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Etiqueta: coyuntura electoral

Pronunciamiento Tribunal de Ética Colegio de Periodistas

COSTA RICA: LA FUERZA DEL SUFRAGIO RESPONSABLE

 

Cuando se revisa en retrospectiva el desarrollo político, económico y social de Costa Rica, de los últimos 50 años, se advierten algunas de las características que han hecho del modelo de desarrollo de este país, un tanto excepcional, y diferente del resto de países del área centroamericana.

Costa Rica, ha transitado por vías de consenso y diálogo para la configuración del Estado Nación, significa que, la transformación de las instituciones y del marco jurídico, así como las instituciones político-sociales, entre ellas el sufragio, sean producto histórico colectivo, que deviene de una forma particular de resolver las demandas y dar respuesta a los cambios, que como comunidad ha debido enfrentar.

La fuerza del sufragio, no se compara con ninguna otra herramienta, dentro de una sociedad democrática. El voto lleva implícito una acción política poderosa, una voz potente, un criterio imperioso, una demanda firme, es derecho de ley, con ella elevamos nuestras demandas, escogemos a nuestros líderes, exigimos a quienes nos gobiernan una conducta coherente.

No podemos hacer uso de esta herramienta de manera irresponsable, sin pensar, sin analizar, sin reflexionar, sin meditar en los alcances de una decisión, de cada uno y en conjunto de todos los que tenemos la obligación moral de ejercer el voto.

El panorama que experimenta Costa Rica en este contexto de la II Ronda Electoral, nos obliga a la tesitura, a la recuperación de los mejores valores, que como sociedad democrática hemos construido, actuar conforme a nuestra vocación del ser costarricense, no como discurso vacío,

sino como producto histórico, reconocidos como colectivo de vocación civilista, democrática, dialogante y pacifista. Se trata de recomponer la cohesión social, y que en esta elección salga lo mejor de nosotros.

Los medios de comunicación, las redes sociales, los comunicadores en general, los líderes comunales, las universidades y las organizaciones de base, somos responsables de formar y educar para formar opinión pública, exigiendo a los partidos en campaña, dotar de información de calidad, de manera ética y transparente.

Aquí no se vale la improvisación, lo que está de por medio en esta elección, es un bien superior, que trasciende a cada uno de nosotros, siempre será el País, cuya imagen en el concierto de las naciones tiene un lugar, tiene una historia.

Se trata de que la voluntad popular refleje los intereses de todos como colectivo, que una vez pasada la elección, podamos seguir viviendo en un ambiente de paz, libertad, de tolerancia, de respeto, y que salga fortalecida la democracia como forma social y política de convivencia.

 

Efraín Cavallini Acuña, Presidente Tribunal de Honor y Ética, Colegio de Periodistas

Académico, Universidad Nacional

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Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña.

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Ser joven y la ruta costarricense con las elecciones como crisol

Héctor Ferlini-Salazar

Imágenes de jóvenes recorriendo calles y comunidades costarricenses para llevar el mensaje casa por casa y persona por persona, cuando el país se alista para votar en segunda ronda el 1 de abril inundan las redes digitales. Evidentemente esa no es una muestra de conciencia simple, sino de compromiso, la fase superior de la conciencia. Y es la juventud, gente de menos de cuatro décadas de vida quienes asumieron la tarea creando Coalición Costa Rica y sus agrupaciones en cada localidad; son decenas de grupos en todo el país que suman miles de personas. ¿Es un hecho sin trascendencia o algo pasajero? Creo que no; veamos:

  1. La conformación

Por iniciativa de gente joven, Coalición Costa Rica incluye a personas provenientes de distintas agrupaciones electorales y mucha gente independiente, que confluye en el objetivo de evitar el triunfo de una propuesta de partido-iglesia que pretende gobernar desde los preceptos del movimiento neopentecostal, esto es, desde una visión que habla de “guerra espiritual” contra quienes tienen otras creencias o cosmovisión, que utiliza una supuesta “teología de la prosperidad” para justificar el enriquecimiento de quienes lideran las congregaciones mediante el cobro del diezmo incluso por adelantado y la venta de “milagros”, donde sus líderes se auto-proclaman apóstoles y profetas, y recurren a cultos cargados de fuerza discursiva y notoriedad mediante la tecnología de la información especialmente la televisiva. Al rechazar esta propuesta, la Coalición Costa Rica adhiere la candidatura de Carlos Alvarado Quesada, cuya propuesta se centra en el respeto a los derechos humanos; la inclusión social, económica y cultural; la administración transparente; y especialmente, la idea de un gobierno nacional que incluya a personas de distintas tradiciones o militancia electoral.

  1. Las tareas realizadas

Después del 4 de febrero esta fuerza mayoritariamente joven ha visitado casas y personas, ha llevado el debate respetuoso y los argumentos a cada rincón del país, ha creado espacios digitales, ha impreso y distribuido volantes, ha propuesto estrategias, apoyado a su candidato en presentaciones públicas… y un sin fin de expresiones de la creatividad de que es capaz la gente joven.

  1. La base histórica que puede sustentar la preferencia electoral

Cuando desarrollamos el movimiento ciudadano La CCSS Que Queremos (2011-2014), en una de tantas reuniones comunitarias en todo el país, se puso de pie la recordada Myriam Zamora Solera (QEPD) y con su octogenaria sabiduría y compromiso, esta maestra de la lucha social costarricense dijo: “En Costa Rica tenemos escuelas para aprender a manejar carro o para aprender muchas otras cosas, pero también tenemos una escuela de solidaridad que es la Caja Costarricense de Seguro Social y no debemos dejar que nos la destruyan”. Esas palabras de la querida maestra social nos explican el rechazo que un importante sector del país expresa hacia una propuesta electoral del partido Restauración Nacional, que se basa en lo contrario a la inclusión y la solidaridad y apuesta por favorecer a las personas “elegidas” y las que “no viven en pecado” según su estrecho entendimiento. Este sector del electorado incluye a personas que no son de la dirigencia y que con sinceridad abrazan los postulados de la socialdemocracia y del socialcristianismo. Esa escuela de solidaridad mencionada por doña Myriam, la podemos ampliar a todo el sistema de seguridad social alentado por los movimientos sociales, especialmente de perfil laboral, y que desde el siglo diecinueve y especialmente en la primera parte del veinte dieron aliento a la alianza Mora-Sanabria-Calderón y sus fuerzas que lograron las garantías sociales, y así mismo, dieron la base para su continuidad con la Segunda República de Figueres Ferrer, Rodrigo Facio, Benjamín Núñez y otros pensadores socialdemócratas. A esa “escuela de solidaridad” que es nuestro sistema de seguridad social se suma, -y es parte del mismo entramado-, el modelo educativo costarricense (que con sus limitaciones) es universal. Esta conjunción es la tierra fértil para el trabajo que Coalición Costa Rica y toda persona comprometida hace para asegurar el triunfo electoral. Así, encontramos en esa “escuela de solidaridad” el elemento constructor de una sensibilidad especial del pueblo costarricense que hoy debemos levantar para convertir, -esta coyuntura electoral-, en el cuenco o crisol en el que se podrían fusionar los elementos para un camino costarricense que debemos re-construir.

  1. El nuevo pacto socio-político

Esta coyuntura ha provocado un espacio para el reacomodo político, pues ante la posibilidad de caer en una teocracia teñida además de incapacidad programática, distintas personas y fuerzas se han agrupado de uno y otro lado de las candidaturas presidenciales. Este fenómeno, que incluye a medios de información, representantes de los partidos políticos que formaron parte del bipartidismo, importantes sectores críticos dentro del catolicismo y de las otras iglesias históricas de un lado y el neopentecostalismo de otro, y más expresiones sociales, culturales, empresariales, académicas y políticas, podrían abrir el espacio para el desarrollo de un nuevo pacto socio-político que nos permita pensar la Costa Rica que queremos y acordar un programa para lograrla. Ciertamente para ello, es necesario dejar de lado dogmas, rencores, e intereses mezquinos.

  1. Las tareas del futuro y la permanencia de la Coalición

Uno de los valores principales de la Coalición Costa Rica es que no es un partido político, sino una alianza social con posibilidades de convertirse en movimiento, esto es, contar con objetivos de largo plazo, cohesión en torno a ellos y permanencia. Por ejemplo, ¿no podría esta Coalición impulsar una reforma mediante referendo u otra vía para lograr un mecanismo de elección legislativa que si haga honor a una democracia en su sentido de gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo? Este ejemplo propone abrir la posibilidad de pensar en otras luchas o procesos más allá del 1 de abril.

  1. El sentido de ser joven

Si bien es cierto Coalición Costa Rica tiene la agradable y conveniente marca de las juventudes, también es cierto que probablemente se cuentan por miles las personas que ya no clasificaríamos en ese concepto etario, pero si, como escribí en otro texto, en la propuesta de que ser joven es tener hoy metas nuevas para cumplir mañana. El elemento clave entonces es el compromiso, la fase superior de la conciencia que nos mostró doña Myriam. Y con base en ese compromiso, no importa la edad para asumir la tarea de contribuir en la construcción, o re-construcción, del camino costarricense hacia el respeto pleno a los derechos de todas las personas.

  1. La urgencia de un resultado electoral y el estrechamiento del espacio político

Más allá de concentraciones, encuestas o mediciones de fuerza, el resultado de la segunda vuelta electoral costarricense tiene una connotación política clave: el riesgo de un estrechamiento del espacio político. Igual que como ocurre en las sociedades dominadas por el ejército, con un gobierno basado en principios religiosos o sectarios el espacio político, -es decir, la posibilidad de disentir, proponer públicamente sin peligro de discriminación o condena, de organizarse para promover luchas sociales, y en general, para impulsar propuestas distintas a las del gobierno-, se vería limitado. El solo hecho de que la propuesta neopentecostal gane una elección, enviaría a toda la sociedad el mensaje de que existe por definición y con validación electoral lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto, lo aceptable y lo inaceptable. Eso no lo podemos permitir y por ello la abstención no es una opción válida. Por esto, lo expuesto en el punto 3 en torno a la base histórica que puede sustentar la preferencia electoral, resulta clave. Para ejemplificar lo que esto significa, recordemos la idea propuesta desde el Partido Restauración Nacional de que “es necesario restaurar la universidad pública”, o bien, lo dicho por Arnoldo Castillo, representante de esa misma agrupación en entrevista con La Nación el 8 de marzo: » Yo esperaría que no coartemos la libertad cultural, yo esperaría que eso no lo hagamos, que no tengamos que llegar a eso».

  1. La construcción de ciudadanía y la ruta hacia la democracia participativa

La reforma del 2003 al Artículo 9 de la Constitución Política de Costa Rica que establece el “gobierno participativo” es una ruta a seguir. El gobierno participativo, como elemento administrativo, requiere de la construcción de una democracia participativa, esto es, que los distintos sectores aceptemos que ese es el modelo político en el cual deseamos vivir y que debemos construirlo. Lograr la democracia participativa como elemento que rige la sociedad junto al modelo representativo que hace viable el gobierno, implica desarrollar la capacidad de proponer desde la ciudadanía políticas públicas, participar en su ejecución, controlarlas y re-formularlas cuando sea necesario, es decir, desarrollar una cultura de ciudadanía, de compromiso con la comunidad, el cantón, la provincia, el país. Será un reto del movimiento social hacerse presente para impulsar este proceso. Será un reto también para un gobierno de Carlos Alvarado aceptar y promover esto en suma a las alianzas que ha hecho con otras fuerzas políticas.

Como vemos, el papel de esta Coalición Costa Rica no es algo de poca importancia, todo lo contrario, puede tomar mayor fuerza e influencia nacional si logra conservar su autonomía y alcanzar permanencia. Las tareas que vienen son de gran importancia estratégica, especialmente si se toma en cuenta que este proceso electoral ha servido para abrir a la luz pública algo que estaba semioculto a la conciencia: la existencia de un movimiento con alta estructuración y cobertura, basado en una lectura ahistórica de la Biblia, con evidentes móviles financieros y de poder político, que opera con base en la obediencia, y se alimenta de la desigualdad socio-económica y la urgencia de soluciones, reconocimiento y apoyo para la población marginada o que es presa de la injusticia social. En adelante, la vida de quienes lideran estas congregaciones, -ahora expuestas a la luz-, y sus alianzas de oportunidad podría no ser la misma; pero ello depende de que el compromiso del gobierno, de los movimientos sociales y de las personas conscientes se haga presente con base en ese camino que puede surgir de la confluencia de quienes no solo queremos votar y trabajar en contra de, sino, por una Costa Rica transparente, inclusiva y solidaria.

 

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Costa Rica: La Fuerza del Sufragio Responsable

Tribunal de Honor y Ética del Colegio de Periodistas de Costa Rica

Reflexión en la coyuntura electoral actual

 

Cuando se revisa en retrospectiva el desarrollo político, económico y social de Costa Rica, de los últimos 50 años, se advierten algunas de las características que han hecho del modelo de desarrollo de este país, un tanto excepcional, y diferente del resto de países del área centroamericana, e incluso de América Latina por lo menos hasta la década de los noventa del Siglo XX.

Desde el punto de vista sociológico, Costa Rica, ha transitado por vías de consenso y diálogo para la configuración del Estado Nación, significa que, la transformación de las instituciones y del marco jurídico, así como las instituciones político-sociales, entre ellas el sufragio, sean producto histórico colectivo, que deviene de una forma particular de resolver las demandas y dar respuesta a los cambios, que como comunidad ha debido enfrentar. Es decir que la ciudadanía y la clase política han creado y ejercido los mecanismos que son propios de una democracia madura: el diálogo, la representación, la negociación, mediante la convergencias de intereses, creando puentes, convirtiendo las diferencias en consenso, posibilitando que los intereses de unos y otros estén representados en el universo socia, creando escenarios políticos posibles, sin confrontaciones odiosas, si no que al final, los resultados de toda diferencia se resuelvan positivamente y se expresen como la voluntad popular.

Costa Rica como Sociedad ha presenciado muchos ejemplos de esta particular idiosincrasia, de esta forma de hacer coincidir las diferencias, las asimetrías, las divergencias de carácter social, políticas, económicas, filosóficas, doctrinarias, partidarias a través del consenso, abundantes son los ejemplos, de estos pactos sociales: La gestación del Estado Nación , El Pacto Social de Costa Rica y la maduración de su sistema político y jurídico desde la independencia política 1821, y posteriormente la creación de la República, Libre y Soberana 1848 , bajo el principio de la división de poderes, y sus cambios hasta la Constituyente de 1949). Otros logros, el sufragio, la banca estatal, la seguridad social, la educación universal gratuita y Obligatoria, El Código de Trabajo y las Garantías Sociales.

El marco jurídico institucional, a partir de las reformas sociales de la década de los cuarenta y el Estado Interventor, fue el andamiaje sobre el cual, Costa Rica, redistribuyó la riqueza nacional, y como sociedad hemos sido capaces de intentar caminar por una sociedad más justa, más equitativa, con un fuerte sentido de la solidaridad, de respeto, de civilidad, la armonía, la paz y la justicia social.

La educación como bien patrimonial, nos ha permitido como sociedad, avanzar en aquellos campos del conocimiento, como la Ciencia , la Tecnología , La Filosofía , El Arte y la Cultura , de manera más general , pero sobre todo ampliar los horizontes del Humanismo, es decir, trabajar por todo aquello que engrandece al Ser Humano, que conlleva implícito la dignidad de la persona, en el marco de un amplio proyecto de defensa de los derechos humanos, en los diversos campos de la libertad y el respeto, los valores fundamentales pero también permitió la revaloración de la democracia, que no debe ser un ideal lejano, sino que debe conllevar las prácticas , las acciones, las decisiones, y los mecanismos, que permitan su gozo y ejercicio, para su perfeccionamiento.

La evolución del Sistema Electoral y de la división de los poderes de la República, entre otros, son producto histórico, son el resultado de la acción y el pensamiento de políticos, intelectuales, campesinos, sindicalistas, empresarios, dirigentes, obreros, grupos organizados, gremios, profesionales, e incluso de la Iglesia Católica.

Ni izquierdas, ni derechas, ni centristas, ni extremismos, Costa Rica, es una Nación con recurso intelectual, con una vocación centenaria hacia el consenso, capaz, madura, moderna, avanzada en sus ideas y original en su forma de implementar los cambios que imponen los nuevos tiempos y los retos culturales, y civilizatorios. Si, Costa Rica puede retomar el rumbo, tiene los elementos y factores sociales, materiales y culturales para retomar los senderos ya recorridos y renovados para realizar su proyecto Nación.

Hemos destacado, específicamente la institución del sufragio, como derecho universal, por cuanto, esta es una de las instituciones político sociales más sólidas de nuestra democracia. La lucha por el voto universal, no fue fácil, no se obtuvo por la vía rápida, requirió por preciada, un largo proceso para pulirla y para ejercerla. Se necesitó más de un siglo para posibilitar su pleno ejercicio. Y para que adquiera los atributos que la configuran como institución/ derecho, proceso no objeto.

El salto político que dio Costa Rica en el Siglo XIX , al desarrollar el concepto del sufragio primero indirecto, público y restringido, al sufragio directo universal y secreto conllevó un largo proceso histórico, donde precisamente, confluyeron, las demandas, las necesidades, los intereses de distintos grupos sociales y económicos para el ejercicio pleno de la responsabilidad ciudadana de primer orden, quizás al tenerlo, como acto de absoluta voluntad, no estemos conscientes del valor y de la fuerza que implica ejércelo como herramienta y voz de cada uno de los ciudadanos.

La fuerza del sufragio, no se compara con ninguna otra herramienta, dentro de una sociedad democrática. El voto lleva implícito una acción política poderosa, una voz potente, un criterio imperioso, una demanda firme, es derecho de ley, con ella elevamos nuestras demandas, escogemos a nuestros líderes, exigimos a quienes nos gobiernan una conducta coherente. No podemos hacer uso de esta herramienta de manera irresponsable, sin pensar, sin analizar, sin reflexionar, sin meditar en los alcances de una decisión, de cada uno y en conjunto de todos los que tenemos la obligación moral de ejercer el voto.

No se trata de votar únicamente por alguna filiación, no se trata de votar porque tengo intereses privativos y mezquinos, no se trata de votar solo con el corazón, no se trata de tematizar y polarizar las opiniones. Tampoco de despreciar el sufragio, anulándolo, no se trata de ejercer el voto protesta y no acudir a las urnas. Se requiere que las personas se informen sobre los temas de fondo, sobre los grandes retos y sobre la agenda que debemos resolver y afrontar todos y cada uno de los costarricenses.

Costa Rica no es una sociedad aislada, los grandes problemas y necesidades de orden económico, fiscal, de desarrollo infraestructural, de orden social, del medio ambiente, de educación y competitividad, están vinculadas a las relaciones con otros países. La realidad nacional no es simple, no se puede resolver en una sola vía, pues se trata de enfrentar la complejidad que exige el momento histórico. Se requieren grandes esfuerzos de los diversos sectores del país, para que la confrontación de ideas, cristalice en un nuevo proyecto político y se concrete en un nuevo pacto social. Es en el seno de la Asamblea Legislativa, en las Cámaras, en los Partidos Políticos, Sindicatos, Asociaciones, Universidades y Organizaciones de la Sociedad Civil donde saldrán los elementos para construir la concertación nacional.

El panorama que experimenta Costa Rica en este contexto de la II Ronda Electoral, nos obliga a apelar a la tesitura, a la recuperación de los mejores valores, que como sociedad democrática hemos construido, actuar conforme a nuestra vocación del ser costarricense, no como discurso vacío, si no como producto histórico, reconocidos como colectivo de vocación civilista, democrática, dialogante y pacifista. Se trata de recomponer la cohesión social, y que en esta elección salga lo mejor de nosotros.

Como Colegio Profesional consideramos que, los medios de comunicación, las redes sociales, los comunicadores en general, los líderes comunales, y las organizaciones de base, somos responsables de formar y educar para formar opinión pública, exigiendo a los partidos en campaña, dotar de información de calidad, de manera ética y transparente. Los foros, debates y espacios de análisis son una oportunidad para que los votantes puedan comparar capacidades, competencias y contenido de los programas. Aquí no se vale la improvisación, pues a ellos también les corresponde la responsabilidad de esclarecer el fondo de las discusiones sobre la realidad nacional, quiénes pueden de manera desinteresada, y lúcida entregar los elementos para que los ciudadanos fundamenten y razonen su voto.

Lo que está de por medio en esta elección, es un bien superior, que trasciende a cada uno de nosotros, siempre será el País, cuya imagen en el concierto de las naciones tiene un lugar, tiene una historia. Se trata de que la voluntad popular refleje los intereses de todos como colectivo, que una vez pasada la elección, podamos seguir viviendo en un ambiente de paz, libertad, de tolerancia, de respeto, y que salga fortalecida la democracia como forma social y política de convivencia.

Costa Rica vive tiempos convulsos, y a esto se suma el proceso electoral de la segunda ronda, que ha propiciado una creciente polarización en la población, que aflora actitudes de intolerancia e irrespeto y desconocimiento de la dignidad de la otra persona. Ante este panorama, exhortamos a la sociedad costarricense a promover y practicar la sana convivencia y el diálogo social, de esta manera, defender y respetar los Derechos Humanos, las Diversidades, la Interculturalidad, la Educación Inclusiva, que rechace toda forma de violencia, odio y discriminación.

El Tribunal de Honor y Ética del Colegio de Periodistas de Costa Rica, reafirma su compromiso con la integridad, la dignidad, el honor, la ética y su deber con el fomento de la democracia.

Hacemos un llamado vehemente a la sociedad costarricense, para generar en este momento crucial un esfuerzo colectivo e histórico, que fomente el diálogo fructífero y sereno, en un marco de tolerancia y cultura de paz, que favorezca el respeto a los derechos fundamentales de toda la ciudadanía, incluida la niñez y la juventud costarricense, que nos lleve al uso de la razón como faro para la toma de decisiones y la mejor elección.

El Tribunal de Honor y Ética del Colegio de Periodistas de Costa Rica, reitera su compromiso con la generación de espacios de análisis de la realidad nacional bajo principios éticos, de transparencia, cientificidad, objetividad y responsabilidad social, que garanticen la promoción de la democracia como forma de convivencia y la realización integral de los individuos y del conjunto social.

Acuerdo firme 23 de marzo de 2018:

 

Firman:

Efraín Cavallini Acuña

Presidente

 

Beatriz Pérez Sánchez

Vicepresidenta

 

Gerardo Chavarría Vega

Secretario

 

Sylvia Arredondo Guevara

Vocal

 

Miembros del Tribunal de Honor y Ética

Colegio de Periodistas de Costa Rica

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Enviado por Msc. Efraín Cavallini Acuña, Presidente, Tribunal de Honor y Ética –COLPER.

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La Iglesia Episcopal Costarricense (Comunión Anglicana) ante la coyuntura electoral del país

Carta Pastoral

Hermanos y Hermanas de la Iglesia Episcopal

Ciudadanos y ciudadanas Costarricenses

 

“El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero al tercer día resucitará” Mateo 17:22b-23

La Semana Santa inicia este Domingo de Ramos. Como está descrito en las Escrituras, Jesús entra a Jerusalén con gritos de júbilo y hosannas sin cesar; el mismo lugar donde más tarde en la semana sufre y es víctima de la traición, la negación y el abandono por parte de los discípulos y en las manos del poder religioso y político del momento, que confabulan para su muerte. Jesús se entrega voluntariamente y cumple los planes de su Padre, “no mi voluntad Padre sino la tuya” Mateo 26:36. La pasión, muerte y resurrección de Jesús se constituye en el fundamento de la Fe Cristiana. Estos eventos son los que dan origen al movimiento religioso que llega hasta nuestros días concretizados como la Iglesia Cristiana. Esta Semana será Santa si nos dejamos acompañar por el espíritu profético y liberador de Jesús; si descubrimos las señales que Dios nos está revelando constantemente; si nuestro testimonio es coherente en las palabras y acciones, de tal manera que demos a conocer a Jesús como Señor y Salvador.

En el marco de la Semana Santa, no podemos pasar inadvertido el momento de trascendencia política, en la que nos disponemos a elegir al presidente de la República. Debido a su importancia y certeros de que como cristianos y ciudadanos tenemos una responsabilidad de participar en los procesos políticos, puestos primeramente en el Señor Dios de la vida deseamos compartir nuestras preocupaciones y esperanzas:

  1. Vemos con preocupación la mayor división y polarización de la historia de Costa Rica. Nos sorprende cómo, temas de orden social, político y económico no llevan la relevancia en lo que atañe el bien común. La justicia social, en la que el ser humano ocupe un lugar importante, debe estar en la lista de necesidades por atender. También resulta difícil comprender ¿cómo? entre hermanos y hermanas se han acrecentado las faltas de respeto, lenguaje soez y la intolerancia, en contraposición a los principios de la cultura y forma de resolver los conflictos de forma pacífica, dialogada y respetuosa que estábamos acostumbrados en Costa Rica.
  2. Nos preocupa, la mezcla de intereses partidistas utilizando argumentos religiosos, ya que la historia ha sido clara que en Nombre de Dios se han cometido tantos crímenes y se han visto afectados tantos inocentes, perdiéndose el norte del evangelio y sobre el mandado del Señor “Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos.” Juan 13, 34-35.
  3. Nos preocupa el poco análisis serio de los planes de gobierno, las propuestas para sacar adelante nuestro país y con ellos las situaciones caóticas que viven miles de costarricenses, que se les están cerrado las posibilidades y oportunidades a estudio, trabajo, seguridad y desarrollo humano. En cambio, la propuesta parece ser más el ataque a la persona y sus partidarios y con ello están quedando por fuera temas vitales entre ellos el endeudamiento del país, la corrupción, el medio ambiente, el narcotráfico, violencia expresada en los indicadores de muertes violentas, pobreza, falta de empleo y el déficit de infraestructura, sin perder de vista que la resolución o no de estos temas vitales que nos afectan a todos y todas, así como a las futuras generaciones.

Por lo tanto, como Iglesia, llamada a continuar con la misión de Jesús, de participar en la construcción del Reino de Dios deseamos exhortar a todos y todas a:

  1. Aprovechar el marco de reflexión e interiorización que nos ofrece la Semana Santa para propiciar un espacio para la reconciliación y la construcción de la paz, sobre todo en las redes sociales.
  2. Intensificar la oración personal y comunitaria, pidiéndole al Señor nos ayude a discernir la mejor decisión razonada y expresada en el voto, pensando en la mayoría de los habitantes de nuestro país, en especial de los sectores más empobrecidos, marginados y vulnerables de Costa Rica, que necesitan una respuesta ante sus necesidades.
  3. Que todas las personas con la posibilidad de votar en esta contienda puedan valorar la importancia que tiene, para el presente y el futuro del país, acudir a los centros de votación, para cumplir con la responsabilidad social del sufragio. Como ciudadanos y ciudadanas tenemos ese derecho y al mismo tiempo el deber de participar en la Política, entendida ésta, como toda acción que vela por el bien común para todos sin exclusión alguna, el respeto por cada una de las personas, así como, a las normas internacionales de los derechos humanos y demás leyes que protegen la vida de las personas que habitamos este país.
  4. Que tengamos una actitud proactiva que rompa la espiral del clima de irrespeto y rechazo hacia personas que se viene gestando.
  5. Que la reflexión de la pasión, muerte y resurrección del Maestro, nos haga más fieles a él, y poniendo en acción las palabras de Jesús “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a éste; dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Mt. 22 37-39, por ello invitamos a rechazar las propuesta de valerse de la Biblia o tomar textos bíblicos para fundamentar los discursos políticos y generar acciones discriminatorias como irrespetuosas que no representan el actuar de Jesús ni de aquellos o aquellas que quieran sinceramente ser sus discípulos.
  6. Centrados en el mensaje de nuestro Señor Jesucristo de estos días Santos, que ratifica que el Señor se encarnó en el mundo y muere en la cruz para así dar vida y vida en abundancia mostrando la plenitud del amor de Dios, que logremos todos y todas hacer de este proceso político una opción coherente por la vida y dando más importancia a los intereses universales, comunitarios y del país sobre los personales.
  7. Que la Pascua de este 2018 mantengamos la clara consciencia de nuestra responsabilidad en la construcción de un mundo mejor, teniendo presente las necesidades más sentidas de nuestro pueblo y por ello abogamos para que quien asuma el liderazgo en el país como presidente actúe de manera transparente, honesta y responsable para encontrar una solución a los graves problemas que tenemos en materia social y económica.
  8. Que este próximo domingo 1º de abril, que celebramos la Resurrección del Señor, asumamos la nueva etapa del país, seamos empoderados para luchar comprometidos y comprometidas en la Resurrección de Jesús y con ello que todos y todas nos comprometamos a luchar actuando contra todos aquellos males que nos afectan y nos alejan del proyecto de Dios.

Que el Espíritu de Dios y sus dones, nos acompañe y les acompañe a todos y todas, en esta Semana Santa y que en el proceso de elecciones del 2018, nuestra mirada esté puesta con esperanza en una Costa Rica, más justa, inclusiva y pacífica, donde a nadie le falte nada para su desarrollo integral.

En el domingo de Ramos 25 de abril del 2018.

 

Rmo. Julio Ernesto Murray, Obispo Interino

Rda. Marjorie Maxwell, Presidenta Consejo Diocesano

 

CARTA PASTORAL SEMANA SANTA 2018 OFICIAL

 

 

Enviado por Jorge Urrutia Castro.

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Manifiesto de escritoras y escritores costarricenses ante las cruciales elecciones presidenciales de 2018

«…Es prohibida toda forma de propaganda en la cual, valiéndose de las creencias religiosas del pueblo o invocando motivos de religión, se incite a la ciudadanía en general, o a los ciudadanos en particular, a que se adhieran o se separen de partidos o candidaturas determinadas«.

Código Electoral, Art.136

No se podrá hacer en forma alguna propaganda política por clérigos o seglares invocando motivos de religión o valiéndose, como medio, de creencias religiosas”.

Constitución Política, Art.28

 

Los firmantes, escritores y escritoras, con seria preocupación ante los escenarios que ofrece la segunda ronda electoral en Costa Rica, nos manifestamos con el propósito de llamar la atención de la ciudadanía costarricense, sobre la posibilidad de que un gobierno de corte neopentecostal fomente la intolerancia y el irrespeto a las garantías fundamentales en que se asienta nuestro régimen democrático, negándose de ese modo las particularidades que nos han distinguido como país y produciendo un retroceso histórico de dimensiones incalculables. Por lo tanto, llamamos vehementemente a los ciudadanos y ciudadanas a reflexionar sobre las siguientes amenazas:

  1. La división de los costarricenses en grupos opuestos e irreconciliables, separados por dictados religiosos, por una parte; o por efecto de manipulación de los fantasmas de la Guerra Fría, por otra, creando la posibilidad de una confrontación que acabaría con la paz que ha distinguido a Costa Rica.
  2. La aparición de censuras respecto a las diferencias étnicas, culturales, ideológicas o sexuales y  la negación subterránea de las conquistas sociales de las mujeres.
  3. La pérdida posible del honroso papel de Costa Rica como defensora de los Derechos Humanos, en todos los órdenes.
  4. La pérdida de valores fundamentales de la nación costarricense como la solidaridad, la justicia social, el respeto a las diferencias, la educación con fundamento científico, el compromiso con la ciencia.
  5. La posibilidad de la instauración DE UN RÉGIMEN TEOCRÁTICO, donde los poderes del Estado sean guiados por los principios y valores de un grupo religioso particular, en detrimento del respeto de la libertad de credos.
  6. La pérdida de los activos del Estado y de las instituciones de bien social  y de protección de la naturaleza, por la imposición de un neoliberalismo, que acentuará aún más la desigualdad entre los que más y los que menos tienen. Lamentablemente, esa noción de neoliberalismo subyace en el movimiento neopentecostal.
  7. La posibilidad de la injerencia de sectas religiosas asentadas en el exterior, con lo que Costa Rica se convertiría en parte de la ola evangélica ultraconservadora que está azotando a otros países latinoamericanos.
  8. La imposición de una noción reducida y mercantil de la cultura, a la que se define en su función decorativa y superficial como recreación, deportes o actividad económica, con muy posible irrespeto a la libertad creativa de las artes.

Por todo lo anterior, ENFÁTICAMENTE MANIFESTAMOS:

  1. Que el irrespeto a los artículos de la Constitución y el Código Electoral que garantizan la separación entre religión y política parece ser lo que nos ha llevado a esta difícil situación. El TSE permitió que aparecieran partidos políticos asociados a las iglesias y ahora permite que uno de los candidatos utilice abiertamente creencias religiosas para obtener poder político. Llamamos la atención de todos los electores y de la comunidad jurídica internacional sobre el hecho de que la candidatura de quien está haciendo esta infracción podría ya ser inválida, pues habría desoído la Constitución de la República y el Código Electoral. Pedimos una investigación inmediata al respecto, a quien corresponda, y solicitamos que el TSE y la Sala Constitucional  tomen las medidas del caso, frente a la existencia de partidos políticos religiosos que, con su existencia misma, contravienen los artículos de la Constitución y del Código Electoral arriba citados.
  2. Que repudiamos a aquellos políticos políticos tradicionales que han fomentado la corrupción, el neoliberalismo a destajo, los manejos contra la ley y el favorecimiento al impacto de las trasnacionales económicas, y ahora culturales, para lo cual no han dudado en desfigurar lo que ha sido nuestra VÍA COSTARRICENSE».
  3. Que llamamos al pueblo de Costa Rica a dar un voto inteligente, que no entregue al país al mejor postor, pues lo nuevo por conocer puede extraviar para siempre nuestra democracia y crear un caos social de graves dimensiones.

 

Nombre y apellidos, correo

Anacristina Rossi, novelista, cuentista, ensayista, cristirossi@gmail.com

Magda Zavala, novelista, ensayista, poeta, mzavalagcr@yahoo.com

Tatiana Lobo, novelista, ensayista, cuentista, talowi@gmail.com

Arnoldo Mora, ensayista, mora_arnoldo@hotmail.com

José León Sánchez, novelista

Yadira Calvo, ensayista, yadicafa@gmail.com

Carlos Cortés Z, novelista, cuentista, ensayista

Adriano Corrales, novelista, poeta, cuentista, hachaencendida@gmail.com

Catalina Murillo, novelista, ensayista, catalinamurillo@hotmail.com

Habib Succar Guzmán, poeta, novelista, –hsuccar@gmail.com

Mía Gallegos Domínguez, poeta, miagallegosdom@hotmail.com

Ana Istarú, poeta, dramaturga

Julieta Dobles Izaguirre, poeta, julietadobles@yahoo.com

Warren Ulloa Argüello, novelista, etnosafari@gmail.com

Emilia Macaya, novelista, cuentista, ensayista

Rodrigo Soto, novelista, cuentista, ensayista, poeta

Laura Fuentes Belgrave, cuentista, ensayista

Uriel Quesada, novelista, cuentista, ensayista

Osvaldo Sauma, poeta

Karla Sterloff, narradora

Alexander Obando, novelista, escatonauta@gmail.com

Guillermo Barquero, novelista, cuentista

Arabella Salaverry, novelista, poeta, cuentista, arabella.salaverry@gmail.com

Macarena Barahona, poeta y ensayista, macarenabarahona@gmail.com

Lucía Alfaro Araya, poeta, lucala20@gmail.com

Olga Goldenberg, poeta, olgoldenber@gmail.com

Faustino Chamorro González, ensayista, fastoscha@gmail.com

Nuria Calvo Fajardo, ensayista, brujiltica@yahoo.es

María del Mar Obando Boza, cuentista, mariadelmar@literofilia.com

Anabelle Aguilar Brealey, poeta, cuentista, anabelleab@hotmail.com

Ronald Bonilla Carvajal, poeta, poeta5ronald@gmail.com

Aylin Morera Ugalde, ced 4-139-426, ticamorera@gmail.com

Michelle Roe, ensayista, mroexirinachs@gmail.com

G.A. Chaves, poeta, leysoda@gmail.com

Guillermo Fernández, poeta, cuentista, novelista guillermo@asesoriascreativas.com

Carlos Morera Beita, ensayista, carlos.morera.beita@una.cr

Rodrigo Paris Steffens, novelista, rodrigo_paris@yahoo.com

Roxana Pinto, poeta y novelista, roxanapinto@gmail.com

Guadalupe Urbina, cantautora, poeta

Iván Molina, cuentista, novelista historiador

Manuel Delgado, novelista, cuentista

Carlos Manuel Villalobos, poeta

Gerardo CascanteV, cantautor, poeta gerarcascante@gmail.com

Rogelio Cedeño Castro, ensayista, agato1946@gmail.com

Marta Rojas, poeta, merojasporras@gmail.com

Carlos Francisco Monge, poeta, académico, crítico literario

Marlene Retana Guido, poeta, marsereno01@gmail.com

Laura Casasa, poeta, lingüista, laura.casasa@gmail.com

Ignacio Carballo Luján, poeta, igneo65@gmail.com

Carlos Rubio, poeta, cuentista, crítico literario

Teresita Aguilar Mirambell, poeta, tamirambell@gmail.com

Daniel Garro Sánchez, cuentista, garro8300@gmail.com

Isabel Cristina Arroyo Calvo, poeta, iarroyocalvo@gmail.com

Ronald Campos López, poeta, ronaldc84@yahoo.com

Luis Armando Gutiérrez, poeta, cuentista, luisarmandogutierrez@gmail.com

Mario Valverde, cuentista, mavalverdeuned@gmail.com

María Alejandra Solórzano Castillo, poeta ciudadmigrante@gmail.com

Laura Zúñiga Hernández , poeta y narradora, langelezluna@gmail.com

María Pérez Iglesias, narradora, mariaperez.yglesias@gmail.com

Leda García, poeta, ledagar@gmail.com

Paola Valverde Alier, poeta, paolavalverde@gmail.com

Marianella Sáenz Mora, poeta, nelsaenzmora@gmail

Carlos Enrique Rivera Chacón, poeta, carlosriverach@gmail.com

Rodrigo Zúñiga Araya, poeta, rodriazunigag@gmail.com

Ana Patricia Urrutia, literatura infantil, cuarzorosa15@hotmail.com

Ximena Paz Cedeño de la Cruz, delacruzximena9@gmail.com

Geovanny Jiménez Salas, narrador y poeta, jimenezsalas@gmail.com

Óscar Núñez Olivas, novelista y ensayista

Álvaro Vega Sánchez, ensayista, novelista y cuentista

 

*Imagen tomada de conozcasucanton.com

Enviado a SURCOS por Ana Cristina Rossi.

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Conversatorio: “Religión y política: lecciones de América Latina y desafíos en la coyuntura costarricense»

El DEI, junto con otras organizaciones y la Coalición Religiones, Creencias y Espiritualidades en Diálogo con la sociedad civil, le invita este próximo martes 27 de febrero a las 6 p.m. al conversatorio: «Religión y política: lecciones de América Latina y desafíos en la coyuntura costarricense«.

Ponentes: Gabriela Arguedas y Nicolás Panotto.

En la Defensoría de los Habitantes (San José, Av 7).

Conversatorio Religion y politica lecciones de America Latina y desafios en la coyuntura costarricense

Enviado por DEI Departamento Ecuménico de Investigaciones.

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La Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión, de la Universidad Nacional, ante la actual coyuntura electoral

OBSERVATORIO DE LA RELIGIÓN

La actual coyuntura electoral muestra la contundencia del discurso y la vivencia de lo religioso en la sociedad costarricense. También expone una fractura entre las transformaciones culturales, socio-económicas y políticas, y el sentido que muchas personas otorgan a su vida, tanto para fundamentar sus valores como para crear lazos familiares y comunitarios.

Es indispensable reconocer la importancia de lo religioso para ofrecer referencias de seguridad en un mundo en transición. Hoy como ayer, existen diversas religiones dentro de nuestra geografía así como personas que no profesan ninguna fe. Todas las personas, creyentes o no creyentes, merecen nuestro respeto y el reconocimiento de los mismos derechos y deberes.

El pluralismo religioso en un Estado democrático requiere de no imponer nuestras convicciones sobre las de otras personas, no condicionar las normas y la convivencia al credo profesado, y no discriminar o lesionar los derechos de quien piensa diferente. Ante la garantía constitucional de la libertad de culto, es ilegítimo secundar la imposición de principios religiosos. Este razonamiento es necesario para asegurar una sana coexistencia y fortalecer la democracia, lo cual sólo es viable en tanto se respeten las diferencias que nos caracterizan.

La desigualdad entre el Valle Central y el resto del país, agudizada por los efectos del modelo económico neoliberal, delinea un mapa electoral en el que los sectores más empobrecidos han clamado su abandono a través del sufragio. En este contexto, se ha legitimado la instrumentalización política de argumentos religiosos, para proponer medidas estatales que afectarían la vida de todas las personas que habitan en Costa Rica, y cuestionarían los logros del país en materia de derechos humanos.

La gradual polarización entre dos visiones de país es fruto de la manipulación política de lo religioso aunada a profundas disparidades sociales, cuya expresión en las urnas ha acarreado distintos tipos de violencia y discriminación.

En este escenario recomendamos prudencia, reflexión y discusión a la ciudadanía para:

  • Examinar de forma crítica las propuestas políticas de los partidos involucrados en la segunda ronda de las elecciones presidenciales de 2018.
  • Considerar, a la hora de decidir el voto, los más graves problemas que afectan al país: déficit fiscal, seguridad, empleo, desigualdad social.
  • Promover el diálogo respetuoso entre personas de distintas convicciones religiosas y políticas.
  • Reconocer el alcance histórico de los derechos humanos así como las luchas de los sectores excluidos que posibilitaron su reconocimiento y protección.
  • Evitar y rechazar discursos de odio y discriminación
  • Obtener información de fuentes confiables.
  • Rechazar la intimidación proveniente de grupos políticos o religiosos que pretendan infundir miedo, descalificar o imponer una determinada forma de adhesión.

 

Universidad Nacional

Escuela Ecuménica de Ciencias de la Religión

Heredia, 8 de febrero 2018

 

Tomado del Facebook de Kattia Isabel Castro Flores, compartido por Carmen Chacón.

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