellos el Diálogo de la CELAC con la Unión Europea, el Foro CELAC-China, el Mecanismo de Diálogo con la Federación de Rusia, así como los acercamientos con la República de Corea, el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, Turquía y Japón.”
La Presidencia Pro Témpore (PPT) se encargará de: “liderar el diálogo y la concertación política regional, buscará afianzar las posiciones comunes regionales en los ejes de trabajo definidos en el Plan de Acción de la CELAC 2014, por medio de la convocatoria de reuniones sectoriales en diversos temas, por ejemplo, la agenda de desarrollo post 2015, cambio climático, cooperación sur-sur, desarme nuclear, seguridad alimentaria y Agricultura familiar.
El órgano de apoyo institucional, técnico y administrativo de la CELAC, es la Presidencia Pro Témpore. Es asistida por un Cuarteto (antes Troika Ampliada): “compuesta por el Estado que ostenta la Presidencia Pro Tempore, por el que le precedió en esa responsabilidad y por el que lo sucederá como Presidencia Pro Tempore, más un Estado miembro de CARICOM, representada por quien ejerce su Presidencia Pro Tempore».
En la Declaración de La Habana se revalidan los consensos y voluntades manifestados en las Cumbres anteriores.
“Destacando que a dos años de la puesta en funcionamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños hemos logrado construir un espacio de diálogo y concertación política que nos une y hace posible la aspiración de trabajar juntos por el bienestar de nuestros pueblos; que permite, a su vez, una mejor inserción y la proyección de nuestra región en el ámbito internacional
.Ratificando hoy nuestra voluntad irrevocable de fortalecer este espacio de diálogo político efectivo. Hemos sido, somos y seremos diversos y a partir de esta diversidad es que tenemos que identificar los desafíos y objetivos comunes y los pisos de convergencia que nos permitirán avanzar en el proceso de integración de nuestra región. Fortalezcamos nuestras democracias y todos los derechos humanos para todo; demos mayores oportunidades a nuestra gente; construyamos sociedades más inclusivas; mejoremos nuestra productividad estrechemos nuestro comercio; mejoremos nuestra infraestructura y conectividad y las redes necesarias que unan cada vez más a nuestros pueblos; trabajemos por el desarrollo sostenible Por superar las desigualdades y por una más equitativa distribución de la riqueza para que todas y todos sientan que la democracia les da sentido a sus vidas.
Esa es la misión de la CELAC, esa es la tarea a la que hemos sido convocados y esa es la responsabilidad política que tenemos por delante y de la cual deberemos dar cuenta a nuestros pueblos.
Reiteramos que la unidad y la integración de nuestra región deben construirse gradualmente, con flexibilidad, con respeto al pluralismo, a la diversidad y al derecho soberano de cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de organización política y económica.
Reiteramos que nuestra Comunidad se asienta en el respeto irrestricto a los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, la solución pacífica de controversias, la prohibición del uso y de la amenaza del uso de la fuerza, el respeto a la autodeterminación, a la soberanía, la integridad territorial, la no injerencia en los asuntos internos de cada país, la protección y promoción de todos los derechos humanos, el Estado de Derecho en los planos nacional e internacional, el fomento de la participación ciudadana y la democracia. Asimismo, nos comprometemos a trabajar conjuntamente en aras de la prosperidad para todos, de forma tal que se erradiquen la discriminación, las desigualdades y la marginación, las violaciones de los derechos humanos y las transgresiones al Estado de Derecho…
Ratificamos nuestra voluntad de promover el crecimiento, el progreso, la inclusión social y el desarrollo sostenible de nuestros Estados, formulando y desarrollando planes, políticas y programas nacionales con metas cuantificables y calendarios, dirigidos a la universalización del disfrute y ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales, con atención prioritaria a las personas en condición de pobreza extrema y sectores en situación de vulnerabilidad como las poblaciones indígenas, afrodescendientes, mujeres, niños, personas con discapacidad, adultos mayores, jóvenes y migrantes…
Otorgamos la más alta prioridad a fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional, la alfabetización y post alfabetización, la educación general pública gratuita, la educación técnica, profesional y superior de calidad y pertinencia social, la tenencia de la tierra, el desarrollo de la agricultura, incluyendo la familiar y campesina y del trabajo decente y duradero, del apoyo a los pequeños productores agrícolas, el seguro al desempleo, la salud pública universal, el derecho a la vivienda adecuada para todos y todas, y el desarrollo productivo e industrial como factores decisivos para la erradicación del hambre, la pobreza, y la exclusión social…
Reconocemos que los pueblos indígenas y comunidades locales desempeñan un papel importante en el desarrollo económico, social y ambiental, así como la importancia de las prácticas agrícolas tradicionales sostenibles, asociadas a la biodiversidad y el aprovechamiento de sus recursos, su derecho de acceso al agua adecuada para el riego, de conformidad con la legislación de cada país, y los sistemas comunales de tenencia de la tierra, y los tradicionales de suministro de semillas, y el acceso al financiamiento y los mercados.
Decidimos fortalecer, de manera integral, la base productiva con énfasis en las prácticas locales y culturales sostenibles de las pueblos indígenas y comunidades locales, para una gestión integral que optimice el uso y acceso al agua para riego, desde una visión de manejo de cuencas, la recuperación de la fertilidad del suelo mediante la reposición de cobertura vegetal, abonos orgánicos, terrazas y la conservación e incremento de la biodiversidad, a través de la recuperación y crianza de semillas nativas y producción de semillas mejoradas…
Reconocemos la importancia de considerar el rol esencial de la acción colectiva de los pueblos indígenas y de las poblaciones locales en la conservación y uso sustentable de la diversidad biológica, Como un aporte significativo al Planeta. Apoyamos las acciones que están desarrollándose para impulsar su reconocimiento oficial.
Reiteramos la necesidad de tomar medidas para proteger los derechos sobre los conocimientos tradicionales y ancestrales de los pueblos indígenas y tribales y comunidades locales, evitando su vulneración por parte de terceros a través de registros que no reconozcan su titularidad, así como de promover la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización. Apoyamos la negociación que se está llevando a cabo al respecto en los foros multilaterales competentes…
Apoyamos la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre 2025…
Reafirmamos nuestra voluntad de impulsar programas regionales, subregionales bilaterales y triangulares de cooperación para el desarrollo, así como una política regional de Cooperación Sur-Sur y Triangular…
Reconocemos, en ese sentido, al Caribe insular y Centroamérica, así como los países en la costa norte de América del Sur con áreas costeras bajas, como las subregiones de mayor vulnerabilidad desde el punto de vista económico, social y medioambiental, y abogamos por promover el comercio solidario y complementario, las inversiones y proyectos, Y las acciones de cooperación encaminadas a superar los disímiles retos y dificultades asociados a su vulnerabilidad…
Reafirmamos la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas A/RES/64/292, de 28 de julio de 2010, en la que la Asamblea General reconoce el derecho al agua potable y el saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos…
Convencidos que el cambio climático es uno de los más graves problemas de nuestro tiempo, expresamos profunda preocupación por su creciente impacto negativo en los países en desarrollo y los pequeños Estados insulares en particular, que compromete los esfuerzos por la erradicación de la pobreza y alcanzar el desarrollo sostenible…
Recibimos con beneplácito la realización del Diálogo Interactivo de la Asamblea General sobre Armonía con la Naturaleza, que se celebró en Nueva York, el 22 de abril de 2013, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Madre Tierra, evento que discutió los diferentes enfoques económicos, en el contexto del desarrollo sostenible, para promover de manera más ética la relación entre la humanidad y la Tierra…
Reiteramos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y, al tomar nota de las resoluciones sobre Puerto Rico adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas, reiteramos que es asunto de interés de CELAC.
Los países miembros de la CELAC nos comprometemos a seguir trabajando en el marco del Derecho Internacional, y en particular, de la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, del 14 de diciembre de 1960, para lograr que la región de América Latina y el Caribe sea un territorio libre de colonialismo y colonias…
Reiteramos nuestro rechazo a las listas y certificaciones unilaterales por parte de países desarrollados que afectan a países de la América Latina y el Caribe, en particular las referidas a terrorismo, narcotráfico, trata de personas y otras de similar carácter, y ratificamos el Comunicado Especial aprobado por las CELAC el pasado 5 de junio, que rechaza la inclusión de Cuba en la denominada Lista de Estados que promueven el terrorismo Internacional del Departamento de Estado de Los Estados Unidos.
Reafirmamos la Declaración de Santa Cruz, denominada “Ama Qhilla, Ama Llulla y Ama Suwa” (no robar, no mentir y no ser flojo), de la Primera Reunión Especializada de las Ministras, Ministros y Altas Autoridades de Prevención y Lucha contra la Corrupción de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), adoptada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 8 de noviembre de 2013…
Saludamos con beneplácito al Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia y al pueblo boliviano, por el lanzamiento exitoso al espacio ultraterrestre del primer satélite boliviano de comunicaciones denominado “Túpac Katari” (TKSAT-1),Realizado el20 De diciembre de 2013 en el centro espacial Xichang, de la República Popular China, reconociendo que los beneficios del Satélite llegarán a millones de bolivianos, facilitando el acceso a la educación e información y garantizará el ejercicio de los derechos humanos y facilitará el intercambio de conocimientos científicos entre los diferentes pueblos de América Latina y el Caribe.
Reiteramos nuestro más firme respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes…
Reiteramos nuestro más profundo rechazo a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales y reiteramos, una vez más, nuestra solidaridad con la República de Cuba a la par que reafirmamos nuestro llamado al gobierno de los Estados Unidos de América a que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que impone a dicha nación hermana desde hace más de cinco décadas.
Nos comprometemos a seguir trabajando para consolidar a América Latina y el Caribe como Zona de Paz, en la cual las diferencias entre las naciones se resuelvan a través del diálogo y la negociación u otras formas de solución pacífica establecidas en el Derecho Internacional…
Reiteramos nuestro apoyo al proceso de diálogo que se lleva a cabo en La Habana, Cuba, entre el Gobierno de Colombia y las FARC, y saludamos los avances logrados mediante la consecución de acuerdos en dos importantes puntos de la agenda…
Reiteramos nuestro apoyo a la proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2013 del Decenio Internacional de losAfrodescendientes, que se iniciará el 1ºde enero de 2015, bajo el tema “Afrodescendientes justicia y desarrollo”; así como al Comunicado aprobado por los Ministros de Relaciones Exteriores de la CELAC, en su tercera reunión, que proclama el Decenio de los Afrodescendientes Latinoamericanos y Caribeños, iniciado el 1º de enero del presente año…
Reiteramos nuestras posiciones en torno a una reforma integral del sistema de las Naciones Unidas, muy particularmente, a la democratización de las Instancias decisorias internacionales, en particular el Consejo de Seguridad…
Considerando que la migración internacional es un fenómeno global que involucra a más de 220 millones de personas entre los que se encuentran mujeres, niños, niñas, adolescentes e indígenas, reconocemos el valor del contenido de resolución adoptada durante el II Diálogo de Alto Nivel de Naciones Unidas sobre Migración y Desarrollo (DAN2013)…
Expresamos nuestra más seria preocupación por la grave situación humanitaria y de seguridad en la República Árabe Siria, y por la amenaza que representa para el Oriente Medio y para la paz y la seguridad internacionales… Reiteramos que sólo un proceso político inclusivo liderado por los Sirios podrá conducir a la paz y a la realización de las legítimas aspiraciones del pueblo sirio, sobre la base de la estricta aplicación de los principios de soberanía, independencia, autodeterminación, integridad territorial y no injerencia en los asuntos internos…
Destacamos el valor y contribución a la paz y la seguridad internacionales del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe y sus Protocolos (Tratado de Tlatelolco), el cual estableció la primera zona más densamente poblada, libre de armas nucleares en el planeta. Subrayamos nuestro pleno apoyo a los trabajos del Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe y en este sentido, reafirmamos la importancia de la colaboración y cooperación entre la CELAC y la OPANAL, órgano especializado de la región, para articular posiciones comunes y trabajos conjuntos en materia de desarme nuclear…
Nos congratulamos del establecimiento del Foro CELAC China y del Mecanismo de Diálogo con la Federación de Rusia, elementos que pueden redundar positivamente en las actividades de la Comunidad.
Expresamos además nuestro apoyo al proceso preparatorio de la II Cumbre CELAC-UE, a celebrarse en Bruselas en el año 2015.”
Es recomendable leer toda la Declaración final de la II Cumbre de La CELAC en La Habana-2014.
La CELAC viene a dar un salto cualitativo que extingue la moribunda sección de intereses de Washington en el continente americano, la tristemente célebre Organización de Estados Americanos (OEA), bien calificada como el “ministerio de las colonias” por Fidel y El CHE.
Con claridad lo explica el hermano presidente del Estado Plurinacional de Bolivia: Evo Morales Ayma:
“Herman@s President@s, quiero decirles que aquí hemos empezado a liberarnos del Imperio, no para dominar a nuestros Pueblos, ni para someter a los Pueblos del Mundo, ni para acabar con los Derechos de la Madre Tierra. Nos liberamos, nos unimos para defender la Vida, la Humanidad, y para salvar al Planeta Tierra. Es nuestra obligación; y cómo trabajar y compartir experiencias en la línea de cómo ser de la Cultura de la Vida y no de la Muerte.
Yo sigo convencido, ustedes saben Hermanos Presidentes, tengo algún contacto con los Movimientos Sociales. Nuestros muchos Pueblos de América Latina y el Caribe están organizados en los Movimientos Sociales; y los Movimientos Sociales son anti-Imperialistas, anti-Capitalistas, anti-Neoliberales. De eso estoy convencido, y por eso nuevamente decirles, no pierdo la esperanza de que un día tod@s estemos sentados aquí, Presidentes y Gobiernos anti-Imperialistas y anti-Neoliberales. Esas Políticas han hecho tanto daño, tanto daño a nuestros Pueblos de América Latina y el Caribe, y después de tanto tiempo ahora nos organizamos para liberarnos…
Todos tenemos problemas, dificultades, pero es más importante que nos regañen nuestros Pueblos que el Imperio. Prefiero que mi Pueblo me observe, me critique, que me esté criticando el Imperio.
Ayer en esta Reunión reservada escuchaba con mucha atención, en los países o en las islas hay unos problemas; no sé cómo podemos crear un Fondo de Solidaridad para rápidamente ayudar a algunos Herman@s en esos países. Cómo aprender de Fidel, de Raúl, del Pueblo Cubano, compartir lo poco que tenemos, y no las sobras como nos dicen.
Creo que podemos juntarnos y ayudarnos, porque cuando hay un pequeño problema viene a chantajear, viene a condicionar alguna Cooperación. Sigo convencido, las Potencias nunca nos van a ayudar gratuitamente, siempre, si hay alguna ayuda va a ser condicionada. Las Potencias como el Imperio Norteamericano nunca jamás van a querer que nos desarrollemos. Eso he visto en este corto tiempo de Presidente, prefieren vernos sometidos, humillados. De eso nos hemos liberado.
¿Cómo concebía el Presidente Chávez la CELAC? Como un Proyecto de Unión Política, Económica, Social y Cultural más importante de nuestra Historia Contemporánea. Comparto perfectamente, es una Liberación Social, Cultural, Económica y Financiera; y he aprendido no solamente a decir que es tan importante la Liberación Social ni Cultural si no la acompañamos con la Liberación Económica y Financiera. Y cuando acompañamos o combinamos la Liberación Social con la Liberación Económica, nuestra Liberación en América Latina y el Caribe será imparable.” (Discurso en II Cumbre de La Habana-Cuba. Enero 2014)
La CELAC es una utopía en proceso real, un fenómeno de la lucha por la segunda independencia que nos llena de vigor para el combate cotidiano por nuestra liberación definitiva. La perspectiva de su desarrollo la encontramos en las palabras del decir preciso y práctico de Bolívar:
“¡Lo imposible es lo que nosotros tenemos que hacer, porque de lo posible se encargan los demás todos los días!” (Respuesta al general Páez, 1819)
Estamos viviendo un profundo cambio en el continente que ha venido germinando en el terreno fértil de la conciencia de nuestros pueblos, forjada con la simiente de generaciones de luchadores y luchadoras por la libertad y el cambio, y en tiempos de cosecha con el advenimiento revoluciones y mancomunados esfuerzos de exploración en los espinosos senderos de la unidad y la integración, en un paisaje señalado por la diversidad política y diferentes concepciones del mundo y la sociedad.
Desde los movimientos populares y las luchas sociales más amplias y disímiles. Como; desde los gobiernos revolucionarios, progresistas, populares, antiimperialistas o de cualquier signo político se buscan oportunidades y se promueve la sinergia para vislumbrar un derrotero posible, para la solución de problemas comunes y el logro de objetivos comunes, desde una perspectiva autónoma, sin injerencias expoliadoras y una visión liberadora.
Motivaciones que llaman al optimismo y nos llenan de entusiasmo para avanzar. Creemos como arengaba Simón Bolívar “El pueblo que combate, al fin triunfa”. (Proclama a los ilustres hijos del Cauca. 7 de noviembre de 1819)
En la CELAC está el crisol de ideas y proyectos que rasga el acero frío del armatoste imperialista depredador. Como lo anunciaba el clarín de la letra excelsa de Martí:
“No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados. Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos.”
“¡Porque ya suena el himno unánime; la generación actual lleva a cuestas, por el camino abonado por los padres sublimes, la América trabajadora; del Bravo a Magallanes, sentado en el lomo del cóndor, regó el Gran Zemí, por las naciones románticas del continente y por las islas dolorosas del mar, la semilla de la América nueva!” (Ensayo Nuestra América)
Ese himno de combate y triunfo que anunciaran Bolívar y Martí está resonando con versos de acción cotidiana, de organización y de luchas victoriosas a lo largo y a lo ancho del continente, está tocando con compás de unidad entre los pueblos y gobiernos de Latinoamérica y el Caribe.
Salud a la III Cumbre de la CELAC; San José-Costa Rica 28 y 29 de enero de 2015.
Bienvenidos Jefas y jefes de Estado, y de Gobierno, Representantes ministeriales, funcionarios y trabajadores (as) de los países de América Latina y el Caribe y, organizaciones hermanas.
Bienvenidos y bienvenidas a las tierras del Cacique “Coyoche”, del héroe Pabru Presbi, Juan Rafael Mora, Carmen Lyra, Marcial Salas Blanco, Jorge Debravo e Ignacio Arancibia, Manuel Monge, Carlos Agüero Echeverría, “Pepe” Romero y Yamileth López, y también del valiente unionista centroamericano Francisco Morazán; que de estirpe guerrera Hondureña, lo sentimos costarricense.
Abrazamos a los pueblos latinoamericanos y caribeños que vienen con la CELAC, nuestro hogar es su hogar, su trinchera es nuestra trinchera.
Oscar Barrantes Rodríguez
Círculo Bolivariano Yamileth López (CBYLO)
Centro Popular Costarricense de Estudios Sociales (CPCES)
Enviado a SURCOS Digital por Marcela Zamora Cruz.
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